Bienaventurados los que tienen el corazón puro

Caballeros de Colón presenta La Serie Veritas “Proclamando la fe en el Tercer Milenio”

Bienaventurados los que tienen el corazón puro Carta Pastoral sobre la dignidad de la persona humana y los peligros de la pornografía

Obispo Robert W. Finn Diócesis d Kansas City, St. Joseph Kansas City, Missouri 21 de febrero de 2007

Editor Damian Lenshek Editor General Padre Juan-Diego Brunetta, OP Director of the Catholic Information Service Knights of Columbus Supreme Council

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ÍNDICE INTRODUCCIÓN .......................................................................5 CAPÍTULO I. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA ...............7 CAPÍTULO II. EL PROBLEMA DE LA PORNOGRAFÍA ..................13 CAPÍTULO III. LA RESPUESTA ANTE EL PROBLEMA ..................23 CONCLUSIÓN .........................................................................40 APÉNDICE I: ORACIONES........................................................42 APÉNDICE II. ALGUNOS RECURSOS..........................................45 LECTURAS .............................................................................47 ACERCA DEL AUTOR ..............................................................48

INTRODUCCIÓN Al clero, a los religiosos y a los laicos creyentes de la Diócesis de Kansas City – St. Joseph y a todas las personas de buena voluntad: Bienaventurados los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios (Mateo 5,8): una forma de discipulado.

En las bienaventuranzas Jesús nos ofrece un modelo perfecto para vivir como auténticos cristianos. Incluso más que los Diez Mandamientos, constituyen los estatutos del llamado de moral elevada que Cristo impone a sus discípulos.

Bienaventurados los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.

Tan solo este verso de las Bienaventuranzas nos ofrece el más sublime punto de partida para nuestra reflexión. Nos habla acerca de Dios, de nosotros y de nuestro fin último. Un corazón puro es “bienaventurado” o “feliz”. El plan de Dios para nuestro bienestar eterno consiste en que podamos verlo y estar por siempre con Él en el cielo. El Antiguo Testamento enseña que para acercarse a Dios se requiere esta pureza. “¿Quién podría subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y el corazón puro; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente” (Salmos 24, 3-4).

Ser puro de corazón implica que nuestro amor se dirija totalmente al bien del otro. Tenemos “un solo corazón” y nuestro amor no puede dividirse. El primer y más importante mandamiento de Israel es amar a Dios con todo el corazón, toda el alma, todo el espíritu, con toda la fuerza (Deuteronomio 6, 4-5). Y de manera definitiva Jesús agregó que también debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Marcos 12, 29-31). Este amor puro – por exigente que sea – es el elevado destino al que somos llamados como hijos de nuestro Padre. ¿Es posible satisfacer un amor así? Sí, es posible porque Dios nos amó primero (1 Juan 4,10). Como discípulos de -5-

Jesucristo, estamos llamados a la felicidad proveniente de un corazón limpio y entero.

La pornografía: una epidemia que ataca la dignidad humana.

Para este amor cristiano, diariamente existen retos. Durante algunos meses, representantes de nuestra diócesis han trabajado con líderes de otras tradiciones de fe para enfrentar el serio peligro que representa el continuo aumento de la pornografía en nuestra cultura.

La pornografía no es nueva, pero se ha convertido en una especie de plaga en nuestra sociedad que alcanza proporciones de epidemia. Se ha propagado más que nunca. Más allá de las revistas, se está propagando mediante Internet y la televisión, películas y videos y ahora, mediante teléfonos celulares y aparatos portátiles, muchos de los cuales están al alcance de niños y jóvenes. La pornografía se ha convertido en el entretenimiento secreto de mucha gente de todas las edades, de diferentes medios de vida y situaciones económicas. La pornografía en Internet es quizás la adicción de mayor crecimiento en el mundo.

La pornografía corrompe la belleza del amor íntimo propio del matrimonio, presenta imágenes del cuerpo y actos sexuales para un placer perverso, considera a las demás personas como objetos para ser usadas, manipuladas y vendidas. Se trata de una industria multimillonaria que eclipsa la cantidad de dinero que producen los deportes profesionales (cf. Capítulo II más adelante). De este modo la pornografía distorsiona el debido significado y propósito de nuestra sexualidad y causa graves daños a la dignidad de sus participantes (actores, vendedores, consumidores).1 La pornografía es un pecado grave contra la castidad y la dignidad de la persona humana. Nos despoja de la gracia santificadora, nos aleja de la visión de Dios y de la bondad de los demás y nos deja espiritualmente vacíos. La atracción por la pornografía y sus placeres

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Catecismo de la Iglesia Católica, 2354 (en adelante Catecismo)

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es un falso “amor” que nos lleva a una soledad y un aislamiento emocionales cada vez mayores y al ulterior acto sexual consigo mismo y con otros. Depende de la explotación de las personas: frecuentemente el desesperado o el pobre, o el joven inocente. La pornografía ha llevado a algunos a perder su trabajo, su matrimonio y su familia. Los traficantes de pornografía infantil pueden terminar en prisión. Con frecuencia ha estado asociada con los actos de violencia y abuso sexual y ha contribuidos a ellos.

En esta carta pastoral, deseo hacer un llamado a todos ustedes, como miembros del Cuerpo de Cristo redimidos por su amor, para que reflexionen sobre los peligros de la pornografía en nuestra sociedad. Veremos cómo la pornografía es una seria afrenta a nuestra dignidad humana. Compartiré con ustedes algunas estrategias para enfrentar este problema. Los exhorto a unirse conmigo al esfuerzo diocesano para combatir esta plaga comprometiéndonos a nosotros mismos y a nuestras familias a la pureza y la castidad. De este modo viviremos más plenamente como discípulos de Cristo, creciendo día con día en la libertad de los hijos de Dios. Bienaventurados los que tengan el corazón puro, porque verán a Dios.

CAPÍTULO I: LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA Hagamos al hombre a nuestra imagen, según nuestra semejanza. (Génesis 1,26): El respeto que se debe a la persona humana tiene su origen en Dios.

Como seres humanos estamos creados a la imagen y semejanza de Dios. La dignidad y el respeto que se deben a toda persona humana no provienen de ningún grupo de personas y tampoco los otorga un gobierno. Nuestra dignidad no depende de lo que poseemos o incluso de lo que hacemos. No podemos comprarla o venderla. La dignidad y el valor provienen de Dios como un don total e invaluable. ¿Cómo somos semejantes a Dios? Tenemos un alma inmortal y nuestro destino es vivir eternamente con Dios en el cielo. Somos -7-

llamados a ser tan santos como lo es Dios y, a través de Jesucristo y su Iglesia, podemos recibir los medios para lograr la santidad. Al igual que Dios, poseemos una naturaleza racional, la capacidad de razonar. Sin embargo, no solo en razón encontramos en nuestro interior la imagen divina. Somos como Dios porque somos capaces de amar. Podemos hacer el don de nosotros mismos a otra persona.

Han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos. (1 Corintios 6,20): Nueva vida en Cristo.

Incluso cuando a través del pecado el hombre había caído y había herido seriamente el don de nuestra dignidad, Dios siguió amándonos y nos envió a un Redentor. Fuimos comprados, ¡y a un gran precio!

La vida humana fue recibida y elevada en la Encarnación. Con la llegada de Cristo, “en la carne”, Dios se unió de algún modo a toda persona humana.2 En la Pascua o el Misterio Pascual, el paso de Jesús por la muerte hasta la Resurrección y la nueva vida obtuvo una victoria definitiva en nuestro beneficio y estableció para nosotros la esperanza de la vida eterna en el cielo. A través del Bautismo, compartimos la vida de Dios mediante una divina adopción. En este primer sacramento, nuestra purificación se lleva a cabo en el eficaz signo del agua que fluye y da vida. Dios ha reestablecido nuestro valor eterno. Cada uno de nosotros enfrenta el desafío: “¡Hijo de Dios, conviértete plenamente en quien eres!”. ¿Somos dignos de que muera por nosotros? ¿Somos dignos de que lo crucifiquen por nosotros? La respuesta de Dios es sí. Nosotros debemos preguntarnos: “¿Dios es digno de que vivamos por Él?

Pero desde el principio de la creación, “Dios los hizo hombre y mujer”. (Marcos 10,6): La dignidad de la sexualidad humana.

La dignidad de la persona humana incluye nuestra sexualidad.

Nuestra sexualidad es más que nuestro género. Es parte de nuestra 2

Gaudium et Spes, no. 22. Documentos del Concilio Vaticano Segundo.

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persona. Nos da la capacidad de conectarnos y entregarnos en amor a otra persona. Nuestra sexualidad humana es un medio importante por el que podemos compartir en el amor y la creatividad de Dios.

En el matrimonio, un hombre y una mujer son invitados a establecer de manera completa, exclusiva y para toda la vida una unión de dos individuos como uno solo. Esta unión es la relación adecuada mediante la que es posible que el hombre y la mujer se conviertan en cocreadores con Dios y que su mutuo amor se vuelva fructífero trayendo otra vida humana al mundo.

Abusar de nuestra sexualidad puede poner de manifiesto la debilidad y el egoísmo humanos, a veces de maneras terribles. La sexualidad humana es un don, pero no un juguete. Es un don que debe respetarse y dirigirse hacia su debido objetivo: la comunicación amorosa y personal con otros.

Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. (Salmo 51,5): La realidad del pecado.

Esta visión de quiénes somos en Dios, es muy bella. Pero sabemos que está marcada por la amarga y dolorosa realidad del pecado. La capacidad de elegir amar significa que también podemos elegir herir e ignorar a otros. El pecado es real y es destructor.

El Pecado Original fracturó la unidad original de Adán y Eva. Por importante y fundamental que sea nuestra sexualidad humana, también otorga los medios por los que nuestra pecaminosa naturaleza humana se expresa profundamente y a veces de manera horrible.

Adulterio, fornicación, prostitución, violación, abuso sexual y explotación, la mayoría de la esclavitud moderna, crímenes de pasión y pornografía, ilustran este aspecto pecaminoso de la naturaleza humana. La dignidad del ser humano ha sido herida por el pecado que ha dejado cicatrices en ella. Al pecar somos menos la persona llamada para ser en Cristo. Nos deshumaniza. El hecho de que Jesús no tuviera pecado no lo hace menos humanos, sino más. El pecado nos hace menos humanos. La gracia de Cristo nos restaura. Al comprender la dignidad del ser humano, podemos examinar mejor lo que amenaza esta dignidad.

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Jesús dijo, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12,31).

Todos debemos considerar a nuestro prójimo como una parte de nosotros mismos, teniendo en cuenta principalmente su vida y los medios necesarios para vivir de manera digna, para que no sigamos el ejemplo del rico que ignoró a Lázaro, el pobre. Hoy tenemos la ineludible tarea de convertirnos en el prójimo de todo ser humano, sin importar quién sea.3 Dicho de otro modo, el pecado nos separa de los demás y de Dios. El pecado impide la relación entre las criaturas y entre el ser humano y Dios. Finalmente, el pecado debe entenderse en términos de libertad y de amor. El pecado es un abuso de la libertad y una derrota del amor.

Sólo en el conocimiento del designio de Dios sobre el hombre se comprende que el pecado es un abuso de la libertad que Dios da a las personas creadas para que puedan amarlo y amarse mutuamente.4 Los atletas se privan de todo, y lo hacen para obtener una corona perene (I Corintios 9,25): La vida virtuosa.

El pecado nos separa de Dios, mientras que la virtud busca reunirnos con Él. Cuando hemos descubierto el amor de Dios por nosotros y el elevado destino que es el nuestro, nos esforzamos una y otra vez para alcanzar todo lo que Dios nos depara. Por eso las virtudes tienen una importancia vital en la vida cristiana. Cuando decimos virtud, queremos decir “...una disposición habitual y firme a hacer el bien”.5 A medida que crecemos en virtud, buscamos parecernos más a Dios, ser más santos. El pecado puede producir una especie atrofia que debilita y que incluso puede paralizar nuestro músculo moral. La virtud es una condicionante de nuestro músculo moral que nos fortalece y nos ayuda a maximizar nuestro potencial. Existe en la vida moral una constelación entera de virtudes para diferentes situaciones Gaudium et Spes, 27.

Catecismo, 387 5 Catecismo, 1803.

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en la vida. Existe una virtud que nos llama a respetar y a cuidar nuestra sexualidad humana. Se llama castidad.

Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. (Salmo 51,12): La virtud de la castidad.

Para algunos, la castidad puede tener una connotación casi negativa.

Como parte de la virtud cardinal de la templanza, la castidad modera nuestro sentido del placer, conservando el uso de nuestra sexualidad dentro de los límites apropiados, usando este poder dador de vida únicamente con un objetivo digno.6 Pero la castidad es una virtud por derecho propio, es una fortaleza.

No es solo la ausencia de algo malo. Es la presencia de algo bueno.

Ese algo se llama respeto. La virtud de la castidad repite actos de respeto para otros y para nosotros mismos.

La castidad significa la integración lograda de la sexualidad en la persona, y por ello en la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual. La sexualidad, en la que se expresa la pertenencia del hombre al mundo corporal y biológico, se hace personal y verdaderamente humana cuando está integrada en la relación de persona a persona, en el don mutuo total y temporalmente ilimitado del hombre y de la mujer. La virtud de la castidad, por tanto, entraña la integridad de la persona y la totalidad del don.7 Aquellos que tratan a los demás como objetos, pueden experimentar algún placer pasajero pero no serán felices. La castidad no existe para evitar la felicidad, sino para permitir que la felicidad madure y florezca. La castidad nos ayuda a ver a la gente como realmente es.

Nos ayuda a hacer contacto con la verdad.

La castidad no impide el paso del amor, está más bien para protegerlo. La castidad expresa el amor. Antes de convertirse en el 6 7

Catecismo, 1809.

Catecismo, 2337.

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Papa Juan Pablo II, Karol Wojtyla escribió un libro intitulado Amor y Responsabilidad. Este trabajo surgió de su trabajo pastoral con estudiantes universitarios, que incluía también la preparación para el matrimonio. Mientras algunos dirían que lo contrario del amor es el odio, él enseñaba que lo contrario del amor es el uso. La idea es que si no se ama a alguien se terminará por usar a esta persona. Esto se conoce como la Norma Personalista. Para decirlo de manera negativa, significa que uno nunca debe utilizar a otra persona como objeto para su placer propio. Diciéndolo de manera positiva, sostiene que la respuesta apropiada ante una persona es el amor.

Amor y Responsabilidad insiste en que la estructura del amor es la comunión interpersonal. En esto encontraremos un reflejo de la Santísima Trinidad como comunión de amor. El futuro Papa insistía en que la castidad siempre se refiere a las personas.

Argumentaba “... amor es la afirmación de la persona y si no lo es, no es amor”.8 La virtud moral de la castidad solamente se puede ver en relación con la virtud del amor. Sólo los castos son capaces de amar. En la medida en que seamos castos seremos capaces de amar a los demás; mientras que si no somos castos utilizaremos a los demás. De este modo, la castidad es tanto un requisito previo como una expresión del amor. La castidad no es un “no” sino un “sí”, un “sí” a otra persona como persona y no como objeto que podemos usar. La castidad puede entrañar un “no” pero siempre este “no” está al servicio de una meta positiva mayor.

La castidad es necesaria para todos los cristianos sin importar su estatus, ya sean solteros, casados o célibes. Todos son llamados a respetar la dignidad humana. Todos son llamados a amar.

Aquellos que son solteros son llamados a vivir una castidad que respeta a los demás y no se permite actuar de una manera que es apropiada y exclusiva de los casados.

8 Karol Wojtyla, Amor y Responsabilidad, Lublin, 1960. Traducción Plaza & Janés, 1996,

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La castidad también es importante para aquellos que son casados.

Normalmente para ellos la castidad no significa abstención sexual, sino fidelidad y, dentro del matrimonio, un profundo respeto y amor, sin tratar nunca al cónyuge como un objeto. Por medio de este profundo amor son llamados a revelar el amor que existe entre Cristo y su Iglesia, así como a entregar una perspectiva del mismo misterio de Dios.

Aquellos que son llamados al celibato también son llamados a la castidad. Por medio de una continencia perfecta deben amar a Dios y al prójimo por amor al reino de Dios y como signo de la vida futura.

La castidad es importante para todos los cristianos y para toda persona de buena voluntad. La castidad nos llama a amar como ama Dios. Consiste en ordenar nuestra sexualidad de acuerdo al plan de Dios. La castidad es amarnos unos a otros con sinceridad y verdad.

CAPÍTULO II: EL PROBLEMA DE LA PORNOGRAFÍA Deseo cumplido, dulzura para el alma, los necios detestan abandonar el mal (Proverbios 13, 19): Un problema real.

Dios creó nuestra sexualidad humana como algo bueno. Es un don.

También sufre por los efectos del pecado original y de este modo puede manifestarse no solo como algo bueno, sino también como algo perverso. La pornografía es una de estas perversidades. Atenta contra la dignidad humana y convierte a la gente y al sexualidad humana en un artículo de consumo. Priva de alimento al alma humana, cuya dimensión espiritual debe nutrirse dando y recibiendo amor personal.

Aunque la pornografía no es un problema nuevo, el desarrollo de los medios de comunicación masiva y los recientes avances tecnológicos han hecho que el acceso a esta perversidad engañosa sea mucho más fácil.

La pornografía vulnera el pudor, la castidad y la verdad El pudor protege la privacidad de los individuos respecto a lo que es lo más personal e íntimo. Invadir dicha privacidad, revelando lo que -13-

debería permanecer escondido,9 es un atentado contra la dignidad humana.

Mientras la castidad existe para sirve al amor, la pornografía trata a otro ser humano (o a una descripción o acción sexual explícita) como un objeto que se usa. A menudo puede surgir del narcisismo y el egoísmo. Remplaza al amor con el uso de un objeto. Recordemos la norma personalista: Nunca se debe utilizar a otra persona como objeto para su propio placer. Se debe amar a la gente. No se debe tratar a nadie como materia prima para utilizarse mediante emociones, obsesiones o adicciones de otros. Para parafrasear a Juan Pablo II, el problema con la pornografía, en cierto sentido, no es que revela demasiado de una persona (expuesta en una imagen), sino que revela demasiado poco de la persona. Las imágenes pornográficas están diseñadas para no revelar nada más que los órganos sexuales y las facultades sexuales de una persona; en ningún momento aparece la personalidad única, la profundidad de la persona. La persona pornográficamente expuesta es literalmente despersonalizada; al convertirse en ‘objeto’ para el uso de otro, ella o él cesa de ser considerado por lo que él o ella es: una persona que merece amor y respeto.

La pornografía es una violación de la verdad. Conduce a las personas a un mundo irreal, un mundo de fantasía que las aísla de los demás, así como del compromiso y el respeto que deben gobernar nuestras relaciones. Algunas personas buscan la pornografía por soledad y poca autoestima. Es una dolorosa ironía que su uso de la pornografía sirva para aislarlas más y más de los demás. Mientras más inmersa está la persona en este mundo de fantasía, más se separa de las personas reales, de los acontecimientos reales y de la vida que la rodea. La lujuria aísla. El amor une. La pornografía aleja a las personas de la verdad. La castidad ayuda a las personas a crecer en la verdad.

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Catecismo, 2522

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Inevitablemente la pornografía conduce a otros pecados graves. Por ejemplo, el uso de la pornografía con frecuencia se acompaña de la masturbación, otro trastorno de la actividad sexual que además encierra a las personas en sí mismas aislándolas de los demás. La pornografía conduce a menudo a buscar otras formas distorsionadas de placer sexual que involucran la explotación de otras personas para sus propios fines egoístas. La pornografía no se limita a ser un vicio “privado”, pues al permitir que se vea a otras personas como medio, y no como fin, acaba dañando todas las relaciones familiares y sociales.

Ríos de lágrimas brotaron de mis ojos, porque no se cumple tu ley. (Salmo 119,136): Las cifras.

La pornografía es un problema real y sus estadísticas son alarmantes.

Las siguientes son cifras recopiladas durante varios años (se menciona la fuente) por la Coalición Nacional para la Protección de los Niños y las Familias.

Alcance y costos de la pornografía • De acuerdo con una investigación de IFR realizada en 2004, el ingreso de la pornografía en Estados Unidos supera los ingresos combinados de ABC, CBS y NBC (6.2 mil millones de dólares).

El ingreso de la pornografía es mayor que todos los ingresos combinados de todas las franquicias de futbol, béisbol y baloncesto profesionales. De acuerdo con estimaciones conservadoras, la industria de la pornografía produce $ 57 mil millones de dólares anuales, de los cuales Estados Unidos es responsable de $ 12 mil millones de dólares.10 • Internet contribuyó con $2,500 millones de dólares a los ingresos de la industria de adultos.11 10 “Pornografía de Internet y soledad: ¿Una asociación?” Vincent Cyrus Yoder, Thomas B. Virden III y Kiran Amin. (Adicción sexual y compulsividad), Volumen 12.1, 2005.

11 Dirty Downloads Ready to Go on iPods (Descargas sucias listas para los iPod), Ron Harris, www.macnewsworld.com, 2005.

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• De acuerdo con estadísticas de marzo de 2004, se rentan 800 millones de videos y DVDs para adultos al año.12 • Las estimaciones actuales indican que se gastan anualmente $ 20 mil millones de dólares en videos para adultos (venta y renta).

• La mitad de los huéspedes de los hoteles piden películas pornográficas. Dichas películas representan el 80% del ingreso de entretenimiento de la habitación y 70% del ingreso total por servicios a la habitación.13 • El pago por evento de la televisión por cable ascendió a $ 2,500 millones de dólares.

• El pago de revistas ascendió a $ 7,500 millones de dólares.

Alcance de la pornografía en Internet • En 2004 existían 4.2 millones de sitios pornográficos en la red y 372 millones de páginas pornográficas.

• Había diariamente 68 millones de solicitudes de motores de búsqueda pornográfica.

• El sexo es el tema más buscado en Internet.14 • Diariamente se envían 2,500 millones de correos electrónicos pornográficos (8% del total).

• La forma más común en que la gente llega accidentalmente a contenidos pornográficos en Internet es mediante ventanas automáticas del navegador (55%), enlaces malintencionados

“Overdosing on Porn” (Sobredosis de pornografía), Rebecca Hagelin. www.worldandi.com.

13 “Sex-Film Industry Threatened With Condom Requirement” (La industria de las películas de sexo amenazadas por el requisito del condón), Nick Madigan. The New York Times, 24 de agosto de 2004 14 “Overdosing on Porn” (Sobredosis de pornografía), Rebecca Hagelin. www.worlandi.com, marzo de 2004.

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(52%), direcciones URL mal escritas (48%) y enlaces recibidos en correos electrónicos (23%).15 • Existen 100 mil sitios en la red que ofrecen pornografía infantil.16 Estadísticas de pornografía para adultos en Internet • 70% de los hombres entre 18 y 24 años visitan sitios pornográficos en un mes promedio. 66% de los hombres entre 20 y 30 años también aceptan ser usuarios regulares de pornografía.17 • 20% y 13% de mujeres encuestados admitieron ingresar a sitios pornográficos desde su lugar de trabajo.18 • En Estados Unidos hay 40 millones de adultos que visitan regularmente en Internet sitios de pornografía.

• Uno de cada tres visitantes del total de adultos que visitan estas páginas son mujeres.

• El doble de mujeres prefieren las páginas de chat.

Efectos de la pornografía • De los adultos encuestados, 40% considera que la pornografía daña las relaciones entre el hombre y la mujer.19 “Quince por ciento de los empleados consagra nueve días al año a navegar en Internet con fines personales en horas de trabajo”.Cerberian Inc. y SonicWALL, 20 de julio de 2004.

16 Estimación del Servicio de Aduanas de Estados Unidos.

17 “First-person: the culture of pornography” (Primera persona: la cultura de la pornografía), R. Albert Mohler, Jr., Baptist Press, 28 de diciembre de 2005.

18 “Internet Pornography Statistics” (Estadísticas de pornografía en internet), Internet Filter Review, 2004.

19 Consensus Among American Public on the Effects of Pornography on Adults or Children or What Government Should Do About It” (Consenso entre público norteamericano acerca de los efectos de la pornografíasobre adultos o niños o lo que el gobierno debe hacer al respecto), Harris Poll (Encuesta Harris), 7 de octubre de 2005. www.harrisinteractive.com.

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• De los adultos encuestados, 30% dijo que el uso de la pornografía por su pareja hace que se sienta como un objeto sexual.20 • Una de cada seis mujeres lucha contra la adicción a la pornografía.21 • 47% de los cristianos encuestados dijo que en su hogar la pornografía es un grave problema.

• De acuerdo con una encuesta de 2004, tan solo una exposición de seis horas a pornografía “suave” (cualquier cosa diseñada para la excitación sexual) es suficiente para destruir la satisfacción del espectador con su pareja, disminuye el valor de la fidelidad, disminuye la capacidad de estar con una sola persona y quererla e incrementa la idea de que las mujeres disfrutan la violación.

Los niños e Internet • Los niños usan Internet. 96% de los niños han estado en línea; 74% tienen acceso desde casa y 61% accesan en días normales.22 • En una encuesta del año 2000, 21 % de los adolescentes dicen haber mirado algo en Internet que no quisieran que sus padres supieran.23 Estadísticas de los niños y la pornografía en Internet • 96% de los adolescentes de entre 8 y 16 años que usan Internet han visto pornografía en línea (la mayoría mientras realizan tareas).

• La edad promedio de la primera exposición a la pornografía en Internet es de once años.

20 “Marriage Related Research” (Investigación relacionada con el matrimonio), Mark A. Yarhouse, Dr. en Psicología Christian Counseling Today Vol. 12 No. 1. Agosto de 2004.

21 “Pornografía de Internet y soledad: ¿Una asociación?” Vincent Cyrus Yoder, Thomas B. Virden III y Kiran Amin. (Adicción sexual y compulsividad), Volumen 12.1, 2005.

22 “Kids stay connected” (Los niños se conectan), USA Today Snapshots, 5 de enero de 2004.

23 “A World of Their Own” (Su propio mundo), Newsweek, 8 de mayo de 2000.

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• Entre los menores de edad, los niños de 12 a 17 años son los mayores consumidores de pornografía en Internet.

• Una encuesta entre 600 hogares realizada por el Centro Nacional para Niños Perdidos y Explotados encontró que 20% de los padres no conocen ninguna de las contraseñas de sus hijos en Internet, nombres de usuario en mensajerías instantáneas o direcciones de correo electrónico. Solo 5% de los padres reconoció el acrónimo POS (padre vigilando por sus siglas en inglés) y solo 1% pudo identificar lo que significa WTGP (¿hablamos en privado? por sus siglas en inglés), ambos usados frecuentemente por adolescentes en las mensajerías instantáneas.24 • Los incidentes de explotación sexual infantil han aumentado de 4,573 en 1998 a 112,083 en 2004, de acuerdo con el Centro Nacional Para Niños Perdidos y Explotados.25 • La pornografía infantil genera anualmente $ 3 mil millones de dólares.26 El camino de los pecadores está despejado de piedras, pero desemboca en lo profundo del Abismo (Eclesiástico 21,10): El amargo fruto de la pornografía.

Las estadísticas son asombrosas. Pero detrás de todo esto no solo hay números, hay personas cuyas vidas están dañadas y cuya eterna salvación está en peligro. Están los que son explotados mediante la pornografía, los que la usan, y también la familia y los allegados de ambos grupos. La pornografía afecta la vida, fuerza moral, relaciones, matrimonios, la vida de los niños, de la comunidad, e incluso cosas como el valor de la propiedad y la seguridad de la comunidad.

“Ads target online victimization of children” (Anuncios se centran en la victimización en línea de los niños) USA Today, 20 de mayo de 2004.

25 “Reports of child explotation up” (Crecen informes sobre explotación infantil), USA Today Snapshots, 17 de febrero de 2005.

26 Internet Filter Review, 2004.

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A veces, quienes usan pornografía afirman, “No estoy dañando a nadie”. La pornografía, como todo comportamiento pecaminoso, ofende a aquel contra quien se pecó, al que peca, y a Dios, la fuente de toda la verdad. El destructivo trabajo del demonio, quien llama a las Sagradas Escrituras “el padre de las mentiras”, distorsiona en nosotros el sentido de lo que es bueno. Nos dice que los demás están para nuestro uso y satisfacción, que satisfacer nuestros deseos nos hará felices. Pero la “felicidad” es efímera. Somos seres espirituales y compartimos la propia vida de Dios, y esta seductora aventura no posee sustancia espiritual. Nos deja decepcionados, avergonzados, insatisfechos y confusos.

La pornografía ocasiona en la persona daño físico, emocional y espiritual. La pornografía puede volverse tan adictiva física y químicamente como el alcohol, las drogas o el juego de apuestas. Las imágenes gráficas de la pornografía se queman en nuestro sentido imaginativo. Mientras más profunda y frecuentemente suceda, más largo será el camino a la libertad. Al igual que otras adicciones, la pornografía es una aflicción progresiva. Requiere de más y más presentaciones gráficas para lograr el efecto deseado. Si continúa, puede conducir a una conducta sexual transgresora y al crimen.

La pornografía atrofia emocionalmente a la persona. Los adictos pueden distanciarse de los amigos, la familia e incluso de su propia pareja. La pornografía los conduce a un mundo irreal con personajes idealizados, irreales que no se comprometen de una manera humana real. Al tiempo que la gente se aleja, sus habilidades interpersonales y sus relaciones se debilitan. Miran a los demás como objetos más que como personas con capacidad de brindar amistad y amor. Se preocupan con toda situación y persona que encuentran: ¿me brindará el placer que busco? Si una persona está seriamente hundida en este vicio, a menudo persiste en el comportamiento adictivo incluso después de que la conduce a consecuencias obviamente dañinas, por ejemplo, la destrucción de una relación matrimonial o la pérdida del empleo por ver pornografía durante el trabajo. Al igual que con otras adicciones, el espectador requiere -20-

material distorsionado cada vez más explícito para lograr el mismo efecto, lo que produce una espiral descendiente que se vuelve cada vez más difícil de corregir.

La vida espiritual se refiere a crecer más a imagen de Dios. La pornografía nos hace menos como Dios puesto que lleva a la gente a tratar a los demás como objetos y no como un don único de Dios.

La pornografía lleva no a entregarse a sí mismo en el amor, no a servir, sino a ser servido. Al final, la persona se vuelve presa y esclavo de hábitos nocivos más que de hábitos virtuosos.

Ver pornografía por este distorsionado placer venéreo es, objetivamente, un pecado mortal. Es seriamente contrario a la vida que Dios pretende para los demás y para nosotros mismos. Mata la vida de gracia santificadora. Si se comete un pecado grave, no se debe tomar la Santa Comunión hasta haber recibido la confesión sacramental. A menudo las personas están demasiado avergonzadas para acercarse al Sacramento de la Reconciliación y se desvían aún más de la vida de Dios. Queda incapacitada nuestra capacidad para funcionar como miembros vivientes del Cuerpo de Cristo. Debido a que hoy este escenario está tan difundido, debemos preocuparnos por el estado de nuestras parroquias y familias. Aún así, como la iniciativa de la gracia de Dios sigue trabajando, no debemos desesperar. Está listo para ayudarnos en cualquier momento.

Debemos encomendarnos a su misericordia y volver al Sacramento por el perdón y un nuevo inicio.

La pornografía daña a otros. Explota a otras personas, normalmente a mujeres pero también a hombres y niños. Involucrarse en la pornografía es apoyar esta terrible explotación que deja cicatrices.

Participar económicamente en ésta apoya a una industria que perpetúa un grave mal moral. Hoy, la esclavitud, incluyendo la esclavitud sexual, es un problema real que crece. La razón de su crecimiento se debe a que existe una demanda. Más aún, después de involucrarse en la pornografía, es más probable que la persona vea a los demás como objetos. A medida que avanza el uso de la pornografía, los matrimonios se tambalean y se derrumban. El -21-

resultado es la vergüenza, el dolor y la miseria para la pareja y para los niños, que pueden tener que lidiar con cicatrices emocionales en su vida adulta y su propio matrimonio. Los niños y los jóvenes que están expuestos a la pornografía experimentan agresiones contra su dignidad humana y obstáculos para un auténtico desarrollo humano.

El crimen se incrementa al mismo ritmo que la pornografía. Los crímenes sexuales son 506% mayores en Phoenix, Arizona, en la zona en la que se localiza la industria sexual.27 La pornografía no es inocua; es un mal grave y deshumanizador.

En todo esto, la pornografía ofende a Dios. Hace mal uso de los dones de la libertad, del cuerpo humano y del amor. Somos la obra de arte de Dios (cf. Efesios 2,10) y la pornografía desfigura Su obra maestra.

No te dejes guiar por tus pasiones, sino refrena tus deseos.

(Eclesiástico 18,30): Internet y la tecnología moderna.

El volumen de la pornografía en Internet crece exponencialmente.

Parece ser anónimo y accesible. Puede fácilmente atrapar a los ingenuos, incluyendo a niños y jóvenes. Más aún, puede ser particularmente adictiva. El significado de las imágenes y la satisfacción sexual que provocan dejan una impresión en la memoria.

Las fantasías pueden recordarse y perpetuarse. Nos tientan a mirar otra vez. Usándola repetidamente, el espectador de la pornografía condiciona una tolerancia a sus efectos: existe una progresiva necesidad de más imágenes estimulantes. El uso de la pornografía causa cambios físicos intensos en el cuerpo y el cerebro que fortalecen la alteración del pensamiento y el comportamiento. Usándola repetidamente, los pensamientos obsesivos y los comportamientos compulsivos asociados con la pornografía se vuelven cada vez más difíciles de interrumpir o resistir.

La pornografía en Internet no requiere una adquisición pública de nuevo material. Por el contrario, las fotografías pueden cambiarse y puede accederse a muchas más. Ya no se necesita acudir a un ámbito 27 Coalición Nacional para la Protección de los Niños y las Familias. Warning: What you risk by using pornography (Cuidado: qué riesgo corre al usar pornografía).

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público para obtener pornografía. Lo que también resulta preocupante es que estas imágenes también están disponibles en iPods y teléfonos celulares. Los niños cuyos padres les restringen el acceso a la computadora en habitaciones privadas, ahora pueden obtener imágenes a través de dispositivos portátiles, sin supervisión.

La cultura que nos rodea proporciona con tanta facilidad un ambiente y un mercado para este tipo de males que resulta un factor significativo para el incremento del problema de la pornografía y otros pecados. La tecnología en sí misma no es mala. El problema reside en el abuso de la tecnología y su uso con fines pecaminosos. Como la dinamita, es algo poderoso que requiere un manejo cuidadoso. Puede usarse tanto para servir a la humanidad como para atacarla.

Vivimos en una cultura que es cada día más oscura y que trata con la muerte. Se puede fácilmente empezar a absorber estas influencias negativas, tomándolas del mismo modo que una planta, a través de su raíz, absorbe lo que se encuentra en la tierra o el “cultivo” en que se planta. Nos entumecemos y ni siquiera nos damos cuenta de que nos estamos envenenando lentamente. Es un problema grave que exige una respuesta de nuestra parte.

CAPÍTULO III: LA RESPUESTA ANTE EL PROBLEMA ¿Cuál es tu nombre? (Marcos 5, 9): Enfrentar y llamar al problema por su nombre.

Este problema serio y muy real requiere de nosotros una respuesta seria y real. Es fácil darse la vuelta y pretender que no existe, pero sí existe y debemos hacer lo que podamos. No debemos esperar que suceda el secuestro, violación o asesinato de un niño o una niña de nuestra familia, otro matrimonio arruinado, la pérdida del empleo o la vida de otro niño devastada para que nos preocupemos por el tema.

El riesgo es demasiado alto.

El primer paso para resolver un problema es señalarlo, nombrarlo. Al exorcizar al demoníaco de Gerasene, Jesús preguntó: ¿Cuál es tu nombre? (Marcos 5, 9). En el pensamiento semita, saber el nombre de alguien o de algo es empezar a tener poder sobre ese alguien o ese -23-

algo. Encontramos un equivalente en los doce pasos para despertar la espiritualidad en grupos como Alcohólicos Anónimos. El primer paso en esta transformación de la espiritualidad es admitir que ante una adicción se es impotente. La gente no habla de los problemas que se niega a admitir.

Una importante debilidad de carácter en el uso de pornografía heterosexual puede ser el egoísmo o el narcisismo. La pornografía del mismo sexo puede estar influenciada por una falta de confianza masculina, soledad y una pobre imagen corporal. Entender estos factores puede ayudar a una persona a buscar la forma de redireccionar sus “relaciones” de manera más generosa y saludable.

Los males con los que a menudo luchamos nos mantienen atados en silencio. Particularmente con algo como la pornografía, el miedo, el bochorno y la vergüenza pueden ser intensos. San Ignacio de Loyola, quien poseía un profundo conocimiento espiritual respecto, afirmó: Cuando el enemigo de natura humana trae sus astucias y suasiones a la ánima justa, quiere y desea que sean recibidas y tenidas en secreto; mas cuando las descubre a su buen confesor, o a otra persona espiritual que conozca sus engaños y malicias, mucho le pesa; porque colige que no podrá salir con su malicia comenzada, en ser descubiertos sus engaños manifiestos.28 Un requisito para el uso de la pornografía es alguna forma de silencio.

Romper este silencio al hablar con otra persona puede ser aterrador, pero también liberador.

Pensé: “Confesaré mis faltas al Señor”. ¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado! (Salmo 32, 5): El Sacramento de la Penitencia.

Admitir nuestro propio problema ya es un paso importante. Como afirmó San Ignacio, puede hacerse en el Sacramento de la Penitencia.

Ignacio de Loyola, Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, Reglas del Discernimiento del Espíritu. Disponible en línea en http://www.mscperu.org/ espirit/discern/es_discernto_espir.html#_Toc536361849.

28

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Éste constituye una fuente importante de la fortaleza y la salud espiritual de Dios. Para nosotros, es el medio normal – instituido por Cristo y proporcionado por la Iglesia – para reconciliarse y recibir curación espiritual. Dicho de manera muy simple, la pornografía es pecaminosa y el Sacramento de Penitencia quita el pecado. Este sacramento nos pone en contacto con el amor profundo y misericordioso de Dios. Quita lo malo. Nos fortalece con su bien, con la gracia de Dios.

Son muchos los frutos de este sacramento. El Catecismo afirma que restaura en nosotros la gracia de Dios y nos une en amistad con Dios.

Nos brinda una resurrección espiritual que nos conduce al Misterio Pascual mientras morimos para nuestros pecados y nos levantamos para una nueva vida en Cristo. El Sacramento de Penitencia nos reconcilia con la Iglesia y hace revivir la vida del pecador arrepentido.29 Para cualquiera que luche contra la pornografía, el Sacramento de Reconciliación ofrece una infalible fuente de gracia curativa. Jesús habló de la alegría en el cielo por un solo pecador arrepentido (Lucas 15, 10); cuando se celebra dignamente, este sacramento causa el regocijo de los ángeles. En este sacramento, encontramos a Cristo el Médico Divino. Cuando le abrimos nuestras heridas, con su gracia podemos empezar a sanar. ¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla? (Lucas 14, 28): ¿Qué podemos hacer?

Esta carta pastoral se presenta como parte de un comprensivo esfuerzo entre la Diócesis de Kansas City-St. Joseph para avanzar en la batalla contra la pornografía y sus efectos destructivos en las personas, nuestra familia y nuestra sociedad. En nuestra táctica solo de manera secundaria optamos por la promoción de leyes en contra de los proveedores de pornografía. La injusticia que se comete 29

Catecismo, 1468-1470 -25-

contra los actores o los participantes en los medios pornográficos merece ser tratada y corregida. Animo y apoyo a aquellos que – de acuerdo con su función y competencia – logren detener esta plaga.

Sabemos que sus demonios son “innumerables” y aún así perseveramos con esperanza.

Nuestro empeño y nuestro propósito al escribir este folleto es principalmente ayudarnos a todos nosotros a hacernos espiritualmente más fuertes en nuestra lucha contra la pornografía.

Debemos ayudarnos unos a otros mediante un discipulado basado en la castidad y esa pureza en el corazón que nos ayuda a ver a Dios.

Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. (Efesios 6, 12): Desarrollo de un plan para permanecer fuertes.

Hemos hablado acerca del paso principal y necesario en nuestra batalla espiritual contra las mentiras y las trampas de la pornografía.

El arrepentimiento sincero nos dirige nuevamente hacia Dios y el Sacramento de la Reconciliación renueva en nosotros la gracia y la vida de Cristo.

Para perseverar, debemos desarrollar un plan para “permanecer sobrios” y evitar la ebriedad de la pornografía. No lo lograremos si pensamos que podemos dejar fácilmente de lado las tentaciones de usar la pornografía. Debemos evitar las ocasiones de pecar, esto es, cualquier cosa que nos lleve al pecado. ¿Cuáles son nuestras principales debilidades en relación con dichos atractivos? Con honestidad y humildad debemos huir de ellos, al igual que huiríamos de un animal salvaje contra el cual no tenemos defensa.

Somos más vulnerables a los pecados secretos: 1) Cuando estamos solos o con ciertas personas; 2) Cuando están a nuestro alcance los medios materiales; 3) Cuando tenemos tiempo libre.

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Evitar un ambiente secreto o incitante Debemos ser cuidadosos y planear lo que haremos en privado. Lejos de la mirada de otros debemos estar en guardia, conscientes de nuestras debilidades. ¿Podemos invitar a alguien para que monitoree nuestra computadora? El monitoreo aleatorio es una práctica común en muchas oficinas. En ocasiones, el peligro de que esto ocurra impide a la gente mirar pornografía. Lograr la participación de un compañero de responsabilidad que recibe un informe de los sitios que hemos visitado nos puede ayudar a ser honestos en este aspecto (cf.

Apéndice II). En la casa, la computadora debe estar colocada en un lugar común, y no en una habitación privada.

De manera similar, debemos evitar situaciones en las que la compañía de ciertas personas nos presione a compartir el uso de cierto material, como videos o revistas pornográficas. Debemos tratar de cultivar amistades sanas y solidarias. A medida que nos hacemos más fuertes, podemos tratar de impulsar a nuestros conocidos a que realicen actividades que no sean degradantes para la dignidad humana.

Eliminar el material pornográfico Debemos deshacernos de toda la pornografía que tengamos a la mano. Elimine lo antes posible cualquier medio de acceso que tenga a ella. Destruya los videos, tire a la basura las fotos y las revistas y cancele los canales negativos de cable o satélite.

Como ya nos hemos hecho dependientes de la computadora, esto es más difícil cuando se trata de la pornografía por Internet. Podemos empezar por eliminar de la lista de favoritos los sitios no deseados.

Use un filtro (cf. Apéndice II). Si usted supiera que comer determinado alimento o tomar cierto fármaco al cual es alérgico podría matarlo, lo evitaría cuidadosamente. Si deshacerse de la computadora es la única forma de garantizar su castidad – su sobriedad sexual – puede ser una medida necesaria para la vida de su alma.

Si el televisor de su cuarto de hotel representa un peligro, ni siquiera lo encienda. Lleve algo que leer, o su trabajo. Vaya al gimnasio.

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Hable con un amigo, con su esposa o sus hijos por teléfono. Las personas que tienen problemas con el alcohol y han seguido un tratamiento saben que nunca deben volver a tomar un trago, y que deben alejarse del bar.

En casa, cada vez más familias usan sistemas de bloqueo en el televisor, o sólo lo usan de vez en cuando para mirar juntas una película adecuada para la familia o un evento deportivo.

Administre bien su tiempo El ocio puede convertirse en una ocasión para usar pornografía. Todos conocemos el dicho “La ociosidad es madre de todos los vicios”. No es necesario dedicarse frenéticamente a cualquier actividad. Vale la pena tomarse el tiempo para descansar y relajarse, pero debemos aprender a administrar nuestro tiempo. Hace casi una generación, oí que alguien describía la televisión como “compañía sin compromiso”. Debemos utilizar constructivamente el tiempo para realizar cosas que formen parte de la dirección que queremos darle a nuestra vida, que expresen y fortalezcan nuestro compromiso con los demás.

Conozcamos nuestras debilidades Podemos comenzar a despertar nuestro deseo de pornografía explícita incluso con el uso de programas de televisión (que son cada vez más abiertos y sugestivos), “reality shows”, o anuncios impúdicos, revistas que por lo general no se consideran eróticas (como en el caso de los fetiches), novelas con escenas explícitas que saben cómo manipular nuestras atracciones. Una actitud honesta sobre nuestras debilidades personales en estas áreas nos ayudará a evitar las “ocasiones de pecar” – ya sean remotas o cercanas – que pueden provocar nuestra caída. Para ganar esta batalla, debemos calcular nuestras fortalezas y debilidades y darnos cuenta de cómo podemos aprovecharlas. No trate de luchar “dentro del fuerte”, sino que enfrente al enemigo antes de que penetre su línea de defensa.

Aprenda a ver llegar el peligro antes de que éste se convierta en demasiado cercano o poderoso.

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Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo (Mateo 5, 48).

Desarrolle un plan para crecer en santidad como discípulo Las Bienaventuranzas y todo el resto del Sermón de la Montaña de Cristo expresan un modelo de discipulado concienzudo y fiel. No basta con eliminar lo que es malo. Debemos traer lo que es bueno. Si no sustituimos lo malo con algo bueno, lo malo puede regresar más fácilmente (cf. Lucas 11, 24-26). Por medio del arrepentimiento y el Sacramento de la Reconciliación, podemos salir de la oscuridad para llegar a la luz, pero necesitamos un programa para seguir en la luz.

Los detalles de este programa incluirán algunos elementos esenciales.

Un compromiso de oración diaria El verdadero corazón de esta oración debe ser una expresión cada vez más fuerte de nuestra relación con Dios nuestro Padre, con Jesucristo nuestro Redentor y con el Espíritu Santo, quien nos santifica y nos ayuda a ser más semejantes a Cristo en el mundo. Necesitamos oír la afirmación de Dios sobre nosotros – nuestra bondad y dignidad innatas – para que podamos comenzar a amar a los otros de forma similar. Esto implica más que pronunciar oraciones, por importante que esto sea. Es establecer nuestros cimientos en Dios. Es abrir nuestro corazón y dejar que Él nos dirija Su palabra de amor, misericordia, consuelo y reto. Nuestra tradición católica es extraordinariamente rica en un sinnúmero de formas de oración. Para nombrar solo unas cuantas, mencionaremos la Adoración Eucarística, la Lectio Divina (una lectura devota de las Sagradas Escrituras), la meditación, la contemplación, las oraciones devotas que incluyen el Rosario, la Coronilla de la Divina Misericordia y las Estaciones de la Cruz. Nuestra variada y rica tradición existe para ayudarnos a adentrarnos cada vez más en la vida de Dios.

La meditación, una reflexión activa sobre los misterios, la vida y las actividades de Cristo, así como el uso de pinturas y estatuas religiosas, proporcionan imágenes positivas para la imaginación y -29-

memoria de los sentidos. Pueden llegar a sustituir las imágenes y fantasías visuales que nos mueven a pecar.30 El Sagrado Sacrificio de la Misa Para nosotros los católicos, la Misa y la recepción digna de la Eucaristía constituyen nuestra fuente de fortaleza espiritual y la más elevada expresión de nuestro culto y agradecimiento a Dios. En ella, Jesús literalmente nos hace don de sí mismo. En ella penetramos en la hora de Su sacrificio. Participar de la Eucaristía cada domingo y día de guardar nos fortalece, nos mantiene en comunión con la Iglesia.

Participar con frecuencia en la Misa y recibir la comunión, a condición de que no nos hayamos apartado de Dios por un pecado grave, puede constituir una ayuda inestimable para que no nos alejemos de la luz.

Examen diario de la conciencia y Confesión frecuente Nadie puede esperar crecer realmente en la vida espiritual sin el arrepentimiento constante al que nos llama Cristo. En especial cuando estamos intentando romper con hábitos de pecados destructivos, un breve esfuerzo por recordar lo sucedido ese día y renovar nuestra tristeza por nuestros pecados y dar seguimiento a nuestro progreso nos prepara para celebrar dignamente la Confesión.

Los santos nos dicen que nuestro examen de conciencia diario debe ser rápido para no alimentar la pasión de nuestros pecados. Vendrán nuevas tentaciones de Satanás y algún momento de desaliento. Pero debemos perseverar con la esperanza, a pesar de los tropiezos. Un Confesión al mes, o más frecuente, que sea honesta, integral y 30 “La memoria y la imaginación serán especialmente útiles si se emplean para nutrir la devoción, buscando en las Escrituras, en la Liturgia y en los escritores espirituales los textos más delicados, los símiles más hermosos, la imaginería más rica, y si la imaginación se usa para entrar en la presencia de Dios y visualizar todos los detalles de los misterios de Nuestro Señor y la Santísima Virgen. Así, lejos de adormecer esta facultad, la llenaremos de representaciones devotas que desplazarán las fantasías peligrosas...” Tanquerey, Adolphe, Tratado de Teología Mística y Ascética, Capítulo III, Art. III.

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humilde, de ser posible con el mismo confesor, nos hará muchísimo bien si perseveramos y no nos desalentamos.

Al igual que una visita al médico, el Sacramento de la Reconciliación es a la vez curativo y preventivo. Es curativo porque limpia el pecado, y preventivo porque nos fortalece y nos permite mantenernos saludables. Aun si no somos culpables de ningún pecado mortal, este sacramento nos fortalece y nos permite seguir funcionando sin tropiezos. Yo puedo dar testimonio de la importancia de confesarse con frecuencia por mi propia jornada espiritual. Es también una forma muy valiosa con la que trato de permanecer cerca de Cristo y mantener vivo el misterio de la misericordia divina y la reconciliación en mi propia vida.

El uso de buenas lecturas espirituales Otra forma de apoyo es la que nos brinda el estudio. La Biblia, palabra de Dios para nosotros, es dadora de vida e insustituible.

Poseemos una rica tradición de clásicos espirituales, en especial las biografías de los santos, así como sus propios escritos. Una nueva lectura de las encíclicas de los Papas y otros textos magisteriales nos ayudará a comprender la verdad revelada. Las charlas catequéticas del Papa Juan Pablo II, cuya recopilación se conoce con el nombre de Teología del Cuerpo, proporcionan una explicación positiva y sustantiva de la sexualidad humana.

Conciencia de la presencia de Dios Una dedicación llena de fe de nuestra persona y nuestras acciones a Dios cada día – una ofrenda matutina – y la renovación de nuestra conciencia de Su presencia y amor en nuestras actividades diarias nos ayudarán a santificar todas nuestras acciones cotidianas. El uso de artículos devotos o sacramentales, como una medalla bendecida o un escapulario, puede constituir una fuente de gracia y recordarnos nuestra relación con Dios como miembros de Su Cuerpo, la Iglesia.

Una medalla religiosa, una tarjeta o imagen piadosa colocadas sobre la pantalla de la computadora, o cerca de ella, o quizá encima del -31-

televisor, nos ayudarán a permanecer conscientes de nuestro compromiso de vivir una nueva vida en Cristo.

Este es el tiempo favorable, este es el día de la salvación (2 Cor 6, 2) Fortalézcase en el ejercicio de las virtudes Nuestro plan para crecer en santidad será más completo si comenzamos a ejercer generosamente un amor cristiano apostólico.

Debemos alcanzar “más allá de notros mismos” y ayudara a los otros por amor a Cristo. Esta caridad activa que se expresa como un amor desprendido y generoso es el antídoto de la pornografía y otros síntomas de expresión sexual del egoísmo.

La moderación en el ejercicio de nuestros apetitos sexuales, que es necesaria para vencer los señuelos de la pornografía, puede fortalecerse si ejercemos moderación en el uso de la comida y la bebida. Cuanto más aprendamos a fortalecer nuestra voluntad negándonos ocasionalmente ciertos placeres lícitos, más probabilidades tendremos de ejercer la moderación que permite la castidad. Cuando lo hacemos por amor a Cristo, esta “disciplina” se convierte en “discipulado”. Es una forma de condicionamiento espiritual que nos fortalece para enfrentar los retos futuros.

El pudor es la decencia y discreción en nuestra forma de vestir y expresarnos. Protege el misterio de las personas y su amor.31 Vivir el hábito del pudor en el vestir puede ayudar a prevenir las tendencias voyeuristas que forman parte de la pornografía. Un compromiso renovado por el pudor nos ayuda a luchar contra la injusticia de la pornografía que socava la dignidad humana. “Custodia de los ojos” significa evitar las miradas destinadas a nuestra gratificación o curiosidad. Esta práctica ancestral nos ayuda a evitar ocasiones de pecar que de otro modo podrían llevarnos a explotar a otros.

La pureza es una de las características más maravillosas del amor y la luz de Jesucristo. Al estar expuestos a la pureza de Cristo, nos 31

Catecismo, 2522

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purificamos. Los enamorados buscan expresar el don de sí mismos con un corazón íntegro y en una forma que se preocupa por el bienestar total del otro. La explotación de los otros que es propia de la pornografía es una contradicción de esta pureza que caracteriza el amor de Dios y que debe ser el modelo de nuestro amor. A medida que reflexionemos sobre el ejercicio natural de la pureza en nuestras relaciones con nuestros hijos, padres y hermanos, comenzaremos a incrementar nuestra capacidad de amar también a las otras personas con un corazón puro e íntegro.

Como ya lo hemos descrito en detalle, la castidad puede ejercerse de maneras positivas. Significa tratar a los demás con el respeto que se merecen por su dignidad y valor humanos, que provienen de Dios mismo. La castidad es el uso responsable de nuestra vida en la forma más apropiada a la luz de nuestra relación. El permitir que nos satisfaga sexualmente alguien que no conocemos en forma alguna – lo que sucede en la pornografía – es el epítome de la falta de castidad.

La determinación de relacionarse con cada persona de la forma que corresponda mejor a su dignidad y la naturaleza de nuestra relación es un ejercicio positivo de castidad. El ejercicio de la castidad – amar de manera consciente de esta forma profundamente respetuosa – realmente nos fortalece en contra de la falta de castidad. ¿Qué es lo que decimos? Una forma de alejar las tentaciones de la pornografía es fortalecer las virtudes de la Moderación, el Pudor, la Pureza y la Castidad. La causa última – el fin último – de todas las virtudes es la caridad, que debe expresarse con el don generoso de sí mismo.

Un amigo fiel es un refugio seguro: el que lo encuentra ha encontrado un tesoro (Eclesiastés 6, 14): Crear un sistema de apoyo.

Las personas que han vencido las adicciones insisten en que no es posible hacerlo solo. Aceptar el problema, examinarse a sí mismo, orar a diario y buscar el perdón en el Sacramento de la Penitencia son pasos buenos, importantes y santos. Un director espiritual -33-

experimentado puede ayudarnos a desarrollar y mantener el plan de vida que hemos indicado anteriormente.

Sin embargo, si usted o alguien más ha alcanzado el punto de la adicción, o incluso de la compulsión, puede ser necesaria una ayuda adicional. Es importante desarrollar un sistema de apoyo. Este sistema implica la orientación de un profesional competente. Puede que intervenga un grupo de apoyo. Nuestra diócesis ya ofrece un grupo de apoyo así para hombres, y esperamos establecer otro para mujeres. La Coalición Nacional para la Protección de los Niños y sus Familias patrocina una línea telefónica para los que luchan por dejar la pornografía y para los que tratan de ayudarlos (cf. Apéndice II).

Otra práctica que se ha vuelto popular actualmente es la de tener un grupo de corresponsables. Varias personas se reúnen regularmente para compartir sus luchas y éxitos. Se otorgan mutuamente la autorización de explorar, hacer preguntas y retar a sus compañeros.

Existen algunos recursos adicionales para aquellos que luchan contra la pornografía de Internet. Uno es adquirir un filtro de computadora y pedir a un amigo que lo descargue con una clave que usted no conocerá. Otro es un servicio de corresponsabilidad que enviará un informe en línea de todos los sitios que visite a dos amigos corresponsables. Puede usarse junto con un filtro.

Nuestros compañeros pueden hacer que fracasen o tengan éxito nuestros esfuerzos. El objetivo de cualquier amistad es elevarse unos a otros y no hundirse. Si los amigos nos arrastran a pecar, entonces no son verdaderos amigos y es necesario encontrar a quienes sí lo serán.

Nuestro sistema de apoyo no solo se limita a los profesionales y amigos. Existe toda otra categoría de profesionales y amigos de un tipo diferente. Los llamamos santos. Estos hombres y mujeres santos nos inspiran con sus vidas heroicas, nos dan un ejemplo que imitar y nos ayudan con su constante intercesión.32 La Santísima Virgen María nos muestra lo que significa ser fiel a Dios en la pureza del corazón.

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Cf. Sacramentario, Prefacios P69, P70 Santos y Santas

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Es nuestra Madre Purísima, Madre Castísima, Madre Inmaculada, Madre Sin Mancha33 y con sus plegarias nos ayuda seguir a su Hijo en la verdad.

También se invoca a San José como Casto y Justo. Son patrones de nuestra diócesis, y constantemente les pido su apoyo y guía, y ahora les ruego por su ayuda para los que luchan con la pornografía.

Santa María Goretti (1890-1902) y San Charles Lwanga (muerto en 1886) son solo dos ejemplos de jóvenes que aceptaron el martirio antes que ceder ante la impureza sexual. Otros santos son conocidos por su conversión de una vida pecaminosa. Son modelos de lo que podemos lograr cuando nos entregamos a la gracia transformadora de Cristo. Que la fidelidad y castidad de estos amigos celestiales nos lleve a una mayor fidelidad y castidad según nuestra situación en la vida.

Tengan ánimo y pónganse a trabajar! ¡Y que el Señor esté con los hombres de bien! (I Cron. 19, 13): Actúe.

Es mucho lo que está en juego aquí. Éste es un problema que requiere acción por parte de todos nosotros, como individuos y como Iglesia.

A quienes luchan con la pornografía — ¡No se dejen vencer! Puede ser un problema ocasional, una verdadera adicción o encontrarse entre los dos. Donde quiera que se encuentre, sea honesto consigo mismo.

Busque el Sacramento de la Penitencia. Encuentre a una persona confiable y sólida que le preste su ayuda y apoyo.

Examine su vida y encuentre qué el lo que lo predispone a este comportamiento. Consiga un filtro para la computadora y un sistema de corresponsabilidad. La orientación profesional es otra forma de ayuda importante. El grupo de apoyo auspiciado por nuestra Diócesis funciona como base para ayudar al proceso de 33

Letanía de Loreto -35-

sanación. El Apéndice II contiene una lista de recursos posibles. ¡Persevere y no pierda el ánimo!

A los padres – Su papel en la vida de sus hijos es insustituible. Su tarea es doble: debe proteger y equipar. Son muchas las cosas que puede hacer para proteger a sus hijos. Seguramente tiene cerraduras en las puertas de su casa para protegerlos de los extraños indeseables. Sus computadoras son puertas abiertas a menos que establezca algunos sistemas de seguridad.

• Deje siempre la computadora en una zona pública de la casa • Bloquee el programa de Internet con una clave para que sus hijos no puedan tener acceso a él a menos que usted se lo permita.

• Adquiera un filtro para la computadora.

• Tome la iniciativa. No parta de la idea de que eso solo sucede en otras familias.

• Antes de permitir que su hijo pase la noche en casa de un amigo, pregunte a sus padres si su computadora tiene filtro Este problema es mucho más amplio que Internet. Además de la pornografía que se publica, existen espacios de chat, iPods y celulares con cámara. Es fácil darles un mal uso de manera que se conviertan en formas de exponer a los niños y jóvenes a la pornografía.

Los blogs plantean otro problema. Si su hijo tiene uno, ingrese a él con frecuencia. Verifique que no contenga direcciones, números de teléfono ni ninguna forma de identificación personal, ni tampoco ningún material libidinoso o sugestivo. Algunos blogs se pueden definir de manera que solo los amigos seleccionados puedan tener acceso a ellos. La protección es el primer paso importante.

El Segundo paso también es importante: Equipe a sus hijos para lidiar con un mundo donde hay tanta pornografía al alcance de todos.

Es necesario tener filtros y otros sistemas de seguridad en su computadora, pero algún día sus hijos tendrán acceso a una -36-

computadora sin protección. En ese momento, ¿tendrán la educación necesaria y la fuerza moral para resistirse a este mal?

En el momento adecuado, los padres tienen la responsabilidad de enseñar a sus hijos las bellezas de la sexualidad que nos dio Dios y la verdad de la moral sexual. Esto requiere un estudio de las enseñanzas de la Iglesia34 y una vida recta por parte de los padres.

Es necesario reconocer que el uso generalizado de los anticonceptivos artificiales ha tenido un efecto sistémico y devastador en la familia y la cultura. Los padres que aún no han logrado dominar el uso responsable de su propia sexualidad marital encontrarán más dificultades para comunicar a sus hijos el control adecuado de estos poderes humanos vitales, cuya expresión más significativa es la del amor de toda la vida dirigido a la procreación de la propia vida.

Oren juntos como familia. Vayan a Misa y a confesarse juntos.

Coman juntos. Establezca reglas para el uso del teléfono, el televisor, los juegos de video y el Internet. Padres, enseñen a sus hijos la bendición que representa el amor puro y casto, y ayúdenlos a encontrar buenas lecturas.

No pueden apartarlos de todos los peligros que habrán de enfrentar en algún momento, pero pueden equiparlos para vencerlos.

A los pastores, sacerdotes y diáconos—Ustedes están en la línea de fuego para servir al Pueblo de Dios. La gente necesita su liderazgo moral y su guía. Que no les dé miedo expresarse sobre este tema. Háganlo con moderación y prudencia, pero no dejen de recordarnos a todos el peligro que representa este mal para nuestra alma. Enseñen la verdad de la Iglesia sobre la moral y responsabilidad sexual con claridad y aliento. Hablen de la belleza de la castidad a la que somos llamados.

Háganlo por el bien de su pueblo, para apoyar a aquellos que se 34 Dos excelentes documentos son los siguientes: Sexualidad humana: Verdad y Significado, Consejo Pontificio para la Familia, 1996, y La nueva publicación de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU. El Amor Matrimonial y el Don de la Vida, USCCB, 14 de noviembre de 2006.

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esfuerzan por vivir con castidad, y también a los que se encuentran en dificultades.

Los católicos pueden y deben colaborar con los demás cristianos y otras personas de buena voluntad para crear conciencia, proporcionar educación y compartir recursos que enfrenten este problema y también ofrezcan un enfoque positivo y preventivo Como ministros del Sacramento de la Penitencia, los sacerdotes se encuentran en una situación privilegiada para ayudar a los que luchan con este problema y para ofrecerles esperanza y sanación. Estudien y analicen este duro reto pastoral para que puedan servir mejor a los que buscan su ayuda. Proporcionen múltiples oportunidades para el Sacramento de la Reconciliación. Prediquen sobre la necesidad de este Sacramento.

Por desgracia, este problema azota al clero de muchas tradiciones cristianas, incluyendo la nuestra. Si usted está luchando con él, por favor busque ayuda, no solo por su propio bien, sino por el de aquellos que usted sirve en nombre de Jesús.

A los profesores, administradores y personal de la parroquia – Cada uno de ustedes, en forma especial, es un miembro valioso del equipo de la Iglesia, y la Iglesia lo necesita para ayudarla a combatir este mal. Por el trabajo que han elegido, tienen un papel en el fortalecimiento del Cuerpo de Cristo. Profesores, por favor muéstrense dispuestos a enseñar y compartir los buenos valores morales, y no teman comunicarse con los padres, para alentarlos en sus propias responsabilidades.

Administradores de escuelas, ustedes ocupan una posición clave para brindar guía y educación, primero a su personal docente, y luego a la comunidad de su escuela. Piensen en organizar una jornada dedicada a este tema. Asegúrense de que las computadoras de su laboratorio estén debidamente protegidas.

Los ministros de la juventud tienen una posición estratégica para ayudar a los jóvenes que se abren a ustedes. Familiarícense con los -38-

recursos que existen para ayudarlos, y apoyen a los jóvenes dirigiéndose a los padres y miembros de su familia que tienen la responsabilidad de formar a sus hijos en estos asuntos.

A los que laboran en los medios de comunicación – Ustedes administran poderosos avances en la comunicación y la tecnología. Estos avances pueden usarse para fortalecer la humanidad y la solidaridad. También pueden aislar a las personas, arrastrarlas hacia el fondo y empujarlas a una forma de vida que no llega a ser humana. Por favor, usen estos avances de la tecnología para el bien común. Por su propia salvación, sepárense por completo de la industria que medra con esta explotación. Ayuden a proporcionarnos un entretenimiento positivo y una tecnología de comunicaciones que resulte útil para que trabajo que debemos realizar hoy en día sin rebajarse a esta tendencia, la más baja de nuestra naturaleza humana.

A los que ocupan puestos públicos – La libertad de expresión es un derecho muy preciado que yo valoro profundamente y que defiendo.

La Suprema Corte ha determinado que la obscenidad no constituye expresión protegida, aunque su definición se deja a criterio de la comunidad. La pornografía puede acarrear el debilitamiento del matrimonio y la familia, el aumento de la criminalidad y la caída del valor de las propiedades. Por el bien económico, tanto como moral, de aquellos que ha jurado servir, por favor, combata la pornografía por el bien de todos.

A los orientadores, médicos y otros profesionales de la salud – También ustedes están en una posición especial para ayudar dentro de un ambiente de confidencialidad. La adicción a Internet y la pornografía por Internet tiene repercusiones graves. En particular, pido a los orientadores, psicólogos y médicos que aprendan más sobre las formas de ayudar a otros a superar estos problemas. Les pido también que compartan esos conocimientos con los padres, el clero y el público en general de una forma que respete la dignidad de la persona humana y el significado y propósito de la sexualidad que nos ha dado Dios. Entiendan y acepten los beneficios curativos de la fe en -39-

lo sobrenatural como parte de la motivación y el potencia de renovación de los sufren los efectos nocivos de la pornografía.

Finalmente, a todos – Pido a todos nosotros, incluyéndome a mí, que nos esforcemos día con día para ser cada vez más castos y puros de corazón, según nuestra forma de vida. Es el camino a la felicidad real, y así es como crecemos en amor y nos parecemos más a Dios.

La pureza del corazón no es solo una virtud agradable. Es la que nos abre la visión de Dios.

CONCLUSIÓN Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. (Romanos 13, 12): la luz de la misericordia de Dios Estimados amigos, este problema de la pornografía nos afecta a todos. No solo implica nuestra vida espiritual y fortaleza moral, sino la salud de nuestra nación y nuestro mundo. Ataca nuestra dignidad humana que tiene sus raíces en la imagen y semejanza de Dios, y que adquirió una nobleza aun mayor por la Encarnación. La pornografía representa una lucha para muchas personas. La prevención puede ser muy positiva. La negligencia puede provocar un daño horrendo que dure toda la vida. Es necesario proteger y equipar a los niños y jóvenes para enfrentar este y otros problemas que nos aquejan actualmente.

Es más, la gente necesita el mensaje positivo de la Iglesia sobre la sexualidad humana. La castidad nos llama a todos a amar como ama Dios. La pureza del corazón es un camino bendito al discipulado.

Llegaremos a tropezar de vez en cuando, pero con la misericordia de Dios seguiremos en el camino de la luz, la vida y el amor.

Una sabia enseñanza que escribió San Benito en su Santa Regla es a la vez sucinta y profunda “Nunca desesperes de la Misericordia de Dios”35. La tentación más grave a la que puede enfrentarse una 35

San Benito de Nursia, La Santa Regla.

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persona es dudar de la realidad y la misericordia de Dios. Aunque nunca debemos darla por sentada, nunca debemos dejar escapar esa esperanza, que es la más poderosa y dadora de vida. San Juan, el amado discípulo, en sus palabras a las Iglesias Cristianas primitivas también nos tranquiliza.

Hijos míos , les he escrito estas cosas para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el Justo. El es la Víctima propiciatoria por nuestros pecados, y no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero (I Jn 2, 1-2) Si han de recordar una sola frase de esta carta, que sea ésta: Nunca desesperes de la misericordia de Dios.

En Cristo y María, Reverendísimo Robert W. Finn Kansas City-St. Joseph 21 de febrero de 2007, Miércoles de Ceniza.

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APÉNDICE I: ORACIONES UNA ORACIÓN PARA UN MOMENTO DE TENTACIÓN (Basada en Hebreos 4, 14-16) Señor Jesucristo, nuestro Sumo Sacerdote, tú fuiste tentado en todas las formas en que lo somos nosotros pero nunca pecaste. Llévame al trono de Tu gracia para recibir misericordia, favor y auxilio. Hazme consciente de Tu presencia. Fortaléceme en mi debilidad Guíame por las tentaciones de esta vida hasta el amor que compartes con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN PARA UNA COMPUTADORA NUEVA Amantísimo Dios y Padre, fuente de todo bien y conocimiento, te alabamos por la bondad llena de amor que nos mostraste por medio de su Hijo Jesucristo, que se hizo carne y moró entre nosotros, y por medio de tu Espíritu Santo derramado en nuestros corazones.

Concede que esta nueva computadora se use para tu servicio y para toda la verdad. Que sea el instrumento que sirva para elevar y no para hundir. Que la pornografía, el odio u otro mal semejante nunca aparezcan en esta pantalla. Que yo, y todos los que la usen, lo hagamos con pureza de corazón y libres de todo mal. Que mis trabajos en esta computadora sirvan para glorificar tu nombre y construir tu reino. Guíanos por esta vida para participar del amor perfecto y la alegría que compartes con Jesucristo tu Hijo y nuestro Señor así como con el Espíritu Santo, un solo Dios por los siglos de los siglos. Amén

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ANIMA CHRISTI Alma de Cristo, santifícame.

Cuerpo de Cristo, sálvame.

Sangre de Cristo, embriágame.

Agua del costado de Cristo, lávame.

Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme.

Dentro de tus llagas, escóndeme.

No permitas que me aparte de Ti. Del maligno enemigo, defiéndeme.

En la hora de mi muerte, llámame.

Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe.

Por los siglos de los siglos.

Amén.

MEMORARE Acordaos, oh, piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a vuestra protección implorando tu auxilio, haya sido desamparado.

Animado por esta confianza, a Vos acudo, Madre, Virgen de la vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén

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De la LETANÍA DE SAN JOSÉ José casto y justo … José prudente y fuerte … José obediente y fiel … Terror de los malos espíritus ... Protector de la Iglesia ... ¡Ruega por nosotros!

Oh Dios, que has querido elegir a San José para esposo de tu Madre Santísima: te rogamos nos concedas que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle por intercesor en el cielo: Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén ORACIÓN A SAN MIGUEL San Miguel, defiéndenos en la lucha, sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio; que Dios humille su soberbia.

Y Tú, Príncipe de la Milicia Celeste, arroja al infierno a Satanás y demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén ORACIÓN AL ÁNGEL DE MI GUARDA Angel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día. No me dejes solo que me perdería. Ni vivir, ni morir en pecado mortal. Jesús en la vida, Jesús en la muerte, Jesús para siempre. Amén.

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APÉNDICE II: ALGUNOS RECURSOS Recursos en Línea www.pornnomore.com es un sitio católico que incluye información, oraciones, charlas de testigos y otros recursos útiles. www.porn-free.org es también un sitio cristiano con numerosos recursos. También existe una versión en italiano. www.nationalcoalition.org es el sitio de la Coalición Nacional para la Protección de los Niños y las Familias. Además de combatir la pornografía, esta organización realiza una gran labor para promover la decencia y la vida en familia. www.freedomeveryday.org está patrocinado por los Ministerios de L.I.F.E. Living in Freedom Everyday) www.settingcaptivesfree.com es un ministerio de base cristiana que se ocupa de varias adicciones. Sus recursos están disponibles en varios idiomas. www.cyberwidows.tripod.com es un recurso para las mujeres cuyo marido tiene problemas de pornografía. Su información también pude resultar útil para los maridos cuya esposa lucha con la pornografía. www.obscenity-crimes.org no solo presenta recursos sobre pornografía, sino que incluye información sobre el combate contra la indecencia. www.sa.org es el sitio Web de Sexaholics Anonymous. Tiene información y Doce Pasos de Espiritualidad para los que luchan contra la adicción al sexo. www.isafe.org es un sitio sobre seguridad y educación en Internet www.filterreview.com proporciona una descripción de los diferentes filtros de Internet con opiniones de los consumidores. Es una buena fuente para conocer los diferentes productos.

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www.covenanteyes.com no es un filtro, sino un servicio de corresponsabilidad. Los usuarios designan a dos personas más que recibirán periódicamente informes de todos los sitios que ha visitado el usuario. Puede funcionar muy bien en combinación con un filtro. www.archstl.org/prayer es un recurso de oraciones patrocinado por la Arquidiócesis de St. Louis. Puede ingresar una petición y ocho comunidades de monjas enclaustradas orarán por sus intenciones.

Servicios de apoyo y orientación La Diócesis de Kansas City – St. Joseph auspicia un grupo de apoyo para los hombres que luchan por dejar la pornografía. Se reúnen periódicamente para darse apoyo. Se respeta la confidencialidad. Para mayor información, llame al 816-756-1850 ext. 495, o al número gratuito 1-800-246-1850 ext. 495.

Catholic Charities puede ponerlo en contacto con un orientador profesional, Para mayor información llame al 816-333-2040 La Coalición Nacional tiene un número telefónico gratuito 1-800583-2964. Es tanto para los que luchan por dejar la pornografía como para los pastores y orientadores. Se reciben llamadas del lunes a viernes de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. Hora del Este.

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LECTURAS Sexualidad Humana: Verdad y Significado. Consejo Pontificio para las Familias, 1995.

El amor marital y el don de la vida. Secretariado Provida, Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, 14 de noviembre de 2006 Muchos de los sitios Web mencionados proporcionan una bibliografía útil. Un folleto corto pero útil es Breaking Free: 12 Steps to Sexual Purity for Men. Fue escrito por Stephen Wood y publicado por Family Life Center Publications. www.familylifecenter.net. (En español, ver www.catholic.net/ psicologoscatolicos, donde se describen los doce pasos) Si bunca más lecturas sobre la concepción católica de la sexualidad humana, lea Amor y Responsabilidad de Karol Wojtyla y Teología del Cuerpo del Papa Juan Pablo II. El primero es una obra más filosófica, mientras que el segundo es mucho más teológico. Buenas fuentes secundarias para comprender estas obras son La teología del cuerpo para principiantes y Theology of the Body Explained, ambas de Christopher West, así como Men and Women are From Eden (Hombres y mujeres son del Edén) de Mary Healy.

En 2002, el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales emitió dos documentos intitulados “La Iglesia e Internet” y “Ética en Internet”. En 1989, este mismo consejo publicó un documento intitulado “Pornografía y violencia en los medios de comunicación: Una respuesta Pastoral”. Se puede tener acceso a ellos en www.vatican.va En 1998, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos publicó un documento intitulado “Renewing the Mind of the Media” (Renovar la mentalidad de los medios de comunicación) y en 2000 “Your Family and Cyberspace.” (Su familia y el ciberespacio).

Se pueden pedir copias al 1-800-235-8722.

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A

C E R C A

D E L

A

U T O R

El Reverendísimo Robert William Finn es el sexto Obispo de la Diócesis de Kansas City-St. Joseph, Missouri. Nació, creció y se educó en St. Luis. El Obispo Finn se preparó para el sacerdocio en St. Louis y en Roma, y recibió la ordenación presbiteral en 1979. Como sacerdote de la Arquidiócesis de St. Louis, sirvió en parroquias, apostolados educativos y diversos puestos en la curia diocesana. En 2004, el Papa Juan Pablo II nombró a Finn obispo coadjutor de la Diócesis de Kansas City-St. Joseph, Missouri, y accedió al puesto de obispo en 2005. El Obispo Finn sirve en varios comités administrativos de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, así como en varios consejos administrativos de carácter educativo. Es miembro del Cuarto Grado de Caballeros de Colón.

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