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Rafa Chacón, se nos fue un maestro Juan José Cabezas Martínez Cofrade Mayor: Rafael Chacón Villafranca
Alondras y Ruiseñores Revista anual de la Cofradía Servita de Mª Stma. de los Dolores. Puente Genil, 2008
RAFA CHACÓN, SE NOS FUE UN MAESTRO
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Juan José Cabezas Martínez
Hoy mientras escribo estas líneas, como en el día de su muerte, mi cuerpo se paraliza incrédulo por un trágico pesar en mi corazón, no me acostumbro y pienso, que es un mal sueño, ya que al mismo tiempo fluyen a mi cabeza, sentimientos y vivencias junto a él que difícilmente soy capaz de explicar ni comprender ahora que ya no esta, pero que necesito plasmar aquí como agradecimiento eterno por todo cuanto nos enseño. Si tuviese que destacar algo de él seria muy difícil no resaltar su calidad humana como persona para nosotros Rafa Chacón fue un padre cofrade, un amigo y un gran maestro de la vida. Durante ya hace mas de 20 años, el se encargo de enseñarnos a querer a Maria Santísima, como ya desde tiempo atrás lo hacia su familia, con igual pasión y cariño que un padre cuida y explica a su hijo, con la sencillez y paciencia necesaria para mostrarle el camino a seguir, siempre de la mano y observando como la vida pasaba haciendo de los niños, padres de familia y cogiendo el relevo generacional de un gran cofrade como fue él. Durante estos primeros años tuvo la difícil tarea de fusionar juventud y empuje de “sus niños”, así se refería a nosotros de manera orgullosa, en el seno de una gran cofradía pero con una media de edad avanzada. Los comienzos no fueron un camino de rosas; mezcla explosiva con dos formas diferentes de pensar, ver y vivir nuestra Semana Santa que hizo que algunos de aquellos jóvenes rebeldes, entre los que me incluyo, no entendían el peso de la tradición y de esta cofradía, pretendiendo dar cambios sin sentido por querer ser de la noche a la mañana actores principales de una Semana Santa tan importante y señera como la nuestra….Allí, siempre estaba Rafa, con su tranquilidad, su gran sonrisa, su voz, capaz de calmar, transmitir y contagiar a todos con su vitalidad, talante propio de un conciliador de la vida, sabedor de que todo pasa y convencido de que reconducir ese empuje transmitiría la fuerza y vitalidad necesaria para hacer brotar sabia nueva reforzando unos pilares debilitados por la edad, puesto que sabia que mayores y jóvenes teníamos un enorme punto en común, el amor a Maria Santísima de los Dolores.


La Semana Santa ha perdido un gran manantero, de esos que desde las sombras mueven algunos hilos y engrandecen, nuestra Semana mayor y Puente Genil ha perdido una mejor persona, todos cuantos lo conocimos y pudimos disfrutar de su compañía podemos dar fe de ello, su huella en nuestro corazones perdurara para siempre. Vaya desde aquí nuestro más humilde homenaje de tu Primero de los Dolores a quien dejas huérfano y que tanto te debe. ¡Allá donde estés, un abrazo!

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