










Este 12 de junio, estudiantes de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV), proyectaron en el Callejón de Toña La Negra 5 trabajos documentales, cápsulas y reportajes sobre el tradicional Barrio de la Huaca. Los productos audiovisuales fueron realizados para la Experiencia Educativa de Taller de Televisión y Vídeo I, llevada por la Dra. Alicia Urbina, quien, con ayuda de la Maestra Amanda Limón, coordinó las actividades realizadas por los estudiantes y los habitantes de La Huaca. Los trabajos se enfocaron en 2 temas principales: Brigadas Universitarias (BU) -como introducción e importancia de los proyectos realizados- y la aportación
del Barrio de la Huaca a la cultura veracruzana.
“¿Qué son las Brigadas Universitarias?” y “EducaAcción: juntos por una comunidad más fuerte” fueron las dos primeras proyecciones presentadas. En ellas se describe el programa BU, su importancia, historia e impacto en la comunidad estudiantil y en las comunidades marginadas.
Las últimas tres proyecciones mostraron la historia, gastronomía, arquitectura, costumbres y la importancia de la Huaca en el Carnaval de Veracruz, a través de reportajes y documentales cortos. Con una duración de poco más de una hora, la presentación terminó con agra-
decimientos especiales para la Mtra. Noemí Palomino, líder de la asociación de vecinos del Barrio de la Huaca y para la Mtra. Amanda Simón por la colaboración y facilidades proporcionadas para realizar los trabajos audiovisuales.
Trabajo en Comunidad: Brigadas Universitarias
Dicha colaboración fue posible gracias al Programa de Brigadas Universitarias (BU), el cual mantiene lazos con El Barrio de la Huaca desde hace casi 22 años. Aunque Brigadas Universitarias pertenece al Departamento de Vinculación
General (DGV) de la Universidad Veracruzana desde hace más de 20 años, primero nacieron las BU, las cuales, al poco tiempo y debido a la necesidad de las comunidades marginadas, pasaron a formar parte de la DGV cuando esta se creó.
Con 25 años de historia, las BU son equipos multidisciplinarios formados con estudiantes de diversas áreas, enfocados en la realización de múltiples acciones a través de diversas Experiencias Educativas, como la de Servicios Social Comunitario, “en municipios indígenas, rurales y urbanos con problemas de marginalidad en el estado”, de acuerdo con la página de Vinculación de la UV. Amanda Limón no sólo lidera la brigada de la Huaca en el municipio de Veracruz, sino también la
de Cempoala, en el municipio de Úrsulo Galván.
Barrio de la Huaca es lo mismo que hablar del Carnaval
El Barrio de la Huaca tiene más de 300 años de historia, según su representante vecinal. En él habita historia, costumbres, música, resistencia y creatividad.
En este lugar formado por esclavos y muelleros, creado con madera de los barcos náufragos que había alrededor de la muralla, nació el Carnaval de Veracruz.
“El Carnaval emana principalmente del Barrio de la Huaca”, contó Noemí en el último documental presentado por el equipo de Andrea Luz, alumna de 8vo. Semestre, ante la necesidad de esparcimiento de los trabajadores.
Formaban parte de la comparsa de los esclavos y de las bastoneras, quienes estaban orgullosos de bailar y elaborar sus propios trajes.
La primera reina infantil del Carnaval vivió ahí, quien ganó por recolectar el mayor número de corcholatas.
En las palabras de cierre, Noemí Palomino agradeció el interés de los estudiantes, de los docentes y de Amanda Limón por querer comunicar la importancia del Barrio de la Huaca, lugar considerado patrimonio histórico de Veracruz.
La Nevería Güero
Güera es una institución icónica en el Puerto de Veracruz, conocida por sus deliciosos helados y su ambiente tradicional que ha deleitado a generaciones de veracruzanos y turistas.
La Nevería Güero Güera fue fundada en 1938 por Eusebio García Reyes, conocido cariñosamente como “El Güero Güera”. Eusebio, originario de Galicia, España, emigró a Mé-
xico en busca de mejores oportunidades. Se instaló en el Puerto de Veracruz, donde encontró un nicho en la elaboración y venta de helados y nieves. Desde sus inicios, la nevería se ubicó en el corazón del puerto, en la calle de Independencia. Su posición estratégica, cerca del Zócalo de Veracruz, permitió que rápidamente se convirtiera en un punto de encuentro para locales y visitantes. Los helados se elaboraban artesanalmente, siguiendo recetas tradicionales y utilizando ingredientes frescos y naturales, lo que garantizó su éxito inmediato.
La Nevería Güero Güera se destacó no solo por la calidad de sus productos, sino
también por su ambiente familiar y acogedor. Con el tiempo, amplió su menú para incluir una variedad de sabores exóticos y tradicionales, como mango, mamey, coco, y su famoso helado de leche quemada. Este sabor se convirtió en un emblema de la nevería y sigue siendo uno de los más solicitados.
A lo largo de los años, Güero Güera no solo se consolidó como un negocio exitoso, sino también como un símbolo de la identidad veracruzana. La nevería ha sido testigo de innumerables historias y eventos locales, convirtiéndose en parte del tejido cultural de Veracruz. Es común que familias completas, desde abuelos hasta nietos, visiten la nevería para
disfrutar de sus helados, manteniendo viva una tradición que ha perdurado por más de ocho décadas. En años recientes, la nevería ha incorporado algunas modernizaciones para adaptarse a los tiempos, como la presencia en redes sociales y la posibilidad de pedidos a domicilio. Sin embargo, han sido cuidadosos de no alterar la esencia que la ha caracterizado durante décadas. La Nevería Güero Güera es más que un simple establecimiento de helados; es un legado de sabor, tradición y cultura en el Puerto de Veracruz. Representa la perseverancia y el espíritu emprendedor de su fundador, y continúa siendo un lugar donde la comunidad se reúne para disfrutar de momentos especiales y sabores inolvidables.
En Veracruz existen pocas actividades recreativas relacionadas a las lecturas y a los juegos de mesa, esto debido a que no somos una ciudad cultural, aunque exista la cultura.
La Fragata es un espacio dedicado a la promoción de la lectura y a los juegos de mesa en comunidad, la cual busca estimular la creatividad, las habilidades sociales, la concentración, el desarrollo de estrategias, y por supuesto, una forma saludable de liberar el estrés de la vida cotidiana o laboral.
El creador del proyecto, César Arámbulo García, el pasado 10 de abril dio un taller llamado “Juegos de mesa como herramienta de capacitación para la comunicación interna” a estudiantes de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación (FACICO) de la Universidad Veracruzana (UV), donde además de saberes teóricos, se tomó un tiempo para jugar con ellos.
César es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, cuya área terminal es Periodismo. Comenta que le encantan los juegos de mesa y que tiene una colección de más de 60 juegos, pero que su favorito es “Código Secreto”, un juego perfecto para hasta 10 jugadores. Los juegos de mesa pueden ser la representación del trabajo en equipo, promoviendo el aprendizaje, la creatividad, la paciencia y la aceptación de la frustración al perder un juego o partida.
Muchos juegos de mesa, especialmente los de rol y estrategia, requieren una gran dosis de imaginación y creatividad, lo que puede ayudar a desarrollar estas habilidades en los jugadores.
Los juegos de mesa son mucho más que una simple forma de entretenimiento. Ofrecen una amplia gama de beneficios cognitivos, sociales, emocionales y educativos. Ya sea para mejorar habilidades mentales, fomentar la interacción social o simplemente pasar un buen rato, los juegos de mesa son una herramienta valiosa y versátil en el desarrollo humano, por lo que Corazón Veracruzano te recomienda visitar La Fragata en algún momento.
Imágenes por Jessica Hernández
La Librería Mar Adentro está en el centro histórico de Veracruz desde hace 7 años. De hecho, en unos meses cumple 8 años.
Justo a lado del icónico Bachillerato de Veracruz Diurno-Verpetino-Mixto, se encuentra esta librería que no cuenta con Wifi pero sí con unas hermosas paredes de coral, dignas del centro de Veracruz.
Mar adentro es de esos lugares en los que entras y, mágicamente, te dan ganas de leer cada uno de los libros puestos en los estantes. Quieres verlo y hojearlo todo mientras te recuestas en uno de sus sillones de cuero negro.
Generalmente la música parece humo: se mezcla tan bien con las paredes, con la acústica, con la arquitectura y con la temática, que el sonido se vuelve envolvente y no sabes de dónde nace.
Es casi como si pudieras escuchar al humo. Pero no un humo asfixiante: uno claro, de sabor café y color madera. Esta librería cuenta una sección variada de ejemplares, desde ficción, filosofía, cuentos y novelas clásicas, hasta ediciones impresas por la editorial de la Universidad Veracruzana.
Además, debido a su ambiente acogedor, Mar Adentro suele tener actividades que contribuyan a la cultura del Estado de Veracruz, tales como presentaciones de libros, firmas con autores, talles literarios y clubs de lecturas.
Y por si no fuera suficiente, también tienen una cafetería. Por eso huele tanto a café en la planta baja. Y cuando intentas subir al segundo piso, el olor a pasta es abrasante.
Finalmente, Corazón Jarocho te invita a darte un paseo por las bellas paredes de Mar Adentro, un lugar dedicado a la lectura y a sus actividades relacionadas.
¿Sabías que Agustín Lara, realmente no nació en Veracruz? Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, mejor conocido como Agustín Lara, en realidad nació en Tlatlauquitepec, Puebla.
O esa es una de las tantas versiones. Nadie sabe con exactitud dónde ni cuándo nació. Eso sí, siempre dijo que era de tlacotalpeño. Amante de las tierras veracruzanas, pianista desde los 7 años y trabajador en bares nocturnos desde los 12 años, Agustín Lara fue compositor y poeta mexicano que alcanzó el éxito nacional e internacional.
Agustín creó un fuerte vínculo con Veracruz, lugar donde desarrolló su vida personal y su carrera artística, encontrando en aquí una fuente inagotable de inspiración. En 1937, compuso la célebre canción “Veracruz”, canción considerada como un segundo himno después de “La Bamba”, formando ambas de sus canciones más reconocidas. De hecho, ¿sabías que, en un pilar del puente, atrás del Parque Cri Cri, está inmortalizado Agustín Lara con su icónica letra “algún día a tus playas lejanas tendré que volver...”?
El romanticismo de sus boleros y la esencia que re-
cogieron del Puerto de Veracruz, fueron elementos que consolidaron su reputación como “El Flaco de Oro”. En reconocimiento a su legado, Veracruz honra a Lara con la Casa Museo Agustín Lara, ubicada en el Boulevard de Ruíz Cortines, casi esq. Boulevard Ávila Camacho, en Boca del Río. Este museo alberga recuerdos y objetos personales del compositor, siendo un testimonio del impacto que tuvo en la cultura veracruzana.
Agustín Lara falleció el 6 de noviembre de 1970, pero su legado perdura, especialmente en Veracruz, donde su música sigue siendo una parte integral de la identidad cultural de la ciudad. Sus canciones no solo celebran la belleza y el espíritu de Veracruz, sino que también continúan inspirando a generaciones de músicos y amantes de la música. Y a miles de enamorados.