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Sostenibilidad, en el centro temático de la Asamblea de OACI

OACI realizará entre el 27 de septiembre y el 7 de octubre, en su sede de Montreal, la 41° Asamblea. El encuentro del mayor organismo especializado en aviación civil del mundo, tendrá un apartado especial para la sostenibilidad. Y es que lo medioambiental será tratado en el marco del Comité Ejecutivo, es decir no por ningún Comité Técnico. En concreto, la agenda habla de la Cuestión 16: Disposiciones generales, ruido de las aeronaves y calidad del aire local; la Cuestión 17: La aviación internacional y el cambio climático; y la Cuestión 18: el Corsia.

Con relación a la Cuestión 16, el Comité analizará informes sobre el impacto y tendencias presentes y futuras del ruido de las aeronaves, las emisiones que afectan a la calidad del aire local y las emisiones de CO². “También se presentarán informes sobre las actividades relacionadas con el avance en la definición de políticas y normas y métodos recomendados en estas materias”, explica el temario. Con relación a la Cuestión 17, se analizarán diversos informes sobre el impacto del cambio climático en la actividad aerocomercial.

Finalmente, la Cuestión 18 pondrá su foco en el Corsia. OACI hará en la Asamblea una gran puesta en común sobre este tema y sobre cuestiones diversas como el Programa de Asistencia, Creación de Capacidad e Instrucción para el Corsia y el examen periódico del Corsia en 2022.

¿CÓMO VA EL CORSIA DE OACI?

Esencialmente el Corsia (siglas de Carbon Offsetting and Reduction Scheme for International Aviation, Esquema para la Aviación Internacional de Reducción y Compensación de Carbono) es un gran sistema de compensación de emisiones de CO². Su inspiración es el denominado ETS (Emission Trading System) que montó la Unión Europea internamente. La idea sencilla es que las líneas aéreas paguen vouchers o bonos que las autoricen a emitir hasta cierta cantidad de CO²: la idea es que cada empresa respalde con bonos el total de sus emisiones anuales. Este dinero se destinará al desarrollo y aplicación de programas e iniciativas de compensación, por ejemplo, la reforestación.

Si bien es una iniciativa global, se demanda que cada país se adhiera formalmente al sistema. Para diciembre de 2021, ya se contaban poco más de 100 países adheridos.

El proceso de implementación del Corsia fue golpeado duramente por la pandemia, que terminó por modificar, cómo mínimo, los tiempos. Pero además también alteró los parámetros. El Corsia funciona con un piso de emisiones que debe ser tomado como referencia para calcular las emisiones de los años posteriores. Por eso, tomando en cuando lo anómalo de los años 2020 y 2021, producto de la pandemia, el Consejo decidió que el Corsia tome como parámetro el 2019.

Las Cr Ticas Sobre El Corsia

No son pocas las críticas que se han volcado sobre el sistema Corsia. Los detractores de la iniciativa afirman que la calidad y el formato de las compensaciones es, cuando menos, cuestionable. “Corsia va a tener un exceso de oferta de créditos de compensación de carbono baratos (menos de € 1), agravados por la decisión del ICAO de cambiar su base de referencia debido a la Covid-19, lo cual implica que la señal del precio que afecta a aerolíneas bajo este acuerdo no producirá nunca incentivos financieros para que reduzcan sus emisiones. Es hasta más barato comprar créditos que usar combustibles y tecnologías limpias, con lo cual no hay ningún incentivo para la descarbonización”, afirma un informe ecologista. Otra crítica es que al menos hasta ahora, hay mercados claves como China, Rusia, India y Brasil que quedarán afuera del Corsia porque no han adherido aún. Sin estos mercados claves, el sistema solo cubriría aproximadamente 35% de las emisiones globales de CO 2 de la aviación.

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