Autobiografía literaria.

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Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”. Curso: Literatura Infantil.

Docente: Rosa María Cabrera Hernández.

Alumna: Karla Jocelyn Acevedo Quiñones.

16/02/2021.

Autobiografía literaria. Me gustaría decir que los libros estuvieron presentes en mi vida desde mi nacimiento, desafortunadamente no fue así. Mi pasión por los libros comenzó mucho después, cuando aprendí a leer. No recuerdo el día, la fecha ni el momento exacto, lo que si recuero es a mi leyendo mis primeras frases y con ello, mis primeros párrafos. Ese día cuando llegue a casa, por la tarde, tome el libro de cuentos que nos asignaban en primero de escuela y no podía parar de leerlo. Descubrí un mundo diferente al mío, uno donde no solo me entretenía, uno donde también sentía y me emocionaba con cada palabra. Ese fue el comienzo de algo que hasta el momento no ha tenido fin. Daré un salto muy grande en la cronología y posare a narrar mi experiencia con el primer libro que marco mi vida. Tenía 10 años de edad cuando la curiosidad me llevo a rebuscar entre las cosas de mi hermano mayor. Fue en uno de los cajones que encontré un pequeño libro desojado, las paginas parecían haberse caído gracias al mal uso, el lomo estaba desgastado y la equina de la portada rota. Sin embargo, nada de eso impidió que tomara el libro y lo escondiera en mi cuarto, esperando que mi hermano no le echase de menos. Ya en la solitud, observe el libro con más atención y me percate que en la portada rezaba un título singular, “El diario de Ana Frank”. Comencé a leerlo, sin esperar nada en concreto. En ese tiempo ignoraba todo acerca de Literatura, y no comprendía el impacto que dicho libro había tenido a nivel internacional. Grande fue mi sorpresa cuando me entere que los sucesos que ahí se relataban habían sido presuntamente reales. Eso me impacto aún más, y si ya estaba cautivada, los niveles de impresión se acrecentaron, provocando que no parara de hablar de esa lectura en las próximas semanas. Inclusive hasta comencé a escribir un diario, relatando, de la forma en que lo hizo la mismísima Ana Frank, los percances que se suscitaban en mi vida. El libro se quedó tan impregnado en mi memoria y corazón, que aun después de once años puedo recordar a Ana Frank comprando dulces en compañía de sus amigas, la recuerdo recluida en un pequeño cuarto soñando con ser escritora, la recuerdo peleando con su madre y siendo protegida por su padre, recuerdo la


desolación que sentí cuando leí que había sido asesinada de la forma más cruel. Todo esto, con tanta nitidez que pareciera que yo estuve presente en cada momento y no fueron simples imágenes que mi cerebro creo a partir de una lectura. El tiempo paso y como es de presentir, seguí leyendo y también creciendo. En la escuela podía tomar libros y llevarlos a mi casa, no desaprovechaba la oportunidad y cada que la maestra me daba autorización lo hacía. No hay lecturas que recuerde con tanto afán, solo un compendio de leyendas mexicanas (bastante tétricas he de decir) que se quedaron impresas en mis memorias. Me gustaba mucho el terror y vivirlo con tanta intensidad a través de las palabras era una experiencia mucho mejor que ver una película. Cuando entre a la secundaria los grandes títulos no faltaron. El más conocido, cliché y rememorado por muchos: “El periquillos Sarniento”. Era un libro que formaba parte de las bibliotecas escolares y no sé porque razón me hice con tantas ediciones, así que no me quedo otra opción que leerlo. Me gusto bastante, fue una lectura amena, sencilla y divertida que no esperaba disfrutar tanto. Los títulos que leí después, no los recuerdo, eran mayormente cuentos cortos para niños. Aquí abriré (nuevamente) un pequeño paréntesis para relatar mi experiencia con los libros que no marcaron mi vida, sino que marcaron un antes y un después en mi existencia. Tenía catorce años cuando conocí (por asares del destino que obviare relatar) “La saga Crepúsculo”. Eran unos libros que me hacían reír, me hacían rabiar, me pasaba horas analizando las acciones de los personajes y deseando ser ellos. Cada libro lo leí en un periodo de tres días, la lectura me envolvía tanto que lo que ocurriese en la vida real me llegaba a resultaba insignificante. El descubrimiento de Crepúsculo trajo consigo la motivación por escribir, por expresarme a través de las palabras. La Literatura no solo se trata de leer y leer, también existe esta otra parte de creación donde sucede la verdadera magia, que es la escritura. Toda persona que se jacte de ser un buen lector, debería jactarse también de ser un buen escritor. Yo no me atribuyo ninguno de estos títulos, simplemente amo hacer las dos cosas aunque no sea la mejor en ello, me apasiona y eso es lo indispensable. Mientras seguía leyendo también seguía escribiendo. Fue en Marzo del 2016 cuando descubrí lo que se pudiese considerar una red social para escritores y lectores, llamada Wattpad. En esta aplicación, podías encontrar un sinfín de historias redactadas por escritores amateur. Al inicio solo me entretenía leyendo, hubo muchas lecturas que llamaron mi atención y comprendí que no es necesario comprar un montón de libros, pues hay alternativas igual de valiosas para leer y que literalmente no cuestan nada. Conforme fui indagando en la aplicación algo me motivo para publicar lo que escribía, no era digno de leerse ya que solo tenía


16 años y mi prosa era ridícula, pero eso no evito que lo diera a conocer. Mis historias se basaban mayormente en fanfictions de artistas (he ahí su ridiculez) muy mal redactados. Podría decirse que Wattpad también fue un parte aguas en mi vida. Es una aplicación que me ha acompañado en diferentes etapas de esta y siempre permanezco leyendo en ella simultáneamente con otros libros en físico. Cuando cumplí los 18 años, y llego el momento de elegir qué era lo que quería estudiar, mi tercera opción y ultima a tomar en cuenta fue; Licenciatura en Letras. Deseaba inmiscuirme aún más en el mundo literario, ya no como una afición sino como una profesión. La razón del porque estaba hasta el final de mis intenciones, se debía a que consideraba que no era un estudio con el cual se pudiese tener un trabajo estable. El campo laboral, al menos en México, es muy escaso y sabía que al final terminaría siendo maestra y no publicando un libro como lo tenía previsto, por lo cual, decidí estudiar algo dirigido netamente al magisterio, cosa de la cual no me arrepiento. En la época actual ya con 21 años, mis gustos literarios han cambiado bastante. He tenido bloqueos lectores donde he parado de leer por meses, pero siempre lo retomo, y es que en realidad nunca lo abandono definitivamente, como ya mencione Wattpad es una aplicación que nunca he dejado de tener en consideración. Sigo intentando escribir y más importante aun intentando terminar las ideas que comienzo, pero me he dado cuenta que no solo basta con tener intenciones de redactar algo, todo va más allá y al final ya no eres tu quien maneja la historia sino al contrario ella te maneja a ti, lo que dificulta darle la dirección que se había previsto. Tengo la esperanza de llegar a crear algo grande, causar en las personas la mitad de sensaciones que muchos libros aun causados en mí, no será en el tiempo actual al menos. Por el momento, solo soy una aficionada que goza del placer de plasmar en palabras lo que no puede expresar oralmente. Para finalizar, el siguiente párrafo describe lo que para mí es la Literatura: Me he dado cuenta que la Literatura tiene efectos sedantes ante la vida dolorosa, te envuelve tanto y tan bien que la ficción se entre cruza con la realidad. Cierras el libro, paras la escritura pero tu mente, corazón y alma se quedan flotando en aquel mundo alterno que es meramente fantasioso.


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