Introduccion La interconexión entre el medio ambiente y la actividad económica es crucial para el desarrollo sostenible. La salud de los ecosistemas influye directamente en la viabilidad de los sectores productivos, ya que proporcionan recursos vitales como agua, alimentos y materias primas. El aprovechamiento responsable de estos recursos económicos no solo garantiza la continuidad de las operaciones comerciales, sino que también contribuye a la preservación del entorno, asegurando un equilibrio a largo plazo entre el crecimiento económico y la conservación ambiental. La comprensión de esta relación simbiótica es esencial para construir un modelo económico que respete los límites planetarios y promueva la sostenibilidad.