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EL IMPACTO DE LA VISIBILIDAD DEL LÍDER

Luis Fernando Cortés Director Ejecutivo Sommet Communications Consultancy

EL IMPACTO

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de la visibilidad del líder

Goodbye to the low profle es un libro clásico de Relaciones Públicas que mi buen amigo Fernando Corredor Gaitán (q.e.p.d) siempre tenía en su escritorio, y lo recuerdo ahora, porque el título tiene mucha vigencia frente a la baja visibilidad de muchos líderes empresariales en un entorno que demanda su presencia.

El anonimato empresarial y el de sus líderes pertenecen al pasado. Hoy, lo primero en la agenda de C-level es el manejo de la reputación y la construcción de confanza para sus empresas, una tarea en cual la comunicación estratégica y constante es clave, pues para confar las personas necesitan conocer a quienes manejan las organizaciones y tener una percepción de quiénes son y en qué creen, como lo afrma Jeremy Darroch en el libro “El lenguaje de los líderes”. Las compañías pueden ayudar a hacer del mundo un mejor lugar y los líderes empresariales tienen una posición única y la capacidad para generar transformaciones importantes y cambios positivos a través de su infuencia y opiniones en los entornos en donde operan.

En este sentido, la visibilidad ejecutiva se ha convertido en un elemento importante al facilitarles agregar valor externamente con un impacto positivo para sus marcas, en la forma como son percibidas, aceptadas y tratadas. Los medios de comunicación, las redes sociales, blogs, los premios, reconocimientos, los eventos y pertenecer a juntas directivas, son algunos espacios para lograrlo, bajo los lineamientos de una estrategia alineada con los objetivos corporativos. La interacción en ellos les permite entregar a sus públicos el mensaje de la marca.

¿Por qué entonces gran parte de líderes en Colombia no le han dicho adiós al perfl bajo en un mundo que demanda más su presencia y contacto?

Algunos creen que pueden ser criticados dentro de la organización; otros argumentan problemas de seguridad, unos más no son conscientes de su valor y otros manifestan falta de tiempo.

Todas son razones válidas, aunque lo cierto es que la visibilidad corporativa es una estrategia muy poderosa para el posicionamiento de marca y la construcción de su reputación, y no se debería desaprovechar.

Ver a Richard Branson vestido de azafata y maquillado atendiendo un vuelo inaugural de una de las rutas de su aerolínea, escucharlo como conferencista y leer sus trinos llenos de optimismo o registrando sus actividades extremas y de ayuda a causas sociales, sin duda genera conexión con la marca Virgin que es centro de atención para comunicar sus iniciativas, cultura y ciudadanía corporativa.

Como él, algunos otros líderes también se destacan –cada cual en su estilo– y todos son conscientes de la importancia de su rol para agregar valor a las compañías que representan. Y su participación tiene un impacto directo en la organización. “En un mundo en el que los estados fnancieros se pueden acomodar, las cadenas de suministro se pueden ocultar y los fracasos se pueden suavizar, medir el potencial de un negocio con solo mirar a los ojos del presidente de la compañía puede convertirse en una valiosa herramienta”, reza un artículo de la revista británica Management Today.

Kylie Wright-Ford, presidenta de The RepTrak Company, asegura en el informe RepTrack 100 de 2022, dedicado a las 100 empresas con mejor reputación del planeta, que las compañías deben entender varios conceptos respecto de cómo personas externas las perciben.

La primera, es cómo se sienten las personas en relación con la empresa, a través de una conexión emocional intangible y subjetiva; luego, cómo evalúan a la empresa desde el punto de vista del área específca del negocio; y, fnalmente, cómo reacciona el público con base en lo que la empresa hace y dice que hace.

En este propósito, la visibilidad de los líderes es fundamental para ayudar en la construcción de una opinión favorable hacia su organización. Es lo opuesto a pasar desapercibidos o ser inaccesible a los medios, las redes y al público en general.

Incluso, diferentes estudios demuestran que, ante una crisis reputacional, salen mejor libradas las empresas cuyos líderes han sido más cercanos a la sociedad que aquellos que se refugian en la oscuridad del anonimato. Vivimos épocas en que es tiempo de decir goodbye to the low profle.