Poder adulto, prensa de ocupación e independencia juvenil Iñaki Gil de San Vicente 21 / 02 / 2001 0. PRESENTACIÓN 1. PODER ADULTO 1.1. CAMBIOS EN EL PODER ADULTO 1.2. DETERMINACIONES Y CONTROL PREVIO 1.3. ESTRUCTURA PSÍQUICA ALIENADA 1.4. ¿DIÁLOGO JOVENADULTO? 1.5. JUVENTUD ENVEJECIDA 2. MEDIOS DE COMUNICACIÓN E IMPOSICIÓN 2.1. PRENSA ADULTA PARA JÓVENES ALIENADOS 2.2. PRENSA MANIPULADORA PARA JUVENTUD CIEGA 2.3. PRENSA CONSUMISTA PARA JUVENTUD DEPENDIENTE 3. INDUSTRIA ESTATAL POLITICOMEDIÁTICA 3.1. ESTADOCUNA Y SIMBIOSIS POLITICOECONÓMICA 3.2. ESTADOCUNA Y PAPEL DE LA "PRENSA NACIONAL" 3.3. ESTADO OCUPANTE Y PRENSA DE OCUPACIÓN 3.4. PODER ADULTO OCUPANTE Y PRENSA REGIONALISTA 4. QUINCE PROPUESTAS PRÁCTICAS 0. PRESENTACIÓN En las páginas que siguen se afirma que, primero, en todo lo relacionado con la juventud no existe ninguna libertad de expresión que refleje sus condiciones reales; segundo, que aunque tampoco existe esa libertad para las mujeres, naciones y clases oprimidas, aun siendo así, en el caso de la juventud esta ha de enfrentarse a un sistema manipulador que defiende el sistema de los adultos, que no de los jóvenes; tercero, que este sistema adulto es una realidad estructural objetivamente necesitada de producir jóvenes alienados y sumisos, tempranamente envejecidos; cuarto, que la juventud, por ello mismo, ha de crear sus propios sistemas de expresión, aprovechando críticamente los que existen, desde luego, pero manteniendo su imprescindible independencia de recursos e iniciativas, y último, quinto, que ese esfuerzo creativo es consustancial e interno a la propia praxis vital de la juventud en su lucha emancipadora, es decir, no debe tratarse de un capítulo o apartado más, como la típica "oficina de prensa" de cualquier partido burgués, empresa capitalista, obispado o cuartel militar, sino que debe ser, como explicaremos, parte esencial de una totalidad cotidiana en la que la política comunicativa es al mismo tiempo política concienciadora y militante, y viceversa. Es obvio que muchas por no decir todas las afirmaciones realizadas son directa o indirectamente rechazadas por las izquierdas cómodas y melifluas existentes, que de un modo u otro aceptan, justifican y refuerzan la dictadura comunicacional capitalista. Tal rechazo es inevitable porque el tema que tratamos es uno de los puntos cruciales de separación entre el bloque opresor y el oprimido, como iremos viendo. Tal rechazo se expresa además en su práctica de no cuestiona radicalmente el sistema que oprime a la juventud y que emplea a los medios de difusión como 1