Las hojas que caen del árbol

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LAS HOJAS QUE CAEN

DEL ÁRBOL

Fanzine Literario

LAS HOJAS QUE CAEN DEL ÁRBOL

PRE SENTA CIÓN

Poco se piensa sobre el arte en las escuelas públicas de Colombia. Extrañas veces se dialoga alrededor de él desde una conciencia creadora: intentar entender cómo se ha escrito cierta obra literaria; cómo se componen las piezas de arte que se trabajan en clases. Pero, difícilmente, se busca hacer arte en las escuelas. En su lugar, el docente amplía la brecha entre el estudiante, autor y obra. Haciendo que este se vea así mismo como un sujeto incapaz de crear; y, sí intentase, desde su individualidad, crear, se le atribuye como algo de poco valor ya que “no pertenece a la malla curricular”, cuando se debería apostar a la estimulación de esa conciencia creadora.

Esto es lo que se ha hecho con Las hojas que caen del árbol: estimular la conciencia poética de los estudiantes del colegio de Bello Horizonte, sede Villa Yaneth en Valledupar. Hablar sobre y para el arte; crear piezas literarias como un respiro de distención; leer literatura, pero sobre todo, reírnos de los calcetines de una bruja en Birlibirloque: poemario de una bruja, o, entristecernos por la amistad que se ha creado entre un solitario Pato y una Muerte con la personalidad un tanto irónica en El pato y la muerte. ¿Mirar letras? No, sentir olores; ¿Escuchar palabras? No, ver colores.

Tomar las clases de Lengua Castellana como un espacio donde el arte, el cine, la literatura, presenten la posibilidad de una realidad distinta; cualquiera que se aleje de las patologías de los barrios vulnerables, como la drogadicción y la violencia.

Por Juan José Tapia Navarro

Docentes Docentes A CA GO A CA GO

R R

dirigió el grado quinto

Yissell Triana Quintero

dirigió los grados cuarto y segundo cero tres

Kelly Castro Núñez

dirigió el grado tercero

Ana Clara Sandoval Castilla

dirigió los grados primero y segundo

DIAGRAMADOR

Juan José Tapia Navarro
LAS HOJAS QUE CAEN DEL ÁRBOL
Juan José Tapia Navarro Fanzine Literario

GRADO QUINTO

Me miré al espejo. No vi mi sombra.

Salí a la calle y me dio el sol; miré al piso y vi mi sombra.

Me pregunté por qué no vi mi sombra en el espejo.

—Saireth Chamorro Rat

Detrás del árbol hay una niña que preferiría el sueño antes que cualquier cosa.

—Breilys Briyith Jiménez Caro

En ese antiguo árbol

¿Hay algo extraño?

LAS HOJAS
Yo sentada, en una banca viendo un hermoso y grande árbol guardián.
—María Ángel Cortés Vega
Una burbuja en el campo explotó. El viento se la llevó.

LAS HOJAS QUE CAEN
Adivina en qué estoy pensando. ¡En el color del hueso!
—Natalia Michell Castro Meriño
Pasó un perro frente a mi casa.
Le vi la sombra era muy alargada.
—Ana Batista Barrios
LAS HOJAS QUE CAEN
Un

gato con manchas su pelaje amarillo luminoso con bigotes largos jugaba a explotar las burbujas del campo.

—Sebastian Caballero Silva

Fuimos al río y pasamos por el puente tenía una sombra alargada cubría todo.
—Ana Batista Barrios
LAS HOJAS QUE CAEN
Me asusté con la sombra de un árbol.

—Saireth Chamorro Rat

Zapatos saltarines zapatos juguetones que saltaban y saltaban y nunca paraban.
—Ashley Anthonella Aguilar Ledezma
LAS HOJAS QUE

El Pepe es muy ansioso y se muerde. Y se come las uñas todo el tiempo. Tiene 31 años y sigue viviendo en la casa de sus padres.

Le encanta jugar con los perros. Muchas veces las personas se le quedan mirando. A Pepe no le gusta ni un poquito trabajar, ni hacer tareas del hogar. Prácticamente es un adulto que se comporta como un niño.

Sus papás siempre lo sacan de su casa y en la mañana está en su cama durmiendo con las patas en la cabeza.

A pesar de lo loco que está, trata bien a los perros callejeros. Pero lo malo es que siempre está sucio y le agarra pulgas a los perros.

Lulú

Danna Valentina Sarmiento Medina

Lulú es muy juguetona y mordelona. Es muy blanquita y ella corre mucho y muerde duro. Es muy divertida.

Le encanta jugar, correr, comer, jugar con su pelota; comer pura patita de pollo.

A Lulú no le gusta ni un poquito el pan, el queso, el sachichón, que le toquen la oreja. Ni le gusta estar afuera.

Siempre la suelen regañar porque se asoma a la puerta para ladrar. Pero, algo que hace a Lulú diferente de los demás es que se puede parar en dos patas. Dura mucho parada.

Bood Añínpy

Bood Añínpy es muy nocturno. Le encanta estar solo en la oscuridad. Es que no le gusta que lo miren.

Sus papás suelen regañarlo porque siempre quiere estar solo y muy distante con todos. Es que no quiere que se enteren de su nombre muy extraño.

Algo que hace a Bood Añínpy distinto a los demás es que no le gusta la luz del sol.

Celeste

Andrés Eduardo Gómez Fontalvo

Celeste es juguetona y muerde mucho. Chilla mucho.

Le encanta comer, jugar, dormir, morder.

No le gusta que la molesten tanto porque muerde. Es adoptada, entonces, sus papás nunca le llaman la atención. Pero Celeste le tiene mucho miedo porque se esconde.

Mou es muy tímido. Sí le gusta jugar y es insociable. Pero, sobre todo muy grosero.

Le encanta gastar su dinero jugando videojuegos de boxeo y de carreras. Aunque, no le gusta comer verduras ni pollo; pero sí decir groserías. Es muy peleonero.

Algo que hace diferente a Mou de los demás es que no le gusta dialogar con personas.

Star Gol

Star Gol es muy bonita. Es carismática, es alegre y brilla como las estrellas. Amable y muy egocéntrica.

Le encanta volar, comer y cantar. También jugar y bailar; también reír y hablar.

Pero, no le gustan las nubes. Ni tampoco las personas; dice que son malas. No le gusta el café y mucho menos el calor. Tampoco el frío. Solamente prefiere lo tibio.

Aunque, a Star Gol sus papás siempre le llaman la atención porque se la pasa jugando o haciendo locuras. Siempre se la pasa en un jardín sin permiso de sus padres y una vez casi se la comen.

Algo que hace a Star Gol diferente a los demás es que se la pasa durmiendo. No come maíz, sino lechuga. Es una gaviota algo extraña.

No va hacia la gente, sino que se esconde. No tiene amigas porque prefiere estar sola.

Añoñimus es muy amable. Le gusta compartir. Es muy buena persona con la gente que no conoce y aunque algunas personas lo traten mal, él sigue siendo el mismo.

Le encanta ayudar a las personas de la calle; siempre sale con su gorra negra y un cubre bocas para no enfermarse porque está solo en su casa. No hay más nadie.

No le gusta que la gente sea egoísta, que sean indiferentes con los que tienen menos, con los que viven en la calle.

A Añoñimus sus padres siempre lo regañan porque quiere ayudar. Aunque sus papás no viven con él; lo visitan. Y siempre le llaman la atención porque ayuda sin recibir nada a

cambio.

Pero si tuviera que decir algo que hace a Añoñimus diferente a los demás es que él sí piensa en la humanidad. Él sí cree que las personas pueden cambiar y que algún día será un planeta libre de todo lo malo. Que todos cumplen sus sueños, como el de ser futbolista profesional.

Tulia Senofonte

Valeria Michell Rodríguez Martínez

Tulia Senofonte es muy dormilona. También comelona. También descendiente del rinoceronte.

Le encanta comer flores diente de león. Cuando duerme le encanta soñar con elefantotes; ¿ya he dicho que le gusta jugar?

A Tulia Senofonte no le gusta ni un poquito que no la dejen jugar, ni tampoco soñar.

No le gusta que le quiten los dientes de león porque sino se convierte en un rinoceronte y atropella a quien se le atraviese.

Sus papás siempre la regañan porque atropella a la gente y animales de la selva. Y a todos los de la manada, al hospital y al veterinario.

Algo que la hace diferente a los demás es que se transforma en niña a rinoceronte cuando la hacen enojar. O cuando la ponen triste.

Mariángel Cortes Vega Milo

Milo es un chico muy, pero muy tierno. Hermoso, cariñoso y precioso. Un chico que se convierte en gato; y le encanta serlo: convertirse en un gatico gris.

Aunque a Milo no le gusta ni un poquito la nieve porque es muy fría. Además, a Milo no le gusta el helado. Nunca sus padres le llaman la atención.

Me gustaría decir que algo que hace a Milo distinto a los demás es que es un chico que se convierte en gato. Los demás no pueden hacerlo. Convertirse en gatos.

GRADO

CUARTO
Ahí van las cigüeñas directo hacia el mar con mucha hambre dispuestas a cazar.

—Yorynde Niño Oquendo, 9 años

LAS HOJAS QUE CAEN

Cuando miro las nubes, recuerdo tu ojos azules.

Cuando miro las olas del mar recuerdo nuestra despedida triste. Veo pasar los años y quiero volver a tu corazón quiero volver a enredarme en tu linda mirada alegre.

—Lina Rosa Ibarra Manjarréz, 10 años

Árboles sin hojas entristecido porque sombras no darán muy pronto florecerán y el ave volverá a su nido.

—Etham Samuel Díaz Martínez, 9 años

Bajo la sombra del viento donde el susurro es canción nace un sueño en el silencio que florece en el corazón.

—Eskarleth Leal Lesmes, 10 años

GRADO

Carrito bonito y chiquito amarillito sonriendo.

Rotica la llanta, rotico el vidrio o triste mi día.

—Santiago Marquéz

Nube tan hermosa una noche yo te vi.
Bonita estabas esperando anochecer.

—Saile Belen Martínez Manjarrez, 10 años

LAS HOJAS QUE CAEN DEL ÁRBOL

Gato de agua, alegra mi vida. Toca, toca mi cara llenando o alegrando mi vida.

—Hillary Dahana Muñoz, 10 años

Gato, gatito negro pequeño.

Araña grande peluda y con su casita.

Tómate licuado y ahora es salsa de tómate.

Oso polar grande y fuerte blanco.

—Sheyla Sofía Medina Martínez, 10 años

Gato hermoso, tus ojos redondos amarillo como el sol.

Te paseo todos los días, tus pies brillan.

Ohh, gato encantador, tú eras la luz de mi sol.

—Eyleen Marcela Ávila Beleño

Carta a la Gran Calabaza

Kelly

Mar Pino Díaz

Querida calabaza, eres redondita y naranjita; a ti te quiero pedir muchos dulces o los que quieras traerme.

Pero quiero pasar este día de Halloween feliz.

Carta a la Gran Calabaza

Neisgribell Fernández Miranda

Querida calabaza, este año he sido una niña un poco rebelde. Pero he mejorado mi comportamiento. Por eso te quiero pedir que este año me des muchas golosinas. Yo por mi lado me disfrazaré de fantasma para espantar las calorías y no engordar con los dulces.

Feliz Halloween.

GRADO

Víctor López e Isabel Cristina (8 años) ***

Había una vez un niño llamado Pedro. Estaba haciendo un pastelillo de chocolate. De repente, se dio cuenta que no le echó mantequilla.

Y lo saco rápidamente. Luego le echó mantequilla.

Lo iba a meter, pero se quemó. Después metió el pastelillo otra vez. Y luego lo sacó del horno. Le echó chispitas y crema batida, fresa y seriso.

Y colorin colorado es te cuento se ha acabado.

La momia cariñosa

Matteo Castilla Carvajal (8 años),Sebastián Mora (10 años), Esaut Guerra Cabana (7 años), Isabelle Nieto Acosta (7 años), Luis Ospino Montero (8 años)

Érase una vez una momia en la playa caminaba muy feliz; cuando salía el sol se volvía en una persona grande, y normal.

Le gustaban las rosas rosadas, correr en la tierra. También le gustaba bailar en la biblioteca cuando buscaba un libro.

Se encontró una hermosa mujer. Luego chocaron. Luego se disculparon.

Cuando chocaron se les cayeron los libros y se pidieron perdón.

Se enamoraron.

Horas después fueron al parque y compraron dos helados. Vivieron felices para siempre.

Fin.

La tortuga y el conejo dormilón

Andrea Sofía Vides (7 años),Susej Nataly Barrios (9 años), Victor López e Isabel Cristina (8 años)

Había una vez una tortuga y un conejo dormilón que era perezoso. Tenían un amigo llamado Santi.

Santi madrugaba mucho y era muy feliz.

Un día Santi caminaba por el bosque. Había un hoyo, pero Santi no sabía. Se cayó y ahí se encontró con un bosque encantado.

Se quedó sorprendido y caminó.

Se encontró con una cascada con ocho pajaritos que cantaban mucho.

Santi metió la pata a un hoyo.

Colorín colorado este cuento se ha acabado.

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Las hojas que caen del árbol by JUAN JOSE TAPIA NAVARRO - Issuu