M116 _13_Fernando Llorente

Page 42

@Tala_RadioMarca

E

sa es la mejor definición de un tipo especial, que sin ser el más grande, el más fuerte o el más rápido, es el que más talento ha tenido para jugar al baloncesto en nuestra historia.

Hace unos días su leyenda creció un poco más, al convertirse en el jugador que más veces ha jugado en la Euroliga. Una anécdota, si no fuera porque en casi todos ellos ha sido decisivo, porque ha ayudado a levantar títulos y porque lidera hasta diez apartados de la máxima competición continental. Ese es un trabajo de muchos años haciéndolo bien, estando siempre ahí, poniendo su clase al servicio de sus dos equipos: el Barça y la Selección. Ser de la ‘cosecha’ del 80 ya es una tarjeta de presentación de garantías; ser el mejor de esa generación, repleta de jugadores de leyenda, sólo está al alcance de mitos. Es tanto lo que Juan Carlos Navarro nos ha dado a los amantes de la canasta que no ha necesitado consagrarse en la NBA. Un año fue suficiente para demostrarse que podía competir con los mejores, que era uno de ellos. Pero su perfil bajo, fuera de protagonismos y alejado de los focos, le hicieron volver a casa para seguir sacándonos una sonrisa, la misma que él enseña cada vez que hace un partido memorable o mete un tiro imposible a una pierna, una auténtica ‘bomba’ que hace saltar por los aires cualquier defensa y que forma parte de su ADN, como su número ‘11’.

ES TANTO LO QUE JUAN CARLOS NAVARRO NOS HA DADO A LOS AMANTES DE LA CANASTA QUE NO HA NECESITADO CONSAGRARSE EN LA NBA. UN AÑO FUE SUFICIENTE PARA DEMOSTRARSE QUE ERA UNO DE ELLOS

Con la Selección se ha encargado de engordar las vitrinas de la Federación a golpe de canasta, de sacrificar sus veranos y su descanso, de arrastrar hasta la extenuación esa fascitis plantar que nos recuerda que es mortal. Pero, sobre todo, nos ha dado lecciones de vida, de tirar del carro, de sentirse responsable cuando la ‘ÑBA’ no tocaba metal, más aún cuando era el capitán, como en el Mundial de Turquía. Esos detalles agigantan hasta el infinito a ese aparentemente endeble muchacho de San Feliú. Cada uno tenemos un momento de Navarro que, posiblemente, sean muchos. En todos ellos dando un paso hacia delante, marcando su territorio, demostrando que los cientos de tiros que hacía siendo un mocoso, esperando a que su hermano terminara de entrenar, eran el reflejo del más letal ‘francotirador’ del viejo continente. Talento, al fin y al cabo, hecho jugador de baloncesto


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.