Comunidad Regional 08/20

Iglesia Nueva Apostólica

Servicio Divino en Karachi, Pakistán Reapertura de iglesias en Uruguay Un diálogo único

Regional

Seguir el ejemplo de Jesús

Temas bíblicos: La curación de un ciego cerca de Jericó Iglesia Nueva Apostólica Sud América

[ Ago/20 ]

comunidad com unidad

Sumario Agosto/2020 03 I EDITORIAL

13 I INFORMES

La comunidad en la que uno se

Una imagen anclada en los tiempos

siente bien

“Personal e intransferible” Un solo coro, una sola comunidad

04 I SERVICIO DIVINO

Coro virtual Brasil: diez claves para su

Karachi, Pakistán.

realización

Texto bíblico: Hebreos 13:12-13

Esenciales

11 I LO QUE NOS RELATAN

Todos participamos de la enseñanza

Con fe infantil

Apuntes de julio

Con confianza y agradecidos

Un diálogo único 30 I DE LA BIBLIA

La curación de un ciego cerca de Jericó 32 I CONTRATAPA

Valores del Evangelio

Portada: Iglesia Colonia Nº 1, Colonia del Sacramento (Uruguay)

Comunidad regional Propietario: Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Inscripción en la Dirección Nacional del Derecho de Autor: Nº: 5275096. Año Nº 6. Fecha de publicación: Agosto 2020.

Editor: Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Director: Ing. Enrique Eduardo Minio.

Coordinación general: Viviana Aloy, Alfredo Haberstroh.

Iglesia Nueva Apostólica Sud América. Registro Nacional de Cultos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto: Inscripción Nº 4 (Ley 21.745). Santiago del Estero 1568, C1136ABH Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel: 54 11 4363-9400 / Fax: 54 11 4363-9441. Email: comunidadregional@inasud.org Las páginas 3 a 14 fueron extraídas de “Unsere Familie” - la revista de la Iglesia Nueva Apostólica”, edición Nº 14/2020 (págs. 5) y edición Nº 13 (págs. 8 a 14). Las páginas 30 y 31 fueron extraídas de “Wir Kinder” - la revista para niños de la Iglesia Nueva Apostólica, edición Agost+o/2020 (págs. 2 y 3).

Impreso en Argentina por: Mundial Impresos. Cortejarena 1862. C1281AAB. CABA. Todos los derechos reservados.

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Foto: © alexandre zveiger - stock.adobe.com

EDITORIAL

La comunidad en la que uno se siente bien El nuevo departamento listo para ser ocupado, que a primera vista parecía tan perfecto, revela pequeños defectos al echarle una mirada más de cerca: aquí un rayón en la puerta, allí un zócalo dañado, más allá un enchufe mal montado.

La reacción de los interesados es diferente: La persona A desconfía al descubrir los pequeños errores y empieza a examinar todo hasta el más mínimo detalle en busca de más defectos. Su conclusión: ¡Un cuchitril que no entra en consideración!

La persona B inicia una discusión sobre los daños con el corredor, que solo aceptará en el caso de una reducción razonable del precio.

La persona C está aliviado de haber encontrado algo adecuado.

También notó los pequeños defectos, pero sabe que difícilmente podrá encontrar un departamento en el que no se pueda objetar nada.

También en las comunidades pueden encontrarse patrones de comportamiento similares en cuanto al abordaje de los errores: La persona A dice: ¡Imposible! ¿Se supone que esto es la Obra del Señor?

La persona B anuncia a todo el mundo lo que a su entender está mal en la Obra del Señor y que necesita ser cambiado urgentemente.

La persona C se alegra de ser aceptado en la comunidad tal como es y, por lo tanto, también puede pasar por alto los errores e imperfecciones de los demás.

No es difícil adivinar cuál de los tres se siente bien en la comunidad.

De un Servicio Divino del Apóstol Mayor

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Foto: INA Canadรก

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SERVICIO DIVINO

SERVICIO DIVINO EN KARACHI/PAKISTÁN FECHA: 23 de febrero de 2020 TEXTO BÍBLICO: Hebreos 13:12-13 HIMNO: Oh, Espíritu Santo, toca mi alma ACOMPAÑANTES: Apóstol de Distrito Mark Woll, los Ayudantes Apóstol de Distrito Frank Dzur y John Sobottka, los Apóstoles Parus John, Sarwar Khariat, Babar Masih, Nadeem Mushtaq, Ifrahim Roshan

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Texto bíblico: Hebreos 13:12-13

Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio.

Seguir el ejemplo de Jesús

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is amados hermanos y hermanas: es para mí una gran alegría vivir este Servicio Divino con ustedes. Estamos agradecidos de que Dios haya atendido vuestras y mis oraciones y nos haya cumplido el deseo de tener comunión aquí todos juntos. En este Servicio Divino, Dios nos quiere bendecir, consolar y fortalecer. Esta fortaleza no solo viene a través de la palabra y el Sacramento; nuestra comunidad es también una fuente de fuerza y bendición. Cuando nos reunimos como hijos de Dios, podemos consolar-

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nos unos a otros y aprender el uno del otro. Debo decir que me veo como especialmente bendecido, porque Dios, nuestro Padre celestial, me da la oportunidad de visitar muchas comunidades y conocer a muchos hermanos y hermanas. Con esto me da la oportunidad de aprender mucho de mis hermanos y hermanas.

Esto también sucede aquí durante mi estadía en Pakistán. Aprendo mucho de ustedes, de la manera en que viven vuestra fe. Ustedes me muestran cómo vivir la fe con alegría y confianza. Les agradezco por vuestro ejemplo, por vuestra fe, por vuestro servir. Son una

SERVICIO DIVINO

fuente de bendiciones para muchos en todo el mundo.

Que esto los conforte y llene vuestro corazón de alegría.

Son una bendición para vuestros hermanos y hermanas.

He leído un pasaje de la Biblia que al principio es difícil de entender, pero que se puede explicar fácilmente.

Sabemos y creemos que Jesús dio su vida para salvar a los pecadores. Que, como el Hijo de Dios, aceptó venir a esta tierra, adoptó la condición de hombre, sufrió y murió para liberarnos de la esclavitud del pecado. Él no tenía pecado, no era culpable de nada y aun así fue arrestado y sentenciado a muerte.

Después de la sentencia fue sacado de la ciudad y llevado a Gólgota, donde fue crucificado. Así lo practicaban los romanos. Si alguien era condenado a muerte, tenía que llevar su cruz por toda la ciudad para que todos pudiesen ver que merecía morir. Eso debía impresionar a la población: “Vean, esto sucede cuando se transgrede la ley. Es por eso que Jesús fue llevado fuera de la ciudad, al lugar donde se llevó a cabo la sentencia”.

En el relato bíblico, este salir de la ciudad también era una señal de que Jesús había sido rechazado por los judíos: Jerusalén no lo aceptó, fue rechazado.

Algunos lo consideraron un profeta; vieron que hacía milagros, pero no aceptaron que dijera: “Soy Hijo de Dios” (Mateo 27:43). Eso fue demasiado. No aceptaron su doctrina. Estaban convencidos de que era suficiente cumplir la ley y hacer el bien para agradar a Dios. Jesús dejó claro que las buenas obras y cumplir los mandamientos no alcanzaba: “Yo soy el camino... nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

También estaban molestos porque les dijo que las buenas obras se basan en la actitud del corazón. Si tu motivación no viene de un corazón puro, entonces la buena obra no cuenta. Solo si se realiza por amor, la buena obra tiene validez ante Dios, de lo contrario es hipócrita. Los fariseos no lo aceptaron. Tampoco aceptaron que Jesús dijera que había venido para llamar a los pecadores al arrepentimiento. Eso no lo querían oír. Creían que Dios debía castigar a los pecadores. Pero entonces vino Jesús y dijo: “Tus pecados te son perdonados”.

Eso era inaceptable para ellos.

Jerusalén rechazó al que quería conceder gracia a los pecadores. En cambio, se esperaba que los liberara de los romanos. El Mesías que esperaban debía poner en orden las condiciones terrenales y

gobernar el país como su nuevo rey, pero Jesús dijo: “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36).

No convocó a la rebelión contra los romanos y tampoco quiso ser su gobernante.

Jerusalén lo rechazó porque estaban resentidos con Él, por llamarse a sí mismo el Hijo de Dios. No se aceptó que dijera que Él era el camino a la salvación. Fue rechazado porque los llamó hipócritas. Fue rechazado porque se negó a condenar a los pecadores y, en cambio, les daba el perdón. Este es el trasfondo de esta palabra bíblica.

Jesús tuvo que salir de la ciudad.

Hay una tercera razón por la que tuvo que salir de Jerusalén: fue una señal de salvación. En el antiguo pacto, según la ley mosaica a un condenado a muerte había que matarlo fuera del campamento.

Jesús cargó con nuestra culpa. Estaba libre de pecado, pero asumió pagar nuestra culpa, la culpa de toda la humanidad pecaminosa. Cargó con la maldición y murió por los que están bajo la maldición del pecado, que somos nosotros, porque somos pecadores. Por eso, esta palabra dice: “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”. Y continúa diciendo: “Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio”. En otras palabras: Si quieres salvación de aquel que murió por ti, entonces ven a Él y síguelo.

Jesús dijo inequívocamente que aquel que lo sigue tendrá al diablo como su enemigo. Ni bien llegues a creer que Jesús es el Hijo de Dios, que Él adoptó la condición de hombre, que murió y resucitó, el diablo te atacará.

Tendrás que sufrir con Cristo.

Aquellos que creen en Jesucristo, que creen que Él no solo era un profeta, sino que es el Hijo de Dios, a menudo son empujados al borde de la sociedad, hacia afuera.

Pienso, amados hermanos y hermanas, que no tengo que decir mucho más sobre esto. Estoy seguro de que ustedes también lo habrán experimentado de una manera u otra. Quien cree en Jesucristo como el Hijo de Dios es excluido.

Si quieres salvación de aquel que murió por ti, entonces ven a Él.

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No creemos que merecemos la salvación por hacer el bien.

Entonces viene Satanás con sus tentaciones y dice: “Mira lo que consigues cuando sigues a Jesús. No tienes nada más que problemas en tu vida”. Pero creemos en Jesús y en su amor, y continuamos siguiéndolo, incluso si somos empujados hacia afuera, “fuera de la puerta”.

Sufrimos con Jesús y sufrimos por Jesús.

Para alcanzar la salvación de Jesús, debemos seguirlo, fuera de la puerta. Debemos renunciar al pecado y distanciarnos de este mundo pecaminoso. Nosotros vamos afuera y decimos: “No quiero tener más nada que ver con el mal, quiero renunciar al pecado”.

Debemos salir, lejos de aquellos que dicen: “Yo merezco la salvación porque soy una buena persona. Hago tanto bien”. A aquel que esté en este campamento le queda denegada la salvación. No creemos que merecemos la salvación por nuestras buenas obras. No creemos que merecemos la salvación por hacer el bien.

Para ser redimidos, venimos a Jesucristo y le pedimos: “¡Señor, dame tu gracia!”. Sabemos que solo su gracia puede salvarnos.

Salgamos del campamento de aquellos que creen que se merecen algo. Abandonemos el campamento de los

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hipócritas, que hacen el bien, pero es solo para mostrarlo; quieren ser vistos por los demás; sus motivos no son puros, su corazón no es puro.

Salgamos del campamento de aquellos que esperan que Dios castigue a los pecadores. No podemos seguir a Jesús esperando que Él nos redima y al mismo tiempo esperando que Dios castigue a los demás. Fuera de la puerta Jesús oró por los responsables de su muerte. Él quiere salvar a todos. Amaba incluso a sus enemigos.

Salgamos también del campamento de aquellos que esperan que Jesús resuelva los problemas de este mundo.

Su reino no es de este mundo. Nos llevará a su reino, no resolverá todos nuestros problemas y nos hará posible una mejor vida aquí en la tierra.

Estos son algunos ejemplos de lo que significa “salir a Él”.

Dije antes que Jesús tuvo que pasar por la ciudad hasta Getsemaní para que todos pudiesen ver cómo Él, que estaba sentenciado a muerte, llevaba la cruz.

Nosotros también estamos sentenciados a muerte: Como fuimos bautizados, sellados, confirmados hemos prometido crucificar al viejo Adán, dar muerte al viejo ser, para llegar a ser una nueva criatura en Cristo.

SERVICIO DIVINO

APOSTOL DE DISTRITO MARK WOLL El Apóstol de Distrito Woll (Canadá) subrayó en su aporte a la prédica que la palabra de Dios no siempre contiene solo mensajes agradables, y recordó las palabras de Jesús: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mateo 16:24). La cruz fue primero un signo de vergüenza, de sufrimiento y de muerte, antes de convertirse en un signo de victoria y esperanza. Cada seguidor de Cristo, que tomó su cruz, también tiene que sufrir primero, pero al final, al igual que sucedió con Cristo, está la victoria, la resurrección y la vida eterna.

Llevamos nuestra cruz para que todos puedan ver: Este ha entregado al viejo Adán a la muerte y ha renunciado al pecado. La forma en que se comporta es algo especial, habla de forma diferente, actúa de forma diferente, quiere ser una nueva criatura en Cristo y ha renunciado a su viejo ser.

En el versículo que sigue a nuestro pasaje bíblico dice: “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir” (Hebreos 13:14).

Aquellos que siguen a Jesús y salen del campamento son llevados por Él fuera de este mundo, a la ciudad de Dios, a la Jerusalén celestial.

Dios nos librará de nuestros pecados, Jesús nos liberará de todo sufrimiento, de todas las preocupaciones, de todas las necesidades terrenales. Nos dará el cuerpo de resurrección para entrar en el reino de Dios. Este es nuestro futuro. Confiemos en Jesucristo, que murió por nosotros y nos llevará a su reino. Allí, como dice el versículo 15, ofreceremos a Dios sacrificio de alabanza. Él nos hace libres ya hoy y nos dará la libertad eterna en el cielo, por lo que lo alabamos y glorificamos ya hoy.

¿Cómo lo hacemos? El versículo 16 dice: “Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios”.

Como tenemos esa promesa y ese futuro, hagamos el bien a nuestro prójimo y compartámoslo con él.

El próximo domingo celebraremos el Servicio Divino en ayuda para los difuntos. Es nuestro deseo que muchas almas en el mundo más allá puedan ser redimidas a través de Cristo. El camino a la salvación es el mismo para ellas que para nosotros. Deben creer en Jesucristo, el Hijo del Dios viviente. Deben salir, seguir a Jesús, aceptar su doctrina y dejar de pensar que Dios castiga a los pecadores. Deben darse cuenta de que la salvación solo es posible a través de la gracia. Deben confiar en Jesús y dar muerte al viejo Adán. Es lo mismo allí que aquí. Oremos para que lo logren. En espíritu, les decimos: “¡Vengan con nosotros, vengan a Jesús, nuestro Salvador y el vuestro!”.

Después de los aportes a la prédica del Apóstol Babar Masih de Pakistán, que no fue grabada, y del Apóstol de Distrito Mark Woll, el Apóstol Mayor dijo: El Apóstol Masih mencionó que deberíamos preguntarnos: “¿En

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Fotos: NA Canadá

Apóstol Babar Masih (arriba); festejo de la Santa Cena para los difuntos (derecha)

qué campamento estoy?”. Piensen en Pedro. Cuando Jesús fue arrestado, Pedro pensó que estaba en el campamento de Jesús. Quiso evitar el arresto de Jesús y desenvainó su espada contra el soldado. Pero Jesús le dejó claro: “No estás en mi campamento, yo no quiero matar a mis enemigos”.

Tenemos que tomar una decisión: Quiero estar en el campamento de Jesús, allí donde reinan la gracia y el perdón. No puedo dejar de decir que no siempre es fácil.

Es mucho más fácil estar en el campamento de aquellos que buscarían venganza y represalias por lo que se les hizo. Muchos creen que Dios debe vengar el sufrimiento que les ha sido provocado, que debe castigar a los pecadores y a todos aquellos que no creen lo mismo que ellos. En su imaginación, Dios triunfa cuando ha destruido a todos los enemigos. Incluso algunos cristianos tienen esas ideas. Pero no están en el campamento de Jesucristo. Dios no quiere la muerte del pecador, todavía está dedicado a salvar a los pecadores, incluso en el mundo del más allá.

Amados hermanos y hermanas, la victoria de la causa de Dios no consiste en que Dios castigue o haga inofensivos a todos nuestros enemigos. Tampoco en el hecho de que todos los incrédulos sean castigados o destruidos. Y menos en el hecho de que el mundo entero llegue a ser nuevoapostólico. Se trata de que permanezcamos fieles hasta el final y logremos la victoria. Seremos vencedores si hacemos la voluntad de Dios en nuestras circunstancias. Seremos vencedores si crecemos en el amor de Jesucristo. Seremos vencedores si vencemos al viejo

hombre y llegamos a ser una nueva criatura a imagen y semejanza de Jesús.

Este es el camino en el que Jesús nos hace libres, libres del viejo Adán, para que hablemos y obremos como Jesús. El resto lo hará en el reino de paz. Podemos confiar en Él. Vencerá definitivamente al mal y salvará a todos los que quieren ser salvados.

Fuera de la puerta, Cristo hizo el bien, no solo a sus amigos, sino también a los transgresores. Hizo el bien a los que no creyeron en Él. Oró por aquellos que le dieron muerte. Murió por todos los hombres. No respondió al mal y la violencia con mal y violencia.

También nosotros sigamos la voluntad de Dios y venzamos el mal, pero no tomando represalias contra él, sino haciendo el bien. No solo a aquellos que nos aman, sino saliendo del campamento para ayudar y hacer el bien, incluso a aquellos que no nos quieren, que son muy diferentes a nosotros.

Amados hermanos y hermanas, esta es una gran tarea para todos nosotros. Sigamos los pasos de Jesús. Con su ■ ayuda lo lograremos.

PENSAMIENTOS CENTRALES Seguimos el ejemplo de Jesús y estamos dispuestos a sufrir por Él. Renunciamos a todo lo que nos separa de Él. Nuestro comportamiento cotidiano debe reflejar nuestra determinación para vencer el mal.

LO QUE NOS RELATAN

Con fe infantil

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na mañana hicimos la lista de compras junto a mi esposo y entre las compras se nos pasó por alto incluir unas naranjas.

Esa mañana, mi esposo decide ir por las compras y quedamos en nuestro hogar mi hija mayor, llamada Agostina (5 años), su hermanito Bruno (2 años) y yo. Entre charlas que estábamos intercambiando con mi hija, ella me pregunta: “¿Le pediste naranjitas a Papá?”, haciendo mención a la fruta que nos faltó incluir en la lista. En ese mismo momento, esa pregunta me hizo dar cuenta de que ese pedido se nos había pasado por alto.

Seguidamente, Agostina me dice: “¡Ya sé, Mami: hagamos la oración!

Pidamos a Jesús que le avise a Papá, que no se olvide de las naranjitas. Él escucha la oración”. En ese instan-

te juntamos las manos y pedimos a Dios.

Al cabo de unos minutos, regresa mi esposo al hogar y lo primero que pregunta nuestra hija es si trajo lo encomendado a Jesús. La respuesta de mi esposo fue “sí”. La expresión de felicidad y asombro en el rostro de Agostina, ante lo acontecido, resumía todo.

Pudimos experimentar nosotros (como papás) y ella, con tan solo 5 años, la potestad de la oración en la fe infantil. Y una vez más, nuestro amado Padre nos muestra y se nos manifiesta con pequeños hechos de fe. En esta oportunidad de una manera muy especial, con su presencia y manifestación en nuestra pequeña hija; lo cual selló en su corazón como su primera experiencia de fe y en su Obra como hija de Dios.

Familia Bustos – Garau (Iglesia Burzaco, Argentina)

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LO QUE NOS RELATAN

Con confianza y agradecidos

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E

n el último Servicio Divino en ayuda a los amados difuntos tuvimos la gracia de poder invitar a nuestras compañeras de yoga.

Antes del inicio del sermón nos dimos vuelta y para nuestra grata sorpresa notamos que estaban presentes tanto la profesora como tres alumnas más, quienes al vernos nos saludaron con una amplia sonrisa.

Finalizado el Oficio, las abrazamos y les preguntamos si les había gustado. Ellas, muy felices y al unísono, respondieron que sí. Una de ellas secaba sus lágrimas, manifestando que el coro le había provocado una enorme emoción. Se mostraron sumamente agradecidas por la grata atención que los servidores

habían tenido para con ellas y solicitaron ser invitadas nuevamente a los próximos Oficios.

Luego se presentó la pandemia y comenzamos a enviarles los Servicios Divinos a todo el grupo de yoga. Esto generó en nosotros un sentimiento de gran alegría por poder colaborar de alguna manera en la Obra, un infinito agradecimiento a Dios por permitirnos hacerlo posible y seguir estando activos, con la plena confianza de que Él guía nuestros pasos y que de su mano estaremos a salvo.

Seguimos unidos en las oraciones.

Los amamos, Miguel y Mary González (iglesia Burzaco, Argentina)

INFORMES

Una imagen anclada en los tiempos La fotografía nos muestra una moderna notebook sobre una antigua máquina de coser. Un pequeño arreglo floral acompaña la composición. Dos elementos que cualquiera de nosotros podría asociar a tiempos, épocas y usos completamente diferentes. Tecnología, telecomunicaciones, Internet y el espacio digital de un lado. El arte, la confección, la dedicación y el esfuerzo, por el otro.

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ctualmente muchos utilizan un ordenador en su trabajo. Es difícil imaginarse una jornada laboral sin ellos. Sin embargo, durante gran parte del siglo pasado este artefacto simplemente no existía. Por su parte, las máquinas de coser a menudo se convertían en una importante fuente de ingresos para una familia.

Estos objetos, que forman parte de nuestros días tanto pasados como presentes y futuros, encontraron su punto de contacto en este tiempo tan particular que estamos atravesando. A su vez, tienen una característica especial: forman parte de la historia de nuestra Iglesia regional.

Pasado y presente, en conexión Sabemos que en la actualidad podemos vivenciar los Servicios Divinos de palabra por Internet, a través de nuestras computadoras o teléfonos celulares. Estamos muy agradecidos por ello. Además, noticias de las distintas iglesias alrededor del mundo nos llegan mediante la web y redes sociales. Pero entonces, ¿qué rol tiene la máquina de coser en esa imagen? ¿Solo sirve de sostén a la PC? Su presencia allí nos conecta a otro ámbito. Sin lugar a dudas, es un ícono del desarrollo de las primeras comunidades que existieron en la INA Sud América.

Aquellos inmigrantes, que partían de su tierra buscando una mejor vida, trajeron todo lo que pudieron de sus países de origen.

Entre esas cosas, su idioma, cultura y lo más valioso: la fe. Los recursos económicos tal vez podían escasear, pero lo que nunca iba a faltar era el anhelo de vivir y demostrar aquello que llevaban en el corazón. Fue así que el deseo de poder compartir la palabra hizo que, ante la ausencia de comunidades, los hogares fueran los lugares elegidos para las reuniones y Servicios Divinos.

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Nuestro hogar, Casa de Dios Las máquinas de coser, con las cuales las hermanas trabajaban día y noche, o las humildes mesas donde se compartían los alimentos, se convertían en pequeños altares donde el Padre celestial una vez más se hacía presente. Oración, palabra, coro, Sacramento, todo en una pequeña sala de familia.

Así fueron los inicios, por ejemplo, de la iglesia Boca (Buenos Aires, Argentina). Ella nació en una de las habitaciones de la familia Milillo. Esta parte de su hogar era acondicionada para recibir a los hermanos y una antigua máquina de coser era el altar. “Aún tengo una mesa hecha por mi papá que durante muchos años sirvió de altar, cuando vivíamos en Guaratinguetá (San Pablo, Brasil).

En nuestro hogar eran realizados los Servicios Divinos una vez por mes”, recuerda con nostalgia una de nuestras hermanas. Como este caso, hay muchos dentro de nuestra Iglesia y no hace falta ir mucho hacia atrás para encontrarse con ellos.

En aquellos años, con las máquinas de coser también se ofrendaba mucho tiempo y conocimiento en bellos trabajos de amor al prójimo y la comunidad.

Los llamados “cuerpos de costura” eran grupos de hermanas que se ocupaban de confeccionar y arreglar prendas para la posterior venta o para entregar a familias con necesidades. Lo recaudado era una ofrenda para la Iglesia.

De a poco fueron conformándose las comunidades e iglesias.

Cada una con su altar, tal como las conocemos.

Sin embargo, hoy la vida hace que momentáneamente cada hogar vuelva a ser una pequeña comunidad, allí vivimos el Servicio Divino de principio a fin y seguimos preparando nuestra alma para el día más esperado, el retorno de nuestro Señor Jesucristo.

INFORMES

REAPERTURA DE IGLESIAS EN URUGUAY

“Personal e intransferible” El fin de semana del 8 y 9 de agosto nuestros hermanos y hermanas en Uruguay pudieron volver a congregarse en la comunidad para compartir el Servicio Divino en forma presencial.

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omentos de mucha alegría y emoción se vivieron en las diferentes iglesias de este país. El día del reencuentro finalmente había llegado.

La circular que se había leído a los hermanos y hermanas el domingo 26 de julio, al final de la transmisión del Servicio Divino, llenaba el corazón de gozo y esperanza: “En comunión con los Apóstoles, hemos decidido iniciar los Servicios Divinos presenciales en Uruguay a partir del fin de semana del 8 y 9 de agosto de 2020”. El minuto posterior a ese anuncio fue el primero de una atenta espera.

La expectativa colmaba los corazones. “¿Cómo será volver a vernos?”, pensaban nuestros hermanos y hermanas. Algo era seguro: debería ser sin apretones de

manos, sin abrazos y manteniendo la distancia social.

Todo estaba detallado en la instrucción difundida por los distintos medios de la Iglesia. Pero lo más importante era: “Vamos a estar nuevamente en nuestra casa”, un sentimiento que se reflejaba en los distintos hogares.

Protocolo específico y necesario La preparación para ir a la comunidad esta vez incluía un paso más, “¡no olvidemos el tapabocas por favor!” Al llegar, el Diácono recibía a los invitados colocando un poco de alcohol en sus manos y les regalaba una gran sonrisa, imposible de simular incluso llevando el barbijo.

Alfombras sanitizantes, bancos señalizados e higiene para manos luego de ofrendar, eran algunos de los

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cambios que se podían apreciar a simple vista. “Es todo por el bien de nuestra salud”, expresaban. También los carteles en el ingreso indicaban la cantidad máxima que ese día podía concurrir a la iglesia. “Llegué temprano por las dudas”, decía sonriente un hermano.

Grandioso Como decían aquellas tarjetas de invitación que se recibían para Servicios Divinos especiales, la experiencia de estar congregados nuevamente en la comunidad fue “personal e intransferible”. Aunque muchos extrañaron cantar y escuchar al coro, todos coincidieron que fue algo “grandioso y lleno de emoción”.

“Cuando estaba llegando a la comunidad me recordé de algunos que no podían venir, ya que están dentro

IGLESIA NUEVA APOSTÓLICA

CAPACIDAD ALCANZADA

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de la “población de riesgo”. En ese instante los llamé por teléfono para decirles que estaba ingresando nuevamente a nuestra iglesia y que los llevaba en el corazón. Nos emocionamos hasta las lágrimas”, relata un hermano.

Seguir todas las indicaciones del protocolo sanitario no afectó la solemnidad del Servicio Divino

INFORMES

Finalizado el Servicio Divino se procede a la limpieza y desinfección de la iglesia

Limpieza inmediata “El estar en la comunidad y reencontrarme con el altar me dio profunda paz”. “Mi mayor emoción fue el instante de la Santa Cena”. “Vivir esa gracia inundó mi corazón de emoción, agradecimiento y alegría. En ese momento busqué incluir, en mis pensamientos, a todos mis hermanos”. Solo algunos de los testimonios de nuestros hermanos y hermanas de Uruguay.

“Seguir todas las indicaciones del protocolo sanitario no afectó de ninguna manera la solemnidad del Servicio Divino”, destacan los siervos.

Una vez concluida la hora, se procedió a la limpieza y desinfección de la comunidad. En esta tarea colaboraron oficiantes, hermanos y hermanas tal como estaba organizado previamente. De esta manera todo quedaba listo para el próximo encuentro.

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Un solo coro, una sola comunidad Desde el mes de julio, previo a cada Servicio Divino de palaba por transmisión, un coro conformado por voces de los países de habla hispana de la INA Sud América, predisponen nuestros corazones de una manera especial.

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l deseo surgió en el corazón del Apóstol de Distrito Enrique Minio. La tecnología nos permitía acortar un poco las distancias y compartir esta tarea que tanto amamos y nos identifica. Su sentir era un solo coro, una sola comunidad, con esa premisa comenzamos a trabajar”. Así nos cuentan los coordinadores de esta tarea, de la que participan decenas de hermanos y hermanas de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.

Desde el domingo 19 de julio nos regalan cada semana una bella obra musical, antes del Servicio Divino de palabra. El himno ejecutado no suele durar más de dos minutos, pero la dedicación que hay detrás, es incalculable. Un gran trabajo de amor y ofrenda que a continuación, conoceremos más en detalle.

ros de comunidad. Luego enviamos el material con una guía para la grabación”, relata el Pastor Diego, a cargo de la coordinación musical de este conjunto.

Antes y después de recibir el material de estudio, los referentes se contactan con el hermano/a que va a participar en determinado himno y despejan todo tipo de dudas, “siempre a través de plataformas de comunicación virtual”, aclara el Director.

Para unificar criterios de interpretación y elaboración, fue confeccionado un instructivo donde se mencionan algunos criterios fundamentales: tipo de plano, afinación, pulso, etc. “Ya han participado aproximadamente unos 100 hermanos y hermanas, entre coreutas e instrumentistas. Muchos de ellos han tenido que aprender los himnos desde cero, ya que no en todos los países se conocen la totalidad de las obras”, subraya el Pastor.

Formando el coro

Ensamblando el coro

“En cada país hay referentes musicales, quienes colaboran siempre con mucha alegría. Allí se forman distintos grupos, integrados por hermanos y hermanas de co-

El plazo de armado del video, desde que se envía el material, hasta que se obtiene el resultado final es de 10 a 15 días. En todo este proceso colabora el Diácono

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INFORMES

CORO VIRTUAL HISPANO

Imágenes de pantalla del programa que utiliza el Diácono Gustavo para la edición de imagen y sonido

Gustavo, para la edición de imagen y sonido. “La sincronización a veces lleva mucho tiempo, ya que unir el video y audio de cada hermano no es algo sencillo. A menudo los himnos tienen partes donde se destaca una voz o un instrumento y eso es algo que debo tener en cuenta”, comenta.

“Una vez que está todo el material ya grabado, lo llevamos a un espacio temporal denominado “línea de tiempo”, donde se realiza la sincronización. Terminado este proceso, trasladamos todo a una aplicación donde se simula un espacio 3D. Ahí empezamos con el armado escenográfico, se ponen las cámaras “virtuales” y finalmente nace el himno”, explica Gustavo. “Cotejar el material recibido – Edición de audio – Edición de video – Primer boceto – Video Final”, esos son los cinco pasos que transita cada video. Es la “etapa de las cinco fases”, agrega.

Objetivo cumplido Entre tantas imágenes y sonidos, también hay espacio para disfrutar y alegrarse por la tarea realizada. “Saber que una de nuestras abuelas, un abuelo, el abuelo, la familia o un niño al escuchar el coro se puede conectar con el resto de los hermanos, aunque sea a través de una pantalla y así sentir un poco más la presencia de Dios en el hogar, eso significa para mí que la meta está cumplida”, expresa Gustavo.

“Antes de iniciar la tarea y previo a comenzar con la edición, siempre me tomo un momento para orar. Así hemos sido enseñados desde que éramos pequeños”, manifiesta Diego. “He recibido muchos mensajes de alegría, por lo vivido con esta “palabra cantada”. Hoy puedo compartir estas experiencias con mis hermanos, porque como expresa uno de nuestros himnos `yo sé que el Señor me escucha` …y siempre responde”, agrega.

Planes a futuro Hasta que el último de los países del área de Apóstol de Distrito tenga la posibilidad de participar nuevamente de los Servicios Divinos en forma presencial, está previsto que el Coro Virtual Hispano nos acompañe musicalmente.

Sus obras se comparten en las transmisiones dominicales para los países de habla hispana.

Asimismo, nuestros hermanos y hermanas en Brasil también se deleitan cada semana con hermosas interpretaciones corales e instrumentales, en su idioma nativo. Algunos de estos himnos pueden volver a disfrutarse ingresando a nuestro canal de YouTube INASud. ¡Agradecemos a nuestros hermanos y hermanas que con sus dones llenan de alegría las pantallas y corazones de cada hogar!

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Coro virtual Brasil: diez claves para su realización Tal como sucedió en muchas comunidades de la INA Sud América, nuestras hermanas y hermanos de Brasil también han conformado un coro virtual que alegra nuestros corazones.

“Sentíamos la necesidad de retomar la actividad, ensayar, alabar el nombre de Dios y unirnos en esta bella tarea que nos ayuda a preparar el alma para recibir la palabra cada domingo”, expresa Lais, coordinadora del proyecto.

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A continuación, diez claves para entender cómo se desarrolla la música virtual en la INA Brasil.

n Ya han colaborado en las distintas obras unos 30 hermanos y hermanas, en promedio.

n Decenas de coreutas de distintas comunidades del país integran un grupo de WhatsApp. A través de este medio reciben la invitación para participar de un himno. La comunicación se realiza exclusivamente mediante esta aplicación.

n El himno a entonar a menudo ya es conocido por todos los participantes. No obstante, siempre se intenta elegir un cántico que esté vinculado a la palabra del día.

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INFORMES

n Las indicaciones técnicas que reciben son esenciales para obtener un buen resultado: grabar en ambientes silenciosos; utilizar un celular o notebook para escuchar el audio de referencia y siempre con auriculares; otro dispositivo para realizar la grabación; imagen en posición horizontal.

n Colaboradores: Robson (pianista – Comunidad Santa Clara); Karin (prepara las pistas de audio – Comunidad Bosque da Saúde); Lais (coordinación general y edición de imagen – Comunidad Santo André); Alessandro (edición de audio – Comunidad Bosque da Saúde).

n A cada colaborador se solicita un plazo máximo de cinco días pare enviar su video.

Un sentir similar se comparte en el resto del área del Apóstol de Distrito Minio, donde hermanos y hermanas de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay se organizan para un coro virtual que comparte sus interpretaciones previo a los Servicios Divinos en español.

n En menos de 14 horas se edita el material y se obtiene el resultado final. De esta forma el himno ya está listo para llegar a cada uno de los hogares. n Lo más lindo. “Mantener a los hermanos unidos, alabando el nombre de Dios y percibir que a pesar de la distancia, no perdemos el entusiasmo por colaborar en la Obra”, expresan sus integrantes. n Lo más complicado. “Quisiéramos realizar un himno donde el 100% de los integrantes de todos los coros de comunidad pueda estar presente, aunque sea difícil conseguirlo”, cuenta Lais. n Un deseo. Su coordinadora lo expresa: “Queremos preparar un concierto virtual para cerrar el año 2020”.

La hermana Lais durante la edición de imagen

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Esenciales “El amado Dios siempre me acompaña y me da fuerzas para seguir adelante”, expresa Silvia, una de nuestras hermanas en la fe que cada mañana debe recorrer el camino hacia su trabajo. Al igual que ella, muchas personas han recibido un nuevo nombre: “esenciales”. Compartimos aquí experiencias recibidas en este caso de hermanos y hermanas de Buenos Aires (Argentina), que no dejan de sentir esencial su fe.

denas de supermercados y mayorista de alimentos. Así es como cada día debo salir a ganarme dignamente el pan”, cuenta Ezequiel, que concurre a la comunidad El Talar Nº 2 Silvia (Buenos Aires, Argentina). “Allí he cantado en el coro y en el de juventud también, pasé Gabriela momentos maravillosos con los jóvenes”, continúa diciendo nuestro hermano. n el contexto de la pandemia, la vida de “Cada día que pasa es un poco más complicado, ya muchas personas se ha modificado. Deben que mi lugar de trabajo puede ser un sitio importante seguir protocolos sanitarios, tomar mu- para la circulación del contagio, muchas personas enchos recaudos e incluso a veces acorde a su tran y salen a diario. A veces tengo miedo de llevar el viprofesión, arriesgar hasta su salud, por el rus a casa, porque vivo con mi esposa y mis hijos”, dice. bien común. Entre ellos se encuentran muchos de nues- No obstante, no pierde la paz en su corazón y siempre tros hermanos y hermanas en la fe. Y, sin embargo, a deja todo en manos de Dios, “porque tengo la certeza de pesar de todos estos cambios, su fe se mantiene intacta. que Él me acompaña en todos los momentos”, concluye.

A continuación, compartimos el relato de algunos de ellos, quienes día tras día, colocan su granito de arena Un enemigo invisible para que la sociedad pueda sobrellevar este momento de Gabriela concurre a la comunidad El Talar Nº 1 (Buela mejor manera posible. nos Aires). Su actividad preferida en la Iglesia siempre fue la música, “tenía cuatro años cuando me senté en el En las manos de Dios coro con mi mamá por primera vez. Hoy sigo cantando, “Trabajo como personal esencial ya que me dedico a tal como ella lo hacía”, recuerda con emoción. la reposición externa para una empresa con grandes ca“Día tras día salgo de casa pensando dónde estará ese

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INFORMES Mariel

Silvia

enemigo invisible que nos acecha y coloca en riesgo nuestra vida”, dice nuestra hermana, que trabaja como repositora externa en un comercio. A pesar de esto, su mayor preocupación parece estar enfocada en otra cuestión: “lo único que le pido a Dios es no olvidar nunca que el peligro más importante es perder la fe y la confianza en Él”, destaca con convicción.

“Esperanza mía eres tú y yo en ti confío”. Esta frase que forma parte de uno de nuestros himnos sirve de guía para Gabriela, siempre la recuerda. Su Pastor de Escuela Dominical logró grabarla en su corazón y aún hoy permanece vigente.

Amor, cuidado y compasión

vivir días difíciles. “En el hospital podemos llegar a pasar por tristezas demasiado grandes”, dice nuestra hermana. De igual manera es feliz con la profesión que eligió. “El amado Dios siempre me acompaña y me da fuerzas para seguir adelante”, expresa. Además, se siente feliz de poder compartir su jornada de trabajo con otros hermanos en la fe.

“Actualmente formo parte de la unidad de cuidados intensivos de un hospital. Allí constantemente recibimos pacientes que están contagiados con Covid-19 y dengue”, relata Silvia. Ella es otra de nuestras hermanas ¿Una piedra en el camino? “esenciales” y concurre a la iglesia San Andrés (Buenos Mariel concurre a la iglesia Villa Domínico (Buenos Aires).

“Gracias al amado Dios y a las oraciones de los siervos Aires, Argentina). Ella es odontóloga de profesión. Copuedo afrontar esta pandemia con tranquilidad. Muchas labora en varias tareas dentro de la Iglesia, pero junveces siento temor o angustia, pero me fortalece saber to a las mezzos y en el coro, está su ofrenda preferida. que desde mi lugar “Algunos tienen el don de la palabra, otros el del testimonio, a mí me gusta cantar y lo hago desde puedo ser una herramienta de amor, que soy muy joven”, cuenta Mariel, quien además Ezequiel cuidado y compaparticipó del Coro Internacional Virtual, en Pentecostés 2020. sión con el prójimo”, Su vida profesional y espiritual no compiten enagrega Silvia.

En su lugar de tre sí. Esto llamó la atención de un medio local, trabajo se suelen que decidió entrevistarla. Para ella fue una forma de compartir su fe. “Tengo una vida espiritual diaria donde oro y trabajo con el corazón, y una vida familiar doméstica donde trabajo, voy a hacer las compras, cocino y hago lo habitual, como todos”, expresó en ese reportaje.

“Debemos transformar lo que sentimos con la pandemia. Si fuese una piedra de tropiezo en el camino, seamos ingeniosos para pisarla y transformarla en un escalón para impulsarnos hacia adelante”, expresa con sabiduría Mariel.

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MA DO 26 SO33; 19:12– Y – T :20

JESÚS AMA A LOS NIÑOS

LOénesis 18 G

DIBÚJATE Y PINTA TU IMAGEN, LUEGO RECÓRTALA Y PÉGALA JUNTO A LOS OTROS NIÑOS QUE ESTÁN CON JESÚS. PUEDES PONER LA IMAGEN EN UN CUADRO. CUANDO TE PREGUNTEN TUS AMIGUITOS LES PODRÁS DECIR QUE ESTÁS JUNTO A JESÚS ¡PORQUE ÉL TE AMA!

COORDINACIÓN DOCENTE

Todos participamos de la enseñanza El contexto actual exige que, en las actividades relativas a la enseñanza, la virtualidad siga siendo un modo de vincularse. Pero ¿virtualidad es sinónimo de distancia? A veces, no.

D

ejad a los niños venir a mí”, dice una conocida palabra del Señor Jesús. En las clases de enseñanza religiosa de la Iglesia Nueva Apostólica los niños son familiarizados con los fundamentos de la fe cristiana. A partir de los cuatro años ya comienzan a participar de la Pre-escuela dominical. Luego, la Escuela Dominical y los tres años de Escuela de Religión, para finalmente formar parte del Año de Confirmación, donde reciben herramientas espirituales para adoptar por sí mismos la responsabilidad por su vida de fe.

En este año 2020, así como sucedió en el ámbito educativo general, también en nuestra Iglesia se debió adaptar la enseñanza utilizando nuevos recursos.

Fue así que surgieron las “clases online”, desde material para compartir con las familias hasta videollamadas.

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¡Todos colaboran!

La creatividad fue una aliada importante. Las ganas de colaborar, también. En primera línea, docentes y siervos.

Por supuesto, los niños. Pero, poco a poco, se fueron sumando otros miembros de la familia y de las comunidades.

Hubo jóvenes que se organizaron para armar actividades. Siervos en descanso que “volvieron a clase”. Niños que grabaron himnos y canciones como complemento para las lecciones. Luego el equipo de Coordinación docente edita y organiza todo el material.

Sin importar la edad o si ya alguna vez habían colaborado en estas tareas, muchos ofrendaron su tiempo y excelentes ideas. Porque, quedó demostrado: en definitiva, todos somos parte de la enseñanza religiosa de nuestros niños.

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Virtualmente conectados, verdaderamente cerca Ya sea de forma semanal o cada quince días, en los distintos niveles reciben variedad de propuestas. Por ejemplo, videos para jugar en familia, con preguntas y respuestas; crucigramas, desafíos, dibujos, es decir, diferentes consignas para resolver en casa. Asimismo, se produjeron relatos en formato audiovisual. En familia se animaron hasta a armar instrumentos musicales caseros y a cocinar.

Varios abuelos (entre ellos, siervos en descanso, incluso Apóstoles) fueron incorporándose por ejemplo para narrar algunos episodios bíblicos. Primero tímidamente, pero luego más confiados. Es que, ¿quién podría decir que no son los mejores contando historias?

Los niños del coro infanto-juvenil estaban un poco tristes porque no podían ensayar juntos. Pero ahora tenían una oportunidad: ¡practicar y grabar cantos para acompañar las clases de otros niños! No dudaron ni un instante y la alegría volvió a reinar.

En Uruguay, incluso, hay hasta “lista de espera”, cuenta el Pastor a cargo de las actividades.

Son incontables las experiencias que todo este movimiento va generando. Familias enteras que acompañan a sus hijos en este recorrido. Muchas veces los chicos son un testimonio. Las actividades los acercan y profundizan la fe. También hubo niños que no estaban concurriendo a los Servicios Divinos y ahora participan regularmente de las clases que, como vemos, de virtuales solo tienen el nombre.

Solo por nombrar una. Un Pastor, muy emocionado, contó que siempre le habla a su hijo del siervo que había sido su maestro en la escuela dominical, de cuánto bien le había hecho aprender de él. Un día, recibieron una de las actividades para el Año de Confirmación. Fue enorme la sorpresa al ver que “su” Pastor estaba nuevamente allí, 35 años después, compartiendo ahora una clase con su hijo.

Pero el capítulo de las vivencias, lo dejamos para una próxima edición (¿o deberíamos decir, para la próxima clase?).

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APUNTES de julio Repasamos algunas enseñanzas y reflexiones que formaron parte del contenido de los Servicios Divinos y palabras pastorales recibidos a lo largo del mes de julio 2020.

Servicios Divinos de palabra n 5 de julio (Apóstol de Distrito Enrique Minio): Los primeros Apóstoles daban testimonio de Cristo sin ningún temor, sin ninguna duda y con todo el amor. Dios desea que todas las almas puedan recibir este testimonio, su gracia no tiene limitaciones: el plan de salvación de Dios es para todos. Él nos pide llevar “el contagio del amor” de corazón a corazón, con nuestro comportamiento cotidiano, teniendo a Cristo como modelo y guía. n 12 de julio (Apóstol Herman Ernst): Honrar, adorar a Dios, es una actitud de vida. Es la manera en que asumimos la presencia de Dios y su poder en nuestra vida. Nos esforzamos para que pueda decir de nosotros: “Este es mi hijo amado, en quien tengo complacencia”. Para ello, queremos reflexionar acerca de su voluntad en nuestras decisiones, apartándonos de aquello que no es de su agrado y reconociendo que todo lo que es de Dios, es santo. n 19 de julio (Apóstol Herman Ernst): El mandamiento “No matarás” se trata de preservar la vida.

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Jesucristo es la luz y la vida. Nuestra vida está llena de grises, pero cada decisión determina un paso hacia la luz o hacia la oscuridad. Cuidamos nuestras palabras, actitudes, acciones, para que cada encuentro con nuestro prójimo sea una posibilidad de dar a conocer a Dios, de ser un testimonio de la fe. Queremos preservar la vida: también la espiritual, la vida del alma. n 26 de julio (Apóstol Claudio González): Hurtar es quitarle a otro parte de su propiedad, pero no solo se refiere a lo material. Podría ser su honor, su credibilidad, su integridad, etc. Guardamos los mandamientos por amor a Dios. Queremos entonces observar cómo estamos en ese amor. Lo que no agrada a Dios, tenemos que dejar de hacerlo, porque queremos ser un testimonio vivo de Dios y hacer tesoros en el cielo, buscando la salvación eterna de nuestra alma.

Palabras Pastorales n 1 de julio (Apóstol Reinaldo Milczuk): Le damos gracias a Dios por lo que hace y por lo que

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La Regla de Oro “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”

(Mateo 7:12)

ha hecho, por sus maravillas: su omnipotencia, su omnipresencia; la encarnación de Dios en nuestro Señor Jesucristo, los Sacramentos. Damos testimonio de las maravillas de Dios en nuestra vida, del Evangelio y del retorno de Cristo. n 8 de julio (Apóstol Gerardo Zanotti): El agradecimiento a Dios tiene que estar desprendido del resultado, independientemente de cómo vayan las cosas. Le agradecemos por todo: por lo que nos pasa y por lo que no pasa. Porque Él tiene pensamientos que van más allá de los nuestros. Manifestamos nuestro agradecimiento en la oración, en la obediencia a su palabra, en la ofrenda; respetando y amando a Dios, confiando en Él y también asistiendo al prójimo.

Mandamientos de Cristo “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (Mateo 22: 37-39)

n 15 de julio (Apóstol Claudio González): Así como la primera comunidad cristiana, perseveramos: en la doctrina, el Evangelio de Jesús, no perdiendo de vista la meta de nuestra fe. En la comunión, superando toda diferencia bajo la unidad del Espíritu. En el partimiento del pan, buscando la comunión con Jesús, reconociendo y valorando su sacrificio único. Y en las oraciones, adorando, agradeciendo, intercediendo y dejando nuestras peticiones a Dios. n 22 de julio (Apóstol Guillermo Canessa): Dios nos ha llamado a la comunión eterna con Él.

Al transitar ese camino, a veces debemos dejar a un lado nuestro propio razonamiento. Ese llamado o vocación espiritual nos invita a seguir a Cristo, viviendo su Evangelio, con confianza en Dios y llevando a otros su palabra. Lo hacemos por amor a Dios y por amor a las almas, con fe, que sobrepasa todo entendimiento. n 29 de julio (Apóstol Gerardo Zanotti): La gracia nos fortalece. Es la dedicación que Dios nos dispensa, sin merecerla. Reconocemos la gracia: de conocer a Dios, del sacrificio de Cristo, de la manifestación del Espíritu Santo. Recibimos la palabra divina y el Sacramento. Confiamos en Dios, esperamos de Él los resultados, pero en una espera activa.

La gracia de Dios es tan suficiente, es tan vasta, es tan plena, es tan profunda, que cubre todas las cosas.

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Un diálogo único Una mañana de julio de 2020, un encuentro virtual reuniría a cuatro Apóstoles de Distrito y un Ayudante Apóstol de Distrito, todos ellos actualmente en descanso ministerial pero con muchas experiencias y enseñanzas para compartir.

M

ario Fiore, Carlos Granja, Raúl Montes de Oca, Norberto Passuni y Guillermo Vilor: estos siervos, que forman parte de la historia de la INA en Sudamérica, también en el presente tienen mucho para contar.

Palabra de Apóstol Debido a la pandemia por Covid-19 y a las condiciones de distanciamiento social vigentes, el encuentro virtual sería por medio de una plataforma para videollamadas.

Pero a los pocos minutos, la distancia física pasaría a un

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segundo plano. Ahora los corazones quedaban vinculados en las tantas vivencias que podían compartir.

Tres puntos de partida A lo largo de la entrevista, los siervos fueron respondiendo algunas preguntas que funcionaron como un disparador. En primer lugar, se les consultó acerca de los desafíos y aquello que más habían disfrutado durante su actividad, en especial bajo el encargo de Apóstol de Distrito y Ayudante Apóstol de Distrito.

Luego fueron invitados a compartir experiencias de fe y anécdotas que recordaran.

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Foto pág. 28, de izq.a der.: Apóstol de Distrito Mario Fiore, Ayudante Apóstol de Distrito Carlos Granja, Apóstoles de Distrito Raúl Montes de Oca, Norberto Passuni y Guillermo Vilor

Finalmente, la tercera pregunta era acerca de su vida actual en la comunidad.

El valor de servir a Dios Seis países. Entre siete y catorce años bajo este encargo (esto por supuesto sin contar los años previos que han colaborado en otros ministerios), sirviendo a Dios.

Trabajar, disfrutar, aprender, compartir: son algunos de los verbos que les oímos decir.

Desafíos, responsabilidades, recuerdos, encuentros, respuestas de Dios: son algunos sustantivos que nos llevan a lo profundo de su misión.

Comunión, alegría, agradecimiento, emoción: son algunos de los sentimientos que recorren sus relatos.

Les resulta casi imposible resumir en algunos minutos todo lo vivido. Pero en este pequeño atisbo, entreabren la puerta de su memoria y nos permiten acercarnos, ya sin distanciamiento, a las huellas que han quedado grabadas para siempre en el corazón.

En una futura edición de esta revista ampliaremos el contenido de este encuentro.

También podrán acceder a los capítulos, en formato audiovisual, en los canales oficiales de la INA Sud América: Sitio web: www.inasud.org/multimedia Canal de YouTube: INASud Canal de Facebook: INASud

JUVENTUD NUEVOAPOSTÓLICA

jna conectada La edición de agosto 2020 de la revista digital para la juventud trae la palabra del mes, actividades y experiencias de los jóvenes.

Contiene también una síntesis del Servicio Divino para la juventud de julio y en otra de sus secciones encontramos relatos que los jóvenes compartieron. Además, desde el ámbito de la música siguen llegando nuevos aportes, en este caso desde Brasil y Uruguay.

Sus páginas incluyen no solo textos, sino también complementos en formato de audio y video. ¡Todo en un solo clic!

La edición en español se encuentra en la sección “Juventud” de nuestro sitio web www.inasud. org o también ingresando directamente en: bit.ly/JNAconectada_Agosto20Revista Aprovechamos para informar que la siguiente edición estará disponible a partir del 12 de septiembre.

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o

g e i c n u e d n La curació

cerca de Jericó según Marcos 10:46-52 Jesús enseña a la multitud, sana enfermos y hace resucitar a muertos.

Muchos lo siguen cuando sale de Jericó junto a sus discípulos.

Junto al camino estaba sentado un mendigo ciego que se llamaba Bartimeo. Cuando oyó que pasaba Jesús de Nazaret comenzó a llamar: “¡Jesús, ayúdame! ¡Ten misericordia de mí!”.

Las personas que lo rodeaban lo reprendieron para que se callase,

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DE LA BIBLIA

pero Bartimeo clamó mucho más fuerte: “¡Jesús, ayúdame! ¡Ten misericordia de mí!”.

Entonces Jesús, deteniéndose, dijo: “Llámenlo para que venga”.

La gente llamó al ciego y le dijo: “Ten confianza; levántate, Jesús te llama”.

Bartimeo arrojó su capa, se levantó y se acercó a Jesús. Este le preguntó: “¿Qué quieres? ¿Qué quieres que te haga?”.

Y el ciego le dijo: “Maestro, que recobre la vista”.

Jesús le dijo: “Tu fe te ha salvado”.

Bartimeo pudo volver a ver y siguió a Jesús en el camino.

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Valores del Evangelio

“Perseveraban en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42)

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l pasaje bíblico alude a la comunidad de los primeros cristianos. Estas palabras simples pero muy profundas brindan las bases para nuestros Servicios Divinos y son también fundamentales para la fe cristiana.

Nuestra tarea consiste en perseverar en la doctrina de los Apóstoles y difundir el Evangelio. Todos podemos dar testimonio del Evangelio de Cristo, no solo con lo que decimos sino además con nuestras acciones.

A su vez, Evangelio y comunión forman un conjunto.

Así como lo hacía Jesucristo, también nosotros debemos ayudarnos y consolarnos unos a otros. El amor al prójimo es igual de importante que el amor a Dios.

Otro elemento necesario para la salvación del alma son los Sacramentos. Tienen su origen en Cristo. Son manifestación de la gracia y el amor de Dios para con nosotros. Queremos esforzarnos cada día por darles valor y lugar en el alma, para que pueda desarrollarse en nosotros la imagen de Cristo y alcanzar el día del cumplimiento de la promesa como dignos.

Por último, la oración conjunta es un componente esencial de la vida de la comunidad. En la oración nos vinculamos con Dios, ordenamos nuestro corazón y pensamientos. Es hermoso cuando en conjunto glorificamos el nombre de Dios e intercedemos por alguien. ¡Esperamos juntos el retorno de Cristo y nos preparamos para ese momento orando unánimes!

Basado en el contenido de los Pensamientos Guías de agosto/2020