El tiempo lo cura todo

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CUERPOS DE CAMBIO

El cambio no fue tan fácil porque no estaba ni en primero ni segundo semestre, realmente era mi sexto semestre, seis semestres que nunca olvidaré, pero que al fin y al cabo me hicieron cambiar de carrera para hacer lo que realmente me gusta. Me tocó enfrentar esa decisión y sus consecuencias. “Para mí es como si se me hubiera muerto un hijo”, nunca olvidaré esas palabras de mi madre; “conmigo no cuente más” fue la respuesta de mi padre.

Así comenzó la caída libre, solitario, sabiendo que si en verdad quería hacer lo que me gustaba debía levantarme y seguir adelante yo solo. Sin papá y sin mamá, nada. Hoy pese a que hablo con mis papás, la relación que había antes nunca se pudo desenterrar del hueco en el que la metimos.

Tenía miedo. Miedo de cagarla (...)

Yo siento que haberme cambiado de carrera me sirvió mucho para empezar a formarme como la persona que soy ahora. Tenía miedo. Miedo de cagarla, miedo de mis padres, de mis amigos. Me causó muchos problemas con mi familia, mi papá me quitó el apoyo y mi mamá no quería saber nada de mí, entonces me tocó mirar cómo hacía para poder seguir adelante y ese recorrido me marcó completamente. Y pues ha sido duro porque perdí el apoyo de personas importantes para mí, pero estoy intentando darme ese apoyo yo mismo y siento que estoy mejorando poco a poco.

Nankurunaisa

Todo va a estar bien

Eso me hizo encontrar apoyo en otros lugares, en mis amigos y en los papás de mis amigos, ellos fueron los que intentaron ayudarme apenas pasó todo.

Sin embargo no sé, en algún momento de ese recorrido me di cuenta de que uno realmente nace solo y muere solo y la gente que viene a nuestras vidas pues comparte un tiempo con nosotros y hay que disfrutar esos momentos instantáneos porque al final tu solo te tienes a ti mismo. Entonces también me encaminó a pensar en mí mismo, a tenerme más en cuenta porque a veces uno tiende a darle todo a los demás y servir para los otros, pero y en dónde quedo yo?

¿ En dónde quedo yo ?

Todo esto me causó una completa inseguridad, un constante pensamiento de “la vas a cagar”, como si todo lo que me propusiera no fuera capaz de lograrlo. Solo pensaba y me decía: “eres una mierda”. Era como si me sintiera mal conmigo mismo simplemente por cómo era. Me sentía un estorbo en la vida de los demás porque sentía que me veían como esta gran decepción. Yo era una persona muy triste, si soy sincero, y pues me sentía muy mal conmigo mismo, como que solo podía pensar que debía haber algo mal en mí. Y pues sí, yo era de esas personas que se cortaban y pues por eso tengo los hombros llenos de cicatrices, mi historia literalmente me marcó.

No me arrepiento de ninguna decisión y creo que en esta nueva carrera estoy ayudando a los demás sin necesidad de sacrificarme a mí ni mis gustos, ni mi felicidad. Y aunque aún me invade la pregunta de qué hubiera pasado en mi vida si me hubiera quedado en medicina y sin saber con certeza si la cagué o no, me quedo con un gran aprendizaje y es que a pesar de que todo vaya mal, el tiempo te da ese respirar que necesitas.

Respira hondo y sigue con tu vida que el tiempo lo arreglará todo.

El tiempo lo arreglará todo.

Y siento que eso era lo que pasaba cuando estaba estudiando medicina. Empecé esa carrera porque era como darle ese orgullo a los demás por ayudar gente. Pero cuando me di cuenta que eso realmente no era lo que quería hacer, decidí empezar a enfocarme más en mí, en lo que quiero y no quiero para mi vida.