ALEJANDRO A. TAGLIAVINI
Cuando vale la doble moral El Estado moderno impone arbitrariamente su doble moral. Y sus defensores no tienen justificación racional, aseveran que “si el Estado lo dice, o lo necesita, es bueno…” son esos mismos políticos que, muchas veces, están acorralados por la corrupción. Quizás, el ejemplo más irritante sea el ‘servicio militar obligatorio’ (SMO) que me recuerda a Mirabeau, uno de los padres de la Revolución Francesa, y su frase: “Prusia no es un Estado con ejército, sino un ejército con Estado.” El presidente de Francia propone una especie de breve servicio cívico-militar obligatorio, para ofrecer “una experiencia de la vida militar, de la mezcla social
y de la cohesión”. Luego de que Jacques Chirac lo abolió en 1997, el proyecto actual que, insólitamente, cuenta con el apoyo del 80% de la población, contempla un mes de servicio para hombres y mujeres de 18 a 21 años. Según Le Monde, el costo anual -unos € 3.000 millones- equivale al costo de la disuasión nuclear. Debido al temor por el terrorismo la idea se ha expandido por Europa al punto que el Bundestag propone un nuevo concepto de “defensa civil” incluyendo el SMO aduciendo, además, que Rusia tiene explícitas aspiraciones expansionistas, tanto que los países nórdicos también están promoviendo el retorno más o menos inminente del “servicio” (¿?) obligatorio. Es el caso de Noruega y Suecia, cuyo Ministro de Defensa parece dispuesto a promoverlo en 2019. En España, después de que José María Aznar eliminó la conscripción obligatoria en 2001 en oposición al Ministerio de Defensa, hoy prevalece la
idea de que un ejército profesional es mejor alternativa. Ahora, dice Alberto Medina Méndez que, aun suponiendo que las razones esgrimidas fueran legítimas, el hecho de conseguirlo a expensas de sojuzgar a los demás, exime de comentarios adicionales: aquello “impuesto por medio de la coacción no puede ser bueno… o no precisaría de semejante atropello”. Según el profesor colombiano Mario Madrid-Malo Garizábal, para el derecho internacional consuetudinario la esclavitud es el estado o la condición de una persona sobre la que se ejercen cualquiera de las potestades inherentes al derecho de propiedad o de dominio. El artículo 7, 2., c) del Estatuto de la Corte Penal Internacional entiende por esclavitud “el ejercicio de los atributos del derecho de propiedad sobre una persona, o de algunos de ellos”. Según el derecho internacional, existen prácticas análogas a la esclavitud tradicional como el
trabajo infantil, el reclutamiento de niños como combatientes, la trata de mujeres y de niños, la servidumbre por deudas y la conyugal. En ese catálogo falta una modalidad de esclavitud: el servicio militar obligatorio. Ahora, la causa de tal omisión fue explícitamente redactada por los interesados -los políticos y burócratas estatales que viven de la inimputabilidad del Estado- y se halla en el artículo 8°, 3., c) II) del Pacto Internacional de derechos civiles y políticos, norma en la cual se establece que el SMO no se considerará como trabajo forzoso. Remata MadridMalo Garizábal, diciendo sobre el servicio obligatorio que de su horrendo carácter y de sus efectos perniciosos hablan claro las estadísticas sobre suicidio y enfermedad mental entre las personas sometidas. *Miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity, de Oakland, California @alextagliavini www.alejandrotagliavini.com
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Las súper carreteras, la educación de calidad y todo lo demás no sirvió verdad. La propaganda se desvanece ante los argumentos del pueblo…Patrick W. Velásquez Rivadeneira
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El gobierno tiene que educar más a nuestra gente. La corrupción, dejó a Manabí en la ruina, ni siquiera el dinero que apoyamos todos los ecuatorianos llego a sus ciudadanos. Gracias a Dios es un nuevo comienzo…Andrei Morales
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PABLO ESCANDÓN MONTENEGRO
Las piedras de mi calle Crecí en una calle empedrada y no es del Centro Histórico. Está al norte de la ciudad y lleva el apellido de la estirpe del señorío de Mira, los Pantala, como lo relatan Piedad Peñaherrera y Alfredo Costales. Esa calle es muy empinada y allí poníamos a prueba la resistencia de las piernas cuando subíamos con la bicicleta haciendo zigzag hasta llegar a la a calle Francisca Sinasigchi, en honor a la esposa del cacique Sancho Hacho, desde la María Tigsilema, otra notable puruhá. Cuando los buses rojos de marca Botar eran los símbolos del barrio, allá por los años 80 del siglo pasado, la calle empedrada era marca del lugar para indicar dónde quedaba una tienda, un bazar o la iglesia. Además del empedrado de la vía, la entrada a mi casa no tenía gradas; para ingresar había que pisar un gran molón redondo que sustituía a la escalinata. Era una estética pétrea de un barrio
Hubiera sido el colmo que la Corte Interamerica que es un organismo importante en temas de violación a los derechos humanos conceda las medidas a los consejeros de participación ciudadana que fueron cómplices de la desgracia durante 10 años del gobierno de Correa, ahora se debe disponer la suspensión inmediata de los sueldos de éstos sinvergüenzas para ver si se quedan... Edison Bolívar Bonifaz Montalvo
Felicitaciones Manabí por ser fieles a la Revolución y demostrar al país q no se vendieron por un plato de lentejas… Gonz Jaramillo Esperemos que todo sea así como dice Lenin Moreno ya que ganó el si ...ahora si a trabajar y hacer trabajar a toda su gente que tenga en la Presidencia y desde ya... Anjahi Flores
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de clase media que deseaba progresar con casas hechas por el Banco Ecuatoriano de la Vivienda. Nunca tuvimos ningún accidente cuando usábamos coches de madera, bicicletas, triciclos o patinetas; al contrario, con la adolescencia, la calle se convirtió en un reto para los “skaters”. Claro que siempre tuvimos las rodillas y los codos remellados. Si ahora nos quitaran las piedras de la calle Pantala, sería el primero en impedirlo, porque allí está mi historia de crecimiento, de juegos y de identidad de un barrio que se transformó y donde la gente todavía se reconoce. Las piedras no son solo rocas, son pedazos de historia de lo que somos como individuos en un espacio habitado: si unidas con argamasa cuentan la historia de la unión entre vecinos, o si en los instersticios brota el kikuyo, la historia es de conflictos y separaciones. De lo que somos como comunidad, al fin de cuentas. Mi calle es universal y única, diferente a las demás del barrio y cuando se desencajan las piedras, las colocamos, porque no queremos despojar al barrio de sus señas de identidad.
MAYRA AGUIRRE
Y ahora, ¿qué? ‘Gravedad cero: Reflexiones Posconsulta’ es una propuesta periodística que nos conduce al debate. “Hemos dado un cheque en blanco al correísmo; ahora enarbolamos otro al gobierno actual. Hemos llegado al Día D. Lenín Moreno elegirá al nuevo Consejo de Participación Ciudadana, la pregunta más suigéneris de la Consulta Popular. En medio de reportajes, ensayos, caricaturas: Roberto Aguilar, Augusto de la Torre, Carlos Rojas, Vilma Vargas, Lujan, Stephan Küffner, María Elena Barrera-Agarwal, Leonardo Valencia, consideran que para no “hacerle juego” al correísmo hemos caído en otra redada. La edición estuvo a cargo de Ivonne Guzmánn (El Comercio). Lanzaron el texto en la Universidad Andina Simón Bolívar. El evento contó con dramatizaciones satíricas del expresidente Rafael Correa, del exvicepresidente Jorge Glas y del recién nacionalizado Julian Assange.
Los autores se cuestionan el marasmo en el que flotamos sin ningún rumbo. En junio del 2017, con una maniobra del Tribunal Supremo Electoral, el Congreso Nacional de elección popular fue depuesto. Esta demolición dio fuero al Consejo de Participación Ciudadana que provino de la Constitución de Montecristi con las prerrogativas de nominar a más de 20 autoridades, cuya designación ha sido encubierta en la década correísta. La corrupción galopante, la afectación a los derechos ciudadanos, el debilitamiento de la economía, entre otros, permitió que los ecuatorianos, para no “hacerle juego” al correísmo, le dimos la prerrogativa a Lenín Moreno de designar las ternas que reemplazará a dicho organismo. Los correístas que han arriado la bandera hoy nos gobiernan. Si la política es un acto de fe, el uso público de la razón queda excluido de la esfera pública. No seamos ‘sufridores’ (adjetivo de los hinchas de Barcelona), como descalificaba Correa a la oposición. Optemos por debatir y participar. No seamos ciudadanos conformes y confiados. mfaguirre@lahora.com.ec
OPINIÓN O
DOMINGO 11 DE FEBRERO DE 2018 La Hora QUITO, ECUADOR
A5
RICHARD SALAZAR MEDINA
Viveza criolla A menudo el ecuatoriano celebra una cualidad que considera virtud: la viveza criolla, una manera de salirse con la suya haciendo creer que está en lo correcto. Esta particular forma de ser da una interpretación versátil de la realidad, especialmente si no le es satisfactoria, como perder elecciones. Algunas de esas vivezas son, por ejemplo, pagar menos de lo que ha consumido, llegar tarde y sostener que llegó puntual, vender una réplica por original. En muchos casos, el perjudicado termina pidiendo que las cosas se den así, a costa de su propio dinero. Practicantes de estas van desde un albañil hasta los más connotados médicos, incluidos dentistas que inventan caries en muelas sanas, pasando por vendedores de autos nuevos y usados. Y por haber realizado operaciones que dejaron dolor de por vida no solo por el costo, o autos cuyo motor fue reparado pero sigue con fugas, el mecánico y el médico tienen la misma respuesta: “no se preocupe, así mismo es, dele tiempo hasta que se asiente”. Hay casos de quienes infringen normas de tránsito, incluido el manejar ebrio, y que cuando la policía le sorprende le dice ‘arreglemos’ y funciona; también hay carreteras de 40, cobradas por 150 y justificadas por el pueblo: “pero tenemos carreteras”. La vida transcurre en medio de argumentos antojadizos, haciendo gala, eso sí, de una sociedad honesta. La cotidianidad resulta una red de timos consensuados; total, todos lo hacen y quien no termina siendo el tonto. Pero no todos los ecuatorianos son así. Hay profesionales, obreros, comerciantes, artesanos que se ganan un nombre por su trabajo honesto. Sin embargo, la última década profundizó esta cualidad, con el pésimo ejemplo del gobernante que no solo practicó esta forma de ‘ser listo’, sino que defendió a funcionarios corruptos y sus “errores de buena fe”. Por ello saludo los cambios que se van a dar con la consulta con la pregunta 3 y la 2 -para no encubrir una monarquía diciendo que era derecho- que va a cambiar a las autoridades de control que han sido asalariados para no controlar nada.