​ Estudio sociológico: Jóvenes, Participación y Asociacionismo

Page 92

Los jóvenes que participan en asociaciones convivenciales: Exponen muy poca confianza en el sentido y el resultado de las movilizaciones. Se puede apuntar que, con carácter general, desde esta posición, “la manifestación como protesta no funciona”. En este sentido, su opinión respecto al 15M es clara: “está diluyéndose…”. “ Además del 15 M, he visto muchos que llegaron a hablar con los Ministros de… de Educación, de Sanidad… y, al final, las cosas que protestaban eran pequeñas cosas y son casos apartados..” (G-AC). Queda por ver si esta opinión es el resultado de una percepción previa positiva que se ha demostrado falsa, o si era su opinión desde el principio. Lo segundo dejaría a los miembros de este grupo (ciertamente numeroso) en una especie de “limbo” de la participación, ya que no entenderían la pertenencia a sus asociaciones (convivenciales) como participación, pero tampoco avalarían las movilizaciones. Los jóvenes que participan en movimientos informales: En este caso nos encontramos con la visión más “pura” acerca de la movilización, ya que es precisamente la dimensión de la protesta ciudadana lo que identifica a sus miembros como grupo. De hecho, los participantes en este grupo tienen una experiencia reciente de movilización continua, formando parte de muchas de las manifestaciones, acampadas, etc. que se han celebrado en los últimos años de recortes. Sin embargo (o quizás por ello), su experiencia, es percibida en parte en términos de “fracaso”. Esta percepción, les hace presentar este tema de una forma un tanto paradójica: ven necesarias las movilizaciones (es decir, se ven necesarios a sí mismos), pero no acaban de percibirlas como la solución, dado el poco éxito (de resultados, pero también de implicación de más gente) que consideran han alcanzado. Estas reflexiones les conducen, en un momento, a percibir las manifestaciones como absurdas, y, en general, los movimientos sociales (incluyendo las asociaciones) como patéticos. Para ellos, la salida más óptima es respuesta personal e intimista (como las eco-aldeas), es decir, a modo de una huida del sistema. Quizás estemos asistiendo a una nueva etapa histórica en la que las personas jóvenes más activas que han protagonizado (aunque quizás no visibles desde un punto de vista mediático) las movilizaciones más recientes, se sienten “traicionadas” por su entorno (los demás jóvenes, las asociaciones más alternativas) y se produce un abandono de la escena participativa, dejando el campo abierto a otras mediaciones más institucionalizadas, en las que no consiguen integrarse. Los jóvenes que no participan: En general, los jóvenes que no participan, valoran muy negativamente cualquier atisbo de movilización. De hecho, en un momento dado, al ser preguntados por las huelgas manifiestan que no tienen ningún sentido y que son contraproducentes.

90

JÓVENES, PARTICIPACIÓN Y ASOCIACIONISMO


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.