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La contratación pública en la era exponencial
from jalisco310723
Carlos Matute González/* cmatutegonzalez@gmail.com
El jueves 27 de julio de 2023 coordiné, conjuntamente con el Dr. López Olvera, el Maestro Martin Esquivel y el Dr. Cancino Gómez, en el Instituto de Investigación Jurídicas de la UNAM, el Seminario Internacional sobre “La Contratación pública en la era exponencial”, cuya conferencia magistral inaugural estuvo a cargo de Oscar Oszlak, un politólogo y estudioso de la gestión pública, argentino de gran prestigio, quien ha pensado el Estado en nuestra región desde distintas perspectivas desde su formación hasta su proyección al futuro, pasando por la propuesta de desburocratización del mismo como un tránsito indispensable para su relegitimación a fines del siglo XX.
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¿Por qué reflexionar sobre la era digital? ¿por qué vincularla con la contratación pública? Hoy vivimos una época de tecnologías disruptivas, que impone un enorme reto a los gobiernos latinoamericanos que hacen enormes retos para insertarse de la mejor manera posible a la globalización en condiciones distintas a las estructuras de dependencia centro-periferia que han prevalecido.
En el seminario mencionado participaron profesores, juristas primordialmente, de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Perú, Uruguay y México, quienes destacaron los esfuerzos e insuficiencias en lo que respecta a la automatización e incorporación de la inteligencia artificial (IA) en la gestión de lo público y, en específico, en la contratación pública y combate a la corrupción.
Una idea compartida fue que la persona debe ser el centro de cualquier desarrollo tecnológico y que el ser humano es insustituible por la máquina-algoritmo o la robotización en lo que involucra a la imaginación y creatividad.
Oszlak hizo hincapié en la llamada cuarta revolución industrial y su efecto en el mercado laboral, en el que habrá cambios sustantivos en los perfiles de puestos y la forma de producción, como el trabajo a distancia y el empleo de robots en las tareas rutinarias y pesadas, pero ello no implica desplazamiento de la persona, sino transformación de su aporte. Es una oportunidad para la revaloración de lo cultural y la agregación de valor cualitativo del trabajo.
Además, resaltó que la vía para el desarrollo latinoamericano es un proceso de institucionalización de la IA, la adopción de política públicas para evitar las brechas digitales y una visión estratégica del Estado en condiciones de apertura a la participación ciudadana, colaboración con el mercado y transparencia. El riesgo de estos procesos de profunda transformación es que el capital obtenga nuevamente los mayores rendimientos y la IA sea una oportunidad desperdiciada para reducir la desigualdad social.
El análisis de la contratación pública en la era exponencial involucra dos disciplinas: a) el derecho administrativo en su parte dinámica, es decir, en los principios, normas y reglas técnicas de la acción de las entidades públicas, en específico, en el acuerdo de voluntades y b) el derecho informatico en los aspectos de derechos humanos, creación, modificación y extinción de derechos y obligaciones, en los procesos como la automatización o la ciberseguridad y las sanciones o delitos derivados de la interacción en el espacio digital.
Hay que señalar que el debate parte de una serie de lugares comunes que conviene evitar y que analizados con más cuidado son falacias que impide un mejor desarrollo de las ideas en torno a la IA, que permita generar consensos para la construcción de nuevas instituciones jurídicas, que respondan a la rápida y cada vez más frecuente aparición de tecnologías disruptivas, que es la característica de la era exponencial.
Muchas reflexiones parten de la idea de que el desarrollo de la IA pretende sustituir al ser humano y los algoritmos suplantaran su capacidad de imaginar y proyectar el futuro. Otras de que todas las plataformas están orientadas a extraer información de los individuos y comunidades en provecho de las organizaciones públicas y privadas sin que haya una retribución social adecuada.
También, el debate está dividido entre los apologistas y los detractores de la IA y el análisis de lo que es un algorit- mo y sus efectos es superficial. El algoritmo, que es una expresión matemática del mundo binario, es un misterio para muchos de sus mentores.
Una conclusión del seminario es que la IA se desarrolla en un contexto social y sus aplicaciones son un reflejo de éste. A mayor institucionalidad también lo es la probabilidad de que la IA aporte más beneficios a las comunidades y a los individuos. En un caos organizativo, con falta de consensos, con gobiernos corruptos, empresarios voraces y tejido social descompuesto los efectos de las TIC serán contraproducentes y sólo generarán más y más profundas brechas digitales.
En la era exponencial conviven tecnologías tradicionales con disruptivas y sólo en el sector público, se pueden identificar organizaciones con diferentes condiciones que obstaculizan la interconexión y genera que grandes grupos poblacionales queden excluidos de los beneficios de la IA en los servicios públicos. En México, hay avances significativos en el sistema tributario y retrasos inaceptables en la transparencia del gasto y la contratación pública
Investigador del Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos de Seguridad y Defensa Nacionales Facebook.com/cmatutegonzalez Twitter @cmatutegonzalez www.carlosmatute.com.mx
Dr. Gerardo Gamba* gerardogambaa@incmnsz.mx
Durante la pandemia de COVID-19 todos fuimos testigos de la variabilidad en la presentación clínica y gravedad de los casos, pero también muchas personas positivas para SARS-CoV-2 eran asintomáticas. Un artículo publicado la semana pasada en la revista Nature empieza a dar luz para explicar este fenómeno. El trabajo muestra una asociación importante entre el HLA-B*15:01 del complejo principal de histocompatibilidad y COVID asintomático. Para que el lector comprenda bien el asunto, vamos por partes.
El complejo principal de histocompatibilidad es un conjunto de genes que se localiza en el cromosoma 6 humano y codifica para un sistema conocido como HLA (human leucocyte antigens) que son un conjunto de proteínas de la membrana celular llamadas antígenos de histocompatibilidad y es altamente polimórfico (o sea, tiene miles de variantes). En el HLA existen moléculas clase I y clase II. Las de clase I se dividen en A, B y C y las de clase II en DP, DQ y DR.

Las moléculas clase I se expresan en todas las células del organismo y sirven para presentar antígenos a un tipo de glóbulos blancos denominados linfocitos CD8 para que distingan entre lo propio y lo no propio y, por tanto, no ataquen a nuestras propias células, a menos que, le presenten al linfocito CD8 un antígeno de un virus, lo que indica que están infectadas y las ataca.
Tanto de los genes de clase I como II y las proteínas codificadas por ellos hay miles diferentes en la población: A1, A2, A3……B1, B2, B3…..C1, C2, C3….DR1,…. DR2….etc. Estos genes se heredan en bloques, que llamamos haplotipos y, por lo tanto, en el HLA todos tenemos dos haplotipos. Uno lo heredamos de papá y el otro de mamá. Por ejemplo: el haplotipo A1, B4, C19, DR5 y DQ8 de papá y el haplotipo A15, B27, C8, DR9 y DQ17 de mamá. Entonces entre padres e hijos necesariamente se comparte uno, mientras que entre hermanos se pueden compartir dos, uno o ninguno.
El compartir haplotipos hace que el rechazo a un órgano trasplantado sea menos probable, por lo que, para los trasplantes la identidad de haplotipos es muy importante. Para trasplantes de médula ósea existen bancos de datos con los haplotipos de miles de personas potencialmente donadoras ya que puede ocurrir, por ejemplo, que la mejor médula ósea para trasplantar a un individuo de México la tenga una persona de Portugal. Carl Sagan, el famoso astrónomo y divulgador de la ciencia, tuvo una mielodisplasia (especie de leucemia) que requirió un trasplante de médula ósea, misma que le fue donada por su hermana Cari, con quien compartía los dos haplotipos y, por lo tanto, era la donadora ideal. Por eso, la dedicatoria de su libro “Miles de millones” dice: para mi hermana Cari, una entre seis mil millones.
Como los haplotipos vinieron de ancestros comunes, entonces, hay similitudes frecuentes de haplotipos en poblaciones definidas que han servido para estudiar la diversidad biológica. Por ejemplo, de poblaciones mestizas de México. Por otro lado, como los HLA son claves para reconocer lo propio de lo no propio, muchas enfermedades autoinmunes tienen asociación con ciertos HLAs. Por ejemplo, la espondilitis anquilosante con el HLA-B27.
El estudio que nos ocupa partió de una base de datos con más de 30,000 individuos donadores voluntarios de médula ósea en quienes ya se tienen perfectamente tipificados los haplotipos de HLA que expresan. A esta población se invitó durante la pandemia a participar en una encuesta vía teléfonos inteligentes en la que reportaban la positividad o negatividad de SARS-CoV-2 y los síntomas asociados, con lo cual, se obtuvo una cohorte de 1,428 personas positivas a SARS-CoV-2, en quienes se conoce con precisión su HLA y, con diversidad de síntomas, incluyendo los asintomáticos.
En el estudio se observó que en la población de asintomáticos la presencia del HLA-B*15:01 estaba sobre representada, de tal forma que ajustado por edad y sexo se concluyó que el riesgo relativo de tener COVID asintomático, si se tiene un gen de HLA-B*15:01 es de 2.4 y
La pandemia por COVID fue tan abrupta que generó más preguntas que respuestas, que con el tiempo se irán aclarando. Determinar porqué algunas gentes fueron asintomáticas tiene consecuencias importantes para entender la enfermedad y quizá para generar terapéuticas personalizadas este efecto fue significativamente mayor en aquellos individuos en que los dos haplotipos incluyen el HLA-B*15:01, es decir, que sus dos genes para HLA-B son justo el 15:01. En estos casos el riesgo relativo de COVID asintomático subió a 8.52. Este efecto del HLA-B*15:01 lo corroboraron después en dos cohortes independientes en que se tenía el registro de individuos con o sin síntomas. Una cohorte de Europa y otra de San Francisco. En las tres cohortes estudiadas, los pacientes asintomáticos sin el HLA-B*15:01 eran alrededor del 8 %, mientras que con el HLA-B*15:01 alrededor del 25 %.
Luego los autores se fueron a averiguar qué es lo que hace al HLA-B*15:01 protector. Se concentraron en cuatro péptidos (fragmentos de una proteína) del SARSCoV-2 que se sabe que están relacionados con la respuesta de los linfocitos CD8 y analizaron linfocitos de varios sujetos que fueron obtenidos y almacenados antes de la pandemia, es decir, que no habían tenido contacto con el SARS-CoV-2. Con diversas metodologías concluyeron que dos de estos péptidos, que se comparten con otros coronavirus, adoptan una conformación similar cuando están unidos al HLA-B*15:01, con lo que, las personas con HLA-B*15:01 que tuvieron una infección por otro coronavirus, ya tienen linfocitos citotóxicos CD8 de memoria que reconocen el péptido de SARS-CoV-2. Estos linfocitos de memoria atacan, y destruyen, a las células infectadas con SARS-CoV-2, resolviendo la infección antes de que aparezcan los síntomas. Dicho de otra forma, muchas personas con HLA-B*15:01 que habían sido infectadas con otro coronavirus, antes de que existiera el SARS-Cov-2, ya estaban listas para reaccionar contra ese virus.
La pandemia por COVID fue tan abrupta que generó más preguntas que respuestas, que con el tiempo se irán aclarando. Determinar porqué algunas gentes fueron asintomáticas tiene consecuencias importantes para entender la enfermedad y quizá para generar terapéuticas personalizadas. Por ejemplo, para quienes tengan HLA-B*15:01, una vacuna con los péptidos de los otros coronavirus podría ser más eficiente. La investigación científica no se detiene y da gusto ver artículos que responden preguntas que todos nos hicimos en su momento.