Managementsociety

Page 48

Por Alberto Andreu Pinillos, Global Chief Reputation and Sustainability Manager de Telefónica y profesor asociado del IE Business School & IE University

¿hasta donde Están sobrevaloradas las ideas? Una idea, para que sea mucho más que eso -una idea- ha de rodar y pasar por muchas etapas. Necesita su período de incubación, de crecimiento, de maduración, de explosión y, si es necesario, de autodestrucción.

L

a frase no es mía, pero la suscribo: “Las ideas están sobrevaloradas”. Aun reconociendo que sin una idea de partida no hay plan que seguir, lo cierto es que una idea, para que sea mucho más que eso -una idea- ha de rodar y pasar por muchas etapas. Igual que una persona necesita nueve meses de gestación y toda la vida para desarrollarse, una idea también necesita su periodo de incubación, de crecimiento, de maduración, de explosión y, si es necesario, de autodestrucción. Por eso creo que las ideas están sobrevaloradas. Ahí van los cinco motivos que explican por qué.

48

1. Una idea sola, aislada, no vale. Para que sea algo más que una idea tiene que tener en su ADN el potencial de algo más grande, de una visión, de un concepto, de un mundo de posibilidades casi infinito (si se me permite esa expresión). Pensemos, por ejemplo, en Facebook: lo que surgió como un directorio de universitarios, podría llegar a convertirse en el sistema de comunicación del siglo XXI, en palabras de su creador, Mark Zuckerberg. O pensemos en Red Bull: lo que empezó como una bebida energética, ya tenía el potencial de convertirse en un concepto global vinculado al desafío de los límites.

O pensemos en Star Wars: donde algunos vieron sólo una película de espacio (y la rechazaron como tal) George Lucas vio un universo que contar, casi tan inmenso como el “Señor de los Anillos” de Tolkien. O pensemos, por último, en J.K Rowling: lo que nació como un cuento para leer a sus hijos, le ha llevado a ser la primera fortuna del Reino Unido gracias a la construcción de un mundo maravilloso asociado a la magia. 2. Una idea no es nada sin un plan de ejecución. Para que una idea pase del potencial (por grande que sea) necesita plasmarse en un proyecto concreto. Esto significa definir un cronograma, establecer objetivos e hitos a corto, medio y largo plazo. Significa también definir planes de contingencia (qué pasa si no logró estos u otros objetivos), árboles de decisiones con varias rutas alternativas que seguir y, sobre todo, mucha programación y constancia. 3. Una idea no es nada si no se eres capaz de “vendérsela” a los demás (por lo general a inversores o a tus jefes). Si quieres montar una empresa, a menos que seas rico y dispongas de financiación propia (que no es algo muy común) no te queda más remedio que convencer a otros para conseguir fondos


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.