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XIV. PROPUESTA DEONTOLÓGICA DEL MODELO SOCIOCRÍTICO-FORMATIVO
from MSF
XIV. PROPUESTA DEONTOLÓGICA DEL MODELO SOCIOCRÍTICOFORMATIVO
La propuesta del modelo sociocrítico-formativo, se sostienen en las bases sustanciales siguientes: la formación de profesionales con valores éticos,
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el fortalecimiento de la identidad histórico-social y cultural de la sociedad guatemalteca,
el reconocimiento de interculturalidad y multiculturalidad, en el marco de la diversidad,
la promoción de estrategias educativas para el desarrollo de la personalidad del estudiante, en beneficio de sí mismo y de los grupos en que comparte e interactúa,
El desarrollo de habilidades de liderazgo democrático,
La integración efectiva de los aprendizajes al desarrollo educativo de los sectores laborales,
El diseño y ejecución de procesos pedagógicos y administrativos con enfoques multidisciplinarios,
El fortalecimiento de la proyección social de la Facultad de Humanidades en áreas vulnerables que aún acusan carencias estructurales,
El planteamiento, estudio y solución de los problemas socioeducativos nacionales.
El curriculum que se privilegia es aquel que articula conocimientos universales, conocimientos profesionales y experiencias laborales. Se propone con ello reconocer y profundizar en las necesidades y problemas de la realidad social. A la capacidad de comprender científicamente la realidad se vincula la capacidad constructiva, el conocimiento teórico-práctico, pero también la cooperación y la solidaridad. Son conocimientos y valores trascendentes que deberán definir la esencia del diseño en el campo de las humanidades. La formación ética profesional, la formación para el trabajo y la formación para vivir en sociedad se perfilan como guías conductoras en el diseño de la Pedagogía y la Administración, como se explica,
la formación está asociada a la capacidad que pueda alcanzar el estudiante para actuar con autonomía y crecer en el plano físico intelectual y afectivo,
la educación para el trabajo corresponde al conjunto de estructuras para desempeñarse en la generación de bienes materiales e intangibles que requiere la sociedad. Forman parte de este conjunto las capacidades técnicas, las habilidades intelectuales, los buenos hábitos de cumplimiento y desempeño laboral, así como la capacidad para ser reflexivo y crítico frente a la práctica productiva,
La formación social está asociada al comportamiento en los diversos niveles que el estudiante deberá interactuar. Va desde el ámbito familiar, hasta la participación comunitaria. La formación profesional, en particular, deberá estar definida en: Un profesor creativo, innovador, objetivo, receptivo, flexible, democrático, teórico práctico, emprendedor, íntegro, coordinador y comunitario,
Un estudiante, investigador, intuitivo, creativo, receptivo, activo, responsable, ético, perceptivo, sensible y comprometido,
Un contenido interdisciplinario, formativo, real, actualizado, significativo y mediado, que propicie la reflexión y la búsqueda,
Una estrategia metodológica incentivadora, activa, autónoma, creativa, flexible, integradora, teórico-práctica y democrática. (Block & Aguilar, 1992, págs. 97-100)
Con estos criterios, el modelo sociocrítico-formativo toma como referencia los modelos curriculares históricos, como el psicologista, el academicista, tecnológico, el socio-reconstruccionista y el andragógico como sigue, Del modelo psicologista, porque se expresa desde el punto de vista de las diferencias individuales, en cuanto a ritmos y rezagos de aprendizaje,
Del modelo academicista-intelectualista, porque responde a la valoración de la herencia cultural sistematizada y de los soportes teóricos fundamentales,
Del modelo sociocrítico-formativo, porque incorpora las tecnologías de la información y de la comunicación,