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Más de 1000 bonos habilitados para los damnificados

“Desde el primer momento de la inundación estamos trabajando sin descanso, esperamos que todos los beneficiarios se acerquen a realizar los cobros respectivos.”

Expuso Cecilia Angulo Directora del MIES 5

Entre la espada y la pared

Lamagnitud de la crisis que sufre Ecuador es muchísimo mayor que la capacidad del Estado para resolverlos. La violencia y la coerción criminal han convertido al país en un frente bélico. En efecto, el asesinato a la luz del día de un alcalde y el creciente número de cadáveres dentro de las cárceles de Ecuador indican que la crisis de seguridad se acentúa a diario. Las fuerzas represivas, de las que dependen en parte la estabilidad y solvencia estatal, se ven diezmadas a diario.

En las regiones costeras los asesinatos de civiles, atentados con bombas y todo tipo de acciones terroristas se han multiplicado. La semana pasada, sin embargo, en Manabí, Los Ríos y Durán se realizaron 575 operativos de control. Su costo, muy alto: 237 policías han sido objeto de agresiones, 170 tentativas de homicidios, 48 fallecidos, 422 heridos y mientras realizaban sus labores, 24 fueron asesinados.

Este país es el resultado de nuestras decisiones, de nuestros aciertos y desaciertos. El Gobierno y la Asamblea que salgan de las elecciones a las puertas no tendrán por delante un campo de rosas, pues todo lo malo se transmite más fácilmente que lo bueno y entre ellos habrá quien deberá recoger las tempestades que sembraron con sus vientos desestabilizadores.

Las soluciones son complicadas y nos pasarán factura a todos. No es para menos. Pero hay más: en un país, como en una familia, la culpa es una herencia colectiva. El discurso de la resiliencia y la adaptación en el contexto de la crisis es un discurso de la resignación, y tiene la audacia de además exigirnos aguantar los embates “con una sonrisa en la cara”.

El Estado, en síntesis, se encuentra entre la espada y la pared. La violencia se centra en fundamentos culturales, sociales y psicológicos de larga data. La tensión no solo no decae, sino que crece ante el desconcierto sobre lo que pasa y lo que está por venir. Pero, ¿qué podemos hacer? ¿Resistir, renunciar?

ANA CHANGUÍN VÉLEZ @achanguin

Un dictamen para reflexionar

Elpasado viernes, la Corte Constitucional emitió un dictamen no favorable respecto del proyecto de decreto ley de urgencia económica que buscaba condonar deudas de créditos estudiantiles. La Corte argumentó que se trata de un problema

Alerta en la frontera

El incidente que se produjo en la frontera con Colombia constituye una oportuna lección para nuestras fuerzas. Luego de que soldados ecuatorianos detuvieran a habitantes de una reserva indígena por presunta posesión de varios kilos de cocaína, Colombia protestó ante lo que juzgaban una incursión de su territorio.

Los militares protagonistas lucían convencidos de que estaban en territorio ecuatoriano; sin embargo, ni la Cancillería ni el Ministerio de Defensa de Ecuador se pronunciaron sobre esa diferencia de criterios. En contraste, llamó la atención la airada reacción colombiana y la velocidad con la que su narrativa se impuso en los medios internacionales. Una diversidad de elementos —la soberanía, el indigenismo, el ambientalismo, el antimilitarismo—, movilizaron a diferentes sectores de la opinión pública colombiana.

Se suponía que la operación había pasado por todas las instancias necesarias de comunicación y coordinación con el país vecino. Sin embargo, no se puede subestimar la amplia divergencia de criterios que existe dentro de la sociedad colombiana —incluso en gobernanzas locales con respecto a la nacional—, la escasa presencia de su Estado en muchas zonas y la penetración del crimen organizado en muchas estructuras políticas. Ello implica que, si se actúa imprudentemente, cualquier iniciativa ecuatoriana puede ser malinterpretada e instrumentalizada.

Es inevitable que, conforme la lucha contra la inseguridad se profundiza, el Ecuador se vea obligado a hacer sentir su presencia en la frontera más frecuentemente. Para ello, el entendimiento con el Estado vecino debe ser impecable y permanente.

Superar la crisis

Aparentemente, la constante crisis política que padece el país, deberá concluir con la realización de las elecciones presidenciales y legislativas anticipadas, que deben efectuarse el próximo 20 de agosto, o quizá empiece otra crisis cuando el elegido se posesione en noviembre, para ejercer el poder solo un año y medio, ya que en 2025 debe terminar el actual mandato.

En esa misma fecha se realizará la primera consulta popular solicitada por la ciudadanía que conforma el colectivo Yasunidos que busca la prohibición de explotación petrolera en el protegido Parque Nacional Yasuní. Además, en el Distrito Metropolitano de Quito tendrá lugar otra consulta popular para que el elector decida si permite o prohíbe la explotación de la minería metálica, ubicada en el Chocó Andino, al noroccidente de la capital de los ecuatorianos.

Se debería pensar, obligatoriamente, en la realidad socioeconómica del pueblo sumido en la pobreza, y que necesita recursos para superar la deplorable situación, pero también es indispensable pensar, en si esos recursos, serían administrados con honradez, o desaparecerían en las faltriqueras de los corruptos que no se cansan de enriquecerse con los recursos del Estado y el sistema de explotación imperante. Es indispensable reformar las leyes existentes para que permitan castigar, con total energía, a los corruptos que estuvieron o están enquistados en todos los niveles del Estado.

Si se razonara en la total problemática nacional, la ciudadanía tendría el deber moral de pensar en la validez de su voto y otorgarlo a la persona que en realidad se merezca por sus cualidades y no por sus apariencias y discursos. En consecuencia, es indispensable encontrar todas las razones que decidan el voto ciudadano, si se quiere paz y progreso.

que requiere soluciones a largo plazo y que iniciativas similares habían sido propuestas anteriormente sin considerarse urgentes.

La Corte destacó que la cartera vencida que el proyecto buscaba abordar lleva más de una década y que no se justifica la necesidad de introducir una nueva regulación que no pueda esperar a la posesión de las nuevas autoridades.

Incluso los efectos del proyecto de decreto ley no serían inmediatos debido a la necesidad de emitir un reglamento, y que esto excedería los plazos de transición política, por lo que ya estaría instalado el nuevo Parlamento.

Elartículo148delaConstitución dispone que la Corte debe emitir un dictamen previo de constitucionalidad sobre los proyectos de decretos ley de urgencia económica que sean expedidos por el Presidente de la República hasta la instalación de una nueva Asamblea Nacional. La Corte tiene la responsabilidad de examinar si existe correspondencia entre el proyecto de decreto ley y la calificación de urgente en materia económica; ya que su contenido necesariamente debe atender a un tema económico urgente, pues, de otra forma, la propia emisión del proyecto de decreto ley sería contraria a la Constitución.

Debemos valorar y respetar el trabajo de la Corte Constitucional como parte del sistema democrático y del Estado de Derecho. Si la Corte “acolitaba” con un dictamen favorable por tratarse de una problemática sensible, hubiera constituido un precedente peligroso en contextos de Asambleas disueltas, permitiendo que se gobierne abusivamente con decretos leyes. Es imperativo que el Gobierno proponga soluciones concretas que aborden esta situación no de manera extraordinaria, sino como parte de sus obligaciones permanentes. También es una opción que el Ejecutivo prepare un proyecto de ley sobre la misma temática, aunque deba dejar su entrega pendiente hasta que se instale la nueva Asamblea Nacional. Porque hoy ese Poder no es sino un edificio vacío y con luces apagadas.

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