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Pero él nos dice
No crean que he venido a poner fin a la ley… sino a darle su verdadero significado
Evangelio según san Mateo 5:17
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¿Y cuál es el verdadero significado? Nos urge. La respuesta es vital para una sociedad golpeada por hechos de violencia que rompen toda posibilidad de comprensión. Abusos a niños por parte de familiares que deberían ser su refugio, mujeres asesinadas con saña, una patota que destroza a patadas a un joven como ellos y una sociedad que grita por justicia, exige penas de una crueldad que llega hasta donde le da la imaginación, se erige en juez e incluso justifica utilizar a otras personas presas como instrumentos de tortura. Verano de 2023.
“Ustedes han oído que a sus antepasados se les dijo, no mates, pues quien mate será condenado”. Mateo cuenta que Jesús lo recordó en aquel Sermón del Monte y ratificó la validez del séptimo mandamiento del decálogo. “Pero yo les digo”, agregó, “que cualquiera que se enoje con su hermano será condenado”.
El mandamiento conserva intacta su eterna vigencia, pero el Evangelio recuerda que no sólo mata quien comete un homicidio, también quien continúa en la cultura de la muerte.
Esa voz que llaman opinión pública y no exenta de buena cuota de arrogancia se adjudica una representatividad muy discutible, suena atronadora. Desde las calles, en pancartas, frente a los juzgados exige más castigo, más pena, más sufrimiento, más dolor. En nombre de la justicia a veces pide quitar la vida a quien la quitó o en su defecto volverla un sufrimiento hasta que la muerte la libere. Que la vida sea castigo y no ya don de Dios. Esa voz que para ser de todos no deja oír otras, ha determinado que no lo merecen.
“Quien mate recibirá condena” dice aquella antigua ley refrendada por Jesús. Pero la sociedad que busca en la condena su propia liberación, se condena a sí misma. La justicia basada en el enojo, con límites tan peligrosamente difusos con la venganza, está mucho más cerca del “ojo por ojo” que antes se dijo y hoy también que al “pero yo
Existe iglesia sólo si anuncia el Evangelio
“Vayan y digan: él va delante de ustedes a Galilea”. El lema de la LIX Asamblea Sinodal de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata fue el texto base de la predicación de la pastora Ana María Barolín en el culto central el domingo 5 de febrero. Ineludible envío a anunciar el Evangelio de Cristo. Y sumó el llamado de Jesús a los discípulos que recuerda el Evangelio de Juan: “vengan y vean”. (1:19) les digo” que encuentra en lo más antiguo la verdadera novedad.
“También han oído que antes se dijo: ama a tu amigo y odia a tu enemigo”. No lo decía la ley de Israel, no está escrito en el código de la Alianza del Antiguo Testamento, lo decía la costumbre que también es una fuente de derecho. Se dijo antes y se dice ahora. “Pero yo les digo”, remarca Jesús, “amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen”.

¿Qué lugar le queda al amor como rector de la justicia frente a tanta barbaridad? Me llevará la vida masticar la pregunta y desconfiaré siempre de cualquier respuesta que le ponga candado. De lo que estoy absolutamente convencido es de que es el único camino hacia una sociedad que pueda vivir armónicamente. El amor no tiene la liviandad de la indulgencia, no abarata el perdón ni lo dilapida si la deuda no nos toca. También juzga, reprende y sentencia.
Sólo el verdadero amor puede ser justo porque no coexiste con el rencor ni busca la destrucción.
¿Dónde vive cuando se le amenaza con el destierro? ¡Qué falta me hace compartir la pregunta!
“¿Dónde moras?”, le preguntaron ellos. Y la respuesta no fue descriptiva sino vivencial: “vengan y vean”.
¿Qué podríamos mostrar si no hemos visto? ¿De qué hablaríamos si no hemos oído? ¿Cuál sería el testimonio si no hemos vivido? Conocer el Evangelio, vivirlo, es condición necesaria para predicarlo.
ESTE Periódico Valdense Marzo 2023