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Diffraction

Diffraction

MATERIALES

COMPONENTES ELECTRÓNICOS

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Todos los componentes utilizados en este libro para la realización de los diferentes filtros y demás redes son pasivos. Debemos de asegurarnos de seleccionarlos siempre de la mejor calidad posible.

Resistencias:

En principio es válida cualquier resistencia capaz de soportar la potencia requerida, siempre que no posea efecto inductivo. Si es posible, usaremos preferentemente resistencias de película de óxido metálico (MOX).

Bobinas:

El devanado estará realizado con cable de cobre de una sección generosa, al menos 1,5 mm2 (cuanto mayor sea menor resistencia interna tendrá). Siempre que las dimensiones y disponibilidad lo permitan optaremos por bobinas con núcleo de aire, aunque en valores de inductancia muy altos vigilaremos que su resistencia no provoque que las pérdidas excedan los márgenes aceptables, ya que entonces, estaríamos obligados a utilizar bobinas con núcleo de material ferromagnético.

Las pérdidas (dB) ocasionadas por la inserción de una única bobina en serie con un altavoz vienen definidas por:

Siendo RL la resistencia interna de la bobina en Ω.

Para evitar acoplamientos, las bobinas se colocarán alejadas entre sí, perpendiculares y formando ángulos de 90º, tal y como muestro en la imagen.

Disposición de las bobinas de un filtro.

Condensadores:

Siempre que sea posible, emplearemos condensadores de película de polipropileno metalizado (MKP), prestando atención a que el voltaje admisible sea el suficiente.

El orden de los condensadores adecuados para filtros de audio, en calidad decreciente es:

1º- Teflón metalizado: excesivamente caros.

2º- Polipropileno metalizado (MKP): los más recomendables.

3º- Policarbonato metalizado (MKC)

4º- Poliéster o Mylar® metalizado (MKT)

5º- Electrolíticos no polarizados de óxido de aluminio: son válidos, pero mejor evitarlos.

MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN

El altavoz propaga una cantidad nada despreciable de vibraciones mecánicas y acústicas a las paredes del armazón que, si no se reducen lo suficiente, poseen una influencia nefasta al emitir coloraciones indeseables en el sonido resultante.

Para mejorar las reacciones de los paneles al fenómeno vibratorio es necesario emplear materiales rígidos (módulo de Young alto), de peso elevado y densidad alta, lo cual conduce a hacerlo también en un grosor importante (tanto más gruesos cuanto más extensos sean los paneles).

El material más utilizado es el tablero de fibra de alta o media densidad (HDF o MDF) con el que se puede conseguir construcciones satisfactorias, siempre que sea bastante grueso y este convenientemente reforzado mediante listones entre sus diversas caras. No obstante, se obtienen inmejorables resultados con materiales como el cemento, ladrillo, hormigón, mármol, arena, hierro y aluminio. Es recomendable la combinación de estos materiales entre sí (como puede ser un sándwich con dos paredes de tablero rellenado con 3 o 4 cm. de arena o cemento) ya que se consiguen velocidades de propagación diferentes, mejorándose los resultados.

Aquí no acaba todo, porque en el interior del recinto se producen ondas estacionarias, asociadas sobre todo a sus modos propios axiales, en función de las dimensiones internas de la caja. Existen dos maneras de solucionar, en la medida de lo posible, este problema:

1.- Evitar paralelismos entre las paredes, construirlas de formas irregulares, o incluir superficies curvas. Si al final se opta por un diseño paralelepípedo, más sencillo de construir, la relación de aspecto interna debería basarse en el número áureo (0,618 : 1 : 1,618).

2.- Rellenar la caja con materiales absorbentes (fibra de poliéster, lana de roca…) para disipar parte de la radiación posterior del altavoz en forma de calor. Esta especie de absorbentes son suficientemente eficaces para eliminar las frecuencias altas y medias. Además de la propiedad descrita, la inserción de absorbentes en el interior del recinto, modifica la elasticidad del aire y con ello la respuesta en graves del sistema, por lo que resulta difícil recomendar la cantidad idónea. En un sistema bass réflex lo mejor, para empezar, es rellenar un 25 % delvolumen con fibras absorbentes sin comprimir13, yañadir o quitar en función de los resultados obtenidos (si optáramos por llenar una caja cerrada comenzaremos con el 50 % aprox. del volumen interno).

Siguiendo estas premisas, un recinto de volumen medio superará los 100 kilos fácilmente, y su realización puede ciertamente complicarse, pero es el peaje que hay que pagar para obtener notables mejoras como son: graves más firmes, timbre más fiel, mejor dinámica, definición y transparencia.

13 Los materiales absorbentes sin comprimir empleados en las cajas apenas disminuyen su volumen real. Por ejemplo, la densidad de la fibra de poliéster fabricada para este cometido, es del orden de 0,01 gr/cm3

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