Madrid, junio 1929.
AÑO V I I . - V O L . VII.-NTJM. 78.
Nuevo
cruzamiento Por
A D R I A N
Entre las condiciones- aprobadas en el último Congreso ferroviario celebrado en Londres en el año 1926, figura en lugar preferente una encaminada a estimular a los técnicos ferroviarios para que estudiasen medios y dispositivos encaminados a suprimir, o, por lo menos, a aminorar los grandes choques y vibraciones que se producen al circular el material rodante en vía general, a causa de las juntas de los carriles y también al pasar por encima de los cruzamientos de vía. A todo el que se dedique al problema de la circulación del material móvil ferroviario no se le ocultará la gran importancia de tan interesante conclusión, por los incalculables beneficios que reportarla a la explotación si se llegase a conseguir lo propuesto, no sólo porque se alargarla extraordinariamente la duración del material móvil y fijo, sino también por lo que se relaciona con la seguridad de la mercancía y comodidad del viajero al reducirse las trepidaciones y ruidos, que tanto contribuyen a aumentar el cansancio que siempre proporciona un largo viaje. Muchas y serias dificultades es preciso vencer para lograr tan importantes beneficios, puesto que al introducir una reforma de esta índole, por sencilla que sea, hay que tener presente, además de su eficacia y sencillez, que su aplicación no resulte muy costosa; condiciones muy difíciles de armonizar casi siempre y a cuya dificultad hay que atribuir el fracaso de iniciativas muy estimables, según ha Patente española número 113.069. perito mecánico-electricista de la Escuela Industrial de MaJefe de los Talleres de Vías y Obras de Villaverde Bajo, de la Compañía de M. Z. A. ,
ALBERGA
de
vías
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tenido ocasión de apreciar el autor de estas líneas, durante su ya larga experiencia al frente de un centro de producción de aparatos de vía. Si en las juntas de vía general es tan interesante reducir los mencionados efectos, no lo seria menos en los cruzamientos de vía que tanto se emplean en las entradas y salidas de las estaciones y en cuyos aparatos son aún más intensas, particularmente al pisar las ruedas la zona central del cruzamiento, que en algunas ocasiones han dado lugar a descarrilamientos. Por razón de nuesti'a profesión, hemos tenido que intervenir en dichos casos y estudiar, siguiendo la superior orientación y acertadas iniciativas de nuestro jefe inmediato, durante muchos años, don Domingo Mendizábal, la manera de evitar esos accidentes, habiendo encaminado nuestro esfuerzo a suprimir las entrecalles que existen entre las juntas de cruzamiento y los carriles acodados, que se representan en la figura 1." y que son las verdaderas causas de aquellos peligros que intentamos evitar. ~ Después de algunos tanteos, hemos hallado un procedimiento que parece satisfacer las condiciones impuestas, lo que nos anima a describirlo y publicarlo, aunque no sea más que para iniciar el camino que conduzca a la solución definitiva de tan importante problema. En todo cruzamiento oblicuo o normal, según se construyen generalmente en la actualidad, aparecen libres los dos itinerarios, según se representa en la figura 1."; pero solo es indispensable para la circulación que esté libre uno u otro, según la dirección que convenga siga el convoy. El problema
Figura 1.*. Esquema d e la disposición actual de los cruzamientos.