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OPINIÓN
TUNGURAHUA DOMINGO 16/04/2023 O
El éxito de los mediocres
Enun mundo ideal el sistema debería procurar la llegada de sus mejores elementos a la cúspide o al lugar donde cada individuo pueda explotar al máximo sus habilidades para beneficio personal y colectivo. En la panacea aristotélica la fuerza motriz es la voluntad y no la envidia, se valora el esfuerzo y la excelencia y se desprecia la mediocridad.
El populismo ha erosionado nuestra débil democracia y su daño más profundo es el haber perforado nuestra matriz cultural con la desgana y el vicio, bañando el éxito con sombras de ilegitimidad, lo que solo puede desembocar en el culto por necesidad de lo mediocre. Esto justifica nuestra escasez de referentes, la búsqueda histérica de un vulgar mesías y la defensa fanática de los personajes que operan sobre nuestra realidad con notable deficiencia.
Un ejemplo triste es el fracaso del gobierno de Lasso, que además de contar con un complicado escenario no ha podido resolver con solvencia ni siquiera los asuntos internos de su ges- tión. Último caso, el de Ordóñez quien a lo Patiño desfiló por toda clase de cargos sin poder enumerar un solo logro en ninguno. El descalabro general en materia de seguridad terminó por forzar su renuncia, pero no ocurre lo mismo con personajes tan nefastos como el coronel Zapata, paradigma del ni agua ni pescado que no pierde un ápice de poder desde tiempos inmemoriales. Ejemplo del servidor público promedio.
Otro, es el show de la Asamblea bajo el argumento de que es reducto y reflejo de la voluntad popular ¿Es eso suficiente? Es cierto que esos enemigos del ácido fólico son nuestra responsabilidad y aunque han demostrado actuar con interés, no parece el común.
Eso no quiere decir que el estado anterior del servicio público era deseable o mejor. No romanticemos los fracasos del pasado porque nos devuelven al origen de los actuales.
Medio de comunicación liberal, laico, agnóstico e inclusivo. Respetuoso y defensor de los Derechos Humanos, el Estado de Derecho y la Democracia.
Lasso ‘starter pack’
Seguramente, al igual que yo, usted también ha notado cuál es el atuendo que Lasso más ha repetido en los últimos meses. No, estimado lector, no piense que desde esta columna estoy preocupado en las combinaciones de colores que usa el presidente o de sus decisiones en cuanto a moda, sino más bien, en cómo intenta proyectar, sin mucho éxito, una imagen que no se compadece con sus acciones políticas.
Todo empieza con una emergencia. Puede ser un terremoto, un deslave de tierra, una inundación o el combate a la delincuencia; las causas pue-
Justicia a la carta
Para quienes interactuamos de manera constante con el sistema judicial, nos constituimos como testigos de la calamitosa situación por la que este atraviesa. No me refiero exclusivamente al cuello de botella que implica el proceso de citaciones, que acumula incesantemente el número de causas en los distintos juzgados, sino los limitados recursos y jueces para despachar las causas que motivan al ciudadano a perseguir justicia por las razones que se creyere asistido.
Es que el derecho de acceso a la justicia constituye una garantía de los derechos económicos, sociales y culturales, de los individuos que somos parte de la sociedad, y
CECILIA CHACÓN CASTILLO tes, maestros y personal, desde el kínder a las universidades.
El ‘rechazo’ de las universidades
Desde 2007 la UNESCO cuenta con estudios sobre la violencia armada en las aulas, en dicho análisis elaborado por Brendan O´Malley se explica el incremento estrepitoso del uso de armas en contra de estudian-
René Pedroza Flores de la UAEM de México, explica que la violencia armada confronta al debilitamiento del Estado y la grave exposición de las personas a ser blancos de ataques con alto riesgo de perder la vida. Por otro lado, Amnistía Internacional considera que el acceso fácil de manera legal o ilegal a armas de fuego también es un motivo que incrementa la violencia y expone a las mujeres en mayor grado
Nacional Gabriela Vivanco Salvador Editor General: Jean Cano Editor Regional: Fabricio Cevallos Chávez
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Año: XXXIX No. 10.609 den ser múltiples, sin embargo, todo eso resulta irrelevante porque su armario siempre está listo. Tras el análisis de la emergencia y el respectivo tuit, en Carondelet empiezan a organizar la próxima cadena nacional y el discurso que deberá pronunciar para solucionar lo sucedido. Luego vienen las declaraciones del presidente que, tras contarnos los males que nos aquejan, termina diciendo que usará la vieja y confiable: la declaratoria de estado de excepción.
A la voz de estado de excepción y emergencia, Lasso acude a su ‘starter pack’: gorra de la Policía Nacional (sí, esa de color negro y letras doradas), camisa blanca o celeste (siempre con los puños remangados), jean, cinturón y zapatos cafés. ¿Ya tiene la imagen en su cabeza? Pues bien, así es como el presidente nos hace creer que con esos pequeños retoques en su vesti- tal derecho, envuelve un proceso breve, sin dilaciones ni obstáculos, entre otras particularidades. Es decir, todo lo contrario de lo que debemos soportar los ecuatorianos, bueno, excepto aquellos que por su condición política o vínculos con el poder, consiguen “atajos” y decisiones judiciales a la carta. Con seguridad habrá escuchado que a través acciones constitucionales peligrosos individuos obtienen su libertad, se consiguen reparaciones económicas o cualquier cosa que usted se puede imaginar, sin embargo, debo aclararle que esa maravillosa justicia no es para todos, el ciudadano común que confía en que sus derechos podrán ser restituidos o reconocidos por medio de acciones constitucionales, debe saber que, muy probablemente los jueces rechacen su acción alegando un asunto de mera legalidad, sin verificar si quiera si existe o no vulneración de derechos cons- al riesgo de violencia armada por parte de sus parejas. menta, comandará a las fuerzas del orden para devolver la paz y tranquilidad que en 23 meses hemos perdido, entre otras cosas, por su falta de liderazgo. Lo que el presidente no entiende es que no nos hace falta que viaje por el país utilizando una gorra o que desee que pensemos en lo ‘rudo’ que se ve sin traje y corbata. Las necesidades ciudadanas son claras y continúan acumulándose en forma de sangre y violencia. No hay estado de excepción que sirva (como bien lo ha dicho la Corte Constitucional) si no existen decisiones contundentes, desde lo técnico y económico, para que todos podamos sentirnos menos amenazados. A las puertas de cumplir dos años en el gobierno, nada parece mejorar y no existe un rumbo cierto para el país. ¡Qué podemos esperar de alguien que prioriza la defensa de su reputación, a la de la vida de los ciudadanos! titucionales. Así también su proceso, contraviniendo lo que señala la ley, deberá esperar “un poquito más” que aquellos que tienen cierta connotación, presión o importancia, para ciertos grupos de poder. No con esto pretendo obviar la crítica situación del sistema de justicia, a la cual se suma la constante amenaza para los juzgadores que se encuentran acorralados al momento de expedir sus fallos en procesos que se involucran con organizaciones delincuenciales, regresando al “plata o plomo” que impusieron los cárteles colombianos en la década del ochenta y noventa. Lo que si resulta evidente y claro es, que un sistema judicial desinstitucionalizado, sin recursos, sin mecanismos que protejan a jueces y fiscales, representa un caldo de cultivo para lo que ahora travesamos, sacudiendo el tapete bajo el cual durante años se ocultó el terrorismo y narcotráfico.
De 2009 a 2016 Estados Unidos según Amnistía Internacional tuvo 156 tiroteos masivos con armas de fuego, desvinculando a los espacios públicos como seguros como cines, escuelas, iglesias, salas de concierto y entre el 2013 y el 2018 se registraron 316 incidentes con armas de fuego en escuelas norteamericanas con incontables víctimas y dolorosas heridas sociales en la comunidad.
Los escritos de los colaboradores sólo comprometen a sus autores y no reflejan el pensamiento del medio, que se expresa en su Editorial.
Las decisiones del gobierno de reducir impuestos a las armas, expedir un decreto que le da al ciudadano de a pie la posibilidad de acceso y porte de armas, genera el cuestionamiento social del horizonte real de la política pública y el rechazo de las universidades del país que “invitan” a revisar estas decisiones. La política pública debe incidir en el desarme a los delincuentes, a la promoción de espacios seguros y a asumir el rol del Estado de garantizarnos seguri-
Verdad y Mentira
Lamentira puede correr cien años, pero la verdad la alcanza en un día.” La crisis intelectual está generando innobles procedimientos humanos, especialmente en lo cultural y económico creando egos pervertidos sacrificando la verdad por mentiras insanas sirviendo a la malversación y sustracción de los fondos públicos, esencia fundamental de la economía de los pueblos, esto causa impaciencia en la colectividad, que hoy más que nunca, necesita decisiones inteligentes para eliminar este desorden. “Hay que tener valor de decir la verdad sobre todo cuando se habla de la verdad.” La manipulación política por individuos y grupos mafiosos con su hipocresía desde todos los ángulos de la sociedad complican, confunden fundamentando mentiras para sus fines personales, si tergiversan la verdad para lograr ventajas ligadas a la economía, la paulatina pérdida del comercio en general será verdad absoluta, lo que pondrá en vigencia no solamente el desprestigio de una nación, sino, la debacle pululando en cada espacio de los niveles sociales. El paradigma de la verdad jamás debe perderse, pues, es la coherencia del pensamiento. Kant aseguraba: “El idealismo, la verdad tiene un sentido formal, en cuanto conformidad racional del entendimiento consigo mismo o con sus propias categorías, que no entraña contradicción en sí. Muchos filósofos analíticos han defendido lo que se ha llamado la teoría de la verdad como correspondencia.” Dentro del concepto de verdad se puede percibir que, debe ser cualidad esencial de la realidad armonizando el pensamiento con la prueba objetiva de la visión, análisis, todo lo contrario, entendido como mentira, es negligencia, ignorancia, ambición o momento de inconsciencia. “Aunque la verdad esté en minoría, sigue siendo la verdad.” Mahatma Gandhi.
dad antes que indirectamente promover que el ciudadano pueda hacer justicia por mano propia sin detenerse a mirar las consecuencias.
Por otro lado, no se dice nada sobre la salud mental y emocional de las personas, del clima de temor y del avance de la delincuencia armada a todo nivel; más valdría escuchar atentamente al pronunciamiento de las Universidades que reflejan una grave preocupación que debe ser más que escuchada.