Aguilandos

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AGUILANDOS


LOS AGUILANDOS Con el mismo ritmo y parecida música de los Villancicos, encontramos en Pegalajar infinidad de Aguilandos. En los Aguilandos se mezcla lo divino y lo humano, lo serio y lo jocoso, lo religioso y lo profano… También la Navidad es el tema principal de los Aguilandos, pero la fantasía del pueblo ha rodeado este tema de un sinfín de circunstancias alegres y graciosas que unen el sentido religioso con el entendimiento popular. De ahí que los Aguilandos sean tan conocidos y tan cantados como los propios Villancicos. Aunque muchos Aguilandos nos hacen reír, al recoger nombre propios de personas y de lugares del pueblo, los hay también profundamente religiosos y tiernos. Estos Aguilandos forman también parte de nuestro acervo cultural, habiendo sido recopilados en su conjunto para no perder la tradición religiosa y popular de nuestro pueblo, transmitida de padres a hijos, de generación en generación. “La Virgen va a la aceituna, San José va a varear, el Niño va a los graneos y la borrica, a cargar”. “La Virgen hacía gachas y les echaba picante, y San José le decía: – ¡que me muera si las cate!” “Cuando lo vide venir, dije : – ¡por la burra vienes!; ¡la burra no te la llevas, porque a mí no me conviene!”. JOAQUÍN QUESADA GUZMÁN MAESTRO JUBILADO DE EDUCACIÓN PRIMARIA


QUÍTATE DE ESA ESQUINA – Quítate de esa esquina, Juanillo Antonio. (bis) Mira que las mozuelas, del aire, son los demonios, madre, a la orilla, son los demonios, la niña. – Pues si son los demonios, me voy con ellas, (bis) que en llegando el domingo, se ponen huecas. – Pues si se ponen huecas, podrán ponerse, (bis) que el galán que las ronda pesetas tiene. – Pues si tiene pesetas que las enseñe, (bis) y les compre un vestido de seda verde. – Yo no lo quiero verde, que está muy triste, (bis) que lo quiero encarnado que se divise. – Y después de estar hecho, pegarle fuego, (bis) y verás como arde, del aire, vestido nuevo, madre, a la orilla, vestido nuevo, la niña. Informante: Catalina Guzmán López


YA ESTÁ EL PÁJARO VERDE Ya está el pájaro verde, de este rebol, bereberebol, caracaracol, caracol, puesto en la esquina, puesto en la esquina, esperando que llegue, de este rebol, bereberebol, caracaracol, caracol, la golondrina, la golondrina. – Yo no soy golondrina, de este rebol…, que soy muñeca, que soy muñeca, que en llegando el domingo, de este rebol…, me pongo hueca, me pongo hueca.

– Yo no lo quiero verde, de este rebol…, que está muy triste, que está muy triste, que lo quiero encarnado, de este rebol…, que se divise, que se divise. – Y después de estar hecho, de este rebol, bereberebol, caracaracol, caracol, pegarle fuego, pegarle fuego, y verás cómo arde, de este rebol, bereberebol, caracaracol, caracol, vestido nuevo, vestido nuevo.

– Pues si te pones hueca, de este rebol…, podrás ponerte, podrás ponerte, que el galán que te ronda, de este rebol…, pesetas tiene, pesetas tiene. – Pues si tiene pesetas, de este rebol…, que las enseñe, que las enseñe, que me compre un vestido, de este rebol…, de seda verde, de seda verde.

Informante: Catalina Guzmán López


GASTA LA MOLINERA Gasta la molinera zapatos y botas, y el pobre molinero, del aire, las medias rotas, madre, a la orilla, las medias rotas, la niña.

Gasta la molinera ricos mantones, y el pobre molinero sucios calzones.

Gasta la molinera ricos collares, de la harina que roba de los costales.

Gasta la molinera ricos vestidos, y el pobre molinero trajes raídos. (no tiene abrigos). Gasta la molinera zapatos rojos, y el pobre molinero los tiene rotos.

Gasta la molinera ricos pendientes, y el pobre molinero no tiene dientes.

Gasta la molinera ricos anillos, y el pobre molinero cría a los chiquillos.

Gasta la molinera ricos blusones, y el pobre molinero con sabañones.

Gasta la molinera buenas pinturas, y el pobre molinero con calenturas.

Gasta la molinera ricas pulseras, y el pobre molinero gana las pelas.

Gasta la molinera ricos zarcillos, y el pobre molinero sin calzoncillos.

Gasta la molinera altos zapatos, y el pobre molinero no tiene cuartos.

Se va la molinera con un amigo, y el pobre molinero moliendo el trigo.

Gasta la molinera Gasta la molinera ricas enaguas, sombrero chulo, y el pobre molinero y al pobre molinero va sin paraguas. le dan por… Informante: Catalina Guzmán López


MARIQUILLA MOQUILLO Se juntan las mocitas unas con las otras, a la misa de doce que van muy airosas y van codeando, las esquinas las van derribando, las esquinas las van derribando. Y llegan al templo, las registran muy bien por adentro, si el novio las mira, se oye en misa no sé qué se diga, se oye en misa no sé qué se diga. Tarabitas y más tarabitas, que ya sabe el Niño jugar a la pita. Y dame la bota que voy a beber, que esta noche nace el Niño Manuel, que esta noche nace el que dice: – ¡je, je, je, je, je!. Luego van a su casa que con sus deberes, su madre le pregunta: – pues qué es lo que tienes. – Es que he tropezao y este dedo me lo he lastimao, y este dedo me lo he lastimao. Sereno, sereno, y en la puerta hay un hombre durmiendo con un garrotón, ¡qué sardina y qué boquerón!, ¡qué sardina y qué boquerón!. Tarabitas y más tarabitas…


Su madre de segundas la vuelve a llamar, y ella dice: – mamita ya voy a bajar que estoy escuchando y una copla que aquí están cantando, y una copla que aquí están cantando. Y en la pantomima, y era el novio que estaba en la esquina que esperando estaba, ocasión para pelar la pava, ocasión para pelar la pava. Tarabitas y más tarabitas… Mariquilla Moquillo y don Juan Pindajo se casaron un día ese par de majos: la novia quebrada, patizamba, también jorobada, patizamba, también jorobada, también lagañosa, con hocico de perra sarnosa, brazo arremangao, del color del chorizo ajumao, del color del chorizo ajumao. Tarabitas y más tarabitas… Y ahora vamos al novio, porque es un gran mozo: patizambo y quebrao, y también potroso, una oreja menos, el pescuezo de paperas lleno, el pescuezo de paperas lleno.


Sin muelas ni dientes, son sus años más de ciento veinte, un poquito añejo y la carne es todo pellejo, y la carne es todo pellejo. Tarabitas y más tarabitas… Y ahora vamos al traje que es de terciopelo, que de puro raído no tiene ni un pelo, zapatos a lo chulo, de la tela de los mamelucos, de la tela de los mamelucos. Sereno, sereno, y en la puerta hay un hombre durmiendo con un garrotón, ¡qué sardina y qué boquerón!, ¡qué sardina y qué boquerón!. Tarabitas y más tarabitas, que ya sabe el Niño jugar a la pita. Y dame la bota que voy a beber, que esta noche nace el Niño Manuel, que esta noche nace el que dice: – ¡je, je, je, je, je!. Informantes: Catalina Guzmán López María Francisca Quesada Rentero


EMPRÉSTEME EL GALLO – Vecinita, emprésteme el gallo. – No, no te lo empresto, que ayer lo empresté, me lo maltrataron. Con una cañita le dieron cien palos. Toda la crestita se la han derribao.

– Vecinita, emprésteme el gato. – Sí, sí, te lo empresto, porque me ha arruñao. Por no haber comío, estaba esmayao. Le pisé la cola, me tiró un bocao. El pavo relleno se lo ha ventilao.

ESTRIBILLO – Me eché por la huerta de mi tío Antón. Cogí un pepinucho, me dio un cuscurrón. Mientras yo corría, mi tío me daba. ¡Vaya, vaya con mi tío, qué palos me daba! ¡Vaya, vaya con mi tío, qué palos me daba!

– Me eché por la huerta de mi tío Antón…

– Vecinita, emprésteme el pavo. – No, no te lo empresto, que ya lo he matao. Lo tengo guisao. Toda la familia ya la he convidao, pa la Nochebuena estar bien cenaos. – Me eché por la huerta de mi tío Antón… Informante: Ana Rentero Cordero


SERENO QUE RONDAS El sereno de mi calle es un pícaro embustero, me ha dicho que estaba raso y ha amanecío lloviendo. ESTRIBILLO Sereno que rondas: – dime qué hora es, si han dado la una, las dos o las tres, las cuatro, las cinco, las seis, las siete, las ocho, las nueve o las diez. Sereno que rondas: – dime qué hora es. Ja, ja, qué patibulillo, ja, ja, qué patibulá, ja, ja, qué bonita eres, ja, ja, qué bonita vas. (bis) Y el sereno de mi calle me quiere quitar la novia, me anda buscando de noche con la pica y la pistola. (Al estribillo) Y al sereno de mi calle yo le tengo que decir: – sereno que andas de noche, dime quién me ronda a mí. (Al estribillo) Informante: María Francisca Quesada Rentero


DE LA SACRISTÍA SALE De la sacristía sale una reata de ciegos, y el que llevaba la bota cayó en un atascaero. – ¡Qué lástima de bota, qué lástima de vino, que no lo he catao (probao) en todo el camino! – ¡Qué lástima de bota, qué lástima de vino, que no lo he catao (probao) en todo el camino! Echa vino y se murió y dejó en el testamento que lo enterraran en viña para chupar el sarmiento. – ¡Échame una copa de ese vino blanco, échame una copa, que si no canto! – ¡Echa vino, rubia, y no lo derrames, que me ha costao el litro veintidós reales!

De la sacristía sale una rosa y un clavel, la rosa iba preñada y va a parir a Belén. Y va a parir un Niñito blanco, rubio y colorao. Dicen que ha de ser pastor para cuidar el ganao. Dichosos pastores que, con alegría, ellos crían la carne y otros se la lían. Dichosos pastores que, con gran amor…

Y dice Melchor: – tan borracho eres tú como yo, y yo como tú. ¡Borrachos los dos! Y se le atrancó, y por señas pedía la bota, porque le faltaba la respiración.

De la sacristía sale un clérigo revestido, con el cáliz en la mano diciendo: – Cristo ha nacido. No ha nacido, pero ya está con deseo santo, esperando a los tres Reyes que se han de hallar en el parto. Tres Reyes vinieron, yo diré quién son: – el Rey Baltasar, Gaspar y Melchor. Aguilandos populares


TODAS LAS MARÍAS SON ESTRIBILLO Todas las Marías son dulces como el caramelo, dame la mano María, que te voy a subir al cielo. Que sí, que no, que María se llama la Madre de Dios. La Virgen y San José para Belén caminaban, eran las doce de la noche y no encontraban posada. En un pellejito blanco, con muy poquitita lana, parió la Virgen María a Jesús, nieto de Ana. A Belén tengo que ir aunque me riña mi amo, que yo también quiero ver a ese Niño soberano. El que esta noche no cante, no manifiesta alegría, y en el Reino de los Cielos no será bien recibida. Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad: – dame, María, la bota que me voy a emborrachar. Vamos a Belén, pastores, veréis lo que no habéis visto, en un portal derribado el nacimiento de Cristo.

La Virgen y San José a Belén van de camino, en el vientre de María llevan al verbo Divino. La Virgen hacía gachas y les echaba picante, y San José le decía: – ¡que me muera si las cate! Esta noche es Nochebuena y responde una gitana: – en habiendo de comer no hay ninguna noche mala. Todos le llevan al Niño, yo no tengo que llevarle, le llevaré corazón que le sirva de pañales. Nochebuena nace el Niño y yo digo que no nace, que eso son las ceremonias que el sacerdote le hace. Bien podía el Niño Dios nacer en el mes de agosto, y no nacer en diciembre que llega la nieve al rostro. Yo tenía una zambombilla y me la quebró mi abuela, ya no puedo tener yo ninguna cosilla buena. (El estribillo después de cada estrofa) Aguilando popular


CUANDO LOS PASTORES VIERON Cuando los pastores vieron que el Niño quería mamar, hasta la burra del hato la querían ordeñar. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Si el Niño tiene frío, échale una chamarra, para que se caliente no hay otra cosa en casa. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Si el Niño tiene frío, métele mis calzones, para que se caliente aunque le estén culones. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel.

Aguilando popular

OTRO PASTOR DIJO SEÑORES Otro pastor dijo: – señores, ya no puedo caminar. Si no me echan otro trago, no llegaré al portal. Cantaremos, bailaremos, en obsequio del Dios de Israel, (alegrando al Dios de Israel) y que viva la Virgen María y su esposo, Señor San José. Y otro pastor dijo: – señores, al tiempo de caminar, si no me echan otra gota de aquí no podré pasar. Cantaremos, bailaremos…

Aguilando popular


VAMOS A HACER LAS MIGAS Vamos a hacer las migas, que el lucero ya salió, que es de día y con claro y la noche ya pasó. Y con el frío, es un Niño celestial el que ha nacido, el que ha nacido en el portal. Si el Niño tiene frío, échale una chamarra, para que se caliente no hay otra cosa en casa. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Vamos a hacer las migas… Si el Niño tiene frío, métele mis calzones, para que se caliente aunque le estén culones. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Vamos a hacer las migas…

Aguilando popular


SALGA USTED, QUE LA QUIERO VER BAILAR Una vieja criaba un pollito, lo criaba debajo de la cama. Cada vez que el pollito piaba, la vieja gruñía, la vieja decía: – hasta acá, hasta allá, por la gracia de Dios, madre mía, por la gracia de Dios, madre mía. Y salga usted, que la quiero ver bailar, saltar y brincar y andar por los aires, que baile, que baile, que siga bailando, que a mi niña le gusta el fandango, y déjala sola, y solita y sola, que a mi niña le gusta la bola, y bola, bolaina, y saca compaña. Que la quiero ver bailar, saltar y brincar… Aguilando popular


MARÍA ZAMBULLO A Belén la llevan a María zambullo, y entre cuatro bueyes le tiran del culo. Y dicen los bueyes con mucha alegría: – ¡qué culo tan gordo que tiene María! A Belén con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Si el Niño tiene frío, échale una chamarra, para que se caliente no hay otra cosa en casa. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Ya vienen los Reyes por los Torrejones, tirando morcillas y también morcones. A Belén con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Si el Niño tiene frío, métele mis calzones, para que se caliente aunque le estén culones. A Belén, con el cascabelito, a Belén con el cascabel. Aguilando popular


EN EL MOLINO ALTO En el mo…lino alto, rondín, rondando, naveguín, navegando, había una higuera, había una higuera, que le co…ge los higos, rondín, rondando, naveguín, navegando, la molinera, la molinera. Ni soy zapateritero, ni soy zapateritá, que soy molinero de la harinarinerá. Dale, dale, dale, dale, dale, dale, que le di, adiós, que me caigo, (tente, que me caigo) y adiós que me fui. En el mo…lino alto, rondín, rondando, naveguín, navegando, había una higuera, había una higuera, que le co…ge los higos, rondín, rondando, naveguín, navegando, la…, la…. Ni soy zapateritero, ni soy zapateritá, que soy molinero de la harinarinerá. Dale, dale, dale, dale, dale, dale, que le di, adiós, que me caigo, y adiós que me fui.

Aguilando popular


LA SEÑORA LONGANIZA No quiero entrar en tu casa porque me muero de risa, porque he visto en el humero la Señora Longaniza. La Señora Longaniza se quiere casar mañana con el Señor Pedro Lomo, pariente de la Papada. El Morcón es el compadre, las Morcillas, conviadas. ¡Ay, quién no pudiera ser de esa gente tan honrada! Y vayan y vengan los vasitos llenos, hasta que digamos: – ¡bueno está lo bueno! Informante: Inés Medina Barajas


LA MARIMORENA En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna, la Virgen y San José y el Niño que está en la cuna.

Los pastores no son hombres, que son burros y animales, que comen en los calderos y duermen en los corrales. (Al estribillo)

ESTRIBILLO Ande, ande, ande, la Marimorena, ande, ande, ande, que es la Nochebuena.

Esta noche es Nochebuena y mañana, Navidad, – saca, María, la bota que me voy a emborrachar. (Al estribillo)

En el portal de Belén hacen lumbre los pastores, para calentar al Niño que ha nacío entre las flores. (Al estribillo)

Esta noche es Nochebuena y no es noche de dormir, que la Virgen tiene un Niño que nos viene a redimir. (Al estribillo)

En Belén tocan a fuego, del portal salen las llamas, porque dicen que ha nacío el Redentor de las almas. (Al estribillo)

En el cielo no hay arreglo, en el cielo no hay arreglo: que San Juan se ha echao una novia y se la ha quitao San Pedro. (Al estribillo)

La señora… ha pedido el divorcio, porque dice que … no sirve para el negocio. (Al estribillo)

Esta noche es Nochebuena, digamos con alegría: – ¡viva la bota y el vino y la mata que lo cría! (Al estribillo)

Los pastores no son hombres, que son ángeles del cielo, que en el portal de Belén ellos fueron los primeros. (Al estribillo)

– He comido pavo (bis), todas las vecinas me tiran del rabo. Y la que no quiera (bis), y la que no quiera, me chupa la … Etc. Etc…

Aguilando popular


PEDIR EL AGUILANDO (1ª VERSIÓN) – A tu casa hemos venío, de tu casa no nos vamos, como no nos des las Pascuas de aquí no nos meneamos.

– ¿De quién es aquella casa con tantísimos balcones? Es de… (fulano de tal) que tiene muchos millones.

Ande, ande, ande, la marimorena, ande, ande, ande, que es la Nochebuena.

Ande, ande, ande, la marimorena, ande, ande, ande, que es la Nochebuena.

– A tu puerta hemos llegao cuatrocientos en cuadrilla, si quieres que nos sentemos saca cuatrocientas sillas. Ande, ande, ande… – El aguilando pedimos, no pedimos cañamones, pedimos tortas de Pascua con anises y piñones. Ande, ande, ande… – Saca una silla pa mí y otra pa mi compañero, y los que vengan detrás que se sienten en el suelo. Ande, ande, ande… – Abre, María, la puerta que te traigo el aguilando: una patata cocía, ¡sopla, que viene quemando! Ande, ande, ande… Aguilando popular


PEDIR EL AGUILANDO (2ª VERSIÓN) – El señorito… nos dijo ayer en la plaza que el que quisiera aguardiente, que se viniera a su casa. Y en aquella confianza a su casa hemos llegao, que no es razón que se pierda palabra de hombre honrao. – Aguardiente y vino, tiras de alfajor, buenos gusanillos y eso es lo mejor. Aguardiente y vino, tiras de alfajor, buenos gusanillos y eso es lo mejor. Aguilando popular


PEDIR EL AGUILANDO (3ª VERSIÓN) – El aguilando real son tres libras de tocino, dos barras de salchichón, (un kilo de mantecaos) arroba y media de vino. Al quiquiriquí, al quiquiricuando, de aquí no me voy sin el aguilando. – Si no me das el aguilando, al Niño le voy a pedir, que te dé un dolor de muelas que no te deje dormir. Al quiquiriquí, al quiquiricuando, de aquí no me voy sin el aguilando. – Si no me das el aguilando, te echamos la puerta abajo, que vengan los albañiles que tienen poco trabajo. Al quiquiriquí, al quiquiricuando, de aquí no me voy sin el aguilando. – A María le han regalao una jaulita de alambre, con un jilguerito dentro pa que el Niño se levante. Al quiquiriquí, al quiquiricuando, de aquí no me voy sin el aguilando. Aguilando popular


PEDIR EL AGUILANDO (4ª VERSIÓN) Una vez otorgado el aguilando (al momento de empinarse la copa de aguardiente o de mistela), suelen cantarse también las dos siguientes canciones: – Échame vino, échame vino, que me ha picao un bicho malino. – Échame pan, échame pan, que me ha picao el alaclán. – Echa aguardiente, echa aguardiente, que me ha picao un bicho valiente. – ¡Qué buen licor! ¡Qué rico está! ¡Ay, qué bien que sienta un trago, cuando está sin bautizar! ¡Ay, qué bien que sienta un trago, cuando está sin bautizar! Hasta que el artillero no diga: – ¡bomba va!, que nadie se adelante, que luego beberá. ¡Que beba, que beba, que beba! ¡Qué rico está cuando está sin bautizar! Informante: Catalina Guzmán López


PASTORES VENID Esta noche nace el Niño entre la escarcha y el hielo. – ¡Quién pudiera, Niño mío, vestirte de terciopelo!

En lo más alto del cielo se pasea San Alejo, metío en una canasta, chillando como un conejo. (Al estribillo)

ESTRIBILLO – Pastores venid, pastores llegad, a adorar al Niño, a adorar al Niño que ha nacido ya.

Como no podía beber pedía con desatino, a los pastores por señas que le escondieran el vino. (Al estribillo)

El Niño mira a María y María a San José, y Jesús mira a los dos y se sonríen los tres. (Al estribillo)

El que vaya a la aceituna no tiene perdón de Dios, porque se acuesta borracho y va a robar el peón. (Al estribillo)

Una estrella se ha perdío y en el cielo no aparece, en tu cara se ha metío y en tu rostro resplandece. (Al estribillo)

Cuando lo vide venir, dije: – ¡por la burra vienes! ¡La burra no te la llevas, porque a mí no me conviene! (Al estribillo)

En el portal de Belén nació un clavel encarnao, que por redimir al mundo se ha vuelto lirio morao. (Al estribillo)

En el portal de Belén han robao una gallina. Se la ha llevao un tunante metía en la gabardina. (Al estribillo)

– A tu casa hemos venío, a tu casa hemos llegao, como no nos des las pascuas de aquí no nos meneamos. (Al estribillo)

Esta noche es Nochebuena y responde una gitana: – en habiendo que comer, no hay ninguna noche mala. (Al estribillo) Etc, etc… Aguilando popular


A BELÉN, PASTORES – A Belén, pastores, a Belén, chiquitos, que ha nacido el Rey de los Angelitos. – San José bendito, cómo te apañates, pa pillarte un… con los alicates. – San José bendito, tú que te quemates, sabías que eran gachas por qué no soplates. – Pero yo soplé, pero yo soplé, pero es que las gachas me querían… San José bendito, San José bendito, San José bendito, San José bendito. La mula y el buey, la mula y el buey, la mula y el buey, la mula y el buey. Y los angelitos, y los angelitos, y los angelitos, y los angelitos. Y otras letrilla picantes y antirreligiosas, que se resisten a ser escritas en el papel… Aguilando popular


LAVANDO LOS CARACOLES – Echo uno y se me van dos, ni dos, ni uno ni nada, como los caracolitos nadan, echaditos de pechos al agua, aay, aay, al agua. – Echo dos y se me van tres, ni tres, ni dos, ni uno, ni nada, como los caracolitos nadan, echaditos de pechos al agua, aay, aay, al agua. – Echo tres y se me van cuatro… – Echo cuatro y se me van cinco… – Echo cinco y… – Echo seis y…

Informante: Catalina Guzmán López

– Echo siete y… – Echo ocho y… – Echo nueve y … – Como ya estoy cansado de echar: ni diez, ni nueve, ni ocho, ni siete, ni seis, ni cinco, ni cuatro, ni tres, ni dos, ni uno, ni nada. ¡A la porra con los caracoles!, y me voy ahora mismo a mi casa, aay, aay, a mi casa.


YA NO VA EL CURA A LA IGLESIA Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene zapatos, sanpirulín, pirulín, pirulatos, porque no tiene zapatos, zapatos yo le daré. Los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene calzones, sanpirulín, pirulín, pirulones, porque no tiene calzones, calzones yo le daré. Los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene camisa, sanpirulín, pirulín, pirulisa, porque no tiene camisa, camisa yo le daré. La camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene chaleco, sanpirulín, pirulín, piruleco, porque no tiene chaleco, chaleco yo le daré.

El chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene chaqueta, sanpirulín, pìrulín, piruleta, porque no tiene chaqueta, chaqueta yo le daré. La chaqueta muy coqueta, el chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene sotana, sanpirulín, pirulín, pirulana, porque no tiene sotana, sotana yo le daré. La sotana de badana, la chaqueta muy coqueta, el chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón.


Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene bonete, sanpirulín, pirulín, pirulete, porque no tiene bonete, bonete yo le daré. El bonete de solete, la sotana de badana, la chaqueta muy coqueta, el chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene casulla, sanpirulín, pirulín, pirululla, porque no tiene casulla, casulla yo le daré. La casulla que no es suya, el bonete de solete, la sotana de badana, la chaqueta muy coqueta, el chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón.

Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene esclavina, sanpirulín, pirulín, pirulina, porque no tiene esclavina, esclavina yo le daré. La esclavina negra y fina, la casulla que no es suya, el bonete de solete, la sotana de badana, la chaqueta muy coqueta, el chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos , con su punta y su tacón, kirieleisón. Ya no va el cura a la iglesia, diré nada más por qué: – porque no tiene roquete, sanpirulín, pirulín, pirulete, porque no tiene roquete, roquete yo le daré. El roquete pequeñete, la esclavina negra y fina, la casulla que no es suya, el bonete de solete, la sotana de badana, la chaqueta muy coqueta, el chaleco de dos pechos, la camisa larga y lisa, los calzones con botones, los zapatos con sus lazos, con su punta y su tacón, kirieleisón. Informantes: Catalina Guzmán López Margarita Pérez Morillas María Francisca Quesada Rentero


VISTIENDO AL POLLO – ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo unas calcetas. – ¡Qué bonito está el pollo encalcetao, enlorigao y enlorigüela! ¡Ahora sí que el pollito retumba y suena! – ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo unos zapatos. – ¡Qué bonito está el pollo, enzapatao, encalcetao, enlorigao ¡Ahora sí que el pollito retumba y suena! – ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo un chaleco. – ¡Qué bonito está el pollo, enchalecao, enzapatao, encalcetao, enlorigao y enlorigüela! ¡Ahora sí que el pollito retumba y suena! – ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo una chaqueta. – ¡Qué bonito está el pollo, enchaquetao, enchalecao, enzapatao, encalcetao, enlorigao y enlorigüela! ¡Ahora sí que el pollito!…

– ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo una camisa. – ¡Qué bonito está el pollo encamisao, enchaquetao, enchalecao, enzapatao, encalcetao, enlorigao y enlorigüela! ¡Ahora sí que el pollito retumba y suena! – ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo un sombrero. – ¡Qué bonito está el pollo ensombrerao, encamisao, enchaquetao, enchalecao, enzapatao, encalcetao, enloriagao y enlorigüela! ¡Ahora sí que el pollito retumba y suena! – ¿Qué le lleva usted al pollo? – Yo le llevo…(hasta hacer la retahíla interminable).

Informante: Catalina Guzmán López


LA SOTANA DEL SEÑOR CURA Veinticinco reales da la viuda, da la viuda. Veinticinco reales da la viuda, da la viuda, por la sotana rota, sotana rota del señor cura, por la sotana rota, sotana rota del señor cura. Y el señor cura dice: – yo no la vendo, yo no la vendo. Y el señor cura dice: – yo no la vendo, yo no la vendo, si no va con la sotana, sotana rota, lo que va dentro, si no va con la sotana, sotana rota lo que va dentro. Y la viuda dice, con alegría, con alegría. Y la viuda dice, con alegría, con alegría: – ésa era la sotana, sotana rota, que yo quería, ésa era la sotana, sotana rota que yo quería.

Informante: Catalina Guzmán López


BODA DEL PIOJO Y LA PULGA El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de trigo lo van a dejar. ¡Qué runrún, que del alma runrún! Responde la hormiga desde su hormigal: – celebren las bodas, yo daré un costal. ¡Qué runrún, que del alma runrún! – ¡Pobres de nosotros, trigo ya tenemos, por falta de vino no nos casaremos! El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de vino, lo van a dejar. Responde el mosquito desde su tinaja: – celebren las bodas, yo daré una carga. – ¡Pobres de nosotros, vino ya tenemos, por falta de orquesta no nos casaremos! El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de orquesta lo van a dejar. Dice la cigarra desde su higueral: – celebren las bodas, yo puedo cantar.

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de cura lo van a dejar. Y dice el ciempiés en su cueva oscura: – celebren las bodas, que yo seré el cura. – ¡Pobres de nosotros, cura ya tenemos, por falta de anillo no nos casaremos! El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de anillo lo van a dejar. Responde el gusano desde su sedal: – celebren las bodas, que anillo tendrán. – ¡Pobres de nosotros, anillo tenemos, por falta de cama no nos casaremos! El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de cama lo van a dejar. Y responde el búho desde la alta rama: – celebren las bodas, yo daré la cama.


– ¡Pobres de nosotros, cama ya tenemos, por falta de coche no nos casaremos!

– ¡Pobres de nosotros, carne ya tenemos, por falta de casa no nos casaremos!

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de coche lo van a dejar. Y responde el perro desde su perrera: – celebren las bodas, que irán donde quieran.

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de casa lo van a dejar. Y responde el topo desde su topera: – celebren las bodas, yo haré casa nueva.

– ¡Pobres de nosotros, coche ya tenemos, por falta de padrinos no nos casaremos!

– ¡Pobres de nosotros, casa ya tenemos, por falta de traje no nos casaremos!

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de padrinos lo van a dejar. El grillo y la grilla dicen muy contentos: – celebren las bodas, padrinos seremos.

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de traje lo van a dejar. Responde la araña desde su telar: – celebren las bodas, yo lo he de cortar.

– ¡Pobres de nosotros, padrinos tenemos, por falta de carne no nos casaremos!

– ¡Pobres de nosotros, traje ya tenemos, por falta de leche no nos casaremos!

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de carne lo van a dejar. Responde la vaca desde el alto cerro: – celebren las bodas, yo daré un becerro.

El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de leche lo van a dejar. Responde la cabra desde el barrizal: – celebren las bodas, la leche he de dar.


– ¡Pobres de nosotros, leche ya tenemos, por falta de tarta no nos casaremos! El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de tarta lo van a dejar. Responde la abeja desde su panal: – celebren las bodas, la miel puedo dar. – ¡Pobres de nosotros, tarta ya tenemos, por falta de agua no nos casaremos! El piojo y la pulga se quieren casar, por falta de agua lo van a dejar. Contesta la rana desde su gran charco: – celebren las bodas, yo llevo los vasos. El piojo y la pulga se han casado ya. Ya tienen de todo, ¡qué felicidad! El piojo y la pulga se han casado ya, y viven felices en aquel corral. Va pasando el tiempo, casados dos años, lleva la cigüeña Informante: mellizos en los brazos. Catalina Guzmán López


LA TARÁNTULA (1ª VERSIÓN) La tarántula, señores, es un bicho venenoso, que su picada se cura bailando el baile del oso. Cuando a la mujer le pica este bicho condenao, se pone como los gatos cuando van por los tejaos, maullando porque les soplen la raspa del bacalao. Yo conocí a una mocita que se le hinchó la picada, lloraba la pobrecita de noche desesperada. Su madre no sabía nada y cuando el bulto observó, le decía desconsolada: – hija de mi corazón, dime si estás opilada o la araña te picó. – Madre de mi corazón, decía la niña llorando, estando una noche hablando con mi novio en el balcón, noté que en el pantalón un bulto se le movía, él me dijo: – nena mía, la tarántula se sale, cógela en tu mano y dale sin que te pique, hija mía. – Yo la cogí con la mano, mi novio a toda prisa me levantó la camisa y aquel bicho soberano se me escapó de la mano, como loco y sin tino, equivocando el camino sin poderlo remediar, madre, me vino a picar en el sitio donde orino.

– Alerta, niña, decía, mira qué buena artimaña, los hombres llevan la araña en el pantalón metía. Pica de noche y de día en ventanas y balcones, dejaros de tentaciones que si la araña se escapa se mete por los rincones echando suelas y tapas. Es la mujer un veneno, un puñal, una saeta, una bala, una escopeta, una nube, un rayo, un trueno. Siempre traen algún enredo, depósito de maldades, origen de discusiones y archivo de enfermedades.

Informante: Miguel Rentero Cordero


LA TARÁNTULA (2ª VERSIÓN) La tarántula es un bicho muy malo, no se mata con piedra ni palo, que “juye”, que “juye” y se mete por tos los rincones, y son muy “malinos” esos picazones. – No sé lo que tengo, madre, que ayer pasé por la era, parece que me iba entrando el mal de la temblaera. Si será que me ha picao la tarántula dañina, y ma dejaíto seco lo mismo que una sardina. ¡Maldita la araña que a mí me picó! ¡Bailando se quita tan “jondo” dolor! Informante: Catalina Guzmán López

HABAS PUSE EL LUNES – Habas puse el lunes, habas puse el martes, el miércoles habas y el jueves guisantes. Otro día puse cocido por ver si me convenía, viendo que no me conviene habas puse al otro día. Habas puse el lunes… El tocino y la morcilla se despidieron diciendo: – habas tenéis que comer hasta que pase el invierno. (hasta que cambie el gobierno) Habas puse el lunes… Aguilando popular


CUATRO CAMISAS TENGO – Mi primo está en la puerta que a verme viene, bien dicen que la sangre sin fuego hierve, mi vida, que robada me tiene la coronilla, si está domada no hay maravilla, si se me pierde, que se me pierda, el baratillo vaya a la tienda. Que no hay tal, que sí hay tal, quiquiriquí, gor, gor, gor, que no hay tal galandrana.

– Cuatro camisas tengo, tres están tiesas y de sobra me tapan lo que tú piensas, mi vida, que robada me tiene la coronilla, si está domada no hay maravilla, si se me pierde que se me pierda, el baratillo vaya a la tienda. Que no hay tal, que sí hay tal, quiquiriquí, gor, gor, gor, que no hay tal galandrana.

– Cuatro camisas tengo, tres no me vienen, porque están en el arca de quien las tiene, mi vida, que robada me tiene la coronilla… – Cuatro camisas tengo, tres me están cortas, que si quiera me tapan el as de copas, mi vida, que robada me tiene la coronilla…

Informante: Catalina Guzmán López


CARPINTERILLO – ¿Quién te ha hecho esas medias?, carpinterillo, carpinterillo, que en la costura llevas sierra y martillo, sierra y martillo. – Con contento y halago digo, que en Belén ha nacío, vaya, con mucho regocijo, vaya de fiestas, de fiestas vaya. – ¿Quién te ha hecho esas medias?, rico torero, rico torero, que en la costura llevas todo el encierro, todo el encierro. – Con contento y halago… – ¿Quién te ha hecho esas medias?, en Nochebuena, en Nochebuena, si en la costura llevas la bota llena, la bota llena. – Con contento y halago digo, que en Belén ha nacío, vaya, con mucho regocijo, vaya de fiestas, de fiestas vaya. Informante: Catalina Guzmán López


LA MONJA ENFERMA Estando la monja enferma un testamento dejó: que no le pongan camisa de hilo ni de algodón, que le pongan la sotana del padre comunidor. Ni que le toquen, ni que le canten, ni que le digan el kirieleisón. Estando la monja enferma un testamento dejó: que no le pongan vestido de hilo ni de algodón, que le pongan el manteo del padre comunidor. Ni que le toquen… Estando la monja enferma un testamento dejó: que no le toquen campanas ni tampoco el esquilón, que le toquen con la lengua del padre comunidor. Ni que le toquen… Estando la monja enferma un testamento dejó: que no la entierren en tumba ni tampoco en panteón, que la entierren en la cama del padre comunidor. Ni que le toquen, ni que le canten, ni que le digan el kirieleisón. Informante: Catalina Guzmán López


LA BORRACHA – ¡Ay, mujer, te comprara una camisa! – ¡Eso no, marido mío, porque me muero de risa! Con el vino sano yo, con el agua me pongo más mala, con el vino sí que me cura y que me sana. – ¡Ay, mujer, te comprara yo un vestido! – ¡Eso no, marido mío, que te costará un sentido! Con el vino sano yo… – ¡Ay, mujer, te comprara unos zapatos! – ¡Eso no, marido mío, que te cuestan bien los cuartos! Con el vino sano yo… – ¡Ay, mujer, te comprara yo un mantón! – ¡Eso no, marido mío, que te costará un doblón! Con el vino sano yo… – ¡Ay, mujer, te comprara yo unas peinas! – ¡Eso no, marido mío, que te cuestan las pesetas! Con el vino sano yo… – ¡Ay, mujer, te comprara yo un pollino! – ¡Eso sí, marido mío, pa que vaya por el vino! Informante: Con el vino sano yo… Catalina Guzmán López


LE PIDIÓ LA NIÑA AL FRAILE Le pidió la niña al fraile. ¿Qué le pidió? Le pidió su lindo pelo y se lo dio. Quedó el fraile despelao y sin cordón, a la cárcel lo llevan preso, dominiquitatis, kirieleisón.

Quedó el fraile despelao, desfrentao, desojao, desnarizao y sin cordón, a la cárcel lo llevan preso, dominiquitatis, kirieleisón.

Le pidió la niña al fraile. ¿Qué le pidió? Le pidió su linda frente y se la dio. Quedó el fraile despelao, desfrentao y sin cordón, a la cárcel lo llevan preso, dominiquitatis, kirieleisón.

Después le va pidiendo la boca, el pecho, la barriga, su prenda dorada y otras prendas más íntimas…

Le pidió la niña al fraile. ¿Qué le pidió? Le pidió sus lindos ojos y se los dio. Quedó el fraile despelao, desfrentao, desojao y sin cordón, a la cárcel lo llevan preso, dominiquitatis, kirieleisón. Le pidió la niña al fraile. ¿Qué le pidió? Le pidió su linda nariz y se la dio.

Quedó el fraile despelao, desfrentao, desojao, desnarizao, desbocao, despechao, desbarrigao, desprendao… etc., etc. y sin cordón, a la cárcel lo llevan preso, dominiquitatis, kirieleisón.

Informante: Catalina Guzmán López


ARROYO CLARO, FUENTE SERENA ¡Quién ha visto, señores, bajar del cielo un carro de alcaciles y un fraile en medio!, mi niña, cuando me ve me guiña y la llamo, se me viene a las manos, le digo: – cara de sol y de luna, vente conmigo. – Arroyo claro, fuente serena, quién te lava el pañuelo saber quisiera. – Me lo han lavao, me lo han tendio y en el romero verde se ha florecío. – Arroyo claro, fuente serena, quién te lava el pañuelo saber quisiera. – Una lo lava, otra lo tiende, otra le tira rosas y otra claveles. Claveles, en tu jardín los tienes sembraos, blancos y coloraos, lechugas, para qué quieres, niña, tanta hermosura, para qué quieres, niña, tanta hermosura.

– Arroyo claro, fuente serena, quién te lavó el pañuelo saber quisiera. – Me lo ha lavao una serrana, en el río de Atocha que corre el agua. Una lo lava, otra lo tiende, otra le tira rosas y otra claveles. – Tú eres la rosa; yo, soy el lirio. ¡Quién fuera cordón de oro de tu justillo!

Informante: Catalina Guzmán López


EL ANILLO – Al pasar el arroyo de Santa Clara se me cayó el anillo, un bailador, la morena con la viola, dentro del agua. – ¡Ay de mi amor, ay de mi amante, ay de mí, que no puedo olvidarte, que si pudiera, bien sabe Dios del cielo, un bailador, la morena con la viola, que así lo hiciera! – Por sacar el anillo saqué un tesoro, una Virgen del Carmen, un bailador, la morena con la viola, y un San Antonio. – ¡Ay de mi amor!... – San Antonio bendito dame un marido, que no fume tabaco, un bailador, la morena con la viola, ni beba vino. – ¡Ay de mi amor!... – San Antonio bendito Informante: ya me lo ha dao: Catalina Guzmán López fumador de tabaco, un bailador, la morena con la viola, y enamorao. – ¡Ay de mi amor, ay de mi amante, ay de mí que no puedo olvidarte!...


LAS OVEJUELAS Las ovejuelas, madre, las ovejuelas, como no hay quien las guarde se guardan ellas.

– Dicen que no me quieres, pero te quiero, y vale mi cariño más que el dinero. (Al estribillo)

ESTRIBILLO Aragón, tira del cordón, si vas a la Italia, – dónde irás, amor mío que yo no vaya. – Yo no me voy, tu amor me lleva, hortelano pulido, a la ribera. – ¿Dónde vas, labradora del alma? – A coger la flor de laurel, que hace linda mañana. – ¿Por dónde vas a misa, que no te veo? – Por el empedradito que han hecho nuevo. (Al estribillo) La niña que no quiera morir soltera, no desprecie ocasiones que el tiempo vuela. (Al estribillo) – Dicen que no me quieres porque soy pobre. Más pobre es la cigüeña que está en la torre. (Al estribillo)

– ¡Qué ojos tan salaos tienes, morena! ¿Quieres que los juguemos a la rayuela? (Al estribillo) La niña que a la fuente sale temprano, muy olorosas flores halla en el campo. (Al estribillo) El puchero está roto, tiene una raja y por ella se sale la calabaza. (Al estribillo) Tanto traje de seda, tantos encajes, y luego no hay una silla para sentarse. (Al estribillo) Cantan los pajaritos en la alameda, cantan en las mañanas de primavera. (Al estribillo) Y otras coplillas que se adapten a esta estructura…


Otros estribillos: Aragón, tira del cordón, si vas a Valencia, – dónde irás, amor mío sin mi licencia. – Yo no me voy, tu amor me lleva, hortelano pulido, a la ribera. – ¿Dónde vas, labradora del alma? – A coger la flor de laurel, que hace linda mañana. Aragón, tira del cordón, si vas a Sevilla, – dónde irás, amor mío sin tu chiquilla. – Yo no me voy, tu amor me lleva, hortelano pulido, a la ribera. – ¿Dónde vas, labradora del alma? – A coger la flor de laurel, que hace linda mañana. Informante: Catalina Guzmán López


LOS SACRAMENTOS DEL AMOR – Los sacramentos de amor, niña, te voy a contar; despierta, si estás dormida, y los quieres escuchar, El primero, es el Bautismo. Ya sé que estás bautizada en la pila del bautismo, para ser mi enamorada. Segundo, Confirmación. Ya sé que estás confirmada, que te confirmó el obispo y te dio una bofetada. El tercero, Penitencia. Penitencia la he tenido: el hablar contigo a solas, cosa que no he conseguido. El cuarto es la Comunión. Recíbela con anhelo, pues si lo hicieras así derechita irás al cielo. El quinto, la Extremaunción. Extremo es lo que te quiero; en tratándose de amores, no me des quejas, mi dueño. Sexto, Orden Sacerdotal. Sacerdote no he de ser; en los libros que he estudiado sólo he aprendido a querer. El séptimo, Matrimonio. Contigo me he de casar; en queriéndonos tú y yo nadie nos ha de estorbar. Y estos siete Sacramentos sólo se encierran en dos: en quererte y que me quieras y nos casemos los dos. Informante: María Francisca Quesada Rentero


LA MONJA POR FUERZA Escuchen, señores, pongan atención, oirán una niña llorar con dolor, de ver que su padre monja la metió en aquel convento de la religión. Estribillo

Me sientan en una silla y allí me cortan el pelo, me quitaron en seguida los anillos de mis dedos. (Al estribillo) Pendientes de mis orejas, gargantilla de mi cuello, mantilla de tafetán y jubón de terciopelo. ¡Lo que más sentía yo era mi mata de pelo! (Al estribillo)

– Malhaya el amor, malhaya el amor, malhaya mi padre que aquí me metió. Casadita sí, pero monja no, con aquel moreno que quería yo.

Vinieron las monjas con mucho rigor, me echaron el manto de la Concepción. (Al estribillo)

Yo me quería casar con un mocito barbero, pero mis padres me quieren monjita de un monasterio. (Al estribillo)

Vinieron mis padres con mucha alegría, me echaron el manto de Santa María. (Al estribillo)

Una tarde de verano me sacaron de paseo, y al revolver una esquina había un convento abierto. (Al estribillo)

Si bajo al jardín a hablar con mis padres, dice la abadesa que hablo con los frailes. (Al estribillo)

Salieron cuatro monjitas todas vestidas de negro, me cogieron de la mano y me metieron adentro. (Al estribillo)

Si bajo al jardín a regar las flores, dice la abadesa que eso son amores. (Al estribillo)


– Si soy compañera, tengo que escuchar cuando da la hora para ir a rezar. (Al estribillo)

Si voy a la torre y toco la campana, dice la abadesa que soy holgazana. (Al estribillo)

– Si pongo en mis labios un poco carmí, dice la abadesa que eso no es pa mí. (Al estribillo)

Si bajo a la huerta y corto el perejil, dice la abadesa que eso no es así. (Al estribillo)

– Si gasto zapatos con alto tacón, reza la abadesa un kirieleisón. (Al estribillo)

Si gasto zapato de verde limón, dice la abadesa que eso no es amor. (Al estribillo)

– Si gasto vestidos de pitiminí, dice la abadesa que eso no es pa mí. (Al estribillo) – Si sufro en mi celda de la tentación, oye la abadesa que suspiro yo. (Al estribillo) Informante: Catalina Guzmán López


POR LA CALLE ARRIBA Si el vino y el aguardiente no se vendiera, no se vendiera, la vergüenza de los hombres no se perdiera, no se perdiera. ESTRIBILLO Por la calle arriba sube el Padre Juan, pidiendo limosna que aquí no se da. Agáchate, Pedro, agáchate, Juan. Por la calle arriba sube el Padre Juan. El vino y el aguardiente ya se han vendío, ya se han vendío, la vergüenza de los hombres ya se ha perdío, ya se ha perdío. (Al estribillo) Si el chocolate en la tienda no se vendiera, no se vendiera, no fueran las mujeres tan golismeras, tan golismeras. (Al estribillo) Informante: Catalina Guzmán López


NIÑO MÍO, NIÑO MÍO (VERSIÓN PEGALAJEÑA) – Niño mío, Niño mío, baja tú y arregla esto, que el pueblo no está conforme (contento) con las bases que le han puesto, que el pueblo no está conforme con las bases que le han puesto. – Ése que ha puesto las bases, dime, Niño, quién ha sido, pues seguro que ese hombre a Bercho nunca ha subido, a Bercho nunca ha subido. – Si hubiera subido a Bercho, oh, oh, oh, al Cañaón o a Praíllos, oh, oh, oh, de seguro que diría, oh, oh, que ese jornal es poquillo, oh, oh, oh. Y dicen los señoritos, con mucha mala intención: – si la queréis, la cogéis, si no, os vais a Alemania, si no, os vais a Alemania. – Por tierras desconocías pasan fatigas y suores, la tierra donde han nacío pa coto de cazaores, pa coto de cazaores. Niño mío… Aguilando popular


ESTANDO SENTADA EN LA PUERTA DE SU CASA Estando sentada en la puerta de su casa, esperando carta del continental, llaman a la puerta, le dan una carta, que viene firmada su amigo Marcial. Chin, chin, pun, chin, chin, pun, parabarabán, pan, pan.

Contestación de la novia

Contenido de la carta del novio

– ¡Bandido, canalla, traidor, hijue…!, que me has engañado con otra mujer. ¡Me cago en tu padre, y en tu … madre, y en tu prima Rosa la de Santander! Chin, chin, pun, chin, chin, pun, parabarabán, pan, pan.

– Querida Enriqueta, mi tío Anastasio, abogado en Burgos, murió antesdeayer, me deja su casa, enseres y cosas, pero si me caso con mi prima Rosa la de Santander. (que está en Santander) Chin, chin, pun, chin, chin, pun, parabaraban, pan, pan. – Así que terminan nuestras relaciones, lamento infinito portarme tan mal, te devuelvo cartas, regalos y cosas, aquí se despide tu amigo Marcial. Chin, chin, pun, chin, chin, pun, parabarabán, pan, pan.

Aguilando popular


EL GATO MADRILEÑO En la Corte de Madrid, Corte de mucho aparato, en la fonda “El Andaluz” entró una mañana un “gato”. Apenas la hija el “gato” miró, al verlo tan guapo fue y se enamoró. – Minino, minino, ven, minino, aquí; y le dio tajadas de pollo y perdiz. El “gato”, que hambre tenía, pronto resolvió pasar, a fuerza de mil caricias a gozar de aquel manjar. Le dio un arañazo en la pantorrilla. – ¡Que me he equivocao! Digo, más arriba. No quiero más claro la cosa explicar, que entre los que oyen ningún bobo habrá. – Diablo de “gato”, qué bien me ha arañao, a los nueve meses veré el resultao. Otro día jugando estaba la niñita con el “gato”, y el “gato” le hincó las uñas más arriba del zapato. La madre decía: – ¡Ay, qué desconsuelo! ¿Qué han visto mis ojos? ¡Válganme los cielos!

– A mí no me hagas sufrir, hija, por amor de Dios, que esas bromas con el “gato” no te las consiento yo. Cuidado, no tengas un mal resultao y luego tus padres sean mal miraos. Le crecía por momentos a la infeliz la barriga, pero le fingía a su madre que tenía hidropesía. La pobre Ricarda pasó gran trabajo, como la que tiene un mal embarazo. Llega el cirujano y le toma el pulso; sin saber qué hacer se encuentra confuso. El cirujano, admirao, a la familia miraba y la fondista decía: – ¡hay que ver, qué gran gatada! Una acción como ésta yo jamás la vi, desde que a fondista me puse en Madrid. La hija le dice: – ¡Jesús, qué disgusto, madre de mi alma, no lo tome a susto!


La madre, con gran cuidado, velaba todos los días, al tiempo que iba observando que la barriga crecía. La ha llamao al cuarto y le ha preguntao, para examinarla y ella ha contestao. La hija contesta: – para mí no hay cura, pues ya da brinquitos aquí la criatura.

Estas son verdades que el autor declara, para que escarmienten otras cual Ricarda. Y si alguna el caso quiere averiguar, si acaricia el “gato” pronto lo sabrá.

Y muy pronto sucedió, a nueve meses y días que, a fuerza de cataplasmas, se le bajó la barriga. Alerta, mocitas, no os descuidéis, mirad que los “gatos” arañan los pies. Alerta, mocitas, que en el mes de enero el “gato” a la “gata” le busca el granero. La sátira ya se acaba y, para dar gusto al pueblo, ahora les voy a contar un buen estribillo nuevo: nunca descuidarse y andad con cuidado, mirad que los “gatos” siempre van buscando algo que no es suyo si está mal tapao, por si les da tiempo el poder cazarlo.

Aguilando escrito repartido en nuestro pueblo. (Década de los 40)


SIETE AÑOS PADECIENDO Siete años padeciendo, bombón, diga usted patrón, la patrona no, estuvo un gitano un día, bombón, diga usted patrón, la patrona no. Con un brujón en el culo, bombón, diga usted patrón, la patrona no, que en el pantalón tenía, bombón, diga usted patrón, la patrona no. Y en el chaleco, moñero, bombón, diga usted patrón, la patrona no, y en la faja, alferecía, bombón, diga usted patrón, la patrona no. Informante: Catalina Guzmán López


BENITO Por bajo de la fuente vive Benito, el cual tiene una tienda y está muy rico. Y vende pañoletas, también peinetas; todo lo que buscares allí lo encuentras. Yo le dije: – Benito, saca un pañuelo, con los picos azules que muestre el pelo; lo quiero pa mi novia con terciopelo. Para mi novia, a la que tengo siempre en mi memoria. Benito sacó un pañuelo, un pañuelo de lunares; por él me pidió el bribón más de cincuenta reales. – ¡Jorabales, qué caros me salen! ¡Jorobales, qué caros que salen! Tarabitas y más tarabitas, que ya sabe el Niño jugar a la pita. Y dame la bota que voy a beber, que esta noche nace el Niño Manuel, que esta noche nace el que dice: – ¡je, je, je, je, je! Informantes: Catalina Guzmán López Socorro Gómez Cano


MI SINO Un día de Nochebuena se pasea un corregidor, mirando un vaso de vino. ¡Qué bonito es el color! – Por este maldito me encuentro perdío, siempre trabajando, roto y mal comío. Un día de Nochebuena se pasea un albañil, mirando un vaso de vino, de vinillo del país. – Todo el año estoy tapando goteras, para echar los chavos a las taberneras. – ¡Cuando no vienes borracho, eres más bueno que un santo! Pero si lo pruebas, ¡eres el demonio! ¡No puedo contigo en el matrimonio! – Una bodeguita llenita de vino, hasta que me muera ha de ser mi sino. – Para ser zapatero de fama, necesito ser gran bebedor. Con el vino remacho las suelas y las herramientas trabajan mejor. Informante: Socorro Gómez Cano


LOS OFICIOS DE MI PUEBLO Los carpinteros Los señores carpinteros es oficio de conducta, por donde quiera que van van oliendo a la viruta. En arcas y mesas, cómodas y camas, echan la madera siempre la más mala. Y a fuerza de lustre muy bien la adornan, les dura al marchante mientras ellos cobran.

Los carniceros Los señores carniceros son gente de ringorrango, por una onza de carne echan cuatrocientos gramos. La parten muy bien, le pasan la mano, le sacan dinero al pobre del amo. La parten muy bien, le pasan la mano, le sacan dinero al pobre del amo. Este aguilando sobre los oficios del pueblo era muy conocido y cantado antiguamente. Todos los oficios tenían su letrilla… Aparte de los carpinteros y de los carniceros eran criticados también los zapateros, los albañiles, los fontaneros, los taberneros… y hasta la gente de iglesia como los sacristanes y los curas. Informantes: María Torres Ruiz Salvador Navas García


TENGO UNA NOVIA, SEÑORES – Tengo una novia, señores, bonita, si Dios quisiera, blanca si la blanquearan y un albañil la enluciera. El lunes le da el moquillo, el martes le da viruela, el miércoles, el sarampión, el jueves, dolor de muelas, el viernes, el garrotillo, el sábado, teresianas, y el domingo por la mañana se le salen las almorranas. Informante: Catalina Guzmán López

MI NOVIA TIENE UN RELOJ – Mi novia tiene un reloj, que es fijo que no varía, y tengo que darle cuerda tres veces todos los días. Y, a fuerza de trastearlo, se le ha roto el minutero y ha tenido que llevarlo a casa del relojero. Y el relojero le ha dicho: – esto no lo arreglo yo, que te lo arregle tu novio que fue el que te lo rompió. Informante: Catalina Guzmán López


TOCABA CON AFICIÓN Tocaba con afición la Manolita el piano, pero más se entusiasmaba cuando estaba el novio al lao. Tuvo Manuela un descuido de una pieza que tocó, el novio sacó la flauta y el piano se rompió. Para que veamos lo que le pasó, por tocar la flauta la tecla rompió. Y vayan y vengan… Aguilando popular

LA RATA Y EL FRAILE Estando meando un fraile en la puerta del convento, llegó una rata peluda y le cogió el instrumento. La rata, tira que tira, el fraile, llora que llora: – ¡Ay, San Antonio bendito, que me deja sin pistola! Aguilando popular


EL MOTOCARRO DE… El Niño quería viajar y le ha avisao a … – Yo no te puedo llevar, porque lo tengo alquilao. Y dice… con mucha alegría: – en mi motocarro te llevo en seguía. Cuando llegaron al llano le dice el Niño a… – ¿Has pagado ya las letras que les debías a los…? Y dice… con mucha alegría: – una que me quea la pago en seguía.

LOS AÑOS DE NEGRÍN De los años de Negrín nos tenemos que acordar: toas las mujeres borrachas y sin poder amasar. Corren con las damajuanas lo mismico que diablillos. ¡Qué palizas tan enormes le atizan a los chiquillos! – Mama, mama, dame pan. Vuelven con las damajuanas, les atizan en las costillas y ya les quitan las ganas. Aguilando popular

Aguilando popular


EL CURA DE VALDEPEÑAS Al cura de Valdepeñas le han hecho unas alparteñas, con cinco arrobas de esparto y dice que son pequeñas. Dale a la rumba, la rumba, rumbera, menea esos brazos y las caeras.

TE VOY A PONER UN POTAJE Te voy a poner un potaje con colmillos de dragón, con los sesos de un mosquito y con rabos de ratón. Pulgas, piojos y chinches te los tendrás que comer, pa que se te quite el tifus y la viruela también.

EL POBRE DE SARAGATA El pobre de Zaragata en una choza vivía, se le he metío una rata por la boca el otro día. El pobre de Zaragata no hace más que padecer, porque dice se la siente por la barriga correr. Aguilandos populares


MANOLILLO EL DE… Manolillo el de… va por la carne fiá, y le dice al carnicero: – don … la pagará. Y el carnicero, escamado, se ha encontrado con don… y le dice: – caballero, cuando manda usted al criado ¿lo manda usted con dinero? Y le contesta don…, como hombre muy formal: – cuando mando yo al criado, lleva dinero de más. Informante: Catalina Guzmán López

MI NOVIO ES UN TONTILLO Mi novio es un tontillo que no me deja, que yo me haga la punta hasta la ceja. Y yo le digo: – tonto, tontillo, si no me hago la punta, me haré el flequillo. Y en medio del flequillo me haré una raya, diciendo claramente que no me agradas. Y en medio de la raya pondré un letrero, diciendo claramente que no te quiero. Informante: Catalina Guzmán López


LA OTRA TARDE EN EL PASEO La otra tarde en el paseo bajaba, con gran deseo, una niña a pasear. ¡Jesús, qué barbaridad! Se le ha torcío un tacón, la niña al suelo cayó y un guardia la recogió. Cayeron de la pechera: una canasta, una cubeta, una aguaera, una albardilla, una cesta de caña y el aro de un tambor. Su novio que estaba allí, toíto lo recogió, chin, pon. Informante: Catalina Guzmán López

UNA NIÑA SE CASÓ Una niña se casó. Para la noche primera llenó la sala de trapos que llevaba en la pechera. También llevaba un cajón, con tenacillas y polvos, para lavarse y peinarse que era más fea que un loro. Informante: Catalina Guzmán López


LOS GANAEROS – ¡Qué desgracia que tenemos toícos los ganaeros! To el santo día cargaos con el zurrón y el cencerro. Tente cabra, tente oveja, buscando buenos careos, con unos días más largos que el ciruelo de mi abuelo. Y a la noche, con la novia, se duerme la muy diablo. Le tiraré una chinita; si no despierta, un peñasco. – Catalina, Catalina, ¡quién no se volviera gato, para encaramarse arriba y arruñarte el carandrajo! Informante: Catalina Guzmán López

POR METERSE EL DEDO Por meterse el dedo en la nariz, murió Dª Beatriz de una hemorragia. Su marido, muy desconsolado, mandó poner en la tumba el siguiente epitafio: “Yacen aquí los restos de Dª Beatriz de Mondoñedo, muerta muy joven por meterse el dedo. Para que este ejemplo no se duplique, no os metáis el dedo donde os pique”. Informante: José F. Gómez Pintado


DIME LO QUE PASA POR ESA CIUDAD – Yo me alegraré, Frasquita, que, al recibo de estas letras, te encuentres bien de salud en compañía de Petra. – Dime lo que pasa por esa ciudad, yo quedo muy bien y sin novedad. Contestación de Frasquita – Unos van vendiendo leche, (unos van vendiendo nueces) otros, aceitunas partías, otros, bizcochos merengues y otros venden “asendrías”. (pero a nadie se le fía) – Y otros van diciendo con sus arnerillos: (con gran salerillo) compongo tinajas, compongo lebrillos, algún cabrón descornao o algún tinajón cascao. Informante: María Antonia Quesada Guzmán


LA PASCUA DE LOS ESTUDIANTES En esta Pascua, señores, un estudiante le hizo a una niña muy bonita en el cuerpo lo que quiso. Le dijo: – muchacha, arrímate más, que soy estudiante y no perderás. Ya se acabaron las Pascuas, los estudiantes se van y vemos a las muchachas que suben a confesar. El cura les dice con cara de pena: – lo mismo que tú fue la Magdalena. La niña no se arrepiente, dice con cara de llanto: – padre, nunca casaré con ningún hombre del campo. Ni lo quiero ahora, ni lo quise antes; si tengo marido será un estudiante. Informante: Manuel Anguiano Rodríguez


EL HUEVERO Una mañana de Abril, haciendo yo mi reparto, me ha llamao una criada desde un pisito muy alto. – Espere, señor huevero y póngase usted a mi lao, que quiero verle los huevos a ver si son de mi agrado. Cuando la niñita iba bajando las escaleras, observé que no traía ropaje por las bajeras. Aunque la vi de relance, no creas que soy embustero; niña con esas hechuras es un regalo del cielo. Cuando se puso a mi lao y me dio los buenos días, me ha entrao la temblaera y mi baba se caía. – Son huevos “de mis gallinas”, le dije yo a la gachí, puedes tentarlos tranquila que son frescos para ti. Y la joven, muy melosa, con tiento los apartaba. – ¡Ay que ver con qué dulzura ella los manoseaba! Y después del manoseo ella se fue disgustada, pues me había cascao los huevos y sin comprar se marchaba. Cuando decidí partir, los pantalones llevaba, gracias a aquellos manejos, llenitos todos de clara. Y vayan y vengan los vasitos llenos… Aguilando popular


MUJERES DE PEGALAJAR Pegalajar siempre ha sido de las mujeres el mapa; ésta es la pura verdad, porque todas son muy guapas. Tienen la cara morena, los ojos, negros y castaños, tienen un cuerpo castizo para ir acompañando. Mozuelas, que oyendo estáis, las coplas que aquí se cantan, ésta es la pura verdad pero tenéis una falta: – os lo vengo yo a decir, pa que también lo sepáis: que sois guapas de verdad, mas mucho postín os dais. Aguilando popular

GLORIA Y PAZ En frente de un cura viven las hermanas Gloria y Paz, dos modelos de hermosura por su arrogante hermosura y su encantadora faz. Cuando el nuevo día despunta y descorre las persianas, quiere el cura conversar con las mismitas hermanas. Por la noche, al acostarse, castigando su memoria, dice el cura, tras rezar: – aquí Paz y aquí Gloria. Informante: Miguel Rentero Cordero


¡QUIÉN PILLARA UN BARRENDERO! Un domingo por la tarde, debajo de una palmera, allí se hallaba la chica, la chica de la ribera.

Cuarenta años tenía la chica de la ribera; cuarenta años tenía y todavía está soltera.

Y a otro lado se encontraba Doroteo, el barrendero, que quería camelarla por ver si tenía dinero.

Sin tener padre ni madre, sin amor y sin dinero, y a todas horas diciendo: ¡Quién pillara un barrendero!

Y la chica le contesta con la sonrisa en los labios: – no permito tener novio hasta cumplir veinte años. – Y si acaso lo tuviera, no sería un barrendero, que sería un estudiante de ésos que tienen dinero. – Pues anda y dile a tu madre ¡qué alta quieres llegar! Si no te casas conmigo no sé si te casarás. – Doroteo no digas eso, pues no quedaré soltera, que en un jardín tan bonito no faltará quien me quiera. – A un jardín tan bonito que le llamen tantos nombres, también podrían ponerle la perdición de los hombres. – La perdición eres tú. He dicho que no te quiero, que en un jardín tan bonito no faltará un barrendero.

Informante: Manolita Martínez Garrido


EL RIGOR DE LAS DESDICHAS – Parióme mi madre a mí. ¡Ojalá no me pariera! Al momento de parirme, mi madre se quedó muerta. La cabeza, ameloná, la frente a modo de teta, los ojos son de avestruz, pegadas las dos orejas. La nariz como una lanza, la boca como una espuerta, la lengua como una pala, los dientes como una sierra. Un pie zapo y el otro zambo, el lomo a forma de bestia, algo hundidillo el ombligo y sacado de cabeza. Estrené yo unos calzones, con sus cuatro faltriqueras, que se hicieron mil pedazos sin echar un chavo en ellas. Al jugar con los amigos, aunque haya ciento en la rueda, si disparan una piedra sólo viene a mi cabeza. ¡Cuando muerto me veré, me echarán fuera la tierra! Informante: Blas Pérez Quesada


¡NO SIRVAS CON TÍO REDÍN! Hombres que en el mundo andáis, por el cielo y por la tierra, no sirváis al Tío Redín, que es hombre de gran miseria. Un año que lo serví, pasé el purgatorio en pena. Un día, para mi desgracia, me fui al campo sin merienda y todo el día se me fue tente mula, tente yegua. A la noche, cuando vine, tenía ya la mesa puesta, con un puchero de habas sin aceite y sin manteca, y una capa de gorgojos renegreaba la mesa. Y le dije: – Tío Redín, ajústeme usted la cuenta. – Sube, Periquillo, y baja el librillo de las cuentas. Bajó Periquillo al pronto el albardón de la yegua, y se puso a pasar hojas con las letras como espuertas. Y, en un papelillo negro allí se encontró la cuenta. – ¿Te acuerdas que fui yo a misa y quedó la puerta abierta? Pues entró la perra tuerta y se comió la manteca. – Toma tres chavos que sobran y cómprate un cordelillo, y te cuelgas aquí mismo en la tranca de la puerta. Informantes: Enrique Díaz Díaz Paqui López Quesada


EN CASA DE UN ENCLAUSTRADO Entró a servir Dª Eugenia en casa de un enclaustrado, y a modo de precaución púsose en el … un candado. Metióse en su habitación, cerró la puerta, echó la llave, cerró el cerrojo y también el candado. Y… ¡zas, jodida! Moraleja: cuando a un cura se le hinchan los…, ni puertas, ni candados, ni portones. Informante: José F. Gómez Pintado


EL PADRENUESTRO DE LOS SEÑORITOS Ya hemos comío y hemos bebío, gordos estamos. Dios le dé salud a nuestros amos, que nos dan de comer porque lo ganamos. Dios los meta en un zarzal, que ni ellos puedan salir ni nosotros entrar. ¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar! Este padre nuestro, lo hemos rezao por nuestros amos, pa que Dios los ponga peor que nosotros estamos. ¡Amén! Informante: Carmen Tello Lorite


POPURRÍ DE AGUILANDOS – En un pellejito blanco, con muy poquitita lana, parió la Virgen María a Jesús, nieto de Ana. El buey lo vahea, la mula lo hocica, dónde está su madre que no se lo quita.

– Como no podía beber, pedía con desatino a los pastores por señas que le escondieran el vino. Échame una copa de ese vino blanco, échame una copa que si no, no canto.

– Con un sombrero de paja a Belén llegó un vaquero, y estando besando al Niño el buey se comió el sombrero. ¡Ay, sombrero mío, ay, mío sombrero, ay, sombrero mío, decía el vaquero!

– Cuando lo vide venir, dije: ¡por la burra vienes! ¡La burra no te la llevas, porque a mí no me conviene! Déjame que pase, que vivo muy lejos, que tengo que echarle yerba a los conejos.

– Una negra de Guinea entró dentro del portal y le decían las blancas: fuera te puedes marchar. La negra, con pena, lloraba y decía: también pa las negras nacerá el Mesías.

– La Virgen va a la aceituna, San José va a varear, el Niño va a los graneos y la borrica a cargar. Para que veamos lo que es San José, un hombre tan viejo falangista es.

– La Virgen hacía gachas y les echaba picante y San José le decía: ¡que me muera si las cate! A poco lo traigo, a prueba lo doy, dime con quién andas, te diré quién soy.

– El que vaya a la aceituna no tiene perdón de Dios, porque se acuesta borracho y va a robar el peón. Zambomba, zambomba, carrizo, carrizo, los hombres del campo no comen chorizo.


– En lo más alto del cielo se pasea San Alejo, metido en una canasta, chillando como un conejo. Y eso yo lo digo y eso yo lo hago, ojos que no ven ¡gallinas al saco!

– A la puerta de la cueva el Rey Baltasar llegó con la planta de la higuera y allí mismo la plantó. Y allí la plantó por bajo la “cieca”, y el que coja higos carillos le cuestan.

– Por la Calle Llana sube un hermoso resplandor: es la Virgen de las Nieves que sube a Misa Mayor. A Misa del Gallo todos se levantan y con aguardiente limpian la garganta.

– El último día de Pascua dicen tos los caballeros: venid por lo que ha sobrao, que tos somos compañeros. Dicen las señoras: qué les voy a dar, tomad este caldo, que ya no hay tajás.

– Cuando Jesucristo vino, vino por Pegalajar, vino pisando las uvas y el vino, ¿cuándo vendrá? ¡Qué lástima de bota, qué lástima de vino, que no lo he catao en todo el camino!

– Todos le llevan al Niño, yo no tengo qué llevarle. Le llevaré el corazón, que le sirva de pañales. Pañales, mantillas, faja y faldellín, que el Rey de los Cielos está sin vestir.

– María le dice a José: José, dale pan al Niño, que la obligación de un padre es mantener a su hijo. José le contesta: yo no tengo un cuarto, si pan quiere el Niño que vaya a ganarlo. Hijo de mi alma, hijo de mi vida, como estás sin padre reguñen comida.

– El primer día de Pascua cualquier sacerdote humano ha de celebrar tres misas, diciendo tres veces Santo. Tres veces tocan a misa, tres veces alzan a Dios, y tres veces dicen Santo, tres veces kirieleisón.


– Unos van a los Maitines y otros a maitinear, otros a pelar la pava y otros a verla pelar. Eso de pelar la pava tiene mucho que entender, que unos la pelan sentados y otros la pelan de pie.

– La promesa a San Gregorio es una promesa limpia, pues todos vamos descalzos y el muy tuno, muerto de risa. Pasan por la presa, lo quieren echar, y el muy tuno dice: yo no sé nadar.

– A las doce menos cuarto salió José a buscar leña, para calentar al Niño porque de frío se yela. Niño chiquitito, hermoso clavel, súbete a los cielos con Santa Isabel.

– De la sacristía sale una reata de ciegos, y el que llevaba la bota cayó en un atascaero. ¡Qué lástima de bota, qué lástima de vino, que no lo he catao en todo el camino!

– San José y su amada esposa se sientan en una losa, y le dice San José: ¿qué tienes, querida esposa? ¿Qué quieres, José, que tenga? Verme pequeña y preñada, sin abrigo y sin consuelo y sin encontrar posada. Todas las mujeres paren en su casa, y yo por ser Virgen en una montaña.

– No ha nacido, pero ya está con deseo santo, esperando a los tres Reyes que se han de hallar en el parto. Tres Reyes vinieron, yo diré quién son: el Rey Baltasar, Gaspar y Melchor.

– San José toma recelo del preñado de María, pero al nacer el Cordero la baba se le caía. Madroños al Niño no le demos más, que con los madroños se va a emborrachar.

– No ha nacido, pero ya está con deseo santo, esperando a los tres Reyes que se han de hallar en el parto. Tres Reyes vinieron de parte de Oriente, y al Niño le traen muy ricos presentes.


– En el portal de Belén gitanillas han entrao, y de la cuna del Niño los pañales se han llevao. Pícaras gitanas, caras de pandero, que al Niño de Dios lo han dejado en cueros. – En el portal de Belén hay un nido de ratones y al pobre de San José le han roío los calzones. Y dice la Virgen: no llores, José, que yo tengo hilo, te los coseré. – En el portal de Belén hay un borrico colgao. Si no lo quieres creer, anda y le tiras un bocao. Y vayan y vengan los vasitos llenos, hasta que digamos: ¡bueno está lo bueno! – En el portal de Belén hay una naranja hermosa, que la plantó San José con su mano poderosa. Acacha esa rama con tantos limones, que coja ese Niño de los más mejores.

– En el portal de Belén hacen lumbre los pastores, para calentar al Niño que ha nacido entre las flores. Dichosos pastores que, con alegría, ellos crían la carne y otros se la lían. Dichosos pastores que, con gran amor, fueron los primeros que vieron a Dios. – En el portal de Belén hay un tío haciendo botas, se le ha escapado la lezna y se pinchó las… Ardía la zarza y la zarza ardía, y no se quemaba la Virgen María. – En el portal de Belén hay un tío haciendo migas, se le escapó la paleta y se quemó la… Para que veamos lo que es San José, un hombre tan viejo comunista es. – En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna, la Virgen y San José y el Niño que está en la cuna. Y vayan y vengan los vasitos llenos, hasta que digamos: ¡bueno está lo bueno!


– Los pastores de Belén todos juntos van por leña, para calentar al Niño porque de frío se yela. Échale capote, que tome calor, que luego en la gloria nos dará un rincón.

– Un pastor simple llegó donde Jesús Niño estaba, y le llevó un corderillo para que se regalara. Y el pastor le dice: ahí tienes un choto, échame una risa y te daré otro.

– Los pastores del Moroche todos juntos van por leña, para calentar al Niño que ha nacío en la Nochebuena. Dichosos pastores que, con alegría, ellos crían la carne y otros se la lían. Dichosos pastores que, con gran amor, fueron los primeros que vieron a Dios.

– Cuando los pastores vieron que el Niño quería mamar, hasta la burra del hato la querían ordeñar. Benditas las luces que bajan del cielo, que son para el pobre alivio y consuelo.

– Los pastores no son hombres, que son burros y animales, que comen en los calderos y duermen en los corrales. Para que veamos que, entre las tinieblas, resplandece el sol de la vida eterna. – Pastores, si queréis pan, más blanco que una azucena, en el portal de Belén la Virgen es panaera. San José lo cierne, la Virgen lo amasa y el Niño de Dios lo vende en la plaza.

– Los pastores no son hombres, que son ángeles del cielo, que en el portal de Belén ellos fueron los primeros. Dichosos pastores que, con alegría, ellos crían la carne y otros se la lían. Dichosos pastores que, con gran amor, fueron los primeros que vieron a Dios. – Los pastores de Belén y los del Cerro Natín bajaron la Nochebuena a ver la Virgen parir. Dichosos pastores que, con alegría, ellos crían la carne y otros se la lían. Dichosos pastores que, con gran amor, fueron los primeros que vieron a Dios.


– Santa Ana, como no pare, la quieren echar del templo, y ella por quedarse dentro parió a la Virgen y Madre. El buey lo vahea, la mula lo hocica, dónde está su Madre que no se lo quita.

– Cuando lo vide venir con la chimenea a cuestas, me puse más amarillo que el pilón de una romana. Déjame que pase, que tengo yo prisa, que tengo que echarle yerba a las gallinas.

– La Virgen y San José a Belén van de camino: en el vientre de María llevan al Verbo Divino. A Misa del Gallo todos se levantan, y con aguardiente limpian la garganta.

– Ya viene la Nochebuena por la esquina del Relex y ha salío Tío… y la quería volver. Salió…, déjala que pase, que la Nochebuena es pa emborracharse.

– Entre …y … robaron una “asendría”, y en medio la Calle Llana allí le dieron salía. Y dice …: dame otra tajá, se me llene el cuerpo de ventosidad.

– Ya viene la Sevillana por la esquina del Relex, y ha salío la… y la quería volver. Y dice…: déjala que pase, que la Sevillana es para alumbrarse.

– Entre … y … se comieron el maíz, y le vendieron las morzas a un tío viejo de Cambil. A poco lo traigo, a prueba lo doy, dime con quién andas, te diré quién soy.

– Dicen que vienen los rusos por el Puente de la Seña, y luego lo que venía eran dos cargas de leña. Y yo ya me voy, que vivo muy lejos y tengo que echarle yerba a los conejos.

– Navidad cayó en agosto, sin poderlo remediar, soy María concebida sin pecado original. Y vayan y vengan los vasitos llenos, hasta que digamos…

– Bueno estaba y se murió, y dejó en el testamento que lo enterraran en viña para chupar el sarmiento. Y vayan y vengan los vasitos llenos hasta que digamos…


– Cuando Jesucristo vino por la Cieca del Peral, preguntaba por Corea que se quería emborrachar. ¡Qué vino tan rico que tiene Corea, que hasta Jesucristo va a pillar la pea!

– En la plaza de los toros una mujer dio un chillío, porque al ver salir el toro creyó que era su marío. Cayó de trompilla, cayó de trompeta, y contra una esquina se hizo la puñeta. Cayó de trompilla, cayó de trompón, y contra una esquina medio se mató.

– El mesonero era tuerto, salió a abrir con grande enojo y al tirar del picaporte se ha saltao el otro ojo. Y dice la Virgen: hombre temerario, ya puedes vender romances diarios. También los dulceros hacen sus rosquetes, y en la Nochebuena todos se divierten.

– Como hacía tanto frío la puerta estaba cerrada, y el mesonero en la lumbre la botella se empinaba. ¡Ay, ay, ay, mi pastor agraciado! ¡Ay, ay, ay, lindo pastor del cielo! (mi amoroso cordero) ¡Ay, ay, ay, dulce amor de la gloria! ¡Ay, ay, ay, lindo pastor del cielo! – Los pastores de Belén todos juntos van por leña, para calentar al Niño que nació en la Nochebuena. Niño chiquitito, hermoso clavel, súbete a los cielos con Santa Isabel. Niño chiquitito de la Nochebuena, que crías los blancos, los negros y negras. – San Juan con su celemín llegó a la puerta del cielo, que se lo llenes de harina que quiere ser panadero. Entonces salió San Pedro con un garrote de encina: ¡vete de aquí, tío ladrón, que aquí no se vende harina! ¡Pastores, zagales, venid al portal, que están de quimera San Pedro y San Juan!


– Vamos a los “asipreses” que hay en la orilla del mar, que allí están los Santos Reyes que los quieren embarcar. Tres Reyes vinieron yo diré quién son: …, … y el de … Tres Reyes vinieron de parte de Oriente y al Niño le traen un rico presente. – Por lo más alto del cielo se asoma Santa Isabel, a ver a su prima hermana que va a parir en Belén. Ha de parir un Niñito blanco, rubio y colorao, dicen que ha de ser pastor para cuidar el ganao.

– La Virgen y San José para Belén caminaban; eran las doce la noche y no encontraban posada. Vámonos fuera del pueblo, la Virgen dijo a José, que es muy fácil que esta noche el Niño vaya a nacer. – Tío … con la manteca llegó al portal de Belén y le dijo: es para roscos y mantecados también. La olla de la miel la trae Josepillo, para que su madre le haga gusanillos.

– El tuno de Josepillo a un lado y otro corría, buscando el mejor cordero y la oveja más lucía. Y no descuidaba el gran borrachón empinar la bota a más y mejor. – Camino de Maitinetes iban dos maitineteras, y le dice una a la otra: qué haces que no te pelas. Qué haces que no te pelas y vas al campo a expulgarte, y recoges los pililes y los fríes con tomates. – Más de quinientos lañeros, de esos del gaznate ancho, van gritando por las calles: a quién le laño los platos. Y las quinquilleras van con sus canastas, agujas de media y ovillos de a cuarta.

– Ya no suena el panderete, ya nunca más sonará, el hombre que lo tocaba se ha marchado a otro lugar. … en el cielo seguro que está, cantándole al Niño por la Navidad.


– De las costillas del hombre hizo Dios a la mujer. La lengua le salió larga, pero lo demás ¡qué bien! Y vayan y vengan vasitos de vino, hasta que digamos que ha nacido el Niño. – Por la Calle del Carril iba …, detrás iba … haciéndole cucamonas. … que está allí, al ver aquel monumento, se encerró en su habitación y echó la llave por dentro. – Pastores que os dejáis el ganado en la ladera, venid pronto a recogerlo, veréis al Niño en la estera. Pastores venid, pastores llegad, a adorar al Niño que ha nacido ya. – Tú te fuiste al Campillo a echarte la permanente, te pusiste chorreando, no te salen pretendientes. Madroños al Niño no le demos más, que con los madroños se va a emborrachar. – Esta noche es Nochebuena, digamos con alegría: ¡viva la bota y el vino y la mata que lo cría! ¡Qué lástima de bota, qué lástima de vino! …

– Por la puerta del … el hijo de un rico entró, con el caldo de habichuelas el traje se lo manchó. ¡Qué tunos, qué malos, qué malos que son!, siendo compañeros a todos manchó! Pancistas parriba, pancistas pabajo y a los socialistas ¡buenos garrotazos! – En el portal de Belén hay un hombre haciendo gachas, con la paleta en la mano convidando a las muchachas. Y vayan y vengan patás al brasero, hasta que nos salgan cabrillas en los… – Esta noche es Nochebuena, vamos todos a lo alto. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Para que veamos que, entre las tinieblas, resplandece el sol de la vida eterna. – Dicen que vienen los rusos por la Venta de Gaspar y luego era … con un carrillo de sal. Zambomba, zambomba, carrizo, carrizo, los hombres del campo no comen chorizo.


– La Virgen va caminando por una montaña oscura, y al vuelo de la perdiz se le ha asombrado la mula. Y dice la Virgen pura: maldita seas, jarabe. Y respondió el Niño Dios: las plumas, que no la carne. Y vayan y vengan…

– Ya sube la Virgen pura con su pelo a lo garcon, y detrás sube San Pedro haciendo saca tacón. A misa del Gallo todos se levantan y con aguardiente limpian la garganta.

– A tu casa hemos venío, de tu casa no nos vamos, como no nos des las Pascuas, de aquí no nos meneamos.

– San José era carpintero y labraba la madera, y el Niño Jesús la cruz porque ha de morir en ella. Dichosos pastores, que con alegría fueron los primeros en ver a María. Dichosos pastores, que con gran amor fueron los primeros que vieron a Dios.

– A tu casa hemos llegao cuatrocientos en pandilla, si quieres que nos sentemos saca cuatrocientas sillas.

– El aguinaldo pedimos, no pedimos cañamones, pedimos tortas de Pascua con anises y piñones.

– Buenas noches, …, Marrano, ya estás faltando, si quieres saber mi nombre Juanico … me llamo.

– Esta noche es Nochebuena y no es noche de dormir, que ha parío la estanquera un marrano jabalí.

– ¿De quién es aquella casa con altísimas ventanas? No conocen la vergüenza si no nos sacan las Pascuas.

– José le dice a María al tiempo de caminar: ve preparando pañales que ya vamos a llegar.

– En la puerta de mi casa voy a poner un petardo, pa reírme del que venga a pedir el aguinaldo.

– En Belén tocan a fuego, del portal salen las llamas, porque dicen que ha nacío el Redentor de las Almas.

– Así daremos a todos las felices Nochebuenas, recorriendo sin tardar las calles de puerta en puerta.


– Esta noche nace el Niño entre la escarcha y el hielo. ¡Quién pudiera, Niño mío, vestirte de terciopelo!

– Nochebuena nace el Niño y yo digo que no nace, que ésas son las ceremonias que el sacerdote le hace.

– Una estrella se ha perdío y en el cielo no aparece, se ha metío en el portal y en su rostro resplandece.

– Virgen que a parir te pones entre escarchas, hielo y frío, métete en la Trinidad que no se te yele el Niño.

– En un portal derribao, llenito de telarañas, parió la Virgen María a Jesús, nieto de Ana.

– Santa Ana parió a María, Santa Isabel a San Juan, y María parió a Cristo, víspera de Navidad.

– Yo tenía una espuerta rota, con muchos pelos colgando, y se los quise quitar y eché el invierno a lo alto.

– Cuando Jesucristo vino, vino por el Chorreaero. Vino pisando las uvas de la viña de …

– Esta noche es Nochebuena y responde una gitana: en habiendo de comer no hay ninguna noche mala.

– En el portal de Belén hay un tío espatarrao, y está muertico de rica porque no ha probao bocao.

– Por lo más alto del cielo iba un pastor merendando, se le cayó la merienda y se “escostilló” bailando.

– Si tienes tu casa ardiendo y en tu culo un avispero, y tu mujer con un fraile, ¿dónde acudirás primero?

– El casamiento y el baño tienen que ser de repente. Si te paras a pensarlo te enfrías y no te metes.

– La Nochebuena, señores, ella se viene y se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más.

– En el portal de Belén hay una piedra muy gorda, donde puso Dios los pies para subir a la gloria.

– San Pedro como era calvo le picaban los mosquitos, y su madre le decía: ¡ponte el gorro, Periquito!


– Cuando Jesús tiró el hacha a ningún hombre le dio, y a la mujer, junto al …, ¡buen hachazo le pegó!.

– Pedro se casó en Segovia, manco, tuerto y jorobao, y qué tal sería la novia que Pedro fue el engañao.

– Las muchachas de hoy en día las comparo con el tiempo: ya está raso, ya está nublo, ya está nevando o lloviendo.

– El cura le dijo al ama que se acostara en los pies. Se ha acostao en la cabeza y es que lo entendió al revés.

– Esta noche nace el Niño, el Señor de los Señores, entre la mula y el buey en un canasto de flores.

– Chato, no tienes narices, porque Dios no te las dio. A Belén se va por todo, pero por narices no.

– Vamos a Belén, pastores, veréis lo que no habéis visto: en un portal derribao el nacimiento de Cristo.

– El que esta noche no cante, no manifiesta alegría, y en el Reino de los Cielos no será bien recibía.

– Yo tenía una zambombilla y me la quebró mi agüela; ya no puedo yo tener ninguna cosilla buena.

– Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, dame, María, la bota, que me voy a emborrachar.

– Estando en la mar pescando metí la mano y saqué: una albarca sin ojales. ¡Ya tengo el agosto hecho!

– San Juan y la Magdalena fueron a coger membrillos: a San Juan le dio cagueta y a la Magdalena hipo.

– Esta noche el que no cante la copla del Niño Dios, le quitan la maquilera y la echan al cajón.

– Debajo del delantal tienes el infierno ardiendo. Deja que meta la mano, aunque la saque corriendo.

– San José era carpintero y hacía muchas virutas, y todo lo que ganaba se lo gastaba en… puntas.

– Todas las mujeres tienen en su pecho un delantal, y un poquillo más abajo el Estrecho de Gibraltar.


– Ya podía el Niño Dios nacer en el mes de agosto, y no nacer en diciembre que llega la nieve al rostro.

– En mi vida he visto yo lo que he visto esta mañana: San José con la maleta que se iba pa Alemania.

– A Belén tengo que ir, aunque me riña mi amo, que yo también quiero ver a ese Niño soberano.

– San José tiene un biscúter, la Virgen una lambreta, y el Niño, llora que llora, ha pedío una bicicleta.

– San José le ha dicho al Niño que es aún muy chiquitín, para usar la filomatic, que le da gustirriní.

– Yo tenía un melonar que echaba ricos melones. Cada vez que los cogía, se me volvían camarones.

Y los camarones, como suben y bajan con el agua fría, éste es el camarón de la tía María, por la noche en cueros y de día vestía. Que viene, que viene. Écheme tres cuartos, que me conviene. – En el cielo no hay arreglo, en el cielo no hay arreglo: que San Juan se ha echao una novia y se la ha quitao San Pedro.

– San José tiene una moto, la Virgen, una bicicleta. Ayúdales tú, Jesús, que van a pegar la treta.

– Cuando Jesucristo vino, vino por el chorreaero, y se puso a hacer picón en casa del …

– Ya están los higos en el arca, ya están echando la flor y ha llegao … y se ha comío treinta y dos.

– A las mujeres, quererlas, meterlas en un serón, taparlas con albardines y arrimarles un tizón.

– San José es republicano y la Virgen socialista, y el Niño que está en la cuna del Partido Comunista.


– En el portal de Belén hacía frío y nevaba, y el Niño que está en la cuna en pañales tiritaba.

– ¡Ay, vino de mis amores, vino de la cepa tuerta! Tú que te quieres meter y yo que te abro la puerta.

– Para qué vienes a verme en caballito prestao, si sabes que no te quiero ni subido ni montao.

– Abre, María, la puerta, que te traigo el aguilando: una patata cocía. ¡Sopla, que viene quemando!

– En el portal de Belén hay un marrano colgao. El que quiera longaniza, que vaya y le corte el rabo.

– Mataste la pava en viernes, por no darme una tajada. Cuando castre mis colmenas, no te hago un picatoste.

– Esta casa es de cartón y la chimenea de alambre. ¡Vámonos ya de esta casa, que estamos esmayaos de hambre!

– Dijeron que, antiguamente, la verdad se fue hasta el cielo. Qué tal la puso el …, que desde entonces no ha vuelto.

– En la puerta del cielo venden tomates. San Juan, que lo supo, compró un celemín, pa los angelicos que estaban descalzos.

– Ya me estoy poniendo viejo y pronto me voy a morir, ya se me arruga el pellejo y me cago sin sentir.

– Tu madre tuvo la culpa por dejar la puerta abierta, y yo por meterme dentro y tú por estarte quieta.

– ¿De quién esta casa grande con estas torres tan altas? Los señores que hay dentro pasen muy felices Pascuas.

– Más de doscientos piojos en el cuello del camisón, unos murieron a cates, otros a retortijón.

– Una vieja muy revieja se miraba y se decía: este candil cuando joven también gastaba torcía.

– Esta noche nace el Niño. Ya lo tenemos pensao: tiene que ser comunista, porque el régimen ha cambiao.

– Al amanecer del día los Reyes están llegando y los recibe María, que José está trabajando.


– Si el verte fuese mi muerte y el no verte fuese vida, prefiero morir y verte que no verte y tener vida.

– Se crían muy disparejos los corderos de este aprisco: unos maman de dos tetas y otros no dan ni un mordisco.

– Mi padre manda a mi madre, mi madre me manda a mí, y yo mando a mis hermanos. ¡Todos mandamos aquí!

– De la costilla del hombre sacaron a la mujer, y por eso tiene el hombre ese hueso que roer.

– El querer más verdadero es el querer de una madre. Por mucho que a ti te quieran, tú no lo cambies por nadie.

– Tengo la cabeza rota y llena de agujerillos, y es que no veo venir el plato los gusanillos.

– Si mi suegra no me quiere, que no lo publique a voces, que eso lo esperaba yo de esa mula que da coces.

– Han tenío la sartén por el rabo bien cogía, y la han dejao perder por no llenarla de migas.

– La Virgen y San José han llegao al aeropuerto, pa pillar el avión y no pagar los impuestos.

– María le dice a José: ¡qué cara que está la vida! Ahora nos hacen pagar hasta el impuesto del IVA.

– Esta noche nace el Niño, yo no tengo que llevarle. Le llevaré el corazón, que le sirva de pañales.

– Piensan los enamoraos, piensan y no piensan bien, piensan que no los ve nadie y todo el mundo los ve.

– Dale que dale al pandero, al pandero y al rabel, toca, toca la zambomba, dale, dale al almirez.

– Recontando su dinero, un avaro se moría: ¡pa qué te quiero, maldito, si no me salvas la vía!

– Con las luces apagás vienes buscando escrituras. ¡Cómo las vas a encontrar si siempre vienes a oscuras!

– Prefiero ir al infierno por mi propia voluntad, antes que ir a la gloria por gusto de los demás.


– Nunca compres mula coja pensando que sanará, que buenas son y se encojan, con que cojas, ¿qué será?

– Presumes de buena moza, pero no presumas tanto, que también las buenas mozas se quean pa vestir santos.

– El que nace pobre y feo, se enamora y no es querío, se muere y se va al infierno. ¡Valiente juerga ha corrío!

– Desgraciaíto el que come el pan de manita ajena, siempre mirando la cara si la pone mala o buena.

– Debajo de tu ventana tiene la perdiz el nío, y yo, como perdigón, a su reclamo he venío.

– Una vela se consume a fuerza de mucho arder. Así se consume un hombre cuando quiere a una mujer.

– Soñé que el fuego se helaba, soñé que la nieve ardía, por soñar cosa imposible soñé que tú me querías.

– Te pones en las esquinas a publicar mi linaje. Si tú tienes, yo no tengo ninguna rama que baje.

– Dicen que la noche es fea, pero creo que no es verdad, pues los besos más sinceros se dan en la oscuridad.

– La libertad y la salud son prendas de gran valía, que nadie las reconoce hasta que las tié perdías.

– Si porque yo te di un beso tu madre se me enfadó, dame tú a mí pronto uno a ver si me enfado yo.

– Amores tengo en La Guardia, amores tengo en Jaén, amores tengo en La Mancha y en Pegalajar también.

– Te quiero más que a mi madre, no sé si estaré pecando. Mi madre me dio la vida y tú me la estás quitando.

– Mi suegra me quiere mucho porque le guardo la viña, y no sabe la muy tonta por dónde va la vendimia.

– Como quieres que te olvide si fuiste mi amor primero. El amor cría raíces como la planta en el suelo.

– Un cigarrillo apagao no lo vuelvas a encender, y un amor que ya ha pasao no lo vuelvas a querer.


– Te pones en las esquinas a darle planta al sombrero. ¿Pa qué le das tanta planta, si sabes que no te quiero?

– Madre mía, madre mía, como mi madre ninguna, que me calentó la cara con el calor de la suya.

– Hasta los caracolitos caminan con mala fe, llevan la casita a cuestas por no pagar alquilé.

– Por un rato de placer mira lo que has conseguío: una madre sin amor y un hijo sin apellíos.

– En el portal de Belén hay un cenacho colgao, con cuatro gatitos negros diciéndole al Niño: miau.

– La Virgen como es gitana a los gitanos camela, y San José, como es payo, se rebela, se rebela.

– Por la Fuente de la Teja bajan tres cargas de leña, … y su cuñao, el de la…

– Cómo quieres que te quiera, si no te puedo querer, si tengo las manos rotas de sembrar sin recoger.

– En el portal de Belén hay una estrella reluciente, pa quien al Niño Jesús quiera llevar su presente.

– En mi vida he visto yo lo que he visto yo esta tarde: jugar las muchachas solas por ser los hombres cobardes.

– Por un beso que te di lloraba tu madre un día. Dame tú a mí más de cien, a ver si llora la mía.

– La zambomba pide agua y el carrizo pide vino, y el que la estaba tocando el plato de gusanillos. (medio celemín de higos)

– A este mundo vine en cueros y ahora me encuentro vestía. Si no me falta de nada, ¿qué más le pido a la vía?

– San José se ha dejao barba y la Virgen minifalda, y el Niño, por no ser menos, pantalones de campana,

– Tu madre me quiere mucho porque le guardo el tejao, y no sabe, la muy tonta, las tejas que le he quebrao.

– San José le dice al Niño: ¿qué te van a echar los Reyes? Y el Niño Jesús responde: juegos reunidos Geiper.


– San Juan y la Magdalena se encontraron una gorda, y la compraron de tallo. ¡Se pelean por la porra!

– Cuando beses a tu novia no la beses en el balcón, porque si el amor es ciego las vecinas no lo son.

– En el cielo manda Dios y en la tierra, los gitanos, y en el aceite de oliva mandan los americanos.

– San José tenía un boleto con catorce resultaos, para comprar una vespa llevar al Niño montao.

– En el barco del cariño yo quisiera ser pirata, para salir a tu encuentro con bandera desplegada.

– Si tuvieran que quitarme la sangre gotita a gota, no me dolería tanto como verte a ti con otra.

– De la mano me llevaste a la escuela del amor, y el corazón me robaste en la primera lección.

– Cuatro palomitas blancas subidas en un alero: unas cantan y otras dicen: no hay amor como el primero.

– Todo aquel que va a casarse ajusta una cuenta alegre, y después de estar casado la repasa y no la entiende.

– El ser pobre no es deshonra ni mancha ningún linaje. Jesucristo vino al mundo pobre y sin calor de nadie.

– Con un suspiro viniste, con un suspiro te vas. ¡Lástima que los suspiros no se pueden sujetar!

– Al pie de un árbol sin fruto me puse a considerar: ¡qué pocos amigos tiene quien no tiene na que dar.

– A la orillita del río me puse a considerar: mis penas son como el agua que no acaban de pasar.

– En la iglesia manda el cura y el alcalde en su lugar. ¡El hombre manda en su casa cuando su mujer no está!

– Si tienes tú quince años o dieciséis primaveras, y tus padres no te quieren, ¡vente conmigo, morena!

– Piensas que por ser buen mozo a mi casa vas a entrar. Un buen mozo es sin dinero como una casa sin pan.


– Si tus labios fueran leyes y tus brazos una cadena, ¡ay, qué bonita prisión para cumplir mi condena!

– Cuando vivía con mi madre no quitaba ni la mesa. Ahora vivo con mi suegra, dejo hasta las camas hechas.

– Me he enamorao de ti y es enfermedad tan mala, que ni la muerte la cura, según dicen los que aman.

– Este Niño pequeñito, con la camisilla verde, no ha nacío en el portal, que ha nacío en un pesebre. Ya no se llama pesebre, que le llaman pesebruelo, donde la Virgen parió a Jesús el Nazareno. Para que veamos que, entre las tinieblas, resplandece el sol de la vida eterna.

– Una niña muy bonita se meó en el perejil. Si no le cortan el chorro, le doy parte al alguacil. – El Niño tirita y tiembla y la Virgen dice amén. ¡Jesús qué frío que hace en el Portal de Belén! – Los pastores, esta noche, se quedan en el aprisco, tocando las castañuelas y haciendo fiestas al Niño.

– Esta noche es Nochebuena, vamos juntos a Belén. ¡Gloria a Jesús y a María, gloria a San José también!

– El Niño Dios se ha perdío; su madre lo anda buscando. Está en la orilla del río, con el agüita jugando.

– La Virgen monta en su mula, camina para Belén; le va guiando los pasos el bueno de San José.

– Los pastores y zagalas caminan hacia el portal, llevando llenos de frutas los cestos y el delantal.

– Una novia tuve en Cárchel y otra tuve en Carchelejo. A una le vide las… y a otra le tenté el…

– San José bebe coñac y la Virgen aguardiente, y el Niño como es tan chico bebe vino San Clemente (bebe agua de la fuente).

– La Virgen va a la aceituna, San José va a varear, y el Niño como es tan chico lo dejan en el portal.


– La María Pascuala (la María Zambullo), como es tan curiosa, pa freír un huevo se puso en pelota. Le cayó una chispa en el ruiseñor. ¡Pobre pajarillo, se le achurrascó! – Una vieja y un candil la perdición de una casa: la vieja por lo que gruñe y el candil por lo que gasta. – Una vieja muy revieja, más vieja que San Antón, se echaba la teta al hombro y le arrastraba el pezón.

– María, concha de nácar , San José, la espiga y el Niño la flor. Y el Espíritu Santo dentro está allí metido por obra de Dios. Y digamos todos que por chica que sea la Hostia tiene cuerpo y sangre de nuestro Señor. – En el portal de Belén han robao una gallina, se la ha llevao un tunante metía en la gabardina. – En el portal de Belén nació un clavel encarnao, que por redimir al mundo se ha vuelto lirio morao.

– ¡Mira qué boca de perlas y qué ojos tan divinos, qué frente, nariz y barba tiene el Niño tan pulido! ¡Bendito sea el Niño que quiso nacer con tanta pobreza para nuestro bien! – Una estrella parió un ángel, una doncella, un Cordero. ¡Milagro de Dios ha sido! ¡Ayúdame, compañero! Compañero, te respondo, con gozo y con alegría, que la que parió el Cordero era la Virgen María. Aguilandos populares Informantes principales: Catalina Guzmán López Francisco Quesada Braceros María Josefa Ortega Sánchez Joaquín Quesada Guzmán


POPURRÍ DE AGUILANDOS – Esta noche ha llovío, mañana hay barro, mañana hay barro. Esta noche ha llovío, mañana hay barro, mañana hay barro. Ya no puede la mula, la mula, la mula, tirar del carro. Ya no puede la mula, la mula, la mula, tirar del carro.

– Y la de más abajo tiene un pimiento. ¡El demonio me lleve si no lo tiento! – Si quieres un pepino, ponte en la puerta, que lo traigo en la mano desde la huerta. – El pañuelo de seda de la hortelana, se me cayó en la alberca. ¡Quién fuera rana!

– ¡Ay, que me duele un pie, ay, que no puedo andar!, si será de la arena, la arena, la arena o del arenal, si será de la arena, la arena, la arena o del arenal.

– Niña lo que te pido, niña, es la vida: de cintura pabajo, ligas parriba.

– Mientras mi madre en misa vino mi novio. ¡No durara la misa todo el otoño!

– Para qué quiere el cura lo que le cuelga. ¡Que se lo eche a los gatos, que se entretengan!

– Desde los olivares me vine sola. Me encontré con mi novio. ¡Jesús qué gloria!

– De tu puerta a la mía va una cadena, tendida por el suelo de amores llena.

– La vecina de enfrente tiene un tomate. ¡El demonio me lleve si no la cate!

– En tus enaguas blancas tengo yo parte. ¡Si me toca algún ancho, que sea el de alante!


– Para qué vas y vienes, y vienes y vas. Otros con andar menos, adelantan más.

– A tus patas arriba voy como loco, y en llegando a la alberca mojo el guisopo.

– Cada vez que te veo la falda rota, el palillo del medio se me alborota.

– De San Antonio vengo, Antonio mío, de pedirle a tu santo que seas mío.

– A la iglesia no voy porque estoy cojo, y a la taberna voy poquito a poco.

– Antoñito, Antoñito, Antonio, Antonio, no le digas a nadie que eres mi novio.

– Si tu madre no quiere que te visite, en medio de la calle ponga un tabique.

– San Antonio bendito, dame un marido, que no fume tabaco ni beba vino.

– A tus patas arriba, sube un “largato”, si no quieres que entre cierra el estanco.

– San Antonio bendito ya me lo ha dao: fumador de tabaco y enamorao.

– ¡Caray con el buey (con el viejo) qué tieso mea, que la pared de enfrente la agujerea!

– La niña que no quiera morir soltera, no desprecie ocasiones que el tiempo vuela.

– Mi novio me ha pillao tras de una puerta, y yo daba unas voces como una muerta.

– ¿Por dónde vas a misa que no te veo?: por un empedradito que han hecho nuevo.

– Como quieres que vaya de noche a verte, si le temo a tu madre más que a la muerte.

– Tu marido y el mío siempre van juntos, como comisionados del mismo asunto.


– Tu marido y el mío se han peleao, y se han dicho cabrones y han acertao.

– En aquellos cortijos dicen a voces: atajad a esos pavos que tiran coces.

– Tu marido y el mío se han peleao, por una rebanada de pan tostao.

– Casadita y con hijos te quisiera ver, que doncella y curiosa cualquiera es.

– Si piensas que en ti pienso, mal has pensao, que tengo mis amores en otro lao.

– Como quieres que tenga pelos en el moño, si me tiras tirones de mil demonios.

– Como vives en frente de la botica, oyes los almireces cuando repican.

– En el ojo del culo tengo un piojo, cada vez que me peo le salto un ojo.

– Como vives en alto, vives airosa, y por eso te han puesto la buena moza.

– Si tu madre no quiere, la mía menos. ¡A tu gusto y al mío nos casaremos!

– De suegras y cuñadas va un carro lleno. ¡Mira qué carruaje para el infierno!

– Si quieres que te quiera, quítate el luto, que el amor enlutado huele a difunto.

– Veinticinco alfileres me dio mi suegra. ¡Veinticinco demonios vengan por ella!

– Monta, niña, en caballo que quiero verte, que me han dicho que montas divinamente.

– Si te llamas Dolores, bórrate el nombre, porque de los dolores huyen los hombres.

– Madre, yo tengo novio aceitunero, que vareando tiene mucho salero.


– Con la luna de enero te he comparao, que es la luna más clara que hay en el año.

– Aunque me ves que canto, canta mi boca, que mi corazón tiene pena y no poca.

– Dicen que no me quieres porque soy pobre. Más pobre es la cigüeña y está en la torre.

– Válgame, Dios del cielo, dijo una niña, lo que descansa un alma cuando suspira.

– Dicen que no me quieres, pero te quiero y vale mi cariño más que el dinero.

– Una vez que te quise fue por el pelo, y ahora que estás pelona ya no te quiero.

– Si el vino y el aguardiente no se vendiera, la vergüenza de los hombres no se perdiera.

– La mujer que no come con su marío, lo mejor de la olla se lo ha comío.

– El vino y el aguardiente ya se han vendío, la vergüenza de los hombres ya se ha perdío.

– Como sé que te gustan las aceitunas, por debajo de la puerta te doy algunas.

– Si el chocolate negro no se vendiera, no fueran las mujeres tan golismeras.

– Por el ojo la puerta te he visto el culo, y si no te lo he visto me lo figuro.

– Una sartén sin cabo me dio mi suegra. Cada vez que reñimos la sartén suena.

– El amor que te tuve fue aceitunero. Se acabó la aceituna, ya no te quiero.

– El que quiera dineros que no le falten, los primeros que gane que no los gaste.

– Por qué tú y yo tenemos tantos disgustos, si no podemos vivir sin estar juntos.


– No me mires, que miran que nos miramos, y en el mirar comprenden que nos amamos.

– En la orilla del río sembré melones, me salieron zapatos con sus tacones.

– Cuatro melocotones me han regalao. Ellos no tenían alas, pero han volao.

– Desde aquella ventana que daba al patio le enseñaba la chacha el choto al chacho.

– La nieve por tu cara pasa diciendo: en donde no hago falta no me entretengo.

– Como vienes del monte, vienes airosa. Vienes coloradita como una rosa.

– Mi marido es de alto como el hinojo. Lo que tiene de alto tiene de flojo.

– A tomillo me huele tu pelo, niña, a tomillo y retama y a hoja de oliva.

– Para qué me preguntas qué viento corre, siendo tú la veleta que hay en la torre.

– Pasea tú mi calle que, si Dios quiere, te casarás conmigo como ahora llueve.

– Para qué me dijiste rosa temprana, siendo la más tardía que hay en la rama.

– Espera de tus hijos cuando seas viejo, lo mismo que a tus padres les hayas hecho.

– De ventana en ventana me voy durmiendo, y en llegando a la tuya se me va el sueño.

– No me tires chinitas desde la lonja, que me quiere mi madre para ser monja.

– ¡Qué ojos tan salaos tienes, morena! ¿Quieres que los juguemos a la rayuela?

– En queriendo la dama y el pretendiente, que se vaya a la porra la demás gente.


– A la orilla del río canta un canario. ¡Échale cañamones, que cante claro!

– Es mucho lo que sufre el alma mía, pues pasas por mi vera y no me miras.

– A la hija del amo quién la cogiera, por los cañaverales de la ribera.

– Una perdiz volando vide ayer tarde, a la niña que adoro le daba el aire.

– Al operaor del puente dale besana, echa el surco derecho que hay tierra llana.

– Mariquilla bonita dile a tu madre, que te lave la cara que vas de baile.

– Una vieja en Tembleque reventó hilando, por eso toas las viejas hilan temblando.

– Para campana gorda la de Toledo, que caben siete sastres y un zapatero.

– No lleves a tu amigo donde tú quieras, que lo llevas de mozo y de amo queda.

– Con el son de las hojas cantan las aves, y responden las fuentes al son del aire.

– Por cosicas nuevas no os afanéis, que en llegando a ser viejos las aprenderéis.

– Si quieres que te quiera dame primero, escritura en que pueda olvidarte luego.

– Parece que ha nevao según blanquean las tejas del tejao de mi morena.

– La que quiere a un soldao no quiere a nadie. Quiere a un calabacino lleno de aire.

– Miércoles de Ceniza ¡qué triste vienes, con cuarenta diíllas que traes de viernes!

– No me tires chinitas, tírame nueces, tíramelas a pares, cuatro en dos veces.


– Anteanoche y anoche y esta mañana, antes de levantarme estaba en la cama.

– Una niña en un baile me los chupaba: caramelos de menta que yo le daba.

– La Virgen del Rocío no es obra humana, pues bajó de los cielos una mañana.

– A una niña en un baile le entró los pujos. ¡Qué lástima de medias como las puso!

– Piensan los que se casan que no hay más que ir, a la puerta de la iglesia a decir que sí.

– Una de Villanueva me dijo un día, que si se lo pidiera me lo daría.

– El que quiera saber qué vale un potro, que lo venda hoy mismo y compre otro.

– No se puede luchar contra el destino: el que nace lechón, muere cochino.

– Corriendo van a misa los que van tarde, los que más tarde llegan más pronto salen.

– La amapola del campo le dijo al trigo: no me caso con nadie sólo contigo.

– El que va a un pueblo extraño a enamorar, o va a que lo engañen o va a engañar.

– El que quiera llevarse bien con su mujer, cuando hable ella, que se calle él.

– Buscando a un buen amigo mi vida pasé, me muero ya de viejo y no lo encontré.

– Si te llamas Dolores échate al río y coge camarones con el vestío.

– Una recién casada puso la olla, en vez de echarle tocino le echó la …

– ¿Qué quieres que te traiga niña, de Madrid? Ná quiero que me traigas, llévame a mí.


– Por aquella ventana que daba al río, échame tu pañuelo que vengo herío.

– El consuelo que tengo siempre es el tuyo: si tú a mí me dejaras, adiós mi orgullo.

– Pues si vienes herío, ven a curarte, que yo tengo pañuelo para limpiarte. – Esta noche es la noche del desafío; Dios quiera que no llegue la sangre al río. Aguilandos populares Informantes principales: Catalina Guzmán López Francisco Quesada Braceros Joaquín Quesada Guzmán


ÍNDICE DE AGUILANDOS PÁGINA – Los aguilandos – Quítate de esa esquina – Ya está el pájaro verde – Gasta la molinera – Mariquilla Moquillo – Emprésteme el gallo – Sereno que rondas – De la sacristía sale – Todas las Marías son – Cuando los pastores vieron – Otro pastor dijo señores – Vamos a hacer las migas – Salga usted, que la quiero ver bailar – María Zambullo – En el molino alto – La señora longaniza – La Marimorena – Pedir el aguilando (1ª versión) – Pedir el aguilando (2ªversión) – Pedir el aguilando (3ª versión) – Pedir el aguilando (4ª versión) – Pastores venid – A Belén, pastores – Lavando los caracoles – Ya no va el cura a la iglesia – Vistiendo al pollo – La sotana del señor cura – Boda del piojo y la pulga – La tarántula (1ª versión) – La tarántula (2ª versión) – Habas puse el lunes – Cuatro camisas tengo – Carpinterillo – La monja enferma – La borracha – Le pidió la niña al fraile – Arroyo claro, fuente serena – El anillo – Las ovejuelas – Los sacramentos del amor


PÁGINA – La monja por fuerza – Por la calle arriba – Niño mío, Niño mío (versión pegalajeña) – Estando sentada en la puerta de su casa – El gato madrileño – Siete años padeciendo – Benito – Mi sino – Los oficios de mi pueblo – Tengo una novia, señores – Mi novia tiene un reloj – Tocaba con afición – La rata y el fraile – El motocarro de… – Los años de Negrín – El cura de Valdepeñas – Te voy a poner un potaje – El pobre de Saragata – Manolillo el de… – Mi novio es un tontillo – La otra tarde de paseo – Una niña se casó – Los ganaeros – Por meterse el dedo – Dime lo que pasa por esa ciudad – La Pascua de los estudiantes – El huevero – Mujeres de Pegalajar – Gloria y Paz – ¡Quién pillara un barrendero! – El rigor de las desdichas – ¡No sirvas con Tío Redín! – En casa de un enclaustrado – El padre nuestro de los señoritos – Popurrí de aguilandos (En un pellejito blanco) – Popurrí de aguilandos (Esta noche ha llovido) -------------------------


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