La Villa Luisa de los italianos. Un proyecto liberal

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A todos los descendientes de estos colotrcs y o do単a Maritn Tassittari lllilano, nnry especiaLntente.


Biblioteca LA VILI,A LUISA DE LOS ITALIANOS


GoemnNo onl Esreoo oB Vpnecnuz

Patricio Chirin os Calero Gobernador

Miguet Ángel Yunes

Lilwes

Secretario de Gobierno

Frattcisco Loyo Ranrcs Subsecretario de Gobierno

UNrvsnsloAD VERACRUZANA

Emilio Gidi Villarreal Rector

Jorge Ramírez Juárez Secretario Académico

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Secretario de Administración y Finanzas

José Luis Riuas Vélez

Director Editorial y de Publicaciones


José Benigno

Zilli Manica

LA VILLA LUISA DE LOS ITALIAI{OS LIn proyecto liberal

Biblioteca

Universidad Veracruzana Xalapa, Ver., México 1997


F1392.I82

251

Zilli Manica, José Benigno La Villa Luisa de los Italianos : un proyecto liberal / José Benigno Zilli Manica. .. Xalapa, Ver. : Ltniversidad Veracruzana, 1997. 142 p. : fots., mapa. ; 23 cm. -. (Biblioteca)

Bibliografía: p.

t2t.

t25.

ISBN: 968-884-406.0 1. Italianos en Nléxico - Veracruz (Estado)

en México

.

Historia. 2. Italianos . Histo¡ia - Siglo XIX Fuentes. I. Liniversidad

Veracruzana. IL t.

DBLÑ'97/14

Primera edición, enero de 1gg? O Universidad Veracruzana Dirección Editorial

Apartado postal 97 Xalapa, Ver. 91000, México ISBN: 968-834-406-0 Impreso en México Printed in Mexico

C.D.D.: 972.00451


INDICE

PróIogo.......

......................11

olvidada II. Grandes preparativos................. I. La colonia modelo, la colonia

III.

.......13 .................23

Las andanzas de don José María Mata.........................33

IV. Tramitación de los contratos................. ......51 V. La llegada de los colonos a tierra mexicana..................65

VI. Visión liberal y versión conservadora de la Villa Luisa de los Italianos....

.............77

VII. Los primeros pasos de la colonia modelo.......................95

VIII.

Renovación y enmienda. La colonia en Gutiérre z Zamor a, Veracruz ................. 109

Bibliografia Apéndices 1. Cronología................

...................121 ......................127

2. EI contrato firmado por los colonos en la y los nombres de los fundadores 3. Las generaciones

actuales

................129

Villa Luisa ................133 ......139


Poza Rica .....

Papantla

CutiĂŠrrez Zamera


PRÓLOGO Al prologar este libro el autor siente la necesidad de justificarse por dedicar tanto trabajo y esfuerzo a una investigación al parecer de poca transcendencia. No se Ie escapa que para muchos la teología, ia filosofía y la literatura misma son más dignas de la consagración y del estudio. La historia, desde

Aristóteles, tendría un estatuto científico dudoso y siempre en litigio. No se entrará en tamañas discusiones, pero si uno quiere engolar la voz y ponerse prosopopéyico habrá de redargüir que un meteorito puede dar la clave de todo el universo, o que Ia historia es la ocupación teórica más cercana a la vida y a la política, tentadora irresistible de los que por alguna razón se han quedado aI margen de Ia acción y de las decisiones. No se irá tan lejos. Quizá baste recordar lo que ya se apuntó en el primer libro sobre el rescate de los documentos de los italianos en México, o sea, la anécdota de José Zilli Bernardi, detenido por agentes federales de migración y bajado del tren del Istmo, en 1959, sospechoso por su apariencia de ser un espía del extranjero, durante los problemas de la huelga ferrocarrilera que entonces conmocionaba al país. Esas cosas se quedan grabadas desde la infancia. Y más todavía el pequeño y enigmático papelillo de ia abuela, Doña María Toss, nativa del Tirol, donde los nombres y la grafía alemana eran un verdadero enigma para eI niño sofocado por eI calor y sacudido por las fiebres del paludismo. La abuela, o tlotula, ha sido para muchos la fuente arcana de la vida y de 11


su misterio, con una maternidad más profunda que ia de la madre. No es, pues, ningún secreto que para el que escribe es Ia infancia y son sus condicionamientos la raz6n ruás íntima de estas investigaciones. Pero está seguro de que ayudarán a muchos otros, tan mexicanos como é1, a descubrir sus orígenes, y a no pocos más a entender cosas de la historia de nuestro país que, por repetidas y rutinarias, parecen ya asentadas y definitivas. No habrá más justificaciones. Lo que haría falta es una larga lista de agradecimientos. Y un reconocimiento explícito a Ia Universidad Veracruzana que nos posibilitó hacer este estudio y que lo publica. Aprovechamos Ia oportunidad para hacer confesión pública de nuestra devoción y cariño a esta institución, a las autoridades, colegas y trabajadores, que constituyen una de las comunidades académicas más preciadas de nuestro país.

t2


I. LA COLONIA MODELO, LA COLONIA OLVIDADA 1

Dos veces se ha iniciado el estudio de Ia colonia modelo de Papantla, cuya fundación fue decretada el 31 de julio de 1856 y que era uno de los magnos proyectos de los hombres de la Revolución de Ayutla. La primera, en ltaliatlos en México, donde se publicaban Ios principales documentos fundacionales y se dan las fechas esenciales de su desarrollo.l La segunda, en un artículo publicado en La Palabra y el Hombre, revista de ia Universidad Veracruzana,2 si bien es cierto que en este último trabajo se le estudiaba con su contraste con el primero y gran proyecto liberal de las Cuatro Colonias, y en buena medida se remitía a las r:ctas lo referente a la colonia modelo de Papantla. Pero desde entonces intrigaba el saber por qué el último proyecto había tomado Ia delantera y se había olvidado del primero. Esto quiere decir que durante varios años se han buscado las huellas de esta iniciativa singular de los hombres de Ia revolución liberal, o de la Reforma, anunciada con bombo y

l José B. ZiIIi Manica, Italionos en México, Ed. San José, Xalapa, Ver., México, 1981, pp. 21-46. 2 "Proyectos liberales de la colonización en el siglo XIX. Cuatro colonias entre Jalapa y Veracruz: El Chico, Rinconada, Paso de Ovejas, Tejetía,', Lo Palabray el Hontbre, núm. 52 (oct-dic), nueva época, 1984, pp. I2g-141. 13


platillo, y en Ia que tantas esperanzas depositaron. La historia de esta colonia y sus avatares se presentaban como un reto o desafío. No había noticias ciertas sobre el asunto. casi todas las referencias que existen son cautelosas y probables.

f,

En ia obra de Dieter George Berninger, La ütmigración

etr

México (1821-1857). se escribe: Tal vez el mejor ejemplo del esfuerzo por empezar una nueva era en la inmigración hacia México fue el decreto del 81 de julio de 1856 que estableció una colonia ,,modelo,, en el Estado de Veracrrrz, cerca de Papantla, cuyo objetivo era ilustrar las venta_ jas de la colonización en México. El Ministerio de Fomento estudió cuidadosamente desde los detalles de la agrimensura hasta los medios necesarios para que los colonos se mantuvieransiliceo señalaba que el gobierno no había emitido el decreto meramente para subrayar su devoción a la colonización, como habían hecho gobiernos anteriores, sino para lograr que la inmigración a México fuera un hecho. para asegurar el éxito de la colonia, el gobierno seleccionó cuidadosamente a los posibles emigrantes y frrmó un contrato con un italiano par.a que mandara a rnás de doscientos conciudadanos suyos.B

Berninger, en apretada síntesis, aduce todos los datos y expectativas oficiales que uno no encuentra en la Memoría de

la Secretaría

d,e Estod.o

y

d,el Despacho d,e Fomen,to,

Colotúzación, htd.ustria y Comercio d.e ta República Mexicatru (Torres, México, 18bZ), pero en nota al pie de página, muy cuidadosa y recatada, añade: ,,parece que no llegó a estable3 Dieter George Berninger,

La

Sep/Setentas, México, 1974, p. 176.

l4

innrígración. en. México (1521_155f),


cer en esa época la colonia modelo. Sin embargo, en años posteriores esa zona sí atrajo muchos colonos italianos".4 En el Iibro de John Gresham Chapman sobre Ia construcción del Ferrocaril Mexicano se encuentran también expresiones de inseguridad y dudas sobre la suerte de la primera colonia italiana en México. Pero allí mismo se encuentra una

referencia aI Archivo de Ia Secretaría de Relaciones Exteriores, sección francesa, que dio las primeras pistas documentales: Además de sus empresas puramente financieras, Manuel @scandón) participó por lo menos en un proyecto de colonización, experimento que fracasó, según parece. Se fundó una colonia en Villa Luisa con inmigrantes europeos recién llegados, pero las

enfermedades provocaron poco más tarde el abandono de la población.5

Por alguna intrincada tazón, que no se acertaba a comprender por entonces, en eI libro de Chapman se hacía referencia a la sección de Francia, y no de ltalia, del Archivo Histórico de Relaciones Exteriores. los relaciotrcs franco-mexicana, de Luis Weckmann confirmaban este dato.6

En 1944 Gutierre Tibón visita la zona de Papantla, Gutiérrez Zamora y Tecolutla y a vuela pluma hace muchas observa-

4

Ident. 5 John Gresham Chapman, La construcción del Fe»ocarril Mexicano (1837- 1880),Sep/Setentas, México, 197 5, p. 54. 6 Luis Weckmann, Las relaciotrcs franco-ntexicail,as, totrLo II, 18Sg-186f , Secretaría de Relaciones Exteriores, México, 1962, pp. 206-20A.

15


ciones y recoge datos de tipo histórico acerca de la presencia de los colonos italianos en México. Pero sobre la presencia de la primera colonia es muy poco lo que puede aportar. Todos

parecen haber oividado a la colonia modelo de 1858. Las referencias son mucho más recientes y llegan hasta nuestros días. Se refieren a las colonias de 1881-1882 que ya han sido estudiadas: Bajo la presidencia de Manuel González (1880-1884), llega a las playas mexicanas un importante contingente de emigrantes italianos. Los dos gobiernos contribuyen a los gastos de viaje y al establecimiento de los nuevos colonos. Desde el puerto de Veracruz, un grupo se dirige a Huatusco, otro a Chipilo en el Estado de Puebla, otro a Michoacán. Un último grupo desembarca en el litoral veracruzano, entre Tuxpan y Nautla: allí está la barra de Tecolutla, puerto de entrada a Gutiérrez Zamora y a Papantla.

Hay lombardos, piamonteses, vénetos, emilianos y uno que otro meridional. Durante seis meses viven por cuenta del Gobierno... ¿Y los de Tecolutla? Son los que tienen los inicios más diñciles de su existencia en eI Nuevo Mundo. Asentados en la congregación de Cabezas, en un clima malsano, descansan a la sombra de las palmeras, enferman de paludismo, pierden sus energías. Algunos de ellos son vencidos por eI trópico.,. Afortunadamente la mayoría de los de Tecolutla reaccionaron a tiempo. Sembraron maíz para la polenta; se deücaron con éxito a la cría de ganado; supieron aprovechar la principal riqueza de la región: la vainilla. En los últimos años del siglo pasado se ha-

llaban establecidos en "El Cristo", entre Gutiértez Zamora y Papantla, y ya habían alcanzado cierta prosperidad. Pascual Montessoro se volvió exportador de vainilla, y su negocio floreció. Con é1, sus compañeros Domingo Montini, Pascual Casazza y los hermanos Questa se contaron pronto entre los capitalistas vainilleros del Cantón de Papantla...

16


La tercera generación, ya enteramente mexicanizada, ha heredado las energías de los abuelos y contribuye con su trabajo aI desarrollo económico de la región. En Gutiérrez Zamora nace Tina Romagnolli, flor del jardín italomexicano y nueva estrella del cine nacional. Pequeño mundo antiguo a orillas de un río tropical. Cocoteros, maizales y vastos potreros; aunque su riqueza principal procede de las negras varitas de delicado perfume, minúsculas vainas de una orquídea silvestre. Vicente Lombardo, que se batió bajo Garibaldi en Italia, es ahora un vecino más del pueblo mexicano de Gutiérrez Zamora, y posee algunos vainillares no lejos de Ia carretera que conduce a Papantla...7

5

No sería justo exigir los datos que se buscan a la obra benemérita de Moisés González Navarro, porque su primer estudio sobre la colonización extranjera, lleno de precisión y de datos, abraza un periodo perfectamente delimitado: 1872-1910.s En su magna obra posterior, en tres tomos, Los extranjeros en México

y

los mericanlos en el extranr,jero, 1821- 1970, se encuen-

tran algunas indicaciones sobre nuestro tema: "Al iniciarse el porfiriato ya existían dos colonias que durante él se consolidaron San Rafael y Gutiérrez Zamora..."e

7 Gutierre Tibón, Auenturas en México, 1937-1983, Diana, México, 1985, pp. 360 y 361. G. Tibón cita a los Ricciardi, Scagno, Croce, Sacchi, Macchi, Cena, Tognola, Beccaria, Costa, Cernichiaro, Lomonaco, Lammoglia, Palavicini, Tremari, Yorio y Borromeo. 8 Moisés González Navarro, La colonización en México, lBfZ-1g10, Talleres de la Impresión de Estampillas y Valores, México, 1960. 9 Moisés González Navarro, Los extranjeros en México y los nrcxícanos en el extrarfiero, 1821-1970, vol. II, El Colegio de México, México, 1994, p. 1BB.

t7


Más adelante se ofrecen detalles ulteriores que son muy exactos:

La colonia italiana del Cristo en la margen izquierda del río Tecolutla y la mencionada de San Rafael o Zopilotes, habían progresado pese a las depredaciones de que habían sido objeto; los primeros habían fracasado en la colonia Modelo de Papantla porque sus terrenos eran malsanos y estériles, pero triunfaron en la ribera del Cristo porque las tierras eran más aptas para la agricultura. Los italianos triunfaron en Gutiérrez Zamora y en la colonia Manuel González.10

6

Se ha de recurrir aI otro Moisés, a Moisés T. de la Peña, para encontrar más datos sobre esta colonia elusiva y singular; en su meritorio estudio sobre "Problemas demográficos y agrarios" hizo una investigación pormenorizada sobre todas las colonias. Sus datos proceden de los documentos de la fundación que se han publicado en ltalianlos eru México y en La Palabra y el Honbre, pero se completan con observaciones de campo y datos de informantes de viva voz:

En 1861 el Sr. Juárez, radicado con su gobierno en Veracruz, informaba que a pesar de la Guerra de Tres Años, cumplió las condiciones estipuladas para Ia Colonia Modelo que se ha citado: llegaron los colonos, se les alimentó más del tiempo convenido, y los gastos en compras de tierras y ministraciones montaron a $b0 mil. Ya se verá más adelante lo que resultó de esta colonia modelo, que fue el primer éxito gubernamental en cuanto que el proyecto tuvo plena reaiización, hasta instalar a los colonos; pero

10.Ibid., p. t53.

18


nada más hasta aquí, en lo que a la intervención oficial refiere.

se

1 1

Moisés T. de la Peña no suele aducir la fuer:te de los documentos en que se apoya y los datos de la tradición oral suelen ser inseguros, y muchas veces inexactos, comenzando por la equivocación en las fechas. Con todo, los datos clue se aportan son de grande interés: Se supone que los colonos llegaron en el otoño de 1gb6. El Sr. Masi no cumplió los compromisos en cuanto a la selección de inmigrantes, pues la mayoría de las 60 familias que trajo eran citadinas y muy pocas agricultoras. Venían un topógrafo, un médico o curandero, un profesor, un periodist,a, un pintor, un so_ chantre, buen nírmero de vagos y varios artistas sin contrata que, como los otros, vieron en el enganche una oportunidad. para tomarse unas vacaciones pagadas. ir a conocer mundo y d.e paso buscar la ocasión para hacer fortunas, en tod.o, menos en la agricultura. Fue, pues, una dolorosa sorpresa para aquella heterogénea caravana que se le fuera a trasplantar en plena nranigua, en cuya cercanía sólo se contaban dos pequeñas rancherías d.e indios totonacas, que no hablaban español, como tampoco lo hablaban los col.o,rus. El gobierno los atendió, les proporcionó su ,,diario,, para la subsistencia y una vaca a cada familia, en esper.a de com_ pletarles el equipo de trabajo en cuanto acabaran de instalarse y desmontaran las tierras para la siembra... El paludismo los abatió en masa; muchos murieron y para colmo de desdicha el director huyó con los fondos que le había encomendado el Gobierno para el sostenimiento de los colonos. La desmoralización no se hizo esperar y antes rle cuatro meses no había quedado en Texquitipan uno solo d.e los colonos. Vencidos

por la malaria, hambrientos y Iastimosos, fueron desfilando hacia

T. de la Peña, ,,problemas rlernográficos y agra,ios,,, probl,enns agrícolas e inclustrioles de México,jul-sep y oct_dic, l9ó0, p. l92. 11 N{oisés

19


Papantla situada a cosa de 7 km. en la mediCa que sus escasas fuerzas 1o permitían... Se curaron y se produjo la desbandada, de unos hacia la altiplanicie. otros se acomodaron provisionalmente en la localid.ad y un grupo de alrededor de 20 familias de las más decididas y emprendedoras, quizá de origen campesino en su mayoría, fueron a establecerse en El Cristo, en las cercanías de Tecolutla y la playa. En este lugar podían haber sido instalados desde su llegad.a, con seguridades de buen éxito, como lo demues-

tra el que desde luego obtuvo este núcleo inicial de Ia futura

colohabía lo como ta1 por: los conceptos, todos nia modelo, de verdad,

deseado

el Gobierno, pero en cuyo éxito y modalidades casi no

hubo intervención oficial. Esta intervención terminó con el rotundo fracaso de Texquitipan o Agua Dulce..' En 1880 arribó un grupo de ocho familias, trasladadas en bestia desde Veracruz, a lo largo de la costa, como inmigrantes espontáneos, todos ellos atraídos por las noticias de la buena situacién d-e los colonos de El Cristo, aclimatados y dedicados al cultivo de Ia vainilla que vendían en Tuxpan para su exportación' También cultivaban caña de azicar, maiz para su polenta y explotaban otros ramos de exportación, tales como las maderas tintóreas del moral, maderas preciosas, hule y algo de chicle, que

por 1880 empezaba a tener demanda. En 1888 ocurrió ia gran inundación que causó destrozos a la colonia, situada como estaba en las cercanías del río y en tierras bajas... eI desastre de Ia inundación, a Ia par que la concesión de mejores tierras, concurrieton a determinar eI traslado de los colonos tierra adentro, donde hoy es la próspera ciudad de Gutiérrez Zamota.lz

De la Peña señala también que estos colonos son totalmente mexicanos y ejempiares en muchos aspectos. La desconexión con los representantes diplomáticos de su país de origen fue

12 lbid., pp.2l7 y 218. De la Torre ofrece una lista de apellidos que se puede ver también en J. B. Zilli NI., Italiatws en. México, pp. 27'30. La ofrecemos también aquí en los apéndices.

20


botal, tanto que cuando a principios de siglo un representante del gobierno italiano visita Ias colonias no hace ninguna men'

ción de Gutiérrez Zamora.r3

7

La colonia modelo desapareció también de los informes oficiales y de la prensa mexicana, pero tuvo una continuación pujante con las nuevas familias llegadas en 1880, y las nuevas generaciones conservan con orgullo borrosos Iecuer' dos y no pocas fantasías sobre un pasado que se le antoja casi heroico. Hay que hacer su historia paso a paso, y documentar' Ia en cuanto sea Posible. de los Quizá se piense que con todas las noticias recabadas y hasta autores citados ya se tienen los hitos principales hayan quedado apuntadas las razones principales del fracaso: el engaño en la elección de los terrenos, el fraude en Ia com' posición humana del grupo, la malaria y ei clima del trópico y eI comienzo de Ia guerra de Reforma o de Tres Años' Pero hay que examinar todas estas afirmaciones, sobre todo la última, y retroceder hasta los precedentes de este experimento de co' lonización que se proponía ser un modelo' Es Io que se quiere hacer con todo cuidado. Y quizá aparecerán nuevas cosas o se tendrán que modificar las antiguas versiones' Y Io que se reafirme que lo sea con su documentación y sus pruebas' Se trata de un fenómeno humano de cierta trascendencia' Esto se verá poco a poco.

El informe al que se alude se puede leer en J' B' Zilli M', Punto y aparte, Xalapa, Ver., México, 1987, pp' 303-336' colonos!, los ¡Llegan 13 lbid., p. 222.

27


Nlanna Tassinari \{ilano de 15 aĂąos v su namĂĄ \,irginia Milano.


II. GRANDES PREPARATIVOS 1

triunfo de la Revolución de Ayutla, eI 22 de diciembre de 1855, el presidente interino, Ignacio Comonfort, envía a los gobernadores de los estados su programa de gobierno al que anexa una circular que explicita todavía más los puntos enumerados. En la parte que se refiere al Ministerio Poco después det

de Fomento se dice: Poco hablaré a V. E. de los ramos que contiene el Ministerio de Fomento, porque la simple enumeración de los puntos fijados en

el programa bastan para fundar su alta importancia. Una nación como México, donde la Providencia ha derramado todos sus

tesoros, está más que cualquier otra obligada a desarrollar empeñosamente los elementos que encierra en su rico suelo. EI Gobierno, por lo mismo, cree de su más estrecho deber ia reaIización de las mejoras materiales que, aunque ligeramente, indica el programa. La agricultura y la minería son las fuentes principales de nuestra riqueza: el Gobierno, pues, cuidará no sólo de disminui¡ los obstáculos que se oponen al progreso de esos irnportantes ramos, sino que les consagrará una atención ya para que repartida la propiedad en mayor ¡rúmero de personas crezca a

proporción la riqueza pública; y ya también para que con el fomento que se conceda a las empresas útiles se fecunden no pocos elementos que hasta hoy han sido estériles y se aumenten Ios ramos de industria nacional, con positivo beneficio de los particulares y del pueblo. La mejora de los actuales caminos, la apertura de otras carre-

teras, la continuación del telégrafo a los estados del interior y DA


la comunicación de Veracruz con algún puerto del Pacífico, por un ferrocarril que atraviese lo más poblado del país, serán el diario objeto de los cuidados del Gobierno, que está convencido de que sin estos medios es imposible la inmigración. Y como sin ésta la

República, aún suponiendo sistemada la paz, adelantaría muy poco, es absolutamente necesario llevar a cabo aquellas mejoras de

las que el Gobierno espera los mayores y más positivos beneficios. En este ramo, la Administración está resuelta a emprender cuanto le sea posible a fin de que las que le sucedan se encuentren siquiera con Ias bases sobre las que poder levantar el edificio de la verdadera prosperidad nacional.14

Se cita con morosidad este texto del gobierno emanado de la Revolución de Ayutla porque pone de relieve varias de las convicciones que están en la base de los futuros proyectos de colonización. Por un lado, está el optimismo respecto de }as inmensas riquezas del suelo de Ia nación, que escritores como el Barón de Humboldt habían fomentado. Por otra parte, se está firmemente convencido de que sin los colonos no hay progreso posible. Sobran tierras y bienes y faltan gente y brazos. La infraestructura mínima de ferrocarriles y de caminos carreteros es necesaria para que venga la inmigración. Con ésta vendrá el progreso, exactamente como ha sucedido a los Estados Unidos de Norteamérica, y mucho más que allá.

o

EI 10 de mayo de 1856

aparece el decreto que establece el proyecto Cuatro Colonias entre Xalapa y Veracruz. EI gobierno está decidido a que esta obra se lleve a cabo sin ninguna

l4 "Circular a los Gobernadores de los Estados", Luis González González, Los presidetr,tes de México ante

24

la

Nació¡t, tomo V, p. 415.

y


dilación. El presidente Comonfort dice 1o siguiente en eI Marr,ifiesto a la Nación, al publicar el nuevo código fundamental, el 4 de marzo de 1857: Ha indicado ya el Gobierno el deciüdo carácter de preferencia que por mil títulos da a todo lo relativo a la colonización. Para prepararla y facilitarla era necesario comenzar por el arreglo de los terrenos baldíos destinados a tan i¡rteresante objeto y con este fin se han dictado üversas providencias... El 10 de mayo se mandaron formar cuatro colonias a los lados del camino entre Veracruzy Jalapa.Para Ilevar a cabo este decreto, se nombraron los ingenieros que debían practicar el deslinde y mensura de los terrenos, üsponiéndose que se pagasen los presupuestos de gastos que exigiesen esas operaciones, se dictaron varias órdenes relativas a los auxilios que se mandó dar a los colonos, Iugar en que debían situarse las poblaciones y cuanto más se creyó conveniente para tealtzar las miras del decreto: se nombró un agente de colonización que se encargará de recibir a los nuevos pobladores, de ministrarles los socorros prometidos y de remitirlos con la mayor comoüdad posible al lugar en que han de fijarse, y se hizo una eüción en francés y otra en inglés de las leyes y reglamentos relativos a las propias colonias circulándose aquellas a los cónsules de la República.l5

Allí mismo

se informa de otro proyecto de fecha posterior, el

de Ia Colonia Modelo de Papantla: de julio se decretó la formación de una colonia modelo en el Cantón de Papantla, del Estado de Veracruz. Deseoso el Gobierno de que cuanto antes existiera ese útil establecimiento, mandó un ingeniero expensado por la Secretaría de Fomento para que

El 31

deslindase y midiese los terrenos destinados a la colonia. A la fecha deben estar concluidas las operaciones.16

15 Las presidentes de México ante 16

la

Nación,

t.Y, p.

441.

ldem.

25


En verdad, eI Gobierno de la República tenía prisa y deseaba que "cLlarlto atltes existiera ese útil establecimiertto" porque apenas e1 día antes, el 3 de marzo, la Sección IV del Ministerio de Fomento había hecho sus recomendaciones: ...para hacer efectivo el establecimiento de la colonia modelo, mandada formar por decreto del 31 de julio del año próximo pasado, y que ha de situarse en los terrenos que se están mensurando en eI punto de Texquitipan, a inmediaciones del puelblo de Papantla y del río de Tecolutla, en el estado de Veracruz.

Y poco tiempo más tarde, el 15 de abril, se manda publicar el reglamento y se nombra como director a don José María Mata. Y los informes del ingeniero Francisco González están firmados el 15 de junio.tz Había prisa y precipitación.

3

El 8 de octubre de

1857, el presidente Comonfort abre las sesiones del Congreso, el primero según el mandato de la Constitución del 5 de febrero, que entró en vigor eI 16 de septiembre de ese año. Hace una especie de balance general de su gestión de gobierno. Se habla de Ia colonia modelo de papantla, pero ya no se dice una sola palabra sobre el proyecto de las Cuatro Colonias, de las que se expresaba tan efusivamente en eI Manifiesto de la Nación, el 4 de marzo. Sobre la colonia de Papantla se dice ahora:

L7

Mentoria de la Secretaría de Estado y del Despaclto d.e Forn.ento, Colonización, htdustria y Conrcrcio de la República Meicona, México, 1g57, p.24

26

.


"Se han deslindado los terrenos de la colonia-modelo de Papantla dispuestos ya para recibir las familias extranjeras que comenzarán a llegar próximamente verificándose su traslación por cuenta del gobierns".18 Ni una palabra sobre el proyecto anterior, el de las Cuatro Colonias. ¿Por qué? En la misma comunicación al Congreso, el presidente añade lo siguiente:

En el Manifiesto a la Nación del 4 de matzo del corriente año expuso el Gobierno los actos más importantes que había ejecutado hasta entonces, de los cuales así como de los posteriores, aunque en esta solemnidad sólo pudieran indicarse, os dará cuenta circunstanciada cada una de las secretarías de despachs.Ig

Esta "cuenta circunstanciada" sobre el asunto que nos ocupa hay que pedirla a la Secretaría de Fomento. El secretario es Manuel Siliceo. Anselmo de la Portilla nos ha dejado un retrato muy halagüeño de este personaje.zo J ciertamente, a Siliceo se le debe una de la reflexiones más lúcidas sobre el pasado y sobre eI futuro de la colonízací1n en la República rnexicana. Pasa revista a todas y cada una de las iniciativas que habían sido tomadas, desde Ia infausta colonización de Texas, que fue Ia única que tuvo éxito, como comenta con amargura; ia de Coatzacoalcos, la de San Rafael, y muchas otras, y allí voivemos a encontrar e1 proyecto de las Cuatro Colonias entre Xalapa y Veracruz. Se habla con deferencia de la buena voluntad del gobernador de Veracruz, que fue quien designó los lugares en donde habían de fundarse, de los inge-

18 Los presiderúes de México ante re lbid., p. +89.

la

Noción, t. I, p. 440.

20 Anselmo de la Portilla, Méico e, 1856 y 1g52. Gobierno del gereral Cornonfort,Imprenta de S. Hallet, Nueva york, 1g5g, p. 265.

27


nieros que habían de hacer la mensura de los terenos y del reglamento. Ya casi todo estaba listo y hasta los colonos estaban a punto de ponerse en camino, pero ias difrcultades han frenado todo eI asunto: Sin embargo de este empeño y de las reiteradas disposiciones que se dictaron para que todo esto estuviera üsto, tengo eI sentimiento de manifestar que muy poco se ha adelantado, porque se han presentado obstáculos para la mensura de los terrenos, y porque este año los fondos del Ministerio han escaseado extremadamente.

Con todo, estas dificultades y esta escasez de fondos no han frenado eI proyecto de Ia Colonia Modelo de Papantla. Todo lo contrario. Los preparativos avar;zan viento en popa a toda vela: En eI tercero de los decretos se prevenía la formación de una colonia modelo en el mismo estado de Veracruz, dándosele tal nombre porque, en virtud de las extensiones y auxilios que se conceden a los colonos y de los fértiles terrenos que en las inmediaciones de Papantla se les han señalado, no duda eI Gobierno de que se formará prontamente y de que su prosperidad hará patentes las ventajas de la inmigración extranjera en la República. Esta Secretaría, apartándose de la conducta observada en otras administraciones, no ha expedido el citado decreto para que sólo manifieste los buenos deseos que Ia animan sino que cuida de hacerlo efectivo, para lo cual mandó con los recursos necesarios a un ingeniero, que ha hecho la medición de los terrenos, levantado el plano de Ia población y de los lotes de cultivo y dado Ia descripción de aquellos...2l

2r Menrcria de Fontento..., México, 1857, p. 54.

28


En este caso, pues, de la colonia modelo de Papantla, parece no haber habido obstáculos y por Io visto los fondos del Ministerio no han escaseado. Los instrumentos legales en favor de la nueva iniciativa se suceden uno tras otro sin interrupción y las acciones encaminadas a su realización efectiva se ponen en marcha con asombrosa seguridad. El 31 de juiio de 1856 se había expedido el decreto de fundación, como se ha üsto, pero todavía no se sabía eI lugar exacto de su ubicación. Será, ciertamente, en el Estado de Veracrt)z, "en el lugar que el Gobienrc desigtte como má,s cotruen'iente". Alguien estaba buscando ya este lugar más conveniente para sus propios intereses. EI 3 de matzo de 1857, la Sección IV del Ministerio de Fomento habla

ya de que "h,a de situarse ett los terreruos que se estd,tt tnetrcurantdo en el pwtto de TexquitipanL",}lace algunas observaciones y propone un reglamento que tiene que ver de manera muy especial con las funciones del director de Ia colonia modelo. EI 15 de abril se publica ei citado reglamento y se nombra oficialmente al señor José María Mata como director. El 26 de julio se firma en Ia ciudad de México un contrato entre eI ministro de Fomento, Manuel Süceo, y Juan Bautista Musso, que representa a don Luis Masi de Génova. Y el 15 de junio, eI ingeniero

Francisco González, comisionado especial, firma los informes oficiales sobre la posición geográfica de la futura colonia, la topografia del terreno, bosques, productos de caza y pesca, ríos y arroyos, clima, üentos y temperaturas. Todo 1o cual, como se ha dicho, parece indicar alguna precipitación, o arreglos anteriores, que hacen sospechosa esta operación. Sin embargo, el22 de julio de 1857, el mismo José María Mata, junto con un tal Carlo Pastori, amigo del señor Masi, presentado como topógrafo y traído a México por Juan Bautista Musso, visitan los terrenos. El dictamen del italiano es completamente favorable: qo


Junto al Sr. Mata hemos visitado los terrenos de la colonia v a mi parecer difícilmente podría encontrarse una posición y un terreno más aptos y que presenten mayor.es circunstan_ cias favorables para la prosperidad y el futuro de una colonía.22

Todo, pues, estaba funcionando a las

mil maravillas. Se estaba ante el primer proyecto verdad.eramente estudiad.o a conciencia para hacer de México un país de inmigración, émulo y competidor del modelo que los liberales de Ayutla tenían siempre ante sus ojos. Y tenían la convicción inquebrantable de que aquí sobraban tierras y recursos. Sólo faltaban brazos. No hay que olvidar que la población era de solamente nueve millones de habitantes,

4

Cuando más tarde, como se verá, se presenten

1os

problemas,

tocará al mismo Juan Bautista Musso, que representaba a México como cónsul en Génova, dar su versión de los hechos al ser reconvenido con violencia por el gobierno de Turín que estaba preocupado por Ia suerte que corrían sus connacionales en las playas mexicanas. El 29 d.e noviembre de 1858, J. B. Musso escribe Io siguiente: creo necesario hacer a ud. una sucinta narración de los hechos: Desde muchos años atrás se presentan a este consulado individuos que quieren ser enviados a México en calidad de colonos 22

Archiuo Histórico de Reraci.o,es Exteriores (AHRE), documento núrn. 148'39: "siamo stati insieme al sig. Mata a visitarte i terreni della colonia ed a mio credere, difficilmente si potrebbe trovare una posizione ed un terreno piú adatto, e che presenti maggiori favorevoli circostanze alla prosperitá ed al futuro awenire di una colonia,,.

30


agrícolas, pero esto tuvo lugar especialmente por los años de 1855 y 56, en que la critogama y la enfermedad de los gusanos de la seda habían reducido a la miseria a un gran número de familias. Los campesinos se lamentaban también de la conducta inhumana de los propietarios que abusando de su miseriatrataban de recortarles su jornal en vez de adecuarlo al alza general de los productos alimentarios. Los lombardos se quejaban, además, de toda clase de vejaciones que les eran infligidas por el gobierno austriaco. Fue entonces cuando el suscrito se dirigió a su gobierno para pedir información sobre las leyes de colonización vigentes en México, y como respuesta se Ie mandó un Decreto del 31 de Julio de 1856 relativo a la fundación de una colonia agrícola modelo

que habría de establecerse en las cercanías del pueblo de Papantla.

Las condiciones parecieron justas aI que suscribe, y dejaban ver que habían sido dictadas por un sentimiento de protección hacia el colono. El gobierno mexicano hizo saber también a quien esto escribe su deseo de que se promoviera la colonización italiana en la república, porque, además de satisfacer una aspiración general de México entre los hombres de todos los partidos, se podría conseguir esta fi.nalidad con una población de raza latina que fortaleciendo a la ya existente podría, con el tiempo, formar un dique frente a la vecina república. El Ministerio de Fomento estaba dispuesto a obtenerlo con los sacrificios que fueran necesarios.

Como el suscrito no creyó conveniente ocuparse personalmente de los detalles indispensables del reclutamiento y expedi. ción de los colonos, propuso aI Sr. Luigi Masi que tomara sobre sí este encargo prometiéndole que al ir a México gestionaría algunas ventajas para el empresario que tomara la iniciativa, y obtendría otras condiciones no establecidas en el Decreto del B1 de Julio de 1856 que le parecían indispensables, entre las cuales estaban la del pago del pasaje de los colonos desde Génova hasta VeracruzEl suscrito partió para México llevando consigo a un tal Sr. Pastori, amigo del Sr. Masi, quien se lo había presentado como

31


agrónomo y le había propuesto que lo llevara a México para visitar los terrenos de la colonia.23

Quizá convenga terminar aquí todo lo referente a los preparativos inmediatos, de tipo legai y técnico, por parte del gobierno mexicano y por parte de su cónsul en Génova, J. B. Musso. Aún no parten los colonos. México los espera porque está convencido de que lo que hace falta son brazos que trabajen sus fértiles tierras llenas de una gran variedad de productos. Casi

el paraíso, conviene recordar 1o que ha dicho Comomfort y que representa la convicción de todos los partidos: "UtLa nación como México, dottde la Prouidencia ha derratnad,o todos sus tesoros, está más obligad,a que cualquier otra a desarrollar ernpeñosametúe los eletnentos que etrcierra su rico suelo". Y los colonos, por su parte, se preparan con nerviosismo y esperanzas, soñando en un futuro mejor para sus hijos y sus nietos. Pero muy pronto las cosas se van a complicar. De cualquier modo, nosotros queremos detenernos todavía un tiempo y seguir los pasos de don José María Mata que ha sido nombrado director de la colonia. Es uno de los xalapeños ilustres de los que se honra la ciudad capital del Estado de Veracruz.

23

32

ldem.


III. LAS ANDANZAS DE DON JOSÉ MARÍA MATA 1

La historia de don José María Mata está entrelazada con Ia de la colonia modelo de Papantla. Entre otras cosas, como se ha visto, es nombrado director de la colonia el 15 de abril de 1857. Nunca fungirá como tal, es cierto, pero tiene mucho que ver en todo este asunto, porque es él quien vende al supremo gobierno los terrenos en los que se va a instalar la colonia. La escritura de venta es del 19 de febrero de 1857 y se puede consultar en el Archivo General de Notarías. Es la número 46 y su título no deja lugar a dudas: "Venta de un terreno para Ia colonia, otorgada por el C. José Ma. Mata, a favor del Supremo Gobierno". He aquí sus partes medulares: El Señor Don José María Mata, vecino del Estado de Veracruz y residente hoy en esta capital, a quien doy fe conozco, dijo: Que ha convenido con el E. S. Ministro de Fomento, Lic. D. Manuel Siliceo, en vender al supremo gobierno veintiún mil acres de tierra situados en los terrenos de su propiedad que llevan por nombre Tesquitipan en jurisdicción de Papantla, estado de Veracruz, por el precio y bajo las siguientes condiciones: 1a. Pagará el Supremo gobierno por cada acre setenta y cinco céntimos de peso que hacen la suma total de quincemil setecientos cincuenta pesos.

2a. El Sr. Mata recibirá de la Agencia del Ministerio

de

Fomento de Veracruz un mil pesos en el mes de marzo, próximo entrante; un mil en abril siguiente; un mil en mayo; un mil 33


en junio; un mil en julio y setecientos cincuenta en agosto de este año. 3r¡. Los diez mil pesos restantes serán reconocidos sobre el terreno vendido con causa de réditos de cinco por ciento anual; pero dicho rédito no comenzará a cursarse sino pasados tres años, contados desde la fecha de esta escritura. 4o. Dicho capital de diez mil pesos, que queda a reconocerse, podrá ser redimido en todo o en parte a voluntad del comprador. 5o. Los gastos de medición del terreno y demás necesarios hasta entrar en posesión de é1, serán por cuenta del Ministerio de Fomento. 6a. No se expedirá testimonio alguno de esta escritura, sino después de que se haya agregado al presente registro el plano que está levantándose de los terrenos vendidos, con eI fin de que, valga éste, por principio de dichos testirnonios. 7o. El Sr. Mata se compromete en dirigir al Ministerio de Fomento antes de dos meses, contados desde hoy, las escrituras que tiene en su poder y que acreditan la propiedad y posesión de Ios terrenos que vende.24

No se han encontrado todavía las escrituras que acreditan la propiedad y posesión de los terrenos que vende el señor Mata. Se sospecha, con fundamentos, que son bienes de la Iglesia que por la ley del 25 de junio de 1856, o Le¡, Lerdo, o de Desamortización, se adjudicaban en propiedad a los arrendatarios o se vendían al mejor postor. Estos bienes fueron nacionalizados, o confiscados. eI 12 de julio de 1859 en que se publican las Leyes de Reforma en Veracruz nuevo Sinaí,

-el

24 Archit'o Generol de Notoríos, copia certificada de ta escritura núm. 46

del 19 de febrero de 1857, r:otejada dc su original, el que está autorizado por el notario de Ia ciudarl de Nléxico Mariano Vega, expedida para Fausto Rico ÁIvarez, notario público núm. 6 dei Distrito Federal, eI 2 de enero de 1996.

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como Ia llama pomposamente Jesús Romero F1ores.25 julio Mata escribe a Melchor Ocampo:

El

18 de

Supongo que adoptarán Uds. algunas medidas para la ena, jenación de capitales de manos muertas que sean favorables a los compradores. En este caso yo tengo que redimir o más bien comprar $2,000 que reconozco en los terrenos de Texquitipan.26

Tor.o este asunto de la desamortízacíón y de confiscación de los bienes de la Ig1esia, y de los bienes comunales, en general, es seguido por Mata con altibajos de aprobación y desánimo.

Quizá convenga seguirlo más de cerca en sus negocios y andanzas. La Correspondetucia publicada ofrece una veta que no ha sido suficientemente explotada, aunque no se olvida que el género epistolar privado tiene otras claves de interpretación. De todos modos, su caso parece iluminar otros documentos y actuaciones de carácter público y oficial. Se puede adelantar que quizá no esté lejana la explicación de por qué se eligió al Jstado de Veracruzpara la colonia modelo, de la opción por Texquitipan más tarde, del olvido del magno

proyecto de las Cuatro Colonias, y de las precipitaciones o prisas, según las cuales se seleccionan los terrenos antes de contar con los informes del ingeniero GonzáIez, y de la raz6n de los informes positivos de Pastori. Las cartas de Mata a Melchor Ocampo se pueden dividir en siete secciones. La primera incluye 1T misivas que están fechadas en Nueva Orleans y dirigidas a Melchor Ocampo 25 Jesús Romero Flores, Correspotrd.encia priuada de José Ma. Mato cott. Melchor Ocampo, Tipografia Mercantil de D. R. L., Morelia Mich., t9b9, p. 10: 'Yeracruz fue el Sinaí de las Leyes más justas dadas a México por los hombres más puros que hayan tenido en sus manos los destinos nacionales',. Don,

26

lbid.,p.zoe. 35


que reside en Brownsville. Ambos están en el destierro. Son los años de 1854 y 1855. A los dos personajes los une su común ideol.ogía liberal, la persecución que han sufrido y el destierro, la afición a la agricultura y, sobre todo, el amor que en Mata despierta Josefa, de 17 años, hija de don Melchor Ocampo, a quien acompaña en el exilio. José María Mata había nacido en Xalapa el 13 de noviembre de 1819. Por entonces tenía 35 años. Había hecho estudios en San Juan de Letrán y en la Escuela de Medicina. En 1847 se había radicado en Xalapa para ejercer su profesión de galeno. Se alistó en la Guardia Nacional y estuvo en la batalla de Cerro Gordo como médico militar. Cayó prisionero y fue llevado a Nueva Orleans. En Xalapa, de regreso, actúa como opositor de Santa Anna y los conservadores. En consecuencia es desterrado.

o

La segunda sección incluye 12 cartas. Va del 18 de octubre de 1855 al 10 de enero de 1856. Ha triunfado ya la Revolución del Plan de Ayutla. Ambos están en el país. lVlelchor Ocampo está en Cuernavaca, y luego en su hacienda de Pomoca, Mich. Mata en Xalapa. Es eI jefe del Departamento. El 18 de octubre de 1855 la primera carta- Mata -en participa que acaban de promulgar el bando nacional declarando presiclente a don Juan Álvar ez. Hay una posdata que dice:

Muchas peticiones han recibido en la Jefatura sobre indemnización de perjuicios ocasionados por Santa Anna y por su tirabeque Gutiérrez. Todas las he dirigido al amigo Llave; pero éste me dice que no puede disponer de la enajenación de los

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bienes de Sta. Anna, porque los pasó a disposición del Sr. Álvarez. ¿No está el gobierno d.ispuesto a confiscar esos bienes y a venderlos a censo enfitéutico?

El 4 de noviembre se entera

d.e que Melchor Ocampo se ha separado de su cargo de ministro, y esto, junto con la Ientitud del gobernador Llave para asumir sus ideas sobre la confiscación de bienes, le desespera:

Ya ve V. que se están desvaneciendo rnis esperanzas: Nada ha hecho el Estado de Veracruz que tan pomposamente se ha proclamado como estando a la vanguardia ¿de qué? Nada hace el go-

bierno federal y el úItimo atrincheramiento que me queda es lo que pueda hacer el Congreso Constituyente... Fastidiado de ver lo que pasa, ya hubiérame separado de la Jefatura de este departamento para irme también al rancho, si no fuera porque me he formado el deber de arreglar antes la guardia nacional y reorganizar la instrucción pública.

Lo único que lo anima son las pal.abras de su futuro suegro que Ie aseguran el amor de Josefa y le sugiere que ya va siendo hora de una declaración formal.

EI amor inflama su corazón y el tema del matrimonio

se

empieza a relacionar con el de las propiedades: Mis esfuerzos se dirigen a un solo fin: al de restablecer no mi fortuna, sino los medios de subsistencia que tenía adoptados antes de ser desterrado. Si lo consigo ofreceré entonces a Josefita mi modesta posición, advirtiéndoles de nuevo que soy pobre y que espero serlo toda la vida. Si llegado ese caso aceptare, procuraré compensar con un exceso de cariño y estimación lo que pueda faltarle en comodidades materiales (28 de noviembre, 1855).

Más tarde escribe: "En cuanto restablecer mi fortuna voy para atrás que vuelo" (26 de diciembre).

37


La úItima carta de esta sección anuncia que ha sido nombrado diputado aI Congreso Constituyente y también que ha comprado la Venta del Plan del Río: "El negocio presenta apariencia, el resultado 1o dirá".

3

La tercera sección tiene 48 cartas. Es la etapa del Congreso Constituyente y de la boda. Va del 15 de febrero de 1856 al B de febrero de 1857. Es un periodo de grande agitación. José María Mata es uno de los constituyentes más conspicuos y aguerridos. Vive su etapa de oro, que coincide con la boda. y no hay que olvidar que, en medio de estas discusiones, alegrías y trajines, eI 25 de junio de 1856 se promulga la Ley Lerdo, o de la Desamortización de Bienes Comunales; el gobierno ha tomado por fin una decisión en el sentido esperado por lVlata. Escribe: La ley de desamortizacíln comienza a surtir sus efectos, a pesar de las maldiciones de las viejas y de las excomuniones (circuladas clandestinamente) de los clérigos. Creo como V", que las conquistas hechas hasta hoy valen la revolución (27 de julio).

Las operaciones de la ley de desamortización marchan por vapor. Bien pronto este negocio pertenecerá a la historia (28 de septiembre).

El 20 de enero de 1857 ya cerca la fecha de la venta de -está Texquitipan al gobierno en la notaría de don Mariano Vega que, como se ha visto, es de1 1g de febrero- Mata escribe preocupado porque ha sabido que su suegro se ha visto en peligro en su hacienda de Pomoca por causa de unos bandidos.

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Entonces le hace una sugerencia y lo invita a establecerse en el Estado de Veracruz donde hay mucha seguridad: Según el aspecto que presentan Ias cosas, la sociedad va a continuar en una agitación violenta. Sólo se escaparán de ello tal vez los Estados en que, como el de Veracruz, no haya un clero dominante y rico que con su influencia y su oro haga que se estén despedazando unos a otros mejicanos.

La correspondencia publicada se interrumpe en este motnento preciso en que parecen comenzar las operaciones que a este estudio interesan. Es claro, con todo, que Mata ofrecet:á a su suegro y a otros amigos de compieta confíanza terrenos cercanos a la colonia italiana que, por supuesto, subirán inmensamente su valor. Son las llamadas tierras de San Miguel. Luego habrá un nuevo intento de r.'enta a una compañía de colonización italiana donde eI Nlarqués de Picrinelli y 1\{asi tienen acciones. Pero nunca pagaron. Este es eI único dato averiguado, del que más tarde se dará cuenta. Hay que tratar de articular los hechos que suceden en este tiempo. El 19 de febrero de 1857, se tira la escritura de com' praventa, según las condiciones ya vistas. El 15 de abril se publica eI decreto según eI cual la colonia modelo se instala en Texquitipan y su director será José María Mata. El 15 de junio el ingeniero González firma sus informes. El 26 de ese mismo mes se firma el contrato entre el ministro de Fomento, nombre del gobierno mexicano- y Juan Manuel Siliceo -en nombre de Luigi Masi. El 22 de julio Bautista Musso

-en

Mata visita los terrenos en compañía de Pastori. Ei 12 de agosto José María Mata toma posesión de los terrenos en nombre del gobierno. Estos documentos están en Papantla y ahí se echa de ver que las tierras de San N[iguel limitan con las de Texquitipan. Todo ello sería ya propiedad del señor

39


Mata, que ahora toma posesión de las tierras de la colonia en nombre del supremo gobierno.2?

4

La cuarta sección de Ia correspondencia es muy importante desde el punto de vista de Ia historial nacional. Va del 25 de marzo de 1858 al 11 de junio de 1860. Es todo Io referente aI célebre tratado Mac Lane-Ocampo. Son temas apasionantes y es hasta una pena ver que aquí se busca una cosa en realidad

muy pequeña. Mata está en Estados Unidos como representante del gobierno del licenciado Benito Juárez. Su suegro,

don Melchor Ocampo, es el secretario de Relaciones Exteriores. Generalmente reside en la ciudad de Veracruz. Son 62 cartas. Los temas son la consecución de los préstamos para el país, eI reconocimiento diplomático y el tratado, el famoso tratado, que al fina1 se vendrá abajo por eI rechazo de los congresistas norteamericanos. Es la parte más consistente desde el punto de vista ideológico. La colonia modelo se ha quedado atrás, pero Mata sigue con atención sus avatares y su desdichada suerte. Hay algunas referencias. El 30 de marzo Mata expresa preocupación por su esposa, a quien ha dejado en Papantla y habla de Ia posible compra y futura división de los terrenos: Como a V., me causa una pena indecible considerar la soled.ad de

mi tierna Josefita; pero juzgo muy peligroso que fuese

a

Maravatío... Si mi misión no da buen resultado, me deberé regresar pronto, y según fueren las circunstancias, podremos determinar si permanece o sale de Papantla.

27

40

Notaría Pública núm.

1 d,e

Papantla, lB58


Ese mismo día avisa de Ia compra y envío de provisiones para Ia colonia de Papantla:

D. Francisco Fontecilla me escribió de New-Orleans anunciándome que el cargamento que lleva puede llegar a $40,000. Es seguro que habrá abundantes recursos para los colonos, y esta noticia me ha hecho un bien inmenso. Las dos cartas que me remite V. para Europa, una para el Sr. Oseguera y otra para el Sr. Lipari, saldrán por el primer vapor'

El 22 de mayo escribe que ha recibido la noticia de la llegada de los colonos y Ia carta tiene fecha del 26 de abril. Es bueno tener en cuenta esta noticia. Por datos exactos de J. B. Musso sabrá que la expedición llegó a la barra de Tecolutla el 23 de abril de 1858. Mata escribe: "Recíbí carta de Tecolutla auisó,tt' dome la llegada de los colonos y tiene fecha del 26 del próxüno pasado". En medio de sus gestiones diplomáticas, todavía tiene lugar para preocuparse por los colonos, a los que ya ha mandado abut¿d'antes recursos. EI 19 de agosto escribe: "Tengo los mayores deseos de saber si Téllez se ha aliuiado y si los pobres colonos han, sido atendidos de algút modo. Cotno sé la buena uoluúad con que V. h'ará ert. fauor de ellos cuanúo pueda, excuso toda recomett daciótt .." Y el 17 de septiembre desde Nueva York: Triste es la pintura que TéIlez me hace de la colonia; pero confio en que mejorará. El Sr. Zamora me avisa haberme cargado en acta el valor de la harina y vino que TéIlez llevó, así como dos giros posteriores que a su cargo había hecho Téllez. Aunque ya Ia colonia me debe un pico, estoy conforme en esto y en todo Io demás que yo pueda hacer en obsequio de esos infelices.

EI 19 de febrero rie 1859 hay una carta que da por terminado todo el proyecto de la colonia modelo:

4L


viendo frustrados todos los bellos proyectos que sobre papantra habíamos formado, parecióme que ya no podría conveniru V. t" adquisición del terreno y había formado la :-ntención de reservar-

los para mí... Las dos cartas que me remite V. para Europa, una

para el Sr. Oseguera y otra para el Sr. Lipari, saldrán en el primer vapor.

Casi como epílogo de todo este asunto vuelve a aparecer el patético Pastori, con eI que comenzó Ia colonia de 1os italianos en Papantla:

Io

que V. me dice sobre respuesta a pastori me hace creer que una de mis cartas se ha extraviado, pues le constesté inmediatamente, incluyendo mi carta entre las que envié a esa (81 de marzo).

convencido de que se ha extraviad.o ra carta que dirigí a v. en ra que iba la respuesta a Pastori, ahora incluyo otra. Este pobre Sr. quería estar conmigo; pero no tengo en que ocuparlo, y al hacerlo venir aquí sería perjudicarlo y perjud.icarme. Aún sin eso, su ida a Papantla me cuesta cerca de $400 que no han aprovechado ni a Dios ni al diablo (14 de abril).

Pastori estuvo aquí hace varios días. siguió a New york de d.onde me escribió avisándome que iba a salir para Génova y encargándome que saludara a Vd. de su parte (1g de julio).

EI fracaso de todas sus gestiones en la cuestión del préstamo, y también el rechazo del congreso norteamericano del tratado Mac Lane-Ocampo, le hacen más y más pesimista y preocupado por sus finanzas personales. La ley de nacionarizactin o confiscación de los bienes comunales, en algunos aspectos, no le hace muy feliz;

He visto con sentimiento el nuevo d.ecreto para que el 40%

que

debe pagarse en dinero por ra redención de capitales del clero se

venda por la mitad. Esta disposición envuelve una injusticia hacia los que hemos sido los primeros en cumplir con la ley a la vez que concede un premio a los que no han querido apresurarse 42


a identificar su suerte con el gobierno. Más lógica fue la ley de desamortización que premiaba a los activos y atrevidos y castigaba a los morosos y cobardes (21 de noviembre, 1859).

Completamente desilusionado y quebrado, no piensa más que en eI regreso a México, y sus ojos se vuelven a los terrenos de

Papantla: Tomaré esa dirección con la idea de dejar en Tampico a Josefi'na y a mis hijas, mientras yo voy a Papantla a procurar obtener algún arreglo de mis cosas que me permita disponer de algunos recursos, siquiera para las necesidades del momento (27 de febrero de 1860).

5

En la quinta sección se pueden encontrar cuatro cartas, Mata escribe desde Xa1apa y Ocampo está en Veracruz. Son graves los problemas políticos y, además, se acerca la intervención extranjera. Los problemas económicos de don José María Mata son grandes y eI gobierno juarista no le quiere pagar 1o que le debe. Entre otras cosas salen a relucir los diez mil pesos de la venta de los terrenos de Texquitipan. La carta tiene fecha de 19 de diciembre de 1860: Me había formado la resolución de no volver a decir una palabra sobre lo que me deben, al menos mientras el Sr. Juárez esté en la presidencia y aceptar Ia miseria con la misma fortaleza con que he tenido para sufrir otras cosas; pero puesto que V. me habla de ello, Ie diré en respuesta: Que Ia noticia que da de no haber sido pagada la orden de diez mil pesos no me sorprende; así 1o esperaba y Io dije a V... Ahora ya que V. se propone abonarme algo del producto de la venta de pagarés por red.enciones, quiero proponerle una de varias operaciones que serán más favorables al erario.

43


A continuación expone un consejo que le ha sido dado por el señor Mac Lane, o sea, que se expida un decreto en el que se determine el establecimiento de un fondo del producto de los bienes del clero para el pago de todas las reclamaciones justificadas o reconocidas, o que se justificaren y reconocieren, por perjuicios sufridos durante la revolución. No hay duda de que su caso sería contemplado en estos renglones.

6

En Ia sexta sección ponemos tres cartas que Mata escribe desde el puerto de Veracruz. En la primera, del 2 de enero de 1861, Mata agradece al presidente Juárez por haberlo nom-

brado presidente de la Comisión de Reclamaciones. Pero todavía no recibe el aviso oficiai de su nuevo cargo: Siempre que se ha tratado de prestar algún servicio a mi país, lo he hecho con la mejor voluntad del mundo, y aun cuando Ia voluntad subsiste, me faltan los medios para ponerla en acción.- No tengo disponible arriba de $200, de los cuales la mitad serán gastados aquí... y eI resto se empleará en los gastos de la casa en Jalapa 15 o 16 días. Al retirarme de aqui que será dentro de cinco días, tengo que ocuparme en el modo de proporcionarme algunos recursos para seguir viviendo y para ir a esa ciudad al congreso federal, para el cual he sido nombrado.

4

En la séptima y última sección hay seis cartas. La última, escrita días antes del asesinato de Ocampo. Mata está otra vez en la ciudad de México. Es diputado en el Congreso. Después del 10 de marzo escribe que está muy satisfecho 44


porque, por Io visto, el presidente no ha sido sordo a ias indicaciones que don Melchor Ocampo le había hecho sobre Ia situación pecuniaria de su yerno: "Quizá pueda también ter-

minar yo mi liquidación con eI Ministerio de Fomento que estoy agitando, en cuyo caso volveré a Jalapa antes de ser que se verifique la reunión del congreso". EI 26 de marzo puede, por fin, anunciar de manera triunfal

que ya se ha dado la orden para que se arreglen sus asuntos en eI Ministerio de Fomento:

Hay dada orden para que me liquiden y paguen lo más que se pueda. Resulta un saldo a mi favor de $19,321 que si me lo dieran me permitiría asegurar a mi familia una renta con la que vivir

independientemente de mi trabajo, que empleado en la cosa pública, no es de lo más productivo... Tengo intención de irme a Jalapa el viernes y de allí ir de prisa a Papantla. Logré terminar mi negocio con el Ministerio de Fomento y voy a terminar con D. Ramón Bustillo, con quien desgraciadamente me tenía ligado en este mismo negocio.

Una buena parte de este arreglo tiene que ver con los terrenos de Texqütipan. En efecto, eI 22 Ce marzo de 1861 el escribano público D. Mariano Vega, asienta al margen de Ia escritura del 19 de febrero de 1857 que el Ministerio de Fomento le ha dirigido una comunicación del tenor siguiente: Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana.- Sección IV.- El Supremo Gobierno de acuerdo con el Señor Don José María Mata, ha rescindido el contrato que tenía celebrado sobre venta hecha por el segundo de dos mil cien acres de tierra en el paraje de Texquitipan jurisdicción de Papantla y por los cuales debía dar eI primero cinco mil setecientos cincuenta pesos en los meses de abril a septiembre de mil ochocientos cincuenta y siete, quedando a reconocer otros diez mil al cinco por ciento, según consta en la escritura otorgada ante V.

45


e¡r el expresado año. Como en consecuencia de d.icha rescisión se devuelven al expresado Sr. Mata los expresados terrenos, dispone el Exmo. Sr. Presidente de la República que V. haga las correspondientes anotaciones de que quedan sin efecto ni valor alguno tanto la venta de aquellos como el reconocimiento por parte del Gobierno de dichos diez mil pesos.- Al mismo tiempo previene S.

E. que proceda V. a otorgar nueva escritura d.e venta que el repetido Sr. Mata hace de tres mil trescientos treinta y tres acres de los mismos terrenos que deberán tomarse según las instrucciones que dará a V. dicho Sr. en el lado Oeste de la línea marcada con tinta encarnada en el plano que con el sello de esta secretaría le presentará.- Dios y Libertad. Méjico, marzo 22 de mil ochocientos sesenta y uno.- Por ocupación de S. E. Manuel Navarro.- Sr. escribano D. Mariano Veg¿.zs

El 28 de marzo de 1861 Mata anuncia su salida para Xalapa: He logrado que me den en abono de mis alcances, dos pagarés de $3 000 cada uno; el primero se vence dentro de un año, y el segundo dentro de dos. Aunque está distante el día del pago, lo considero seguro y me conformo. Estaré en Jalapa tres o cuatro días; de allí iré a Tlapacoyan...y de regreso a Jalapa decidiré allí

lo que habré de hacer respecto al servicio público.

La penultima carta de la Correspond,eruciq, es dei 2g de marzo de 1861. Mata expresa una gran desilusión del serücio público: Considero a esta sociedad tan degradada, tan prostituida y tan infame, que me pregunto muchas veces si un hombre honrado

tiene la obligación de hacer tantos sacrificios como he hecho por semejantes gentes. Algunas veces me viene la idea d.e que mi pre_ ocupación acerca del estado de la sociedad se está convirtiendo en monomanía, pues estoy a punto de declarar que renuncio a los derechos de ciudadano para irme a meter a un rincón de este o de otro país si fuera necesario.

28

46

Archiw Getwral de Notarías. Copia certificada.


Mata se retira a sus posesiones agrícolas pero su vocación, o adicción, al servicio público no 1o dejará nunca. A Papantia

parece no haber vuelto. Las escrituras de venta de Texquitipan son hechas eI 18 de junio de 1861 por don José María Mata, representado por don Agapito Fontecilla, a don Ramón Bustillo. A su vez, y en la misma forma y fecha, compra a este úitimo doce partes de tierra de Cacahuatal. Todo esto se puede consultar en la Notaría Púb1ica núm. 1 de Papantla, Veracruz.2s

Todavía es elegido diputado otra vez en 1863. Apoya a Porfirio Díaz contra hátez en las elecciones de 1867. El 16 de octubre de ese año escribe aI general Díaz:

Lo que me causa tristeza es Ia ceguedad del gobierno. Todos los que hemos aparecido como defensores de la Constitución, estamos siendo objeto de las calumnias más villanas, inventadas y propagadas por los palaciegos. iSacará alguna utilidad de ese sistema? Yo lo dudo.so

En 1870 viaja a Europa con su familia. En 1877 tiene el honor de llevar a Estados Unidos el primer abono de Ia deuda. Luego regresa a sus campús. Murió eI 25 de febrero de 1895 en Martínez de Ia Torre, Veracruz.

8

Conviene preguntar qué ha pasado con los colonos

de

Texquitipan que ahora es una fracción de 3 333 acres de propiedad del Gobierno Federal, porque eI resto del terreno se 29 Nohría Público nút¡t. I de Popantlo. 3o Benito Juárez. Docuntentos, díscursos

y correspondenclc. Selección y notas de Jorge L. Tamayo, t. 12, Libros de México, México, 1974, p. 561. 47


ha vendido. Qüzá alguno se ha quedado allí en Ia llamada Villa Luisa de los Italianos, pero Ia mayor parte se ha ido a Papantla o ha desertado. Muy pronto se verá. En 1865, don Luis Robles, Ministro de Fomento en eI imperio de Maximiliano, escribe: "El ministerio cumplió religiosamente con el empresario D.

Luis Masi dando a los colonos tierras y alimentos y se establecieron en El Cristo, cercano a Tecolutla, fundando la Villa Luisa donde permanecen".3r Todavía hace falta reafirmar la tesis principal: las tiemas de Texquitipan eran baldías, o de agostadero, y pertenecían a Ios bienes comunales de la Iglesia. Eran de muy poco valor. Completamente inadecuadas para la futura colonia. Todavía hay un dato algo más cercano. Hay que buscar enla Memoria presetúada al Excmo. Sr. Presidettte sustituo d,e la República por el C. Miguel Lerdo d,e Tejad,a dando cuenta de la narcha que han seguido los negocios de Hacierud.a Pública, en el tienpo que tuuo a su cargo la Secretaría de este ratno.s2 Es Ia lista de las operaciones de desamortízacíón realizadas hasta ese momento. AIIí están las tierras de las que se habla, con otro de los nombres con que son conocidas:

Papantla Dos terrenos, Larios y Malpica, Juzgado de Capellanías de México y Hospital de Jesús de Idem. 4,6667.00

Agapito Fontecilla

Según esto, don Agapito Fontecilla habría sido el representante y el prestanombre de don José María Mata en todas

31 Vicente

E. Manero, Docuntentos interesantes sobre Colotúza.ciótt,Méxi-

co, 1878, p. 55. 32

48

Imprenta de Vicente García Torres. México, 1857, p. 521.


estas operaciones realizarlas en el Cantón de Papantla.s¡ Los terrenos, ciertamente, eran y son de la peor calidad que se pueda pensar. Lo saben todos los lugareños. Y se compran baratos y venden caros en una operación de esas que involucran a hombres del gobierno con el gobierno. Pero el problema fue que en este caso se vio involucrada una operación de carácter internacional. Quizá por ello, entre otras cosas, Benito Juárez no yiera con buenos ojos a José María Mata, a pesar de la poderosa influencia de Melchor Ocampo. ¿Será éste el capí33 Es

el imprescindible "compadre". Cfr. Co»esportdettcia..., p. f 54. El 25 de octubre de 1859 Mata escribía: "Un defecto de los hombres que dirigen nuestro partido consiste, en que su demasiada honradez y apego al camino legal los ofusca y les hace desaprovechar muchos medios que llevarían nuestra causa aI triunfo seguro. Esta cosa que llaman legalidad y que no existe prácticamente ni aun en la república modelo, es el obstáculo que a cada paso obstruye su marcha" (Conespondencia, p. 243). Pero don José María Mata exagera un poco. En realidad, en La Mentoria de la Secretarío de l:lacienda, han quedado consignadas las "compras" de Iiberales prominentes. Cfr'.:T. G. Powell. El liberalistno y el cattpesinado ett el centro de Mérico (1850-1876), Sep/Setentas, México, I974, p.74: "Por medio de esta ley (la Ley Lerdo) Ios liberales destruyeron ia base del poder económico de ia Iglesia pero también Ia cohesión tradicional de Ias comunidades indígenas, las cuales como corporaciones civiles, eran propietarias de todas las tierras dentro de sus límites.

Algunos Iiberales (entre ellos, curiosamente, Comonfort mismo) usaron inmediatamente la I-ey Lerdo para favorecer a sus propios intereses personales demostrando así que no era sólo la ideología la que movía a Ia Reforma mexicana. Miguel Lerdo, autor de la Ley de Desamortización, compró propiedades eclesiásticas en el Distrito Federal por valor de 33,333 pesos.

Compras similares fueron hechas por el presidente Comonfort (22,500 pesos), Vicente G. Torres (49,484 pesos), José lllaría Igiesias (24,300 pesos), Francisco M. Olarguíbel (30,400) y José 1\{. del Río (47,700). Juan A. de la Fuente adquirió propiedades por valor de 48,764 pesos del Ayuntamiento de

la ciudad de México y Manuel Payno pagó 90,050 pesos por algunas propiedades no especificadas en eI Distrito Federal. En Oaxaca, Ignacio Mejía adquirió propiedades valuadas en 6,933 pesos de varias comunidades indígenas, y el ministro de Justicia, Benito Juárez, pagó 3,200 pesos por algunas propiedades eclesiásticas".

49


tulo de los calumnias nds uillatms, int¡entadas y propagadas por los palacíegos?

9

El 4 de mayo de 1861, don Matías Romero escribe

desde

Washington y hace notar que eI restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Reino de Italia ha tenido sus dificultades. Hay en el Reino Sard r un profundo espíritu de hostiiidad hacia México. Por una parte, a causa del reciente asesinato del Conde de Cosatto a manos de unos bandidos en el camino de Veracruz a México. Y por otra: El mal resultado que tuvo, y que yo presencié, la colonia modelo de Papantla, compuesta de genoveses, de los cuales todos se enfermaron por influencia del clima malsano de la costa, muchos murieron y los que quedaron con vida regresaron a Italia disgustados de nuestro país. son motivos suficientes para que los sardos no tuvieran buena posición respecto de nosotros.34

34 En Benito Judrez... de Jorge L. Tamayo, tomo 4, pp. 412 y 418. Don Matías Romero alude a las entrevistas del 20 de marzo y del 4 de mayo de i96l con Bertinatti, el embajador del rey Víctor Manuel en Washington. !i trio personal de Matías Rotnero (1855-j865), edición, prólogo y notas de Ilr'¡ma Cosío Villegas, El Colegio de México, México, 1960, pp. 892-400.

50


IV. TRAMITACIÓN DE LOS CONTRATOS I Muchas veces, a 1o largo de la historia de la fugaz colonia modelo se hará mención del decreto del 31 de julio de 1856. Es eI decreto fundacional. Es el punto de referencia obligado. Con todo, este decreto es solamente uno de los instrumentos jurídicos que jalonan la gran transformación del país iniciada por la Revolución de Ayutla eI 9 de agosto de 1855, y que tienen como núcleos más importantes o puntos más elevados: la Constitución del 5 de febrero de 1857 y las leyes de Reforma así como la del 12 de julio de 1859 y similares. Se trata de un cambio de arriba a abajo. Se intenta modificar toda Ia estructura económica y las llamadas superestructuras política e ideológica de una sociedad que durante siglos ha vivido en la inacción y en Ia rutina de un sistema de tipo colonial, o medieval, donde Ia Iglesia tiene mucho que ver. La Independencia de 1821 no había afectado a Iabase profunda, y el pasado informaba a todo el país de una rancia medievalidad dificilmente conjugable con el espíritu moderno que en Europa y, más cerca y más conspicuamente, en los Estados Unidos, se caracterízaba por el individualismo y la libre empresa. La ignominiosa derrota de 1847 a manos del ejército invasor de los Estados Unidos de Norteamérica produjo una revolución tremenda en muchos exseminaristas y gente culta. El futuro y el progreso estaban en otra parte y en otra dirección. Los vencedores se volvieron eI modelo para toda una generación 51


que quiso buscar el bien de su propio país siendo liberal y pro-

gresista "al estiio americano". La invasión, la derrota y l¿ prisión, o la deportación, y eI exilio, en la época de Santa Anna, se convirtieron en el efecto demostración, o escaparate, o en eI aula universitaria, para gente especialmente preocupada por los demás y por la propia superación. El que la mayoría de ellos fueran juristas, o profesionistas de formación liberal, los llevó a una gran confianza en las leyes y en los decretos. El 16 de octubre 1855 fue Ia convocatoria aI Congreso

Constituyente. El 22 de noviembre apareció la Ley Juárez sobre administración de justicia. El 28 de enero de 1856 se publica el decreto que autoriza a D. R. Masson y socios para formar una sociedad que explore y explote las minas en la República mexicana. Ei 5 de febrero de 1856 se autori.za a los extranjeros para adquirir toda clase

de propiedades rústicas y urbanas en eI territorio nacional. Esta medida es comentada así por eI presidente interino Ignacio Comonfort: "Tal franquicia que reclamaban justamente Ia civilización y el interés nacional, no puede menos de ser un poderoso estímulo para que los hijos de otras naciones vengan a aumentar nuestra escasa y diseminada población'.ar El 14 de febrero de 1856 se reúne el Congreso Constituyente. El 11 de abril se promulga la Ley Igiesias, sobre derechos y obvenciones parroquiales. El 10 de mayo se publica el decreto sobre la fundación de las cuatro colonias entre Xalapa y Veracruz. El 25 de junio aparece la Ley Lerdo o de Desamortización. El 31 de junio se dicta eI decreto sobre Ia colonia modelo. El 12 de febrero de 1857 se publica la Constitución. El 15 de abril aparece el reglamento de la colonia y el nombramiento de don

35

52

Los presid,entes de México onte la Nación, México, 1g66, p. 441.


José María Mata como director. El 26 de junio se hace el contrato entre Manuel Siliceo y Lurgr Masi que traerá 200 colonos italianos.

julio de 1859, en Veracruz, se publica la Ley de Nacionalización de ios Bienes del Clero Secular y Regular. Como se puede ver, se trata de una especie de fiebre de cambios y de transformaciones de la estructura anterior, donde los decretos y las leyes preceden y siguen, apuntalan y refuerzan la labor de los constituyentes. Constitucionalismo y ejecutividad se apoyan mutuamente en nombre de la revolución y del futuro. Y los inmigrantes y colonos tienen su parte importante en toda esta agitación.

Ei

12 de

.)

El decreto del 31 de julio de 1856 para establecer la colonia mode1o

en eI Estado de Veracruz está bien calculado como el detonante

de una nueva era, en continuación, y como reemplazo, del de las cuatro colonias del 10 de mayo del mismo año, en raz6n quizá de los mejores ofrecimientos que se hacen, pero, sobre todo, en razón de que ha sido exaedida ia l,ey Lerdo del 25 de junio. Las fechas son claves: 10 de mayo, 25 de junio, 31 de julio.

Cada una de las cuatro colonias tendría 11 mil acres (4 429.6 hectáreas).36 Ahora se trata de una sola extensión de 36 Mentoría de la Secretaría de Estado y de Despocho de Fomento, Colotúzación, htdustria y Comercio de la República Mexicana, México. 1857, p. 14. También en: Manuel Dublán y José María l,ozano, Legislación. rtrcxicona o Coleccíón corrtpleta de disposiciones legislatiuas expedidas d,escle lo Independencia de la Repúblico, t. \TII, México, 1876-1904, p. 166. Igualmente en: Francisco de la Maza, Código de Colonización y Terrettos Boldíos, Móxico, 1893, p. 626; y en: Leyes, decretos y circu.lares del Estado de \terocruz-Lloue, aíto 1855-1856, Xalapa, 1889, p. 269. Hay también hojas sueltas, o volantes, en los archivos de Ia Secretaría de Relaciones Exteriores.

53


21 mil acres (8 498.7 hectáreas). Pero todavía se ofrece un lote de 100 acres a cada colono y todas las ventajas que incluía el proyecto anterior, es decir, que los lotes se venderán a su precio de avalúo a censo redimible, a 5% anual, pero solamente a partir del tercer año. Respecto a los extranjeros se establece Io siguiente: Los extranjeros que se presenten a solicitar lote de cultivo serán considerados, por sólo ese hecho, como ciudadanos mexicanos y al tiempo de darles posesión del lote, harán renuncia formal de su nacionalidad ante la primera autoridad local, quien dará noticia de cada caso al Ministerio de Fomento por el conducto respectivo, para que se expida al interesado el documento corespondiente (art. 9).az

Además del solar que se dona, del lote de cultivo que se ofrece

en condiciones de pago muy favorables, hay otros auxilios también que serán proporcionados por el Ministerio de Fomento y el gobernador de Veracruz: animales de labranza, instrumentos y alimentación durante un año que serán pagados por los colonos en las mismas condiciones. De todas estas cosas se encargará un agente del Ministerio que también proveerá la transportación bajo las mismas condiciones de pago. Hay tres años de gracia. Y en previsión de las dificultades, o de los morosos o remisos, se especifica lo siguiente: que durantc cinco años no se les podrán embargar los terrenos a los colonos, ni las mejoras que les hayan hecho, ni los muebles y demás bienes, ni las provisiones necesarias para un año de subsistencia (art. 10). Se trata de grandes ofrecimientos que descansan todos sobre la confianza en el trabajo y en la iniciativa de los indi-

37

54

Memoria de Fonento citada, p. 1g


viduos y sobre un futuro no muy lejano de tres a cinco años de duración. Fuera del soiar para el domicilio, nada es regaiado, todo está basado en el reembolso que vendrá por el trabajo y la honorabilidad de los colonos: los medios de transportación, los terrenos para cultivar, los útiles agrícolas y las bestias, la

alimentación durante un año. Y de las ministraciones d.e todos estos auxilios y de los cobros se encargará el agente del Ministerio de Fomento, cuya importancia pasa a ser capital.

3

Precisamente sobre las funciones de este agente versan las principales recomendaciones que hace la Sección IV del Ministerio de Fomento el 3 de marzo de 1857. Las observaciones y precauciones indican que no se invite a los colonos antes de terminar Ia mensura de los terrenos, que no se les den lotes tan grandes sino en escala proporcional, o variable, y que lo mismo se haga con las ministraciones de útiles de labranza y de animaies. En el reglamento que a continuación de estas observaciones se redacta, se dice que el agente del Ministerio debe: Formar y remitir inmediatamente al Ministerio de Fomento un presupuesto económico de 1o que cuesta la construcción de las barracas o galeras donde se alojen provisionalmente los colonos y otro de costo que tengan los animales y útiles para la labranza que se han de dar a los colonos, teniendo presente en la elección de los instrumentos las circunstancias del terreno y los arlelantos que en otras naciones ha hecho la agricultura (art. 1, I\r).

Hay tambien disposiciones muy detalladas sobre eI libro de gastos que debe abrir el agente con las comprobaciones respectivas de sus gastos y de la libreta que se debe dar a 55


cada colono sobre sus deudas y sobre sus abonos (art. r, \T, \TI, vrrr y rx). El agente del Ministerio de Fomento resulta ser eI personaje clave de toda la operación. Pero en eI artículo segundo se asienta:

El director de que se habla en eI atículo anteior, cesará en sus funciones. luego que se hayan distribuido los lotes de cultivo y ministrado a los colonos los auxilios que con arreglo al art. 11 del citado decreto deben recibir; pero quedará con el carácter de agente del Ministerio de Fomento, con el único objeto de percibir los réditos de las anticipaciones que se le hubieren hecho y del valor de los lotes, así como también las relaciones a abonos que dieren por cuenta de su deuda.

trata, pues, de un director de la colonia muy especial. Más bien es eI que Ia establece y la funda y aquel con quien los colonos quedan en deuda porque representa al gobierno de México, que los ha invitado y les ha suministrado todas esas facilidades con créditos blandos. El 15 de abril se publica el reglamento propuesto por la Sección IV del Ministerio de Fomento y se nombra director de Ia colonia modelo a don José María Mata. Por otra parte, los colonos se obligan a residir durante tres años en la colonia, "sin poder separarse de ella, a menos de que no satisfagan al contado las anticipaciones que se les hubieren hecho" (art. 9). Y para asegurar estos pagos, cada uno de los colonos habrá de presentar una fianza de tres o cuatro indiüduos de la colonia o de residentes en otro lugar {'.que se obligan a responder de mancomún, por el pago de las cantidades suministradas, en eI caso de que aquél se separe antes de haberlas satisfecho". La colonia se establece, pues, como una sociedad fundada en el contrato, a ciencia y conciencia de los individuos singulares responsables y dei agente Se

56


del gobierno como empresario. Ya se ha sugerido Ia reducción de Ios lotes, porque no es bueno que cada individuo vaya a proceder como empresario o como especulador con los terrenos que se Ie confían. Hay empresarios que cargan con las mayores utilidades y también con la responsabilidad y los riesgos. Muy pronto se verá por dónde se reventará Ia reata de todo esto que parecería perfetamente atado'

4

Et 26 de junio de 1857 el ministro de Fomento firma un contrato con Juan Bautista Musso, cónsul de México en Génova, que representa al coronel Luis Masi. El artículo primero dice: El Sr. Coronel D. Luis Masi

se compromete a

remitir aI Puerto

de Tecolutla, doscientos italianos con familia o sin ella, precisa' mente agricultores, sobrios, laboriosos e inteligentes, para la fundación de la colonia de que habla la ley del 31 de julio de 1856.38

Juan Bautista Musso, que fungía como cónsul del gobierno de México en el puerto de Génova, recibía muchas solicitudes de

gente que quería ir a México en calidad de colonos agrícolas y había solicitado informes al respecto. Se le había mandado eI decreto del 31 de julio de 1856. Viajó hacia México y allí firmó eI contrato de que se trata, pero en representación y por poder del coronel Luis Masi. Como lo dice en su correspon-

dencia, Iogró, en efecto, cambios significativos a lo que se estipulaba en el decreto. Alguno de ellos ya estaba en las recomendaciones de Ia Sección IV del Ministerio de Fomento:

38

tbid., p. z+

57


la reducción del lote de cultivo. Pero de allí se va a tomar el pago principal para el nuevo contratista. por lo pronto, el artículo segundo se presenta como una oferta muy generosa y muy amplia para quienes no conocen la citada ley y eI llamado reglamento de la colonia:

A cada uno de los colonos que tengan los requisitos expresados anteriormente (í. e.: agricultores, sobrios, laboriosos e inteligentes...) se le dará un solar para que construya su casa en el lugar designado para la población, y las dos terceras partes de los cincuenta acres de un lote de cultivo, cuyo solar y terreno poseerán en absoluta propiedad desde el momento en que lleguen a la colonia y se les ponga en posesión de ellos, sin más condiciones que las expresadas en la citada ley y en el ..eglamento de la misma colonia.

Estos colonos debieron ser, en verdad, muy inteligentes y muy agudos para poder detectar las falacias de composición y de énfasis que incluyen estas formulaciones del artículo segundo. Algunos lo eran, ciertamente, pero no tanto. O por lo menos, la necesidad de emigrar y el espejismo d.e los terrenos los hicieron prestar poca atención a las cláusulas. Solamente vieron lo que dice; "Se le dará, un solar para que construyan su casa y las dos terceras partes de los cincuenta acres de tierra de un lote de cultivo..." y poca o ninguna _atención prestaron a 1o último, que por otra parte era minimizado: ,,sl¡¿ tnás cottd,iciorrcs que las expresadas en la citada ley y en el contrato de la colonia". Estas condiciones ya se saben: residencia obligatoria de tres años en la colonia, pago de los terrenos según avalúo, pago de Ia transportación, pago de animales, útiles y alimentos que se fueren suministrando, todo esto obligatorio aI término de tres años, con un interés creciente d.e 5%, pero con Ia inmunidad de embargo hasta pasados cinco años. 58


Las obligaciones del contratista o enganchador, el señor Masi, eran muy pesadas: En término de seis meses poner 200 colonos italianos en Tecolutla. 2. Mantener completo el número de los colonos en eI terreno "durante los tres primeros años de su fundación, saluo el caso de epidemias o de algún, otro de fuerza rnayor, los cuales no serátv resportsabilidqd del Sr' Masi". 3. Si por causas de fuerza mayor los colonos no cosechasen lo suficiente para la propia subsistencia, se les continuarán los auxilios bajo Ia responsabilidad del señor Masi, a cuya cuenta se cargarán. 4.Por cuenta del señor Masi también se darán a la colonia diez caballos y diez mulas para eI servicio colectivo de comunicación con los alrededores. 5. El señor Masi se obliga a hacer firmar a los colonos a su salida de Italia para México un documento, en presencia del cónsul de México en Génova, "en eI cual se comprometen a observar todas las condiciones impuestas por la mencionada ley y reglamento respectivo". 6. Corren por cuenta del señor Masi los gastos: o) de la propaganda y enganche de ios colonos en Italia; b) de su transportación de Génova a Tecolutla; c) del técnico agrónomo. -1.

Muchos compromisos y muchas responsabilidades las del señor Masi. Porque ante el gobierno mexicano queda como responsable de cuatro cosas: .I.

De los diez mil pesos que se Ie dan para Ia transportación de los colonos.

2. DeI valor de todos los lotes que se dan a la colonia.

59


Los gastos que implique la compra de los animales, útiles de labranza y alimentos que se ministren d.urante un año o más en caso de nulas cosectras. 4. De los réditos de bo/o anual que causen tod.os los capítu3.

los anteriores.

Pero como compensación el empresario italiano recibiría fuerte recompensa:

La tercera parte de cada lote de b0 acres acordados a cada uno de los 200 colonos, o sea, B BBB acres, que equivale a 1 384.8 hactáreas de tierra que elija su repre_ sentante, o perito, en eI terreno de Ia colonia que mejor le convenga. 2.Diez mil pesos, que importa la suma de b0 pesos por cada uno de los colonos: .I.

Los diez mil pesos que importa esta indemnizaci6n, se pondrán a disposición del Cónsul de la República en Génova, quien bajo su responsabilidad no deberá entregarlos al sr. Masi hasta que se le dé aüso oficial por el Ministerio de Fomento, de la llegada de los colonos al puerto de Tecolutla o a otro cualquiera de la costa, si la

colonia no se estableciera en las inmediaciones de papantla. Dichos diez mil pesos se cargarán proporcionalmente a los colonos, para que los reconozcan y paguen en los términos y con

las mismas condiciones que los que los demás efectos que se les ministren.

Todo, pues, salvo el solar para su domicilio, será pagado por los colonos, pero ahora el responsable último, y fiador de toda la deuda, es eI señor Masi. Por eso quizá er contrato siente ra necesidad de reafrrmar esta situación y de darle posibilidades de que se arregle por su parte con los propios colonos según más convenga, con tal de que no se 1es exija más de lo que le conceden la Iey y el reglamento: 60


Siendo eI señor Masi responsable ante el Gobierno del importe de los terrenos que se han de distribuir a los colonos; de la cantidad que se de por eI viaje de éstos; del de los animales, útiles y alimentos que se les ministra, y réditos que causen todos estos objetos, podrá dicho Señor, no obstante 1o dispuesto en la cláusula 2a, establecer de acuerdo con los mismos colonos, las condiciones indispensables para su garantía e intereses, poniéndolas en conocimiento del Gobierno Mexicano, eI cual se obliga a hacerlos cumplir en el caso de que para el pago de los terrenos, animales, réditos, etc. no impongan mayor gravamen que el que se refieren en Ia ley y reglamento ya citado (art. 14).

La úitima de las cláusulas del contrato Siliceo-Masi merece una consideración especial. Habrá que recordar que eI ingeniero Francisco González, comisionado especial, firma sus informes sobre los terrenos de Texquitipan el 15 de junio de 1857.3e El contrato Siliceo-Masi se fi.rma el 26 de junio. Y eI llamado agrónomo, Pastori, visita la colonia, junto con José María Mata, eI 22 de julio.¿o Quizá por estas fallas, el contrato incluye una precaución de última hora que va a resultar fatal: Si los terrenos destinados a la colonia, no se encontrasen por el agente del Sr. Masi con las condiciones necesarias para Ia prosperidad y establecimiento de los colonos italianos, el gobierno proporcionará lo más pronto posible, otros que sí las tengan y que reemplacen los que por este contrato en la parte relativa a los terrenos, animales, réditos, etc. de los colonos, quedará sin efecto en la que trata de dicha responsabilidad, así como también en las concesiones que por ella se Ie hacen y sólo quedará vigente en lo relativo aI envío dentro de seis meses de los doscientos colonos, y el Gobierno al pago de los diez mil pesos para Ios gastos de su

39 4o

lde,n. Cfr.: Italianos en ll[éico, pp. 39-42. AnnE t4-8-89.

61


transporte y a la manutención de los colonos en el caso de que habla la cláusula 9a.

Esta ultima cláusula, la número lG, y Ia tercera, que habla de Ia probabilidad de epidemias o de algún otro caso de fuerza mayor, "los cuales ruo serótt resportsabilidad del Sr. Masi", fueron fatales para toda Ia estructura jurídica que parecía haber sido articulada perfectamente. Por otra parte, quizá convenga preguntar dónde han quedado los otros 10 000 acres de terreno de Texqütipan. Porque de los 21 000 acordados por el decreto, hay que descontar 1 000 que son para el fundo legal de la colonia y 10 000 que son los lotes de cultivo divididos de la siguiente manera: de cada b0 acres se dan dos terceras partes a cada uno de los 200 colonos y una tercera al empresario, eI señor Masi. Quedan fuera 10 000 acres. Éstos parecen ser las tierras de San Miguel, que a partir del 20 de enero de 1857 Mata ofrece a su suegro Melchor Ocampo, a quien considera muy poco seguro en su haciend.a de Pomoca.4r

El 30 de marzo de 1858, don José María escribe

desde

Nueva Orleans: Pueden enviar V. y los amigos Degollado e yturbide a Dn. José Gutiérrez Zamora de Veracruz, quinientos pesos cada uno, como 41 Correspondencia..., p. 122: "Cteo que está V. mal en pomoca, cerca de pueblo un de enemigos de la libertad y por consiguiente de v. El clero a quien ha levantado V. las faldas, jamás se lo perdonará... Si en la espedición que

deberá

v.

hacer para llevarse a Josefina hallase

v. que en el Estado

de

Veracruz le covienen los terrenos..." En p. 126, del 2T de enero: ,,Creo que con_ vendrá v. bajo el punto de vista pecuniario, el cambio de residencia al Estado de Veracruz. La gran falta que sufrimos para esplotar sus infinitas produc_ ciones agrícolas, es la de brazos, y si v. lograra llevarse los mozos que en ésa tiene, no habría más que apetecer. confio en que si llega v. a ver los terrenos. será de mi opinión.".

62


parte aproximada que les corresponderá en Ia compra del terreno, a reserva de hacer la liquidación cuando se haga la división de éI.42

El 19 de febrero de 1959, habiendo pasado casi toda esta historia, don José María escribe desde Nueva York: He recibido las dos libranzas de S500 cada una que se ha servido V. remitirme, una por la parte que representa V. en los terrenos de San Miguel y la otra por acta del tesorero público. Respecto de la primera diré a V que sólo la admito por temor de que V. echase a mal lado mi negativa. Viendo f¡ustrados todos los proyectos que sobre Papantla habíamos formado, parecióme que ya no podía convenir a V. la adquisición del terreno y había formado la intención de reservarlos para mi; pero como nada de esto había dicho a V. antes, acepto los $500, a reserva de devolverlos a V., si como lo suplico acepta mi proposición.a3

EI primero de agosto de 1859 escribe todavía sobre el asunto: Puede V. decir a los Srs. Degollado y Farías que si quieren conservar la parte correspondiente de los terrenos de S. Miguel yo no tengo inconveniente de ello, pero que mi intención es vender el referido terreno porque he prescindido de la idea de establecerme allí, no porque los terrenos sean malsanos, sino por otras causas personales.44

Como se ha visto, en eI capítulo anterior, Mata rescinde, por completo, el 22 de marzo de 1861, el contrato que había celebrado eI 19 de febrero de 1857 de "Venta de un terreno para colonia" en la cantidad de 15 750 pesos. Ese mismo día vende

lbíd., p. tB6. lbid., p. t66. +4 lbid., p. ztt. 42 43

63


al Ministerio de Fomento una fracción de 3 333 acres que son comprados otravez por el propio gobierno. Quizá era Ia fracción que en el contrato se otorgaba al empresario, el señor Masi, y que, como se verá, nunca llegó a ocupar. Otra porción del terreno la vende Mata el 18 de junio de 1861. Y ese mismo día compra las tierras de El Cacahuatal, pequeño jirón situado en Ia margen derecha del río Tecolutla, a Ia altura de lo que será Ia ciudad y el puerto de GutiérrezZamora. Terrenos, ciertamente, mucho más fértiles.as

45 Notaría pública núnt. 1, Papantla

64


V. LA LLEGADA DE LOS COLONOS

A TIERRA MEXICANA 1

La primera noticia pública que se tiene de la futura colonia de italianos de Génova en México parece ser Ia del Diario de auisos del 14 de agosto de 1857. EI periódico se refiere a informaciones proporcionadas acerca de Juan Bautista Musso que se encuentra en México. La nota comunica los datos esen' ciales y añade una referencia a la fracasada colonia de los franceses en Coatzacoalcos:

La colonia mandada establecer en Papantla, por decreto del 31 de julio de 1856, va presto a ser poblada por doscientas familias itaIianas de la provincia de Génova, donde la laboriosidad e inteligencia de los agricultores es bien conocida. Habiendo encargado el supremo gobierno al señor cónsul de la República en Génova, según se nos ha informado, el envío a México de colonos italianos, dicho señor, después de haber tomado en aquel puerto todas las disposiciones necesarias, ha venido a esta capital en la que se halla desde hace algunos meses con el objeto de ocuparse de los pormenores indispensables, para que los colonos que deben establecerse en Papantla no tengan el fin de los que antes de ahora intentaron establecerse en Coatzacoalcos, y que por el contrario prosperen, dando lugar así a Ia formación de nuevas y más importantes colonias.46 46 Diario de auisos,14 de agosto, 1857. Sobre el fallido experimento de Coatzacoalcos, véase: Hippoüte Maison

y Charles

Debouchet, I¡¿ colonizaciótt

francesa ett Coatzacoalcos, prólogo de Carmen Blázquez Domínguez, UV, Xalapa, Ver., México, 1986 y J. B. Zlll\, "Franceses e italianos en México", 1,o Palabra y el Hontbre, núm 49 (ene-mar), nueva época, pp. 21-52, 1984.

65


Al día siguiente, 15 de agosto, El Siglo x/x, que reproduce una nota de El Heraldo, ofuece la noticia exactamente en los mismos términos. Se puede suponer que se trata de la misma

fuente, o sea, el Ministerio de Fomento que emite el consabido "boletín de prensa". Y Ia suposición se hace más verosímil por los comentarios elogiosos con los que se adereza la nota: Muy loable es eI celo que ha demostrado dicho funcionar.io y deseamos que tenga buen éxito, así como el empeño que el señor ministro de Fomento úoma por la pronta realización de este negocio que indudablemente le hace honor. Las bases del contrato, nos han asegurado que son f¿.vorables al gobierno, pues éste anticipa lo necesario únicamente para la formación de la colonia, exigiendo para que aquélla se verifi.que, no menos que para el reembolso de la suma, las garantías suÍicientes.

Muy generalizado está en Ia República el deseo de que se establezcan colonias; pero más es aún en el que se compongan de verdaderos colonos, esto es, de agricultores honrados, hombres de trabajo, útiles, cualidades que reúnen los que deben de venir de Génova.

Procuraremos informarnos de la marcha que sigue eI proyecto de la colonia indicada, para tener al corriente a nuestr.os lectores,

a quienes consideramos interesados en saber lo que el gobierno hace en favor de esta importante mejora, que reconocen todos ser de inmensa

utilidad para nuestro

país.a7

a,

El

Síglo.VX, que indudablemente refleja y apoya al gobierno, no se contenta con la noticia objetiva y escueta, sino que desentraña sus implicaciones en favor de las autoridades y

a7

66

il

Siglo,ylx, 1b de agosto, 1857.


explicita las convicciones generales sobre la utilidad de los colonos. Es interesante ver que ya se habla de las garantías necesarias para que no se trate de un gasto o de una erogación inútil. El mismo periódico vuelve sobre el asunto el 21 de noviembre y en este caso para desmentir noticias pesimistas propaladas por uno de los periódicos de Ia oposición. Esto deja ver que hay una corriente adversa a la fqtura colonia y que no todo va a ser miel sobre hojuelas. Comienzan las interpretaciones de corte negativo. Todo esto se verá más tarde en abundancia. Por lo pronto, uno ya se encuentra con el fantasma de los italianos revolucionarios o carbonarios: Llenos de gozo los señores del Eco anunciaban hace pocos días que a consecuencia de un incendio los buques destinados al efecto, ya no vendrían los colonos italianos que van a establecerse en Papantla, figurándose que todos son carbonarios. El gesto de nuestro colega se tornará en tristeza cuando sepa que a bordo del Grampus procedente de Génova han llegado a Veracruz los primeros diez y ocho colonos sardos.48

De estos diez y ocho presuntos colonos sardos que llegan con

anterioridad, no se ha encontrado ninguna confirmación. Ninguna fuente habla de ellos. En cambio, varias veces se hará manifiesto el temor que inspira en los conservadores el grupo de colonos genoveses que va a llegar y más de una vez se volverá sobre este punto. Habrá que recordar que todavía en 1900, la llegada de Ios italianos estará velada por Ia sospecha de la "Carbonara" o la "Camorra".ae

48

lbid.,21 de noviembre,

ag Cfr.t J. B.

Zilli,

1857.

Braceros itolianos pora llfiéxico, tIV, Xalapa, 1986, p. 54.

67


3

EI 27 de enero de 1858, .Lo Sociedad anuncia finalmente Ia salida de Génova de una expedición de 234 personas con destino a Veracruz y por primeta vez aparece un nombre para la futura c<¡lonia. Se llamará, dice la nota, Villa Suiza: El 27 de enero último ha salido de Génova con destino a Veracruz una expedición de 234 personas de ambos sexos y clistintas edades. Dichas personas vienen a fundar una colonia a inmediaciones de Papantla, r:on el nombre de Villa Suisas0 (se equivoca el redactor en el nombre. Pronto se sabrá que no es la Villa Su.iza, sino la Villa Luisa y se darán las razones emotivas de un nombre

al parecer muy poco pertinente).

Al día siguiente, reproduciendo otra vez al Heraldo, El Siglo X.l-Y pubiica una larga nota que contiene las noticias anteriores y añade varios particulares: Zatp6 de este puerto el buque sardo Tecoluúlo, que conduce a la república los colonos italianos que van a poblar la colonia modelo en las cercanías de Papantla, y que conforme a los deseos de dichos colonos se llamará Villa Luisa, por haber querido reconocer los servicios que el señor cónsul D. Juan B. Musso ha prestado, dándole el nombre de su apreciable esposa. Fue un espectáculo verdaderamente tierno: en todo son 234 personas entre hombres y mujeres, grandes y chicos; la mayor parte agricultores, toda gente sana, robusta, de buen aspecto. Lo dificil era el

primer establecimiento. Ahora, si en la república los acogen bien y los protegen, los amigos y parientes de los que ayer salieron bastarán por sí solos a formar una pequeña ciudad italiana, y este ejemplo aminará a los emigrantes de otros puertos de Europa y llegará al fin a acreditarse en la república que tan

5o

68

La Sociedad, 27 de enero, 1858


desatendida se halla. Llevan los colonos una partida de hierro, cobre, zinc, máquinas e instrumentos, una bomba de incendio, 200 fusiles y las municiones correspondientes. lienzos de diversas clases, varias cajas de medicinas, Iibros de agricultura y de instrucción elemental, todo lo necesario para el culto. En fin, es un pequeño pueblo qlre por poco que los protejan marchará perfectamente y hará honra a Italia y a los que concibieron la idea y trabajan con empeño por llevarla a cabo. El Sr. Musso pronunció, dirigiéndose a los emigrantes un discurso en italiano. del cual envío a Ud" una mala traducción. El discurso fue recibido por aquellos con vivas aI cónsul y al coronel Masi. El Sr. Musso contestó dando vivas a México y a ltalia.5l

Esta nota del Heraldo y de El Síglo xlx tiene todo eI tinbe de haber sido redactada sobre carta y noticia enviada por eI mismo J. B. Musso, cónsul de México en Génova; más, cuando a continuación inserta íntegro el discurso pronunciado por éI en aquella ocasión de despedida y que parece conveniente reproducir en su integridad. Lo merece también, sea cual sea la suerte futura de la colonia Villa Luisa. En el momento solemne para vosotros en que abandonáis vuestra patria para iros a establecer en países lejanos, me es grato dirigiros unas palabras. El gobierno de México, que tengo la honra de representar, deseando aumentar la población de aquella vasta república, ha decretado el establecimiento de una colonia modelo, que pruebe las ventajas de la colonización en aquel rico país. Para facilitar y llevar a cabo esta idea ha provisto al pasaje de los colonos que vayan de Europa a Ia colonia, a los terrenos, a las barracas para alojarlos, al ganado, semillas, útiles de labranza, alimentos, en fin, a todo cuanto es necesario para transportar al

colono, para procurar su existencia y para procurar una propiedad al mismo. Me es satisfactorio que semejantes ventajas

5r

El

Sielo xrx,8 de marzo, 1858.

69


redunden en beneficio de italianos y el haber yo contribuido a obtenerlasLa República ha concedido terrenos en la colonia misma al Sr. Coronel D. Luigi Masi a condición de representaros ante aquel gobierno y ser responsable de todos los gastos de la fundación de la colonia. Dicho señor, abrazando con celo, con entusiasmo esta empresa tan honrosa, os ha reunido y organizado y después de habel vigilado para que nada os falte a vuestra salida para la colonia, os hace ahora acompañar por personas respetables y de su confianza y mía, a las cuales debéis la mayor consid^ración. Entre éstas va un sacerdote respetadc. y tened bien presente que desde los tiempos más remotos los emigrantes partían transportando consi.go a sus penates, y ninguna colorria prosperó jamás sin el principio religioso. Pensad que la rnisión a la que estáis llamados es más alta de lo que creéis, que hasta ahora los emigrantes que han abandonado el suelo de Italia, han salido de su país la mayor parte aislados, y que a su llegada a América muchos de ellos no han encontrado abrigo nr trabajo, que algunos no han buscado tampoco; que por consiguiente, el bello nombre de Italia, a excepción de algunos individuos honrados, ha sido a menudo representado en diversos puntos de América no por la clase laboriosa, sino por aventureros y por demagogos, que de algunos años a esta parte, usurpan hasta el noble carácter de emigrados políticos y desacred.itan a su

patria.

Esta pequeria aldea que inaugura en la República la colonización italiana, compuesta según se ve de gente formal y laboriosa, espero que pruebe al mundo, coll su nuevo ejemplo, con su conducta, que Ia Italia, maestra en todas las artes, lo es también en la agricultura, y que sus hijos saben vil.ir en unión y en concordia y sufrir los rayos del sol y los trabajos del campo. Dad gracias a Dios que hoy haya abierto un camir¡o en el cual,

por medio del trabajo, podéis mejorar vuestra condición social; reflexionad, empero, que tendréis dificultades que vencer antes de conseguirlo, pero éstas serán nada en comparación con aque-

llas que encontraron y vencieron en otras épocas tantos pueblos colonizadores.

70


No es éste que os transporta el Flor d.e Mayo, pequeño buque que abandona las playas de Inglaterra con un puñado de puritanos, para conducirlos a tierras inhospitalarias que sin embargo son ahora uno de los estados más floridos y respetados de la Unión Americana, sino al contrario, os halláis a bordo de un buque espacioso, con alojamientos cónrodos, con víveres buenos y abundantes, y en México, a orillas del Tecolutla, os espera una población amiga y un representante del gobierno mexicano, director de aquella colonia. Todo se halla preparado para recibiros, quedando tranquilo, por consiguiente, aI veros partir. Bendiga eI cielo a Ia Villa Luisa y pueda la colonia italiana prosperar, y no dudo que prosperará con el trabajo, con la unión y con el respeto a las leyes.52

4

EI 9 de marzo, el Diario Oficial trae las mismas noticias y reproduce también los principales párrafos del discurso del señor Musso. Ningún periódico trae la noticia de la llegada de los colonos a Tecolutla, que acaecií el 23 de abril, según una carta de J. B. Musso desde Génova.53 También don José María Mata, desde Nueva York, anuncia que ha recibido una carta del 26 de abril donde le avisan que ya han llegado los colonos.sa Pero en la ciudad capital, por Io visto, no se sabía nada de ellos. Y ellos, por su parte, estaban en la más completa ignorancia del pronunciamiento que hubo eI 17 de diciembre de 1857, y del Plan de Tacubaya, ([ue fue reformado el 11 de enero del 58. Tampoco sabían que el presidente Comonfort, que los había invitado, había salido del país el 21 de enero de

52 ó3

ldem. ¿,nRr 14-8-89.

54 Correspondencia...,

p.

l4l. 71


1858. Los colonos se hicieron a Ia mar el 27 de enero y llegaron a Tecolutla el 23 de abril, cuando su patria de adopción estaba ya dividida por la guerra civil o Guerra de Tres Años, que no termina sino hasta eL 22 de diciembre de 1859. EI director de la colonia, eI que había organizado todo y debía recibirlos se encontraba entonces en Estados Unidos, gestionando la ayuda para el gobierno constitucionalista de Juárez que estaba en el puerto de Veracruz.

a)

EI 25 de mayo en La Sociedad, citando a otros periódicos, como era costumbre de la época, y con grandes retrasos e inexactitudes, hay una noticia sobre los colonos. Muy significativamente, el título es como un toque de alarma, mediante una expresión popular muy española:

"Colonización" dice ayer el ¡Ojo al Cristo! -Bajo el título Courrier: El corresponsal italiano del Daily News de Londres le escribe con fecha 17 de marzo de Turín, que el 15 del mismo mes había salido de Génova una expedición para las costas de México. Los colonos deben fundar en Tecolutla una ciudad italiana bajo eI nombre de Luisa de los Italianos. El jefe de esta expedición pacífica es el Coronel Luigi Masi, romano de nacimiento y antiguo secretario del Príncipe de Canino.55

Esto que parece un timbre de alarma y Ia alegría que se dice habían tenido los redactores del Eco por la presunta falla del envío de Ia colonia nos indican que esta operación estuvo envuelta en una nube de sospechas por parte de los conser-

55

n,

Lo Socied.ad, 25 de mayo, 1858.


vadores y que su suerte no es de1 todo ajena a los avatares de la República dividida por la Guerra de Reforma. El segundo grupo saldrá de Génova en eI bergantin Espero

el 15 de octubre deI 58, según noticias de don Andrés Oseguera, secretario de la Legación de México en Francia del 28 de octubre de 1858:

Me cabe la satisfacción de anunciar a V. E. para conocimiento del E. Sr. Presidente de la República, que el quince del presente mes dió a la vela el bergantín Espero de Génova, llevando a bordo ciento treinta colonos... Como esta segunda expedición se halla compuesta de antiguos pequeños propietarios piamonteses y lombardos, llevan todo Io necesario por cuenta propia y eI empresario y director Masi ha provisto al buque de vino, de pastas de Italia y municiones de boca, por manera que es de esperarse que lleguen perfectamente sanos y robustos a Papantla.S6

También hay información de J. B. Musso sobre este segundo grupo que añade algunos datos interesantes; es del 8 de enero de 1859: Con ocasión del segundo envío, el Sr. Masi iba a enviar 82 hombres solteros para cumplir con su contrata; yo comprendí que hubieran sido otros tantos facinerosos; le hice abandonar esta idea y obtuve que se enüasen 130 personas en diversas familias, aunque éstas no representaban sino 32 colonos. Creo haber hecho en esto mi deber y servido fielmente a la República.57

Melchor Ocampo, desde Veracruz, el 4 de diciembre de 1858, avisa que está enterado de esta partida.ss En un recorte de periódico en italiano que se encuentra en los papeles de Ia

56 67

AHRS, tí-B-sz. qHRE,14-8-89.

58

eHRo, t4-8-48. Ir)


sección francesa del Archivo Histórico de Relaciones Exteriores se encuentra la siguiente nota: Ayer, 15 de octubre, a las seis de la tarde, a bordo del vapor Espero, bergantín sardo, partió con viento propicio la segunda expedición de numerosas familias para la colonia Villa Luisa de los Italianos. En su mayor parte se trata de parientes y amigos que han sido llamados por cartas de buenas noticias de los colonos establecidos desde abril en los te¡:renos de su propiedad a orillas del río Tecolutla. Éstos han recogido ya la primera cosecha de maí2, que en ese suelo feracísimo precede a las plantaciones de café, caña de azúcar, vainilla, algodón y otros ricos productos.sg

No se han encontrado noticias sobre la llegada a México de este segundo grupo de colonos para Tecolutla.

6

Sobre la identidad de esta colonia Villa Luisa y sobre sus integrantes se forjarán las más siniestras conjeturas. Quizá también fueran ocasión de concebir algunas esperanzas de tipo miiitar, en una guerra civil todo es pensable. Los 200 fusiles que traen, con sus correspondientes municiones, harán que vuele la imaginación de muchos. La suerte del 59 ¿HRE, 44-12-58: "Ieri, 1i ottobre, circa le sei ponteriad,ione a bord,o d,el. VEspero brigantino sardo partica con propizio uento la seconda spedizione di, fanúglie nunwose per lo colon,io. Villa Luiso degli ltalioni. Sotto nella ntaggior parte parenti ed attici chia»mti con lettere di buone notizí.e do.i prinú colotú stabiliti si dal aprile rtei terreni dí. oro propríéta sul fiune Tecolutla. Haruto questi auuto il prinrc roccolto di neliga il. quale su, quel suolo fetocissinto si fa precedere alle piantagiott.i di caffé, zncclrcro, uainiglia, cottone, tabacco ed altri richi prodotti". El optimismo de Ia nota indica que detrás de ella está el cónsul Musso, o eI señor Masi, que se propcnen mandar todavía un gran número de colonos hacia México.

74


primer grupo, en realidad, era muy diversa de Io que en Italia se decía con fines de propaganda. Mientras ei 15 de octubre de 1859

partía el segundo BruPo, en la ciudad de México, había aparecido mes mismo 1 del eI en La Sociedad, que cita a la Reuisto Franco'Mexicanla, luna nota llena de patetismo: Muchos de los emigrados italianos que §e habían fijado en Papantla fl'eracruz) han llegado a la capital huyendo de las fiebres y otras enfermedades que endémicamente hay en el mortífero clima.

El cuadro de su miseria actual, realzado de una manera más horrible con sus sufrimientos ñsicos, nos obliga a aconsejar a los alucinados europeos qlre no intenten una inmigración de dudoso éxito, sino cuando puedan hacerlo bajo mejores condiciones, y atendiendo siempre a los caracteres climáticos del punto que escojan para su residencia.6o

Esta información del periódico, ciertamente sesgada o tendenciosa, indica muy claramente dos de las condiciones obje' tivas adversas en que ha llegado a fundarse la colonia Villa Luisa o Colonia Modelo: la pésima condición sociopolítica, originada por Ia guerra civil y también Ia insalubridad de ios trópicos. Parece que no era el tiempo ni era el lugar más propicio para los altos ideales expresados en eI discurso del señor Musso y de toda la generación de los liberales.

60

La Sociedod, I de octubre, 1858.

75


Enriqueta Milano, esposa de Miguel Romagnoli, hijo de uno de los primeros colonos que volvió a

Italia a casarse, instalándose, Zantota.

a su regreso! en Gutiérr-ez


vI. USIÓN LIBERAL

Y VERSIÓN

CONSERVADORA DE LA VILLA LUISA DE LOS ITALIANOS 1

Apenas cuatro días después de que se firmó en México el contrato entre Manuel Siliceo y J. B. Musso, que representa a don

Luis Masi, el Ministerio de Fomento da cuenta de ello

a

don Emilio Musso, cónsul interino de México en Génova. Se le anexan las tres cláusulas principales del contrato donde se detallan las obligaciones del agente consular, o sea, la cuarta, la octava y la novena: hace firmar el documento a los futuros colonos, todo lo referente a los diez mil pesos que se darán al señor Masi, bajo qué condiciones se le darán y cómo serán cargados más tarde de manera proporcional a los colonos 'írpara que los reconozcan y paguen en los términos y en las mismas condiciones que los demás efectos que se les ministran". Y también la perentoria exigencia de que los 200 colonos deben estar en Tecolutla en término de seis meses, so pena de una multa de dos mil pesos al señor Masi y concesión del contrato a otro empresario.Gl E1 proyecto largamente esperado tenía que realizarse ahora de prisa. Ahora que había triunfado Ia revolución liberal y ahora que había disponibilidad de tierras no había que

61 áERE, 14-E-28

y 14-8-24.

77


andar con dilaciones. Quizá había también otras razones de tanta precipitación y urgencia. pero tanto don Emi1io como don Juan Bautista Musso van a tener no pocas dificultades en el desempeño de su misión consular en este punto _y en otros- porque la Guerra de Reforma hace que tengan que ver con dos señores:Zuloagay Juárez. Los conservadores van a tener una visión muy diferente respecto de todo este proyecto netamente liberal de la villa Luisa de ros Italianos. ya se han hecho algunas referencias a los distintos enfoques que se encuentran en los periódicos. Ahora conviene analizar los archivos con mayor detenimiento. Hay sorpresas. El hecho de que esta documentación se encuentre en la sección francesa obedece a que el consulado de Génova dependía de la Legación de México en parís. No había aún relaciones con eI gobierno de Turín. y tiene que ver también con las guerras y sus vicisitudes. Se deja ver que J. B. Musso está de parte de los conservadores, pero proced.e siempre con grande formalidad y rectitud, siempre en defensa de la nación mexicana. Aunque le costará no abrirse paso en medio de Ia división y, sobre tod.o, de la exaltación del señor Masiy de sus asociados, que más de una vezlovan a sacar de quicio.

2

Ya el 7 de diciembre 1858 le toca a J. B. Musso hacer una relación por entero de todo este asunto al general Juan Nepomuceno Almonte que es el ministro de México en parís y que está de parte de los conservadores. Se infiere que a Musso le une una gran amistad y confianza con A1monte. Aquí ia imagen de Masi pasa del blanco al negro: 78


Este bendito asunto de la colonización que tanto trabajo me ha dado para establecerlo, me está ahora causando disgustos que me parece conveniente poner en conocimiento de Ud. Las exigencias del Sr. Masi han llegado al punto que he tenido que hacerle comprender su posición y la mía. Este señor hace ya tiempo que quiere hacer una especulación del asunto de la colonización y hacerse de semejante modo una suma para pagar las muchas deudas que tiene...

62

Las quejas contra Masi se refieren a sus exigencias de cobro y a la formación de una sociedad de colonización para grand.es especulaciones de bolsa, pero también se apuntaban algunos aspectos que tienen que ver con la guerra civil que desgarra a México y con la comprensión de los colonos como un grupo armado traído por el partido liberal. Hay un momento en que Musso parece hacer una síntesis de cómo ve a Masi: "que ahora empiezo a conocer" -dice-, y al mismo tiempo, cómo ve el giro que están tomando las cosas respecto de Ia colonia de Tecolutla: En fin, que me tiene dicho señor de lo más disgustaclo y aunque demasiado tarde me apercibo q,te bajo esta apariencia de ed.ucación y de bondad, hay ambición, intriga y mucha mald.ad. Desde que el Sr. Fontana ha vuelto de México no dice otra cosa sino que quiere formar una Italia en México y que el día que habrá cien mil italianos que se verá de lo que ellos son capaces. Fernando Cortés estará convencido de que no usó un lenguaje semejante después de la conquista.

Por otra parte, Musso se muestra objetivo y reconoce que el gobierno de Juárez ha cumplido lo que prometió a los colonos

62

eant,

1,1-8-26

79


y que a su parecer ya no hay el peligro de que la colonia

de

Tecolutia se vuelva una legión extranjera:

El Gobierno de Veracruz ha dado dinero y provisiones a los colonos y según lo dicho por el Sr. Fontana hasta octubre no había nada qué temer y por esta época habría la primera cosecha; todos los partidos están muy bien dispuestos en favor de la colonia y si el conservador no lo estaba mucho, según verá

Ud. por el párrafo adjunto de una carta recibida de Gabriac, y esto por causa del Sr. Masi, ahora no le hará oposición. Diversos propietarios ricos que tienen fincas cerca de la colonia, y entre ellos cierto señor Bustillos, conocido mío, tienen demasiado interés en que la empresa marche, y a menos que los italianos no crean de que México sea el país del Dolce far niente, hay suficientes garantías de éxito sin necesidad de formar sociedades en Europa para comprometer capitales de extraños en una colonia fundada por eI Gobierno y a la cual éste ha dado y da todo 1o sufrciente para subsistir.

3

El párrafo de Ia carta de Alexis de Gabriac, ministro

de

Francia en México, ilustra muy bien sobre lo que se pensaba en la capital del país sobre la Villa Luisa de los Italianos. Está en francés en el original: Aquí había una fuerte indisposición en contra de su colonia. El Sr. Hilario Elguero, ministro del Interior, me dijo haber recibido de Italia, de un amigo seguro, una carta en la que se dice que eI Sr. Masi es un radical rojo, ex-coronel al servicio de Garibaldi, que se cree va a fundar en México Ia demagogia italiana bajo el patrocinio de los yankees; que todos los colonos llevan armas de guerra, etc. etc. Hice todo Io que se puede para sacarlo de su error, saliendo fiador por Usted a quien conozco bastante en este punto, y asegurando que Usted

80


era incapaz de participar de semejantes ideas y de patrocinarlas bajo el nombre de Masi. Me he visto obligado a hablar sobre eI asunto con eI Presidente.6S

Don Hilario Elguero fue eI secretario de Gobernación de Zuloaga del 24 de enero al 2 de julio de 1858, y eso da la pauta para fechar el documento, o carta, del amigo seguro al que se refiere y que, por cierto, se ha conservado. Es evídente que todo este proyecto de colonización de los lib'erales era visto con sospechas por los consevadores, pero Ia carta en cuestión aduce las razones principales de estas suposiciones.

4

En el texto que se titula "Algunas observaciones sobre eI proyecto de colonización itaiiana en México"64 uno se entera de quién es Masi, un ex-coronel de una iegión de la Guardia Cívica; de quién es el Príncipe di Canino, el que se hallaba a la cabeza del gobierno que privó al Papa del poder temporal, por más que se trate ahora de un afamado ornitóIogo, y de un supuesto plan para mandar a México nada menos que

lbid.: "On etait ici fort nal disposeé pour uotre coLonie. M. Hilario Elguero, Ministre de l'Interieur, tn'a dit auoir recu d'Italie, d'utt anti su,r, u,trc lettre dans la quelle il lui dit que M. Massi est un radico.l rou.ge, ex-colottel au seruice di Garibald.i, qu'il crut fonder ou Mexique la denngogie itaLietnre sous le patrotutage des yartkees; que tous les colotts sott, arntées etl guerre... elc. etc, J'ai fait ce que j'ai pu pour le detronr,per, nle portant pot't pour rcus qu,e je cotntaissais assez pour cela et ossurorú que uous etais incapable d'entrer dans de pareilles idées et de les patrornter sous le trc¡t. de Mossi. J'o.i eté obligé d'ert, parler au Presidetú". 64 ¿.aRB, t4-8-zo 63

81


180 000 colonos. Se trataría del antiguo proyecto liberal de colonización, pero ahora de grand.es proporciones, luego de la liegada a México de 1os colonos del primer grupo. Hay informes sobre Ia presunta ,.Sociedad

Filantrópica

de

Colonización" y formulaciones que hacen ver que todo este texto parezca Ia versión romana de los proyectos liberales. Se pregunta si un gr:bierno conservad.or debe fomentar la colonización, y para este caso concreto da una negativa rotunda aduciendo varias razones. Se reconoce que en México hace falta la colonización, pero bajo condiciones estrictas, y se trata d.e abrir los ojos sobre los aspectos del proyecto que tienen que ver con las playas o las costas. Que ningún revolucionario expulsad.o de su país se inscriba en las listas de colonos, que no lleven armas ni muni_ ciones y, sobre todo, que no estén las colonias situadas en las costas o en las fronteras: Sírvanos de provechoso ejemplo lo sucedido en Tejas. y lo que ahora mismo está pasando con Veracruz que impunemente desafia la autoridad y el poder del Gobierno y eso que en dicha plaza todos son mexicanos. permitir, pues, que extranjeros, sean los que fueran, funden una colonia a menos de 20 leguas del mar sería un error imperdonable y funestísimo.

No hay que detenerse en el análisis de este texto lleno de cultura donde se habla de los dones griegos, del caballo de Troya y otras expresiones que tienen mucho de filosofía. Es romano, no cabe duda. La conclusión de todo es la negativa a colaborar con el proyecto de la Villa Luisa porque fue formad.o por los liberales y en este momento ellos mismos están dand.o mayor atención al plan preconcebid.o, Iuego de unas pequeñas dudas, a Ia caída de Comonfort.

82


Por su parte, Ios hombres del partido liberal están decididos a que el proyecto siga adelante. Andrés Oseguera, secretario de

ra Legación de México en París, escribe a Melchor Ocampo, ministro de Relaciones del gobierno de Juárez en Veracruz, el 31 de julio de 1858 para recomendar vivamente el pago que se debe hacer aI señor Masi, "benemérito empresario" *le Ilama. Le preocupa la continuación y ampliación del proyecto: Ruego a S. E. tenga a bien no perder el interés de Ia colonia ita-

liana: Ias poblaciones agrícolas y más inteligentes de la Toscana, Lombardía, Piamonte y Ia Romaña están dispuestas a pagar amplio tributo de brazos. El porvenir de Veracruz es inmenso hecha Ia tercera expedición que se compondrá de quinientas personas.65

Oseguera sabe que de parte de los conservadores hay oposición y muchas sospechas: No hallo palabras con qué encarecer la fertilidad de expedientes

con que cuenta el partido apostóIico para poner trabas a la fusión de razas e intereses. De Roma se ha escrito a los de México y a los conservadores de París que la colonia de Villa Luisa es un núcleo de conquista Yankee, que Villa Luisa es un falansterio... y que conviene ahogarla en su cuna llegado el momento del triunfo.66

La colonia de Papantla preocupaba, pues, a los dos bandos. Pero aI triunfo de los liberales, aI final de la Guerra de Tres Años ya nadie se hacía ilusiones sobre ella. Más bien, había

66

taRz,

t4-B-46.

66 ldent..

83


pena y decepción. Su suerte había sido triste. Sin embargo, uno puede preguntarse, con todo derecho, si había habido realmente un plan tan maquinado como eI que suponen los conservadores, porque, como se ha dicho, en una guerra civil todo es pensable. Y quizá este asunto de filibusteros o carbonarios no pasó de ser algo pensado. Algo que sospechan los conservadores y quizá realmente 1o piensan los liberales, pero que nunca pudo llevarse a la práctica. Esto es intrincado y hay que desentrañarlo. Hay que seguir al señor Masi y sus grandes proyectos. ¿Qué cosas pudieron llevar a los conservadores a semejantes versiones que se antojan paranoicas o por Io menos exageradas? Parece que más que nada fue la actitud emocional exaltada del mismo señor Masi que quizá, como muchos otros, se ilusionaba ya con la grandeza de Italia y las nostalgias del imperio, pero esta vez bajo la bandera del tiberalismo y de Ia democracia, o de Ia demagogia, como le llaman lo conservadores. Pero no era eI único. En las "Observaciones" se habla también de un tal Gradi, mayor del ejército sardo, que se habría presentado en París con recomendaciones para obtener apoyo para la ejecución del plan de los 180 000 italianos para México. Al mismo tiempo se denuncia a la Junta Protectora de Reclutamiento que se estaría organizando en Génova con autorización del ejército piamontés. Y también se habla de otra sociedad que se habría de formar en París so capa de filantropía y que en realidad era una operación especulativa d.e muchos miles de francos. Lo peor de todo es que de varias de estas acusaciones se tiene eI testimonio directo del mismo J. B. Musso que, por lo visto, al comienzo no se daba cuenta de la dirección que toma-

84


ban las cosas. El mismo había estado en París para hacer campaña en favor de Ia sociedad tllantrópica del señor Masi: Yo para ayudarle estuve en París... y Ud. sabe lo mucho que hablé con toda esa colonia mexicana. Mi deseo era de establecer las cosas de modo que a nadie causara perjuicio y tampoco a mí que estoy interesado moralmente y materialmente en el éxito de la colonia. El Sr. Masi, juntamente con diversos otros intrigantes italianos reunidos en ésa, quería establecer una sociedad con su nombre (que aquí no goza de crédito) y ernitir diversos millones de acciones y obligaciones traduciendo este asunto en un negocio de bolsa.67

sí totalmente en las En un carta a don José Hidalgo -ahora manos de los conservadores Ia secretaría de Ia Legación de México en París- Musso afirma estar de acuerdo en que el mejor y más prudente partido es que, una vez que se hayan enviado los 200 colonos, no se envíe ninguno más.68 Y esto dice, no por el tipo de colonos que se han enviado sino por las inten-

61

tanr,

t4-B-26.

68¿.uRt, 11-8-45. En La Sociedod (19 de septiembre, 1858) hay unas notas sobre la actividad desplegada por Musso para ampliar el proyecto, cuando no se daba cuenta de las verdaderas intenciones de Masi y socios: "Leemos en La Abeja: El Sr. D. J. B. Musso, cónsul mexicano en Génova, nos escribe de Paris lo siguiente: Llegaron como habrá Ud. sabido Ios primeros colonos destinados para el establecimiento de la colonia-modelo y han sido muy bien recibidos; pero el estado político de México no permite por ahora aventurar nuevas familias. De acuerdo con el Sr. Almonte me he decidido a recurrir a los mexicanos de distinción residentes en Europa y México, para que cooperen a la colonización. Al efecto he formado una Junta, compuesta de los Srs. Almonte, presidente; Ángei González, Valdivieso, Olaguíbel, Iturrigaray y Oseguera, secretario. En México los Srs. Escandón, presidente;

Agustín lturbide, Bernardo de Couto, Fernando Ramírez, Manuel Larcáínzar, etc. Espero muy buenos resultados, y el fruto de mis trabajos estoy seguro será en bien de México."

85


ciones del señor Masi. Hay que dejarlo hablar porque está de acuerdo en que el proyecto se termine de ia mejor manera posible sin las proporciones que los otros le quieren dar: Creo que el mejor partido y el más prudente es de que así como el

Sr. Masi haya enviado a los 200 colonos no envíe ningún otro más, y esto no por la clase de colonos que parten y que son exclusivamente agricultores que no se ocupan ciertamente de política, sino por el cuerpo directivo demagógico que dicho señor con fines

particulares y que no pueden convenir a México tienen gran

empeño en establecer en la colonia y por la posición en que quiere colocarse; por lo tanto, es muy esencial que eI Gobierno Io conozca

cuanto antes y me pase sus instrucciones, pues por parte mía ocupé con todo el esmero posible de este asunto, mientras creí al Sr. Masi otro hombre de lo que es en realidad, pero ahora que lo conozco no quiero sobre mí la menor responsabilidad si es que el Gobierno escuchando las intrigas de dicho señor, o de sus adjuntos, juzga conveniente que el Sr. Masi siga enviando colonos.Gg

También don Melchor Ocampo, el 4 de diciembre de,185g, en carta que escribe aI secretario de la Legación de parís da por terminado todo este asunto:

La ineptitud de los llamados directores que vinieron con la primera expedición ha insurreccionado a ésta. por otra parte, resultó malsano el punto que se le había destinado y se enfermaron todos los colonos, que abandonaron en consecuencia sus sementeras y se mudaron a un pueblo inmediato donde pudo asistírseles. Parece imposible que con hombres como los que formaron Ia indicada expedición se realice ninguna empresa de colonización.70

86

6e

lbid., t4-B-zB.

7o

lbid.,14-8-40.


6

Melchor Ocampo y eI gobierno juarista estaban ya en contra del magno proyecto ¿Qué decir de don José María Mata? No se ha encontrado ninguna referencia específica sobre este punto, fuera de pequeñas indicaciones. De todas ellas se podría inferir que aunque se trataba de un plan o proyecto, no pudo finalmente llevarse a cabo por diversas razones' La primera de ellas es el haber quedado finalmente ia plaza de Papantla en manos de Ia fuerza de Ios conservadores. Sobre este asunto hay pocos estudios, pero se podría intentar una cronología de los hechos, con toda la discreción y reservas del caso. La Guerra de Tres Años es casi guerra de guerrillas, con acciones muy locales, o pleitos con poco de estrategia militar, fuera de dos o tres puntos decisivos, como el puerto de Veracruz y las batallas de Atenquique y Calpulaipan. Tan pronto como eI 28 de diciembre de 1857 ya hay noticias de que don José María Mata está armando a la

guard.ia nacional de Papantla en contra del Plan de Tacubaya.Tl El 25 de marzo de 1858 José Ma. Mata ya está en los Estados Unidos en busca de recursos y de ayuda y algunos periódicos lo acusan de "cobarde" por haber abandonado la lucha.72 Por su parte él mismo escribe a don Melchor de Ocampo: "Confieso

a U. que me ha causado profunda pena separarme del campo

7l El Siglo nx,28 de diciembre, 1857: "Se dice alarmado el Mottitor, porque el Sr. D. José M. Mata ha armado la guardia nacional de Papantia y ha tomado una actitud hostil al Plan de Tacubaya". 72 El Eco,30 de marzo, 1858: "Lo habríamos llamado cobarde. -Dste señor no se escapa de los ataques del Eco que lo llama "cobarde" y 1o acusa de haber faltado a su palabra de honor... Pero el Eco no fue el que se expresó en esos términos del Sr. Mata; el Diario de Auisos los usó'.." 87


de batalla para venir a desempeñar la comisión que se me ha conferido; pero todo lo pospongo al deber de servir a nuestra causa en 1o que se me juzgue más úti1".73

Los colonos fundadores de la Villa Luisa llegan el 28 de abril. El 20 de mayo hay en La Sociedad una nota que interesa: "Jalapa.- Segút, EI Restaurador en fecha 13 d,el actual, se han cogid.o ett la barra de Tecolutla 200 fusiles que enuiaba Matq a los cottstitucionalistas de Paparr,tla".Ta EI 25 de junio dice El Eco que las fuerzas conservadoras de Mejía estaban en Papantla y se dirigían a Perote que era el último reducto liberal.Ts Pero el 29 de junio hay noticias de que eI general Alatriste se dirige a Tecolutla y que se va a unir a Perdomo por el rumbo de Papantla.T6 El 2 de julio, se vuelve a hablar de Perdomo y de Carretero que están en la Sierra y que Alatriste solamente tiene 130 hombres y que más bien se dirige hacia el departamento de Puebla.zz El 6 de julio parece que todo está en manos de las fuerzas de los conservadores: "l,Qué pensará ahora de su posición eI Lic. Alatriste viendo pacificada la Huasteca, derrotado y prófugo a

73 Correspondencia...,

p. 135.

14

La Sociedad,20 de ma¡,o, 1858. 75 El Eco,25 dejunio, 1858: "...entendemos que si las fuerzas del general Mejía, que según los periódicos de Jalapa estaban en papantla y se dirigían luego a Perote..." 76

El Eco,29 de junio, 1858. Alatriste con su fuerza salió por mar hacia Tecolutla. Se dice que allá se internará en Papantla, uniéndose con perdomo para acudir entrambos al auxilio de Trejo". El Eco,2 de julio, 18b8: "Perdomo y Carretero han permanecido en la sierra con la reducida fuerza de 200 hombres. Alatriste salió de veracruz eI 21 de junio con 130 hombres para Nautla, y se cree que trata de internarse 77

en el Departamento de Puebla. Dicha fuerza es el único resto de la brigada de

88

Alatriste"-


Carretero, inválido a Perdomo y ocupados?8 por las fuerzas de Mejía los terrenos por donde pudiera internarse?"

Es difícil reconstruir lo que ha pasado en Papantla7e Ciertamente había estado en manos de 1os liberales, por algún tiempo, con Perdomo a la cabeza. Según noticias, que se encuentran más tarde en La Sociedad, periódico conservador, toda la culpa fue de Antonio Capitanachi y de Juan Vidal que le habrían entregado Ia plaza a Perdomo; Ios dos personajes, según eso, eran de "dudoso conservaduri§mo". Pero ya todo había sido reconquistado, y esto solamente era muestra de lo inconveniente que es la permanencia de personas de opiniones dudosas en los puestos públicos: Cuando en Papantla se recibió el Plan de Tacubaya, se puso a la cabeza de la fuerza armada D. Antonio Capitanachi y de subprefecto quedó D. Juan Vidal. Habiéndose acercado Perdomo con objeto de atacar eI punto, el comandante se retiró con sus fuerzas tomando el rumbo de Tuxpan y Vidal se vino para el campo del Sr. Echegaray, de donde se dirigió después a Tampico. -Estando

78

El Eco,6

de

julio,

1858.

79 Cfr., Carmen Blázquez Domínguez, Veracruz tiberat, 1858-1860, El Colegio de México-Gobierno del Estado de Veracruz, México, 1986: "Por lo que respecta a la Huasteca Ia información es escasa. Trens afuma que permanecía pacífica y adherida al Plan de Tacubaya, y sólo hace referencia a que eI puerto de Tuxpan se hallaba en poder de los conservadores encabezados por el coronel Francisco Barragán desde el 23 de febrero. Sin embargo, ia proximidad de Tampico y los nexos mercantiles mantenidos entre ambos puertos sugiere una

cierta agitación política" (p. 79). Y más adelante: "Estando en la plaza xalapeña, el jefe militar conservador recibió la adhesión de Papantla remitida por Juan M. \'idal. La guarnición y los vecinos de aquella plaza secundaron en todas sus partes eI plan reformado en Tacubaya y reconocieron como legítimo al gobierno establecido en México; continuó en el ejercicio de su cargo el jefe político José Danini y se admitió como comandante en jefe de esa línea al gobernador de Tampico, Rafael Moreno, y comandante en jefe de Ia demarcación de Tuxpan a Francisco

Banagán'(p.

80).

89


en Tuxpan Capitanachi, cuando los puros se propusieron tomar la plaza, este individuo se sometió a ellos diciendo que estaba conforme porque eran sus opiniones y que se había pronunciado únicamente por compromiso. EI no haberle hecho nada los otros confirma lo que digo. Tomado Tampico por Carvajal, Vidal se presentó para que le diera un pasaporte con dirección a Papantla en donde está hoy sin ningún recato.80

Según estos desanollos de Ia Guerra de Reforma, que se recons-

truyen con muchísima dificuitad, y que aquí se ofrecen con reservas, el punto que se tenía seguro se perdió. Y tampoco pudo ser reconquistado por Alatriste. Matías Romero hace alguna indicación que apunta en estas direcciones. El 18 de mayo de 1858 escribe desde Veracruz: "Se despidió Ocampo para irse a Papantla, por agua, con Alatriste. A las 7 fui a ver al cónsul de Estados Unidos a ver algunas dificultades que se ofrecían para legalizar el poder que se va a mandar a Mata..."Sl Con lo que se

puede ver que este punto, importantísimo como "cabeza de playa", no se pudo mantener. La "Colonia" había perdido uno de Ios principales objetivos o funciones. Otra causa del fracaso del plan se puede ver en la actitud asumida por J. B. Musso, según se ha visto ya. Se opone decididamente al señor Masi, y la segunda remesa de colonos será única y exclusivamente de 32 agricultores con familia y no de los 70 "facinerosos" que Masi intentaba mandar. Ni vendrán los 500 de los que habla Oseguera, ni los 5 000 que ya están inscritos en Génova según afirma también. Ni tampoco los 180 000 italianos de que habla el escrito secreto de las "Observaciones". Y además, J. B. Musso hará que los nuevos colonos se dirijan a don Manuel Escandón, y no aI

80

Lo Sociedad. 2 de octubre, 18b8.

8l Diario 90

personal de b:tatías.Bonrero, p. 181.


gobierno, a pesar de que reconoce que eI gobierno de Juárez ha cumplido con los primeros.

Hay una tercera razón del fracaso, que siempre se ha tenido por Ia primera, y es eI paludismo y las enfermedades que hacen estragos entre los inmigrantes. Algunos mueren y todos se enferman, según los testimonios. También habría que tener en cuenta Ia actitud que asume Ia nueva directiva de Ios colonos. EI señor Lipari, eI primer director, vuelve a Europa para preparar los nuevos envíos de colonos de acuerdo con don Melchor Ocampo y con Oseguera, y los que se quedan al frente le imponen a la colonia un ritmo muy diferente. Pronto aparecerá Vicente Lombardo. Esto es lo que hay que estudiar a continuación, porque la suerte dé este grupo del que se esperaban tantas cosas, es, con todo, muy singular. Hay que seguirlos mientras se integran completamente a Ia nacionalidad mexicana.

7

Por otro lado, años más tarde, y durante un periodo otta vez muy difícil para la nación mexicana, don José María Mata

tuvo ocasión de expresar sus ideas sobre la necesidad introducir gente armada bajo un conveniente disfraz.s2

de

82 Comesportdencia, p.214: "Creo que no nos hemos puesto de acuerdo o entendido respecto del prrncipio de llevar gente armada como auxiliar nuestra. V. habla de elemento filibustero, cuando yo no sólo no lo menciono sino que si hubiera quien quisiera emplearlo en el país me opondría con todas mis fuerzas a semejante acto que si se realizara traería sobre el partido liberal un desprestigio terrible y al país calamidades enormes. Yo hablo de una fuerza muy diferente en cuya moralidad y disciplina pudiera descansar el país entero: de una fuerza en que las operaciones militares fueran por decirlo así el elemento secundario y el primordial u ostensible fueran trabajos públi-

91


En este caso se trataba de colonia de alemanes radicados en Estados Unidos pero eI proyecto parece ser el mismo. Más tarde será el famoso tratado Mc Lane-Ocampo. La opinión general que sobre don José María se tiene en el bando conservador está expresada por Alexis de.Gabriac, el ministro de Francia: Según la correspondencia que el gobierno mexicano recibió en estos días de Washington, la noticia de1 tratado ha prod.ucido una

impresión bastante desagradable. Mata, un radical de la peor especie, contrabandista y jefe de los bandidos de la costa, que representa en Estados Unidos el pomposo papel del ministro del pretendido gobierno de Veracruz, solicitó del general Cass el apoyo americano de los yanquis y, en caso necesario, su intervención formal para ayudar a Jtárez a rechazar las medidas coercitivas que probablemente España se verá obligada a tomar contra los puertos del Atlántico.as

útil, lícito y aún necesario tomar las ideas que conducen aI adelanto social de un pueblo, sea cual fuera su origen, si no sólo no rechazamos sino que procuramos llevar ansiosamente la industria agrícola, manufacturera y minera existente en otros países al nuestro para mejorar la condición de nuestra sociedad, y si por úItimo, estamos haciendo esfuerzos extraordinarios para procurarnos de fuera todos los elementos de guerra de que nosotros carecemos, si éstos se Ilaman cañones, fusiles, balas y pólvora, yo no hallo razón porque hemos de rechazar al elemento de guerra que se llama hombres instruidos en el arte de hacerla cuando nosotros más que de otros elementos carecemos de éste. Tan elemento de destrucción es un cañón como un artillero y uno sin otro nada valen. Tomamos el cañón porque carecemos de él ¿por qué no tomar al artillero que tampoco tenemos?" 83 Versiótt, francesa d,e México, inforntes diplonúticos, vol. 1, 1858-1862, trad. y próI. de Lilia Díaz, El Colegio de México, México, 1994, p. 120. El t9 de febrero de 1859, Mata escribe desde Nueva York: "D. Francisco Fontecilla que escribió de Nueva Orleans anunciándome que el cargamento que lleva puede llegar a los $40 mil pesos. Es seguro que habrá abundantes recursos para los colonos, y esta noticia me ha hecho un bien inmenso". Hay que subrayar que 40 000 pesos son una suma enorme. cos, colonización, etc... Si creemos

92


No seguiremos más las andanzas de don José María y sus frustraciones y desencantos. Ciertamente no tenía fe en su propia gente. La colonia Villa Luisa, entre tanto, está casi perdida, olvidada por todos.8a

84 Oseguera insiste ante Melchor Ocampo (AHRE, L4-8-46). Los conservadores, por su parte, comprenden que ei proyecto no podrá seguir adelante (AHRE,14-8-47): "En vista de todo lo expuesto, el E. S. P. resolverá lo que estima más conveniente; y entre tanto, pareciéndome que lo mejor será que Ias cosas queden como están, para evitar nuevas complicaciones con los gobiernos de Francia y de Cerdeña, porque con tal declaración no haríamós más que buscarnos nuevos enemigos, cuando, por otra parte, no hay que temer nuevas empresas, como la de Masi, porque para ella no hay capitales, ni con el mal éxito de la colonia-modelo habrá quien quiera ir a la República. Io que importa es que esta nueva lección sobre colonización nos haga más cautos para lo futuro". También don Melchor Ocampo, eI 4 de diciembre de 1858, se expresa así: "Parece imposible que con hombres como los que formaron la indicada expedición se realice ninguna empresa de colonización. EI Supremo Gobierno, a pesar de las grandes escaseces que ha tenido, ha hecho toda especie de sacrificios para atenderlos, pero desconflra de poder reducirlos a la razón, según son de exageradas las pretensiones que ahora tienen y de malo espíritu que les han infundido algunos de los directores".

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VII. LOS PRIMEROS PASOS DE LA COLONIA MODELO 1

En Ia despedida del primer grupo de colonos, don Juan Bautista Musso pronunció un discurso según todas la leyes de la retórica y a Ia medida de sus esperanzas e ilusiones. Eran grandes. Creía, ciertamente, en el proyecto de colonización a México y estaba animado de los mejores sentimientos. Se le respondió con vivas y aclamaciones por parte de todos los emigrantes que estaban emocionados por Ia partida y decididos a cambiar su suerte de manera radical con Ia venida a playas americanas. En la parte final de su pieza oratoria, el cónsul de México en Génova habla del barco que lleva a los colonos para elogiarIo con admiración. No se trata del insignificante Mayflower que lleva a un puñado de puritanos, sino un barco grande y bien dotado: "Al cotttrario, os hallá,is a bordo de utt buque espacioso, cort alojamíetúos cómodos, cott uíueres buertos y abwtd,antes..."Y seguramente lo de la abundante dotación de víveres debe haber sido verdad, porque la travesía va a durar tres meses, exactamente 85 días, del 27 de enero al 23 de abril. No hay noticias de las escalas hechas, pero el trayecto, en total, debió ser muy largo y pesado. Los descendientes de los colonos lo recuerdan como un dato legendario y heroico que se transmite desde los abuelos. Aunque debió haber alguna larga escala, quizá en Nueva Orleans, de lo contrario esa 95


travesía del Atlántico sería más larga que la de Cristóbal Co1ón.

Ahora bien, uno se entera, más tarde, de que el barco del que tantas alabanzas se hacen y que ha sido bautizado con el glorioso nombre de Tecolutlo, en realidad, no era gran cosa. En una carta del 7 de septiembre de 1858, desengañado ya el señor Musso de Masi, a quien llama "miserable contratista", con el que se ha enfadado seriamente y quien, entre otras cosas, le ha dicho que las protestas del consulado mexicano le servían como Lieux d'asanlces, o excusado, dice lo siguiente: También se queja [Masi] de que yo me opuse cuando el camb-o de Ios primeros colonos a que éste tuviera lugal por el buque que lo practicó; y ciertamente lo hice; quizá no cumplí con mi deber dejándolos aI fin de partir en un buque como el Cutnberland bautizado Tecoluúlo, buque viejo de 30 años y que estaba destinado a ser desecho en un arrabal de esta ciudad.85

2

Luego de los 85 días de navegación, la llegada a playas mexicanas debió ser un verdadero alivio y descanso. Aunque, de seguro, los 200 fusiles les fueron confiscados de inmediato, según lo apuntado antes. El primer grupo, que partió el27 de enero de 1858 y llegó el 23 de abril, estaba compuesto por 118 colonos con sus familias que arrojaban un total de 232 personas. EI segundo, que parte de Génova eI 15 de octubre y del que no se conoce la fecha ni el Iugar de arribo, estaba formado por 32 colonos con sus familias que arrojaban un total de 130 personas. Las dos expediciones

85 .qHRE,

96

t4-B-26.


habrían constado, según eso, de 150 colonos y de un total de 362 personas.sG Don Juan Bautista Musso sugirió al gobierno conservador que no se mandaran más colonos ni se exigiera al señor Masi el cumplimiento estricto de las cláusulas del contrato. En rigor, a tenor de la ietra, faltaban todavía 50 colonos. El gobierno aceptó, por parecerle Io más prudente. El segrrndo grupo fue encomendado, en realidad, a los ricos propietarios de México, en especial. a don Manuel Escandón, luego de las noticias de las enfermedades y deserciones del primer grupo: Al recibir estas noticias

se escribió de inmediato al Sr. Escandón, rico propietario mexicano, amigo del suscrito, para que recoja, si es posible, en alguna de sus extensas posesiones a los restos de Ia primera expedición y prepare lo necesario para recibir a los colonos de la segunda, a fin de que permanezca firme el núcleo de Ia colonia italiana. Se prefrrió escribir a este señor más bien que al gobierno de Ia República, porque, además de que en este momento está sometido a gravísima crisis no puede ni debe estar bien dispuesto hacia los colonos italianos que él mismo había establecido con tantos gastos y sacrificios en el terreno elegido por el Sr. Pastori, representante del Sr. Masi, y, por Io tanto, de los mismo colonos, quienes según los términos del decreto y reglamento no podían separarse de dichos terrenos que se les

habían asignado en propiedad, a menos de que pagaran los gastos hechos por el gobierno en favor de ellos.87

3

No hay datos exactos sobre los primeros días dei mes de la colonia. Si alguna vez aparece alguna de las más de 54 cartas que dice haber recibido J. B. Musso en el mes de septiembre, 86 87

¿,nRo, 14-8-19, ¿.nRq,14-8-45.

97


se verán las impresiones del colono singular ante un paisaje tan diverso del suyo y se estudiarán los meses en que Ia colo-

nia se mantiene unida: Durante varios meses las noticias recibidas de la colonia fueron muy satisfactorias, y hacia ñnes del pasado mes de septiembre quien esto escribe recibió más de 54 cartas para ser distribuidas

entre los familiares de los colonos. En ellas llamaban a sus parientes y amigos. Y, de hecho, el 16 (sic) de octubre partieron formando una segunda expedición. Pero estando así las cosas, se han recibido cartas del Sr. Ingeniero Lipari, que se encuentra allá como director de estos colonos italianos, donde dice que muchos de ellos han sido afectados por las enfermedades y especialmente por las fiebres palúclicas, y que varios de ellos han abandonado la colonia.ss

Muy pronto, pues, comenzaron los problemas en Ia Villa Luisa. Pero faltan los detalles y Musso lo confiesa y echa toda la culpa a los italianos: Como al suscrito le faltan los detalles de los sucedido, debe, por lo pronto, creer que, o el clima y el terreno no eran como se había dicho, y por lo tanto, el Sr. Pastori -que tuvo la misión delicada y de confianza de irlos a verificar- traicionó su misión o... quizá fueron los mismos colonos los que se hicieron transportar gratuitamente de Génova a México y ya antes de partir

88 Durante diuersi nrcsi l,e uotizie che si sono riceuute dalla colonia sono state le piú fauoreuoli ed alla fine del p.p. settentbre lo scríuente ricecé s4 lettere da ossser¿ d,istri,buite oi parenti dei coloni. In esse si chianLauat¿o i cott-

e gli antici; di fati, il 16 ottobre po.rtirono, fornm.ndo ,¡ta seconda spediziorrc. senonclté le cose essendo a questo putr,to si sono riceuute deile lettere del sig. Irtgegrcre Lipari che si troua coki alla direzione di questí colonr,i itoliatú dicendo che tnolti dí essi solo stati attacoÍi di. ,¿alattie e piú particolarrntente di febbri internittenti e che diuersi si so,o gíó sbandati". (Id,ent).

giuttti

98


de sus casas habían pensado faltar a sus promesas y no traba-

jar la tierra....89

Quizá el dilema de Musso no sea tal y haya habido otros motivos además de los dos que se enumeran, que tampoco se deben descartar. De hecho, ahora se sabe, por los documentos encontrados en la Notaría núm. 1 de papantla, que tan pron_ to como el 25 de junio de 1g5g, los colonos, junto con el ingeniero Gaspar Lipari, el director de la colonia, deciden rescindir el contrato que habían firmado en Génova con eI señor Masi y hacer uno completamente nuevo. No se ha podido encontrar eI contrato que habían firmado en Génova. Se sabe que fue hecho el 20 de enero de 1g5g, por referencias dadas por J. B. Musso.eo Lo que sí se tiene es el nuevo contrato que los colonos hacen ante la autoridad mexicana y que suplanta totalmente al antiguo. Es quizá el último acto del primer director de la colonia que luego vuelve a Europa, no se sabe con qué intenciones o propósitos. No se ha podido encontrar la carta de Melchor Ocampo a Lipari de la que da fe ra correspond,etrcia de Mata.er Del 2g d.e enero de ese mismo año hay una carta de Oseguera que recomienda del todo a todo a la gente d.e Lombardía y del piamonte, a pesar de las malas noticias que hayan ilegado de la Villa Luisa. Son rumores de los conservadores. Oseguera defiende 89

ldent': Mancando ro scriuente di dettagri deue intatúo petrsare che o il terreno non sono siccon*i nro orrl"uroto ed allora il Sig. pastori ebbe la »tissione d,elicata e di cottfíde^za di a,,darri a uerificare- tradí -che il suo nnndato oppure... ¡colotú quello ihn uollnr, lu di farsi transportare gra_ tuitontetúe

lhria

ed

da Genoua al Messico e prina di patire delle loro case aueuano gió diuisato di nnncare olle roro prontesse e ditr non rauorare ra terra...,, 9o lde»r. 91 Desde Nueva

^ Docuntentos,

york, p. 166,

discursos

1t

19 de enero, 1g59. Véase además: Benito correspottdetrcia de J.L. Tamayo, tomo B, p. 4g5.

Juitez.

99


el proyecto a capa y espada y deja ver algunas claves sobre su transformación y ampliación. Y recomienda hacer otras expediciones más numerosas: V. E. que conoce la índole de las naciones europeas comprenderá fácilmente que una colonia compuesta de labradores piamonteses y lombardos sería la más adecuada a nuestra población y a nuestro progreso, porque además de que son los más guerreros de

Italia, así como los más morigerados, son los más adelantádos en la agricultura: superiores en ardor al trabajo a los franceses y alemanes en países intertropicales y cálidos, tienen ia ventaja de la analogia de raza y de idioma. Una colonia italiana en buena condición allá en la República daría en el transcurso de tres años una inmigración de cinco a seis mil habitantes. Ella seguiría su marcha ascendente de suerte que México sería el punto de mira de toda la ltalia. Buenos Ai¡es cuenta con 150 mil italianos ya, porque la corriente se halla establecida. México en un futuro no muy lejano gozaría del beneficio que hoy poseen las repúblicas del Plata, y aún el Brasil, donde hay más mortalidad que en nuestro país. Deploro por Io mismo que tan mal principio haya tenido la colonia-modelo.92

Hace bien eI oír esta reiteración y ampliación del proyecto ahora que los colonos están enfermos o desertan y vagan como mendigos. Pronto se les verá llegar hasta la capital del país. Mata, Ocampo, Juáyezy Oseguera no han perdido del todo las esperanzas porque se está en plena guerra civil. Por eso no debe llamar mucho la atención la nota incidental que habla de los lombardos y piamonteses como los mós guerreros d,e la ltalia. De todos modos, muy pronto los que están en el teatro de los acontecimientos verán de manera muy diversa el proyecto, a diferencia de los liberales que están fuera del

92

100

,gtnZ, 14-8-46.


país. Ocampo confesaba, el 4 de diciembre de 1858, que con gente como ésta no se puede hacer nada. Toda la región de Papantla estaba otra vez en manos de los conservadores. Se pensará en otro tipo de colonos, o en otro tipo de aliados para poder vencer en la guerra civil.

4

El 25 de junio de 1858, como se ha dicho, los colonos firman un nuevo contrato ante eI juez, los testigos de asistencia, y los instrumentales. Es decir, con todas las garantías de las leyes de México. Y el documento se redacta y suscribe en Ia Villa Luisa de los Italianos, por no haber sido posible que los colonos fueran a Papantla, la cabecera del cantón del que depende la Villa. El que firma es el ingeniero Gaspar Lipari, director de la colonia. En Ios prenotandos se dan algunas razones de por qué se rescinde el contrato anterior ¡, se firma el actual: por las reclamaciones, o quejas, de los colonos contra Masi. En efecto, el director afi.rma: Habiendo recibido demostraciones de Ia mayor parte de los colonos que además de comprometer los intereses del Sr. Coronel D. Luis Masi, fundador de la colonia, ofenden aquel carácter ínte-

gro y desinteresado que es su primer distintivo, para asegurar y quitar el más mínimo pretexto sobre la recta intención que lo animó a celebrar el contrato anterior de quince (sic) de enero de mil ochocientos cincuenta y siete, se ha visto eI que habla en la necesidad de rescindirlo de acuerdo con los colonos, y de hacer otro con los mismos, en los términos que esos mismos intereses

fijan las siguientes cláusulas.

Y siguen a continuación diez cláusulas que constituyen el nuevo contrato. La primera anula la sociedad que se había 101


hecho con el señor Masi por el contrato anterior. La segunda

estipula que el colono, en adelante, será responsable de sus deudas directamente ante er gobierno mexicano. se elimina, pues, la responsabilidad del señor Masi y se le quita su intermediación y también las graves responsabilidades asumid.as en nombre de todos. Y todavía, en compensación, se Ie ofrecen tres cosas: 1. Los colonos le darán al señor Masi el diezmo de sus cosechas durante cinco años. 2. Los colonos se encargan de pagar a los empleados de la colonia (párroco, médico, maes_ tro), cesando la obligación contraída por el señor Masi. Los

honorarios se fijarán de acuerd.o con el señor Lipari. J. si el colono abandona la colonia antes d.el término de los cinco años debe reembolsar al señor Masi de inmediato "los frutos que por su ausencia no podrá tomar,,. Pero también en este contrato hay una o dos puertas de sali_ da por donde todos se podrán evadir: ,,Sht, embargo, si el colono d,ebiera abandonar la colonia por enfermed,ad, u otro motiuo d.e fuerza superior no será sujeto a hacer tal reembolso,,. Las principales obligaciones d.er corono son ahora con el gobierno mexicano, y seguramente todos entendían que no se sabría en mucho tiempo cuál de todos habría de ser, porque las noticias de Ia guerra civil les ilegaron muy pronto. Por último, se dice que de todo este pacto se hará escritura pública para que haya constancia solemne. y por eso fue posible encontrar estos papeles en la Notaria núm. 1 de papantla a cargo de don Rufino Zárate. Lo más valioso d.e todos estos papeles es Ia lista de ios nombres. IJno se encuentra con sor_ presa a los Bassi, Casazza, Romagnoli, Morosini, Silvetti, Montini, Rossi, Cena, Fogiia, Doria, Boccardi, Montessoro, Gilli, Curti, Garel1i, etcétera. EI ingeniero Lipari partió para Europa junto quizá con el señor Fontana. No se sabe cuáI haya sido la reacción del 102


señor Masi, o si entretanto haya entrado en nuevos proyectos

que incluirían Ia compra de otros terrenos como los de San Miguel y Tlahuanapa con gente de confianza do don José María Mata. De hecho sería el caso de don Agapito Fontecilla, el compadre. Más tarde resulta que la colonia de alguna manera tiene esos terrenos, que eran 1os que Mata ofrecía en venta a Melchor Ocampo y a sus otros amigos como Degollado e Iturbide. En el proyecto original, estos terrenos eran los limítrofes a la primera colonia, de acuerdo con las escriLuras de la toma de posesión del día 12 de septiembre de 1857.e3

b

Los datos sobre estas tierras de San Miguel y de T1ah'ranapa están en una carta de don Luis Galmanini, que firma como director de Ia colonia, a don Orazio Catucci Masi, eI subdirector, y a don Piero Rossi, eI contador. Está fechada en la ciudad de México el día primero de septiembre de 1866. Es muy

probablemente una nueva sociedad y una nueva colonia donde ya se encuentra a un sobrino del señor Masi. Sería, pues, una parte de la transformación y extensión del proyecto, pero todavía bajo Masi y sus nuevos socios, en pleno periodo de la intervención y del imperio. De todos modos, se trataría de un nuevo fracaso, a tenor de la comunicación del director, don Luis Galmanini: Siendo bajo todos los aspectos inconcebible el proceder de los señores que componen Ia sociedad para la colonia italiana que se debía establecer en los terrenos de Larios, y habiendo ya pasado más de los dos meses sin que haya llegado la primera remesa de

93 Nonría pública núnt.,t, Papantla

103


dinero... habiendo yo girado una libranza de once mil pesos en favor de D. Agapito Fontecilla, la que no fue pagada por falta de fondos, me veo en la necesidad de salvar en Io que puedo los intereses que buenamente se me habían entregado antes de pagarlos.- A tal fin pasará un encargado del Sr. Fontecilla para recibirse, mediante inventario, de todas las existencias de la tienda y Uds. darán todas las garantías que fueren necesarias para cubrir el déficit que resultará por lo que se había realizado en la tienda, por el alquiler de la casa, y por los gastos causados. La existencia de algodón y las tierras de San Miguel y Tlahuanapa responderán y quedarán en prenda por lo que se debiere.

De acuerdo con este poder y esta orden se presentaron don Orazio Catucci Masi y don Piero Rossi ante el alcalde, juez sustituto de primera instancia, que actuaba por falta de escribano, junto con doña Rosalía Vidal de Fontecilla, en representación de su esposo, y leída la carta del director de Ia colonia se Ie entregaron a la señora todos los haberes de Ia tienda y el resto se dejó en prenda, o hipoteca, es decir, las tierra de San Migue1 y Tlahuanapa. Lo que sorprende en esta Iiquidación es que por un faltante de $l 227.50 se dejan en prenda las tierras de Satt, Miguel y Sart Lorertzo, situadas ett, esta jurisdicciótt y que pertetlecetl ert, propiedad a la cottt.pañía, las cuales fueron compradas ett la sutna de cuatro mil ochocietttos pesos.

A un lado de esta escritura hay una anotación del 29 de matzo de 1871 que dice: Con esta fecha comparecieron los señores D. Agapito Fontecilla y D. Ramón Bustillo manifestando: que por Ia carta que hacen presente al Juzgado se ve que las letras que se dieron para el primer pago de las tierras de que se trata en esta escritura de venta no fueron satisfechas por los señores Marqués de Picrinelli, Coronel Masi y demás socios, y que en esta virtud los que hablan como

to4


vendedores de las tierras citadas declaran nula y de ningún valor la presente escritura, por la razón antes dicha.

Se infiere, pues, que se trataba de un nuevo proyecto

y de Ia

compra de terrenos por parte de una compañía, esta vez de particulares, mientras que las tierras del primer proyecto habían vuelto a manos del gobierno conservador o de la lglesia.

6

El 7 de noviembre de 1866 (el pago a doña Rosalía Vidal de Fontecilla es del 11 de octubre), don Orazío Catucci Masi, subdirector encargado de la colonia, da plenos poderes a don Vicente Lombardo: Da y confiere todo su poder amplio y bastante, cual en derecho se requiere, al señor D. Vicente Lombardo de esta vecindad, especial para que representando su propia persona, derechos y acciones, se encargue de cuidar todo lo perteneciente a Ia colonia, y para

que no permita que los ranchos de la empresa establecida en las tierras de San Miguel Tlahuanapa sean vendidas, enajenadas ni empeñadas por los que la habitan como cosas exclusivamente pertenecientes a dicha colonia, para todo lo cual hará y practicará cuantos actos, agencias y diligencias sean conducentes, ocurriendo a los tribunales inferiores y superiores, presentando pedimentos, escrituras y toda clase de documentos...94

Todas estas operaciones de compraventa de las que se tiene noticia posterior tienen que ver con los sucesivos cambios políticos. Por ejemplo, las ventas que hace José María Mata en 1861 tienen como trasfondo el triunfo liberal en la Guerra

94 lden¿.

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de Tres Años. Y las últimas tienen que ver con Ia caída de Papantla en poder del Imperio que sucede apenas el 15 de enero de 1866. Por su parte, Tecolutla se adhiere al Imperio el20 del mismo mes.e5 Los restos del antiguo gran proyecto liberal, poco a poco, se deshacen.

7

No sabemos si en las biografias del abuelo de don Vicente Lombardo Toledano aparece este dato de haber sido como el úitimo representante oficial de la antigua colonia modelo de Papantla. Las noticias sobre él suelen arrancar a partir de Gutiérrez Zamora, Veracruz. Se habla de dos estancias en la cárcel, de su carácter temperamental y bizaruo, y de sus capacidades de empresa que lo van a llevar a descubrir y explorar una mina de cobre en Teziutlán.sa Gutierre Tibón, en 1944, recoge las leyendas o tradiciones sobre este colono lombardo que se habría batido a las órdenes de Garibaldi y cuyos problemas con la justicia tendrían que ver con la muerte accid.ental de un presunto asaltante de sus vainillares a manos de uno de sus sobrinos, Luis Costa, de 14 años, a quien habría encomend.ado imprudentemente el fusilsz En Teziutlán nace Vicente Lombardo Toledano quien hereda eI nombre del abuelo legendario, que de alguna manera le

95 David Ramírez Lavoignet, Historiogro.fía ueracruzana a traués d,e sus ntutticipios, Sección 32 del SNTE, Veracruz, México, 1998, p. 4g1.

96 Enrique Krauze,

caudillos culturales en la Reuoluciórt ntexica,a,

SEP/Cultura, México, 198b, pp. 21-40. 97 Gutierre Tíbón, Auettturas en México, 1g,9f-lggl, Diana, México, 19g3, pp. 361-363.

106


sirve de modelo.e8 Es compañero de escuela de Maximino Ávila Camacho, hermano del presidente de Ia República. Los dos compañeros de banquillo tendrán su influencia en la üda política del país. De don Maximino se dice: Dotr Maxitnhto cotrccía y quería a la comutúdad ítaliatn d,e Papatttla. Ett. ella halló a la compaí-tera de su uíd,a, Margaríta Ríchardi, nieta

d,e uno d,e los colotrcs

del ochenta,, Ricciardi...ss

De estos colonos de 1880 todavía hay algo que decir. Ciertamente en toda esta historia los datos se van haciendo muy escasos y fragmentarios. Algunas veces son menudencias como la reclamación de la pacotilla de ropa que hace don Enrique Colombo frente a don Rufino de la Sierra y eI acuerdo verbal al que llegan. Otras veces se trata de las consabidas escrituras de compraventa o de litigios que se subsanan. Pero Ia identidad de Ia colonia como tal se está perdiendo. Nadie habla más de ellos durante muchos años. Se ha visto que Vicente E. Manero cita a don Luis Robles, ministro de Fomento durante el imperio de Maximiliano, a quien informa en 1865 que los colonos "se hanl establecido en, El Cristo, donde permo)Lecet¿" 100 También en Moisés T. de Ia Peña existe el dato de que están en EI Cristo desde 1862:

98 Enrique Krauze, op. cit., p. 36: "¿Qué quedó en el ánimo de la familia, y en especial en el del nieto mayor, de la saga del abuelo?. La historia de Don Vicenzo y su "Aurora" pesó por muchos años sobre Ia vida familiar; la

prueba mejor de ello está en la acuciosidad con Ia que todos los miembros de Ia familia, hijos y nietos, conocieron la historia del "Papá Mina". En las pláticas casuales con las hermanas Lombardo Toledano, entrando un poco en confianza, la conversación regresaba a Teziutlán, a Don Vicenzo, las cacerías y Ios asuntos familiares. Las nietas guardarían de esos años un recuerdo contradictorio, "brutal" según una de ellas, pero'dorado también'..." 99 Gutierre Tibón, op. cit., p. 363. 100 Vicente E. Manero, Docunentos interesantes sobre Colonización, Tipografia de la vda. e hijos de Murguía, México, 1878, p. 55.

107


Para 1862 Ia mayoría de los colonos se había radicado en El Cristo, congregación situada a una legua de Tecolutla, por la carretera. IJnos cuantos decidieron permanecer en Papantla. Profesores, ingenieros y médicos formaron parte de la inmigración, pero pronto se dispersaron por toda la república. En el Cristo quedaron establecidas unas veinte familias.l0l Don Manuel B. Trens habla genéricamente de las fechas y de Ia colonia: Se celebró un contrato con un coronel italiano Luis Masi a

fin

de

que remitiese hasta el número de 200 agricultores sobrios, laboriosos e inteligentes, los cuales fueron instalados en una colonia cerca de Papantla, pues muchos de los inmigrantes emigraron y otros fundaron la pequeña colonia VilIa Luisa no lejos de donde estuvo Ia Primel¿.roz

Importan, ciertamente, los años y las fechas, pero más importa saber que van a una antigua comunidad o territorio de indígenas, de esas que fueron disueltas a partir de Ia gran revolución liberal que está transformando al país.

10r ¡4o1.6. T. de la Peñ,a, Veracruz económico, tomo I, Xalapa, Ver., México, 1981, p. 237 Qa primera edición es de 1946). 102 ¡4un,r"1 B. Trens, Historia de Veracruz, SEC, Xalapa, 1992, tomo VII, p. 151.

108


VIII.

RENOVACIÓN Y ENMIENDA. LA COLONIA EN GUTIÉRREZ ZAMORA, VERACRUZ 1

Importa el hecho de Ia translación de los restos de la colonia modelo de Papantla hacia otros lugares más fértiles y propicios e importa también la fecha. Hay que situarla hacia el final de la Guerra de Tres Años, entre 1860 y 1862, en que los liberales están otra vezen el poder y se aplican de nuevo las leyes de desamortización de tierras comunales y de la Iglesia. Las nuevas tierras que se les dan no son ya de la Iglesia, sino de una de las comunidades indígenas que también han sido expoliadas, El Crísto, cerca del municipio de Tecolutla. Don Moisés T. de la Peña anota: Unas veinte familias... fueron a establecerse en El Cristo, en las cercanías de Tecolutla y la playa. En este lugar podían haber sido instalados desde su llegada, con seguridades de buen éxito, como lo d,emuestra el que desde luego obtuvo este núcleo inicial de la futura colonia, modelo, de verdad, por todos los conceptos, tal como lo había deseado eI gobierno, pero con cuyo éxito y notables modalidades ya casi no hubo intervención oficial. Esta intervención terminó con el rotundo fracaso de Texquitipan o Agua Dulce. r03

103 Moisés T. de la Peña, "Problemas demográficos y agrarios", Problenas agrícolas e i¡rdustriales de México, jul-sep y oct'dic, 1950, p. 218.

109


Quizá no hubo intervención oficial, pero seguramente se contó con el apoyo y la ayuda de don José Maúa Mata y de las autoridades locales de Papantla y demás regiones para el cambio. Se pueden hacer algunas inferencias legítimas sobre el asunto. Es verdad que en las épocas recientes los indígenas se han

replegado hacia las montañas y cultivan las tierras menos aptas para la agricultura o la ganadería, las llamadas "regiones de refugio". Son los blancos y mestizos los de las tierras fértiles. Pero no siempre fue así. Durante los siglos del antiguo régimen, la propiedad comunal de la tierra les daba estabilidad y subsistencia, sin que por otra parte tuvieran muchas posibilidades de cambio o de progreso. Los cambios vinieron luego, en la época del triunfo de la Revolución de Ayutla, pero, por desgracia, no fueron para su progreso. Son poeas las personas que se han dado cuenta, con la lucidez de Octavio Paz, de que la otra revolución, Ia de 1910, será en realidad una marcha hacia atrás o una búsqueda de la estabilidad que se había perdido.1o4 No es cuestión de retomar todo el hilo de la historia de la tenencia de la tierra, ni de entrar en el discurso agrario, que tiene mucho de diatriba y demagogia. Tampoco es cuestión de buenas o malas intenciones. Había intención de progreso y de una vida mejor para todos. El modelo estaba en los Estados lJnidos de Norteamérica y los liberales 1o aplicaron a pie juntillas. Pero la rotura de ese equilibrio fue quizá demasiado brusca.ros 104 g¿¿urrio Paz, El laberütto cle la soledad, FCE, México, Lg70, p. 127. Véase también, en la p. 118, su visión de Ia Reforma: ,,Una triple negación: Ia de la herencia española, Ia del pasado indígena y la del catolicismo, que con-

ciliaba a las dos primeras en una afirmación superior,'. 105 Francois Chevalier, La fornación de los lotífundios en México, FCE, 1985; en las pp. 321 y 322hace su síntesis: Así se establecía una especie de equilibrio natural de sabor un tanto medieval por cierto. Lo que la sociedad

110


En eI Estado de Veracruz, Ia vanguardia de la Reforma -a pesar de las quejas del señor Mata-, el decreto del 4 de abril de 1856 restablecía Ia Ley del 26 de diciembre de 1826 que mandaba dividir y reducir a propiedad privada las tierras de los indígenas.106 Y en todo el país, la Ley Lerdo, o de Desamortización de Bienes de Corporaciones, del 25 de junio de 1856, daba origen a un cambio gigantesco en las relaciones de propiedad. Se pensaba que el estatuto privilegiado de las comunidades indígenas más bien contribuía a su retraso y que sólo los individuos y su iniciativa privada eran los motores de1 progreso. La mera aplicación de estas leyes trajo una grande agitación que se dejó ver también con fuerza en el norte de Veracruz, en Ia región que nos ocupa.107 El hecho de que el fraccionamiento de Ia tierras haya quedado en manos de la

daba por un lado, lo recobraba por otro, pero bajo la alta dirección de la Iglesia: beneficencia, enseñanza, ciencia, letras, artes, estaban casi enteramente en sus manos, y sacaban sus recursos de tantas ricas haciendas y casas, de tantos censos, capellanías y limosnas. Xn el siglo X\TI Io único que se podría co¡nparar con el poder temporal de la Iglesia de la Nueva España era su poder sobre los espíritus. Las huellas de ello son todavía muy visibles numerosos en Ia ciudad de hoy, con todos estos grandes monumentos

-tan

México que parecen no caber en ella, como alguien escribía ya en 1697-, con esa religión apasionada de tantos indios y gente del campo y quizá también con la reacción anticlerical de ciertos mexicanos". 106 Gobierno de Veracruz, Leyes, d,ecretos y circulares del Esta.do de Veracruz, Llaue, t.1855-1856, Imprenta del Gobierno del Estado, Xalapa, 1889, pp. 226-237. lo1 Cfr.' Sergio Florescano Mayet, "El proceso de destrucción de la propiedad comunal de Ia tierra y la rebeliones indígenas en Veracruz, 1826-1910", La Palabra y el llontbre, núm. 52 (oct-dic), nueva época, pp. 5-18, tiV, Xalapa, Ver., México; y Michael T. Ducey, "Tierras cor¡unales y rebeliones en el norte de Veracruz antes del Porfiriato, 1821-1880: el proyecto liberal frustado", Attuario W, CIH-IIH, UV, 1989. Véase además: Leticia Reina, Zos rebeliotrcs cantpesinas en Méxíco, 1819-1906, Siglo XXI, México, 1980, p. 34.

111


autoridades políticas de cada localidad puede llevar a pensar en que además de la mera aplicación hubo no pocas injusticias.lO8 En 1861 don José María Mata "arregla" sus asuntos con el Ministerio de Fomento en Ia ciudad de México y luego en Papantla, donde vende y compra sus tierras. No es nada remoto pensar que las autoridades locales, bajo su influjo, hayan trasladado a los restos de la colonia que todavía quedaban en Papantla, en las tierras de San Miguel, a mejores áreas, que antes eran de los indígenas. El Estado de Veracruz iba a la cabeza de la Reforma. Apenas restablecida la República, en 1867, el gobernador Ignacio R. Alatorre decía en su Memoria de Gobierno: La división de terrenos de las comunidades indígenas, decretada en el Estado hace algunos años, y que ya por la guerra, ya por otras causas no se ha consumado, ocupó la atención del gobierno, pues él sabe perfectamente que el pensamiento que envuelve aquella disposición, afecta nada menos que el porvenir del mismo Estado. Reducidos a propiedad particular los terrenos de indíge-

r08 T. G. Powell, El liberalisnrc y el cantpesinado en. el centro de México (1850 a 1876), Sep/Setentas, México, 1974, p. 77'. "En toda la república, durante el verano y otoño de 1856, los pueblos indígenas sufrieron la catástrofe de perder sus tierras arrendadas. Los indígenas, pasmados, pidieron a las autoridades locales que respetaran sus derechos de propiedad tradicionales. Pero no sabiendo bien a bien qué era lo que debían hacer (porque la interpretación de la ley no estuvo nunca clara ni para los mismos funcionarios federales), muchos burócratas provincianos turnaban estas peticiones al ministro de Hacienda, Icrdo, el cual invariablemente replicaba que el derecho de los arrendatarios a Ia compra debía ser protegido y que bajo ninguna circunstancia podía restituirse a los índigenas la tierra que sus arrendatarios estuvieran dispuestos a comprar... Aun en los casos en que se aplicó sin fraude, la Ley Lerdo produjo resultados catastróficos para los pueblos indígenas. Grandes superficies de tierras comunales cuyos beneficios anteriomente alcanzaban a todos los residentes, pasaron a manos de una éIite indígena local o de fuereños no indígenas".

t12


nas, serán éstos últimos propietarios, y elevados a la condición de ciudadanos útiles, formarán parte del pueblo, este pueblo sufrido y desgraciado que por mil motivos reclama toda vuestra predilección. El gobierno quiso por su parte hacer lo posible para que aquella idea fuera desarrollada, y al efecto espidió (sic) confecha 19 d.e Agosto último una circular concediendo nuevos plazos para el cumplimiento de los preceptos de la ley de 2g de junio de 1g61 y concordes relativas. Es de esperarse que pequeños inconvenientes que han vr¡e1to a presentarse, sean al fi.n allanados con la prudencia necesaria, y al (sic) Estado pronto ver realizada una de sus mejores rsfe¡ur¿s.lo9

La desamortízación de las tierras de los indígenas y su partición, eran, pues, una de Ia mejores reformos de la Reforma, una de sus disposiciones fundamentales: afecta nada tneruos que el porüenir del mismo Estado. Y de ella saldrán beneficiados los faliidos colonos de Papantla, que ahora ocupan la antigua comunidad indígena de El Cristo y florecen. La colonia tendrá una especie de segundo aire. El año de 1870 don José María Mata viaja a Europa con toda su familia. euizá se haya encontrado con sus antiguos socios en la compañía de colonización. En abril rbcibe, en París, el encargo de hacer llegar a don Benito Juárez un retrato autógrafo de Garibaldi.l10 En 1877 Ie toca llevar eI primer abono dei pago de la deuda a los Estados Unidos. Un honor y un encargo realmente merecidos. Uno quisiera saber a quién toca Ilevar el último de los abonos, porque la deuda exterior es el paralelo exacto de las conductas españolas que durante tres siglos

109 Carmen Blázquez D. (comp.), Estado de Veracruz, In,forntes de sus gobernadores 1826-1896, t. II, Xalapa, Ver., México, 19g6, p.644. llo Benito Jud,rez. Docunen,tos, d.iscursos y correspondencia, J. L. Tamayo, Libros de México, México, 1975, t. XIV, p. 49g.

113


expoliaron el territorio mexicano. parece como si no se pudiera vivir sin dueños, como país realmente independiente

y soberano.

2

La noticias de la nueva dotación de terreno y del éxito de.los colonos en los cultivos hace que nuevas famüas se animen a hacer el viaje hacia 1880. Según tradiciones orales, fue Carlos Romagnoii qüen encampana a parientes y conocidos con la con_ seja de que: "En México el d.inero se recoge a paletad.as,,. Don Moisés T. de la Peña r.ecibió informaciones, en 1g46, de los descen_

dientes directos del grupo de 1g5gy de gente ilegada en 1gg0:

En 1880 arribó un grupo de ocho familias, trasladadas en bestia desde Veracruz a Io largo de la costa, como inmigrantes espontáneos, todos ellos agricultores atraídos por las noticias de

laiuena

situación de 10s colonos de El cristo, ya aclimatados y dedicados al cultivo de la vainilla que vendían en Tuxpan para

su ex_ portación. También cultivaban caña de azicar, maíz para su polenta y explotaban otros ramos de exportación tales como maderas tintóreas de moral, maderas preciosas, hule y

chicle, que por 1gg0 empezaba a tener

¿"*rrr¿r.rrt

algo de

En 1888 una gran inund.ación causa un verdadero desastre

en la colonia que estaba situada muy cerca del río y en tierras bajas. La mayor parte de los colonos se había ya asentado en un sitio llamado Cabezos d.el Carmen. Lo de ,,cabezos,,parece venir de tres islotes en medio del río que parecían tener esa

forma. Lo de "del Carmen,, es en honor u l, Virg"r, María que se quedará como patrona de la nueva población.

Este *rrpo

rlr t14

Op. cit.,

p. ZIB.


renovado se organiza y consigue del gobierno del Estado que la cabecera dei municipio esté en adelante en cabezos de1

Carrnen que en adelante se llamará Gutiérrez Zamora, por disposición del gobernador interino León Malpica y Terán con decreto del 21 de julio de 1877. pero, por supuesto, los habitantes de Tecolutla gestionaron, por su parte, la devolución de su categoría municipal y Ia obtuvieron dos años después, por decreto del gobernador Luis Mier y Terán dei 15 de diciembre de 1879. Y así, en la actualidad existen dos municipios, eI de Tecolutla y el de Gutiérrez Zamora.

3

La dotación de los colonos tenía carácter de condueñazgo en un principio, y en 1891 la Comisión Geográfica_Explorad.ora hizo la repartición de los lotes individuales, según la caridad de las tierras. Lo que se repartió está situado entre Tecolutla y Gutiérrez Zamora. En Boca de Lima cada lote fue de 2ghec_ táreas; en EI Cristo de 12, e iguales en EI Anclón y EI Alenal;

en otros lugares, de 82. En la Biblioteca Central de la Universidad Veracruzana está una memoria inédita del ingeniero Víctor Assennato dirigida al gobernad.or del Estado, don Teodoro A. Dehesa, sobre los trabajos hechos para Ia reparti_

ción de EI Cristo:

El día 24 de octubre paso a hacerme cargo d.el reparto de lote No. 1 nombrado El Cristo perteneciente a la extinguida comunidad de indígenas de la Villa de papantla, hoy en propiedad de la colonia italiana ubicada en el municipio de Tecolutla. l tz

ll2

Biblíoteca Central de la UV, sección Reservados.

115


A los indígenas se le reconocieron lotes de 32 hectáreas por

familia pero muy pronto los fueron vendiendo y así se convertían en peones o asalariados. Esto era exactamente lo previsto y temido por los obispos mexicanos en 1865.113 El proceso del Porfiriato estaba en plena marcha y hay que reconocer que en el aspecto económi-

113 "¿Realmente alcanzará la nación grandes bienes de la inmigración extranjera? ¿Reaimente ha de ser ésta eI agente poderoso que transforme ventajosamente a nuestre socied¿rd y precise su movimiento desde las paráli sis que hoy sufre, hasta el doble vigor de la vida política y la vida social?...

¿Cuál sería el papel que estuviese reservado a los mexicanos en consecuencia de esa especie de aluvión precipitado sobre nosotros? ¿Un ser débil cambiará de

te¡nperamento porque lo estrechen entre sus brazos dos atletas?... Si no hemos de ver embellecidas nuestras ciudades, mejor cultivados nuestros campos, poblados, nuestros desiertos, sino para quedar los hijos de Nféxico en la peor de las esclavrtudes. Ia de la irnpotencia para sobreponernos aI incrernento de una población extranjera; si, dueños de la casa, hernos de ser, por nuestra desdicha, ianzados hasta los quicios de las puertas para contemplar Ias comodidades y el recreo de los nuevos moradores; en suma, si los bienes

que se esperan han de ser só1o para provecho de nuestros huéspeCes y no nos han de servir a nosotros sino para hacer más punzante eI sentimiento de nuestra miseria; si ha de transformarse este sueio, pero 1os mexicanos hemos de andar en él como extranieros en nuestra propia patria, mejor nos fuera, Señor, estar siempre solos, y proveer con nuestros ptopios recursos, explotar

la necesidad para impuisar un progreso, todo nuestro, y ser siempre ia nación y no una parte rle ella" (Represerúacíón de los oóispos ntexicanos a S. M. Irrtperiol sobre l,as des;,erttajo.s de la co!.onizociórr., México, rnarzo de 18G5). Cfr'.: J. B.2il1i, "I\[oisés Go¡rzález Navarro y 1os extranjeros", Excelsior, 26 de febrero de 1995: "Pero a uno le habría gustado ver aplicado este tema (de las prevenciones o perjuicios de la iglesia de México) a la cuestión de italianos. Es cierto que no eran judíos ni herejes, pero eran algo peor, eran liberales. Para la Igiesia mexicana de aquel tiempo no había nada más adverso en lo que se puediera pensar y para ci gobierno mexicano eran una raza completamente afin y deseada. Esto explica muchos de los textos de la prensa que aduce el Dr. GonzáIez Navarro qur: se regodean en las failas de las colonias. Estos italianos tr:aian Ia subversión del ordcn medieval o colonial, eran garibaldinos y antipapistas, como el General Luis Ghilardi, que fue ayuda de

116


co no era más que Ia cabal realización de 1o proyectado por la

generación de los liberales. Su cumplimiento más exacto. De todos modos, en Ia región no había grandes latifundios, fuera del de Larios y Malpica del general Guadalupe Victoria, que luego tendrá que ser afectado para la formación de los ejidos, cuando todo dé 1a vuelta completa otra vez. Tambié¡r algunas propiedades de los italianos, muy pocas en realidad, tendrán que ser fraccionadas hacia 1921: La Magdalena, la sucesión de Pascual Montessoro, y Boca de Lima, de Pedro Tremari.ll'1

4

Sorprende

1o

escaso de las quejas de estos colonos a raíz de la

Revolución.115 Hoy en toda la zona predomina la propiedad privada regular y los ejidos. En ia obra de David Ramírez Lavoignet hay un serio intento de seguir todas estas transformaciones de la propiedad de la tierra, que de verdad se antojan vueltas y revueltas.116 [,¿ Revolución y la Constitución de 1917 volüeron a dar la primacía a las tierras comunales y, de hecho, en el aspecto agrario, fueron una especie de vuelta al pasado, donde la familia, Ia comunidad y la etnia tenían mayor importancia que el individuo y su iniciativa. Entre estabilidad y progreso se optó una vez más por la estabilidad.

campo de Comonfort; por más que se cuidó bien más tarde, y en k¡s misrnos contratos, de que fuera gente del norte de Italia y no del sur, por carbonario, camorrista y mafioso. De a1lí saldrá ciertamente Lombardo Toledano, pero también varios piadosos clérigos y hasta dos obispos de la iglesia de México: Manuel Fulcheri y Pietrasanta, que io fue de Cuern¡rvaca v luego de Zamora,

y Mons. Mario de Gasperín, actual obispo de ia diócesis de Querétaro". 114 ¡urri¿ Rarnírez l,avoignet, op. cit., pp..187 y 488. 116 Cfr.' J. B. ZilIi, Italianos en fuIérico, pp. 4.1.1-458. 116 gO. pp. 438-431. "¡¡.,

117


Entre justicia y libertad se optó por una mayor justicia, ahora llamada social. El problema, como es sabido, no está resuelto en ninguna parte, porque la justa proporción, o fórmula correcta, es asunto de sabiduría y de suma prudencia.tt7 No se debe habiar de malas intenciones, o de traiciones, sino del realismo o de la conveniencia de las medidas que se proponen o que se ponen en práctica. De política acertada, en concreto, no de ideales o de intenciones. Por lo pronto, este cuarto componente étnico de Ia nación mexicana (indígena, ibero, africano e italiano) nace de una planeación y de un proyecto consciente, lleno de ilusiones y de errores, donde quizá no todo haya resultado negativo. Cuando llegaron los italianos el país tenía nueve millones de habitantes. En 19g6 tiene una población de noventa millones. La sangre italiana se halia integrada en la formación del pueblo, nacido a raíz de la Independencia y de Ia factura de orden colonial. Los descendientes de italianos en México son un prorlucto neto del siglo )ilx, como 1o es también la misma Italia en med.io del consorcio de las naciones. Se üo una curiosa coincidencia o paralelismo en la lucha contra las teocracias y en favor d.e la repúbiica y del individualismo liberal. El que 1as banderas de ambos países sean tan semejantes es quizá un indicio de todo ello.

5

Quizá convenga terminar la historia d.e la colonia mod.elo d.e Papantla con un par de observaciones y con optimismo. por una parte hay que señalar que los archivos están bien peina_

ll7 g¡r.' J. B. Zilli, De lo tarea ocadénrico, Gobierno del Estado, Xalapa, Ver., IV{éxico, 1994, pp. Zt5-224. 118


I

dos y que hemos tenido que hacer inferencias. La historia suele ser escrita desde el punto de vista de los vencedores y es tarea ardua rescatar la verdad con su triste aspecto de fra-

caso e inequidad. México no es Ios Estados Unidos de Norteamérica. Es un pueblo muy diferente y original. Pero, por otro lado, quien conozca a la gente de GutiérrezZamora, Ver., habrá de alegrarse de corazón de saber que está entre nosotros y que forma parte constitutiva del tejido nacional. Y para que no haya demasiado subjetivismo, dejaremos una vez más la palabra a don Moisés T. de la Peña, a quien alguna vez hemos criticado, pero cuya obra pionera reconocemos sin ambages.l 18 En su Veracruz ecot¿ótnico, cuya primera edición, como dijimos, es de 1946, escribe lo siguiente: Empiezan a hacerse sentir los esteros y bajos a medida que el camino se aproxima a la costa. Sin embargo, no faltan las tierras altas en esta faja, así, más allá de Casitas, rumbo a TecoLutla y sobre todo desde aquí, una vez que se pasa el río de este nombre, en la orilla de la población, que está situada en la ribera izquierda, casi en la barra, se admira hasta Gutiérrez Zamora el más hermoso espectáculo agrícola que puede verse en México; con las más moderna maquinaria se cultivan estas tierras arenosas y areno-arcillas por ambos lados de la carretera y se suceden sin interrupción las plantaciones de piña, coco de agua, naranjo, limonero, maí2, frijol, plátano y tabaco. Se suceden las granjas

que van montando las gentes adineradas de México y de la región: sin transición, el tractor y la cultivadora han sustituido a la "coa" y a Ia "huica"... Aquí vinieron a fincar los colonos italianos, anteriores a los de Manuel Gon.zález (por 1856); todos ellos están ya mecanizados desde hace largo tiempo; eI mestizaje ha sido muy intenso y eI éxito como colonizadores es tan rotundo y

118

¡. g. Zilli Manica,

"Moisés Gotzález Navarro y los extanjeros",

Excelsior,26 de febrero, 1995.

119


benéfico para nuestro país, como no hay en México otro caso com-

parable que no sea el de los ex franceses del cercano San Rafael".rtg

No hay que añadir más. Toda persona Iograda y tod.a realízación humana son fruto de grandes ideales, no pocos errores e iniquidades, y una larga perseverancia. La colonia modelo es hoy un modelo en un sentido quizá no esperado por Ios que la plantearon. Quizá 1o mismo se pueda decir de todo el país.

719

120

Veracruz econóntico, t. I, pp. g6 y gT


BIBLIOGRAFIA Archivos y documentos Ancruruo DE LA NorARÍA pÚBLIcA núm. 1 d,e Papan'tla

,

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ApĂŠndices



1. CRONOLOGIA Fecha 1 de marzo de 1854

Acotúecitniento PIan de Ayutla, (reformado en Acapulco el 11 de marzo)

9 de agosto de 1885 22 de noviembre de 1855 28 de enero de 1856

Triunfo de la Revolución de Ayutla Ley Juárez Decreto Masson y socios sobre explotación de minas

1 de febrero de 1856.

4 de

abril de 1856

Decreto sobre franquicias a los

extranjeros Ett. el Estado de Veracruz, decreto que d,eclara uigerúe ert

el Estado la Ley del 22

de

diciembre de 1826 que nmnr.da reducir a propiedad particular

los terrett,os de las cott.utúdades htdígertas 10 de rnayo de 1856

25 dejunio de 1856

31 de ju,lio de 1856

Decreto que establece cuatro colott ias etttre Xalapa y Veracruz Ley Lerdo, o de Desamortízación de Bienes Comunales y de la Iglesia Decreto sobre la colottia tnodelo ett el Estado d,e Verq,cruz

5 de febrero de 1857

Se expide

la Constitución

129


Acontecitnietúo 19 de febrero de

IgSr

José Ma. Matq, uend.e al gobiertw el terretw paro ula colonin

abril de 185y

Ley iglesias sobre obven-

15 d.e

abril de 18ST

ciones parroquiales Recotnettdaciott es, reglamen to y rlornbruniento d,el dírector

15 de

jutio

11 de

de la colonia

de t85Z

Itforrnes del ingeniero

Gon,-

zdlez 26 dejuruio de 18ST

22 de

julio

de 18SZ

12 de agosto de 18ST

17 de diciembre de 1852

20

d,e

etrcro de l8S8

27 de etrcro de 1858 23 de 25 de

abril de t8S8

jutio de 1858

15 de octubre de

l85g

Con trato Siliceo-Musso, éste últinto ett twtnbre de Luis Masi José Ma. Mata y Carlo pastori uisitatt la colottia José ll[a. Nlata tonta posesión de los terretuos de la colonia ett ttotnbre del gobiento Plan de Tacubaya. Comienza la Guerra de Tres Años Los futuros colot¿os firman un cotttrato coru Luis Masi ett la ciudad de Génoua Salida de la colotüa d,esd.e

Italia Llego la primera

Los colottos resci¡rd,ett el cotrtro.to que habíat¿ hecho cott lllasi y finnan wto t¿ueuo et¿ la Villa Luisa Sale la segur.da expedición cle colotrcs

130

exped.ición.

de colottos


(concluye)

Fecha 12 de

julio de 1859

Acotttecüníettto

Nacionalización de los bienes eclesiásticos

22 de diciembre de 1860

Derrota de Ios conservadores

en Calpulalpan. Fin de la 26 de ¡narzo de 186l

Guerra de Tres Años José Moría Mota rescind,e la

uettta d.el 19 de febrero d,e 1857 y uettde al nisnto gobier-

tlo utla porción d.e

juni.o dc 18Gl

17 de

julio de 1861

18

10

dejunio de 1868

29 de mayo de 1864 7 de

15

twuiembre de 1866

dejulio de 1867

d.e B SS3 q,cres

de Texquitipan.

Agapito Fotttecilla, ett nombre d,e José María Mata, uende tierras de Texquitipanl y compra tierras del Cacahuatal, en Papantla El Congreso decreta la suspensión de pagos a las naciones extranjeras Los franceses toman Ia ciudad de México

Llegada a Veracruz

d,el

emperador Maximiliano

Poder especial otorgado a Vicente Lontbard,o

Benito Juárez entra en la capital del país. México queda a resguardo y bajo la protección

de los Estados Unidos y a merced de sus programas. Europa no intentará nuevas aventuras militares en territorio mexicano

131



z.EL CONTRATO FIRMADO POR LOS COLONOS EN LA VILLA LUISA Y LOS NOMBRES DE LOS FUNDADORES En la colonia italiana llamada Villa Luisa de los Italianos y en Papantla que es Ia cabecera dei Cautón de su nombre del que depende la dicha Villa, por no haber sido posible que los colonos fueran a la referida cabecera, a los veinte y cinco días d.el mes de junio de rail ochocientos cincuenta y ocho, comparecieron ante el Juez que suscribe y los testigos de asistencia e instrumentales que se designaron al fin, D. Gaspar Lipari, director de la coionia, y los colonos Domingo (1o.) Bassi, Antonio Fainola, César Cesanel, Antonio Torricel,li, Giacomo Benzoni, Francisco Benzoni, Serafin Benzoni, Juan Ghiringheili, Siro Panighini, Giacomo Panighini, Pedro Borroni, Juan Bautista Gudttini, Pedro Gudttini, Gaspar y José Montini, Raimundo Aggionicottone, Juan Meliga, Antonio Barrutto, Giacomo y Alejandro Alboncico, Juan Aggi, José Demarzi, Samuel (1o) y Samuel (2o) Silvetti, Pedro y José Tremari, José Selini, Juan Necchi, José Morosini, Luis Pisole, Miguel Karlacher, Juan Zanna, Guillermo Gulligari, Carlos Giannola, Isidoro Maruzzí, Ángel Doarelli, Juan Sacchi, Carlos Romagnoli, Juan Capellano, José Odetti, Juan Bautista Viasco, Lorenzo Asprina, Luis y Bartolomé Cassazza, Juan Beccaria, Domingo Segacieno, Antonio del mismo apellido, Luis Marin, Antonio Corbelotto, Alejandro Massoneri, José Boffa, José Ghiringhelli, Juan Rossi, Carlos

133


Rossi, Pedro Sacchi, pablo y José Cena, Luis Viasio, José Vogliano, Angel Grassi, Mauricio Agosti, Vicente Taverna, Benedicto Eva, Juan pairotti, Juan Bautista Musso, José Reverino, Juan Caudana, Antonio y Juan Bautista Foglia, Luis Moizo, Antonio Morelli, Juan y Antonio Bianco, I\{ateo Piccetti, Domingo poggioni, Cristóbal Silalprindi, Francisco y José Doria, Siro Boccardi, Juan Bautista passadore, Vicente Da Chudreis, Juan Ruspa, Segundo Zorzolí, José Filippi, José Chioti, Juan Bautista y pascual Montessoro, Giacomo Kuagliotti, Francisco Garelli, Carlos Brezio, Domingo Gilli, Juan Bautista Godina, pablo Curti todos conocidos de dicho juez y dijo el primero que habiendo recibido demostraciones de la mayor parte de los colonos que además de comprometer los intereses del Sr. coronel O. l,uis Masi, fundador d.e la colonia, ofende aquel carácter íntegro y desinteresado, que es su primer distintivo, para ,.ugrr"u" esos mismos intereses y quitar el más mínimo pretexto y duda sobre la recta intención que lo animó al celebrar el contrato anterior de quince de enero de mil ochocientos cincuenta y siete se ha visto el que habla en la necesidad de rescindirlo de acuerdo con los colonos y de hacer otro con los mismos en los términos que fijan las siguientes cláusulas: 1o. La sociedad que con el

da queda anulada.

primer contrato estaba estableci-

2o.El débito total que

1os colonos han contraído y contraigan con el gobierno mexicano por anticipaciones de pasaje, alimentos, animales, terrenos, utensilios, etc. quedará todo a cargo d.e los mismos colonos y en consecuencia repartido proporcionalmente entre ellos. Jo. Cada colono con familia o sin ella se obliga a hacer pro_ ducir eI terreno que le está asignado y qru q.."d,

enteramente de su propiedad.

t34


4o.La utilidad procedente del terreno y del ganado será d.e la absoluta propiedad del colono, pero como todos los gastos hechos por el señor Masi para la fundación de Ia colonia son considerables y grande así mismo la responsabilidad que asume para con el gobierno mexicano, el colono en compensación se obliga a pagar a dicho Masi, y por lo tanto a su representante en la colonia por só1o cinco años el décimo del fruto del terreno que haya puesto en cultivación. 5o. Como con eI presente contrato cesa cualquier obligación de

los empleados en la administración de prestar sus serücios en la colonia, los colonos mismos fijarán, de acuerdo con el Ingeniero Director, el honorario que por utilidad pública deba asignarse al párroco, médico y maestro de escuela para que prosigan prestando sus servicios a la colonia.

Si el colono abandonase Ia colonia antes del término de cinco años sin haber llenado las obligaciones que contrae queda sujeto a reembolsar inmediatamente aI Coronel Masi de Ia pérdida de frutos que por su ausencia no podría tomar. Y esto se establece porque no siendo el décimo fijado un fruto exagerado o de usura sino solamente una mediana recompensa a tantos gastos hechos por este sacrosanto derecho. Sin embargo, si eI colono debiere abandonar la colonia por enfermedad u otro motivo d.e fuerza superior no será sujeto a hacer este reembolso. 7o. EI derecho de propiedad concedid.o al colono sobre el terreno que se le asigna, es en el supuesto que él cumple 1as obligaciones que le impone eI Decreto de mil ochocientos cincuenta y seis, el Reglamento de abril y septiembre de mil ochocientos cincuenta y siete y el Contrato firmado por el Ministro de Fomento del 6o.

135


Supremo Gobierno Mexicano y del Coronel Masi en veinte y seis de junio de mil ochocientos cincuenta y seis; y por tanto los referidos reglamentos y contrato del veinte y seis de junio serán considerados como una parte íntegra del contrato presente. La falta de cumplimiento por parte del colono lo hará decaer de todos sus derechos sin necesidad de ocurrir a ninguna autoridad. 8o. Los colonos empeñan su honor no sóIo en observar eI presente contrato sino en uniformarse a todas las reglas de moralidad y deberes que estarán consignados en los reglamentos exclusivos de Ia colonia. 9o.La ejecución del presente pacto es garantizada respectivamente del Supremo Gobierno de la República Mexicana en los términos que marca eI artículo 14o. del contrato de veinte y seis de junio de mil ochocientos cincuenta y siete por el que se compromete a defender los derechos de cada parte y se obliga aI mismo tiempo a

los contrayentes aI lleno de sus respectivas obligaciones por todos los medios que prescribe Ia iegislación del país. 10o. EL presente contrato será elevado a escritura pública y

firmado por ambas partes.

Una copia será depositada en manos del representante del Gobierno, por quien será manifestada a los colonos a su petición. Tanto de dicho representante como de la Dirección itaIiana los colonos podrán tomar los informes que desearen sobre Ios decretos y contratos de que se ha hablado anteriormente. La residencia de la Sociedad es en Génova en la oficina de

Ia Colonia, la cual está representada en México por el Director de Ia Colonia Villa Luisa.

136


Y haliándose presentes los colonos cuyos nombres ya se han mencionado, otorgaron que consienten al convenio de que ha hablado D. Gaspar Lipari y están dispuestos a cumplirlo con todas las cláusulas que contiene. Y ambas partes contratantes dijeron: que aI cumplimiento del referido convenio obligan en la forma más bastante a que haya lugar en derecho de su persona y bienes habidos y por haber, renuncian las leyes de su favor y defensa con la general en forma y dan poder a los Srs. Jueces competentes para que a ello Ios obliguen y apremien como por sentencia defrnitiva consentida y no apelada o basado en autoridad de cosa juzgada. En fe de los cual firmaron con el suscrito Juez y los de asistencia, los que supieron, haciéndolo por los que no saben, Juan Bautista Montessoro, Ángel Grassi y Juan Ghiringhelli, siendo testigos instrumentales D. Emilio del Callejo, D. Juan de Mata Campos y D. Felipe Espinoza. Lic. Joaquín Espinoza

lI Direttore della Colonia Gaspar Lipari Banzoni Giacomo e figli Reverino Giuseppe Felipe Espinoza

t37



3. LAS GENERACIONES ACTUALES Lista de los nombres aportada por D. Moisés T. de la peña* "son tan sóIo 26 apeilidos itarianos, contand.o dos de familias procedentes de las colonias fundadas a partir de 1gg1, y sin

contar la familia Lombardo (ascendientes del Sr. Vicente Lombardo Toledano, según se dice) y la familia Richardi (a la

que pertenece la Vda. de Ávila Camacho), de las que no quedan descendientes en la región... Entre los que no figuran en la iista pued.e citarse los apelli_

dos Ricci, Billié, Mariani, Bardeni, Escagno, Baruta, Croce, Regiardo, Ragni, Grocio, Magrassi, Govio, Capitini, Sardoni, Yorio, Bigurra, Cena y Cuesta. Son algo más de g00 descen_ dientes conocidos". Propí.etario

Mauricio Anzaimetti Pedro Arzani Consuelo Arzani Guido Arzani Roberto Anzino Señora Richardi de Ávila Camacho

d,e

Localid,ad,

Hectdreas

Arroyo Grande Arroyo Grande Coronado

Arroyo Grande Coronado

Santa Eufrosina

931

I

576 024 19 25

578

* "Problemas demográficos y agrarios", problen¿as agrícoro.s e idustriares México", vol. II, núms. 3-4 (ul-sep y oct_dic), México, 1950, p. 225.

139


(continúa)

Propietario Señora Bassi

viuda de Arzani Vicente Bayardini Juana Beccaria Estela Beccaria Salvador Borrel Luisa B. de Montessoro Concepción B. de Rosas Luis Borrel Collado Ángel Borrel Alvarado Isidro Bordonabe Juan Capellini Jesús García Capitanachi Eva Cassasa Federico Cassasa Juan Capellini Juárez William Donath Elizabeth Decuirt José Decuirt Luciano Decuirt Ramírez Emilio Fleuri Agapito Fontecilla Isidro Falla Cruz DaIIa Lilia Gaya de Capellini Gustavo Gaya Olga Gaya Domingo Gaya Adolfo Gaya

140

Localidad

Hectá,reas

Arroyo Grande

23

Arroyo Grande Cacahuatal Cacahuatal San Salvador San Salvador San Salvador San Salvador San Salvador Cepillo Arroyo Grande Arroyo Grande Palo Hueco

7

PaIo Hueco Palo Hueco

18

65

r47 280 20 20 L4

105 50 13

301 1 1

Arroyo Grande

E)/

Coronado Coronado Coronado Coronado Coronado Coronado Coronado Coronado

87

Arroyo Grande Cacahuatal Cacahuatal Discordia

99 10

110 100 11

25 1033 41 51 51

511


kontinúa)

Propietario Tecal Gudini

Platón Herrera Giovanini Armando Herrera Giovanini Roberto Herrera Giovanini José Lehaut Juan Lehaut Evangelina Lehaut Crescencio Lehaut Alfredo Lehaut Pascual Montessoro Enrique Medissina Sr. Enrique Medissina Jr. José Gaya

Montini

Angel Marchena Alberto Maggi Julio Olivier Porfirio Nanni Samuel Papayanópuius Víctor Romagnoli Francisco Russi María Russi José Romagnoli María Russi Blandina Septién Víctor Saqui Francisco Saqui Emilio Tassinari

Localíd,ad

Hectáreas

Palo Hueco Arroyo Grande Arroyo Grande

98

Arroyo Grande

34

Coronado Coronado Coronado Cazonera Coronado

12

63 62

35 5

22 188

Magdalena

2139

Coronado Coronado Palo Hueco

26 54 26

Anclón Anclón

15

Coronado

72

Arroyo Grande Cacahuatal Arroyo Grande Arroyo Grande Arroyo Grande Palo Hueco Palo Hueco Cacahuatal Cacahuatal El Cristo y Cacahuatal Cacahuatal

72

1

13

26 188 13

29 1,57

27 43

2t9 180

t4l


(concluye)

Propietario

Localidad

Bernardo Vincent Pedro Bocardi

Anclón Anclón Palo Hueco Anclón Providencia Palo Hueco

Virginia Gudini Bruno Bayardini Francisco Maggl Héctor MagCr Héctor Maggt Curti Hermanos

Narno Capellini Antonio Capellini Juan Capellini Víctor Gudini Higinia Montini Porfirio Nanni Hugo Nanni Vidales Miguel Roussel Luisa Romagnoli de Francke Señora Sierra de Arzani Tremari Sucesores Marina Tassinari Adolfo Tassinari Domingo Tassinari Andrés Aggi Roussel Felipe Aggi Roussel Nicolás Aggi Roussel Leoba Aggi Roussel Fernando Foglia

142

Coronado Doña María Doña María Doña I\Iaría Larios El Cristo Doña María Boca de Lima Boca de Lima Boca de Lima Larios

Doña María Boca de Lima Boca de Lima Boca de Lima

Ei Cristo Nautla Nautla Nautla NautIa Nautla

Hectd,reas 10 10 10

42 1 1

t2t 228 621 oc)

2 000

227 23 116 58 ,q

3t2 23

200 319

545 45 70 70 70 18

ó/


Siendo Rector de la Universidad Veracruzana el licenciado Emilio Gidi Villarreal, se terminó de imprimir La Villa Luisa de los ltalianos. Un prolecto liberal, en enero de 1997, en Editorial Ducere, S.A.., Av. Rosa Esmeralda núm. 3-Bis, Col. Molino de Rosas, México, D. F., C. P. 01470, t€I. 680-22-35. I-a edición consta de 1 000 ejem-

plares y en su composición se usaron tipos Century Schoolbook 8:11, 9:12, 10:14 y 12:16 pts. Captura: Oscar Ismael Galicia Gotzález. Formación: Aída Pozos Villanueva. Forros:

Aram. Edición: Luis Miguel Gallardo §alazar.


Para quiencs pic:n.sair r¡rre todc está riicho o que todo rstá hechc, esta libro viene a ser r¡ri& sai'odable -revr:lgión. Hay muchísirnas cosas tc¡ria.¿ía pcr investigar -v por rlescubiir fanto en la raaiidad

coni,r orr ia hisii:ria, a pesar de las depresiones del Eciesiastés ("Nada nuevr..."). Y se puederi haeei. La Víila i,uisa de las Iiaiianas es ufia prueba de ellc. Y na se da en ái pe-so sin docun:entcs;r pruebas. Desde i981. e\ltali¿inos en fuléxico (Ed. San Jos4. Xalapa, p. 27), ei autor había intuioo que aigo sa cr;ultaba: "No ha3, uira scla ¡nención a la colonia italiafa o colonia rn¡tdeic de Fapantia que cie soguro se datra por eompletalnente ciesaparecida. Nadie sabía que En(¡s euattos i:ombres hal--ían pennanecido en ci empeño y que la priinem colonia iieliana estaba allí, a pesar del olvido". Airora se saben rm¡chas cosas rnás y quizá postenores estudios de los archivos de Nue",.a úrleans y de itaiia pudieran arr

qat rna,v'tres iuces, Se trata de uaa historia ¿pasionana¿e, al estiio

'Je

Brater{.ts

italianos para. Mexico (Í-iY, l'ialapa, 19Bb) y ¡Llegan

ix

utlcnos! (Punto y Aparr.e, Xalapa, 1987).

josé Benigrc

Zlili §1ianica, nacirio en Tepatiaxco, Ver., doctorado en ia Rheinische Fric:¡Jricir \ñ'iihelms-Universitát rle Bo¡n (Alemania), es 6rrcf'escr

,jc la

Faculrad de Fiiosofía en Ia

iini.,.ersidad Yeracruzana. Ha pui:licado tambiérr Día ¡ hora {Ed. §an José, Xalapa,7980.\, Radcr (Pufltc) y Aparte,Xalapa, i987i,

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