Montaje de la trampa de luz al atardecer en un claro de la selva.
El grupo que nosotros alquilamos para la caza nocturna (2 kw de potencia) disponía de 2 bombillas de 400W colocadas a 3 ó 3,5 m. de altura y otras 2 de 125W una a cada lado de la ‘sábana’. La colocábamos en las pistas abiertas para la extracción de la madera, o mejor, al final de estas, donde las pistas se ‘ensanchan’ para permitir girar a los camiones. Al anochecer, el personal del campamento, montaba y encendía la trampa lumínica y posteriormente nosotros acudíamos sobre las 8 ó 9 de la noche, comenzando la recogida de especímenes que se prolongaba durante varias horas, hasta las 5 ó 6 de la madrugada.
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