
2 minute read
LETRAS REBUSCADAS
from 24-02-2023JAL
precio.
En los laboratorios de compañías privadas o en organismos públicos de investigación está ocurriendo el “milagro” genetista se están creando platas resistentes a virus, bacterias, hongos o insectos; papas que inmunizan contra el cólera o la diarrea bacteriana; o arroz enriquecido capaz de generar provitamina A que previene la ceguera ocasionada por una alimentación basada en este cereal. Además de las plantas, también las especies animales de las que nos alimentamos también están siendo modificadas genéticamente, han sido desarrolladas carpas y salmones transgénicos que crecen más rápido. A mediano plazo se espera crear vacas y cabras que produzcan leche enriquecida con ciertos medicamentos o que sea baja en lactosa. Las casi apocalípticas profecías de Malthus parece que fallaron gracias a los alimentos transgénicos; pero más allá de las voces alarmistas inexpertas; investigadores especializados en el tema junto con gobiernos, como el mexicano, advierten que esta solución podría tener un lado oscuro que implica no sólo la dependencia agro-alimentaria a ciertas empresas monopólicas; además estaría también el hecho de que muchos de estos alimentos transgénicos serían, supuestamente, cancerígenos. Ante este
Advertisement
Somos ocho mil millones de personas en el planeta, es de esperarse que pronto los recursos sean insuficientes para cubrir las necesidades más elementales de todos los individuos tipo de relevaciones lo más inteligente es buscar su validación científica en voz de los expertos.
En nuestro país quien levanta la mano en este tipo de denuncias es la investigadora de la UNAM, la Dra. Ursula Oswald, quien ve en los alimentos transgénicos una amenaza potencial para salud; con fundamento en sus estudios asevera que éstos pueden ser los causantes de cierta incidencia de cáncer de mama y próstata, toxicidad crónica y aguda en el ADN, inestabilidad de genes implantados, producción involuntaria de toxinas o aumento de alergias. La Dra. Ursula ha expuesto estas advertencias en artículos y entrevistas; recientemente lo hizo en la mesa redonda “Las nuevas tecnologías y los desafíos para el sector agroalimentario”, dentro del XXII Seminario de Economía Agrícola del Tercer Mundo; en dicho foro además señaló que a los daños antes expuestos habría que añadirles el debilitamiento del sistema inmunológico, el desequilibrio hormonal y los efectos acumulativos antecedentes de procesos degenerativos en los tejidos, origen de enfermedades como cáncer y lupus.
El gobierno de México está en controversia, comercial y legal, con el de los Estados Unidos por el tema de los alimentos transgénicos dada su intención de restringir la importación de maíz genéticamente modificado, para consumo humano, decisión que contraviene lo pactado en el tratado de libre comercio que suscribió con sus vecinos del norte. El gobierno estadounidense insiste que esta decisión, sustentada en afirmaciones como las esgrimidas por la Dra. Ursula acerca de la toxicidad de los alimentos transgénicos, requiere de más estudios y pruebas.
Vaya paradoja o encrucijada en la que se encuentra la humanidad: por un lado está el riesgo siempre latente de una hambruna planetaria que golpeé, principalmente, a los países del tercer mundo y para sortearla el remedio más inmediato y acabado sean los alimentos transgénicos; pero, en qué medida la solución podría resultar peor que el problema. La cuestión es morirse de manera inmediata de hambre o de forma aplazada de cáncer.