Ecuador, domingo 19 de mayo de 2013
La pervivencia de Durero
ESPECIAL
2
bitácora
MARÍA HELENA BARRERA-AGARWAL. WASHINGTON, DC• En 1520, Alberto Durero em-
prende viaje desde su nativo Núremberg, para obtener del nuevo emperador, Carlos V, la continuidad de su pensión real. En tal periplo, el artista constata por doquier la admiración que se le profesa, incluyendo aquella de Erasmo de Rotterdam. En Bruselas, donde la corte reside, tiene la oportunidad de observar los tesoros aztecas obsequiados por Moctezuma a Hernán Cortés. Deslumbrado por la visión de un mundo ignoto, Durero escribirá más tarde: “Nunca he visto algo que haya regocijado mi corazón tanto como esas cosas, puesto que vi entre las mismas estupendos trabajos artísticos, y me maravillé ante el ingenio de los hombres de esas lejanas tierras”. De los objetos tan admirados por Durero, nada queda. Del legado del genio Obras de Durero que –a diferencia de sus contemporáLas más conocidas neos– supo apreciarlos sin prejuicios, sobrevive no poco. En la Galería Nacional de 1493 (Museo del Louvre, París). de Arte (Washington DC) se exhibe hasta ° ‘‘AAutorretrato’ de 1498 (Museo del Prado, Madrid). ° ‘Autorretrato’ junio una superba selección en la muesdán y Eva’ (Museo del Prado, Madrid). ° tra intitulada ‘Albrecht Dürer: master doración de los magos’ (Uffizi, Florencia). ° ‘‘A Adoración de la Trinidad’ (Viena, Kunsthistorisches). drawings, watercolors, and prints from ° ‘Cuatro apóstoles’ (Múnich, Alte Pinakothek). ° ‘La melancolía’ the Albertina’ (‘Alberto Durero: dibujos (Estrasburgo). ° maestros, acuarelas y grabados de la Albertina’). Curada por Andrew Robinson, del dibujo. A los 15 años, con la reluctante la exhibición presenta numerosas piezas anuencia paterna, dejaría la orfebrería facilitadas por el Museo La Albertina, de para ingresar al taller del pintor Michael Viena. Tal préstamo responde a una ini- Wolgemut. Decisión poco ortodoxa que, ciativa generosa y rara, al incluir la mayor sin embargo, no carecía de precedente: parte de un acervo excepcional, que com- años antes, el admirado Martin Schonprende dibujos originales del maestro, gauer también se había iniciado como orejecutados en diversas técnicas. febre para transformarse luego en pintor. Esas piezas, creadas en función del El ejemplo de Schongauer y sus grabados placer de Durero y de sus necesidades en cobre orientarán a Durero al sintetizar como artista, no estaban destinadas a la armoniosamente los principios de la orexhibición o la venta. Una de esas imá- febrería con aquellos trabajos pictóricos. genes, la obra más temprana que de él En el taller de Wolgemut, Durero se se conserva, es un autorretrato dibujado familiarizará con otras técnicas, como en 1484. Él cómo un chiquillo de 13 años aquella esencial de la xilografía. Wolgepudo representarse con tal perfecmut la empleaba por ese entonces ción e intuición resulta inexplica- El Dato para ilustrar el monumental ‘Liber ble. No es extraño que el espléndichronicarum’ (‘Las crónicas de Núdo dibujo sea uno de los preferidos El arte de Durero remberg’), editado por el padrino ejercido una del público. Durero inicia con él ha de Durero, Anton Koberger. Como gran influencia en el arte occiuna exploración inédita en la hisJohannes Gutenberg, Koberger era dental, en gran toria del arte europeo, aquella del parte por la un orfebre convertido en impresor. circulacreador como sujeto de su propia masiva ción de sus gra- Su ahijado hallará en él siempre reflexión. Prefigura, en conse- bados, tanto ori- guía y apoyo. En 1498, lo ayudará a ginales como cuencia, tanto lo magistral de las copias. editar el ‘Apocalipsis’, libro de gracomposiciones de Durero, como lo bados que brindará al joven fortuna recóndito de sus métodos de trabay fama internacional. jo e intereses. Los paisajes de Wolgemut en ‘Las En la época de creación de ese traba- crónicas de Núremberg’ son el contrajo, Durero laboraba como aprendiz en el punto ideal para considerar el genio de taller de su padre, respetado orfebre en Durero. Mientras que los primeros esNúremberg. De él recibiría un gran cono- tán imbuidos de la limitada imaginería cimiento técnico y un superbo dominio gótica, aquellos que el joven creará lue-