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GuadalcanalInformación/10 26 de abril de 2021
El último fin de semana de abril deja otra estampa para el recuerdo y un halo de esperanza en el futuro
Ara Veloso Redacción En circunstancias normales deberíamos estar hablando en este número de la llegada a Guadalcanal de su patrona, la Virgen de Guaditoca. Eso, en circunstancias normales. Sin embargo, seguimos viviendo un momento que no es normal. Aunque curiosamente este mismo momento anormal que nos deja la pandemia de COVID-19 nos regala estampas únicas. Ya lo hizo en septiembre, cuando nuestra patrona no regresó a Guaditoca y permaneció en Guadalcanal durante los cinco meses que separan el verano de una nueva primavera.
Este fin de semana hemos vuelto a vivir una nueva estampa para el recuerdo. Y es que la tradicional Misa de Romeros que tiene lugar en el último sábado de abril en la Ermita de Guaditoca se ha celebrado en la Parroquia de Sta. María de la Asunción. Las recomendaciones sanitarias desaconseja aún la agrupación de personas, por lo que, una vez más, y ya van tres, la Romería ha sido suspendida. Ello no ha sido impedimento para rendir el culto que merece la madre de todos los guadalcanalenses, y eso es algo que hemos ganado con respecto al año
anterior, cuando ni tan siquiera esto fue posible, y el traslado de la Virgen se realizó en la más estricta intimidad. Así, el altar mayor de nuestra parroquia acogió a la imagen de Ntra. Sra. de Guaditoca ataviada de pastora, aunque en esta ocasión no imperó el rojo de su atuendo, sino un verde esperanza que nos hace ser optimista y mirar al futuro precisamente con eso, con la esperanza de que la situación sanitaria mejore y el año que viene, si ella quiere, podamos celebrar de nuevo el regreso desde su ermita al pueblo y con su correspondiente romería.
