Cartilla practicas pueblo raizal

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Prรกcticas tradicionales del pueblo raizal asociadas al Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon




Parques Nacionales Naturales de Colombia Julia Miranda Londoño Directora General Luz Elvira Angarita Jiménez Directora Territorial Caribe Marcela Cano Correa Jefe del Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon Carlos Francisco Arroyo Varilla Coordinador Grupo de Participación Social Blanca Gómez Lozano Profesional Grupo de Participación Social

Fundación Sea, Land & Culture Old Providence Initiative (PROSEALAND) Germán Márquez Calle Director Ana Isabel Márquez Pérez Investigadora principal Asineth Britton Smith Asistente de investigación

Textos Ana Isabel Márquez Pérez

ISBN: 978-958-8426-53-2 Fotografías Ana Isabel Márquez Pérez Jessie Cruz Whitaker María Eugenia Pérez Yolanda Bodnar Contreras Familia Robinson Archbold Familia Newball Archbold

Edición, Diseño Gráfico y Diagramación Parques Nacionales Naturales de Colombia

Impresión Opciones Gráficas Editores Ltda.


El Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon (PNNOPMBL) se localiza en la zona nororiental del municipio de Providencia y Santa Catalina Islas (Departamento Archipiélago) y cuenta con una extensión aproximada de 1648 hectáreas, 90 terrestres y 1558 marinas. En el Parque Nacional se encuentran representados los ecosistemas existentes en las islas, incluyendo el bosque seco tropical, el manglar, las praderas de pastos marinos y las formaciones coralinas. Aunque al interior del área protegida no existen asentamientos humanos permanentes, esta hace parte del territorio ancestral del pueblo raizal, grupo étnico habitante del Archipiélago, quien durante cerca de tres siglos ha apropiado y usado los diversos ecosistemas y especies que allí se encuentran, desarrollando una estrecha relación con el entorno, que se expresa en conocimientos y prácticas tradicionales, los cuales han sido fundamentales para su bienestar. Dentro de los objetivos de conservación del Parque Nacional se establecen dos propósitos relacionados con las prácticas tradicionales, uno de ellos “conservar sitios y especies claves para el desarrollo de poblaciones naturales que aporten en el mantenimiento de las prácticas tradicionales de uso de la población raizal y a la productividad pesquera local y regional” y el otro “proteger espacios de valor paisajístico, emblemáticos de las Islas de Providencia y Santa Catalina, en términos de su condición natural, su calidad estética y sus significados culturales, para el esparcimiento, contemplación e identidad local”. De esta forma, se cumple con el mandato de la Ley 70 de 1993

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(Ley de Comunidades Negras, Afrodescendientes, Palenqueras y Raizales), que establece que los planes de manejo de las áreas protegidas deben considerar “las prácticas tradicionales de dichas comunidades que son compatibles con la naturaleza, objetivos y funciones del área de que se trate”. Como una contribución a lo anterior, este folleto, elaborado en convenio con la Fundación PROSEALAND, busca visibilizar y valorizar la existencia de esta relación histórica, sociocultural y ambiental entre el pueblo raizal y los ecosistemas presentes en el Parque Nacional, como parte del doble compromiso del área protegida con la conservación de los ecosistemas y el bienestar de la comunidad raizal en cuyo territorio se encuentra el área protegida. La información se presenta teniendo en cuenta cinco (5) de los Valores Objeto de Conservación (VOC) propuestos en el Plan de Manejo, los cuales son: 1) Bosque seco; 2) Cayos Volcánicos; 3) Manglares; 4) Pastos Marinos y 5) Formaciones coralinas. Los otros tres valores faltantes, Meros y chernas amenazados, Caracol Pala; y Burgao o Whelks, se encuentran al interior de los cinco primeros.

Prácticas

tradicionales asociadas al

bosque seco El bosque seco tropical (Dry Forest), el ecosistema terrestre más importante en las islas de Providencia y Santa Catalina, aún cubre una parte importante de las montañas de estas dos islas, incluyendo un pequeño sector del área protegida, en la colina llamada Iron Wood Hill, así como en parte de su zona de amortiguación (sectores de Mountain y Rocky Point). Este es un ecosistema altamente degradado en toda la región Caribe, pues ha sido deforestado para ampliar las zonas de vivienda, obtener madera, y desarrollar actividades productivas como la agricultura y la ganadería, no obstante, Providencia conserva importantes relictos que siguen prestando servicios ecosistémicos claves para la población isleña. En relación con el bosque seco, se identifican una diversidad de prácticas tradicionales, actuales y desaparecidas, que se describen brevemente a continuación:

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Uso del agua de manantiales y arroyos

El agua, es un recurso escaso en un espacio limitado como las islas. Por ello, antes de la llegada del acueducto y de la popularización de las cisternas, los isleños raizales tuvieron que aprender a aprovecharla adecuadamente, para poder garantizar sus necesidades. Los manantiales y arroyos fueron lugares claves para acceder a este recurso. Allí se iba a tomar baño, buscar agua para la jornada, y lavar la ropa, actividades que muchas veces daban la oportunidad a jóvenes y niños para divertirse. Por esto, los arroyos eran espacios comunitarios, donde diversos actores sociales se encontraban en torno al agua, haciendo un uso cotidiano del bosque seco. Esta práctica ha desaparecido casi por completo en toda la isla e infelizmente ya no existe una tradición del cuidado de las mismas. •

Agricultura tradicional

Actividad clave para la reproducción social, cultural y económica del pueblo raizal, que durante siglos garantizó la seguridad y soberanía alimentaria de las islas. Tradicionalmente, la agricultura ha implicado una transformación del bosque seco, pues los terrenos debían ser limpiados, antes de la época de lluvias, en los primeros meses del año. A pesar de su importancia histórica, así como de su relevancia para garantizar una alimentación saludable, la agricultura en Providencia ha experimentado un severo proceso de desactivación, y la mayor parte de las personas han abandonado las labores del campo, al tiempo que las nuevas generaciones tienen poco interés en practicarlas. En la actualidad, la agricultura no se practica al interior del PNNOPMBL, si bien quedan algunos agricultores activos en la zona de amortiguación, tanto en Bailey y Rocky Point, como en Mountain.

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Caza y recolección de animales y plantas

Entre los animales, se destaca la caza de iguanas, la captura de tortugas terrestres (hikiti) y de cangrejo negro (black crab). La iguana (Iguana rhinolopha), suele vivir en las copas de los árboles y su carne es muy apetecida por los isleños. La alta demanda que existe en la actualidad sobre esta especie, ha reducido gravemente sus poblaciones. Por su parte, el hikiti (Chelonoidis carbonaria), es una tortuga terrestre introducida al Archipiélago, la cual es consumida de forma similar a la iguana, aunque no existe una demanda tan elevada sobre la misma. Además, es frecuente que las personas mantengan estos animales como mascotas. Finalmente, el cangrejo negro (Gecarcinus rurícola) es capturado en el bosque seco, tras lo cual es hervido y procesado de forma manual, para obtener su carne (pulpa) y sus “muelas”, las cuales se comercializan. Es importante resaltar que de este proceso suelen participar todos los miembros de la familia, por lo cual es una actividad con una gran relevancia social. Entre las plantas, se encuentran las frutas, como mangos, cocos, guanábanas, mameyes y/o tamarindos, con las cuales se preparan diversas recetas. Los productos maderables, históricamente aprovechados para la construcción de casas, embarcaciones, cercas y otros objetos de uso cotidiano, como sillas, mesas y juguetes; y otros productos del bosque como los totumos (Crescentia cujete), usados como recipiente, y las semillas algodonosas de ceiba (Ceiba petandra), con las cuales se fabricaban almohadas y colchones. •

Medicina tradicional

La medicina tradicional fue muy importante pues el acceso a la medicina alopática era difícil, dadas las condiciones de aislamiento y el hecho que los servicios médicos solo llegaron en los últimos cincuenta años. En las islas se desarrolló un conocimiento detallado sobre los usos de las plantas, tanto aquellas que se encuentran en el bosque, como otras que se cultivan en los jardines de las casas, con el cual se trataron durante mucho tiempo las

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enfermedades y se mantuvieron estilos de vida saludables. Hasta hoy, muchas de estas plantas continúan siendo usadas como parte de tratamientos complementarios o preventivos, no obstante lo cual este conocimiento se encuentra amenazado. •

Ganadería

No se sabe con exactitud desde cuando se introdujo el ganado vacuno en las islas, pero al menos desde el inicio del siglo XX este ya se había convertido en una actividad económica importante, asociada principalmente con las personas más adineradas, pues estos animales eran también un símbolo de prestigio. Las vacas eran exportadas hacia San Andrés y América Central y usadas para ordeño y carne. La leche se aprovechaba pura o transformada en mantequilla, suero, queso o yogurt, así como en recetas de panadería; y la carne se consumía especialmente para Navidad y Año Nuevo, y en momentos de escasez de productos marinos. No obstante, estas formas de uso del ganado se han transformado en las últimas décadas; las vacas continúan siendo un marcador de prestigio, y una reserva monetaria, pero su consumo es escaso, su comercio nulo y son muy pocos quienes las ordeñan o las sacrifican. Hoy los rebaños de vacas pastan sin control en zonas poco adecuadas, y sus patas causan fuertes procesos erosivos. Además, en busca de más espacio o mejores pastos, nuevas zonas de bosque son derribadas. Esto tiene consecuencias tanto sobre los ecosistemas terrestres, como sobre los marinos, pues la erosión causada por estos animales llega hasta el mar y afecta a los arrecifes de coral y a la pesca. •

Recreación

Los picnics y campamentos que organizaba la comunidad en fechas especiales son otra práctica tradicional. En la época de Semana Santa, la Iglesia Bautista promovía paseos a la parte baja de Iron Wood Hill, donde se quedaban durante uno o dos días,

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por lo general de jueves a sábado Santo. Para ello, se construía un campamento con materiales obtenidos del bosque, y las personas se organizaban para cocinar con leña durante los días que duraba la estancia. Niños y adultos compartían esta actividad, y pasaban el tiempo tomando baños en la playa, jugando juegos de ronda tradicionales, contando historias y cantando acompañados por guitarras y otros instrumentos que eran traídos por los participantes. Aunque los isleños todavía realizan paseos de familiares y amigos en ocasiones, los picnics y campamentos ya no son practicados.

Prácticas

asociadas al

manglar Los manglares son ecosistemas de gran importancia para garantizar las dinámicas ecológicas marino – costeras. Si bien en Providencia y Santa Catalina no existen grandes extensiones, este ecosistema cumple un papel muy relevante como guardería de diversas especies arrecifales, como langostas y peces, que allí dejan sus huevitos para que las nuevas generaciones nazcan y crezcan, garantizando así la renovación de recursos clave para la pesca artesanal. El manglar de McBean, que le da su nombre al Parque, es el más grande de las islas, y se localiza entre Maracaibo e Iron Wood Hill. Si bien su extensión es reducida, presta importantes servicios ecosistémicos a la población raizal, y a su alrededor se desarrollan y han desarrollado diversas prácticas tradicionales. A continuación se describen las más importantes: •

Fabricación de carbón vegetal

Esta actividad fue muy importante para la comunidad raizal hasta antes de la llegada de la electricidad, pues el carbón servía como combustible para cocinar y planchar. Para obtenerlo caminaban desde los sectores de Bailey y Mountain hasta llegar

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cerca del mar, donde se encuentra el red mangrove (Rizophora mangle), la especie utilizada pues producía un carbón de alta calidad. Allí, buscaban ramas largas, y aquellas enfermas, y las cortaban, para después regresar caminando a los patios de las casas, donde se armaba el horno de carbón (coal kil), se prendía y se dejaba arder hasta que el carbón estuviera listo, lo cual podía demorar hasta dos días. La tala de mangle rojo para esta práctica era selectiva, focalizada sobre las ramas y no sobre las raíces y el tronco principal de los árboles; además, cuando se cortaba en una zona, esta se dejaba descansar durante algunos meses, antes de volver a talar. •

Pesca y caza

La pesca de sprat (Harengula humeralis) en el manglar se practica hasta la actualidad, pues esta es una de las principales carnadas usadas por los pescadores, y también es consumida por los isleños. El Manglar de McBean es uno de sus hábitats favoritos, por lo cual muchos pescadores se dirigen hacia allí cuando las están buscando. Para capturarlas, se utiliza la atarraya (net), arte que solo se utiliza para esta especie; para ello, se acercan lentamente en las embarcaciones, con el motor apagado y usando una vara para desplazarse, y lanzan la atarraya cuando están suficientemente cerca. También en el manglar se capturaban fries, una especie de sardina más pequeña, que se encontraba principalmente en Oyster Creek y las otras lagunas internas. Para pescarlas se hacía un círculo de fango alrededor del cardumen (pen dem up, que significa literalmente acorralarlas) de manera que al ver la columna de barro no escaparan, y se pasaba un costal de harina para atraparlas. Entre las especies que se cazan o han cazado se encuentra la iguana, el cangrejo blanco o azul (white crab/ Cardisoma guanhumi), que se utiliza para carnada, y algunas aves, como las palomas baali y mieni (Patagioenas leucocephala y Zenaida asiatica), que se comían antiguamente.

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Recolección de objetos traídos por la marea

Consistía en recorrer el manglar en la búsqueda de juguetes y otros objetos llamativos (y novedosos). Recordemos que Providencia vivía en una situación aislada y que las personas no tenían acceso a muchas cosas del mundo exterior, por lo cual en el manglar era posible encontrar objetos poco comunes, como botellas de vidrio, o muñecos, traídos por el mar. También se buscaban troncos y pedazos de madera de buen tamaño, que podían ser usados para la construcción de embarcaciones o casas. •

Recreación

La práctica recreativa más relevante era el juego de béisbol, que se jugaba en las zonas pantanosas sin vegetación, que son llamadas swamp, especialmente en la época seca. No en vano, en la actualidad los estadios de béisbol y softbol se encuentran localizados cerca de zonas de manglar, pues fueron construidos encima de los lugares que los isleños usaron tradicionalmente para este juego. Otras actividades lúdicas recordadas son las carreras con pequeños barquitos de cáscara de coco (huks boats), que se hacían en el swamp cuando estaba inundado, y la pesca practicada por los niños, que era al mismo tiempo una forma de aprender a pescar.

Prácticas

asociadas al mar

(Arrecifes de coral y pastos marinos) El mar es la zona más representativa del PNNOPMBL, donde se encuentran ecosistemas de gran importancia como los pastos marinos y los arrecifes de coral, los cuales son clave para el funcionamiento de las dinámicas ecológicas de las islas. Por otra parte, el mar es también un espacio de vida fundamental para el pueblo raizal, componente básico de su territorio y su cultura, sin el cual no es posible entender el funcionamiento de esta sociedad. Es en el mar donde las prácticas tradicionales del pueblo raizal se hacen más evidentes, y expresan el estrecho vínculo entre estos y su entorno, compuesto por una compleja red de relaciones sociales y un detallado conocimiento ambiental. A continuación se hace un resumen de las prácticas más importantes:

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Pesca de subsistencia y pesca artesanal

La pesca de subsistencia y la pesca artesanal son dos de las actividades económicas tradicionales más importantes del pueblo raizal, las cuales hacen uso de un territorio marítimo ancestral de grandes dimensiones, el cual se extiende mucho más allá de la laguna arrecifal de Providencia y Santa Catalina, llegando a zonas tan alejadas como los Bancos de Quitasueño, Serrana y Roncador. En el área que hoy es Parque se practican o han practicado casi todas las formas de pesca de las cuales han hecho uso los pescadores providencianos. Entre las desaparecidas, se destacan la pesca de tortugas con trasmallos y redes especiales (long net y trap ring) y la captura de langostas en zonas poco profundas con arpones manuales (harpoon o lance). Entre las actuales se encuentran la pesca con línea de mano, que incluye pesca de poca profundidad (shallow water fishing), pesca de profundidad (deep water fishing), troleo (trolling) y pesca de chub (chub fishing), la pesca con nasas (fishpot) y el buceo con arpón o para la recolección de caracol pala (Strombus gigas). En el parque solo se permite la pesca con línea, con fines de subsistencia, esto es, para el consumo doméstico, la pesca de chub y el buceo en la zona externa de la barrera.

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Es importante destacar la pesca de chub, por sus características diferenciadas del resto de las formas de pesca existentes en las islas, y porque gran parte de las zonas de pesca se encuentran al interior del área protegida. Esta pesca se dirige exclusivamente a dos especies de peces, Kyphosus incisor y Kyphosus sectatrix, y es practicada por un pequeño grupo de pescadores de los sectores de Bailey y Rocky Point, en donde históricamente ha existido una preferencia por esta especie. Esto ha convertido a los pescadores en especialistas, para lo cual desarrollaron un detallado conocimiento de los comportamientos de la especie, y técnicas específicas para su captura. En reconocimiento a estas particularidades, y al hecho que los pescadores que la practican pertenecen a la zona de amortiguación directa del PNNOPMBL, este ha celebrado el Chub Festival desde hace nueve años, un evento cultural y ambiental que gira en torno al Chub y los habitantes de Bailey y Rocky Point. •

Regatas de catboats

Las regatas de catboats, una embarcación de pesca originaria de las Islas Cayman, adoptada por los providencianos durante el siglo XX y rediseñada para correr, son hasta hoy un evento sociocultural de gran relevancia para la comunidad raizal, del cual participa una diversidad de actores sociales, y con el que se apropia un importante espacio marino y costero, contribuyendo a la configuración del territorio marítimo ancestral raizal. Las regatas pueden seguir dos recorridos diferentes: uno, desde el sector de Freshwater Bay hasta el Centro; y otro, el que más relevancia tiene para el PNNOPMBL, pues hace uso de una pequeña porción del área protegida, desde Manchneel Bay hasta Bailey Cays, donde el fin de la carrera está marcado por el primer velero que pasa entre los dos cayos hacia el Norte. Estos recorridos han tenido lugar desde épocas antiguas, y especialmente en Rocky Point han estado asociados a tómbolas y fiestas que la comunidad organizaba para celebrar una carrera.

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Recolección de whelks (Cittarium pica)

Aunque no propiamente en el mar, una práctica tradicional que cabe señalar aquí es la recolección de whelks (Cittarium pica), un caracol blanco con negro, en los litorales rocosos alrededor de la isla, incluyendo la costa de Iron Wood Hill, de Rocky Point y de Maracaibo. A pesar de la incomodidad de caminar sobre el iron shore, la costa de origen volcánico llena de puntas filosas, es allí donde los isleños han recolectado el whelks, muy apreciado para comer guisado o en rundown, sobre todo en Semana Santa, cuando bautistas y católicos reemplazan las carnes rojas por especies como esta o el caracol pala. Aunque esta práctica todavía persiste, las poblaciones de whelks se encuentran seriamente disminuidas.

Practicas

asociadas a los

cayos volcánicos (Crab Cay y

Bailey Cays) Si bien Crab Cay y Bailey Cays no constituyen ecosistemas en sí sino que forman parte de ecosistemas, se escogió hacer un apartado especial sobre ellos, por considerar que tienen un especial significado para el pueblo raizal de Providencia y Santa Catalina, tanto en el pasado como en la actualidad, y que en ellos se han desarrollado prácticas particulares que merecen una atención especial. A continuación se resumen las más importantes: •

Agricultura

Los árboles de mango, los cocoteros y los icacos se han convertido en íconos del paisaje de Crab Cay, y con frecuencia se da por sentado que han estado allí desde siempre. No obstante, fueron Mr. Augustus Britton y Mr. James Howard Britton quienes los sembraron, pues hace ya varias décadas usaron los cayos para cultivar sus fincas e incluso criar animales. Aunque

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hace mucho tiempo que esto dejó de hacerse, los árboles permanecieron, y hasta hoy dan abundantes cosechas. •

Recreación

Era tradición que los días de descanso, familias o amigos organizaran un picnic en los cayos, para cocinar y pasar el día disfrutando del mar en Crab Cay y Bailey Cays. Crab Cay era usado por los habitantes de Mountain, mientras que el mayor de los tres cayos Bailey era el favorito del sector de Rocky Point y Bailey, aunque isleños de todos los sectores isla también los visitaban. Hacia 1970, con el inicio del turismo, los cayos se convirtieron en lugares claves para esta actividad, y los isleños la organizaron de manera similar a como habían desarrollado sus actividades familiares, llevando a los visitantes en los catboats a vela y remo. Aunque el turismo no es propiamente una práctica tradicional, si puede entenderse como una reconfiguración de estas prácticas, en donde los isleños pusieron al servicio de una nueva actividad, sus habilidades y conocimientos en relación con el entorno. Hasta hoy, el turismo en los cayos continúa practicándose, paralelo a la tradición de los paseos de familias y amigos que aun existe, si bien ambas prácticas hoy están sujetas a regulaciones, como en el caso de la restricción del acceso a Bailey Cays que establece el PNNOPMBL.

Otras

prácticas

tradicionales asociadas a los ecosistemas Además de las prácticas descritas, cabe señalar algunas prácticas menores que también se realizaban o realizan en estos espacios. En relación al manglar se encuentra el uso de la corteza de

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mangle rojo para tinturar los pisos de las casas de madera y el uso del agua subterránea salobre del manglar para darle al ganado en época seca, ambas desaparecidas. En cuanto al mar, cabe incluir el concs shell blowing, la tradición de tocar la concha de caracol pala para avisar a la comunidad sobre eventos importantes, que también desapareció; y el bautismo en el mar, practicado principalmente por los bautistas, que hacen uso de este espacio para recrear la tradición cristiana originada en el bautismo de Cristo en el río por San Juan Bautista. Y una última práctica asociada a los cayos es la captura del ave Shierwata’ (Puffinus lherminieri), la cual vive en agujeros entre las rocas, tanto en Crab Cay, como en Baileys Cays y que era consumida para Semana Santa, pues se consideraba que solo el Viernes Santo era posible encontrarlos y capturarlos entre las rocas. Prácticas tradicionales que pueden desarrollarse en el área del Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon Práctica

Permitida en el PNNOPMBL

Usos tradicionales del agua

Desaparecida

Agricultura

Con restricciones

Caza y recolección de animales y plantas

Con restricciones

Medicina tradicional

Si

Ganadería

No

Recreación

Con restricciones

Pesca

Con restricciones

Fabricación de carbón vegetal

Desaparecida

Regatas de catboats

Si

Este breve recorrido por las prácticas tradicionales del pueblo raizal en relación con los ecosistemas presentes en el área protegida, evidencian la riqueza y diversidad existente en estas prácticas, que muestran cómo los raizales, a través de al menos tres siglos de convivencia con su entorno, desarrollaron un conocimiento detallado, que fue y sigue siendo una garantía para su bienestar. Incluso si varias de estas han desaparecido, su pervivencia en la memoria colectiva señala la relevancia de estos vínculos que

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fueron clave para las generaciones pasadas. Pero además, debe tenerse en cuenta que en muchos casos lo que encontramos es una transformación de las prácticas, a través de nuevas formas de uso de los ecosistemas, actividades y conocimientos, que le dan continuidad al vínculo de los raizales con su territorio. A pesar de lo anterior, es conveniente señalar que no todas estas prácticas han sido o son ambientalmente sostenibles, y algunas de ellas han tenido o tienen un impacto sobre los ecosistemas y recursos. Entre estas se encuentran actividades como la ganadería, las quemas tradicionales asociadas a la agricultura o algunas actividades pesqueras que están afectando fuertemente las poblaciones de peces y otras especies. No obstante, es importante tener en cuenta que intentar comprender y transformar estas situaciones implica considerar los cambios ocurridos en las formas de vida tradicionales y, particularmente, en las relaciones entre los humanos y los ecosistemas, así como el papel que han jugado en ello procesos más amplios, no solo locales, sino regionales y globales, lo cual es un reto que tenemos por delante. La identificación y el análisis de las prácticas socioculturales presentes en el área protegida, es un primer paso hacia la posibilidad de pensar la conservación a partir de marcos culturales diferenciales, que permitan proponer procesos efectivos de protección de los entornos biológicos que son el soporte de la cultura local y la garantía del bienestar de las comunidades.

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