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On the left, the impressive villa of Trapani. Above, a model poses on an old Sicilian palace.//A la izquierda, la impresionante villa de Trapani. Sobre estas líneas, una modelo posa junto un viejo palacio siciliano. ESP
VIAJE A LA SICILIA DE LA ‘COSA NOSTRA’. Uno compra un billete a Palermo y casi escucha esa pegadiza melodía, lenta y sentida, llamada ‘The Goodfather Waltz’, de Nino Rota. No digamos si decide ir a visitar la localidad de Corleone. Es un cliché, una forma de programación cerebral, un descuido, una relación desafortunada… pero esa es la magia y épica del cine: es internacional, llega a todo el mundo, a todas las clases sociales y convierte la realidad en leyenda. Especialmente cuando hablamos de ‘El Padrino’ (1972), una trilogía que es parte de la historia del cine. La lucha contra la mafia Una ficción que, como siempre, se inspira en la realidad más cruda; en este caso, de la lacra más difícil de erradicar en la isla de Sicilia. Y no porque no se haya intentado. Italia lleva luchando contra la mafia desde siempre. Una de las carambolas más esclarecedoras de lo que es la mafia tuvo lugar en 1874: tras la ‘Reunificación italiana’, y debido a unos altísimos índices de criminalidad en la isla, el gobierno decidió enviar efectivos militares que, en lugar de arreglar las cosas, acabaron por demoler el poder conservador que había en la isla. Y Sicilia pasó a manos de la izquierda. Dentro de los poderes fácticos de dicha izquierda, la ‘Cosa Nostra’ se había situado muy bien y supo consolidarse políticamente. La jugada fue tan hábil como en la mejor de las ficciones de Puzo, ya que el nuevo gobierno PALLADIUM PALLADIUMMAGAZINE MAGAZINE 131