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V. VISIÓN DEL MODELO SOCIOCRÍTICO- FORMATIVO

Según el gráfico anterior, el modelo sociocrítico-formativo seleccionado posee una caracterización compleja integradora, fundamentada en la globalización y en la interacción. La particularidad del modelo es que da respuestas a las características del sistema social e histórico en donde se desarrollan las prácticas pedagógicas. Específicamente, se centra en las condiciones del contexto, en las problemáticas diversas y en la realidad en que viven los guatemaltecos y guatemaltecas en su práctica cotidiana.

V. VISIÓN DEL MODELO SOCIOCRÍTICO- FORMATIVO

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La visión del modelo esta sustentación tiene varias razones. En los primeros años del presente siglo, la Facultad ha tenido, como principal desafío, responder a una realidad compleja que le presenta la sociedad guatemalteca actual. Ello demanda, objetivamente, la construcción de propuestas curriculares y contextualizadas, con el soporte de investigaciones estructurales la docencia, la extensión y la gestión, en sus vinculaciones sociales.

El desafío institucional, exige la preparación de profesores, la formación científicometodológica de los estudiantes, mediante la estructuración de acciones constructivas de aprendizaje y emprendimiento, y la definición axiológica de actitudes y valores, en estrecha interacción con el medio natural y social. La Facultad de Humanidades, en este marco, concreta su finalidad específica en la formación de estudiantes con alto sentido humanista, ético y solidario. El requerimiento del modelo, para responder a este desafío, constituye la propuesta de una ética que proponga las condiciones y los comportamientos que postulen conductas solidarias en la creación de una civilización que estimule el desarrollo comunitario, que fortalezca la conciencia y la responsabilidad humana, en el desarrollo sustentable y armónico. (Casares Arrangois, 2001, pág. 75) La finalidad del modelo curricular es hacer realidad la autorrealización personal, desde el proyecto ético de vida, en que los estudiantes puedan desempeñar como seres humanos, responsables en diferentes situaciones y contextos de la vida profesional, social y laboral. El modelo de aprendizaje sociocrítico-formativo se define en un marco de reflexiónacción, que pretende generar las condiciones pedagógicas esenciales, en la formación de personas éticas e integrales para afrontar los desafíos actuales. En la actualidad, ante un nuevo tipo de sociedad que gira entre la basta información, los graves problemas de la sociedad guatemalteca, la falta de sentido por la vida, y la destrucción masiva del ambiente, se hace imprescindible realizar algunos cambios en los procesos formativos, a partir de las visiones siguientes: a. una visión colectiva que movilice la reflexión de la comunidad educativa;

b. una visión que desarrolle la conciencia de los grandes riesgos a que estamos sometidos; c. una visión problematizadora de la realidad.

El modelo es similar a otros enfoques, en aspectos como funciones de eficiencia y desempeño (funcionalismo); el desarrollo de la conducta observable (conductismo); énfasis en el desarrollo de la tecnología (tecnológico); en el manejo de las diferencias individuales (psicologismo); en la primacía de la utilidad como criterio básico (utilitarismo); Teoría del aprendizaje significativo (constructivismo en el aula); postura dominante del contenido (intelectualismo); también refuerzocondicionamiento-interacción entorno de Albert Bandura; vinculación inteligenciadesarrollo cognitivo, Gean Piaget y la teoría del estímulo-respuesta y procesamiento de la información de Robert Gagne y la teoría de la complejidad de Morin.

La visión profunda del modelo sociocrítico formativo radica fundamentalmente en la formación de un ser humano sensible, solidario, ético, autónomo, crítico y emprendedor, y con una profunda conciencia social. Esto constituye una encomienda del humanismo, en la valoración de la dignidad humana, que potencialice los poderes ocultos de la persona, en su poder de razonamiento, en su independencia de juicio y autocontrol.

El modelo, no se opone al desarrollo del intelectualismo, ni a la memoria; por el contrario, trata de incorporar y recrear lo más significativo y trascendente; que potencialice capacidades intelectivas, necesarias para comprender multitud de aprendizajes simbólicos.

Esta perspectiva crítica nos presenta, no sólo un lenguaje de crítica, sino también un lenguaje de posibilidades, en donde los actores participan con sus estudiantes, es la reflexión de sus propias vivencias y acciones. Estas vivencias se enriquecen a través de nuevos aprendizajes, lo que resulta de nuevas estructuras cognitivas, a partir de conexiones con el ambiente social. (Vigostsky, 1993, pág. 1) El modelo sociocrítico-formativo como lo expreso Paulo Freire, los estudiantes desarrollan sus capacidades cognitivas, en torno a las necesidades sociales de la comunidad y de la escuela. Ello en la totalidad de lo aprendido, y las prácticas continuas de la argumentación y la autorreflexión. Pero el modelo no aísla la vinculación de la teoría y la práctica, sistematizar el conocimiento integrado y liberar al ser humano de prejuicios y estereotipos. La relación de la teoría y la práctica recupera, como lo señala Freire, el sentido de la propia vida y analiza, mediante la reflexión en común con otros seres humanos de

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