Revista Ingeniería y Construcción (Agosto,1933)

Page 1

AÑO X I . - V O L . XI.-NTJM. 128.

Madrid, agosto 1933.

Las corrientes vagabundas y su acción destructiva Por

ASPECTO GENERAL DEL

V. D E

PROBLEMA

Ya a fines del pasado siglo comenzó a observarse, especialmente en Norteamérica, que las masas metálicas enterradas en las proximidades de las líneas de tracción eléctrica que utilizaban el carril como conductor de retorno, sufrían una rápida destrucción, cuyo origen pudo precisarse en la corrosión electrolítica originada a expensas de las corrientes eléctricas que, escapando de los carriles, derivaban al suelo. La producción de estas corrientes, denominadas "vagabundas", se explica fácilmente, ya que nos encontramos en el caso de un conductor con tensión, el carril, en íntimo contacto con un medio, el suelo, que no es ni con mucho un aislante, y que por ser de sección infinita ha de ofrecer al paso de la corriente, en cuanto ésta se extienda, una resistencia poco apreciable, que podrá ser fácilmente vencida por la tensión del carril, de valor tanto más alto cuanto mayor sea su caída de tensión, produciéndose una derivación de la corriente eléctrica que por él circula y engendrándose en el suelo un campo de corrientes vagabundas, que siguiendo líneas de máxima conductibilidad se reintegrarán más tarde a los carriles para volver a la barra negativa del generador y completar el circuito eléctrico. Si las corrientes vagabundas encuentran en su camino un elemento metálico enterrado, lo que probablemente ocurrirá en los núcleos urbanos surcados por canalizaciones de todo género, se producirá un paso de corriente entre dos masas metálicas—carril y canalización—a través de un medio como el suelo húmedo, que contiene gran número de productos químicos disueltos en el agua retenida, lo que dará origen a un'proceso de electrólisis y a la subsiguiente corrosión del material metálico que actúe como ánodo o que obre como cátodo, según la clase de aquellos productos. Si la corrosión se produce en el carril, el efecto destructivo no .es muy considerable, debido a su gran sección, aunque sí peligroso por localizarse en general en los enlaces y pernos; si la acción electrolítica se produce en una canalización.

BUEN'^)

los efectos corrosivos producen, en carcibio, daños considerables y pueden incluso envolver graves peligros por llegar a producir la rotura de cañerías de agua o la explosión del gas conducido por tuberías subterráneas. Teóricamente, una corriente de un amperio descompone en una hora 0,697 gm. de Fe, 3,858 gm. de Pb, 2,355 gm. de Cu, etc.; imagínese, pues, el efecto destructivo que puede producir una corriente vagabunda localizada sobre la delgada capa de plomo de un cable telefónico o el débil espesor de una tubería, y se comprenderá asimismo que Mr. Robert Hadfield calculase en 700 millones la pérdida anual de hierro y acero originada por corrosión electrolítica, destacándose desde luego como hecho evidente cuán grave perjuicio encierra la presencia de las destructoras corrientes vagabundas en las concentraciones urbanas. La ausencia casi total de trabajos españoles sobre este problema hace siempre interesante el abordarlo, amque nos obliga a llevarlo a cabo con alguna extensión; pero es además en estos momentos asunto de actualidad ante las derivaciones del pasado Congreso de Circulación y a la vista de las obras del túnel de enlace, que habrán de colocar bajo el suelo de Madrid tendidos de líneas de grandes consumos, poniendo sobre el tapete la normalización de los servicios de tranvías en los cascos urbanos y el interesante aspecto de los servicios de tracción eléctrica subterráneos, de facetas tan características, que hemos podido estudiar experimentalmente. Todos estos aspectos nos han movido a tratar nuevamente del estudio de las corrientes vagabundas, tema que ya abordamos extensamente hace algunos años (1), para exponer en líneas generales sus principios y recoger éstos más tarde en el estudio de los temas de actualidad que hemos señalado. Con esta orientación abordamos previamente la cuestión del retomo en los servicios de tracción eléctrica, ya que de él depende la generación de corrientes vagabundas en casi todos los casos, para tratar má,s adelante de la acción electrolítica de estas corrientes y los medios de evitarla o mitigarla y, finalmente, del problema a que da lucí)

V . de B u e n : "Estudio de las corrientes v a g a b u n d a s y

a c c i ó n sobre las m a s a s m e t á l i c a s en c o n t a e f o c o n (1)

Ingeniero muustrial.

su

tierra".—Téc-

nica, 1929, números de marzo, abril, m a y o , junio, julio y octubre.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Revista Ingeniería y Construcción (Agosto,1933) by FUNDACIÓN JUANELO TURRIANO - Issuu