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LETRAS REBUSCADAS Nuevo y peligroso reto viral de TikTok: el último participante en quedarse dormido gana… el reto clonazepam

Amuchos espíritus osados el ponerse en peligro desafiando los límites, físico y mentales de sus destrezas les resulta motivante y hasta adictivo.

Es difícil, sobre todo cuando se es joven, resistirse a un desafío de esos que saturan el torrente sanguíneo de adrenalina y lo sacan a uno de la doméstica, cómoda y sobreprotegida vida moderna.

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Alexis Carriel, el antropólogo de los años 70 del siglo pasado, lo señalaba en su clásica obra “La Incógnita del hombre” vivimos en esta modernidad recubiertos de celofanes y cercados por almohadillas; que contraste tan remarcado con nuestros antepasados que lidiaban todo el tiempo con riesgos y peligros; cuya cotidianidad mucha veces implicaba estar inmersos, obligadamente, en un tren interminable de guerras, revoluciones y revueltas.

Más atrás, remontando siglos o mejor aún milenios la humanidad primitiva se confrontaba con un entorno natural hostil que le exigía poner en juego sus habilidades para cazar y no ser depredado. ¿Tendremos alguna nostalgia antropológica por ese vivir peligrosamente?

Parecería paradójico pero la tecnología puede invocar, liberar o desatar en nosotros instintos aletargados que muchos pensábamos superados o de menos soterrados civilizadamente. En la tribu el más osado, valiente y capaz de soportar el miedo a la bestia, a la noche… recibía la admiración y reconocimiento de los demás.

Para muchos la incitación que necesitan para surcar los mares del peligro y el riesgo innecesario puede ser una simple cámara; la cámara de un smartphone preparada para tomar video y subirlo a Internet.

Internautas, neo primitivos, se enfrascan en retos tan deprimentes como la ya superada Ballena Azul o se graban realizando el Condom Snorting Challenge, reto que consiste en meterse un preservativo por la nariz y sacarlo por la boca, por irrisoria que parezca esta proeza no deja de ser riesgosa; pero quizás no tanto como el Knockout Challenge en el que los retadores se provocan el desmayo mientras son grabados; este reto se volvió popular a partir del 2020 en TikTok y en otras plataformas. Su mecánica es tan simple como riesgosa: dos personas se colocan juntas, una de pie se respalda contra la pared mientras la otra le oprime el pecho literalmente asfixiándola hasta hacerla desmayar.

En estos tiempos modernos estos desplantes de neo-primitivismo no buscan impresionar o demostrar la adultez a la tribu; hay otro grupo de aceptación y de pertenencia virtual al que se quiere cautivar, la comunidad de internautas, y de ella se espera recibir la mayor cantidad de likes por las proezas realizadas o los retos superados; como en antaño, o como siempre, tenemos al ser humano en pos de la aceptación de los demás.

Hay un segmento de la humanidad que sufre o desespera más por ser reconocido y laureado que el resto; que transita por una etapa de maduración y gestación de la personalidad y el carácter: estos son los adolescentes; a ellos con facilidad los enganchan los retos de Internet sobre todo los más desafiantes y peligrosos.

Hay hasta una razón neuronal que los hace proclives a ponerse en riesgo y ésta es la inmadurez de sus cerebros; su corteza frontal, encargada del pensamiento racional, no ha terminado de desarrollarse totalmente; termina de hacerlo hasta superados los 25 años; es por eso que los más imberbes no saben medir el peligro y son más, irracionalmente, osados.

Y son precisamente los adolescentes los más atrapados en el reto de Internet de moda, el del clonazepam. Fue desde noviembre del 2022 que algunos jóvenes lo empezaron a practicar y lo registraban en video para luego subirlo a TikTok.

¿En qué consiste? Simple, un grupo de jugadores toman cierta cantidad del ansiolítico de prescripción médica: el cia, mareos, náuseas, pérdida del equilibrio, problemas de coordinación, visión borrosa, incontinencia o retención urinaria, dolor de cabeza, muscular o de articulaciones. clonazepam, cuyos efectos de sedación inducen el sueño: el último en resistirse en quedar dormido “gana”.

Otros efectos por su consumo pueden ser incremento de saliva, dificultad para pensar o recordar, problemas respiratorios…; la lista de efectos secundarios es larga y algunos de dichos efectos pueden llegar a ser fatales sobre todo si se ingiere este ansiolítico con otros medicamentos o si se le combina con bebidas embriagantes; en sobredosis puede inducir un estado de coma irrevertible.

Como se puede apreciar el reto del clonazepam es peligroso y pone en riesgo la salud o incluso la vida de quienes lo practican.

Un número creciente de videos de este reto empezaron a aparecer por el mes de enero. En estas semanas, al menos ocho estudiantes de Nuevo León y Ciudad de México cayeron intoxicados por el fármaco; algunos incluso tuvieron que ser intervenidos de urgencia en sus propias escuelas.

El clonazepam a pesar de su consumo popular es un medicamento psiquiátrico de cuidado. Se le emplea para controlar convulsiones, ataques de pánico, casos de ansiedad siendo el inducir el sueño uno de sus empleos más comunes. Además es sumamente adictivo. Sin una receta médica ninguna farmacia puede venderlo; pero es relativamente fácil conseguirlo en Internet o en el mercado negro de las muestras médicas.

El tomar este fármaco sin la debida supervisión médica resulta de sobra riesgoso dado que tiene efectos secundarios que se potencializan de ser tomado en cantidad: estos pueden ser somnolen-

A los padres de familia les compete estar alerta con sus hijos sobre todo con aquellos cuya inmadurez los hacen susceptibles de involucrarse en retos de Internet; aunque pueda ser tomado como una invasión a su privacidad resulta muy conveniente que implementen controles parentales en los dispositivos de navegación de sus vástagos dígase computadoras, teléfonos inteligentes, tables… y estar al pendientes y vigilantes de los sitios que frecuentan en la red.

El Internet puede resultar un lugar plagado de peligros y riesgos para todos los internautas: considérese la cantidad ya no sólo de retos riesgoso, sino también de cultos sectarios, extorsionadores, depredadores sexuales y demás delincuentes virtuales que están anidados en la Web resultando potenciales peligros para cualquiera y más para aquellos que están aún en un proceso, biológico y psicológico, de maduración.

Es responsabilidad de los adultos regular y supervisar el uso que hacen los niños y adolescentes del Internet para evitar que sigan malos ejemplos y que se enganchen en todo tipo de modas y retos perniciosos como el del clonazepam.

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