Convivencia de Zagales. Madrid l día 5 de marzo Lara, Paula, Luis, Irene y Jorge, fuimos a una convivencia de zagales. A las 15:45 pusimos rumbo a Madrid, en una furgoneta adaptada para ocho personas que conducía el padre Txetxi. A pesar de la lluvia, el viaje fue muy divertido, íbamos cantando y jugando. Al llegar a la Fundación Caldeiro cogimos las maletas y acudimos a las habitaciones. Cenamos en el patio interior, hacía mucho frío pero el ambiente era extraordinario, por lo que, se podía presagiar una estancia muy agradable. Antes de dormir fuimos a la iglesia a dar las “buenas noches” al Señor. Al día siguiente, nos levantamos con una gran sorpresa y es que las predicciones meteorológicas, por suerte para nosotros, fallaron y no llovió. Fuimos a misa y luego los profesores nos dieron la buena noticia: ¡ nos íbamos a visitar Madrid!. Así que cogimos el metro de las Ventas y bajamos, ni más ni menos, que en el Santiago Bernabeu. Esa fue nuestra primera parada. Después recorrimos todo el Paseo de la Castellana hasta las Torres Kio. El siguiente lugar de visita fue la Plaza de España y, desde allí, el recorrido ya fue a pie, el Palacio Real, la Puerta del Sol, el Kilómetro Cero, el Oso y el Madroño y luego la parada obligada en cualquier viaje, sea éste donde sea, recorrer las boutiques de souvenirs. A mitad de la tarde la lluvia nos recordó que estaba allí esperando un momento para aparecer y llovió. Malo por una parte porque la gymkhana programada para la tarde se canceló, pero sin embargo gracias a ello visitamos más lugares de Madrid como la Cibeles, la Puerta de Alcalá y otras muchas cosas. Llegamos agotados y nos dimos una corta pero relajante ducha. Ya aseados nos pusieron por grupos para cenar. Era una ocasión genial para hacer amigos. Después tuvimos una fiesta: montaron una pequeña discomóvil y bailamos con ganas e hicimos muchos juegos. Nos divertimos mucho pero la verdad es que, al final, todos teníamos ganas de ir a dormir y descansar. Después de tantas emociones, el domingo, nos levantamos con pena porque ya se había acabado aquel bonito sueño. Recogimos las cosas y empezaron las despedidas. Adiós a nuestros nuevos amigos del Pamplona, Hellín, Sevilla... y adiós a los monitores que tan bien nos habían atendido. Comimos e iniciamos el regreso con ganas de ver a los nuestros pero con la esperanza de que aquella bonita experiencia se repitiera pronto.
Miniferia del libro
El Cronista
sta evaluación, las profesoras del Departamento de Castellano pensaron en hacer “algo solidario”, y entre todas las ideas que surgieron, la que se llevó a cabo fue la de organizar una “mini feria del libro” en las instalaciones del colegio. Los precios eran simbólicos, desde 0,5 a 5€ para que quedasen al alcance de todos los bolsillos de alumnos y profesores apasionados por la lectura.
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