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La mentira del eterno tesoro
Muchas veces, la relación entre políticos y electores en nuestro país se fundamenta en mentiras convenientes para ambas partes. Pocas falacias son más seductoras, al momento de conquistar votos, que aquella de que el país ya es rico, pero que su riqueza está secuestrada por algún villano. En una especie de transacción comercial, el candidato promete recuperar esos recursos para el ‘pueblo’ y, a cambio, la muchedumbre marca su nombre en la papeleta.
Esa idea nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra historia republicana; solo cambia el villano de turno. Un tiempo era la Iglesia, los terratenientes, las mineras y petroleras extranjeras, o las corporaciones creadas por la dictadura; se creía que bastaba con expoliarlos y repartir el botín para que todos los ecuatorianos salieran de la pobreza. Así se hizo, pero poco cambió. Luego, en tiempos más recientes, se hablaba de la ‘plata ociosa’ de los fondos petroleros y del IESS; se echó mano de ellos y lo único que quedó fue más deudas. Se empezó después a hablar de inmensas riquezas que supuestamente yacen en paraísos fiscales, de miles de millones en impuestos pendientes o de que bastaría acabar con la corrupción para distribuir la riqueza. El más reciente mito, en esa misma línea e igualmente erróneo, es el de la reserva internacional. Esa es una idea nociva. Hace que nos mentalicemos en ser criaturas rapaces, siempre atentos a qué arrebatar o ‘recuperar’, en lugar de generar. Las necesidades insatisfechas de los ecuatorianos solo se arreglarán con mayor productividad —educación, organización, instituciones, gestión—, no arranchando. Decir esa incómoda verdad —desgraciadamente— cuesta votos.
Ruby M ENA M ELo rubymenamelo@yahoo.com
Yin y Yang
El principio del Yin y el Yang en la filosofía china es que todas las cosas existen como opuestos indivisibles y contradictorios.
Así, mientras el Yin simboliza lo oscuro, el agua, lo intuitivo y la capacidad de nutrir la vida, el Yang constituye el ímpetu, lo luminoso, la expansión y el fuego Gráficamente, el concepto se suele representar como la parte oscura, normalmente negra, figurando el Yin y la parte clara, normalmente blanca, el Yang. Los dos opuestos se atraen y se complementan, como lo ilustran sus símbolos, cada uno con un elemento del otro en su centro.
La teoría del Yin y el Yang nos dice que cada uno ha entrado completo en este mundo. En nosotros se conjugan habilidades y cualidades que en sí mismas forman algo diverso y a veces contrario. Pero creemos que tenemos un conjunto de características muy específicas y definidas. Por ejemplo, podemos pensar en nosotros mismos como nobles, sabios y amables. Sin embargo, también olvidamos que la violencia puede ocurrir cuando menos se la espera.
En la actualidad, nuestra visión personal se limita a ver todo aquello que nos envuelve en términos absolutos. “Las personas son buenas o malas. Eres racional o eres emocional. Si no eres inteligente, eres ignorante. La felicidad es lo opuesto a la tristeza”.
Son dos mitades que juntas forman un todo, también el punto de partida para el cambio. Cuando algo es ‘un todo’, por definición, es inmutable y completo. Así que cuando se divide en dos mitades como en el Yin Yang, se altera el equilibrio de la totalidad. Esto hace que ambas mitades se persigan mientras buscan un nuevo equilibrio entre sí. Existe un poco de ‘bueno’ en lo ‘malo’, y siempre hay algo ‘malo’ en lo ‘bueno’.
“Acepta tu lado oscuro, entendiendo que te ayudará a moverte con la luz. Conocer ambos lados de nuestras almas, nos ayuda a todos a avanzar en la vida y comprender que la perfección no existe”.
-Martin R. Lemieux
geomara.rodriguez@hotmail.com
Candidaturas al granel
Entender a qué dimensión de la cadena alimenticia de la política pertenece cada ciudadano es primordial para saber cuál es su nivel de influencia, o, dicho de otro modo, para saber cuánto poder tiene
Esta última semana se ha definido en primarias quiénes van a estar en la papeleta en las siguientes elecciones, pero tranquilos, que quienes no lograron ser aceptados en ningún partido, igual se la jugaron luego de primarias, para bajar de la tarima a los que fueron electos dentro del proceso democrático interno, e igual inscribirse, no por méritos, sino por el peso de sus chequeras.
Ya les dije antes que iban a existir cromos repetidos, outsiders, oportunistas, vividores de la política, esos a los que todos conocemos, pero ojalá también se fijen en esos perfiles que con valentía se enfrentan al status quo del sistema electoral, y acuden al llamado con nada más que una vida intachable y una envidiable hoja de vida; sí, de esos que usted en sus conversaciones dice “son buenos, pero no tienen plata”.
¿Se fijan en la paradoja novelera y sin sentido?, mientras usted no se dé cuenta del inmenso poder que tiene su voto dentro de la cadena alimenticia de la política, los políticos vivirán de su indiferencia, y como ya conocen las reglas del juego y usted no, se aprovecharán del sistema para hacerse más ricos, mientras a usted lo hacen más pobre.
Entonces, cuando veo en las últimas elecciones (tomando como ejemplo la votación de prefectura de la provincia Tsáchila), hubieron más de 31 mil votos blancos, 38 mil votos nulos y más de 60 mil ausentes, me pregunto de nuevo ¿por qué tanta indiferencia?
Ubíquese entonces donde usted quiera, y haga lo que es necesario dentro de su posi- ción, recuerde: unos proponen, otros disponen, otros imponen y otros votan (o sea, eligen)
¿En qué nivel de la cadena alimenticia considera que está?
Y lo más importante: ¿tiene claro el nivel de responsabilidad y el poder que su voto significa para los azares de la Patria?
En conclusión, espero no verlos culpando a nadie porque nos vamos al carajo como país y verlos responsablemente eligiendo, debatiendo e inteligenciando su voto.
¿En qué parte de la cadena alimenticia estás?