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Matadero 21
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Revista Matadero 21
Escuela de Arte León Ortega Avda. Escultora Miss Whitney, nº 56 21003 Huelva, España www.escueladeartehuelva.com ISSN 2603-7831 Año 2021
MATADERO 21 -- CONCIENCIA CON ARTE Coordinación y redacción:
Departamento de Extensión Cultural y Promoción Artística
José Francisco Corrales en colaboración con María Ángeles Crisol y Elvira Camacho.
Diseño y maquetación: El Libro Feroz
Portada:
Ana Escobar
Contraportada: Beatriz Terenti
Editorial:
Jorge Garrido https://sierra.photo.blog/
Fotografías de transición: Francisca Alfonso
Textos:
Ángeles Mora, Manuel González Mairena, Sofía Sánchez, Carmen Ramos, Ángel Poli, Francisco Ruano, Enrique García Bolaños, Carlos Fernández Martín.
Fotografías e ilustraciones: Alumnos:
Ana Escobar, Beatriz Terenti, Rocío Hierro, Pablo Morales, Mirian Espinosa, Michelle Volpe, María Pedro, Javier Gómez, Claudio Giraldo, Alejandro Saldaña y Roberta Elvira
Ex-alumnos y colaboradores:
Josema López, Erick Alcántara, Susana Pérez, Tomas Milhou, Francisca Alfonso, Eloy Martin, Marina Martín, José Manuel Albarrán
Conciencia con ARTE
ÍNDICE Naturaleza -- Departamento de Extensión Cultural y Promoción Artística [pág. 13] Editorial -- Jorge Garrido [pág. 15] Editorial -- El Libro Feroz [pág. 19]
//La Pluma y la Piedra// M. González Mairena -- pág. 25 María Pedro -- pág. 27 Pablo Morales -- pág. 29 Pablo Morales -- pág. 31 Roberta Elvira -- pág. 33 Michelle Volpe -- pág. 35 Javier Gómez -- pág. 37 Sofía Sánchez -- pág. 39 Claudio Giraldo -- pág. 41 Enrique García Bolaños -- pág. 43 Alejandro Saldaña -- pág. 45 Ángeles Mora -- pág. 47 Pablo Morales -- pág. 49 Javier Gómez -- pág. 51 Francisco Ruano -- pág. 53 Roberta Elvira -- pág. 55 Ángel Poli -- pág. 57 Miriam Espinosa -- pág. 59 Roberta Elvira -- pág. 61 Carmen Ramos -- pág. 63 Rocío Hierro -- pág. 65 Carlos Fernánez Martín -- pág. 67 Javier Gómez -- pág. 69
//Colaboraciones// Erick Alcántara -- pág. 74 José Manuel Albarran -- pág. 76 Marina Martín -- pág. 78 Josema López -- pág. 80 Tomás Milhou -- pág. 82 Francisca Alfonso -- pág. 84 Eloy Martín -- pág. 86 Susana Pérez -- pág. 88
Ana Escobar
Escuela de Arte León Ortega
Naturaleza Con la mirada puesta en la naturaleza y en la conciencia sobre la misma, se publica la revista Matadero 21. Es la quinta de esta publicación en formato electrónico y periodo anual de la Escuela de Arte León Ortega. Sigue la línea de los últimos números de una revista monotemática. En esta ocasión exclusivamente literaria y plástica, idea que surgió de la colaboración con El libro feroz, Francisca Alfonso y Javier López, cuya labor en este tipo de ediciones es de reconocido valor. El planteamiento fue reunir una serie de textos y poemas breves que sirvieran de incentivo para creaciones plásticas. El tema, el nexo de todo ello, nació de los propios escritores seleccionados y se definió en torno a la conciencia de la fragilidad de lo natural y la visión que podemos tener desde nuestra condición actual. La revista se conforma pues de un contenido “mixtura” de textos, fotografías, grabados, collages e ilustraciones que desarrollan el tema propuesto. La participación de alumnado actual junto a ex alumnado ha sido muy rica y constructiva, reforzando los lazos en la colaboración que el propio Centro de enseñanza genera. Nuestro más sincero agradecimiento a todos. Conciencia con arte, arte en textos e imágenes. Con este número queremos mantener la urgencia de expresión sobre nuestro planeta.
Departamento de Extensión Cultural y Promoción Artística. 13
Jorge Garrido
"El arte es una compensación necesaria ligada a la infelicidad de nuestras vidas" decía
Houellebecq, de hecho el arte ha sido a lo largo de la historia espejo y motor de los cambios sociales ligados a esas infelicidades. El mundo como supermercado ha convertido el arte en marketing, la confabulación entre arte y moda ha digerido al arte como expresión humana. El siglo XX sacó el arte de la naturaleza y lo confinó en las cada vez más grandes urbes limitando su expresión esencial del mismo modo que se limitaba la relación entre el hombre y la naturaleza. Ralph W. Emerson, pensador del trascendentalismo norteamericano del XIX, una vez había desgranado el paisaje en todas las propiedades y granjas que alcanzaba con la vista, afirmaba que había una parte en el horizonte del paisaje que sólo es propiedad del artista; en esa línea el eminente ecólogo y biólogo Ramón Margalef decía que una vez el bosque ha sido estudiado y analizado por la ciencia, la comprensión íntegra del mismo sólo puede venir de la mano del arte. La mitigación del problema ecológico que afronta la humanidad tiene una pata importante en la función reconciliadora del arte; el arte debe ser el encargado de poner la naturaleza frente al hombre en un intento de volver a ligar a los dos actores en un diálogo. Esto ya ha ocurrido: cuando Ansel Adams formaba parte de la Nueva Objetividad, otros fotógrafos como CartierBresson o Imogen Cunningham le recriminaban que, en plena crisis de los años 30, no estuviera fotografiando todo aquel cataclismo social y se dedicara a pasearse por la Sierra Nevada fotografiando árboles, montañas y lagos. Adams, animado por Stieglitz, pensaba que cuando la crisis trascendiera, el repunte de la industrialización (que además se vio agravado por la guerra), acabaría con gran parte de los espacios naturales de Estados Unidos, como así fue, sin embargo su trabajo, cargado de belleza y emotividad, consiguió salvaguardar gran parte de los grandes espacios naturales norteamericanos que fueron transformados en parques nacionales. Desde el siglo XIX y hasta los años setenta del XX la relación entre arte y naturaleza prácticamente se limitó a la ilustración científica y la fotografía descriptiva. La aparición de los movimientos del land art y el arte en la naturaleza vinieron a reincorporar a la naturaleza en la visión plástica del arte. Figuras como Nils Udo consiguen con sus intervenciones, sus pinturas y sus fotografías plantear al público una reflexión simple, sencilla, fácil, clara, evidente... a través de 15
Jorge Garrido
la belleza de la propia naturaleza, y creo que es el modo más impactante de poner cara a cara al hombre frente al problema. El impacto llega ante la percepción de la posibilidad de perder la belleza de una naturaleza que creíamos inmutable. Suelo decir que me interesa más que a mis exposiciones vengan naturalistas en lugar de artistas, el arte, para mi, es un medio, no un fin en si mismo; el arte es un mecanismo de reflexión, de preguntar y de plantear respuestas de esa forma que sólo sabe hacerlo el arte, apelando, no sólo a la parte racional, sino también a la parte emocional del ser humano. Parafraseando a Gabriel Celaya, maldigo el arte concebido como un lujo, lo percibo como un discurso asequible a todos, ni elitista ni para eruditos. Comparado con la imagen plástica, leer quizá sea la forma más complicada de contemplar, es por eso que pienso que la urgencia y la necesidad de globalidad en el discernimiento del problema ambiental al que se ve abogada la humanidad pasa por el arte y concretamente las artes plásticas. El discurso de la creación artística contemporánea tiene, sí o sí, que pasar por la naturaleza, si es que pretendemos que el arte siga siendo ese motor y espejo de cambios sociales, hoy tan importantes.
Jorge Garrido,
Santa Ana la Real, 2021
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Ana Escobar
El Libro Feroz
Desde
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El Libro Feroz editorial que reivindica la creatividad desde todas sus dimensiones, presentamos Conciencia con Arte como propuesta para este año de la revista Matadero 21. La relación de los seres humanos con la naturaleza es quizás el primer tema en aparecer en la historia del arte. Su representación gráfica se remonta al paleolítico, y a lo largo de la historia siempre ha estado presente como un tema principal, como fuente de inspiración y de referencia en las artes. El ser humano, y el artista en particular, percibe que debe reconsiderar el lugar que ocupa y cuestionarse el protagonismo adquirido como ser dominador y destructor. El arte, íntimamente comprendido, habita un espacio dentro de cada uno y que cada persona es capaz de trasladar al exterior, a un medio físico, con ayuda de herramientas y materiales prestados de la naturaleza o de la tecnología, creando algo totalmente nuevo. Es necesario que la creación artística de nuestra época promueva una búsqueda de sentido desde la conexión ecológica. A través de este “ágora digital” queremos agradecer a todas las personas que han colaborado con sus trabajos y creaciones así como a la Escuela de Arte “León Ortega” por contar con nuestra labor y participar en un movimiento al que se unen miles de creadores de todo el planeta: valorar y expresar la importancia de respetar y cuidar de nuestra “casa común”.
El Libro Feroz,
Entre Huelva y Aracena, 2021
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La Pluma y la Piedra
Fui a los bosques porque quería vivir con un propósito; para hacer frente sólo a los hechos esenciales de la vida, por ver si era capaz de aprender lo que aquella tuviera por enseñar, y por no descubrir, cuando llegase mi hora, que no había siquiera vivido.
H.D. Thoreau
La mente no es otra cosa que montañas y ríos y la amplia tierra, el sol, la luna y las estrellas.
Dogen, Maestro Zen
Hay quienes ven la naturaleza como algo ridículo y deforme y aun hay otros que ni siquiera la ven. Pero a los ojos del hombre con imaginación, la naturaleza es la imaginación misma.
William Blake
Ana Escobar
Manuel González Mairena [Poemas inéditos del Cuaderno de Cortegana]
La piedra late, se siente origen y centro del universo. En su quietud de siglos guarda el silencio y la contemplación. Sobre ella se han posado la lluvia, insectos, seres vertebrados, restos de vida consumida. La piedra late esperando su momento: a que alguien o algo la lance.
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Manuel González Mairena
Bajas las escaleras de casa y cierras la puerta del baño. El feng shui, me dices. Y es curioso cómo sigue todo en orden: fluye el aire, escucho tus pasos ascendentes, soy arena en surcos.
María Pedro 26
Pablo Morales 28
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Manuel González Mairena
Estar frente a este árbol y saber que no se está ante él. Quiero decir que es un fantasma sin pasado al que preguntarle. ¿Qué fue de sus raíces? ¿Qué fue de su edad primera? ¿Cómo viniste hasta aquí? Preguntas que golpean la corteza.
Pablo Morales 30
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Michelle Volpe 32
Manuel González Mairena
Fue un relámpago enorme. Cruzó el cielo dibujando una hermosa raya en la oscuridad de las noches de invierno. Se dejó caer con tal belleza, con tal superioridad y al mismo tiempo delicado, como las cosas que desaparecen fácil, volátiles. Abrasó la tierra que lo hospedó por milésimas. Y se fue.
Roberta Elvira 34
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Javier Gómez 36
Sofía Sánchez Desaforismos Cuáticos (Fragmento inédito, 2020)
Me tiembla el cuerpo de ansiedad, creo que es producto neoliberal del postcapitalismo rapaz que nos tiene en el límite biopolítico de todas nuestras elucubraciones. O quizás sea el mismo miedo ancestral que nos infundaron al evolucionar especie humana. Hoy hablaba con mi amiga tarotista sobre el reiki, la meditación y el chamanismo, cuando luego de una larga disertación sobre el mito y el logos, las dos decidiéramos telepáticamente salir del “clóset metafísico.” Yo no sé pensar y vivir al mismo tiempo, por eso escribo. Aunque la noción del tiempo es juguetona, ya que en realidad no existe. Por lo que quizás escribo “tiempo” para pensar que la vida lo atraviesa. Me da curiosidad este “fin/comienzo” del mundo, donde ver la realidad está más en la pared que nos une, esta casa que somos, y no en lo que nos separa. La ecosofía, tiene mi nombre dentro, y amar la Tierra desde la sabiduría no puede ser un aforismo, es una necesidad en medio de la crisis ecosistémica en la que nos encontramos. Nos queda salir de la cueva y saber que siempre hemos sido libres.
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Claudio Giraldo 40
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Enrique García Bolaños Doma Vaquera
A este lado del puente todo ocurre más despacio. El tiempo arrastra cada sílaba y deja un regusto metálico en la muñeca. Si tuviera bolsillos estarían llenos de plomo. Por eso me visto de seda y dejo al aire hacer su trabajo. El aire, la rama: todo lo que soy. El plomo, el asfalto: lo que ahora recuerdo. Suena el timbre y el espacio se hace carne. La jornada ocurre con todos los preámbulos. El cartero reparte sus cartas. El reloj marca sus minutos. Las vecinas cantan sus historias. El niño quiere a su mañana. El hombre del tiempo da los buenos días, las buenas tardes, las buenas noches. Hay un flamenco en el estero. No le veo la cabeza desde hace un rato. Debe estar hecho de agua.
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Alejandro Saldaña 44
Ángeles Mora La manera de nombrar las cosas
Hoy Selva ha ido a ver a la bisabuela Águeda porque le han pedido una redacción en el colegio y ella siempre sabe responder todas las preguntas. La profesora quiere que cada uno investigue sobre su nombre y en Internet solo encuentra fotos de un verde precioso. —Los humanos siempre han usado los nombres para hacer homenajes: a las flores, a los mares, al amanecer... y luego se sumaron los que homenajeaban a personas concretas como a los santos y las vírgenes. —dice la abuela con esa voz que siempre suena a cuento—. Pero llegó un momento en el que se hizo costumbre homenajear lo que ya no estaba. Así si quitaban un cabezo para construir pisos, el edificio se llamaría Los cabezos; cuando se talaba un bosque para construir una urbanización la llamaban El pinar. Las dunas. La marisma. El jaral... Supongo que intentaban tranquilizar sus conciencias con ese tributo. Esa es la costumbre que ha seguido hasta hoy. Vuestros nombres, Selva, son homenajes a lo que ya no existe en la tierra.
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Pablo Morales 48
Javier Gómez 50
Francisco Ruano. “Maluk, el especiero de Ishbiliya” (fragmento). “Satori” (Relatos).
...y, por fin, con permiso del alfaquí, la umbrosa esquina de Maluk se inundó de aromas: el satar farisi de flor azul, para los cocidos de calabazas y las sopas de pescado; el kammum agrio del Alxaraf, del que su padre le había dicho que repudiaba con soberbia la sombra de otros árboles; el sabat, en rama seca, cuyo jarabe hacía fluir la leche de las madres, y tan propicio en la sazón de adobo y carnes duras; el rumman en grano para las ensaladas dulces; el simsim tostado, sucedáneo de la nuez, que pudría la tierra; la al-hanna, que daba color a los refrescos y teñía las barbas de emires y califas; el sadiy en corteza, para los catarros; el kurkum en raíz, contra las desgracias; el astirax en bálsamo, que escondía la fetidez de las letrinas; el julanyan, para la hichazón del hígado, la paprika, que aumentaba los fluidos genitales de las hembras recién casadas; el almisk de lágrima de ciervo, para las ceremonias; el abir en piedra, de vapor afrodisíaco; el lubbán en resina, que avivaba la memoria y aplacaba el dolor de la picadura de alacrán; el sandal maqarisi en astillas, que blanqueaba los dientes y perfumaba los braseros; el jasjás, para el olvido de amantes y el picor de párpados; la al-husama en pétalos, que espantaba la tristeza y perfumaba los manteles; el fawdany y el dawmarán de sombra, en hoja tierna, para infusiones en crepúsculo…y tantas otras brisas del Jardín de Alá, que Maluk recitaba de memoria cinco veces al día, cuando callaba la voz del muecín de los creyentes…
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Roberta Elvira 54
Ángel Poli
NATURALEZA No admite concesiones ni triquiñuelas, pero –mujer que latees toda entrega. Traba distancia del Hombre que la mira sin verle el alma.
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Ángel Poli
PIES EN LA YERBA Pisaba con los pies descalzos la yerba humedecida. Entre la tierra y sus plantas desnudas hubo un ensamble, un recorrido verde casi eléctrico, un diálogo noble, una escala sin baldas, una arteria de plácidos nutrientes, la transfusión que vuelve a dar su abrazo de savia, de raíces, de sangre que desprende su retórica.
Miriam Espinosa 58
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Roberta Elvira 60
Carmen Ramos Seis Haikus Urbanos
Entre la miga y la sombra del bar, el gorrioncillo.
Desorientada una paloma sobre la marquesina.
Mientras contemplo aquellos pajarillos, un avión pasa.
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Carmen Ramos
Piscina vacía. Posado en la farola solo ese mirlo.
Han florecido las jacarandas y sigue ahí el balón.
En la fachada del edificio, la sombra de la mosca.
Rocío Hierro 64
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Carlos Fernández Martín De “Auriga de estrellas”
VELO DE SILENCIO Qué bien se está en la frondosidad de estos árboles. Su inmensidad, velo de quietud infinita, me acoge en la noche. Los ruiseñores de la ribera trazan volutas en el cielo, un canto alegre entre los alcornoques heridos y resecos del verano. La naturaleza muere, y mi alma la acoge en su seno de infancia. Volverá el azul del invierno, y los altos chopos, como lanzas de sol mortecino, hallarán mi sueño. Qué bien se es aquí. En el silencio de estos valles, fuera del tiempo.
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Javier Gómez 68
Colaboraciones
La conservación es un estado de armonía entre el hombre y la tierra
Aldo Leopold
Mi objetivo no es tanto el de aprenderme los nombres de los jirones de creación que prosperan en este valle como el de estar abierta a sus significados, es decir, tratar de que su verdadera realidad influya en mí todo lo posible y en todo momento
Annie Dillard
Monta su máquina y se acostumbra enciende hierros, pistones, engranajes anda y camina que así se mueven las cosas… andando! se cubre de agua salada, se cubre de aire y arena muerde y mastica, pero no engulle, escupe muerde y mastica y engulle y se nutre.
Erick Alcántara 74
Lo propio del saber no es ver ni demostrar, sino interpretar. Michel Foucault
José Manuel Albarran 76
“Una persona que reniega de su tierra no es digna de sus orígenes”. Esta es una frase que suele decir mi abuela y es verdad, me di cuenta tarde pero es verdad. Tuve la suerte de crecer entre campos, animales y humildad, pero mis metas me llevaban a lugares de metal y cuando anidaba en las ciudades que presumen del turismo masivo del arte y del triunfo, empezaba a anhelar las luces cálidas que llenaba de vida a los campos, la frescura de la sombra de los árboles, la convivencia entre el ser y el animal, los juegos entre jornada y jornada, el olor a jazmín, los sonidos de los caballos… Anhelaba lo que para mí era el verdadero arte o mejor dicho, el origen de la percepción. Crecer así de cerca de la naturaleza, ha hecho que sea más humana y cada vez que me alejo de ella siento que pierdo ese poder, ese origen, pues me vuelvo presa del individualismo gris y patentado por un sistema capitalista y egoísta y me da coraje, me da mucho coraje, por eso siempre vuelvo, siempre recurro a la naturaleza para volver a sentir, para volver a ser fuerte, humana y ante todo, pura, jurando lealtad ante la verdad y su verdad, jurándole lealtad a mis emociones y a mis sentidos y respetando aunque se me falte al respeto. Y quizá sea por ella por la que siempre intento hablar a través de mis fotografías, pues todo ese escenario, también orquesta toda una vida, toda una carga de actos y consecuencias, físicas y emocionales.
Marina Martín 78
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LA NATURALEZA DEL HOMBRE Cuando hablamos de naturaleza pensamos en aquello que hacemos por instinto. El hombre sobrevive, ama, odia y protege su casta como lo haría cualquier otro animal, sin embargo, nadie medita estas acciones, tan solo las llevamos a cabo porque así está escrito en alguna parte de nuestro código genético. Lo mismo ocurre con el sexo. En los tiempos modernos no existe nada tan humano y natural como la sexualidad. Nuestra función vital es reproducirnos, por eso es que somos fértiles, y la unión de dos cuerpos desnudos, el placer y la empatía son los temas más humanistas que se pueden tratar. En la ilustración aparecen varios simbolismos. En primer lugar, la propia composición ha sido realizada de manera que pueda ser observada desde cualquier punto de vista. Así se respeta la equidad de ambas figuras y se deconstruye cualquier tipo de jerarquía. La flor que aparece al centro de la imagen es una representación de la fertilidad y del amor carnal; y por último, cada uno de los cuerpos aparece de un color (blanco y negro), haciendo alusión al principio filosófico “Ying yang” y al mestizaje como curso natural del ser humano.
Tomás Milhou 82
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Francisca Alfonso
Kirie los animales heridos la lluvia ácida el canto del ruiseñor la mano que destruye el mar enfermo la yerbita humilde el lobo perseguido los verdaderos locos el cachorro huérfano la espuma de la orilla el capital todopoderoso las flores muertas la bandada de ánsares el alimento envenenado los árboles majestuosos las galaxias cercanas la nieve límpida los mercados financieros el rumor del viento la mirada callada las utopías alcanzadas la risa de los niños las guerras absurdas las respuestas sin preguntas los días de los años la canción del río la fruta que cae los desiertos fabricados la humanidad de las máquinas el latido del sol la tela de la araña los seres microscópicos la fortaleza de la montaña el perro apaleado los campos de minas de oro el oro negro las selvas silenciosas el ruido de la ciudad las ciudades desiertas las filosofías visionarias el arte destruido los caminos emprendidos el león enjaulado los gobiernos corruptos las nubes negras las nubes grises las nubes blancas la motosierra amenazante el bosque intimidado las mariposas coleccionadas las voces amordazadas el viejo que siembra el petirrojo en la rama el fuego purificador el fuego destructor la gota de lluvia el indígena humillado las verdades mentirosas el sentido de la vida la inteligencia comprada el misterio de la luz la fragancia de las rosas la sutileza del rayo el lenguaje de los astros la voz de la piedra la mano que construye los universos por descubrir la tierra agonizante la sabiduria del amor la florecilla silvestre la poesía de la tormenta el paraíso desolado oh Kirie oh Kirie
86 Eloy Martín
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EL MUNDO INVITADO
Porque nunca fue suyo el árbol ni la rama
Se separaron
ni el fruto, ni la brisa
el mundo invitado... del mundo animal
ni el espacio
los tejados... de la tierra
ni la sombra, ni el tiempo
las manos... de la paz la mariposa roja... del agua
y todo estaba en él
abandonó
Y todo está en él,
la piel a la piedra
la luna en el mar,
el vestido a la caricia
el murmullo en el trigo,
la pimienta a la sal
la mariposa roja sobre el agua
el limonero saltó al agua...
la lluvia del limonero...
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