Revista Ingeniería y construcción - 1923 - Septiembre

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ria, tanto en Villalba como en Uña. Las más interesantes son las dedicadas a la construcción de la Central y depósito de carga y el canal, siempre sobre la base de emplear instalaciones fijas de fabricación de hormigón y sistemas apropiados para distribuirlo en un área ele extensión conveniente. La instalación del depósito de .carga, análoga a la de la Central, que es más pequeña, tiene una hormigonera con su machacadora y molino de arena que recibe los materiales de una cantera próxima y arroja el hormigón sobre vagonetas que lo conducen a tres altas torres, ele cerca de 40 metros de altura una de ellas, a cuya parte superior sube el hormigón en un ascensor y ele clónele se distribuye por medio ele canales a todos los puntos de la obra. Las instalaciones del canal

son análogas y construyen cada una dos kilómetros de canal; el hormigón es transportado a pie de obra en trenes de vagonetas arrastrados por tractores de gasolina-. Terminado cada trozo se traslada la instalación de hormigonado, existiendo tres de éstas por cada extremo del canal, lo que permitirá acabarlo en plazo breve. Los túneles se han atacado también mecánicamente, particularmente el ele 800 metros, en el que han actuado un compresor de 90 caballos y dos de 65. Con lo dicho queda explicado a grandes rasgos la importancia de la obra, cuya terminación contribuirá notablemente a mejorar el abastecimiento eléctrico de la capital de España.

La edad de la cordillera central y el valle de las Batuecas El catedrático de Geología de la Universidad Central señor Hernández-Pacheco expuso en el Congreso ele las Ciencias de Salamanca, en una conferencia, los estudios que ha realizado con objeto de determinar la edad geológica y formación de la cordillera central de la Península Ibérica o lusitanocastellana. Estas investigaciones las realizó principalmente durante el verano anterior, recorriendo la Sierra de la Peña de Erancia, el valle de las Batuecas y la región elei Castañar. Dos problemas de geología ibérica, que constituían un, enigma, cree haber resuelto el Sr. Hernández-Pacheco: uno es el mencionado de la edaci ele la cordillera central; el segundo es fijar la edad y significación de la extensa formación de areniscas o arcosas que ocupan la zona occidental de la planicie, castellana del Duero por tierras de Zamora y Salamanca, que tienen manifestación muy característica en Ciudad Rodrigo y que se encuentran en diversos lugares de la antigua depresión que se continúa en Portugal por el valle del Mondego, especialmente en Bussaco. Los estudios realizados XDor el conferenciante y recientemente por el profesor de la Universidad de Lyón Erederic Román, en unión de Royo Gómez, que han. fijado claramente el nivel estratigráfico ele este terreno, reconocido ya como eoceno, han resuelto la cuestión ele la edad de tales materiales litológicos. Describió el conferenciante la constitución orogràfica y geológica de los diversos tramos ele la cordillera central: Somosierra, Guadarrama, Gredos, Gata y el conjunto orogràfico de las sierras portuguesas de la Estrella, Garduhna y Moradal. Expuso la hipótesis clásica de Macpherson, según la cual este gran, conjunto montañoso, que cruza la Península de ENE. a OSO., se había formado en los últimos tiempos del carbonífero, como consecuencia de lo que llamaba el ilustre geólogo las direcciones derivadas de los movimientos orogénicos hercinianos. El estudio que ha efectuado últimamente el conferenciante, en unión ele algunos de sus discípulos, de la tectónica ele los terrenos postpaleozoicos relacionados con la cordillera, especialmente el cretáceo ele la provincia ele Segovia y ele Madrid, que se manifiestan intensamente plegados y dislocados, y la disposición elei eoceno del borde N. de las sierras de la Peña de Erancia y de Gata, le llevan a la convicción que la cordillera Central es de origen más complejo y de edaci más moderna que la que creían los geólogos de fines del siglo pasado; admitiendo clos fases en su formación, uña. antigua, en que se inició el accidente orogràfico como consecuencia ele lo que llama

el Sr. Hernández-Pacheco movimientos postumos hercinianos. La otra fase orogénica es la correspondiente a los movimientos pirenaicos de muy al principio del terciario, por cuanto los terrenos del eoceno medio ele Ciudad Rodrigo y de Salamanca están sensiblemente horizontaes o con muy suaves inclinaciones. A estos movimientos siguió otro lento ele depresión en los territorios de ambas Castillas, a uno y otro lado de la cordillera, la cúal en éstos funcionó como zona estable y rígida, movimientos que originaron las dos extensas cuencas donde se depositaron los sedimentos terciarios de facies continental, especialmente miocenos de las cuencas del Duero y ele Castilla la Nueva. Finalmente, como consecuencia ele los últimos movimientos alpinos del final del terciario o principios de cuaternario antiguo, se produjo la elevación en masa de las mesetas' centrales y las ondulaciones suaves que se advierten en algunas regiones del mioceno de Castilla la Nueva. La observación del imponente accidente tectónico que se advierte en la Peña de Erancia, valle de las Batuecas y región del Castañar, que es la rampa que de la altiplanicie de los campos de Salamanca desciende a la penillanura cacereña, hace ver que la ladera meridional de la cordillera central constituye un accidente tectónico tan formidable como el ele la ele Sierra Morena, con. un desnivel de 500 metros entre,.ól borde alto, donde está La Alberca y pueblos ele borcle Sur de los campos de Salamanca y el piso bajo, por .clonde el Alagóla corre en. la penillanura de Cáceres. El ayudante Erancisco H.-Pacheco reconoció en Gredos, en el Puerto del Pico y en la sierra de La Cabrera, más a oriente de Guadarrama, el mismo desgaje en la frente sur de la cordillera. La sierra ele la Peña de Erancia, de posición anómala en la alineación general, corresponde a las antiguas alineaciones herciniailas arrumbadas casi èn dirección normal y ele las que se reconocen las raíces ele los pliegues hercinianos en la prolongación de dicha sierra hacia el N. en la serrata ele San Giraldo en Ciudad Rodrigo. La segunda parte del estudio del Sr. Hernández-Pacheco se refirió a la estructura, descripción geológica y paleontológica de la Peña de Francia y del valle de las Batuecas, al que considera como una cubeta tectónica constituida por una sinclinal complicada con fallas y pliegues-fallas. Estableció la distinción con la inmediata región de las Jurdes, totalmente diferente en constitución topográfica, litològica y vegetativa. El final ele la conferencia fué el análisis de las pin tu •403


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