Jangala – Magazine · Nº 7 · Noviembre de 2007
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Carta al lector. Daniel Rojas
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Ficha de cuidados: Idolomantis diabolica. Carlos del Pico
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SAHT: Sociedad Andaluza de Herpetología y Terrariofilia. Roberto Gonella
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Viaje a la Guayana Francesa 2007. Txema Revilla
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Cetrería: Primeros pasos en un arte milenario Jacobo Quero
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Pseudolucanus barbarossa en la provincia de Málaga. Ángel Martínez
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Construcción de un terrario de policarbonato. Carlos Urbano
La revista no se responsabiliza de las opiniones vertidas o de posible plagio por parte de los autores.
Jangala-Magazine Revista sobre terrariofilia y naturaleza Fundación y dirección: Roberto Gonella
EN PORTADA Ranitomeya ventrimaculata. Fotografía de Iker Santacoloma
Maquetación: Juanma Díaz
www.jangala-magazine.com jangala-magazine@jangala-magazine.com
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Carta del lector. “¿Te has parado a pensar porque una iguana es catalogada más peligrosa que un perro de presa?”, como esta y muchas preguntas más se han cuestionado los aficionados andaluces a la herpetología (yo entre ellos) estos últimos meses, el porqué la Junta de Andalucía ha iniciado una propuesta de ley, con un borrador en el que se prohíbe la tenencia de animales exóticos en Andalucía sin sentido, sin información y sin conocimiento de la materia por parte de la consejería de Juegos y Espectáculos. Esta noticia me cayó como un jarro de agua fría, no me lo creía, y todos los proyectos e ilusiones que tenía en mente se me fueron al traste, pensando que la pasión por la fauna exótica desaparecería, de que ya no podría mantener y recrear en casa un trocito de selva. En España anualmente 70.000 menores sufren agresiones por perros. El 78% de las agresiones son provocados por perros calificados como “mascotas”, y desde el año 2002, 11 personas han muerto por el ataque de perros, y su tenencia no está prohibida, en cambio, una iguana de un metro de longitud se prohíbe por el hecho de ser un animal exótico y la cual como mucho puede hacerte rasguños con sus uñas si no están cortadas. Barbaridades como éstas y el miedo de que el borrador se haga ley, hacen que los aficionados se muevan pensando, y para ello se constituye la SAHT, Sociedad Andaluza de Herpetología y Terrariofília, una asociación sin ánimo de lucro que tiene como fin la unión de todos los seguidores de esta afición, tanto con fines de defensa de nuestros derechos e intereses, como para el ocio y disfrute de nuestra pasión común. Con los pilares construidos de esta Sociedad (7 de julio de 2007) se inicia una propuesta para la modificación del borrador. Para ello los representares del SAHT conciertan una cita en Sevilla con Don José Manuel Soriano Cabrera, Director General de Espectáculos Públicos y Juegos, con el fin de tratar las alegaciones presentadas por la Sociedad al borrador del Decreto de Regulación de Animales Potencialmente Peligrosos, haciendo hincapié en el artículo 3 del borrador que hace alusión a la prohibición de una serie de animales, tanto por su género/especie, como por limitaciones de peso. Tras este primer encuentro se notó la presión por defender nuestros derechos. Las cosas cambiaron mucho y para bien, y no solo en el SAHT (en Expoterraria 2007 tuvieron muy buena presencia y la página web ya estaba creada para los socios), si no que después de una semana de la visita a Sevilla la consejería de Juegos y Espectáculos Público parece ser da marcha atrás y anuncia una modificación en el borrador acerca del artículo 3, alegando que ellos no prohibieron la tenencia de animales exóticos potencialmente peligrosos, si no que prohíben sacar a los animales fuera de sus instalaciones apropiadas para ellos, es decir, sacarlos y exhibirlos fuera del terrario o habitáculo apropiado y pasearlos por la calle, etc. Esta postura es ya más comprensible para los aficionados, en el que creo que estamos todos de acuerdo, porque de lo que se extrae del primer borrador a este último hay un abismo. Con las ascuas encendidas sigue esta “batalla”, que poco a poco y con mucho esfuerzo, tanto por parte de las Sociedades, como de cientos de aficionados que se movilizaron enviando sus escritos, y se desarrolla justamente para todos aquellos que creen y siguen con la ilusión del día a día en este maravilloso hobbie.
Daniel Rojas. Cádiz, Noviembre de 2007.
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Mantenimiento. En época adulta llega a ser una mantis extremadamente grande, llegando a medir 15 cm de longitud, no hay mucha distinción de tamaño entre la hembra y el macho (dimorfismo sexual), pero por lo demás, tiene una clara diferencia ya que el macho tiene coloraciones más vivas y las antenas muy grandes y plumadas, que en ocasiones son rojas.
Es una especie de mantis catalogada como difícil de mantener, suele necesitar un 80% de humedad relativa y temperaturas bastante altas, por lo cual en otoño, primavera e invierno necesitará un Spot u otro sistema extra que proporcione calor , la temperatura puede variar en un rango que va desde los 35 grados centígrados hasta los 20 C nocturnos... pero nunca se aconseja bajar de estos valores. Necesita un gran terrario, porque en las mudas se suele estirar mucho, tocando en accidentales ocasiones el suelo del terrario, lo que les provoca una muerte inmediata. Para mantener la humedad elevada se suele tener en cuenta un sustrato para ayudar a conservarla durante más tiempo, pero igualmente necesitará rociar el terrario una o dos veces al día. No es una mantis agresiva con el ser humano ni con sus propios congéneres, por lo que podrán convivir juntas con alimento y espacio.
La hembra estará receptiva a las 2 semanas aproximadamente después de hacer su última muda, es una mantis con una cría en cautividad realmente compleja, pues muchas veces los machos son muy torpes y no consigues aparearse con la hembra, además la cópula puede durar mucho tiempo, sobre todo porque el macho tardará bastante en acoplar la genitalia. Si con suerte se consiguen acoplar, la hembra tendrá material genético suficiente para completar dos ootecas enteras, con 40 individuos en cada ooteca más o menos, las ootecas son unas de las más grandes del planeta, llegando a alcanzar el diámetro de una pelota de ping pong. Esta mantis puede poner más de 5 ootecas a lo largo de su vida. Alimentación. Son mantis que necesitan una alimentación muy estricta, basada solamente en insectos voladores, como moscas Callyphora vomitoria, o especies parecidas. Aquí os detallamos lo que comen en cada uno de sus estadios o mudas: L1: Drosophila hydei L2: Drosophila hydei L3: mosca doméstica L4: moscarda L5: moscarda L6: moscarda L7: moscarda L8: moscarda
Cría. Es una mantis con una cría difícil, en mudas bajas suele ser muy delicada, y la eclosión tiene que tener unas condiciones óptimas para que las mantis consigan nacer sin tener problemas secundarios, en las mudas 1, 2, 3 y 4 son bastante delicadas y necesitan temperatura elevadas en estas temporadas de su vida, después es una especie fácil de mantener si se respetan los valores antes mencionados, con sus condiciones necesarias.
L9: moscarda y polillas grandes L10: cualquier insecto grande y volador a ser posible. Dificultad del 1 al 10: 8
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El interés por la naturaleza y por los animales es algo inherente al ser humano desde el comienzo de los tiempos. Ya no sólo como medio para obtener alimento, realizar trabajo u obtener algún tipo de producto o beneficio, sino también como compañía, y desde que la ciencia es ciencia, como seres a los que observar, admirar, y cómo no, seres de los cuales aprender.
Esta afición ha ido creciendo a nivel global, hasta el punto de que en Estados Unidos, una de cada tres familias mantiene algún tipo de reptil en casa. Aún en Europa, y más aún en España estamos a años luz de esta situación, pero no hay que despreciar el potencial de crecimiento, ni mucho menos las consecuencias derivadas de la importación de animales exóticos y del mal cuidado de los mismos y la falta de responsabilidad de algunos dueños. Desde sus países de origen encontramos en algunos casos el expolio y el riesgo de poner a las especies en peligro de extinción; desde el país importador, sueltas incontroladas, abandono de animales, fugas, muerte de animales por no atender sus necesidades básicas, zoonosis, etc.
Hoy en día la tenencia y mantenimiento de animales domésticos, tales como gatos o perros, requiere de un compromiso y un esfuerzo de tiempo en sus dueños que cada vez está más reñido con el ritmo de vida actual. Es en este momento en el que se abre una nueva tendencia, que cada vez más arraiga en nuestra sociedad: El mantenimiento de animales de terrario. Con claras ventajas sobre el mantenimiento de otros animales, considerados como “tradicionales”, mantener reptiles, anfibios o artrópodos precisa de sus dueños un compromiso de tiempo que no es comparable al que requiere un perro o un gato, y a cambio nos permite a los aficionados saciar nuestra curiosidad científica y poder disfrutar en casa de un espectáculo que antes sólo estaba al alcance de quien pudiera permitirse viajar a los países de donde proceden estos animales.
Es por esto que, desde el colectivo de terrariófilos creemos necesaria una regulación de la tenencia de nuestros animales, que fomente, en primer lugar, la cría en cautividad, en detrimento de la importación de animales salvajes, y en segundo lugar asegure unas condiciones dignas de mantenimiento en cautividad. Por supuesto es también primordial el evitar que cualquier irresponsable pueda acceder a dichas
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colectivo de miles de personas, serias y responsables, que tenemos una gran afición que mantener y que llevar al máximo nivel de respeto por el resto de la sociedad, que hoy en día desconoce nuestra existencia, o tiene una idea muy equivocada de la misma.
especies exóticas, y provocar accidentes y catástrofes ecológicas (tales como las que generaron en su tiempo el cangrejo americano o la tortuga de orejas rojas) sin poder ser castigado por su delito.
La Sociedad Andaluza de Herpetología y Terrariofilia (SAHT) es una asociación sin ánimo de lucro que tiene como fin la defensa y conservación de la naturaleza en sus diferentes variables, y el estudio y difusión científica del campo de la herpetocultura y la terrariofilia. La SAHT nace en el contexto anteriormente citado, de la unión de veteranos andaluces aficionados a la herpetología y la naturaleza, con años de experiencia en el trato con animales; y cuenta con el apoyo de asociaciones nacionales de reconocido prestigio y de varios colegios veterinarios de la comunidad autónoma.
Miembros de SAHT en Expoterraria, Edición 2007.
Desgraciadamente, la sociedad actual no se encuentra aún educada en el respeto y el conocimiento de las especies exóticas. Es por esto que nuestro hobby siempre está rodeado de un halo de sensacionalismo y falsos mitos, y no se conoce realmente la valiosísima fuente de información y salvación que puede ser para algunas especies en serio peligro de extinción, o para especies que en un futuro pudieran estarlo.
La SAHT se declara a favor de una regulación jurídica de la posesión de animales exóticos que permita a los amantes de este campo cultivar su afición con garantías; evitando tenencias indebidas, sueltas incontroladas, furtivismo o tráfico ilegal de animales; colaborando en la recuperación de especies esquilmadas y estudiando en cautividad ejemplares que por su características no podrían existir en libertad en nuestro ecosistema.
En este contexto social y ante diversos problemas generados por la tenencia de animales exóticos en cautividad por particulares, la Junta de Andalucía, y otras diversas Comunidades Autónomas, están elaborando una legislación que pretende regular a estos animales. Para una buena regulación, y para evitar que se tomen decisiones erróneas que puedan llevar a los aficionados a la terrariofilia a verse obligados a abandonar el hobby, o pasar a la clandestinidad con su afición, es más que necesario que las autoridades competentes sepan rodearse de personas con los conocimientos adecuados.
Foto de grupo en la mesa que la asociación tenía reservada.
Todos los andaluces y gran parte del resto del país somos conocedores de la gran polémica que generó el borrador del Decreto Ley que pretende regular la tenencia de animales exóticos, y también de lo sencillo que puede resultar prohibir tajantemente la tenencia de ciertos animales, en vez de legislar ayudándose de la mano de la gente que realmente conoce lo que se legisla. También sabemos que fue necesario no quedarse de brazos cruzados para que se escuchara al menos lo que tenemos que decir, y presentamos decenas de alegaciones en contra de dicho borrador. Pero el individualismo y las actuaciones particulares nunca podrán lograr que se nos tome como lo que somos: un
Por todo ello, la SAHT se presenta como un medio eficaz para actuar como intermediario entre la administración y el colectivo de terrariófilos, con el objetivo de hacer de esta afición una práctica regulada y respaldada legalmente. Creemos, más que necesaria, imprescindible, la unión de todos los compañeros y aficionados a la terrariofilia, para que de esta única manera se nos pueda llegar a escuchar. No olvidemos que tras la creación de la legislación, vendrá un reglamento en consonancia con la misma, y que dará las directrices para cumplir la ley. Es ahí
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donde mayor capacidad de asesoramiento puede tener un colectivo terrariófilo. Es nuestro terreno. Nuestro día a día. Y nadie mejor que nosotros para saber qué es lo necesario y lo mejor para nuestros animales. Reptiles, anfibios, artrópodos, todos tienen un hueco en la SAHT, y todas vuestras voces, todos vuestras manos, son necesarias para lograr una regulación justa
para todos y que se nos respete como colectivo que somos. Te interesa. Nos interesas. ¡Únete! Más información: www.saht-org.com Contacto: contacto@saht-org.com
A la salida de la feria.
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Las tierras Tropicales y subtropicales de Sudamérica contienen más del 30% de los lepidópteros conocidos, por lo que está considerada la región del planeta más rica en especies.
La Guayana Francesa es un ‘Departamento de ultramar’ dependiente de Francia con la que está comunicada con vuelos diarios París– Cayena; su superficie es de unos 91000 Kms cuadrados cubiertos en su mayor parte por bosque tropical y su clima es caluroso y húmedo. La extracción de madera sólo se permite hasta cierta distancia de la costa, e incluso donde existe ésta , es bastante limitada y no supone un gran impacto medioambiental
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El campamento donde nos alojábamos se encuentra situado a poco mas de una hora del aeropuerto, por la carretera asfaltada que se dirige a las Marismas de Kaw, en la llamada ‘montaña de Kaw’ y se accede a el por una pequeña pista de apenas 1 km.
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Sendero elevado que se adentra en la selva, permite el acceso en ĂŠpoca de lluvias donde el terreno suele estar encharcado.
De izquierda a derecha: Javier GastĂłn, Txema Revilla y Ernesto Navarro (coleopterĂłlogo).
Nosotros no éramos los únicos ‘habitantes’ del bungalow, lo ‘compartíamos’ con los mas diversos inquilinos ‘autóctonos’.
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Algunas especies de lepidรณpteros se capturan al cebo, para ello se utilizan trampas como la de la imagen de la derecha, donde se colocan bananas.
La trampa de la imagen superior se utiliza para la recogida de insectos voladores como himenรณpteros y coleรณpteros.
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Montaje de la trampa de luz al atardecer en un claro de la selva.
El grupo que nosotros alquilamos para la caza nocturna (2 kw de potencia) disponía de 2 bombillas de 400W colocadas a 3 ó 3,5 m. de altura y otras 2 de 125W una a cada lado de la ‘sábana’. La colocábamos en las pistas abiertas para la extracción de la madera, o mejor, al final de estas, donde las pistas se ‘ensanchan’ para permitir girar a los camiones. Al anochecer, el personal del campamento, montaba y encendía la trampa lumínica y posteriormente nosotros acudíamos sobre las 8 ó 9 de la noche, comenzando la recogida de especímenes que se prolongaba durante varias horas, hasta las 5 ó 6 de la madrugada.
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A lo largo de la noche, la sábana se iba cubriendo de ‘polillas’ de las mas variadas familias, muchas de ellas desconocidas en nuestras latitudes.
Cada noche pueden acudir varios cientos de diferentes especies a la ‘sábana’, por lo que hay que tener cierta práctica y memoria para seleccionar lo que debemos coger.
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Ernesto atrapando un pequeĂąo pero interesante coleĂłptero.
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Javier en plena faena
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Hay que mirar en los alrededores de la trampa ya que a veces los insectos se quedan a cierta distancia como este ejemplar macho de (Copiopteryx semiramis).
Junto a los lepidópteros, se acercaban a la sábana otros visitantes de diversos ordenes como este coleóptero cerambycidae: Arlequín de Cayena (Acrocinus longimanus).
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Mantis
Insecto Palo
Cienpies
Saltamontes Hoja
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A veces recibĂamos la visita de ciertas ‘cuadrillas’.
Hemiptero (chinche de campo) devorando una polilla
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Seguridad ante todo. Cuando atraviesan un lugar potencialmente peligroso (una vereda), las ‘soldado’ forman un ‘tunel’ por el que circulan las obreras (de color marrón claro) protegidas por las mandíbulas de las soldado.
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‘Alien’ ¿el octavo pasajero ?
El escarabajo mas grande del mundo (Titanus giganteus) ‘vuela’ también en la Guayana Fr., puede llegar a medir 167mm.
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Muchas especies de lepidópteros tienen un horario amplio de vuelo pero otras solo lo hacen a ciertas horas, algunas únicamente vuelan poco antes del amanecer. Tras 7/8 horas de colecta y ya con las rodillas ‘destrozadas’, regresábamos al campamento con un buen número de ejemplares.
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El material que se decide preparar en el campamento se coloca en extendedores que llevamos desde aquĂ y en los que permanecen los insectos uno o dos dĂas. Para acelerar el proceso de secado, colocamos los extendedores al sol, sobre cualquier lugar elevado del suelo, teniendo cuidado con las hormigas, que si te descuidas acaban en pocos minutos con el trabajo de toda una noche.
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Uno o dos días en extendedores no es suficiente para ‘secar’ los ejemplares, pero sí para que éstos cojan cierta ‘forma’, de modo que una vez en casa y reblandeciéndolos de nuevo se puedan extender adecuadamente.
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Caja para el transporte de ejemplares ‘semi-secos’
Una vez secos y colocados en sus correspondientes cajas, tendrĂan la siguiente apariencia.
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Aguacero en el campamento.
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Noto un ‘cosquilleo’ por la espalda...
Un recuerdo de la ‘migale’.
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Aprendiendo el ‘oficio’.
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Cayena, ‘la capital’.
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Polonia Forero , jurista especializada en derecho ambiental, contratada por la ‘plataforma’ contraria a la explotación minera de la zona y con la que compartimos agradables tardes. No queremos terminar este artículo, sin añadir que ante la imparable deforestación sufrida en muchos países, todavía quedan lugares donde el paisaje tropical’ permanece razonablemente conservado y se puedan vivir estas ‘experiencias’ (recomendable para todo amante de la biodiversidad), animando a protegerlo para que permaneciendo ‘así’, se pueda seguir disfrutando e investigando como lo hicimos nosotros.
En el aeropuerto esperando el embarque.
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Cualquier amante de los animales que haya tenido la oportunidad de observar alguna vez de cerca un ave de presa, sin duda, habrá quedado perplejo ante la sutil mezcla de rasgos únicos que caracterizan a las rapaces, desde el elegante y majestuoso perfil de su silueta, hasta la fuerza de su mirada que con toda probabilidad nos transmitirá una sensación de carácter salvaje e indómito, tan típico y característico de tantos depredadores. Lo que muchas de esas personas seguramente desconocen cuando cruzan por primera vez su mirada con la de una de éstas aves, es que hace varios milenios dejaron de ser indómitas gracias a unas técnicas de adiestramiento que siguen y perviven en nuestros días, prácticamente sin haber sufrido desde entonces hasta hoy cambios importantes o significativos en su esencia. Hablamos por supuesto de cetrería. Y para no acarrear confusiones, primero hay que aclarar que la cetrería es exclusivamente el uso de las aves rapaces para cazar, y no adiestradas para volar o para tenerlas en una jaula o amarradas en un posadero. Entendemos entonces cetrería como una actividad de caza, en la cual el hombre se alía literalmente con las aves de presa para cazar, la cual tiene su nacimiento varios milenios precedentes al que vivimos, y hoy se sigue practicando en todos los rincones del planeta. Seguramente, muchas de las personas que por primera vez queden embrujadas al tomar contacto de cerca con un ave de rapiña, se preguntarán si podrían tener una de estas aves y conseguir mantenerlas y entrenarlas correctamente. En este artículo se pretende facilitar el acceso al mundo de la cetrería con la información básica en el aspecto legal, adquisición de un ave y su posterior adiestramiento. Pretendiendo simplemente dar una orientación básica al lector ajeno a la cetrería para hacerse una idea de su funcionamiento.
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El comienzo. obtiene a muy bajo precio en prácticamente cualquier librería.
En primer lugar, tenemos que preguntarnos si estamos dispuestos a sacrificar parte de nuestro tiempo en una actividad que requiere de paciencia, constancia y mucho tiempo, tanto como podamos dedicar, partiendo de un mínimo razonable que la mayoría de las personas pueden permitirse. Generalizando, se podría calcular una hora diaria, aunque este dato es muy variable.
También muy recomendable “Comprendiendo al ave de presa”, escrito por Nick Fox. Texto mucho más moderno y completo, al tanto con la cetrería que se practica en los días de hoy, teniendo en cuenta los avances y cambios que han surgido en las últimas décadas.
Como toda actividad que requiera de una instrucción tanto teórica como práctica, lo ideal y recomendable es comenzar leyendo algunos libros relacionados con el tema, y en este caso, yo recomendaría una lectura que nos orientaría mucho y nos crearía una idea de lo que queremos llevar a cabo: “El arte de cetrería”, de Félix Rodríguez de la Fuente, que aunque antiguo, sigue siendo un referente en la cetrería moderna para todos aquellos que se inician o asoman la cabeza a dicho arte. Libro que se
Una vez pasado el examen teórico saltaremos al práctico de la mano de otro cetrero. Hay que dejar claro que en ningún caso se puede llegar a buen puerto si sólo hemos desarrollado la parte teórica. La práctica es fundamental llevarla a cabo saliendo al campo con cetreros ya experimentados que nos enseñen todos aquellos detalles que no se pueden aprender leyendo, y que en sí mismos conforman todo el conjunto que nos permitirá adiestrar a nuestra ave correctamente, sin errores que nos puedan llevar a perder un pájaro de una u otra forma.
Con toda seguridad, el lector no podrá imaginarse a un conductor de automóvil que pilota su vehículo tras haber leído el libro de la autoescuela, sin haber sido instruido en la práctica para poder circular correctamente...en la cetrería sucede algo similar. Pues bien, si ya tenemos los conocimientos teóricos y prácticos
suficientes para poder conducir nuestro propio “Ferrari emplumado”, las instalaciones necesarias en casa (apartado que no desarrollaré, pero que aclaro que no requieren de mucho espacio) y las ganas para embarcarnos en el proyecto, el siguiente paso sería forzosamente la adquisición de nuestro propio pájaro en algún
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en cada Comunidad Autónoma (Permiso de adiestramiento, permiso de tenencia de aves rapaces, carné de cetrero, licencias de caza, etc.). Aquí también se nos informará de las asociaciones cetreras más cercanas, lugares hábiles para adiestrar y cazar con nuestras aves y cualquier información relacionada con el aspecto legal de nuestra actividad.
centro de reproducción en cautividad de aves rapaces, y como este artículo pretende ser una orientación para un supuesto principiante, el ave elegida a tal efecto para el desarrollo de este artículo será el Aguililla de harris, también llamado azor harris, o águila de harris (Parabuteo unicintus) “Harris hawk”. Ampliamente extendida por centro y Sudamérica, la cual reúne una serie de características que la hacen un ave ideal para comenzar, ave con la que se han iniciando cientos de nuevos cetreros en nuestro país en los últimos años.
Tomando las pihuelas. En este apartado se pretende dar unas explicaciones básicas que cualquier cetrero seguiría al adiestrar un ave de bajo vuelo como la que tenemos entre manos (harris), para que el lector ajeno a la cetrería se pueda hacer una pequeña idea de cómo se adiestra el ave desde el comienzo, hasta la caza de sus primeras presas salvajes. En ningún momento tomaremos estas nociones básicas como reglas estrictas a seguir.
Un dato muy curioso de esta especie que nos ocupa es su comportamiento gregario y su gran inteligencia, facilitando sumamente el adiestramiento en las primeras etapas, pero pudiéndose convertir en un arma de doble filo si pasado un tiempo cometemos algún pequeño error, puesto que la inteligencia del “harris” en ocasiones acaba dando como resultado un cetrero adiestrado por su ave, y no al contrario.
Hemos recibido ya nuestro “harris”, lo hemos armado con “pihuelas” (correas de cuero que nos permiten manejar al ave, así como un perro se controla con un collar, valga como ejemplo) “tornillo” (utensilio metálico que nos sirve para poder colocar en él la lonja, y a la vez hace de destorcedor evitando posibles enredos de nuestro pájaro con las pihuelas a sus patas) y “lonja” (tira de cuero que unida al tornillo nos permite amarrar al ave en su posadero o percha).
En cualquier caso es sin duda un ave muy especial para el principiante, además de ser la única que por su condición gregaria mantiene un comportamiento más sociable con el cetrero y con otros “harris” de otros cetreros que ocasionalmente se vuelen o cacen junto al nuestro, además de un adiestramiento en equipo mucho más allá de lo que podamos llegar a alcanzar con otras especies más solitarias e independientes.
Y ahora nos encontramos con un pájaro salvaje, receloso del hombre, incapaz de sostenernos la mirada sin asustarse, y nos asalta una pregunta,… ¿Ahora qué? Nuestro primer objetivo consiste en hacer comprender al ave que nosotros no representamos ningún peligro, conseguir su confianza en pocas palabras, y esto se obtiene en primer lugar permaneciendo junto al pájaro sin hacer movimientos bruscos, cogiéndolo al puño si el estrés no es demasiado fuerte y el pájaro sostiene el equilibrio en nuestra mano, empleando todo nuestro tiempo en conseguir que el pájaro permanezca en contacto visual con nosotros y otras personas de la familia. El uso de la “caperuza” (artilugio de cuero que priva al ave de su vista) nos puede ayudar en estos primeros días, dando al pájaro tranquilidad cuando la usemos y consiguiendo así, paso a paso que el estrés derivado del manejo de los primeros días se atenúe.
La elección bien podría pasar por otras especies según la modalidad de cetrería que pretendamos practicar (Bajo vuelo o altanería), pero suponiendo que nuestro comienzo fuese en la modalidad de bajo vuelo, nuestra mejor elección en caso de ser un cetrero novel en mi opinión sería el “Harris”. Como pretendemos hacer las cosas correctamente y sin llevarnos ningún “susto” con las autoridades, debemos informar a los organismos de medio ambiente de la comunidad en la que vivamos que hemos adquirido un ave de presa. Se da por hecho que el vendedor nos ha cedido el ave con la correspondiente documentación CITES, la cual presentaremos en la agencia de medio ambiente para la obtención de los permisos necesarios que exijan
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etc. Pero nuestro objetivo ahora consiste en hacerlo volar hacia nuestro guante usando un fiador (cuerda que asegura que el pájaro no se pierda en los primeros vuelos), amarrándolo al tornillo o pihuelas, y comenzando con distancias cortas, ofreciéndole por supuesto su ración habitual de comida que ya, desde varios días atrás devora en nuestro puño con el ansia característica de la especie, en nuestra presencia y sin ningún tipo de miedo.
La caperuza priva de visión al pájaro, obteniendo generalmente como resultado la tranquilidad de esta, al ser la vista el sentido más importante en las rapaces. Como nuestro “harris” comerá una vez al día, como la inmensa mayoría de las rapaces, aprovecharemos el momento en el cual el ave esté tranquila al puño para ofrecerle su ración de carne (La alimentación es un apartado extenso y complejo que el cetrero deberá aprender en las clases teóricas y prácticas). Si el estrés del ave le impide comer en el guante o en nuestra presencia, lo dejaremos comer en su posadero a solas, aunque deberemos saber que sólo avanzaremos cuando consigamos que acepte comer en nuestra presencia y concretamente en nuestro puño. Día a día apreciaremos los avances en nuestro alumno, sacaremos al pájaro a “placear” (véase vocabulario cetrero), para conseguir un amansamiento correcto hasta que el ave coma perfectamente al puño en presencia de personas desconocidas, en la calle o lugares nuevos que desconozca.
Así condicionamos de una forma sencilla al pájaro a volar hacia nosotros a través de la única herramienta que disponemos en esta etapa del adiestramiento, la recompensa. De igual forma que en estado silvestre volarían hacia su presa para alimentarse, nosotros empezamos enseñándole a volar hacia nuestro guante.
La etapa de amansamiento se completa así en algunos días, siempre dependiendo del pájaro y del tiempo que le dediquemos, y aunque hay otras formas y métodos de adiestramiento, como explicaba anteriormente, el presente artículo únicamente pretende orientar explicando un método tradicional de adiestrar a las aves.
Y es precisamente esta una de las etapas más sencillas y rápidas en el adiestramiento del “harris”, que al mismo tiempo suscita la mayor de las incógnitas y la duda más destacada por parte de cualquier persona ajena a el adiestramiento de las rapaces: “¿Cómo se hace para que vuelva? ¿Por qué no se escapa si está libre?
Aprendiendo a volar. ¿Cómo osamos enseñar a un ave a volar? El vuelo de nuestro “harris” se desarrollará con el paso del tiempo, y día a día aprenderá a controlarse mejor usando las corrientes de aire a su favor, ganando fuerza y técnica en su vuelo,
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muscular y fuerza para la siguiente prueba…la caza.
Pues precisamente gracias a la confianza adquirida en el amansamiento y el refuerzo de la alimentación nos permiten continuar volando a nuestro “harris” completamente libre, pasados unos 10-15 días aproximadamente desde el día que saltó a nuestro puño por primera vez para alimentarse con el fiador puesto.
Nuestro pájaro no nace sabiendo cazar aunque sí con las armas necesarias para ello, y necesita una motivación para perseguir a una liebre o conejo. Para enseñar a nuestro alumno que puede darse un atracón de comer cuando capture una liebre o conejo, debemos comenzar mostrándole un conejo muerto, o un “señuelo” (presa artificial en la cual el ave se ceba).
Musculación e introducción en caza. Si nuestro objetivo es cazar presas silvestres, para el caso que nos ocupa podríamos abrir un abanico muy amplio de animales cazables en nuestro país que nuestro aliado emplumado podría capturar regularmente. Pero como es imposible explicar aquí los pasos a seguir para la captura de todas estas presas, me centraré en la introducción para la caza del “pelo” (conejo y liebre).
Proseguir con la captura de “escapes” (presas vivas que ofreceremos al ave), y consiguiendo mediante las técnicas necesarias que habremos aprendido en las clases teóricas y prácticas, que nuestro alumno se lance a capturar sus primeros conejos de escape. Todo este proceso se realiza en varias sesiones de adiestramiento, que pueden ocuparnos una semana aproximadamente desde que comencemos con la introducción en la caza, hasta que nuestro alumno se lance con decisión a cazar un escape.
Que a nadie se le ocurra pensar que podremos cazar gran número de animales en cetrería. Es de hecho esta modalidad de caza la más sostenible y natural que existe, puesto que normalmente cuando un ave de cetrería caza, recibe su recompensa y rara vez se doblan o triplican las capturas, mientras que en una jornada de caza con escopeta podemos realizar múltiples capturas sin que el arma de fuego se resienta ni exija su dosis de carne correspondiente.
Así hemos conseguido como resultado un ave que conoce perfectamente la presa a la cual le hemos introducido en este caso, y sería entonces el momento de comenzar a buscar esas mismas presas salvajes, en el campo, donde a nuestro aliado le costará sangre y sudor hacerse con sus primeras piezas, al igual que sucedería en la naturaleza cuando se trata de aves jóvenes e inexpertas, en cuyos casos existe un porcentaje
Entre tanto, volamos al ave al puño cada día, ésta irá ganando experiencia y confianza en su vuelo, al mismo tiempo que gana masa
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muy alto de mortalidad en el periodo de aprendizaje en la caza.
no a la presa capturada por nuestro pájaro queda en manos del cetrero. Nuestra recompensa. Cuando nuestro “harris” comienza a cazar presas silvestres con regularidad es cuando cualquier amante de las aves rapaces vivirá al 100% la cetrería, disfrutando de lances y vuelos inolvidables. Y si nuestro proceder es el adecuado al momento de la captura y sabemos ayudar al ave correctamente, podremos observar la entrega con la que nuestro compañero ataca y caza presas mucho más fuertes y pesadas que él, puesto que habrá comprendido que nuestra ayuda es fundamental para tales capturas, y que en nuestra compañía consigue saciar sus más fuertes instintos depredadores.
Como dato significativo podemos comentar que la cetrería es la única modalidad de caza en la que podemos hacer uso de un “arma” de caza, y no matar a la presa. Y esto sucede cuando tenemos un ave que sabe cazar bien, a la que podemos recompensar con carne de otro animal cuando captura una liebre, por ejemplo, y así retirar la liebre viva, sin daños, para su posterior puesta en libertad. En cualquier caso, el matar o
De esta forma alcanzamos nuestro objetivo y disfrutaremos sintiendo que entre nuestra ave y nosotros existe un vínculo tan estrecho y dependiente, como libre y natural a la vez, que tan sólo practicándola podremos imaginar la razón por la cual la cetrería sigue encendida y en auge a pesar de los milenios.
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Este trabajo se ha publicado en el número 40 del Boletín de la SEA (Sociedad Entomológica Aragonesa).
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Cuando empecé en este apasionante mundillo mas en serio, hará unos 7 años, conseguí un par de crías de iguana y me compre un terrario a su medida, en cuanto estas iban creciendo ya me rondaba la idea del cambio de hogar y se me ocurrió construir un terrario de metacrilato, y así lo hice. Enseguida me di cuenta de las posibilidades que ofrecía este material (mas caro que el cristal, todo hay que decirlo),ya que es muy poco pesado, flexible, aguanta bien las temperaturas y se puede perforar y cortar con bastante facilidad.
Introducción Muchos de nosotros, desde nuestra pequeña infancia, hemos estado muy ligados a seres que nos han rodeado en primaveras y veranos como las lagartijas, salamanquesas, saltamontes, ranas, escarabajos...nos han fascinado, e incluso los hemos atrapado y conservado con vida en cajas de cartón, en botes de mermelada, los observábamos e incluso los intentábamos alimentar y casi siempre sin éxito. Yo no lo llamaría crueldad, simplemente fascinación innata que poseemos algunos desde que nacemos por estos animales que la mayoría de la gente teme, les son indiferentes o dan asco. Pero cuando uno va creciendo y obteniendo conocimientos sobre mantener anfibios, artrópodos o reptiles en cautiverio e incluso reproducirlos, queremos darle un hogar con las mejores condiciones posibles a nuestro bicho.
Mas adelante comencé con geckos, mi actual pasión, y fabriqué otro muy parecido al primero, eso si, siempre basándome en los modelos de las tiendas. Estos terrarios daban buen resultado, pero yo buscaba algo diferente, ya que el metacrilato que mi bolsillo podía costear era el de 4 mm. de grosor y para terrarios grandes era demasiado fino y flexible y el metacrilato de mayor grosor aparte de ser muy caro volvía a ser casi tan pesado como el cristal. Entonces un día descubrí el policarbonato celular, un material parecido al plástico del que podemos obtener varios grosores como de 16 mm. 6 mm o 4 mm. Esta compuesto por celdas longitudinales siendo hueco por dentro, es de muy buena resistencia y aguanta bien los golpes, frío o calor. Este material se usa para cierres de oficina, ventanas, invernaderos o separadores creando una semiopacidad pero dejando pasar bastante luz.
En la mayoría de tiendas especializadas en exóticos tenemos una gran variedad de terrarios y vivarios, diferentes tipos de precios y tamaños, pero algunos (como yo), nos planteamos la idea de construir uno propio. También hay que ser algo mañosillo y creativo para engendrar nuestra pequeña obra y obtenemos materiales alternativos como la transformación de un armario o mueble, ladrillos, madera...muchas posibilidades.
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En el mismo lateral donde esta el ventilador hice otro agujero mas arriba para colocar una lamparita de uva y uvb.
Construcción Lo primero que hice fue conseguir una plancha de policarbonato celular de 1,70 m x 0,80 m y comencé a cortarla con una sierra de calar hasta obtener las piezas que necesitaba. • •
3 piezas de 60 cm x 40 cm (laterales y fondo) 2 piezas de 40 cm x 40 cm (techo y suelo)
A los laterales al igual que al techo los perforé y le corte unas ventanas de unos 13 cm. y para esas 3 ventanas use 6 respiraderos de aluminio de 15cm x 15cm, 2 en cada ventana, uno dentro y otro fuera, ya que el policarbonato al ser de 16 mm y hueco necesitaba este acabado.
Se suele decir que los Rhacodactylus no necesitan estos espectros de luz, pero yo personalmente los suelo utilizar. Seguidamente empecé a ensamblar las piezas, nada difícil, simplemente con un adhesivo de montaje, ya tenia listo una caja de policarbonato con sus respiraderos ,luz y ventilación.
En el hueco que queda entre los 2 respiraderos coloque una tela metálica, para evitar posibles fugas, y en uno de los respiraderos laterales va acoplado un ventilador de PC.
A continuación corte una plancha de metacrilato de 3 mm. a la medida donde irán colocadas mi sistema de 2 puertas con bisagra. Las bisagras son de 4cm x 4cm de metacrilato transparente y se pegan sin dificultad tanto al policarbonato como al metacrilato dando un bonito resultado.
El respiradero del ventilador tiene las hojas hacia debajo de forma que cuando humedezco con pulverizador la temperatura puede bajar hasta 5º
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La puerta de arriba se abrirá hacia un lado y tendrá 2 tercios de la entrada y la de abajo será de 1 tercio y se abrirá hacia arriba o abajo.
También a la hora de la limpieza da una comodidad excepcional, ya que, cuando abres las dos puertas queda todo el terrario expuesto, sin recovecos que dificultan la limpieza. Si alguno de los lectores se quiere animar a fabricar este tipo de terrarios, podéis conseguir los materiales en empresas que se dedican al plástico o en fabricas de rótulos, carteles o publicidad.
Para colocar las bisagras en el metacrilato y en los bordes del policarbonato decidí embellecer la entrada con una canaleta blanca de plástico, de estas que se usan para tapar cables que cuelgan en las paredes. La verdad es que además que encajaba muy bien en el ancho del policarbonato tenia un mejor acabado y era ideal para pegar las bisagras a las puertas de metacrilato. En definitiva lo que queremos conseguir es un lugar seguro, amplio y limpio para nuestros animales y que gocen de unos buenos cuidados en unas buenas instalaciones. Las hay muy elaboradas intentando simular la naturaleza utilizando musgos, fibras de coco, lianas…a mi también me gusta, pero esta vez he optado por algo cómodo y practico, no obstante, siempre que se cumplan con las necesidades de nuestro inquilino todo debería ir como la seda.
La idea de hacer este tipo de puertas de bisagra surgió porque nunca me han parecido cómodos los terrarios de puertas correderas, tanto para la limpieza como para sacar y meter accesorios, animales, plantas etc. Al ser un terrario para Rhacodactylus, y estos que también se alimentan de papillas, potitos, plátano etc. me da unos resultados muy buenos a la hora de intercambiar recipientes de alimentos, introducir insectos…
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