Escrito por: Liliana Echeverri Ochoa y Daniel Muñoz Quintero.
Docentes Nodo Subregional Suroeste, La Pintada.
Ilustraciones de: Laura Restrepo
Una propuesta de la IU Digital de Antioquia y Nodos Subregionales para la paz y la ciudadanía que busca promover la lectura, la escritura y reencontrarnos en nuestros territorios con nuestra gente.
Medellín, 12 de julio de 2023.
¡Sentidos a prueba!
Relatos Desde el Territorio
Era el segundo encuentro del programa de Semestre Cero, al cual asisten estudiantes de undécimo de las dos instituciones educativas de La Pintada. Por esta razón, mi colega Daniel y yo habíamos decidido realizar una actividadde integración antes de iniciar con la sesión. Era una actividad sencilla, pero divertida, que involucra los sentidos.
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Los estudiantes estaban organizados en grupos de tres: un estudiante, con los ojos vendados; otro estudiante, con una cinta que sellaba su boca, y un último estudiante, con su mano dominante inmovilizada, es decir, solo podía hacer movimientos con la mano que menos usa. Cada grupo debía armar la misma figura con las barras delgadas y las esferas imantadas dispuestas en la mesa . Los únicos participantes que sabían la figura que se armaría eran quienes tenían la boca sellada.
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A la cuenta de tres, los estudiantes con una mano inmovi- lizada pasaron una ficha imantada al compañero que no podía hablar, y este a su vez se la pasó a su compañero que no podía ver, quien era el encargado de armar una figura desconocida para él.
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Al cabo de unos minutos se escuchó un grito: “¡Ganamos!”, acompañado de una risa eufórica. Unos segundos después, otro grito: ¡Terminamos!”. Los grupos fueron descubriendo el secreto guardado por el compañero que no podía hablar: la figura que resultaba con esos imanes era un cubo de colores.
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Nos acercamos a otro grupo de estudiantes que tenía entre sus manos una masa sin forma de colores e imanes. Vimos que el estudiante que no podía hablar, pero que conocía la figura, dibujaba con sus dedos algunas señas sobre la piel de su compañera. Su compañera hacía un gran esfuerzo por compren- der las indicaciones, mientras trataba de que por lo menos esa masa no se le deslizara por entre los dedos y cayera a la mesa.
Decidimos romper las reglas del juego y proponerle al estudiante que retirara la cinta de su boca y conti- nuara guiando la figura con ayuda de su voz. El estu- diante empezó a explicar el significado de los gestos: “este gesto quería decir ángulo de 90 grados” y “este otro era tercera dimensión”.
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Ahí comprendimos que el estudiante no solo vio un cubo de esferas, barras y colores, sino que tra- dujo esa figura en conceptos geométricos pre- vios. Y eso implicó un gran esfuerzo intelectual, ya que no podía hablar de los conceptos desde la oralidad, como estaba acostumbrado, y tampoco desde la vista, porque su compañera tenía los ojos vendados. Por eso recurrió a su imaginación para plasmar esa conceptualización en la piel de su compañera.
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