Tengo derecho a tratarme bien

Tengo derecho a tratarme bien U N HOME N A J E A LO VI VI D O

CUERPOS DE CAMBIO

Yo siento que tuve un cambio en mi vida en varios momentos, pero hay 3 en específico que son claves para el proceso que he tenido en estos años y los interpreto como; quién fui, quién quise ser y quién soy.

Lo que estos momentos tienen en común es esta incomodidad que yo tenía conmigo misma, como una rabia y unas ganas de “rasgarme las vestiduras”.

No sé cómo explicarlo, pero literalmente es ese sentimiento de querer raparse la cabeza, cambiarse el nombre y querer nacer otra vez; es como ese desespero completo con uno mismo en el que uno se cuestiona y se enfrenta con todo en lo que uno cree y piensa que quiere en la vida. Y en ese desespero me di cuenta que las cosas no eran por donde las estaba llevando.

El primer momento fue en un viaje que hice a Nueva York, y la verdad me encontraba demasiado triste, en ese momento me quería morir, literalmente estaba pensando en diferentes maneras de matarme ahí mismo. Y tengo tan claro que en un momento miré por la ventana y vi esa ciudad tan grande y vi esa vista tan linda que me puso a pensar que realmente el problema de todo era yo. Me miré al espejo y literal me dije “el problema no es mi mamá, el problema no es nadie, el problema soy yo”. Como que me di cuenta que debía tener un problema grande en mi vida porque todo en mi mundo estaba perfecto, pero aun así yo me quería morir. En ese momento sentí una incomodidad conmigo porque fue aceptar que tenía un problema y aceptar que tenía depresión y necesitaba buscar ayuda.

Y eso fue lo que hice, busqué ayuda y acepté que no podía seguir haciendo las cosas sola, necesitaba empezar a apoyarme en los demás y comenzar a aceptar que no estaba sola y necesitaba empezar a dejar de ver la vida tan negativamente.

El segundo momento fue cuando se murió mi hermano, siento que ahí fueron dos cambios gigantes porque al mismo tiempo que mi hermano se murió yo terminé con mi novio de ese entonces. Obviamente intenté volver con él porque cuando uno está pasando por ese cambio y ese duelo uno intenta agarrarse de lo que puede y conoce, porque pues la muerte de un familiar es el peor ahogón que a uno le pueden pegar.

En ese momento todo el mundo a mi alrededor empezó como a confabularse para apoyarme y ayudarme y estar para mí, los profesores me decían que no tenía que preocuparme por la clase y, que si necesitaba no volver que no lo hiciera, mis compañeros me decían que ellos se encargaban de todo y que yo no me preocupara por nada de la universidad, y por el otro lado estaba mi ex tratándome de lo peor que me había tratado en toda nuestra relación y yo seguía ahí.

Sin embargo, hubo un momento en el que de nuevo levanté la mirada y me miré al espejo y sentí ese mismo desespero y me dije: yo no puedo creer que me quiera tan poco y me trate tan mal a mí misma y me deje tratar mal de una persona que se supone que me quiere, en especial en ese momento.

Y ese fue el cambio que hice, dejé de tratarme tan mal y empecé a quererme un poco más y ser más comprensiva conmigo misma. Dejé de tratar de formularme en torno a los demás y darme cuenta de la manera en la que me hablo a mí misma y ser más consciente de la relación que tengo conmigo.

El último momento fue como dos meses después; yo estaba muy deprimida, no quería salir, no quería ir al psiquiatra, nada. Y al final salí con una amiga a la casa de unas personas que ni conocía y me emborraché como nunca lo había hecho en mi vida porque justo me había peleado con mi mamá, encima de todo lo demás. Y ya después en la madrugada cuando volví en mí caí en cuenta de que si yo me destruía física y mentalmente, era culpa mía.

Soy más consciente de mí misma y de mi cuerpo y empecé a cuidarme para dejar de sentir tanto desprecio por mí misma, y me puse a mí y mi salud por encima de todo.

No era la culpa de mi hermano por morirse, no era la culpa de mi mamá por preocuparse, ni la de mi ex novio por dejarme. Como que todo lo que yo hacía en mi vida era responsabilidad mía y me acuerdo que hasta escribí en mi diario eso, que si me autodestruyo la culpa no es de nadie más sino mía.

Entonces el cambio más grande que hice fue darme cuenta de que no quería ser un ente vacío en mi vida y empezar a tomar responsabilidad por lo hago y que las cosas que me pasan que no dependen de mí, las iba a tomar y crear algo con esa situación.

Siento que en esos momentos perdí tanto control de mi vida que ahora aprecio hasta las cosas más pequeñas, como regar mis plantas todos los martes.

Me di cuenta que tengo derecho a sentir, a llorar, a sufrir, a reír, a ser feliz y que está bien, porque antes no me sentía digna de absolutamente nada.

Tengo derecho a tratarme bien y sentirme bien conmigo misma y hacer cosas que me hagan sentir bien y eso es parte de mĂ­ y de quiĂŠn soy.