Humildad y Dolores, nº 4 (2017)

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Portada: Juan M. Marchal Rosales, 2017 Boletín informativo núm. 4 Septiembre 2017 Edita: MUY ANTIGUA HERMANDAD DEL SEÑOR DE LA HUMILDAD Y MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES humildad.alcala@gmail.com http://fb.me/humildad.alcalalareal http://instagr.am/humildadydolores Coordinación: Francisco Toro Peinado Domingo Murcia Rosales Francisco Toro Ceballos Juan Manuel Marchal Rosales Diseño: Juan Manuel Marchal Rosales

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SUMARIO Saluda del Obispo Amadeo Rodríguez Magro

Saluda del Capellán Juan Ramón Gómez López

Saluda de la Hermana Mayor Elisabeth Luque de la Rosa

Saluda de la Unión Local de la Cofradías Antonio Hidalgo Rueda

Programa de Actos


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Carmen Juan Lovera y la intrahistoria de dos publicaciones Mª Carmen Muñiz Lavers

Antonio Ramón Navas: un hombre de Cofradía Enrique Cobaleda

Impresiones Jorge Gallego Luque-Romero

Nuestro homenaje a: Pepe Castillo Miguel Siles Reyna

Un redoble color púrpura Luis A. Alcaide López

Mesa variada. Un año en imágenes Juan M. Marchal Rosales

Notas sobre la Mantilla española Ana Toro Peinado

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La capilla del Santo Cristo de la Columna o del Stmo. Sacramento Antonio Heredia Rufián

El altar privilegiado del Cristo de la Humildad Domingo Murcia Rosales

La Capilla de la Santa Rosa, hoy del Señor de la Humildad

Domingo Murcia Rosales

Consolación: Santuario del Cristo de la Humildad Domingo Murcia Rosales

El Cristo de la Expiración y su capilla Domingo Murcia Rosales

Cautivado por el Señor de la Humildad

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Fermín J. Madrigal Peláez

Estatutos de mano Lista de Hermanos Colaboradores


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SALUDA AL OBISPO

La Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad y Mª Stma. de los Dolores saluda al Obispo de la Diócesis de Jaén, D. Amadeo Rodríguez Magro, y aprovecha la celebración de su festividad de los ‘Dolores de la Virgen’ para transmitirle sus consideraciones más distinguidas.

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SALUDA DEL CAPELLÁN

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JUAN RAMÓN GÓMEZ LÓPEZ | Capellán de la Hermandad Queridos hermanos cofrades del Señor de la Humildad: En primer lugar quiero saludaros con especial afecto desde las páginas de esta publicación que ve la luz un septiembre más, cuando vamos a celebrar la fiesta del Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores. Ambos, Cristo desde la cruz y María junto a ella, son signo del amor de Dios Padre que, entregando a su Hijo, quiere reconciliar a toda la humanidad consigo mismo y entre ella. Y, a propósito de esto y pensando el tema que tratar en este escrito, echo mano de un acontecimiento que la Iglesia, concretamente las diócesis de Castilla y León llevan desarrollando casi treinta años. Me refiero a las exposiciones “Las edades del hombre”, que, en la presente edición, tiene lugar en la villa segoviana de Cuéllar, bajo el expresivo título de “Reconciliare”. Como suele suceder en todas ellas, desde 1988, no se trata sólo de admirar diversas obras de arte, sino de que las mismas formen parte de un itinerario temático que lleva al visitante a ir más allá, a profundizar en una dimensión concreta que le afecta y que le anima a tomar parte en el contenido. En esta ocasión éste es el de la Reconciliación. Esta acción o actitud, aunque presente a lo largo de toda la historia de la humanidad, no ha perdido su actualidad ni ha sido superada. A menudo comprobamos cómo a pesar de estar ya en el siglo XXI, que para la inmensa mayoría es símbolo de progresos y avances en todos los sentidos, pervive la urgente necesidad de potenciar la reconciliación entre naciones, culturas, individuos, e incluso confesiones religiosas. La experiencia del siglo XX, marcado por las dos guerras mundiales, entre otras, y los esfuerzos por superarlas que se hicieron posteriormente, deberían haber servido para aprender y permanecer en esa actitud reconciliadora. Sin embargo, todos los días tenemos noticias de cómo constantemente esto no es así. Qué respuesta podemos dar nosotros los cristianos a esta cuestión. Sin duda esa respuesta es Dios y su Hijo Jesucristo. Dios, que ya desde que surge el pecado sobre la tierra con Adán y Eva muestra su promesa de perdón y misericordia, no sólo en ellos, sino a lo largo de todo el Antiguo Testamento, cuando los diversos personajes y el mismo pueblo de Israel pecó y se apartó de Dios creando división y discordias, siempre estuvo dispuesto a la reconciliación para ser ejemplo y motor. SEPTIEMBRE, 2017


6 Pero fue sobre todo a través de Jesucristo, cuando definitivamente ofreció la reconciliación a toda la humanidad. Recordemos, por ejemplo, su actitud de perdón con la mujer pecadora, con Zaqueo o la expresada en las parábolas del hijo pródigo y de la oveja perdida.Toda su existencia está marcada por el perdón y por ser modelo de reconciliación, pero especialmente la cruz es el lugar desde donde, a través de su entrega suprema, reconcilia consigo cielo y tierra. Jesucristo es, en definitiva, el buen pastor que dando la vida por sus ovejas nos muestra el camino a seguir. Pero Jesucristo ha querido que fuera su Iglesia la que perpetuase su obra de reconciliación a través de la historia y por eso cada uno de los que pertenecemos a ella estamos llamados a continuar el camino iniciado por Él. Partiendo de nuestra experiencia de reconciliación, a través del sacramento del mismo nombre, que la Iglesia ha dispuesto para recibir el perdón de los pecados, podemos experimentar la misericordia de Dios para también poder perdonar y acoger a los que nos han ofendido. Un cofrade, que no es más que un bautizado que se toma en serio su condición de cristiano y la vive desde su vinculación y devoción a unas imágenes sagradas, está llamado a vivir la reconciliación en el seno de su cofradía o hermandad y a fomentar el encuentro y la convivencia pacífica en el seno de nuestra Iglesia y de la sociedad. Que Jesucristo y María, titulares de vuestra hermandad, nos concedan vivir de esta manera.

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SALUDA DE LA HERMANA MAYOR

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ELISABETH LUQUE DE LA ROSA | Hermana Mayor Cuando llega septiembre, viene otro momento emocionante para los hermanos de la Humildad. Llega la festividad de la Exaltación de la Cruz y de los Dolores de la Virgen, que aprovechamos anualmente para estar más cerca de nuestros titulares y celebrar una jornada de culto, convivencia y fraternidad. Son instantes que aprovechamos para agradecerles y pedirles que nos ayuden durante todo el año y nos den ánimo para sobrellevar los problemas y dificultades de cada día, a la vez que les rogamos favor y constancia para seguir adelante unidos y bajo el dosel de nuestra querida Hermandad. Como es tradicional, la cofradía ha editado este boletín número cuatro de “Humildad y Dolores”, con el que queremos dar a conocer parte de nuestra historia, así como las curiosidades y aspectos del día a día de esta institución centenaria, dando voz a todas las personas que han querido colaborar, ofreciendo su opinión o conocimiento. A todas ellas quiero transmitir mi más sincero agradecimiento. Como es tradicional, el homenaje de este año, que se llevará a cabo durante la cena de hermandad, será para nuestro hermano Antonio Ramón Navas Sánchez, gran persona, comprometida y leal desde hace muchos años con nuestra hermandad, que ha sabido transmitir su devoción al Señor de la Humildad y a la Virgen de los Dolores a toda su familia. A título personal me gustaría agradecer lo que cada día hace por nuestra cofradía, y, más aún, porque lo realiza sin esperar méritos o reconocimientos. Todo lo que trabaja, toda su entrega, la hace de forma anónima, sin esperar recompensa. Me gustaría también mencionar a todas las personas que han querido colaborar para ofrecer su opinión o conocimiento en este boletín. Citarlas una por una desbordaría nuestro propósito. Pero sería injusta si no les transmitiera desde aquí mi más sincero agradecimiento. Os animo, pues, a que asistáis a los actos que con tanto cariño y esmero preparamos todos los años para nuestra fiesta cofrade y a que disfrutemos juntos en este hermoso día de hermandad. Un saludo cordial.

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SALUDA DE LA UNIÓN LOCAL

de Cofradías y Hermandades

ANTONIO HIDALGO RUEDA| Presidente Otro año más, llegado el mes de septiembre -en concreto el tercer viernes del mes- volvemos a encontrarnos para conmemorar un día grande dentro de la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores: la celebración de los actos en honor al Cristo de la Expiración, imagen que cuenta con muchos devotos en nuestra localidad, que diariamente la visitan para rezarle y expresar la fe y admiración que sienten por esta bella imagen del Crucificado. Quiero aprovechar la oportunidad que se me brinda, para dedicar unas palabras a los hermanos y devotos del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores. Sean para ellos días de gozo, felicidad y convivencia. Es en estos momentos donde la palabra Hermandad toma su significado más explícito. Animar desde aquí a su Hermana Mayor, así como al resto de la Junta Directiva y hermanos, a continuar con su labor como hasta ahora, trabajando por la hermandad y por aquellos que más lo necesitan. Mi gratitud, por dejarme escribir estas palabras, así como de hacerme participe de los actos que van a celebarse. Que tengan en nuestra Unión un referente donde encontrar el respaldo que les conforte en todo momento.

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RECONOCIMIENTO

Carmen Juan Lovera y la intrahistoria de dos publicaciones de la Hermandad del Señor de la Humildad Mª Carmen Muñiz Lavers

Asociación Cultural ‘Enrique Toral y Pilar Soler’ Hablar de Carmen Juan resulta muy difícil sin caer en la reiteración: muy buena persona, fiel, amable, cariñosa, alegre, tímida, generosa, religiosa, sabia, historiadora, archivera, investigadora… y un sinfín de calificativos, todos ellos positivos. Sobre ella se ha escrito en numerosas ocasiones, por lo que vamos a centrarnos en su relación con la Hermandad del Señor de la Humildad y dos obras principales para el Patrimonio Cultural de Alcalá la Real, que tuvo a bien publicar bajo el auspicio de dicha cofradía. Se trata de “Alcalá la Real. Guía de la ciudad y sus monumentos”, primera de la ciudad, y “Colección Diplomática Medieval de Alcalá la Real”. Con el fin de ser fieles a los entresijos y vicisitudes que tuvieron lugar antes y después de dichas publicaciones, visitamos a Carmen en su casa, el pasado sábado, 12 de agosto, evidenciando una memoria envidiable. Los datos que nos ha aportado han hecho posible lo que a continuación relataremos, junto con los recuerdos de Francisco Toro, Miguel Siles y las noticias del libro de actas de la hermandad. Carmen Juan se hizo hermana del Señor de la Humildad en mayo de 1983, con el número 67, en la nueva reorganización de la Cofradía. Afirma que siendo niña, su padre también se hizo hermano, quizá a instancias de algún amigo, aunque salió sólo una vez en la procesión. Recuerda la capa roja en su casa y la devoción que su madre tenía al Señor de la Humildad y a la Virgen de los Dolores. Su vinculación con nuestra cofradía se hizo más firme cuando Francisco Toro Ceballos entró a trabajar con ella, en noviembre de 1982. Inicialmente lo destinaron bajo sus órdenes, con el objeto de ayudarla en el traslado de los libros desde los bajos del Ayuntamiento hasta la nueva sede de la biblioteca, en la calle Antonio Machado, que se inauguró el 23 de febrero de 1983. Pero, terminado el traslado, permaneció junto a ella hasta la fecha. Esta relación profesional, que en poco tiempo se transformaría en amistad incondicional, propició que Paco Toro conociera la existencia de la Guía y de la Colección Diplomática, proponiendo, en ambos casos, su publicación por la Hermandad. Pero entremos en materia y conozcamos las entrañas de estas dos grandes obras: Miguel Sánchez Cañete, siendo alcalde de Alcalá la Real, había solicitado varias veces a Carmen que hiciera una guía de esta ciudad y sus monumentos. Ella le presentó varios proyectos, hechos, HUMILDAD Y DOLORES, 4


13 como era habitual en ella, a mano, que luego le pasaba Pepe Bermúdez, a máquina. Dichos trabajos los ampliaba o reducía según le indicaban, pero nunca vieron la luz y se quedaron dormidos en los cajones de su despacho, dentro de sus carpetas azules de gomillas, junto con numerosos sobres en los que clasificó las fotos que recopiló para ello. No volverán a salir hasta que Paco Toro tuvo conocimiento de su existencia. En ese momento era hermano mayor de la Hermandad y propuso a algunos miembros su publicación, que lo aceptaron de inmediato. Hay que señalar que, en el momento en que se hizo realidad, era hermano mayor Pedro Amelio Villegas. Paco era Presidente de la Agrupación de Cofradías. El pago de la edición lo realizó Carmen Juan, a fondo perdido, cediendo los beneficios por su venta a la Hermandad. El coste de dicha edición rondó las 200.000 ptas. de la época. Este libro supuso la primera publicación de Carmen y la primera sobre la historia y los monumentos de Alcalá la Real, después de la obra de Guardia Castellano. Se quiso presentar el libro para las fiestas de la Virgen de 1984, pero por un problema técnico no pudo ser. Sin embargo, para no perder la ocasión, se organizó una exposición en un bajo del Llanillo, en la casa de los Utrilla, frente a Palacio Abacial, que era propiedad de doña Elia Utrilla Serrano, conseguido por mediación de su sobrino, Miguel Siles. En dicha exposición se exhibieron las fotografías que guardaba Carmen Juan con el proyecto de guía y que no fueron incluidas en la edición. Aprovechando la muestra, además de dar por presentada la obra, se anotaban los interesados, que daban una señal de reserva de la misma. La información contenida en el libro de actas nos proporciona datos que habíamos olvidado completamente, como el del 1 agosto de 1984: “Instalar un stand para la propaganda y comercialización de la guía. Se adornará con paneles de las actividades, recortes de prensa, fotos y todo el material de la edición. Permanecerá abierto todo el mes.” Es posible que la edición estuviera para el día 8, por lo que el acto de presentación podría ser el 10 ó 12, y lo haría Carmen Sánchez Cañete Oria, persona altamente cualificada, amiga de la autora, y profesora titular de Literatura. El acto lo presidiría el alcalde y el presidente de la Agrupación de Cofradías. Tendría la palabra esta Esclavitud, la presentadora, la autora y unas palabras de don José Marañón Barrio. Finalmente, se ofrecería una copa de vino español. El Teniente Hermano Mayor puso en conocimiento que en el Banco Granada se había abierto una cuenta corriente, nº 1365, para la gestión económica relacionada con la edición, fundamentalmente para mantener en el anonimato la persona que tan generosamente había prestado la enorme cantidad de dinero que era necesaria. El 19 septiembre de 1984, se hizo un balance de ejemplares vendidos, que hasta el momento era de 302. Los puntos de venta fueron la biblioteca y el establecimiento de Pablo Aguilera, “que generosamente se ha ofrecido a ello”. El 31 de marzo de 1985 se otorgó la insignia de plata a doña Carmen Juan Lovera, distinción que se hacía al hermano que durante cada ejercicio destacaba notablemente. Fue aprobado SEPTIEMBRE, 2017


14 por unanimidad, añadiendo que con “total desinterés ha facilitado no sólo el texto de la guía, sino también algunas fotos, su constante animación y sus oportunas gestiones en los asuntos tocantes a la edición”. El 20 de abril se indicaba que aún quedaban algunos ejemplares por vender. Si se vendían todos, “que parece muy posible”, daría un beneficio de 170.000 pesetas. El 30 de julio se informó que se habían celebrado en nuestra ciudad los IV Juegos Provinciales de Deporte Especial y que la cofradía donó dieciséis guías para cada uno de los centros participantes. Además, se dio cuenta de que ya estaba pagada la edición, y que descontando los gastos de publicidad y los ejemplares que se habían donado, los beneficios podrían suponer unas 120.000 pesetas. “Actualmente se están vendiendo unas tres guías diarias, aunque aún queda por vender cerca de cuatrocientas. Se acuerda para agilizar la venta poner una mesa en el Llanillo por la mañana y por la tarde en el Paseo.” El 31 de octubre aún quedaban doscientas setenta y seis ejemplares. El 22 de agosto se vendieron setenta y una guías al Ayuntamiento, por un precio de treinta y cinco mil pesetas. El 8 de mayo de 1987, se indicaba que las guías que quedaban, se vendieran a quinientas pesetas, y no a cuatrocientas, su precio inicial, y que se hiciera un esfuerzo por vender las que aún quedarían. Esta es la última noticia que hay en actas sobre esta publicación.

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15 Lo que se ganó con la venta, sobre ciento veinte mil pesetas, quedó para la Asociación Benéfica del Santísimo Cristo de la Expiración, que anualmente concedía una beca a algún estudiante de nuestra ciudad. Además, se daban cursos de informática, los primeros que se dieron en Alcalá, impartidos por Miguel Pasadas; conferencias, conciertos, etcétera. Era una cofradía joven con un marcado carácter cultural. La editorial del libro, quizá escrita por Domingo Murcia, se fechaba en julio de 1984. Los tres planos que aparecen en la obra fueron realizados por Federico Barquero Mesa, entonces delineante de Ayuntamiento, que fecha el del callejero el 23 de enero de 1984. Suponemos que sobre esa fecha realizó el que aparece sobre el término, los caminos, aldeas y, sobre todo, las atalayas existentes hasta el momento, además del plano de la fortaleza de la Mota, en la Alcalá medieval, basado en los datos que Carmen Juan le iba proporcionando. Todo ello con su inseparable rotring. La guía se imprimió ese año 1984 en Artes Gráficas Sociedad Provincial, S.A., que posteriormente fue Soproargra, la imprenta de la Diputación, en la calle Ortega Nieto, nº 3, del Polígono Los Olivares, de Jaén. En aquella época era la mejor imprenta de la provincia, la que tenía mejores medios. Se hizo a propuesta de Paquillo López, el que trabajó en Imprenta La Magdalena. Creemos que se hicieron mil ejemplares. “Alcalá la Real. Guía de la ciudad y sus monumentos”, tiene ciento tres páginas, en blanco y negro, y tres planos plegados. Editorial: Esclavitud del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores. La cubierta, a color, con una foto de José Antonio Aguilera (Josea). En la contraportada, óleo que representa la puerta de los Arcos, de Rafael García Medina, y una fotografía a color tomada desde los Cipreses, por Josea Aguilera. Las fotos interiores, todas en blanco y negro, son de Josea Aguilera, Domingo Murcia, Ramón Piñas, Miguel Siles Murcia, Carmen Juan, José Benavides y Bernardo Jurado. Cerraba el libro una relación bibliográfica y de fuentes utilizadas por Carmen, que resultó muy extensa para la época. El ejemplar que he ojeado para sacar los datos técnicos de la obra, es el que le regaló Carmen Juan a Paco Toro el 26 de octubre de 1985, día que cumplía treinta años como bibliotecaria. Está con varias correcciones a mano, originales de Carmen Juan. Su dedicatoria: “A Paco Toro, con el deseo de que él celebre “bodas de oro” con esta Biblioteca que tanto le debe. / En el día de mi treinta aniversario, con el enorme agradecimiento que se merece y con mucho cariño. Carmen Juan (rubrica). 26 – X – 85.” Si importante fue, y es, la Guía de Alcalá, mucho más lo será la “Colección Diplomática Medieval de Alcalá la Real”, fruto del trabajo de transcripción de documentos del Archivo Histórico Municipal, que realizó durante muchos años. Después de terminar la carrera de Filosofía y Letras, en Sevilla, su profesor don Julio González, que además era archivero, la animó a que investigara cómo estaba el archivo alcalaíno, convencido de la importancia que ello podía suponer, y del que ella desconocía todo. En esos días, le propusieron un trabajo, por el que le pagarían mil pesetas, relacionado con cierta SEPTIEMBRE, 2017


16 documentación sobre un pleito en Priego de Córdoba. En ese momento estaba de Alcalde don Valeriano del Castillo, pero lo sustituía, por enfermedad, el primer teniente, don José Collado, muy amigo de su hermano Rafael. A pesar de ser un concienzudo organizador de todo lo escrito, consideraba que Alcalá no necesitaba una archivera. Pero le cedió a Carmen un espacio en el Ayuntamiento, donde ir colocando los papeles, la habitación baja, donde después estuvo la Biblioteca y actualmente está la recepción del edificio. Era ésta una habitación cerrada, que no se utilizaba, pues se entraba al Ayuntamiento, normalmente, por la calle Braceros, por la casa del portero. En aquel entonces, los documentos se encontraban amontonados, cagados de palomos y gatos y comidos por las ratas, en los graneros altos de Palacio Abacial. Fueron sus grandes amigos, Mercedes y Francisco Bermúdez, trabajadores del Ayuntamiento, los que la llevaron hasta allí. Carmen recuerda con cariño cómo Cecilio y su borriquillo de recogida de basura, le ayudaron en el traslado de la documentación. Cecilio era el marido de una señora que había trabajado durante años en su casa, y cuyas hijas se fueron a vivir a Francia, pero siempre que volvían por Alcalá le traían algún regalo. Poco a poco, en los serones del borrico de Cecilio, los documentos fueron haciendo el camino entre el Palacio Abacial hasta el Consistorio. Una vez allí eran depositados en el suelo de la habitación para ser clasificados, después de limpiarlos. Le habían asignado para ayudarla a Quero, portero municipal, que por su avanzada edad siempre le ponía excusas para agacharse. Le decía que mejor ella, que era más joven. Carmen nos recuerda que en esta habitación estaba el arcón grande, que sirvió de archivo y depósito del dinero consistorial, y que ahora se conserva en la sacristía de la Iglesia Abacial de la Mota. Encima estaba el sable del Lancero, un antiguo municipal. Comenzó a ordenar primero los libros de actas, y luego toda la documentación que encontraba sobre la época medieval, que era lo que más le interesaba. Abría legajos, los limpiaba, y volvía a cerrarlos, ya limpios y con una primera ordenación. Le costó mucho realizar las transcripciones, ya que en la carrera vio poca paleografía. Por eso compró la obra de Floriano Cumbreño, que sería su manual, y que más tarde perdió el seminarista Enrique Pérez, al que se lo había prestado. Carmen recuerda que presentó el primer original de esta obra, sobre los años 70, a un concurso que realizaba la Caja de Ahorros de Granada, que quedó desierto. La presentación no era buena. Recordemos que la realizó con los medios de la época, pasada a máquina antigua por Pepe Bermúdez, siendo el papel utilizado de mala calidad. El presidente del jurado era el profesor Bosque Maurel, al que ella conocía por venir en una ocasión a los exámenes de Reválida. Y dentro del jurado debía encontrarse el profesor Domínguez Ortiz, que le escribió una carta laudatoria, animándola por el magnífico trabajo que había realizado, que él personalmente consideraba merecedor del premio. Éste fue el comienzo de una amistad, que perduró hasta la muerte del profesor y que da fe de ello la correspondencia que Carmen guarda. HUMILDAD Y DOLORES, 4


17 De nuevo abrió sus cajones y dejó en ellos su trabajo aparcado. Aunque hizo uso de algunos datos para sus primeros trabajos científicos, como “Alcalá la Real, la mejor puerta de Castilla a Granada”, y las comunicaciones que presentó al primer Congreso de Historia de Andalucía, o en el Homenaje a don Claudio Sánchez Albornoz, donde comenzó su relación epistolar con el gran historiador. Recién inaugurada la nueva Biblioteca Municipal, en la calle Antonio Machado, dentro del fondo inaugural se encontraba una máquina Canon, eléctrica, que utilizó Paco Toro para pasarle el manuscrito del libro, cuando Carmen decidió desempolvarlo. Tras su publicación, comenzó a recibir gran cantidad de misivas de gente que le escribía para pedirle los libros, o felicitarla, después de asegurar que los habían leído. Recuerda con especial cariño la carta de Enrique Toral, que aseguró tener muy buenas referencias y que deseaba se le remitieran los dos volúmenes, enviando para ello el dinero. En cuanto a la información contenida en los libros de actas de la Hermandad, la primera mención que se hace de la Colección es el 29 de abril de 1988, que se habló de la forma de costearla y de intentar que el Ayuntamiento ayudara en la edición. El 10 de junio se indica que se debía presentar en la primera semana de agosto, para tener los días de la Fiesta de la Virgen para venderlo. El precio de costo de cada ejemplar era de quinientas pesetas. El Ayuntamiento subvencionaría la edición con quinientas mil pesetas y, a cambio, se le darían trescientos ejemplares, para distribuirlos a personas e instituciones de fuera de la ciudad, dejando la venta al público a la Esclavitud. El precio se estableció en mil trescientas pesetas los dos volúmenes. Se hicieron estimaciones de las posibles ganancias, cifrándolas en cuatrocientas diez mil ptas., además del prestigio que la obra otorgaba a la cofradía. El coste de la edición fue de un millón de pesetas. El 31 octubre se informó que ejemplares del Ayuntamiento se habían enviado a universidades y archivos de toda España, con muy buenas críticas. Se acordó que los ejemplares que quisiera comprar la autora se le dejaran a ochocientas pesetas. El 2 de febrero de 1989 se notificaba que la venta de la Colección iba muy mal, pues era un libro muy específico. Se vendieron sólo dos o tres ejemplares a la semana. Se podían adquirir en la Biblioteca Pública, en Librería Don Quijote, donde Chencha ya había vendido cuarenta ejemplares, en casa de Pablo Aguilera, imprenta de Rafael García Medina y en Video Josea. El Ayuntamiento aún no había pagado la subvención, y la Esclavitud estába sin dinero. El 19 de marzo se anunciaba que el Ayuntamiento ya había hecho efectivas las quinientas mil pesetas que había prometido. En ese momento se hizo un recuento de ventas, sólo ciento ochenta ejemplares, y que para terminar de pagar la edición tendrían que venderse al menos ciento noventa más. Los dos volúmenes de la Colección Diplomática Medieval de Alcalá la Real fueron editados por la Esclavitud del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores en 1988, siendo el editor literario Francisco Toro Ceballos. La preparación se realizó en Fotocomposición Lozano y fue impreso en Copistería “La Gioconda”, ambos de Granada. Su contenido es el siguiente: SEPTIEMBRE, 2017


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Volumen I. Transcripción paleográfica de noventa u dos documentos, 1236-1470. Más un apéndice con el documento en el que la reina Isabel comunica a la ciudad de Alcalá la muerte de su hermano Enrique IV, ordenando se levanten pendones por ella y envíen un procurador para la jura. Todos ellos conservados en el Archivo Municipal de Alcalá la Real, bautizado por Carmen Juan como AMAR.

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Volumen 2. Alcalá en la Baja Edad Media, situando los documentos en su contexto histórico, ampliado con un apéndice poético: “Poema de Alfonso XI” y los poemas del Romancero español que hablan de la conquista de Alcalá. Un apéndice histórico con los alcaides y abades medievales. Fuentes y bibliografía utilizadas. Índice onomástico y topográfico del primer volumen.

- Como colofón está escrito: “Se terminó de imprimir esta edición el 30 de mayo, día del Santo Rey Fernando III, cuya vida estuvo entregada por completo a la empresa de la reconquista.” El primer volumen indica que constaba la tirada de mil ejemplares, y que se numeraron todos a mano. En el segundo volumen se indica: “Año que es hermana mayor de la Esclavitud Mª del Carmen Muñiz Lavers.” Las dos portadas son sendas plumillas realizadas por Domingo Murcia Rosales.Y las fotos de los titulares, el señor de la Humildad y la Virgen de los Dolores, son obra de Rafael García Medina. La edición fue muy trabajosa. Incluso se perdió el primer original a máquina, el que pasó Paco Toro. Posteriormente, se utilizó uno de los primeros ordenadores de la época, por lo que se incluye en los créditos como asesor informático, aunque por error aparece en el primer volumen como tal Miguel Pasadas Fernández. La pérdida, creemos que en la imprenta, forzó una segunda copia que realizó Merce Pasadas, que trabajaba en aquellos momentos en el Ayuntamiento, quizá en el programa Andalucía Joven. En la edición de esta obra colaboró económicamente el Ayuntamiento con una parte; la otra se realizó con lo que se ganaba vendiendo la guía y la misma colección. La gallina de los huevos de oro se volvió rana. Pasaron bastantes años hasta que se agotó la edición. Lo que nadie puede negar es el gran valor cultural y patrimonial que eso supuso para nuestra ciudad y, en especial, para todos los historiadores e investigadores. Si importante es la obra, mucho más lo es la autora, maestra y ejemplo de muchos alcalaínos y alcalaínas. Lo es en especial para Paco Toro, al que considera el hijo que nunca tuvo. Pero es mutuo, ya que él habla de ella como de su segunda madre. Es decir, eso supone que es mi segunda suegra. ¡Cómo no voy a quererla! Después de todo lo que ha dado a la cofradía, sólo deseo y espero que nuestro Señor de la Humildad y la Virgen de los Dolores tengan especial mimo hacia ella y la protejan por y para siempre. ¡Viva el Señor de Humildad! ¡Viva la Virgen de los Dolores! Y que “convíe” la Hermana Mayor.

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HOMENAJE

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Antonio Ramón Navas: Un hombre de Cofradía ENRIQUE COBALEDA Todo comienzó en la última reunión de nuestra junta directiva. La convocatoria se debía a la próxima celebración de nuestra festividad, el 15 de septiembre. Además de la preparación de nuestra ceremonia religiosa y posterior (besamanos y besapiés) de nuestras imágenes, ya tradicional en la Humildad, conllevaba la elección de la persona que sería galardonada por una vida dedicada a la cofradía. En ese momento se hizo un silencio. Creo que todos, de una manera unísona, teníamos en la mente la figura de Antonio Ramón. Personalmente, pienso que este año, sin desmerecer a nadie, no existía mejor candidato al reconocimiento que la cofradía de la Humildad otorga a una trayectoria de entrega y trabajo al servicio de ésta. Hablar de Antonio Ramón, desde la voz de uno de los capataces del Señor de la Humildad, es muy fácil, ya que existen pocas personas que te hagan el trabajo tan sencillo y con tanta entrega, aún sabiendo que en muchas ocasiones debe de sacrificar su tiempo personal, familiar e incluso laboral, para estar siempre dispuesto a colaborar en lo que le pidas y necesites. Nunca tiene un “no” como respuesta; realmente es muy gratificante rodearte de personas como él. En mi caso es especial, ya que pude compartir una etapa como costalero dentro del trono, formando parte de esa magnífica cuadrilla, donde realmente aprecias su dedicación y trabajo a la cofradía; donde no podemos olvidar que es uno de la cuadrilla de los veteranos, como cariñosamente los llamamos, ya que no podría cuantificar los años que lleva a disposición de la hermandad, pues mi edad no me lo permite; y por lo que respecta a mí y a la cofradía, que sean muchos más, pues su experiencia es pura sabiduría y aprendizaje para los demás. Siempre tiene buenas palabras para los novatos, y tanto él como el resto de “veteranos” son la imagen de camaradería y compañerismo que los nuevos necesitan percibir y sentir para llegar a donde han llegado: ser la cuadrilla de costaleros del Señor de la Humildad. Su trabajo es encomiable cuando llegan las grandes fechas, como Semana Santa, en la que los nervios están a flor de piel. Él tranquiliza, pues, como siempre, todo está preparado y a punto: SEPTIEMBRE, 2017


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Antonio ¿cómo va el montaje de la luz del trono?

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Bien, bien…

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Antonio, los candelabros ¿están colocados?, ¿y las bombillas?, ¿y las baterías?

- Tranquilo, todo funciona. - ¿Y..? Así nos podríamos tirar todo el día. Y todo esto, siempre, en la más absoluta discreción y en el mayor silencio, pues Antonio Ramón no es hombre de protagonismos. Pero ya era hora de reconocer su valía y talento, y agradecerle públicamente su labor y dedicación a la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad. Muchas gracias y ojalá queden aún muchos años juntos en ésta, nuestra cofradía. Por último, decir que su camino y legado seguirán cubiertos, pues su hija Julia, desde muy pequeña, camina a su lado en esta senda del mundo cofrade. Enhorabuena, Antonio Ramón. ¡Viva el Señor de la Humildad!

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COFRADÍA

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Impresiones Jorge Gallego Luque-Romero No llevo suficiente tiempo en nuestra cofradía para considerarme un veterano, ni una figura con peso bastante para tomar grandes decisiones. Por lo tanto, una impresión desde el punto de vista de un joven como yo, no es la opinión con más peso, pero sí brota del corazón y del sentimiento más sincero. Cada grupo de personas es distinto. Todas aportan peculiaridades que lo hacen único. Si cambiamos a uno de sus miembros por un nuevo componente, el grupo al completo cambia y adquiere una personalidad nueva. Las cofradías son grupos de personas, algunas más veteranas, otras más inexpertas, con mayor o menor grado de implicación o disponibilidad, pero, al fin y al cabo, como en cualquier grupo, son las que dotan al conjunto de sus características. Se ajustan a la norma que hemos visto antes. Si cambia una pieza cambia todo. Sin embargo es habitual decir que hay excepciones que confirman las reglas. Son trescientos veinticinco años de existencia… Gran número de personas han pasado por nuestras listas de hermanos y nuestra esencia. A pesar de los cambios, sigue siendo la misma. Somos excepcionales, para lo bueno y para lo malo. En ocasiones cometemos los mismos errores que hace doscientos años y, en otras, nos superamos cuando menos esperamos. Repetir errores no es algo positivo. Parece una ironía del destino que, en épocas tan distintas, podamos cometer los mismos, aunque en la medida de lo posible los vamos superando. Sí resulta positivo que nuestra personalidad como conjunto, como hermandad, sea continuada en el tiempo. Esto hace que el sentimiento de pertenencia pase a través de las generaciones de muchas familias, que los hijos tomemos el relevo de los padres, que nos dieron a conocer esta peculiar forma de vivir cada Semana Santa, enfrentándonos a las dificultades con más o menos efectivos, pero trabajando hombro con hombro, venciendo por nosotros mismos las adversidades como hermanos, de la forma que nos fue ordenado hace mucho más de tres siglos. Aquello que continúa con nosotros, generación tras generación, permanece porque está grabado en nuestro nombre. Persiste la humildad. Nunca debemos olvidar que este es el principal valor que nos rige. Esto a veces supone un esfuerzo mayor, pero es nuestra identidad y debemos hacerlo con orgullo. Esta es mi impresión y, de forma sincera, deseo que todos los que compartimos este sentir, lo sigamos haciendo por muchos años, con humildad y orgullo de pertenecer a esta cofradía.

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SEMBLANZA

Nuestro Homenaje a: Pepe Castillo Miguel Siles Reyna José Castillo Jiménez fue un alcalaíno, gran padrazo de muchos hijos, comerciante, afable, simpático y chistoso, empedernido fumador, pero si lo traemos a colación aquí es porque se distinguió como cofrade de esta institución. Fueron los años oscuros, los que transcurrieron entre mediados de los sesenta y finales de los setenta del pasado siglo XX. Años en los que las diferentes cofradías alcalaínas dejaban de salir en sus procesiones, en los que el polvo y el olvido se acumulaban sobre las hermandades y sus enseres. Posiblemente una reforma conciliar tan necesaria como mal entendida tuvo como consecuencia el abandono y la crítica sobre la piedad popular que se encarna en las cofradías. Durante aquellos largos años pocos eran los que se preocupaban por nuestras hermandades, siendo la nuestra de las pocas que no cesaron su actividad manteniendo la procesión del Jueves Santo, algunas personas devotas de nuestros titulares y fieles a nuestras tradiciones lo hicieron posible, de todos ellos hemos ido dando cuenta en estas páginas y ni queríamos ni podíamos olvidar a Pepe Castillo. De aquel tiempo casi no se conservan documentos escritos, la secretaría no funcionaba, por lo que no hay actas ni otras cosas, sin embargo la historia se conserva en el libro de cuentas que desde 1948-49 hasta 1982 reflejó uno a uno los ingresos y gastos de nuestra centenaria y piadosa institución, lo cual fue posible a la diligencia del tesorero que no era otro que nuestro buen Pepe Castillo. Yo recuerdo perfectamente a Pepe, en su tienda de la esquina de Font. Cuando tenía vacaciones me subía por las tardes a allí.También pasaba a diario por la tienda don José Collado que vivía justo enfrente y el “guardia de la porra”, Hinojosa, padre de los profesores don Rafael y don Enrique. Aquellas tardes entre chascarrillos, chistes, anécdotas, historias varias aprendí de la División Azul, de la organización municipal, de una Alcalá que ya no existía, recuerdo anécdotas y chistes de Pepe como si hubiese sido ayer.

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23 Lo veo firmando una a una todas las participaciones de la lotería de Navidad, que luego se sellaban con un sello que llevaba a la Virgen de los Dolores y que era el que usaba la tesorería. Lo veo sonriente, contando un chiste, fumando... Una conversación constante y recurrente cada día era nuestra cofradía, la reorganización del 48, sus vivencias, todos los detalles sobre cada uno de los que entonces eran hermanos… De cuando en cuando soñábamos, nos hacíamos la idea de que nos tocaba la lotería de Navidad y nos poníamos a hacer cuentas para llevar todos hábitos de terciopelo y en todas esas cosas pasábamos las horas. Importantes son todas las labores pero la de Pepe ha sido doblemente importante por un lado administrar diligente y eficazmente y por el otro guardar memoria escrita en el libro de cuentas de un tiempo en el que poco había. Yo creo que Pepe está en el cielo junto al Señor de la Humildad y a su madre la Virgen de los Dolores, entre nubes de terciopelo blanco y grana, hasta allí quiero que te llegue mi gratitud por tu amistad y la de cuantos aquí siguen tus pasos y conservan la memoria escrita que nos dejaste.

Deposuit potentes de sede en exaltavit humiles.

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Un redoble color púrpura LUIS ALBERTO ALCAIDE LÓPEZ Alcalá la Real, 10 de abril del 2015. Son las 20:30 h. del Jueves Santo. La tarde comienza a tornarse de color púrpura, con un incesante ir y venir de capas ondeando el viento. El Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores aguardan esplendorosos el momento de su salida. El trono de la Virgen, en su habitual plateado viejo, precioso; el del Señor, tras finalizar la tercera y última fase de la restauración y dorado, brilla como nunca. Mientras tanto, junto al antiguo hospital, bajo la dirección de Andrés, como viene siendo norma desde que comenzara a funcionar la banda allá por el 2016. ¡Qué valor tuvisteis! Luis, el pequeñín, que casi no podía con el tambor, Arturo, Ángel, Andrés, Alberto y, por supuesto, y te dejo para el final, Luis, para mí “Luisote”. ¡Cómo hacíais sonar los apenas 6 tambores de entonces! Ahora habéis crecido, tenéis vuestros estudios y quehaceres y, aun así, escrupulosamente, año tras año, acudís a la cita. ¡Claro!, ¡sois los veteranos!, ¡No podíais faltar! Este año ha sido imposible ensayar todos juntos; sólo se ha conseguido el miércoles, de mañana, y apenas una hora, para coordinar y ultimar detalles, ¡Eso sí, se ha conseguido! ¡Sesenta! ¡Cinco más que el año pasado! Y es que, por fin, hemos instaurado en Alcalá la cultura del tambor ronco. Todos formados según el tambor, dimensiones y tono. Tras una pequeña señal de apenas diez toques y un corto silencio, se produce un continuo y sonoro redoble de todos al unísono. ¡Tienes que controlar tus emociones, si estás lo suficientemente cerca. Y, si te va la percusión, te aseguro ¡que no puedes contener las lágrimas! Son cada vez más los que acuden para acompañarnos en nuestro pasacalles hasta Consolación, y para escuchar el, ya casi famoso, “Redoble de tambores roncos de la Banda del Señor de la Humildad”. Con paso firme y marcha rápida, avanzamos. A nuestro paso: “¡Son los tambores de la Humildad! ¡Ya pronto sale la procesión! ¡Qué bien suenan! ”. Luis, “Luisote”, colocado en el centro con su caja, coordina de forma magistral; los tambores parecen hablarse y contestarse entre sí. ¡Es impresionante escucharlos y verlos desfilar!

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Llanillo arriba, la emoción aumenta. El compás es un hervidero. Pepe ya nos ha hecho hueco entre la gente, junto a nuestros hermanos costaleros, como no podía ser de otra forma. Tras la señal y redoble convenido, los tambores callan. Si impresiona escuchar de pronto el sonido de sesenta tambores, espectacular es cuando se hace el silencio. Mantenemos la formación, como rige el decoro y disciplina, mientras escuchamos el tremendo aplauso con el que los allí presentes, y de forma improvisada, agradecen y rinden homenaje a nuestros “sesenta tambores roncos”, sin duda, protagonistas del momento. Son las 20:50, todo está preparado. Diez minutos, una señal y el compás, nuevamente, serán testigos de la magia del Jueves Santo que, a golpe de tambor, hará renacer la humildad en nuestros corazones; y que, envuelta en clavel y gladiolo, nos transportará a un mundo de ternura, paz e ilusión.

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Notas sobre la Mantilla Española ANA TORO PEINADO Aunque el origen de la mantilla española se pierde en los tiempos y no es del todo conocido, se cree que las primeras mujeres que la utilizaban lo hacían como adorno o como prenda de abrigo. Así, en el norte se usaban tejidos tupidos con el fin de servir de abrigo, mientras en el sur se utilizaban tejidos finos meramente ornamentales, como la seda. Sus primeros usos se dieron entre las mujeres del pueblo, no siendo utilizadas por las altas clases sociales o aristocracia. No obstante, a principios del siglo XVII empieza a evolucionar el uso de la mantilla perdiendo su finalidad de abrigar, usándose más como una pieza estética o decorativa y sustituyéndose el paño por los encajes. Poco a poco fue extendiéndose este uso, aunque no es hasta entrado el siglo XVIII cuando empieza a ser utilizada por las clases más altas (como se aprecia en varios retratos pintados por Francisco de Goya). Fue la Reina Isabel II, apasionada de los tocados y diademas, la que comienza a popularizar y difundir el uso de la mantilla por las mujeres cercanas a ella. Empiezan a usarla en los actos sociales, lo que contribuye a darle un aire distinguido y refinado, tal y como ha llegado a nuestros días. A la muerte de la Reina el uso de la mantilla tiene un claro retroceso, aunque manteniendo cierto arraigo en el centro y sur de la península. En las épocas siguientes, su reducido uso se debía en gran parte al de otras costumbres que imponían los nuevos monarcas. Fue un hecho destacado “la conspiración de las mantillas”, como forma de protesta de las mujeres españolas a las nuevas costumbres extranjeras que parecía querer imponer Amadeo I, rey de España entre 1871 y 1873. Este monarca renunció al trono al cabo de tan sólo dos años debido a la “ingobernabilidad” de los españoles. A principios del siglo XX la mantilla deja de usarse de forma “cotidiana” en eventos, empezando su declive. Actualmente la mantilla se puede ver, casi exclusivamente, en los toros, Semana Santa y en las bodas. En el sentido religioso, la mantilla está considerada como una prenda española que se popularizó en el siglo XIX, usándose en señal de luto y en conmemoración de la pasión y muerte de Cristo. HUMILDAD Y DOLORES, 4


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MI CASA EL JUEVES SANTO No tenía la mayoría de edad cuando por primera vez me enfundé en un vestido negro y en una preciosa mantilla bordada a mano para acompañar por las tenues calles de Alcalá al Señor de la Humildad y a la Virgen de los Dolores un Jueves Santo. Cada año, mi casa se envuelve esa semana del contraste del rojo y blanco de los penitentes con el negro de las mantillas y demás aderezos. Las emociones a flor de piel durante todo el recorrido acompañando a las imágenes, hace que repita cada Jueves Santo.Y es que me viene de familia. Mi casa empieza a llenarse dos horas antes de la salida de la procesión. Primas, tías, amigas, todas colgamos nuestras mantillas en la baranda de la escalera, una encima de otra, para por orden ir peinándonos y colocándonos la teja y la mantilla. Unas nos ayudamos a otras, y cada año nos vamos haciendo más expertas en su colocación, que no es nada fácil. Una vez estamos todas listas, no puede faltar la tradicional foto antes de salir de mi casa, y ya sí emprender el camino hacia la iglesia de Consolación. Los tacones y el frío no son buenos compañeros durante la procesión, pero nada de eso hace que año tras año continuemos con la tradición.

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HISTORIA

La capilla del Santo Cristo de la Columna o del Santísimo Sacramento, lugar de enterramiento en la Iglesia de Consolación, de Alcalá la Real ANTONIO HEREDIA RUFIÁN El testamento de Juan de Mora Garrido, capellán, hermano y ministro de la Orden Tercera de San Francisco, dado en Alcalá la Real a 24 de abril de 1666, nos proporciona datos de interés sobre la capellanía del Santísimo Sacramento, creada en el convento de Consolación en los inicios del siglo XVII. Este documento lo he encontrado en un legajo del Archivo General de la Administración (AGA), que forma parte del expediente que adjuntaba Manuel María Durán y Carrillo, vecino de Antequera, el 22 de noviembre de 1879, al solicitar al Director General de la Beneficencia autorización de la entrega de láminas y pago de intereses correspondiente al patronato fundado por Juan de Mora Garrido, en Alcalá la Real. En este testamento, como en otros muchos de la época, ocupan lugar importante los temas económicos, tanto espirituales como materiales, ya fuera como inversión para asegurarse la salvación o como solidaridad con los familiares y con los más desfavorecidos. En él se aportan datos sobre la creación en 1607 de la capellanía, de la que es patrono actual, por parte de su tío, Miguel Ruiz de Priego, y María Gutiérrez, su mujer; sucesión en el patronato de la misma; nombramiento de capellán y censos en los que se sustenta su funcionamiento, cuyos réditos servirán para costear el aceite necesario para la lámpara y ornamentos de la capilla del Santísimo Sacramento. Una muestra de esta solidaridad la encontramos en la disposición de Juan Mora Garrido, que hace referencia a la utilización de la capilla del Santísimo Sacramento, que es también la del Santo Cristo de la Columna, como lugar de enterramiento familiar. Declara que hizo labrar una bóveda en la misma para la que compró dos sepulturas que están en el arco que hace dicha capilla en la que quieren que se entierren todos los parientes que tiene por parte de su madre, María López de Ortega, siempre que estos quieran y sin que nadie les ponga obstáculo alguno. En lo que hacen dichas sepulturas podrá sentarse, siempre que lo desee, Gabriela de Mazuela, mujer de Francisco de Cáceres y Cano, su sobrino y heredero. Sobre la localización de esta capilla no se dice nada. Una posibilidad es que estuviera cerca del presbiterio pues esa era y es la costumbre en muchas catedrales e iglesias. Es posible que ocupara una capilla del crucero en el lateral de la Epístola, el mismo lugar que hoy ocupa el altar de la Virgen del Perpetuo Socorro. Para hacer esta afirmación me baso en el hecho de que HUMILDAD Y DOLORES, 4


31 ese mismo lugar ocupaba siglos después una pequeña imagen del Santo Cristo de la Columna según se indica en un inventario de 1913 en el que se relacionan todas las capillas de la iglesia del antiguo convento de Consolación. Las correspondientes al lado de la Epístola, a partir de los pies eran: Señor de la Expiración, Santa Rosa (hoy del Señor de la Humildad), Santa Ana (hoy del Calvario), La Purísima, San Pedro (hoy de la Oración en el Huerto), Nuestra Señora de Consolación (hoy del Sagrado Corazón de Jesús) y Nuestro Señor de la Columna (hoy del Perpetuo Socorro). Pero esta descripción también abre la posibilidad de que ocupara la capilla de la Purísima, pues se dice que también era la capilla del Sagrario. Ésta, de mayor entidad y espacio, aunque algo alejada del presbiterio, responde mejor a las disposiciones que dio Juan de Mora sobre el enterramiento de sus familiares. A modo de conclusión, quiero destacar que este testamento, sobre el que he escrito en otros trabajos, es muy interesante, no sólo porque nos acerca a la religiosidad barroca del siglo XVII, sino también porque nos informa sobre la creación, funcionamiento y sucesión de una de las muchas capellanías existentes en Alcalá la Real a finales del siglo XVII, la capellanía del Santísimo Sacramento con sede en la capilla del mismo nombre, conocida también con el nombre del Santo Cristo de la Columna. Nombre que me lleva a pensar en el Señor de la Humildad, ya que ambas advocaciones recogen los momentos en que Jesús, tras ser apresado en el Huerto de Getsemaní, es azotado y calumniado antes de ser condenado a muerte.

1. FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICAS: 1.1. Fuentes documentales Archivo General de la Administración (AGA). Legajo 44/05799. Testamento de Juan Mora Garrido. 1.2. Fuentes bibliográficas: MARTÍN ROSALES, F. y MURCIA ROSALES, D.: “Las iglesias alcalaínas a finales del XIX y principios del XX”. Programa a la Virgen de las Mercedes, 1997, p. p. 103-104. MURCIA ROSALES, D.: “Algunos datos sobre Consolación”. Programa a la Virgen de las Mercedes. 1975, (sin paginar).

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HISTORIA

El Altar Privilegiado del Cristo de la Humildad DOMINGO MURCIA ROSALES | Cronista Oficial de Alcalá la Real Se conserva en el Archivo Parroquial de Santa María la Mayor, de nuestra ciudad, un precioso documento para la historia de nuestra antigua hermandad. Su fecha, 1749. Su extensión, ocho páginas. Su título: “PRESENTACIÓN DE UNA AUTÉNTICA PARA ALTAR PRIVILEGIADO EN EL CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN DE ESTA CIUDAD.” Extendida ante el notario apostólico Ceferino de Torres y Gadea. El escrito consta de varias partes: 1.º Instancia de fray Francisco del Valle, ex definidor y ministro del convento de Consolación, dirigida al gobernador, provisor y vicario de la Abadía. Argumenta la petición refiriéndose a la gracia que concedió el Papa Benedicto XIV para cada una de las iglesias de la orden franciscana, consistente en un altar privilegiado, en el que se celebrarían las misas por los religiosos, con indulgencias especiales para los fieles. El padre del Valle proponía que el altar alcalaíno debía ser el del Cristo de la Humildad, porque allí se veneraba una “sagrada imagen de singular devoción”. Esta capilla y altar estaba en el lado derecho de la capilla mayor (hoy de Jesús Nazareno). Hay firmas del fraile y del licenciado Felipe del Rincón, que acaso fuera hermano mayor. 2.º Auto por el que se comprueba la autenticidad de los documentos presentados (4-IX1649). 3.º Auto, de la misma fecha, en el que el licenciado Félix Muñoz de Figueroa, gobernador de la Abadía, resuelve favorablemente la petición, concediendo su licencia para usar el privilegio y para poner en el altar la inscripción correspondiente para constancia de los fieles. 4.º Sigue un traslado del privilegio, escrito en latín. El título dice así: Concesión de un altar privilegiado cotidiano perpetuo hecha por el Santísimo Señor Nuestro Papa Benedicto XIV, a las iglesias del Ministro General de los miembros de toda la Orden de San Francisco. Ya en el interior, el padre Rafael de Luganagno, ministro general de los franciscanos, hace una síntesis de la historia de la concesión, deteniéndose, principalmente, en el número de misas a celebrar para obtener las indulgencias, y la necesaria reordenación, enfocada a un altar por cada convento, designado por el ordinario de cada lugar. El Santo Padre dio su consentimiento por un breve expedido por Joseph Levizzani, secretario, en Roma, año 1748. La fidelidad de la transcripción la firma el 20 de diciembre de ese año José María de Fano, procurador general de la orden. HUMILDAD Y DOLORES, 4


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5.º Se continúa el legajo con un testimonio de Jerónimo García, expedido en Madrid el 15-II-1749, en el que se manifiesta que el traslado es auténtico, pues él mismo pudo comprobarlo en la exhibición que le hizo el padre fray Juan Ruiz Castaño, procurador general y comisario de corte, en el convento madrileño de San Francisco el Grande. Igualmente le presentó un despacho del Comisario Apostólico General de la Santa Cruzada, de 13 de enero, en el que se concedían ciertas indulgencias con carácter perpetuo. 6.º Acaba el interesante documento devolviendo el notario Torres a los franciscanos el expediente presentado, con su firma, en donde también aparece la de fray Juan Manuel Nieto. La nota final dice que dio testimonio del pedimento y auto de vista el 9 de septiembre de 1749. ALGUNAS CONCLUSIONES - Nuevamente se confirma la especial devoción que sentían los alcalaínos hacia la imagen del Señor de la Humildad, derivada, probablemente, de la gran belleza y categoría artística de la talla que realizara Alonso de Mena. - La venerada efigie también era especialmente querida por los franciscanos, pues fueron ellos los que decidieron que en el convento alcalaíno el mejor altar para ser declarado “privilegiado” era el de nuestra imagen. - La cartela indicativa de la concesión papal pudo ser parecida a la que hay en el presbiterio, que pertenece a la advocación de las Mercedes, nuestra Patrona. - Es de suponer que todavía están en vigor las indulgencias concedidas al altar del Señor de la Humildad, aunque ahora se encuentre en una capilla distinta. SEPTIEMBRE, 2017


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HISTORIA

La Capilla de la Rosa, hoy del Señor de la Humildad DOMINGO MURCIA ROSALES | Cronista Oficial de Alcalá la Real La capilla y retablo actual del Señor de la Humildad, perteneció hasta 1936 a santa Rosa de Viterbo, una venerable franciscana que vivió en el siglo XIII y que murió con dieciocho años, después de atribuírsele muchos prodigios, como devolverle la vida a su tía, o convertir al cristianismo a una maga. Se dice en una leyenda que los mendrugos de pan que recogía para los pobres en su delantal, después de repartirlos, ocupaban su lugar ramos de rosas. Esta joven clarisa fue muy querida en la orden, y en nuestra iglesia de Consolación todavía aparece en un relieve del anillo de la cúpula semiesférica, exactamente frente a la capilla mayor. HUMILDAD Y DOLORES, 4


35 Pero el testigo más significativo es la cartela que presenta el frontal del altar del Señor de la Humildad, según podemos ver en la foto adjunta. Recordaré que la capilla y retablo de la Humildad fue el actual de Jesús. Su Real Cofradía, después de la guerra, gestionó la traída de la nueva imagen del Nazareno desde el Rosario -ya arruinado y a punto de derribarse-, hasta Consolación. Lo ubicaron en donde hoy se encuentra, pues nuestra hermandad no se había reorganizado. Cuando llegó nuestro momento, se nos ofreció por las autoridades eclesiásticas ocupar la capilla vacía que había sido de Santa Rosa. Y ahí seguimos. Respecto al sagrado espacio, comentar que a la izquierda se encuentra el mausoleo del último abad de Alcalá, fray Antonio Sánchez Matas, obra de Mateo Inurria. Lo más destacado del retablo son la predela y el sotobanco, junto al decorado antiguo de pintura, con cortinajes y angelotes, que permiten un espacio central para el nicho de la imagen y una ventanita superior, con vidriera y emblema de la hermandad, flanqueados de tallas de madera dorada, que son obra moderna.

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Consolación, Santuario del Cristo de la Humildad DOMINGO MURCIA ROSALES | Cronista Oficial de Alcalá la Real Con bastante acierto y unanimidad venimos considerando la iglesia de Consolación como “Santuario de la Patrona”. Y así lo es. Pero con la historia podemos trasladarnos a otras épocas, en las que nuestro templo conventual franciscano era un auténtico santuario del Cristo de la Humildad, una advocación traída por los propios frailes. Y para demostrarlo, bastaría con acudir a la documentación antigua, conservada en los archivos de la Orden, y en los nacionales, provinciales y locales. Pero en un espacio como éste, sería aburrido y abusivo. Solamente señalar que de su transcripción y lectura, se deduce el título que les propongo, pues era tal el fervor, la belleza, la expresión y los prodigios atribuidos a la venerada imagen, que hasta su altar llegaban devotos de la ciudad, de los campos y pueblos de la comarca y Abadía. Y así, durante siglos. Pero no nos bastaría con la documentación y testimonios orales y escritos, que para eso hay también testigos materiales, aún presentes, que lo confirman. Enumerémoslos: a) La venerada imagen, como ya se ha dicho, por su beldad y finura, proporciones y equilibrio, y por ser provocadora y estimuladora de los sentimientos religiosos, fue una obra magistral atribuida al genial escultor Alonso de Mena, en las primeras décadas del XVII. La actual, de gran parecido, se debe al moclinero José Gabriel Martín Simón. b) El retablo original, hoy de Jesús Nazareno, fue, igualmente, una pieza barroca inigualable, de la que quedan algunos retazos. La planteó en 1746 el maestro Pino, famoso en vida, quién murió durante su ejecución, siendo concluida por su oficial mayor. Con lo que quedó de él, fue restaurado por el artista Daniel Gutiérrez Ruiz. c) Como puede comprobarse, el lugar elegido para la erección de la capilla fue el crucero, en el lateral del Evangelio, como sitio preferente. Esta casuística se repite en otros grandes templos. d) Los propios franciscanos decidieron que la prerrogativa papal de contar con un altar privilegiado en los conventos de la orden, fuera en el del Cristo de la Humildad, al que se le guardaba una especial y popular piedad. e) La cofradía fue patrona de la iglesia y convento, gozando de ciertos privilegios en los actos de culto, enterramientos y sufragios.

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38 f) El soporte arquitectónico del altar es una obra extraordinaria del castillero Juan de Aranda Salazar, maestro mayor de la catedral de Jaén. El decorado pétreo, del siglo XVII, contribuyó a la grandiosidad del templo y al resalte estético de nuestra capilla. g) Según antiguos inventarios, otros altares del crucero fueron: a) Enfrente, el de San Francisco, después de Nuestra Señora de Consolación y hoy del Corazón de Jesús. En 1913, bajo el nicho principal del este retablo, existía una hornacina con la imagen de Nuestra Señora de las Angustias, que pudo ser aquella que tuvo la hermandad en sus comienzos, cuando se denominaba de la Oración en el Huerto y Humildad de Nuestro Señor Jesucristo. b) Contiguo a él, el altar del Señor de la Paciencia, con un retablito tallado y dorado, con un lienzo de Cristo con este título, que opino puede ser el que hay en la sacristía, además de un Calvario y una pintura de la Soledad en la coronación (¿la que hay en el retablito del Perpetuo Socorro?). c) En el lado del Evangelio, junto a la puerta de la sacristía y simétrico al anteriormente citado, un altar dedicado al Señor de la Columna. h) En el ya mencionado crucero hay otros bienes artísticos que interesan para la proposición. Se trata de cuatro cuadros de grandes dimensiones, dos en cada lado, que formaban parte de una muestra mayor (diez en total), y que representan cuatro momentos de la pasión del Señor, en instantes próximos a la iconografía de nuestra imagen: el Beso de Judas, la Flagelación, la Coronación de Espinas y el Ecce-Homo. Están los lienzos muy deteriorados, a causa del tiempo y de la desidia de algunos, que, en momentos de lluvia y humedad, no los retiraron a tiempo de donde estaban colgados. No estaría mal una limpieza y restauración. Son obras del XVIII, quizás de algún pintor local, como Manuel Arenas. Las reproducciones que se acompañan son anteriores a los percances aludidos. Creo que llega el momento de cerrar este artículo, con alguna conclusión: la iglesia franciscana de Consolación fue santuario del Señor de la Humildad por todo lo que se ha visto. No son casualidades que la imagen saliera del ingenio y la gubia de un famoso escultor y lo mismo su retablo; que el lugar de la capilla fuera el crucero, en el lateral del Evangelio; que las capillas y altares contiguos albergaran motivos relacionados con la Pasión y la advocación de la Humildad; que los cuadros que adornan el crucero muestran una temática igualmente próxima a los pasos previos a la subida al Calvario. La grandeza y esplendor de otros tiempos no debe intimidarnos. Son cosas que pasan y quedan en la galería sin fondo de los recuerdos.

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HISTORIA

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El Cristo de la Expiración y su Capilla Extracto de dos artículos conjuntos de Carmen Juan Lovera y Domingo Murcia Rosales, publicados en los Programas de la Virgen de 2011 y 2013)

Una de las grandes devociones alcalaínas es, sin lugar a dudas, la que se manifiesta a diario ante el Crucificado de la Expiración de la iglesia de Consolación. Como es sabido, es una de las imágenes titulares de nuestra hermandad, que tomó el acertado acuerdo de titular con su nombre la Obra Benéfica de la institución, que becó a estudiantes alcalaínos durante varios años. Precisamente, en estas fiestas septembrinas, se le da especial culto, junto a Nuestra Señora de los Dolores. La piedad que despierta la venerada figura del Crucificado en el momento de la agonía, responde al de una obra clásica, pero, al ser de escayola, es posible que el copista eligiera como modelo el Cristo de Limpias (Cantabria), como venimos defendiendo. La llegada de esta imagen a nuestra ciudad es sorprendente. Fue Pedro Montañés Ríos uno de los protagonistas. Después de la guerra civil de 1936, nuestro recordado amigo ejerció diversos cargos en la cofradía de la Patrona. Tenía la encomienda de recoger las limosnas que los fieles depositaban en los cepos de Consolación. No en todos, sino en los que estaban al comienzo de la nave, que eran los destinados al culto de la Virgen de las Mercedes. Eran tiempos difíciles de la posguerra, por lo que no era demasiado copiosa la recaudación semanal. Un fin de semana se llevó una gran sorpresa. Al abrir un cepo vio un sobre blanco entre la calderilla. Nunca pensó encontrar en el interior lo que halló, mil quinientas pesetas en dos o tres billetes, y una nota que decía algo así: “Este dinero debe destinarse a la adquisición de un Cristo Crucificado, que se encuentra en un establecimiento de Jaén, al comienzo de la calle Maestra, a mano derecha, y sería bueno que se colocara en esta iglesia, en la primera capilla, que hoy está vacía y que antes tuvo también un Cristo.” Comentado el asunto a diversos niveles, don Pedros no dudó en hacer realidad ese deseo. Como auténtico albacea, se trasladó a la capital y se personó en la tienda de objetos de culto e imaginería, antes señalada. Rápidamente identificó la imagen, y no supo si por su belleza, por el precio exacto, o por ambas cosas. El caso es que la adquirió, la montó en un pequeño camioncito y la trasladó a Alcalá. La presentó a los sacerdotes de Consolación y a la cofradía, y, siguiendo los deseos del donante anónimo, se depositó en la capilla en donde aún se encuentra. Antes de 1936 estuvo el denominado Cristo de Alcaraz. ¿Y quién fue el desconocido y dadivoso personaje? Nunca se ha desvelado el secreto, pero hay indicios de la generosa y piadosa donación. SEPTIEMBRE, 2017


40 En cuanto a nuestra capilla -primera del lateral de la epístola, en donde se encuentra el Cristo-, sólo una pequeña reseña, por razones de espacio. Está ubicada exactamente en la base de la torre de campanas y, lógicamente, determinada por los condicionamientos constructivos de la misma, en lo que se refiere a la altura, profundidad y tipo de cerramiento. El retablo, de estilo barroco, muestra un amplio nicho, propio para un Crucificado. Pero lo que más nos sorprende es la ornamentación, a base de motivos vegetales (guirnaldas y girasoles) y angelotes, de extraordinario parecido con las escayolas de las pechinas del crucero. Acaso pudiera haber una coincidencia en la autoría. Aquí queda, para futuras investigaciones. En cualquier caso no debiéramos perder de vista la fecha de la construcción de la torre (siglo XVIII). En el interior de la capilla hay un cuadrito restaurado, con un documento, que, por su interés, reproducimos: Nos Dr. Agustín Parrado García, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, Arzobispo de Granada, Prelado Doméstico de Su Santidad, DESEANDO promover el culto divino en cuanto esté de nuestra parte y fomentar la devoción del pueblo cristiano, alentándole con espirituales gracias, dando generosamente lo que en la misma forma hemos recibido de la Divina Misericordia, y usando de Nuestras facultades, por las presentes concedemos cien días de indulgencia a todos los fieles cristianos de uno y otro sexo que devotamente recitaren las oraciones del Credo, Padre Nuestro y cualquiera otra oración o jaculatoria aprobada por la Iglesia, ante la imagen del Santo Cristo, que se venera en la Iglesia parroquial de Santa María, de Alcalá la Real (Jaén), pidiendo a Dios nuestro Señor por la exaltación de nuestra santa Fe católica, paz y concordia entre los Príncipes cristianos, extirpación de las herejías, conversión de los pecadores y demás fines de la Iglesia. Dado en Granada, a 18 de junio de 1942. + Agustín, arzobispo de Granada. Por mandado de S.E.R. el Arzobispo, mi Señor. (Firma ilegible.) (Sello arzobispal.)

INDULGENCIAS. Se suplica una limosna para beneficencia.

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41 Así que, de este contenido, podemos determinar nuevas conclusiones: 1.º Es éste un documento expedido en Granada y firmado por su arzobispo. ¿Es que no había obispo en Jaén? Pues no. Monseñor Parrado era en este tiempo administrador apostólico de nuestra diócesis, y, por tanto, a quien correspondía el gobierno. 2.º Está fechado en 1942, luego lo del sobre con dinero debió ser en 1941. 3.º Es posible que las indulgencias concedidas fueran a instancia de la misma familia anónima que sufragó y rogó la adquisición de la imagen. Sabemos ya quiénes fueron los bienhechores, pero no queremos desvelar un secreto tan bien guardado. La amistad de esta familia con las autoridades eclesiásticas de la época procuraría la expedición de este título. No perdamos de vista a don Manuel Santiago Álvarez ni a don Rafael Álvarez Lara, que luego sería obispo de Guadix y, más tarde, de Mallorca. Y esto nos lleva a un nuevo planteamiento. La devoción hacia el Cristo de Consolación está especialmente arraigada. A diario se reciben visitas “para ver la Virgen” y rezar ante el Crucificado. Cierto es que la expresiva escultura llama la atención y despierta la piedad, acaso por el gesto de su serena agonía, acaso por su equilibrada anatomía, pero también hay que pensar que tras el instante fervoroso se oculta, sin que los fieles sean conscientes de ello, una herencia interesada, que consiste en ganar indulgencias. Nuestra ciudad sabe de esta casuística a lo largo de los siglos. La especialísima y centenaria devoción a la Patrona, Nuestra Señora de las Mercedes, al margen del sentimiento que despierta su imagen por su belleza, serenidad y dulzura, conlleva el hecho de ganar indulgencias, mercedes, al que rezare en su Altar Privilegiado. Así pues, la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores, cuenta en su patrimonio espiritual con dos privilegios de indulgencias a los que rezaren, comulgaren y participen en la eucaristía. SEPTIEMBRE, 2017


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COFRADÍA

Cautivado por el Señor de la Humildad FERMIN J. MADRIGAL PELÁEZ Fue hace cinco años cuando por primera vez llevé sobre mis hombros las andas del trono de Nuestro Señor. Éramos muy pocos, pero con la fuerza que da la fe y la devoción, cumplimos con éxito nuestro recorrido procesional. En aquella tarde-noche todo comenzó con algo de nervios, para terminar reconfortado y satisfecho. Sin lugar a dudas, llevar sobre mis hombros el peso de la imagen y trono de Cristo, simboliza compartir el sacrificio y sufrimiento con el que Él cargó su Cruz para nuestra salvación: “Quien crea en mí, que coja su cruz y me siga”. Llevar sobre mis hombros al Señor de la Humildad fue para mí una experiencia tan emotiva y gratificante que me cautivó. Desde aquel año no he faltado a la esperada y deseada salida de nuestra Hermandad desde Consolación, en la tarde del Jueves Santo alcalaíno, siendo este año cuando he decidido hacerme uno más de los que componen la Muy Antigua Hermandad del Señor de la Humildad y María Santísima de los Dolores. A pesar de no tener familiares miembros de esta hermandad, desde pequeño me llamaba la atención la sencillez, solemnidad y silencio del paso del Señor, que, con luz tenue y acompañado por los Apóstoles, el cuadro del Ecce-Homo y María Santísima de los Dolores, despertaban en mí el respeto y la admiración hacia un Dios de mirada triste, pero llena de amor y esperanza; y hacia una Virgen con el rostro desbordado de dolor y resignación, que nunca abandona a su Hijo y acata la voluntad del Padre. Nuestro Señor, semidesnudo, ensangrentado, corona de espinas y recogiendo sus vestiduras, muestra la cara más humilde de un Dios hecho hombre que, a pesar de ser el Rey de los Cielos, sufrió en su cuerpo la injusticia y crueldad de este mundo. Actualmente nuestra hermandad es pequeña y sencilla, pero no por ello es menos importante. Nos respaldan siglos de existencia y una gente comprometida e ilusionada, que, año tras año, se propone mejorar, a pesar de sus escasos recursos. Desde mi gratificante y emotiva experiencia, animo a la gente joven a hacerse hermanos, participar en los cultos religiosos y, con la oración, acercarse a nuestras sagradas y veneradas imágenes. Seguramente se sentirán como yo me sentí en aquella tarde-noche de aquel Jueves Santo de hace cinco años: elegido, afortunado y cautivado por Nuestro Señor de la Humildad. HUMILDAD Y DOLORES, 4



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ESTATUTOS DE MANO (para una consulta rápida)

Art. 4. FINES DE LA HERMANDAD. Esta Hermandad, en estrecha unión con la comunidad de fe y culto que es la parroquia en que radica, y consciente de que la confraternidad y solidaridad entre los miembros y de éstos hacia todos los demás deben marcar su vida durante todo el año, se propone como fines principales: formar humana y cristianamente a sus hermanos “por medio de ejercicios de piedad espirituales y corporales, de la instrucción, de la plegaria y las obras de penitencia y misericordia” (Const. Lit. n.º 105 ); tratar de que la espiritualidad, como estilo de vida, presida todas las actividades; manifestar públicamente su fe, de acuerdo con las normas de la Iglesia Diocesana. Art. 5. INSIGNIA E INDUMENTARIA. La bandera, que se portará desplegada, está compuesta por tres franjas verticales e iguales: la del centro blanca, con el escudo bordado, y las laterales, rojas. El escudo es: una “S” y un clavo entrelazados, la “S” sinople; el clavo, sable; sobre ellos, superpuesto, un corazón de gules, atravesado éste por una espada; empuñadura en oro y hoja en plata. Sobre todo o alrededor el lema: “DEPOSUIT POTENTES DE SEDE ET EXALTAVIT HUMILES” (Lc. 1, 52), palabras que tomadas del Magníficat significan la condena de la soberbia y la exaltación de la humildad. El hábito penitencial será: capa y morrión púrpura con el escudo bordado a la altura del pecho y en el hombro izquierdo a la altura del corazón; túnica blanca, con botonadura y vivos rojos; cíngulo rojo o rojo y blanco; calcetines negros y guantes blancos; zapatos negros. Para el Cruz de Guía, Abanderado y Hermanos de Andas, por su especial misión podrán prescindir de llevar morrión rígido y capa y sus colores podrán ser invertidos. Art. 7. MIEMBROS DE PLENO DERECHO. Para ser Hermano de pleno derecho, gozando de voz y voto, dentro de la Hermandad, se requiere: a) Tener la mayoría de edad canónica, es decir, dieciocho años cumplidos. b) Haber solicitado la inscripción con un año de antelación, durante el cual será considerado aspirante. c) Haber sido recibido como nuevo Hermano, durante, el acto comunitario que tendrá lugar en nuestra sede canónica (art. 5), el día 15 de septiembre, festividad de los Dolores de María Santísima, con motivo de los actos que se celebran en tal ocasión. d) Estar inscrito en el Libro de Registro de Hermanos. e) No estar incurso en ninguno de los casos previstos en el canon 316 del Código de Derecho Canónico, y en las situaciones irregulares consignadas en la “Familiaris Consortio” (números 79 84). Art. 8. DEBERES GENERALES DEL HERMANO. Todo Hermano, por el hecho de serlo, se compromete a vivir cristianamente en su vida privada y pública, aceptando expresamente las leyes y normas de la Iglesia, así como las exigencias de asistencia y participación en los actos generales de la Hermandad, colaborando con la misma, cumpliendo los acuerdos y desempeñando en ella los cargos de responsabilidad que se le puedan confiar. Art. 9. DERECHOS GENERALES DEL HERMANO. Todo Hermano de pleno derecho podrá asistir a las Asambleas Generales con voz y voto, usar el distintivo y hábito propio en los actos determinados en estos Estatutos, ser elector y elegible para desempeñar cargos HUMILDAD Y DOLORES, 4


45 directivos, y en general, disfrutar de aquellos otros derechos que dimanen del articulado de estos Estatutos, siempre que, en cada caso, reúna los requisitos exigidos. Art. 10. SANCIONES DEL HERMANO. Cuando un Hermano incumpla gravemente, con hechos probados, alguno de los deberes generales o los específicos del cargo en su caso, después de ser oído y amonestado por el Hermano Mayor, podrá ser expulsado, temporal o definitivamente de la Hermandad, o separado de su cargo, a juicio de la Junta Directiva. Quienes estando legítimamente adscritos a la Hermandad, cayeran en el caso del canon 316, 1, deben ser expulsados de la Hermandad, según el contenido del párrafo 2.º del citado canon.También deben ser expulsados quienes caigan en las situaciones irregulares señaladas en la “Familiaris Consortio” (números 79 84). Art. 11. MIEMBROS ELECTORES Y ELEGIBLES. Es elector todo Hermano de pleno derecho, siendo, a la vez, elegible para cualquier cargo directivo, con tal que tenga una antigüedad de, al menos, tres años, no ocupe cargo político alguno, esté libre de cualquier cláusula prohibitiva, especialmente de los señalados en el párrafo segundo del canon 316, así como de cualquier situación matrimonial o familiar irregular, y preferentemente si tiene su domicilio en esta población o trabaja en ella habitualmente. Art. 12.- INCOMPATIBILIDADES Y DURACIÓN DE LOS CARGOS DIRECTIVOS. El desempeño de un cargo directivo en esta Hermandad es incompatible con otro en cualquier otra Cofradía o Hermandad. La duración de cualquier cargo directivo será de dos años, pudiendo ser reelegido dos veces más, hasta completar un total de seis años en el mismo puesto. En todo caso, este período de seis años nunca será rebasado, salvo en algún caso extraordinario, por expresa autorización escrita del Obispo Diocesano. Art. 13. ÓRGANOS COLEGIALES DE QUE CONSTA. Esta Hermandad consta de Asamblea General y Junta Directiva. Art. 14. ASAMBLEA GENERAL. CONSTITUCIÓN. La Asamblea General, máximo órgano de gobierno de la Hermandad, se considera constituida como tal, si cuenta con la asistencia del veinticinco por ciento de los Hermanos de pleno derecho. Art. 15. FUNCIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL. Son funciones de la Asamblea General: a) Conocer los planes de actuación de la Hermandad, a propuesta de la Junta Directiva y hacer propuestas sobre ellos. b) Elegir, de entre las propuestas por la Junta Directiva, la candidatura que se ha de presentar al Obispo para la confirmación del Hermano Mayor. c) Designar, a propuesta de la Junta Directiva, El Consejo o dos consejeros, al menos, de asuntos económicos. d) Conocer y aprobar el estado de cuentas que presente la Junta Directiva. e) Aprobar y modificar los Estatutos, a propuesta de la Junta Directiva, según las normas del derecho. f) Proponer tanto la aprobación, como la revisión o cambio de los Estatutos al Obispo Diocesano. SEPTIEMBRE, 2017


46 Art. 16. PERIODICIDAD DE LAS REUNIONES. La Asamblea General se reunirá con carácter ordinario, al menos, una vez al año. Y con carácter extraordinario: a) Cuando lo estime conveniente el Obispo. b) A propuesta de la Junta Directiva. c) A petición, por escrito, del veinticinco por ciento de los Hermanos. En este caso, se requerirá un “quórum” del ochenta por ciento de los firmantes. d) En el supuesto de modificación de Estatutos, según derecho (cn. 312). Art. 17. ACUERDOS DE LA ASAMBLEA GENERAL. Supuesta la asistencia exigida en el artículo 14, podrán tomarse acuerdos con el voto favorable de la mayoría absoluta de los presentes. Si después de dos escrutinios persistiera la igualdad de votos, el Hermano Mayor puede resolver el empate con su voto. En el supuesto de modificación de Estatutos, será necesario el voto favorable de los dos tercios. Art. 18. JUNTA DIRECTIVA. COMPOSICIÓN Y CONSTITUCIÓN. La Junta Directiva la componen, el Capellán; el Hermano Mayor; el Vice Hermano Mayor; el Secretario; el Tesorero; y los Vocales. Todos con voz y voto, excepto el Capellán que no tiene voto. Se considerará válidamente constituida, cuando esté presente la mitad más uno de los miembros con derecho a voto. Art. 19. FUNCIONES DE LA JUNTA DIRECTIVA. Son funciones de la Junta Directiva: a) Concretar los planes aprobados por la Asamblea General y programar las actividades de la Hermandad. b) Proponer a la Asamblea General de una a tres candidaturas completas. c) Proponer a la Asamblea General los miembros de la vocalía de Economía o dos vocales, al menos (cn. 1.280). d) Presentar para su aprobación por la Asamblea General el estado de cuentas de la Hermandad. e) Presentar los Presupuestos, ordinario y extraordinario, al Secretariado Diocesano de Cofradías, para su aprobación (cns. 319 y 1.276 ). f) Disponer de los fondos necesarios para la ejecución de los presupuestos, ordinario y extraordinario, aprobados por el Secretariado Diocesano de Cofradías y Hermandades. g) Proponer a la Asamblea General la posible modificación de Estatutos. Art. 20. PERIODICIDAD DE LAS REUNIONES. La Junta Directiva se reunirá, al menos, dos veces al año, con carácter ordinario. Podrán convocar a reunión extraordinaria de la misma: a) El Capellán. b) El Hermano Mayor. c) A propuesta de dos tercios de sus componentes. Art. 21. ACUERDOS DE LA JUNTA DIRECTIVA. Para la validez de sus acuerdos, será necesaria la mayoría absoluta de los votos de los presentes válidamente convocados, con tal de que haya “quórum”(cn. 119, 2.º). Art. 24. EL HERMANO MAYOR. El Hermano Mayor de nuestra Hermandad deberá ser reconocido por su espíritu cristiano y sentido de la Iglesia, no contando nunca para su elección el criterio económico ni la influencia social. Art. 25. ELECCIÓN DEL HERMANO MAYOR. Para elegir al Hermano Mayor de la Hermandad se procederá así: HUMILDAD Y DOLORES, 4


47 a) La Junta Directiva propondrá a la Asamblea General de una a tres candidaturas completas, integrada cada una por un Hermano Mayor, un Vice Hermano Mayor y un Administrador, escogidos de entre los Hermanos elegibles (art. 10). La Asamblea General puede también presentar candidaturas completas, si van éstas respaldadas por la firma de un mínimo del diez por ciento de electores. b) La elección, que se hará con voto secreto, será válida, si, cumplido el artículo 14, sale aprobada una candidatura que obtenga la mayoría absoluta de los presentes. c) Saldrá elegida la candidatura que obtenga la mayoría absoluta de los votos válidos emitidos. Si ninguna candidatura logra dicha mayoría, se efectuará una nueva elección a los quince días, concurriendo a la misma sólo las dos candidaturas que obtuvieron más votos. Y si hubo empate, son elegibles sólo las dos candidaturas cuyos Hermanos Mayores sean de más edad. Si, después de la votación, persiste el empate, queda elegida la de más edad. Art. 26.-CONFIRMACIÓN Y TOMA DE POSESIÓN. El Hermano Mayor ha de ser confirmado por el Obispo Diocesano mediante documento escrito. Antes de esta confirmación no debe hacerse pública su elección. Desde el momento de la confirmación y después de jurar ante el Párroco, estará al frente de la Hermandad con todas sus atribuciones. El Obispo Diocesano en circunstancias especiales, cuando lo exijan graves razones, puede designar un Comisario, que en su nombre dirija temporalmente la Hermandad. También puede el Obispo Diocesano remover de su cargo al Hermano Mayor, oyendo antes a dicho Hermano Mayor y a los vocales, de acuerdo con las normas de los Estatutos (cn. 318, 2). Art. 27. DEBERES ESPECIALES DEL HERMANO MAYOR. El Hermano Mayor de esta Hermandad se preocupará especialmente de la formación integral, humana y cristiana (cn. 329; cf. 217) de los hermanos; de la correcta administración de los bienes de la Hermandad (cn. 1.279), y de la coordinación de la Hermandad con la Parroquia, con las demás cofradías y hermandades y con el Secretariado Diocesano de Cofradías. Art. 28. FUNCIONES DEL HERMANO MAYOR Las funciones del Hermano Mayor son: a) Convocar, moderar y presidir las reuniones de la Asamblea General y de la Junta Directiva. b) Representar a la Hermandad oficialmente. c) Cumplir y hacer cumplir los Estatutos de la Hermandad. d) Elegir al Secretario de la Hermandad. e) Separar de los cargos directivos, previa notificación a la Junta Directiva, al miembro o miembros que por su actitud negativa, considere oportuno. f) Cuidar debidamente de los bienes de la Hermandad. g) Autorizar con su firma la disposición de fondos estimada conveniente por la Junta Directiva para la ejecución de los presupuestos, ordinario y extraordinario, aprobados por el Secretariado Diocesano de Cofradías. h) Velar por el cumplimiento de todo tipo de acuerdos tomados. i) Colaborar con el Capellán para el cumplimiento de las tareas del mismo. j) Presidir la Hermandad en los actos de culto y en las procesiones. k) Rendir cuentas todos los años a la autoridad eclesiástica y dar cuenta exacta de las limosnas recibidas. l) Pedir licencia a dicha autoridad para realizar gastos extraordinarios. m) Solicitar de la autoridad eclesiástica la licencia para la enajenación de bienes a tenor de los cánones 1.291 1.294. SEPTIEMBRE, 2017


48 Art. 29. DELEGACIÓN DE FUNCIONES Y SUSTITUCIONES. El Hermano Mayor podrá delegar determinadas funciones propias o designar sustitutos para los demás cargos en casos de enfermedad, necesidad o ausencia, consignándolo siempre por escrito. Art. 30. ELECCIÓN DE LOS DEMÁS MIEMBROS. El Hermano Mayor entrante elige al Secretario siempre de entre los elegibles. El resto de los cargos que queden pendientes los elige la nueva candidatura. Art. 31. VICE-HERMANO MAYOR. FUNCIONES. Las funciones del Vice Hermano Mayor son: a) Sustituir al Hermano Mayor en los casos de enfermedad, necesidad o ausencia. b) Ayudar al Hermano Mayor en el desempeño de sus funciones ordinarias. c) Coordinar la labor de las Vocalías y Secciones. Art. 33. SECRETARIO DE LA HERMANDAD. FUNCIONES. Las funciones del Secretario son: a) Levantar Acta de las reuniones y hacer las comunicaciones pertinentes. b) Comunicar al Secretariado Diocesano de Cofradías el nombre del Hermano Mayor electo, para la confirmación en el cargo por el Obispo de la Diócesis. c) Todo lo relacionado con la correspondencia, citaciones y documentación de la Hermandad. d) Llevar al día el Registro de Hermanos, en el que constará la fecha de altas y bajas. e) Realizar las funciones que le encarguen o deleguen el Hermano Mayor y el Capellán. Art. 34. ADMINISTRADOR DE LA HERMANDAD. FUNCIONES. Las funciones del Administrador son: a) Llevar al día la contabilidad. b) Ejecutar el cobro diligente y oportuno de las cuotas. c) Preparar el estado de cuentas que la Junta Directiva ha de presentar a la Asamblea General. d) Elaborar los Presupuestos que la Junta Directiva ha de presentar al Secretariado Diocesano de Cofradías. e) Disponer, ordenar y archivar diligentemente cuantos documentos económicos afecten a la Hermandad. f) Disponer, junto con el Hermano Mayor, de los fondos necesarios para la ejecución de los acuerdos. g) Realizar y mantener actualizado el inventario de cuantos bienes posea la Hermandad, y presentarlos al Obispo con la periodicidad que se establezca. Art. 35. CONSEJEROS DE ASUNTOS ECONÓMICOS. FUNCIONES. Los Consejeros de Asuntos Económicos serán dos, al menos, según dispone el Código de Derecho Canónico (cn. 1.280) y tendrán las siguientes funciones: a) Asesorar al Administrador en la confección de los presupuestos, ordinario y extraordinario, que la Junta Directiva ha de presentar para su aprobación al Secretariado Diocesano de Cofradías. b) Revisar el estado de cuentas que la Junta Directiva ha de presentar a la Asamblea General para su aprobación. c) Y, en general, prestar su ayuda y consejo a la Hermandad y al Hermano Mayor, en concreto, en todo lo concerniente a la economía de la Hermandad. Art. 36. VOCALES O RESPONSABLES DE SECCIÓN. En nuestra Hermandad habrá cuatro Secciones o Vocalías, al frente de cada una de las cuales estará el respectivo Vocal, responsable de la actividad de la misma ante el Hermano Mayor y bajo la coordinación del Vice Hermano Mayor. Dichas Vocalías son las de Formación; Caridad y Convivencia; Culto y Espiritualidad; y Manifestaciones Públicas. HUMILDAD Y DOLORES, 4


LISTA DE HERMANOS María Mercedes Abril Fernández-Figares

Rodrigo Corrales Navas

José Matías Alcaide Alcaide

Alfonso Corrales Sanchez

Antonio Ignacio Alcaide Campos

Miguel Daban Sánchez

José Manuel Alcaide Campos

Francisco De Córdoba Marín

Aurora Alcaide Lopez

Aurora De la Rosa Arco

José Matías Alcaide Lopez

Sacramento Escribano

Alberto Alcaide Hinojosa

Luis Fernandez Abril

Lola Alcaide Hinojosa

José Miguel Fernandez Ampuero

Luis Alberto Alcaide Lopez

Miguel Fernandez Carrillo

Carmen Alcaide Lopez

Aurora Fernandez Carrillo

Jesús Aguilar López

José Freijoo Hinojosa

Marino Aquilera Peñalver

Miguel Angel Frias Ruano

Manuel Arjona Aguilera

María Margarita Frias Ruano

María Arroyo Castro

Francisco Frias Siles

Francisco Javier Avila Sánchez

Miguel Frias Siles

María Mercedes Bermudez Jimenez

Paula Fuentes Arco

Carlos Calvo Aguilar

Luis J. Gallego Jimenez

Jorge Manuel Calvo Montañes

Jorge Gallego Luque Romero

José Guillermo Calvo Montañes

Luis Javier Gallego Luque Romero

Antonio Camy Escobar

Antonio Gálvez Castillo

María de la Cruz Cano Calvo

Soledad Gálvez de la Torre

Fátima Cano Cano

Elvira Gálvez García

Laura Carrillo Garcia

Luis Gálvez Garcia

Laura Carrillo Luque

Jose Alberto García Alba

Maria del Carmen Casanova Albasini

Rocio García Nuez

Jesús Castillo Delgado

Rubén Gavira Martínez

Magdalena Ceballos Saez

Jaime Hinojosa Arco

Matilde Ceballos Saez

Rafaela Hoyos Lizana

Enrique Cobaleda Jimenez

Mercedes Jimenez Aguilera

Martina Cobaleda Toro

Simeón Lopez Cano

Antonio Corrales Navas

Candela Lopez Cano

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50 Andrés López Montañes

Daniel Rico Cano

Domingo Lopez Osuna

José Antonio Rivera Ruiz

Antonio Lopez Ruano

Antonio J. Romero Romero

Isidro Lorente Serrano

Antonio Luis Ruano Cano

Elisabeth Luque de la Rosa

José Rueda Bravo

Josefa Luque de la Rosa

María de los Reyes Rueda Hinojosa

Purificación Luque de la Rosa

Inmaculada Rueda Robles

Fermín Javier Madrigal Peláez

Pilar Sánchez Alcaráz

Francisco Martín Rosales

Dolores Sánchez Garrido

Jesús Martinez Ferron

María Angeles Sanchez Jimenez

Mª Isabel Martinez Ferron

Buenaventura Sanchez-Cañete Abril

Sergio Martinez Garrido

Isabel Sánchez-Cañete Abril

Javier Merino Solera

Miguel Sanchez-Cañete Abril

Diego Luis Merino Solera

Purificación Sanchez-Cañete Abril

Francisco Javier Milla Ibañez

Mª Ángeles Serrano Cano

Daniel Milla Rueda

José Serrano Rodriguez

Raúl Milla Rueda

Miguel Siles Reyna

María del Carmen Muñiz Lavers

Marta Siles Porras

José Antonio Muñoz Peinado

Rosario Siles Porras

Domingo Murcia Rosales

Mª Mercedes Toro Ceballos

Julia Navas Marchal

Isabel Toro Muñiz

Antonio Ramón Navas Sánchez

Lourdes Toro Muñiz

Mª Ángeles Obregón Lizana

Mª Carmen Toro Muñiz

Francisco Juan Bautista Ortega Perez

Francisco Toro Peinado

Juan Ángel Pérez Arjona

Ana Toro Peinado

Purificación Perez de la Blanca Abril

Marina Toro Yaroschuk

Estrella Perez Ruano

Marta Isabel Ureña Nieto

Jaime Ramirez Sevilla

Mercedes Vico Jimenez

Diego Ramirez Toro

Francisco José Zuñiga Martín

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COLABORADORES - Mercedes Abril Fernández-Figares - María Arroyo Castro - Mari Angeles Sánchez Jimenez - Ruano Cano Asesores - Asociación Cultural Enrique Toral y Pilar Soler - Farmacia Corrales Navas - FADECOMA SL. Correduría de seguros - Sánchez-Cañete Abogados - Distribuciones Toro - Hiper-Gálvez - Gráficas Cano - Autoescuela Cano

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