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TRICHOMONOSIS Y CAMPYLOBACTERIOSIS BOVINA. Diagnóstico tradicional y PCR

ENFERMEDADES VENÉREAS

TRICHOMONOSIS Y CAMPYLOBACTERIOSIS BOVINA. DIAGNÓSTICO TRADICIONAL Y PCR

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NTiempo de lectura: 15 minutos PERIODICO MOTIVAR dejo escrito por su columnista Facundo Sonatti. Revista Motivar Nº202, Páginas 34-36, Octubre Año 2019 (facundo@motivar.com.ar); y posteriormente actualizado con resultados del periodo 2019 de Laboratorio Azul Diagnóstico.

TRICHOMONOSIS Y CAMPYLOBACTERIOSIS

“Las venéreas de los bovinos siguen vigentes y los muestreos diagnósticos son insuficientes para su control”. Los Doctores Alfredo Martínez y Gustavo Combessies, de Laboratorio Azul, comparten una de las principales conclusiones a partir de analizar el uso de las Técnicas Tradicionales de diagnóstico, Cultivo e Inmunofluorescensia directa, y la técnica molecular qPCR, en estas dos enfermedades venéreas”.

En el marco del 50° aniversario de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNICEN, el pasado 15 de agosto 2019, se llevó adelante en Tandil una jornada en la cual Laboratorio Azul conjuntamente presentó su experiencia en el diagnóstico de Trichomonosis y Campylobacteriosis bovina, comparando el desempeño de las técnicas tradicionales con la qPCR (Reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa o en tiempo real). La dupla formada por el Dr. Alfredo Martínez*, especialista en enfermedades venéreas y Gustavo Combessies**, experto en virología y biología molecular, ambos del Laboratorio Azul, se encargaron de repasar los resultados obtenidos. “Nuestro trabajo se basa en darle un servicio a los veterinarios de campo que nos envían de manera voluntaria las muestras que toman de los bovinos. Sobre esta base es que hemos realizado este trabajo”, dejó en claro Martínez en la apertura de su presentación. Vale decir que quien sirvió de disparador para el trabajo presentado por Laboratorio Azul en Tandil fue el Dr. Carlos Campero, ex INTA Balcarce, luego de plantear la duda diagnóstica en los cultivos de “Trichomonas” sobre las diferentes características morfológicas en el número de flagelos de los protozoarios que desarrollaron en los medios de cultivo diferenciando las Trichomonas patógenas (T. foetus) de las T. no patógenas (tetratrichomonas s/p entre otras). “A partir de este interrogante decidimos, a partir del año 2013, hacerle la prueba tradicional de PCR a todas aquellas muestras que daban positivas al cultivo en el medio “Trico Azul”, sin costo adicional para el productor”, continuó Alfredo Martínez. Fue así que en siete años (2013-2019), se procesaron para el diagnóstico de Trichomonas 318.596 toros pertenecientes a 11.589 Establecimientos. En Campylobacter la cantidad de muestras fue mayor: 14.650 Establecimientos con 378.818 toros. “De esta última enfermedad, siempre tenemos un número mayor ya que la Red de Laboratorio de Transferencia, envía los análisis de aquellos colegas que no tienen la capacidad de realizar este tipo de Diagnósticos”, aclaró Martínez y continuó: “Queríamos saber dónde estábamos parados en cuanto a la sensibilidad del diagnóstico de Trichomonas que era del 72%, según lo publicado en el año 2006, en el primer muestreo y así con tres muestreos podríamos llegar al 97-98%” de sensibilidad, tal cual lo había aseverado empíricamente la AAVLD. Durante el 2019 se evaluaron un total de 728 muestras, 501 fueron positivas a Tritrichomona foetus, de las cuales 380 cepas (75.8%) se expresaron en el cultivo y 121 cepas (24.2%), que no se observaron en el cultivo, pero fueron molecularmente identificadas por qPCR entre los toros compañeros del mismo muestreo. Las Trichomonas no foetus se las observó y confirmó por qPCR, en 227 muestras: 172 provenientes de cultivos positivos y 55 de establecimientos donde se observaron ambas cepas: Tritrichomonas foetus y T. No foetus. Esto demostró que lo planteado por Campero y Col. tiene más vigencia que nunca, siendo imprescindible el diagnóstico molecular para actuar coherentemente, demostrándose así durante 2019, en estos números: • Porcentaje de muestras con T. NO foetus sobre el total de

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positivos: 227/728 = 31,2% • Porcentaje de muestras con T. NO foetus sobre el total analizados : 227/53.509 = 0,42%

Números que describen el panorama

Entre los resultados del análisis, se destaca que la Trichomonosis reveló un 6.73% de tasa de infección en RODEOS y 0,94% en TOROS. Asimismo, en Trichomonosis y sumando los datos de los siete años, se puede señalar que el 52% (incluyendo el 25% de los rodeos positivos) realizaron un solo muestreo y que el 33% realizó 2, donde se incluyó el 28% del total de positivos. “Se observa así un déficit en el número de muestreos de los rodeos que explicaría la persistencia de la infección”, sostuvo Alfredo Martínez. Y agregó: “Respecto de Campylobacter, esta situación es similar: 54% y 31% del total de analizados con 1 y 2 muestreos. Similarmente se detectó que el 31% y 32% de los rodeos positivos realizaron un y dos muestreos. Por otra parte, en Trichomonosis, la persistencia de la enfermedad, medida través del análisis (de 2 años consecutivos durante el período estudiado), detectó un promedio de 3,2% de establecimientos que continuaron siendo positivos (en años consecutivos), con un máximo del 4%; mientras que un promedio del 87% siempre fueron negativos. En Campylobacteriosis, la cifra promedio de rodeos positivos en años consecutivos fue mayor, 5%.

“Entre las principales conclusiones, se puede mencionar que ambas enfermedades siguen vigentes y que 1 solo muestreo para el diagnóstico de Trichomonosis y Campylobacteriosis resulta insuficiente para su control”.

IRRUPCION DE qPCR **

Gustavo Combessies destacó que la irrupción de la qPCR modificó esta situación, detectando un mayor número de muestras (24% más del total de muestras positivas) que el cultivo en medio Trico Azul. “Hay muchos parámetros a tener en cuenta a la hora de estandarizar la PCR, hoy queremos desarrollar dos de ellos: 1) La sensibilidad y especificidad Analítica; 2) La sensibilidad y especificidad Diagnóstica, siendo este último uno de los indicadores principales de evaluación (rendimiento) para una prueba de este tipo”, aseguró Combessies. Y completó: “Allí juegan un papel fundamental la cantidad y calidad de raspajes que se le hacen a cada toro y la contaminación del esmegma por orina, sangre o barro, etc. En ese sentido, los veterinarios muchas veces por situaciones climáticas, trabajan en condiciones inapropiadas. Ante este tipo de muestras se debe contemplar que los resultados pueden verse afectados por la calidad de la muestra”. Para subsanar estos problemas que inciden en la calidad de los muestreos es que se necesitan realizar más, mejorando así, la chance para que se expresen.

Campylobacteriosis Genital Bovina (CGB): Evaluación encuesta año 2020. Dr. Gustavo Combessies

Se compararon distintos factores de riesgo de la CGB a través de una encuesta enviada al veterinario asesor de cada establecimiento. Se cotejaron 13 establecimientos con diagnósticos positivos durante el año 2019 y 7 establecimientos con antecedentes negativos, a esta enfermedad, en los últimos tres años.

Los factores más relevantes detectados en la presente encuesta son:

Estado de los alambrados: el 69% de los establecimientos con CGB tienen los alambrados en estado regular o malo. El total de establecimientos sin la enfermedad mencionaron que los alambrados estaban en estado bueno. Este es uno de los principales factores que contribuyen a la persistencia de la enfermedad en los rodeos.

Comodidad de trabajo en la manga: Lo mismo ocurre con la comodidad de trabajo en la manga, el 30% de los establecimientos con CGB tienen mala o regular comodidad de trabajo en la manga. Este factor puede influir en la calidad de los raspados y en el riesgo para el veterinario, además de afectar consecuentemente con el diagnóstico de laboratorio.

Los dos grupos de establecimientos realizan IA en vaquillonas. Los establecimientos con CGB también realizan IA en vacas; a su vez el período de servicio natural es mayor en vaquillonas y vacas.

Los porcentajes de preñez son menores en los establecimientos con la enfermedad, donde comunicaron que el 61% de los establecimientos con servicio en vaquillonas y el 84% en las vacas tienen menos del 90% de preñez. En

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