Los niños soldado durante el genocidio de ruanda

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN

1

a. Delimitación del tema y objetivos

1

b. Hipótesis

1

c. Metodología

2

d. Fuentes

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e. Plan general y contenido de la obra

3

f. Delimitación conceptual / marco teórico

3

2. MARCO CONCEPTUAL

4

2.1 Conflicto armado

4

2.2 Niño y niña soldado

4

2.3. Educación para la paz

4

2.4. Crimen de lesa humanidad

4

2.5. Genocidio

5

2.6. Crimen de guerra

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3. CONTEXTO HISTÓRICO

6

4. NIÑOS, RECLUTAMIENTO, INTERVENCIÓN, IMPACTO

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4.1 Reclutamiento

11

4.2. Intervención

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4.3. Impacto

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5. NIÑOS SOLDADO EN RUANDA DURANTE EL GENOCIDIO 5.1. Consecuencias 5.1.1. Niños acusado de genocidio

19 21 21

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5.1.2. Niños sin padres

23

5.1.3. Niños en la calle

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6. REHABILITACIÓN 6.1. Programas de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR) 6.1.1. Niñas soldado en los Programas de DDR

28 28 31

6.2. Desarme, Desmovilización y reintegración en Ruanda

33

6.3. Secuelas del conflicto

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6.4. “Delivering as one” UN RWANDA

39

6.5. Visión 2020

39

6.6. Asociación IBUKA

39

6.7. Informe Graça Machel

40

7. PREVENCIÓN DE LOS CONFLICTOS

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8. NIÑOS SOLDADO DE RUANDA EN LA ACTUALIDAD

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9. INSTRUMENTOS JURÍDICOS DE CARÁCTER INTERNACIONAL QUE CONTEMPLAN LA PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SOLDADO

51

9.1. Protocolos Adicionales a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 51 9.2. Convención sobre los Derechos del Niño.

52

9.3. Tribunal Penal Internacional para Ruanda

52

9.4. Informe Graça Machel

55

9.5. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional

57

9.6. La Organización Internacional del Trabajo

58

9.7. Carta Africana sobre los Derechos y Bienestar del Niño

60

9.8. Consejo de Seguridad de la ONU

60

9.9. Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en conflictos armados

61

9.10. Tribunales Gachacha

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9.11. Compromisos y Principios de París

65

9.12. Tribunal Penal Internacional

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9.13. Resumen: Ratificaciones Ruanda

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10. CONCLUSIONES

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BIBLIOGRAFÍA

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1. INTRODUCCIÓN1 a) Delimitación del tema y objetivos La investigación realizada comprende el estudio de la situación de los niños y niñas que actuaron como soldados durante el genocidio de Ruanda de 1994.

Para realizar dicha exposición se parte de la explicación del contexto ruandés del periodo en conflicto, así como de los principales factores que intervienen en el reclutamiento, forzoso o voluntario, de niños combatientes.

Hemos querido resaltar a la vez la situación postconflicto a la que debió, y aún hoy debe enfrentase, la sociedad civil con especial relevancia en las secuelas en la infancia. Para la investigación realizada, hemos creído necesario aportar información en referencia a los acontecimientos pasados así como las situaciones actuales que vive el país.

Por tanto, nuestro objetivo no es solo investigar sobre lo sucedido en Ruanda en 1994, si no prestar también atención a los hechos presentes, ya no solo en relación con el caso específico de los niños y niñas que participaron en el genocidio ruandés en calidad de soldados, sino también exponiendo una perspectiva general de la participación de la infancia en los conflictos armados. b) Hipótesis 1

ANGUITA, Concepción: Cómo realizar un trabajo de investigación. Apuntes Título Especialista en Información y Países del sur, enero 2010, Madrid.

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Hipótesis principales: 1. Los niños y niñas, considerados como aquellos menores de 18 años, que participan en conflictos armados, ya sean éstos internacionales, nacionales o internos, no serán procesados en el mismo rango que aquellos mayores de 18 años, a la hora de juzgarles por llevar acabo crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra o genocidio. Por tanto, son considerados víctimas de tales actos.

2. Los actuales programas oficiales de desarme, rehabilitación y reintegración que incluyen a los niños y niñas excombatientes, no son eficientes. En particular, en el caso de las niñas soldado.

Hipótesis secundarias: 1. A raíz de la ineficacia de los programas oficiales de rehabilitación, el punto de atención debe centrase en la prevención.

2. A pesar de la ratificación y participación de Ruanda en diversos convenios y protocolos oficiales, el reclutamiento de niños y niñas soldado sigue siendo una práctica habitual dentro de las fuerzas combatientes. c)

Metodología2 La metodología empleada en la elaboración de este trabajo de investigación

sigue el enfoque de los métodos descriptivo y analítico.

Durante la exposición narrativa de los sucesos acontecidos en Ruanda en 1994 basándonos en la información recapitulada, hemos empleado un método de trabajo descriptivo.

El segundo de los métodos utilizados ha sido el analítico. Éste ha sido empleado cuando, al partir de la información general estudiada, nos hemos detenido con mayor detalle en los aspectos que más nos interesan para nuestra investigación. Por ejemplo, partiendo de la información general sobre el genocidio de Ruanda, hemos dedicado una investigación más profunda a la situación particular de los niños y niñas soldados que en ella intervinieron.

2

CALDUCH, Rafael: www.ucm.es/info/sdrelint

Sección

Departamental

de

Relaciones

Internacionales

[en

línea]

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d)

Fuentes Tras una labor de recopilación de información, la realización del trabajo de

investigación se ha llevado a cabo mediante informes oficiales de organismos gubernamentales, nacionales e internacionales, estudios de diversos expertos, documentos realizados por diferentes organismos e instituciones, así como el visionado y análisis de elementos audiovisuales que han ayudado a la comprensión del objeto a investigar. e)

Plan general y contenido de la obra El trabajo de investigación realizado consta de 10 capítulos.

Para empezar hacemos una aclaración de los conceptos más importantes para

entender nuestro objeto de estudio, pasando después a establecer el contexto histórico en el que se enmarca nuestra investigación, tanto en el tiempo como en el espacio. De esta manera realizamos una retrospectiva de la historia de Ruanda desde su etapa precolonial hasta nuestros días. De esta forma el lector podrá conocer los diversos factores que llevaron al Genocidio de 1994 y las circunstancias que llevaron a la participación en él de niños y niñas soldado.

A continuación, exponemos la situación de los niños soldado respecto a su reclutamiento, intervención e impacto. De lo general, pasamos a la especificidad del caso de Ruanda, así como las consecuencias actuales de la participación de estos niños en el conflicto.

Considerando la rehabilitación como parte esencial de los programas de reintegración de estos niños, dedicamos el sexto capítulo a los proyectos, tanto generales como específicos de Ruanda, dedicados a esta misión.

Una vez analizados estos programas, resultando éstos insuficientes, ponemos atención a la prevención como factor clave.

Por último, dedicamos el capítulo 9 al estudio de los diferentes instrumentos jurídicos internacionales que contemplan la protección de niños y niñas soldado.

Tras la exposición de estos epígrafes, las conclusiones de la investigación se enuncian en el último capítulo del trabajo.

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f)

Delimitación conceptual/ marco teórico Hemos preferido contemplar este apartado en un capítulo exclusivo del trabajo.

Los conceptos que se definen en él deben ser tomados como referencia en el inicio de la lectura del trabajo.

2. MARCO CONCEPTUAL - Conflicto armado: Todo enfrentamiento que es protagonizado por grupos armados de diversa naturaleza, los cuales se organizan y se valen de las armas y otros medios de destrucción.3 - Niño y niña soldado: Toda persona menor de 18 años que es miembro o está vinculado a las fuerzas armadas gubernamentales o a cualquier grupo armado regular o irregular en lugares donde exista o no conflicto armado. Esta definición incluye a aquellos que realizan tareas, que van desde la participación directa en combate, la colocación de minas antipersonales o explosivos, el espionaje, la cocina, la esclavitud sexual u otros reclutamientos con fines sexuales.4 No existe una definición textual del sujeto niña en los instrumentos propios del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, como la hay de niño. Se le incluye y absorbe por completo dentro del niño en el más alto ordenamiento

internacional

encargado de la protección de la infancia. Por lo tanto, al referirse la Convención sobre los Derechos del Niño, al niño, se está refiriendo al término niño no como distinción de sexo sino como distinción frente al adulto, es decir, como menor.5 - Educación para la paz: El proceso de promoción de las técnicas, actitudes y valores necesarios para lograr cambios en el comportamiento que permite a los niños, niñas, los jóvenes y los adultos, prevenir los conflictos y la violencia, tanto manifiestos como

3

Escola de Cultura de Pau, Alerta 2006, Informe sobre Conflictos, Derechos Humanos y Construcción de Paz. 4 Principios de Ciudad del Cabo observados por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, 1997 5 GARCÍA SOTELO, Gilda M. : Razones y sinrazones sobre las niñas soldados, Sepha, Madrid, 2006. p90.

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estructurales, resolver los conflictos pacíficamente y crear las condiciones que conduzcan a la paz, ya sea a nivel interpersonal, entre grupos, nacional o internacional.6 - Crimen de lesa humanidad: comprende las conductas tipificadas como: asesinatos, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, racionales, étnicos y otros definidos expresamente, desaparición forzada, secuestro o cualesquiera actos inhumanos que causen graves sufrimientos a atenten contra la salud mental o física de quien los sufre, siempre que dichas conductas se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.7 - Genocidio8: Se comete con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Pueden constituir genocidio los siguientes actos: o Matanza de miembros del grupo, o Lesión grave a la integridad física o mental de miembros del grupo, o Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial. o Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo. o Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.

- Crimen de guerra9: Consiste en matar intencionalmente, someter a torturas u otros actos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos, infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física y la salud, destruir bienes o apropiarse de ellos de manera no justificada por necesidades militares, a gran escala, ilícita y arbitrariamente, obligar a un prisionero de guerra u otra persona protegida a prestar servicio en las fuerzas de una potencia enemiga; privar deliberadamente a un prisionero de guerra u otra persona de sus derechos a un juicio justo e imparcial; someter a personas a deportación, traslado o confinamiento ilegal; tomar rehenes; dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o 6

UNICEF Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional 8 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Art. 6 9 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Art. 8 7

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contra civiles que no participen directamente en las actividades; dirigir intencionalmente ataques contra objetos civiles es decir objetos que no son objetivos militares; dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de paz o de asistencia humanitaria.

3. CONTEXTO HISTÓRICO La infancia es la mayor riqueza que posee toda sociedad, mucho más preciosa que los recursos naturales y los bienes de consumo. Y la guerra la destruye irremisiblemente, tanto si las armas apuntan a los niños como si son ellos mismos quienes las empuñan.10 Dieciséis años después del genocidio que tuvo lugar en Ruanda, encontramos toda una generación de niños huérfanos que viven en la miseria y vulnerables a cualquier abuso o explotación. Los niños fueron víctimas y autores materiales de la masacre a un nivel sin precedentes. 11 Destruyendo y negando el concepto de infancia y dejando a toda una sociedad marcada y traumatizada de por vida.

Etapa precolonial y colonial En su origen, Ruanda fue poblada por pigmeos que vivían en cuevas cuyos descendientes actuales son el pueblo twa, un grupo marginado y privado de derechos civiles que no representa ni el 1% de la población. Los hutus y los tutsis llegaron más tarde y representan respectivamente el 84% y el 15% de la población. Los hutus son un pueblo bantú, eran agricultores con una estructura social basada en el clan. Los tutsis son un pueblo nilótico, ganaderos con una estructura social basada en el feudalismo.12 Hablan el mismo idioma que se llama “kinyawarda” y tienen las mismas creencias religiosas. El índice de matrimonios mixtos entre los tutsi y los hutus ha sido muy alto y las relaciones entre los dos grupos eran generalmente pacíficas, lo que 10

BRIGGS, Jimmie: Niños soldado. Cuando los niños van a la guerra, Océano, Barcelona, 2007, p.18 Ibídem 12 GOUREVITCH, Philip: Queremos informarle de que mañana seremos asesinados con nuestras familias. Historias de Ruanda, Debate, Barcelona, 2009, p.53 11

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cambia con la colonización alemana y belga en el siglo XX. Tal es el mestizaje que los historiadores han acabado poniéndose de acuerdo en que no se puede hablar propiamente de hutus y tutsis como dos grupos étnicos diferenciados. El origen de la distinción es indiscutible, los hutus eran agricultores y los tutsis pastores. El ganado es un artículo más valioso que la cosecha y aunque algunos hutus poseían vacas y algún tutsi labraba la tierra, la palabra tutsi se hizo sinónimo de élite política y económica13.

A partir del siglo XVI, cuando Kigeri Rwabugiri, de la etnia tutsi, ascendió al trono ruandés, emprendió una serie de campañas militares y políticas que consolidaron y extendieron el dominio de los tutsis sobre los hutus, lo que se afianzó aún más con el proceso de colonización europea.

Dentro de la colonización (de 1897 a 1962) podemos establecer dos fases diferenciadas, la primera en la que la ocupación estuvo protagonizada por los alemanes y una segunda fase en la que la presencia colonial es belga. Con la llegada de los belgas en 1924 se intensifica el poder político de los tutsis pues los belgas se muestran proclives a la etnia tutsi en detrimento de los hutus. Así, en 1931 se crearon unas tarjetas de identificación personal basadas en la raza. Los belgas consideraron a los tutsis como la raza superior y fueron los que tuvieron acceso a la educación, lo que engendró mayor frustración entre los ruandeses.

Por tanto, fue la colonización la que creó el etnicismo, se vieron obligados a exagerar señales de identidad diminutas e imprecisas. Los hutus, robustos y de rostro redondo, piel oscura, nariz chata, labios gruesos y mandíbula ancha. Los tutsis larguiruchos y de rostro alargado, piel menos oscura, nariz estrecha, labios finos y barbilla pequeña.14 Tras la muerte del rey tutsi Mutara II Rudahigwa, se produce una lucha por el poder en la cual Bélgica, ante la presión internacional de críticas recibidas por sus tratos discriminatorios con respecto a la población hutu cambia de estrategia, de manera que pasa a favorecer los intereses de los hutus. Así, en las primeras elecciones comunales se obtiene la victoria del Partido del Movimiento de Emancipación Hutu (Parmehutu), lo que establecía el cambio de poderes. Esto significó, no sólo el exilio de decenas de tutsis sino la abolición de la monarquía, convirtiéndose Ruanda en una República.

Esto se convierte en la génesis del conflicto .

13 14

Ibídem, pp. 53-54 Ibídem, p.56

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Etapa postcolonial En 1963 los refugiados tutsis comenzaron a organizarse, tomando las armas para atacar el nuevo poder establecido en Ruanda. El 1 de octubre de 1990 el Frente Patriótico Ruandés(FPR) en el exilio atacó a Ruanda desde la vecina Uganda, que contaba con el apoyo logístico y armamentístico de Gran Bretaña y EEUU. La respuesta del gobierno ruandés, con el apoyo de Bélgica y el Zaire fue inmediata. Este macabro toma y daca entre unos y otros fue en aumento. Ante este maremágnum bélico la comunidad internacional intervino con un intento de acuerdo entre el gobierno ruandés y los rebeldes. Presionado por el exterior, el presidente Habyarimana aprobó una Constitución que autorizaba el multipartidismo, lo que culminó en los acuerdos de Arusha.

Desde los Acuerdos de Arusha, tanto el régimen militar como las milicias radicales hutus venían preparando la llamada “opción cero”: la eliminación de la etnia tutsi y de los hutus moderados. Se crearon grupos de autodefensa popular con el objetivo de preparar las matanzas de abril, mayo y junio de 1994: los Interhamwe “los que golpean juntos”, y la organización Impuzamugambi, “los que tienen el mismo objetivo”. Estas milicias habían sido entrenadas por el ejército y estaban provistas de armamento ligero y machetes. Además contaban con la ayuda de la (RPLN) Radio de las Mil Colinas que

comenzó a emitir mensajes claramente xenófobos contra las

“inyetzi”(cucarachas), tutsis y hutus moderados. En pleno genocidio, los locutores de la radio incitaban a la población a cometer todo tipo de barbaries como “llenar las tumbas que todavía están medio vacías” o “los niños también deben ser asesinados”.

El genocidio “los 100 días” El desencadenante de la masacre fue el 6 de abril de 1994 con el ataque al avión presidencial en el que viajaban los presidentes de Ruanda y Burundi, Juvenal Habyarimana y Cyprien Ntaryamira (ambos de etnia hutu), que volvían de las negociaciones de paz de Arusha y viajaban a Kigali en el avión presidencial ruandés. La muerte del presidente de Ruanda incitó a los Hutus a enfrentar al Frente Patriótico

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Ruandés (FPR), iniciándose así una verdadera carnicería de la que fue testigo horrorizada la humanidad.

Se estima que en unos 100 días mataron a 800.000 personas, 300.000 de las cuales eran niños. Quince meses antes del verano de 1995 Ruanda era la población con mayor densidad demográfica de África.

Hay que aclarar que éste no fue un genocidio de hutus contra tutsis, sino que una falange radical de la etnia hutu fue la que preparó el aniquilamiento masivo tanto de tutsis como de hutus moderados u opositores del régimen de Habyarimana y cercanos al FPR. El papel de la comunidad internacional se destaca por el nulo interés demostrado para resolver el problema ruandés y sobre todo la no intervención, les dejaron completamente solos. Durante la masacre la ONU estuvo al margen de la crisis.

En noviembre de 1994 el Consejo de Seguridad adoptó la resolución 955 sobre el restablecimiento de un Tribunal Penal Internacional para los criminales de guerra para Ruanda.

Aunque el genocidio acabó oficialmente en julio de 1994, no así la violencia en la zona y las consecuencias de ésta. El informe de UNICEF de 2004 nos describe un país desolado por la enfermedad, la desnutrición y la violencia. A muchos seres humanos se les condenó a vivir el resto de sus días mutilados, huérfanos o a morir a los pocos años a causa del SIDA, que se propagó rápidamente como consecuencia del gran número de violaciones sexuales.

Aunque la población de Ruanda es joven, el futuro para la gran mayoría es complejo. Un 60% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y se da el índice de mortalidad infantil más alto del mundo (29%), debido sobre todo al paludismo. Más de 400.000 niños y niñas están sin escolarizar y hasta 101.000 niños y niñas deben encabezar al menos 42.000 núcleos familiares por falta de padres y madres.

Por si fuera poco, miles de niños participan en conflictos bélicos.15 A nivel político, desde 1994 la situación no ha sido precisamente de estabilidad democrática, bajo la presidencia del acusado de genocidio Pasteur Bizimungu (hutu) y del actual presidente Paul Kagame, líder del FPR durante el genocidio, el ambiente ha sido de régimen militar.

15

UNICEF. Informe Unicef, 2004 [en línea] http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/rwandastatistics.html

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4. NIÑOS, RECLUTAMIENTO, INTERVENCIÓN, IMPACTO “Las guerras sólo sirven para conseguir cientos de miles de cabezas machacadas, de lenguas arrancadas, de cuerpos abiertos en ternera. Cientos de miles de niños sin brazos, sin piernas, sin ojos, sin luz en los ojos, sin ternura...Y los que sobreviven ya heridos, desangrados por dentro...¿Qué sabemos nosotros, los mayores, de la desesperanza, de la infinita tristeza, de la infinita soledad que cabe en las minúsculas cabezas de los niños y su pequeño corazón”16.

El problema de los niños de la guerra es algo más que una "situación de emergencia" o una "emergencia compleja", y no debe ser examinado como un fenómeno transitorio ni como una inmoralidad local de países supuestamente bárbaros.

El niño soldado ha sido probablemente un niño abandonado, un esclavo laboral o un niño de la calle. Y su posible reincorporación a la sociedad no puede ser planteada sin preguntarnos a qué sociedad, en qué marco de reincorporación17.

En Ruanda, 56% habían visto a otros niños matando a gente, 80% habían perdido miembros de sus familias, y un 16% se habían protegido escondiéndose bajo cadáveres. Además, más de un 60% de los niños entrevistados en Ruanda dijeron que "no les importaba si alguna vez se hacían mayores o no". Para el niño, la guerra simboliza el desmantelamiento de toda la infraestructura que le rodea. 18 Las características y los esquemas de los conflictos armados contemporáneos han aumentado los riesgos para la infancia. Los vestigios del colonialismo junto con las persistentes crisis sociales y políticas contribuyen a la desintegración del orden público.

Millones de niños se ven envueltos en conflictos de los que no son simplemente testigos sino el objetivo. Son explotados cínicamente como combatientes y expuestos a la brutalidad de la guerra19.

El poder y el liderazgo personal y la manipulación de las diferencias étnicas y religiosas al servicio de intereses personales o de pequeños grupos ha tenido efectos debilitantes para los países en conflicto. Esto contribuye a conflictos entre gobiernos y 16

GALA, Antonio: El don de la palabra, Espasa Calpe, Madrid, 1996 SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: “Los niños de la guerra”, en Papeles de cuestiones internacionales, nº 62, CIP, 1997, pp.132-133, en SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.18 18 SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.18 19 NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.9 17

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rebeldes, entre diferentes grupos de oposición que combaten para alcanzar el poder supremo. En los últimos decenios la proporción de víctimas de guerra entre los civiles ha aumentado notablemente, de un cinco por ciento a más del noventa por ciento. Los combates que cobran más vidas civiles que soldados han estado marcados por niveles horribles de violencia y brutalidad. Se emplean todas las prácticas posibles, desde la violación sistemática, las tácticas de tierra arrasada, que destruyen los cultivos y envenenan los pozos de agua, hasta la depuración étnica y el genocidio. Dejando de lado todas las normas, se produce una violación sistemática de los derechos humanos contra los niños y las mujeres. En cada vez mayor medida los niños se han convertido en el blanco, y aun en los perpetradores, de violencias y atrocidades20.

Esto demuestra que cada vez es mayor la parte del mundo que está siendo arrastrada hacia un vacío moral desolador. Se trata de un espacio en que están ausentes los valores humanos más básicos21.

Según la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas de 1989,“se entiende por niño todo ser humano menor de 18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”. La “mayoría de edad” es una institución social, religiosa, cultural o jurídica por la cual las sociedades reconocen la transición al estado adulto22.

4.1 RECLUTAMIENTO Los niños soldados se reclutan de muchas maneras distintas. Algunos se incorporan a la fuerza, otros mediante patrullas de reclutamiento o secuestro y otros se ven obligados a integrar ejércitos armados para defender a sus propias familias23.

En el caso del reclutamiento forzado, las patrullas tienen como objetivo especial los huérfanos, los niños de la calle, los estudiantes, los niños refugiados no acompañados y los adolescentes que trabajan en el sector no estructurado de la economía. Los niños son, generalmente, apresados arbitrariamente o raptados en la calle, la escuela o el orfanato24.

20

Ibídem, p.14 Ibídem, p.9 22 COHN, Ilene y Guy Goodwin-Gill: Los niños soldados. Un estudio para el instituto Henry Dunant, Editorial Fundamentos Colección Ciencia, Cruz Roja juventud, Madrid, 1997, pp. 63-64.

21

23

NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.17 24 SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.26

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El rapto de los niños es el primer paso en una serie de violaciones brutales: son torturados, humillados y manipulados psicológicamente. El fin es asustar al niño de tal manera que se convierta en un soldado obediente y feroz. Para que los niños aprendan a ser violentos, se les obliga a ser testigos de actos de barbarie con el objetivo de insensibilizarlos. La idea es destruir al niño psicológicamente para que pueda, sin escrúpulos, y con el sistema de valores roto, cometer atrocidades. En muchos casos se distribuyen drogas (anfetaminas y tranquilizantes) para embotar el dolor y el terror. La idea es romper los lazos entre el niño y su entorno25.

La incesante escalada del uso de niños combatientes se debe en parte a la modernización de las armas, con la proliferación de armas ligeras de bajo costo como el AK47 soviético y el M16 americano, así, un niño de 10 años puede fácilmente manejar, armar y desarmar y desarmar un fusil de asalto con sencillez. En Uganda el precio de un AK47 es igual al de una gallina, mientras que en Kenia es el equivalente al precio de una cabra. De este modo, cualquier comunidad tiene acceso a las armas y puede militarizar un conflicto local rápidamente.26 Es un error pensar que lo hacen voluntariamente, ya que no constituye una elección que hayan ejercido libremente27. En realidad, los niños se alistan por temer a una fuerza mayor antes que por libre voluntad. En primer lugar, la pertenencia a un grupo armado asegura al niño comida y techo, es decir, la posibilidad de supervivencia.

Según la directora de la Cruz Roja de Liberia, niños de siete años se incorporan al combate porque "los que tenían armas podían comer". De esta manera se convierte en la opción de un mal menor.

Uno de los graves efectos de esta forma "voluntaria" de reclutamiento es que, a medida que el conflicto armado se intensifica, persiste en el tiempo, las condiciones económicas y sociales se desintegran, y las oportunidades de recibir educación son cada vez más limitadas o tal vez no existan, por lo que, consecuentemente, los soldados son cada vez más jóvenes28.

La gran mayoría de niños soldado son "voluntarios". Aunque su participación no se deriva de la coacción directa, estos niños son objeto de manipulación ideológica o 25

Ibídem, p.27 UNICEF: Unicef World Report New York, 1996, p.15, en SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.25 27 NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.18 28 SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.29 26

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víctimas de la destrucción de sus sociedades. Así, optan por la vía militar para sobrevivir. En este contexto, el alistamiento "voluntario" es mucho más difícil de combatir que el reclutamiento forzado flagrante. Varias razones explican el alistamiento "voluntario" del niño, como son la influencia del entorno del niño, los valores sociales, familiares y comunitarios y los sentimientos de desazón29.

Influencia del entorno del niño La militarización de la vida cotidiana induce a los niños a evaluar su propia participación en el combate como un hecho corriente. La militarización consiste en la presencia de policías o soldados fuertemente armados en patrulla en la calle y de personal militar en altos cargos gubernamentales, la censura de la vida social por parte de las fuerzas armadas, la presencia de guardias armados en escuelas y edificios públicos, la instalación de puestos de control armados en las carreteras y el establecimiento de puestos de control 30.

La violencia estructural es otro aspecto del medio social del niño. Muchos niños que eligen la vía militar han sido objeto o testigos de actos de extrema brutalidad. Por ejemplo, "han presenciado ejecuciones sumarias, asesinatos de los escuadrones de la muerte, desapariciones, torturas, arrestos o detenciones arbitrarias, abusos sexuales, bombardeos, desplazamientos forzados, destrucción de hogares o bienes y matanzas31.

Muchos de los niños que más tarde optan por volverse soldado han experimentado personalmente o presenciado actos de extrema violencia, experiencias que a menudo generan el deseo de venganza, la convicción de continuar la lucha de los seres queridos y el deseo de asumir el control de los acontecimientos.

La injusticia social y económica incita a los adultos y a los niños a tomar las amarras a veces con la visión a largo plazo de obtener un cambio, y otras sólo para conseguir el alimento del día.32 El adoctrinamiento de la ideología es particularmente peligroso en los jóvenes adolescentes, que están desarrollando su identidad personal y tratan de encontrar un significado social a la vida. Sin embargo, el caso de Ruanda demuestra que el 29

ROSENBLATT, Roger: Children of World, p.10 COHN, Ilene y Guy Goodwin-Gill: Los niños soldados. Un estudio para el instituto Henry Dunant, Editorial Fundamentos Colección Ciencia, Cruz Roja juventud, Madrid, 1997, p. 43 30

31 32

Ibídem.

Ibídem, p.45

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adoctrinamiento ideológico de los jóvenes puede tener consecuencias desastrosas. Los niños son muy impresionables y hasta se pueden sentir atraídos por cultos de inmolación.33 Valores sociales, familiares y comunitarios Los valores sociales, familiares y comunitarios condicionan al niño en la apreciación de los hechos y la decisión de participar o no en las hostilidades. Los niños pueden deducir que la violencia es el único modo de tratar con los problemas políticos.

Según un psicólogo salvadoreño, "la militarización excesiva de una sociedad conduce a una militarización mental en que la respuesta violenta a los problemas sociales es la norma34 De esta manera también influye la presión de los compañeros, como el sentimiento de que "todos lo hacen" o "mis amigos se alistan".

Sentimientos de desazón Los huérfanos de la guerra son los más vulnerables, estos niños sufren una enorme soledad y tristeza y generalmente buscan un sentido de pertenencia. Las instituciones que podrían apoyarlos como los orfanatos y las escuelas están cerradas o destruidas por la guerra. En tales circunstancias desde la visual del niño la unidad militar puede significar para ellos su familia adoptiva, y particularmente cuando el ser guerrillero adquiere un cariz romántico, convirtiéndose en una lucha "contra el enemigo común" que mató a sus padres35.

Añadido a estos sentimientos de vulnerabilidad encontramos el deseo de venganza, especialmente cuando los niños han experimentado malos tratos, torturas, asesinatos, humillación, o cuando han presenciado torturas familiares.

4.2. INTERVENCIÓN

33

NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, pp.18-19 34

MARTÍN VARO, Ignacio: “La violencia política y la guerra como causas del trauma psicosocial en El Salvador”, Revista de Psicología de El Salvador, vol. 7, nº28, 1988, pp.123-141, en SEDKY_LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.32 35 COHN, Ilene y Guy Goodwin-Gill: Los niños soldados. Un estudio para el instituto Henry Dunant, Editorial Fundamentos Colección Ciencia, Cruz Roja juventud, Madrid, 1997, p. 33

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

“Ha cambiado la realidad de los conflictos armados con los niños, niñas y menores en este último tiempo; los grupos armados se dedican a actividades delictivas desde el narcotráfico hasta el tráfico de niños y la aparición en escena de bandas emergentes criminales que potencialmente se organizan como grupos armados. El reclutamiento de la infancia muta de actor en el conflicto, de grupo armado a miembro de bandas criminales y viceversa, una retroalimentación del escenario de los conflictos armados en el mundo, una realidad latente desde Colombia hasta el África...”36 Una vez que han sido reclutados los niños reciben por lo general un trato similar al que reciben los adultos. Al principio llevan a cabo funciones de apoyo, que algunas de ellas entrañan grandes riesgos y dificultades, como son servir de cargadores, o transportar cargas muy pesadas, de incluso 60kg, incluidas municiones o soldados heridos. También son utilizados en tareas domésticas, la cocina u otras tareas de rutina.

Otro de los usos constituye el de hacer de vigías y mensajeros, lo que contribuye a que todos los niños sean sospechosos37. Por ejemplo en Ruanda muchos niños hutus eran espías revelando la localidad de los tutsis38.

Aunque la mayoría de los niños soldado son varones, los grupos armados también reclutan a las niñas, muchas de las cuales desempeñan las mismas funciones que los niños39.

Las niñas son las principales víctimas de abuso y explotaciones sexuales dentro de los grupos y fuerzas armadas, aunque los niños tampoco se encuentran exentos40.

A menudo, la violencia basada en el género se ejerce para conseguir la limpieza étnica mediante la fecundación deliberada41. En Ruanda la violación fue utilizada como una política deliberada de limpieza étnica para romper los lazos comunitarios. Esta práctica como práctica de guerra sirve para humillar, aterrorizar y debilitar, con el objeto de que los civiles huyan de sus tierras. Así, Isel Rivero y Méndez, directora del 36

SERGIO TAPIA., Presidente Internacional de la Misión Diplomatique Internationale Humanitaire RWANDA 1994 37 NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.19 38

SEDKY_LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.26

39

NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.19 40

GARCÍA SOTELO, Gilda M.: Razones y sinrazones sobre las niñas soldados, Sepha, Madrid, 2006. p.

48 41 NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.33

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Centro de Información de Naciones Unidas para España enuncia: La violencia dirigida de esta forma (violación) hacia las mujeres va dirigida específicamente a su sexo, sus genitales y órganos reproductivos. Las mujeres que no pueden escapar de los conflictos sufren un riesgo doble por ser mujeres, ya que inevitablemente son objeto de abusos sexuales...La violación de las mujeres fue un arma utilizada sistemáticamente. En numerosos casos, la violación fue el preludio a la masacre, en otros fue utilizado como instrumento de terror, de intimidación y afortunadamente quedaron mujeres que pudieron brindar testimonio a la Misión de Derechos Humanos de la ONU y a varias organizaciones de derechos humanos que se desplazaron a Ruanda42.

Las niñas sufren un “riesgo doble”, por ser mujeres, y menores. El trauma psicológico de la violación se agrava aún más en el caso del embarazo forzoso de las niñas, al obligarlas a gestar al “hijo del enemigo”, a optar por el infanticidio, o a abortar en condiciones poco sanitarias. Además en muchos casos las niñas víctimas del abuso sexual no son aceptadas en sus propias comunidades

porque son consideradas

“impuras” o “inadecuadas para el matrimonio”. En este contexto muchas niñas recurren a la prostitución para sobrevivir43.

Se ha asumido que la principal característica de las niñas soldados, es que han sufrido la experiencia de la explotación sexual y el abuso. Incluso muchas han sido convertidas en esclavas sexuales. Sin embargo, no debe asumirse esta idea en la generalidad de los casos, ya que se corre el riesgo de estigmatizar a todas estas niñas y limitar por tanto sus perspectivas de futuro y estatus en la sociedad.

Particularmente delicado es el tema sobre la comisión de delitos de abusos sexuales por parte de personal de las Naciones Unidas que dentro de las Misiones de mantenimiento de la Paz, ha cometido diversas trasgresiones contra niños y niñas soldados. Al igual que el escándalo que ya fue denunciado por Graça Machel en su Informe de 1996 en el que se da a conocer el intercambio de “sexo por comida”44.

Mientras que abusos tales como el asesinato y la tortura han sido denunciados hace mucho tiempo como crímenes de guerra, a la violación se le ha quitado

42

SEDKY_LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.55 Ibídem.

44 GARCÍA SOTELO, Gilda M.: Razones y sinrazones sobre las niñas soldados, Sepha, Madrid, 2006. pp. 49-51 43

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importancia, como si se tratara de un efecto secundario pero inevitable de la guerra45.

El hecho de que no se denuncien ni se enjuicien las violaciones cometidas en época de guerra se debe en parte a su tipificación errónea como un atentado al honor o una agresión personal y no como un crimen contra la integridad física de la víctima. Se debe poner fin a la práctica generalizada de la violación como instrumento en un conflicto armado y como medio de depuración étnica y se debe someter a juicio a sus autores46.

4.3. IMPACTO “Se puede comprender que alguien se disculpe alegando “no sabía”, pero es inaceptable que digamos “prefiero no saber”, José Saramago Resulta evidente afirmar que el impacto en los niños como consecuencia de haber experimentado tan graves y terribles experiencias es demoledor. Son niños que han sido arrancados de su entorno, separados de su familia, privados de educación...De manera que quedan completamente desarraigados, solos y vulnerables sin una identidad individual o comunitaria.

Se han visto obligados a asistir o participar en actos de extrema violencia y crueldad, y en muchos casos han tenido que asesinar a miembros de su propia familia con el objetivo directo de borrar de ellos cualquier lazo de unión y extinguir su sensibilidad.

También nos encontramos con niños con malformaciones, o con mutilación de piernas y brazos como consecuencia de las minas anti personal.

Como consecuencia de las violaciones sexuales, sobre todo en el caso de las niñas, son muchos los casos de enfermedades de transmisión sexual como el VIH. Además su nivel de comprensión se ve disminuido, no tienen pautas de conducta y la jerarquía militar se encuentra muy interiorizada en estos niños.

La guerra, la participación de los niños, genera divisiones en el interior de las comunidades: recelos, sospechas, odios. El tejido social se deshilacha, se rompe.

Cuando los criterios o motivaciones para el reclutamiento de niños han sido étnicos, la 45

NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.32 46 SEDKY_LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.34

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semilla del odio y la venganza puede enterrarse quizĂĄs, pero tambiĂŠn hacer brotar nuevos conflictos futuros entre comunidades.

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5. NIÑOS SOLDADO EN RUANDA DURANTE EL GENOCIDIO La recopilación de la información contenida en este capítulo, pertenece a un estudio realizado por Human Rights Watch titulado “Lasting Wounds. Consequences of Genocide and War Rwanda’s Children”, vol.15, nº6, marzo de 2003.

Cientos de niños ruandeses fueron usados como herramientas de guerra y genocidio. Algunos se unieron a las tropas para aniquilar a los tutsis. Otros fueron reclutados por el FPR cuando era una fuerza guerrillera o alistados en la armada o en la Defensa de la Fuerza Local del entonces actual Gobierno de Ruanda.

Durante el genocidio la población infantil cumplió básicamente cuatro funciones. En primer lugar, eran miembros de la Interahamwe. Miles de chicos entre los quince y los dieciocho años formaban parte de la milicia local. En segundo lugar, se les utilizaba como informadores. Durante las purgas su principal función era identificar a tutsis y a hutus moderados que se escondían de la Interahamwe o de las autoridades locales. Los jóvenes también saqueaban. Niños de todas las edades de ambos sexos participaron en la destrucción de viviendas y en robos de propiedades privadas, incluyendo ganado y cosechas. Por último estaban también aquellos a los que se consideraba “relacionados” con el genocidio. Se trataba de menores que no eran niños soldado ni habían participado en matanzas ni saqueos, pero que llegaron a relacionarse con el ejército hutu antes, durante o después del éxodo de refugiados al Zaire. La mayoría de estos niños eran huérfanos que se habían unido a los soldados y sus familias a cambio de trabajar como criados o guardas47.

Algunos niños participaron activamente en el genocidio como miembros de la armada Ruandesa y de la Interahamwe mientras que otros lo hicieron como parte de la movilización general de la población civil. Los niños, debido a su inmadurez mental y emocional, son

más susceptibles a la manipulación a partir de cierto tipo de

propaganda, más incluso que los adultos.

Dado que los niños ruandeses normalmente son enseñados para obedecer a los adultos, estos jóvenes estaban incluso más preparados que los adultos para recibir órdenes de las autoridades.

Los ruandeses respondieron a un estudio llevado a cabo en 1995 en 8 comunidades, algunas más afectadas por

el genocidio, otras menos, en las que

describían los crímenes que habían visto cometer a los niños en 1994: casi todos los 47

SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p. 35.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

participantes alegaron que los niños estuvieron relacionados con el amplio espectro de crímenes asociados con el genocidio: cometieron asesinatos, violaron mujeres y niñas, quemaron y destruyeron casas, robaron propiedades, y señalaron a la milicia a la gente que se encontraba escondida. Otros grupos también dijeron que había niños que se ocupaban de vigilar a la gente que había sido señalada para morir para que no escaparan. Otro grupo de participantes decían que algunos niños trabajaron como informadores haciéndose pasar por huérfanos y preguntando a la gente escondida por un refugio. Unos días después, los niños volvían a las milicias y les daban los nombres y la localización de aquellos que estaban escondidos. Un 33 por ciento de los niños entrevistados por el estudio de UNICEF en 1995 dijeron que habían visto niños matando o hiriendo a otros niños.

Algunos de los que cometieron estos crímenes siguieron el ejemplo de sus mayores. Muchos de los niños detenidos que fueron entrevistados por los investigadores de Human Right Watch dijeron que tenían padres y otros hermanos en prisión también.

De más de cien niños detenidos entrevistados para este estudio, sólo tres admitieron su participación en los crímenes relacionados con el genocidio.

Por lo menos 5000 niños y jóvenes fueron arrestados con cargos de genocidio.

Un estudio reciente de los detenidos acusados de cometer crímenes de genocidio demuestra que la mayoría de ellos muestran claros signos de un trauma severo.

En algunos casos, los niños arriesgan su vida para salvar a otros, como hacen los adultos. Cojen comida para la gente que se encuentra escondida o se niegan a revelar la identidad étnica de sus amigos o compañeros de clase en el momento de la muerte.

El FPR usó miles de "kadogo", niños soldado (en swahili) en sus filas para, primero, derribar al presidente Habyarimana y después, el régimen genocida. Un estudio ruandés de 1996 identificó 5000 niños que habían formado parte de las fuerzas del FPR, 2600 de los cuales tenían menos de 15 años en el momento de ejercer el servicio militar.

Ante la presión internacional de desmovilizar y rehabilitar a los niños, el nuevo gobierno de Ruanda estableció lo que se denominó como una "kadogo school" en Butare en 1995. Unos 3000 niños recibieron educación, material de asistencia, y ayuda para la reunificación familiar desde 1995 hasta 1998. Aproximadamente 800 de ellos acudieron después a la escuela secundaria a expensas del gobierno.

Los niños de Ruanda han visto lo peor de la humanidad. Las consecuencias desastrosas para aquellos que fueron dejados atrás son inconfundibles. Como resultado, los niños son todavía víctimas de la sistemática violación de los derechos humanos.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

Aquellos que planearon y llevaron a cabo el genocidio de 1994 violaron los derechos de los niños a gran escala. No sólo violaron, torturaron, y masacraron niños junto con adultos en masacre tras masacre alrededor del país. Cientos de niños fueron asesinados en el genocidio y en la guerra. Algunos de los que consiguieron escapar de la muerte, tienen miedo de sus propias vidas, han sobrevivido a violaciones y torturas, han sido testigos de matanzas de miembros de su familia, se han escondido debajo de cadáveres o han visto niños matando a otros niños. Algunos de estos niños ahora dicen que no les importa si viven o mueren.

Unas 5000 personas fueron arrestadas bajo cargos de haber cometido crimen de genocidio después de haber cumplido los 18 años. Aunque recojan menos simpatías, los niños que formaron parte del genocidio son también víctimas. Sus derechos fueron violados, primero cuando los adultos los reclutaron, manipularon y los incitaron a participar en atrocidades y después por el sistema de justicia de Ruanda.

Unos 4000 niños que tenían entre 14 y 18 años durante el genocidio siguen pudriéndose en prisiones abarrotadas de gente. Su adolescencia se ha ido.

Quizás, el legado más devastador de la guerra y el genocidio sea el número de niños que se quedaron solos y el fallo del gobierno para protegerlos del abuso y la explotación. En las verdes colinas de Ruanda, más de 400. 000 niños luchan para sobrevivir sin uno o ninguno de sus padres.

La comunidad internacional ha invertido billones de dólares para ayudar en la reconstrucción y la rehabilitación de Ruanda y continúa donando millones de dólares cada año. De todas formas los recursos siguen siendo inadecuados para responder a las necesidades de la protección de los niños. Los donantes han fallado en asegurar que los fondos destinados a pagar la escuela a los huérfanos sean distribuidos de manera justa.

Además los donantes han fallado repetidamente en la falta de denuncia de flagrantes violaciones de derechos humanos como redadas forzadas y palizas a niños de la calle.

5.1 CONSECUENCIAS 5.1.1. Niños acusados de genocidio Después de la victoria del Frente Patriótico Ruandés en julio de 1994, la mayoría de los tutsis, y algunos hutus apoyaron la iniciativa de crear tribunales para juzgar a los acusados de genocidio.

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Ruanda es el primer país en juzgar a niños por actos de genocidio. Aquellos que son culpables de esos crímenes deben ser castigados pero al mismo tiempo deben ser vistos como víctimas con derecho a recibir una especial atención en cuanto a rehabilitación y reintegración en la sociedad. Se debe reconocer que los niños rara vez son autores autónomos en la comisión de crímenes relacionados con la gravedad del genocidio. Es cuestionable si un niño de 14 años tiene la madurez mental y emocional para tener el requisito de “mens rea”(intento criminal) “ para el genocidio; “el intento de destruir, total o parcialmente un grupo nacional étnico, racial o religioso”. Durante el genocidio la élite del gobierno usó toda la autoridad del Estado así como varios canales de propaganda para incitar a las personas a asesinar a los tutsi. Los niños son incluso más susceptibles a ese tipo de manipulación que los adultos en posiciones de autoridad.

Unos cuantos niños fueron acusados como ejecutores de los más crueles actos del genocidio. Más de las 2000 personas en la lista de sospechosos, instigadores, asesinos...sólo el uno por ciento tenía menos de 18 años durante el genocidio.

Se aprobó una ley especial para rebajar la edad penal de 18 a 14 años. Así, el Código Penal de Ruanda define "menores" como los niños de entre 14 y 18 años en el momento que cometen la presunta infracción. Cerca de 120.000 niños fueron encarcelados en Ruanda. De esta cifra, alrededor de 72.000 están en cárceles centrales y el resto están "distribuidos" en más de 200 prisiones locales y establecimientos de policía.

A veces es complicado verificar la edad de los detenidos porque los nacimientos no han sido certificados o porque los certificados han desaparecido o fueron destruidos durante el genocidio o la guerra. Bajo la ausencia de una prueba escrita, los investigadores han recurrido a entrevistar a los vecinos de aquellos que afirman ser menores y otros métodos imperfectos para averiguar la edad.

Unos 5000 menores han sido arrestados desde el final del genocidio, algunos de manera arbitraria, y la mayoría bajo condiciones inhumanas durante años sin juicio. En junio de 2002, UNICEF estimó que unos 4000 menores, todos ya jóvenes, permanecen en prisión. Desde 1995 el gobierno de Ruanda ha prometido repetidamente que van a ser llevados rápidamente a juicio. El proceso era lento en parte porque el gobierno de Ruanda y sus donantes internacionales eligieron destinar los recursos a otros problemas urgentes. En 1999, cuando el gobierno aprobó la creación de la jurisdicción de Gachacha, retrasaron más todavía los juicios juveniles.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

El secretario general de Asuntos Humanitarios de la ONU comentó: "La situación de las cárceles en Ruanda es una pesadilla humanitaria; albergan cantidades de presos nueve veces superior a su capacidad y en algunos casos hay más de cuatro presos

por metro cuadrado, sin posibilidades de resguardarse del sol o la

lluvia."48 5.1.2.Niños sin padres Quizás, la consecuencia más devastadora del genocidio y la guerra de Ruanda sea los cientos y miles de niños que se han quedado huérfanos o sin cuidados de sus padres desde 1994. Durante el genocidio y después en campos de refugiados o de desplazados, estos niños fueron abandonados para arreglárselas con las atrocidades que estaban teniendo lugar y teniendo que luchar por su propia supervivencia. Con la mayoría viviendo en la pobreza, afrontan a diario el reto de ser alimentados, refugiados y vestidos, tratar de ir a la escuela, o tratar de ganarse la vida. Mientras tanto, miles de niños vulnerables son explotados en el trabajo y en sus propiedades y le es denegado su derecho a la educación.

La Cruz Roja Internacional registró más de 120.000 niños sin acompañante después del genocidio durante 1996. Algunos fueron separados o se quedaron huérfanos durante el genocidio, otros durante el vuelo desde Ruanda. Como el conflicto y el desplazamiento continuaron en los siguientes tres años, el número de niños que fueron separados de sus familias se incrementó. Una oleada de niños, muchos de los cuales heridos fueron a un centro en Butare después de que las tropas de la APR (Armada Patriótica de Ruanda) masacraran miles de personas desplazadas al campo de Kibeho en 1995.

Sin embargo, miles de niños fueron a orfanatos o centros de niños sin acompañante, a veces porque no tenían a donde ir. En otros casos, padres desesperados incluso mandan a sus hijos a centros creyendo que allí van a recibir la necesaria comida, asistencia medica, educación y refugio. Las condiciones en los centros de los niños varía ampliamente. Algunos centros estaban saturados de gente, pobremente regulados, y con una falta de personal cualificado.

Otros niños

fueron evacuados a terceros países durante el genocidio.

48

TORRES Roger: Menores acusados de genocidio, p.3 en SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.38

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Irónicamente, aunque las autoridades del gobierno genocida dirigieron y animaron la matanza de los niños, también permitieron que miles de niños fueran evacuados en varias ocasiones, en un esfuerzo para impresionar a la comunidad internacional.

Unos 400.000, más del 10 por ciento de los niños de Ruanda, son huérfanos hoy en día. La mayoría eran huérfanos durante el genocidio o la guerra pero crecieron siendo huérfanos con VIH/SIDA,

resultado de violaciones cometidas durante el

genocidio. Muchos de estos niños viven con sus familias adoptivas, otros son cabezas de familia, y otros han migrado hacia las calles de la ciudad en un intento de arreglárselas por ellos mismos.

A pesar de plantearse aquello que les haya llevado a la presente situación todos ellos tienen algo en común: la falta de protección.

Los supervivientes del genocidio que fueron huérfanos en 1994 son los más visibles de estos grupos. Se consideran los niños más vulnerables del mundo ya que han sido testigos de inexplicables atrocidades incluyendo el crimen de miembros de su familia y la experiencia de haber rozado por poco la muerte, lo que les ha dejado profundamente traumatizados. Muchos de los que sobreviven hoy viven en la miseria, con falta de medios para la educación y una atención sanitaria básica.

La epidemia de VIH, es otra de las causas de la muerte de los padres. En 2000, UNAID estimó que unos 270.000 niños en Ruanda habían perdido una madre o los dos padres de VIH después de haber cumplido los quince.

Además, hay un número incontable de niños cuyos padres están acusados de genocidio que sufren en silencio. No sólo les falta el apoyo y el cuidado de su padre , sino que los padres encarcelados dependen de los demás para sobrevivir. Sus madres, en caso de que estén vivas, luchan por mantener la casa y el cuidado del niño, cultivar los campos y vender los cultivos en el mercado, además de hacer frecuentes viajes a la prisión para llevar comida. Estas típicas familias dependen de sus hijos para sobrevivir, y muchos ni siquiera sueñan con encontrar los medios para llevarles a la escuela.

En muchas comunidades, estos niños sufren el estigma por ser asociados con un miembro de la familia cuya reputación está relacionada con el genocidio.

Debido a la implementación de la agresiva política de “un niño, una familia”, relativamente unos cuantos huérfanos o niños separados permanecen en centros. Ahora mismo hay unos 26 centros para niños no acompañados en Ruanda, albergando a menos de 5000 niños (menos que antes del genocidio). Aquellos que fueron separados en 1994 y permanecen todavía en los centros son considerados los más difíciles de integrar en 26

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

familias.

Los niños que encabezan hogares ellos mismos, viven en una situación precaria.

Un 95% no tiene acceso a la educación ni a atención sanitaria y la mayoría vive bajo chapas metálicas o de plástico o en casas deficientes. Más del 60% vive exclusivamente de la agricultura, ¾ de los cuales tiene menos de una hectárea.

Dentro de las casas encabezadas por niños, los niños más mayores actúan como los padres de los niños más pequeños, ya que los más pequeños todavía echan en falta la protección y el cariño parental.

La forma de explotación más común es la explotación del trabajo doméstico.

Muchos ruandeses, incluidos aquellos que pertenecen a la élite urbana, emplean a niños como trabajadores domésticos. Las niñas son especialmente vulnerables a la violencia física de los propios empleadores o de las visitas que llegan a la casa donde trabajan.

No hay mecanismos disponibles para los niños explotados como sirvientes domésticos cuando sus derechos son violados, en contraposición a las obligaciones de Ruanda con respecto a la Convención de los Derechos del Niño y las importantes Convenciones Internacionales. La aplicación de la legislación actual para proteger a los niños del abuso sexual no se aplica en el caso de niños como sirvientes domésticos. Los trabajos domésticos de niños pueden traer graves abusos en los derechos de los niños en muchos países de todo el mundo, pero el problema es mucho peor en Ruanda debido al gran número de niños que no tienen padres y como causa de ello la extrema desesperación.

5.1.3 Niños en la calle Unos 7000 niños ruandeses, sin duda los más vulnerables, huyeron de los abusos descritos anteriormente durante el genocidio hacia las calles de Kigali y a las capitales de provincia, con la esperanza de que tal vez conseguirían mejorar sus vidas. Los llamados “mayibobo” en kinyawarda, han sido demonizados y marginados por la sociedad urbana. Luchan para encontrar comida suficiente para sobrevivir y evitar la ira por parte de las fuerzas de la ley o de los ciudadanos que les tratan como un incordio. Viendo a estas pandillas de niños que a menudo están sucios y cometen pequeños hurtos, es fácil para los ciudadanos olvidar lo que simplemente son, niños.

UNICEF ha publicado una serie de estudios de los niños de la calle en Ruanda en los últimos años. En ellos encuentran que aproximadamente un tercio de los niños en 27

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

las calles son doblemente huérfanos y otro tercio tiene sólo un padre superviviente.

Pocos niños tienen más de tres años de educación primaria. Muchos fueron separados de sus padres durante o después del genocidio y han permanecido en centros para menores no acompañados. Otros factores que han llevado a los niños a las calles son problemas familiares como abusos, alcoholismo… Otros simplemente intentan escapar de la extrema pobreza en la que viven en las colinas esperando encontrar trabajo en la ciudad.

Investigadores de Human Right Watch entrevistaron a más de 100 niños de la calle para este estudio en las calles y en los centros que llevan a cabo programas para ellos. La mayoría de los entrevistados tenía una clara falta de propiedades en su región y en caso de tenerla, había sido ocupada por otros. La mayoría habían sido explotados en su trabajo y ninguno había completado la educación primaria. La inseguridad con la que habían crecido les había dejado huella.

Aún sabiendo que estos niños dicen preferir vivir en la calle que en las colinas, su supervivencia es todo menos fácil. Están desnutridos, sufren de una salud pobre,...Aunque el hospital público en Kigali, conocido como CHK, Centre Hospitalier de Kigali, provee de servicios médicos para niños de la calle, la mayoría de ellos lo desconocen y rara vez tiene acceso al cuidado médico. Los niños comúnmente recurren al uso de drogas para sobrellevar el hambre, el frío y las dificultades de vivir en las calles (fumando marihuana, esnifando pegamento, e inhalando gases). No tienen ningún acceso a la educación. Cuando los ciudadanos son preguntados a interpretar el significado de la palabra “mayibobo”, resaltaban la idea de que eran niños mugrientos, agresivos, criminales, indisciplinados y consumidores de drogas.

Los oficiales de policía y los miembros de las Fuerzas de Defensa Local generalmente mantienen una relación adversa con los niños de la calle. Francis R., un niño de 19 años entrevistado por Human Right Watch declaró lo siguiente cuando le preguntaron cuál era su relación con la policía: “Te lo digo, somos considerados basura.

Todo el mundo lo ve. Así que los oficiales no hablan con nosotros”.

Las últimas redadas forzadas de niños de la calle por parte del gobierno de Ruanda comenzaron en junio de 2002.Al igual que en Noviembre, bajo la orden del Ministerio del Gobierno Local continuaron haciendo redadas de niños de la calle usando la violencia y en contra de los deseos del niño. Ya en 2001 el gobierno intentó “limpiar” las calles cuando el alcalde de Kigali comenzó a implementar un plan para hacer redadas sistemáticamente en la capital, en un intento de deshacerse de los niños de la calle aparentemente y de una vez por todas. En vista de la presión y crítica de la 28

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

comunidad internacional en Kigali, la ciudad trasladó a la mayoría de los niños a centros no gubernamentales de rehabilitación después de haberles detenido en prisiones durante días o semanas.

Aunque el número de niñas en las calles es menor, las niñas experimentan los mismos problemas que los niños y además son a menudo objeto de violencia sexual.

Una ONG local enunciaba que un 80 por ciento de las niñas de la calle habían sido víctimas de violaciones. Un estudio muestra que las niñas que están en las calles son generalmente más pequeñas que los niños. Las niñas de la calle son muchas veces invisibles porque no se mueven en bandas como los niños, sino que suelen estar solas o en grupos pequeños.

Muchas niñas huyen a las calles cuando las familias que se encargan de ellas, tanto si se trata de su familia adoptiva como si se trata de una familia para la que están trabajando como sirvientes domésticos, comienzan a abusar de ellas.

A pesar de que la autoridad tiene conocimiento del problema de la violación de estas niñas, raramente se castigan este tipo de delitos.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

6. REHABILITACIÓN ¿Qué pasa después? ¿En qué situación se encuentran esos niños y niñas excombatientes?

Para empezar, no debería darse nunca esa situación si todos los actores internacionales respetasen las normas legales y morales contra el reclutamiento y alistamiento de menores. Por otro lado, tampoco se debería esperar al fin de un conflicto armado para estudiar y dar salida a los niños y niñas soldado.

6.1. Programas de Desarme, Desmovilización y Reintegración (DDR) Existen una serie de mecanismos oficiales institucionalizados que abordan las cuestiones de rehabilitación y reintegración social de los excombatientes. Se trata de los Programas de Desarme, Desmovilización y Reintegración de los niños, los DDR. Estos programas son el procedimiento formal que se desencadena de un acuerdo de paz, por tanto, se deduce que son puestos en marcha una vez que las partes en conflicto han llegado a un acuerdo.

Se trata de una iniciativa de la comunidad internacional que requiere del apoyo de nacional de los gobiernos y de las organizaciones encargadas de la protección de derechos de los niños.

Entre los objetivos fundamentales de estos programas se encuentran49: -

Verificación de la participación de los niños y niñas en un grupo o fuerza combatiente,

49

-

Recolección de información sobre la identidad del niño o niña,

-

Ofrecer información posterior, etc.

COALICIÓN ESPAÑOLA PARA ACABAR CON LA UTILIZACIÓN DE NIÑOS Y NIÑAS

SOLDADOS: Niños y niñas Soldados. Guía didáctica para educadores y educadoras. Fundación SM. [en línea]

http://www.entreculturas.org/files/documentos/materiales_educativos/gu%C3%ADa%20did

%C3%A1ctica%20ni%C3%B1os%20soldado-baja.pdf?download

30

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

Para ello, estos programas se basan fundamentalmente en el paso de tres etapas50: -

Desarme: Recogida de armas ligeras y artillería pesada en una zona de conflicto.

Implica el agrupamiento de combatientes y el desarrollo de programas de gestión de armas, su almacenamiento en lugar seguro y, en ocasiones, su destrucción.

-

Desmovilización: Licencia formal y controlada de soldados del ejército o de grupos armados. A la hora de desmovilizar a los niños, se debe procurar: verificar la participación del niño o niña en el conflicto armado, recoger información fundamental para establecer la identidad del niño con el fin de encontrar a su familia, identificar las necesidades prioritarias e informar al niño o niña sobre lo más probable que suceda en cada momento.

-

Reintegración: Proceso a largo plazo para ofrecer a los niños una alternativa viable a su participación en el conflicto armado y ayudarlos a comenzar su vida de nuevo dentro de la comunidad. Entre los elementos de la reintegración se encuentran la reunificación familiar ( o la búsqueda de un cuidado alternativo ), el acceso a la educación y a la formación, el diseño de estrategias apropiadas para el apoyo económico y, en algunos casos, la prestación de apoyo psicosocial.

Sin embargo, son muchos los que exponen que estos programas son ineficientes

e insuficientes. La mayoría de los organismos y actores internacionales y nacionales que luchan contra la existencia de niños y niñas soldados, ratifican la escasez de fondos específicos dirigidos a los programas de DDR. Además, exponen las deficiencias de su implantación y denuncian que en muchos casos, gran parte de los menores afectados por los conflictos se quedan fueran de estos programas.

En este sentido, el discurso de Silvia Escobar, embajadora en Misión Especial para los Derechos Humanos, en las ponencias de noviembre de 2008 que tuvieron lugar en Madrid bajo el lema “Las Niñas soldados: En busca de la dignidad arrebatada” 51 pone de relieve las deficiencias de estos programas y la necesidad de llevara a cabo cambios en ellos: -

50 51

Articular programas específicamente dedicados a estos menores,

http://www.child-soldiers.org/es/prueba www.child-soldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_ Dignidad_Arrebatada_09.pdf),

31

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

-

Con actuaciones que vayan desde la educación formal a la atención psicológica, pasando por su capacitación para que puedan integrase en la vida social, política y económica de sus comunidades de regencia.

-

No es necesario esperar al final del conflicto violento para poner en marcha acciones que persigan ese objetivo.

-

Los programas de DDR deben prestar especial atención a la prevención del reclutamiento y desarrollarse con otros programas de protección de la infancia.

-

La prevención y protección de las niñas y los niños, especialmente ex soldados, requiere en la mayoría de los casos una mayor inversión en los sistemas educativos (infraestructuras, materiales, formación de profesorado) de las regiones afectadas por conflictos armados. Todo el personal que trabaje directa o indirectamente con los niños y niñas debe recibir formación especializada.

En las jornadas citadas anteriormente, una de las denuncias más acusadas por los

ponentes, fue la discriminación de las niñas soldados en estos programas de DDR. Tema que trataremos más en profundidad a la hora de analizar las secuelas postconflicto de los niños y niñas excombatientes.

No solo se pone de manifiesto la falta de recursos destinados a este tipo de programas, si no que la complicación

de su implantación deriva también en la

obligación de los gobiernos receptores del respeto a las normas internacionales sobre niños y niñas soldados. En muchos casos, gobiernos, guerrillas, fuerzas no gubernamentales, etc., no reconocen el uso de niños entre sus filas, de hacerlo estarían reconociendo a su vez la ilegalidad de sus acciones, por lo que la imputación de programas como los de DDR, resulta aún más complicada. Esta situación se ve más agudizada en el caso de las niñas soldado, ya que muchas de las fuerzas beligerantes ni siquiera las consideran combatientes en el mismo rango que el de los niños, por lo que su introducción en los programas de desarme se hace aún más complicada.

Otra de las grandes reivindicaciones compartidas por los expertos en este tipo de programas es la falta de proyectos educativos y pedagógicos como base de la incorporación social de estos niños y niñas ex soldados. Muchas de las quejas vienen relacionadas con la corta duración que se les implanta a estos proyectos, en la mayoría de los casos insuficiente para una total recuperación psicológica de los niños y niñas.

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Los organismos oficiales que financian este tipo de programas suelen esperar resultados a corto plazo mientras que la labor de los DDR es costosa y duradera.

En uno de los elementos en el que coinciden si no todos, si la gran mayoría de los actores relacionados con la lucha contra la existencia de niños y niñas soldados, es el necesario compromiso político por el castigo de los reclutadores. Aún hoy, los intereses internacionales siguen primando sobre la justicia y muchos de los culpables no serán juzgados. A pesar del conocimiento de actuaciones de crímenes de guerra por parte de altos cargos, los organismos internacionales prestan más atención, si lo hacen, a la resolución del problema y no a la prevención.

Los programas de DDR seguirán sin funcionar efectivamente si la comunidad internacional no pone verdadero empeño en ello y deja de priorizar sus verdaderos intereses en deficiencia de los colectivos más vulnerables 6.1.1 Las niñas soldado en los programas de DDR. Sumado a la situación anteriormente descrita, las niñas soldado parecen aún más olvidadas en cuanto a los programas de desarme, desmovilización y reintegración. Algo que parece ilógico si atendemos a cifras como que el 40% de las violaciones en países en conflicto las sufren niñas menores de 15 años52 Son por tanto, uno de los colectivos más vulnerables dentro de la crueldad de un conflicto armado y sin embargo no gozan de una atención especial en cuanto a su rehabilitación y reintegración social postconflicto.

Estas niñas soldado, ya sea a través de un reclutamiento forzoso o voluntario, realizan las mismas funciones que sus compañeros hombres, pero a menudo sufren un agravante: la violación sexual como arma de guerra, forma de esclavitud o minación de la moral. Lo que se traduce en la mayoría de los casos en embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y rechazo por parte de sus comunidades originarias que ven con desprecio a estas madres de “niños de enemigos”. Este hecho hace que ellas mismas se vean avergonzadas y sean más reacias a participar en los programas de DDR. Por tanto, su reintegración y rehabilitación se ve mucho más complicada que la de ya de por si difícil situación de los niños ex soldado.

52

Leire Pajín en su ponencia sobre “Las niñas soldados: En busca de la dignidad arrebatada”, Madrid, noviembre de 2008, [en línea] www.child-soldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_ Dignidad_Arrebatada_09.pdf).

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Lo que los actores que luchan contra la existencia de niños y niñas soldados reivindican, es una mayor atención a este colectivo más vulnerable en los programas de DDR. Una rehabilitación que pasa por una mayor atención psicosocial hacia estas niñas que fomente su confianza y las prepare, en los casos en los que se requiera, para una maternidad temprana; sesiones para concienciar a las comunidades que rechazan la vuelta de las niñas en las que se culpe al verdadero enemigo, los grupos armados que las reclutan, y no a las niñas.

Para intentar solventar las deficiencias de los programas de DDR en relación a cuestiones de género y otros asuntos también deficientes, en diciembre de 2006 se instauraron las Normas Integradas para el Desarme, la Desmovilización y la Reintegración (IDDRS)53 Esta iniciativa surgió a raíz de la creación de un Grupo de trabajo Interinstitucional (IAWG) creado por Naciones Unidas tras una reunión en Ginebra. Además de la creación de las IDDRS, este grupo de trabajo también desarrolló la Guía operativa de apoyo54 y una Nota de prensa para directivos senior55.

Para Guillaume Landry, coordinador del Foro Canadiense sobre Niños y Niñas en Conflictos Armados, en su ponencia en las ya citadas jornadas de Madrid sobre “Las niñas soldados: En busca de la dignidad arrebatada”,las causas por las que las niñas se quedan atrás en los procesos de DDR se resumen en los siguientes puntos: -

Las niñas en teoría, no corren el peligro de rearmarse.

-

Culturalmente, no se las considera soldados verdaderos.

-

Se saben que pueden ser rechazadas por la comunidad no participan en el programa de DDR para que no se les descubra.

-

Algunas han nacido en el conflicto y el grupo armado es su familia.

-

Se las retiene como esclavas sexuales.

53

Se plantearon como un conjunto global de políticas, directrices y procedimientos para llevar a cabo programas de DDR. Actualmente cubren 24 áreas dentro del DDR, entre ellas, el planteamiento y diseño de políticas prioritarias sobre VIH/SIDA, género y juventud, [en línea]www.childsoldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_ Dignidad_Arrebatada_09.pdf 54 Se planteó para guiar a los usuarios a través de las IDDRS, explicando brevemente la orientación clave en cada módulo IDDRS. Cubre toda la información sobre temas clave en un único módulo y luego remite a los usuarios a los módulos de las IDDRS importantes que tratan de un tema particular mediante referencias internas, [en línea] www.child-soldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_ Dignidad_Arrebatada_09.pdf), 55 Está dirigida a directivos senior que juegan un papel en las negociaciones de paz y en los esfuerzos de recuperación con un componente de DDR. La Nota de prensa extrae de las IDDRS orientación esencial, tanto estratégica como polítca, para apoyar la toma de decisiones, [en línea] www.childsoldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_ Dignidad_Arrebatada_09.pdf

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-

Las sociedades están dominadas por los hombres y cuando se llega a la liberación o a los procesos de DDR, las niñas no constituyen una prioridad en el proceso de paz.

-

En ocasiones es una decisión consciente para no llamar la atención sobre su experiencia pasada con el fin de evitar la estigmatización en sus comunidades y familias.

-

En ocasiones, las mujeres se ven obligadas a entregar las armas a los hombres y, de esta forma, se quedan fuera de los programas de DDR.

6.2. Desarme, Desmovilización y reintegración en Ruanda La disposición de los excombatientes repatriados desde la República Democrática del Congo fue administrada por la Desmovilización y Reintegración de Ruanda de la Comisión (RDRC). En 2007, alrededor de 650 ex niños soldados ruandeses que habían tomado parte en el conflicto armado de la República Democrática del Congo han sido repatriados a Ruanda en el marco del programa. De estos, 85 habían participado en un programa de educación, 147 han recibido formación profesional y 192 han recibido asistencia en actividades generadoras de ingresos56.

A finales de 2005, el RDRC abrió un centro de desmovilización de niños soldados. A finales de 2007, el centro Muhazi alojaba 38 niños ex combatientes que habían recibido educación cívica, asistencia psicosocial y educación o formación profesional.

Continúa vigente la pregunta sobre cómo se mide una verdadera reincorporación en la vida civil en tanto sujetos de derecho y no sólo como receptores de ayudas estatales. La reintegración es mucho más que vivir con una familia o sobrevivir en la ciudad sin tener en cuenta los derechos que les fueron negados y sin aportar nada a la construcción de la paz en la sociedad que les llevó a participar en la guerra.57 Según un estudio sobre la población infantil ruandesa realizado en 1996, la inmensa mayoría de los niños (90%) había visto matar o dar una paliza a alguien 56

Save the Children – Reino Unido: Cruzando la frontera: La desmovilización y reintegración de los Niños de Rwanda y las niñas asociadas con grupos armados en la República Democrática del Congo, julio de 2004 [en línea] http://www.savethechildre.org.uk 57 OBRA SOCIAL FUNDACIÓN “LA CAIXA”: Las niñas soldados: En busca de la dignidad arrebata.

Ponencias de las jornadas. Madrid, noviembre, 2008, p.42 [ en línea] www.childsoldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_ Dignidad_Arrebatada_09.pdf

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durante el genocidio58.

Casi siempre se produce un cambio significativo en las creencias y en las actitudes de los niños que han estado expuestos constantemente a la violencia, incluida la pérdida de la confianza en los demás. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños que han sido agredidos o atacados por personas que antes consideraban sus vecinos o amigos. El restablecimiento de la capacidad de tener confianza es un problema que siempre se plantea después de los conflictos, pero es particularmente importante para los que forman parte de la vida cotidiana de los niños59.

El caso de Ruanda exalta desde luego las secuelas psicológicas que sufren los niños de la guerra. En diciembre de 1994, un informe de UNICEF indicó que el 62% de los niños ruandeses entrevistados no creían en su futuro y vaticinaban que no vivirían más60. Actualmente hay unos 8000 niños ruandeses e instituciones como el orfanato de Byumba. Esos niños son los que en el momento del estallido del conflicto en 1994 eran demasiado pequeños para decir sus nombres, su dirección o el nombre de sus padres.

Más aún son los “hijos de la pesadilla”, los que son los frutos de las violaciones 61. Esos niños no solamente sufren el rechazo por parte de la comunidad que les rodea sino que también se sienten culpables de haber sido engendrados por el enemigo.

Según Félix Fuentenebro, de Medicus Mundi, “los traumas psicológicos que padecían los niños acogidos en los campos ENA eran tan severos que se optó por contratar mujeres o “mamás”, como se las conocía, para suplir el vacío efectivo que sentían por la separación de sus madres reales 62. Aproximadamente 12000 personas formadas para ayudar a los niños de la guerra de Ruanda, este personal intenta rehabilitar a estos niños enseñándoles a hablar de sus traumas.

En septiembre de 1995, UNICEF y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Ruanda pudieron determinar la existencia de 1939 niños que vivían encabezados por un menor. La necesidad de protección jurídica y social que tienen estos niños es especialmente acuciante; la falta de derechos sobre las tierras, la propiedad o la herencia 58

BRIGGS, Jimmie: Niños Soldado. Cuando los niños van a la guerra, Océano, Barcelona, 2005, p.35 NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.58 60 Medicus Mundi: Secuelas psicológicas. Los niños de la calle. Dossier informativo de Infomundi, Servicio de Información y Documentación sobre el Tercer Mundo, 1996, p.10, en SEDKYLAVANDERO, Jéhone: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p. 65 61 MORENO MARTÍN: Infancia y guerra en Centroamérica, en SEDKY-LAVANDERO, Jéhone: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p. 66 62 Medicus Mundi: Secuelas psicológicas. Los niños de la calle. Dossier informativo de Infomundi, Servicio de Información y Documentación sobre el Tercer Mundo, 1996, p.10, en SEDKYLAVANDERO, Jéhone: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p. 66 59

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vienen a añadirse a su falta de estabilidad. Los hogares encabezados por niños son especialmente vulnerables al trabajo explotador y la prostitución63.

Durante la crisis en Ruanda, más de las dos terceras partes de los maestros huyeron o fueron asesinados. En los países afectados por un conflicto, la destrucción de las infraestructuras del sector de la educación representa uno de los mayores retrocesos en materia de desarrollo. La pérdida de años de enseñanza escolar y conocimientos profesionales exige un número equivalente de años de recuperación y merma la capacidad de las sociedades para recobrarse después de la guerra.

Además, muchos gobiernos y organismos especializados han asignado prioridad a la reconstrucción física de las escuelas pero han dedicado menos atención a la formación de maestros y ala formulación de nuevos planes de estudio y métodos de enseñanza64.

Una de las opciones consiste en la enseñanza de sistemas flexibles de aprendizaje a distancia, lo que resulta económico en los casos en los que las instalaciones escolares se han destruido y no hay maestros. Así se introdujo una importante innovación dentro del conjunto didáctico de emergencia denominado “escuela portátil” por parte de UNICEF y la UNESCO. Contiene materiales muy básicos que incluyen una brocha y pintura, pizarrones, tiza, papel, libros de ejercicios, plumas y lápices. Estos conjuntos se utilizaron ampliamente para el rápido establecimiento de escuelas destinadas a los refugiados ruandeses en Ngara(Tanzania), donde los niños recibían clases de enseñanza primaria en tiendas de campaña por turnos65.

La educación desempeña un papel vital en la rehabilitación, pero pocas veces se le asigna prioridad en los programas de socorro, es por ello que las iniciativas de educación formuladas para situaciones de conflicto se deberían concebir de manera tal que facilitaran la integración en el período posterior al conflicto66.

En Ruanda 70.000 personas han participado en un programa de cantos, bailes, teatro y escritura organizado por las ONG internacionales con el fin de liberarse del dolor de sus recuerdos67.

Es indudable que los niños que han sido testigos o víctimas de la barbarie de la 63

NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.30 64 Ibídem, pp-60-64 65 Ibídem, p.62 66 Ibídem, p.64 67 SEDKY-LAVANDERO, Jéhone: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p. 74

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guerra necesitan hablar de sus experiencias. Esto forma parte del proceso de recuperación del trauma. En el caso de Ruanda, varias organizaciones occidentales de ayuda humanitaria contrataban personas locales para asistir a programas de entrenamiento. Se les enseñaba a proteger a los niños vulnerables, no acompañados y traumatizados por el violento conflicto armado. El problema es que ni una de esas organizaciones se dio cuenta de que las personas “locales” eran extremistas hutus68.

68

Ibídem, p.78

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6.3 SECUELAS POSTCONFLICTO Los niños pueden verse afectados por la guerra de maneras muy diversas.

Millones de niños sufren del estrés psicológico, traumático o postraumático que tiene repercusiones sobre sus futuras posibilidades educativas y les lleva a utilizar la violencia como único método para obtener seguridad. Aún más, la conducta social del niño generalmente se ve afectada por la guerra, es decir, los delitos comunes aumentan porque los niños están acostumbrados a la violencia como medio para la supervivencia.

Los niños soldado desmovilizados están en una situación aún más delicada que los niños civiles porque han participado en la brutalidad de la guerra. Por tanto, se sienten culpables de haber matado y el proceso de recuperación es más difícil.

En este contexto muchos niños soldado desmovilizados sufren pesadillas, flashbacks, sentidos de culpabilidad, tristeza y ansiedad. Ese temor a ser castigado por haber cometido atrocidades durante el conflicto armado no se puede clasificar como angustia infantil.

El factor determinante es la guerra. No se puede explicar la violencia de los niños de la guerra como un fenómeno cultural. El conflicto armado es la razón por la cual las relaciones entre personas se deshumanizan. Puede ocurrir en cualquier país.

Tal vez más relevante es el efecto de la guerra sobre la formación del niño. Las huellas profundas causadas por las barbaridades y crueldades de la guerra tienen su reflejo en la manera en que el niño interpreta su entorno. Cuando los niños son testigos de la muerte de sus padres o familiares, reclutamiento forzoso, militarización de la vida social, hambre y enfermedades, están indudablemente cicatrizados. De esta forma, los primeros efectos de la guerra aparecen con la ausencia o muerte de un familiar del niño.

La reacción física del niño incluye manifestaciones de desbordamiento afectivo, hiperactividad, gritos, espasmos, parálisis, y tics. Con el tiempo, el niño se refugia con su mecanismo defensivo de insensibilidad emocional.

El trastorno psíquico del niño depende más del lugar en que experimentó la guerra que el de los hechos bélicos concretos. Así, niños que viven en medio del conflicto armado tienen más control de su miedo. Por otra parte, los niños que viven en campos de refugiados o en zonas más alejadas del combate experimentan más problemas emocionales, como la ansiedad y la angustia.

Uno de los factores más relevantes en la estabilidad del niño es la presencia de la familia, y particularmente de la madre, porque los niños suelen interpretar la realidad a 39

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través de la mirada de la madre. En este contexto es importante cómo se realice la evacuación de los niños de las zonas de guerra, pues la separación de los niños de sus familias, aunque a corto plazo asegure la integridad física del niño, a largo plazo puede resultar en un trauma psicológico. Aun peor es la posibilidad de que el niño pierda contacto permanente con su familia. Esto fue evidente en el caso de Ruanda69.

Algunos de los síntomas más habituales Angustia y terror crónicos Tensiones postraumáticas Falta de sueño Pesadillas Problemas de abstinencia Perdida de legitimidad de los modelos tradicionales de formación de la personalidad Traumas post abuso sexual Rechazo de la comunidad, bien porque cometieron abusos contra ellas o bien porque tienen miedo a sus frecuentes reacciones violentas Secuelas físicas: mutilaciones, heridas, muerte Pérdida de la infancia Entre dos etapas no correspondientes: infancia-madurez No educación Al tratar de reintegrase en la vida civil, se encuentran con códigos éticos y morales que han violado sistemáticamente.

Adicción a las drogas.

En muchos casos no tiene familia.

Abandono.

Solo respeto a una disciplina militar

69

Ibídem, pp.59-64

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6.4 “Delivering as One” UN RWANDA70 Se trata de un programa llevado a cabo por Naciones Unidas tras el conflicto de 1994. Consiste en 5 pilares fundamentales: -

One Program, (Un programa)

-

One Budget, (Un presupuesto)

-

One Voice, (Una voz)

-

One Leader, (Un líder)

-

One Office, (Un gobierno)

El objetivo del programa es la reconstrucción del país, su reunificación y la consecución de unas condiciones de vida dignas.

6.5 “Visión 2020”71 Se trata de una alternativa económica para el país. Realizada entre 1998 y 1999, pretende transformar la economía de Ruanda en una economía de clase media y aumentar la renta per capita, lo que requiere una tasa de crecimiento anual de al menos el 7% y la reducción de la deuda externa del país.

6.6 Asociación Ibuka Esta asociación, presidida actualmente por Fréderic Mutagwera, fue creada por supervivientes del genocidio y su objetivo principal es lograr que la comunidad internacional recuerde el conflicto de 1994 y se logre una justicia total para las víctimas.

De ahí su nombre, Ibuka, en español “Acuérdate”.

Ibuka trabaja con el mantenimiento de lugares destruidos durante el conflicto a modo de recordatorio, como los casos de las iglesias de Nyamata y de Murambi.

Recientemente, esta asociación hizo público un informe en el que detallaba la participación de Francia en el genocidio ruandés. En dicho informe se mantiene la postura de que muchos militares franceses así como altos cargos del gobierno se mantuvieron impasibles ante la matanza de la población civil ruandesa.

70 71

www.unrwanda.org www.gesci.org/assets/files/Rwanda_Vision_2020.pdf

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“Acusaciones inaceptables”, ha sido la respuesta de Francia nada más tener conocimiento de la publicación del informe de Ibuka.

6.7 Informe “El impacto del conflicto armado en los niños”72 Aunque ya hablamos de este informe, no hay duda de que también hay que exponerlo a la hora de hablar sobre la rehabilitación y reinserción de niños y niñas ex combatientes.

Son grandes puntos de reflexión los expuestos por Machel en el articulado de su informe, queriendo resalta como especialmente relevantes algunos de ellos: 30. La guerra viola todos los derechos del niño: el derecho a la vida, el derecho a estar con su familia y con su comunidad, el derecho a la salud, el derecho al desarrollo de la personalidad y el derecho a ser formado y protegido.

Muchos de los conflictos de la actualidad duran durante toda la "infancia", lo que significa que desde el nacimiento hasta el principio de la edad adulta los niños experimentarán múltiples agresiones que se irán acumulando. El resquebrajamiento de la red social y de las relaciones primarias que sirven de apoyo al desarrollo físico, emocional, moral, cognoscitivo y social de los niños durante tanto tiempo puede tener consecuencias físicas y psicológicas profundas.

31. En numerosos casos, los efectos de los conflictos armados en la vida de los niños son invisibles. El origen de los problemas de muchos niños afectados por los conflictos permanece oculto. Tal vez vivan apartados del público, en instituciones o, como sucede en el caso de miles de niños que están solos y han quedado huérfanos, se convierten en niños de la calle o en víctimas de la prostitución. Los niños que han perdido a sus padres suelen experimentar humillaciones, rechazo y discriminación. Durante años, tal vez sufren en silencio y su autoestima se desintegra. Su inseguridad y temor son inconmensurables.

72

MACHEL, Graça: Informe “El impacto del conflicto armado en los niños” [en línea] http://www.unicef.org/graca/

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50. El proceso de reintegración debe ayudar a los niños a establecer nuevos fundamentos en su vida sobre la base de su capacidad individual. Los antiguos niños soldados han crecido separados de su familia y han estado privados de muchas de las oportunidades normales de desarrollo físico, emocional e intelectual. Como se destaca en el artículo 39 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la recuperación y reintegración se llevarán a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño.

53. La reintegración social eficaz depende del apoyo de la familia y de la comunidad, pero los conflictos también han ido desgastando a las familias de esos niños tanto física como emocionalmente y, por otra parte, éstas hacen frente a un mayor empobrecimiento. Las visitas sobre el terreno y las investigaciones realizadas en relación con el presente informe demostraron en repetidas oportunidades la importancia de los vínculos entre la enseñanza, las oportunidades profesionales para los niños ex soldados y la seguridad económica de su familia. Estos son con frecuencia los factores determinantes de una reintegración social exitosa y, lo que es más importante, son los factores que evitan un nuevo reclutamiento.

54. La enseñanza, y en particular la escuela primaria completa, debe ser un elemento de la más alta prioridad. […]El establecimiento de relaciones con sus pares y el mejoramiento de la autoestima también se pueden facilitar mediante actividades culturales y de esparcimiento.[…]

57. Los niños soldados tal vez tengan dificultad para desasociar la idea de que la violencia es un medio legítimo de alcanzar los objetivos propios. Aun cuando la experiencia de participar en "la causa" haya sido positiva - como les sucedió a muchos jóvenes que se identificaron con la lucha contra el apartheid y encontraron significado en esa lucha - la transición a un estilo de vida no violento será difícil. Ello sucede en particular cuando las frustraciones de la pobreza y la injusticia continúan. La dificultad para los gobiernos y para la sociedad civil es encauzar esa energía, esas ideas y esa experiencia de los jóvenes y aprovecharlas para crear una nueva sociedad posterior a los conflictos.

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166. […]Tradicionalmente, los que se ocupan de la situación de los niños en los conflictos armados se han centrado sobre todo en su vulnerabilidad física.

También se deben tomar en consideración las pérdidas, los dolores y los temores que el niño ha experimentado.

167. En una encuesta sobre 3.030 niños realizada por el UNICEF en Rwanda en 1995, cerca del 80% de los niños había perdido un pariente directo y, en más de la tercera parte de los casos, había presenciado su asesinato. Esas atrocidades indican las situaciones extremas a que se han visto expuestos los niños durante los conflictos. Pero aparte de la violencia directa, los niños también se ven profundamente afectados por otras experiencias penosas. En los conflictos armados se destruyen los hogares, se dividen las comunidades y se pierde la confianza entre las personas, lo cual socava los cimientos mismos de la vida de los niños. El efecto de sentirse decepcionado y traicionado por los adultos es inconmensurable por el hecho de que destruye la visión que el niño tiene del mundo.

170. En todas las culturas se reconoce que la adolescencia es un período sumamente significativo en el cual los jóvenes aprenden sus papeles futuros e incorporan los valores y las normas de sus sociedades. Las circunstancias extremas y a menudo prolongadas de los conflictos armados interfieren con el desarrollo de la identidad. Como resultado de ello, muchos adolescentes - especialmente los que han tenido experiencias muy penosas - no pueden pensar en su futuro. Pueden tener una idea muy pesimista de su vida, sufrir depresiones graves o, en el peor de los casos, suicidarse. […]Pese a todo ello, durante las guerras o después de éstas, los adolescentes rara vez reciben una atención o asistencia especial. Este problema debe resolverse con urgencia.

176. Se plantea otra dificultad cuando los periodistas o investigadores alientan a los niños a relatar sus espantosas experiencias. Esas entrevistas pueden abrir viejas heridas y destruir las defensas del niño. Al fotografiar a los niños e identificarlos por su nombre se los puede exponer a problemas y hostigamientos adicionales. Los periodistas y los investigadores deben realizar 44

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su importante labor teniendo en cuenta las cuestiones éticas que se hallan en juego. Por ejemplo, debe establecerse por anticipado el tipo de información que es confidencial y que no debe utilizarse.

178. Los que deseen ayudar a los niños a superar sus traumas deben comprender y respetar profundamente las sociedades en las que trabajan.

Aparte de conocer los principios básicos del desarrollo del niño y la forma en que se entiende a nivel local, deben también comprender la cultura y las prácticas locales, incluidos los ritos y ceremonias vinculados al crecimiento y a la vida adulta así como los que se relacionan con la muerte, el entierro y el duelo.[…]

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7. PREVENCIÓN DE LOS CONFLICTOS "Los niños están perdiendo su infancia. Debemos proponernos una sociedad futura libre de conflictos en la que los niños puedan crecer como niños y no como armas de guerra”73.

Realmente nos planteamos como conclusión algo que va más allá de medidas humanitarias, que muchas veces remiten a meros asistencialismos de “dar el paraguas” cuando ya cayó la tormenta, que en la mayoría de los casos desde luego no resultan eficientes. Se trata de establecer otra dinámica que no sea aplicar medidas cuando el mal ya está hecho, de aplicar la prevención, que según Gonzalo Sánchez-Terán “es la hermana pobre del trabajo de las ONG por tres razones: exige compromisos a largo plazo, no es fácil de mostrar sus resultados en un informe y puede enfrentar a los mismos Estados que financian la mayor parte de la ayuda. Soslayar la raíz de los conflictos es nuestro principal error, la mera existencia de niños y niñas soldados es nuestro principal fracaso”74.

La diplomacia preventiva es una herramienta dedicada a erradicar las raíces profundas y complejas de los conflictos. Es un proceso a largo plazo que se aplica en tres áreas: las causas estructurales de los conflictos, la capacidad institucional de tratar las tensiones y la búsqueda de soluciones específicas en el marco de países concretos.75 También es importante que todos los sectores de la sociedad se unan para crear “marcos éticos”, en los que los valores tradicionales de cooperación se integren con las normas jurídicas internacionales. Los niños necesitan aprender técnicas de negociación, solución de problemas, pensamiento crítico y comunicación que les permitan resolver conflictos sin recurrir a la violencia. Para ello varios países han iniciado programas de educación para la paz.

Los gobiernos también deberían disminuir el riesgo de los conflictos armados mediante la reducción de los niveles de militarización mediante la imposición de limitaciones estrictas en relación con los armamentos y el control del acceso a éstos.

73

Devaki Jain, hablando en la reunión del grupo de personalidades eminentes para el estudio de la Naciones Unidas acerca de la repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Tarrytown, Nueva York, 9 de mayo de 1995 74 OBRA SOCIAL FUNDACIÓN “LA CAIXA”: Las niñas soldados: En busca de la dignidad arrebata.

Ponencias de las jornadas. Madrid, noviembre, 2008, pp.47-52 [en línea] http://www.childsoldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_Dignidad_Arrebatada_09.pdf 75 SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.139

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Para ello es necesario controlar desde el plano internacional la transferencia de armas e imponer una prohibición total sobre los envíos de armas a zonas de conflictos con la consiguiente exigencia de presentación obligatoria de informes.

El Informe Machel76 recomienda lo siguiente: “La Comunidad internacional debe vigilar de cerca las transacciones de armas e imponer una prohibición total en el envío de armas a las zonas de conflicto. Los gobiernos y la sociedad civil, con apoyo de los donantes y las agencias de desarrollo, deben tener en cuenta las raíces socioeconómicas que causan los conflictos y apoyar la infraestructura social que protege a los niños.”

España es el primer abastecedor de armas cortas a África, por lo que no es ninguna provocación afirmar que muchas de nuestras fábricas de armas viven gracias a las guerras en las que pelean, sufren y mueren niños africanos.

La realidad de la realpolitik es que los Estados no están dispuestos a comprometer sus intereses económicos en la venta de armas, especialmente en el nombre de valores humanitarios77.

A su vez, es necesario mejorar los sistemas de alerta temprana para hacer que los niños sean menos vulnerables a los conflictos armados, esta estrategia consiste en determinar cuándo y dónde se van a producir los conflictos, tratando de averiguar las señales de aviso como el movimiento de tropas, la fragmentación de elites, el tratamiento de grupos vulnerables y minorías, la participación de diversos grupos en el proceso democrático, el acceso al agua potable, el control de recursos y las tendencias demográficas.

Uno de los principales inconvenientes de los mecanismos de aplicación de los derechos humanos y el derecho humanitario es su incapacidad para comunicarse directamente con las entidades no estatales y llevar a cabo con eficacia una misión de investigación de los hechos, ambos defectos que se justifican por el respeto a los conceptos tradicionales de soberanía y no intervención78.

Es la falta de voluntad política el principal impedimento para acabar con esta 76

MACHEL, Graça: Informe “El impacto del conflicto armado en los niños” [en línea] http://www.unicef.org/graca/ 77 SEDKY-LAVANDERO, Jéhane: Ni un solo niño en la guerra, Icaria, Barcelona, 1999, p.150 78 COHN, Ilene y Guy Goodwin-Gill: Los niños soldados. Un estudio para el Instituto Henry Dunant, Ginebra, Fundamentos-Cruz Roja Juventud, Madrid, 1997, pp.203-204

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lacra.

Conviene emprender tareas de promoción conexas, como la traducción a las lenguas locales de las disposiciones constitucionales y los derechos que reconoce la ley, la celebración de seminarios sobre derechos humanos para los representantes de la comunidad y la prestación de asistencia jurídica para obtener la baja de menores del servicio militar79.

Se debe dejar sentado que el reclutamiento de menores es un obstáculo al principio de asistencia económica y cooperación en muchos niveles y que la defensa de los derechos humanos debe plantearse como una condición de la asistencia.

La impunidad es un saqueo para nuevos crímenes por ello es importante que determinadas realidades se han visibles pues el saber es un arma contra el olvido.

Los medios de comunicación, pueden ser poderosos en su capacidad de llevar a grupos armados a aprobar las normas internacionales. La divulgación del mensaje es fundamental.

El apoyo comunitario es un punto crucial, así como la participación de la sociedad civil, mediante la promoción, investigación, información y vigilancia de los derechos humanos, la ejecución de programas, la capacitación y la asistencia humanitaria.

El uso de los niños en las fuerzas armadas es una manera de destruir la infraestructura de su futura sociedad. A menudo los niños son vistos como objetos desechables y se olvida que son ellos los futuros adultos del país80.

Transformemos nuestra indignación moral en medidas concretas, nuestros niños tienen derecho a la paz. La paz es un derecho de todos los niños81.

79

Ibídem, p.195 Ibídem, p.151 81 NACIONES UNIDAS: Promoción y protección de los derechos del niño. Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, Resolución A/51/306 del 26 de agosto de 1996, p.101 80

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8. NIÑOS SOLDADO DE RUANDA EN LA ACTUALIDAD82 Se estima que más de 20, 000 niños han participado en hostilidades en Ruanda.

Mientras el actual gobierno ruandés afirma que no quedan niños entre las fuerzas del gobierno, informes de reclutamiento de niños soldado salen a la luz en los que se destaca la presencia de niños soldado en luchas esporádicas con fuerzas armadas de hutus en Ruanda y en la República Democrática del Congo en apoyo de la fuerzas de oposición.

Las fuerzas de oposición hutu en Ruanda siguen reclutando a niños dentro de Ruanda y en países vecinos.

En libertad y cometiendo crímenes, en estos momentos en Kivu Norte, apadrinado y protegido por Paul Kagame, el general Nkunda sigue reclutando niños soldado y perpetuando la guerra con la aquiescencia cómplice de Occidente83.

Según establece Gonzalo Sánchez-Terán “Quienes formaron y armaron a las milicias rebeldes durante la guerra, los presidentes de Uganda y Ruanda, Yoweri Musevini y Paul Kagame, pese a que su papel ha sido probado en numerosos informes de grupos de derechos humanos y de las Naciones Unidas, jamás se enfrentarán a la justicia internacional porque gozan de la protección de los grandes países del norte, sobre todo de EEUU e Inglaterra La República Democrática de Congo es una de las zonas del mundo más castigada por la violencia. Desde diciembre de 2007, en la provincia de Kivu del Norte venimos asistiendo a una escalada del conflicto entre las fuerzas gubernamentales y el general rebelde Lauren Nkunda que ya ha producido miles de desplazados y en el que existe el riesgo de matanzas étnicas en masa. A principios de diciembre, el ejército organizó una fuerte ofensiva contra las posiciones de Nkunda, al haberse cumplido el plazo dado para que abandonases las armas y se integrasen en el ejército regular.

Nkunda insiste en afirmar que está luchando para defender a la minoría Tutsi, en el este del Congo, de la discriminación a la que es sometida. Además el conflicto se ha regionalizado y tanto Ruanda como Uganda están implicados con combatientes en el 82

HUMAN RIGHTS WATCH: Lasting Wounds. Consequences of Genocide and War on Rwanda’s Children, vol.15, nº6, marzo de 2003 [en línea] http:// www.hrw.org COALICIÓN ESPAÑOLA PARA ACABAR CON LA UTLIZACIÓN DE NIÑOS Y NIÑAS SOLDADOS: Informe Global 2001 [en línea] http://www.menoressoldado.org 83

OBRA SOCIAL FUNDACIÓN “LA CAIXA”: Las niñas soldados: En busca de la dignidad arrebata.

Ponencias de las jornadas. Madrid, noviembre, 2008,p.47 [en línea] http://www.childsoldiers.org/es/Las_Ninas_soldados_-_En_busca_de_la_Dignidad_Arrebatada_09.pdf

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terreno. La utilización de niños y niñas soldados es generalizada: todas las partes del conflicto, incluídas las nuevas fuerzas armadas, han reclutado, secuestrado y utilizado niños y niñas soldados , tanto en el territorio de la RDC como en los campos de refugiados en Ruanda. Los niños representan hasta el 40% de algunos grupos armados y entre ellos hay un alto porcentaje de niñas84.

El 12 de diciembre, el portavoz de la Misión de Naciones Unidas en la RDC informó de que “se estaba reclutando por la fuerza a menores de edad a la salida del colegio, por lo que los niños y niñas tuvieron que huir hacia la selva”. Igualmente mencionó el caso de 20 menores ya desmovilizados y re-reclutados por Nkunda en Kirambu, un pueblo de Kivu del norte. Así es, se han verificado un elevado número de casos de re-reclutamiento entre los niños y niñas. Incluso estando en campos de desmovilizados y de desplazados. La condición de desplazados hace a los niños y niñas especialmente vulnerables al reclutamiento.

Las fuerzas del gobierno de Ruanda han continuado con el reclutamiento de niños soldado para el servicio militar o paramilitar. Una nueva ley de protección de menores, que entró en vigor en 2002 prohíbe el servicio militar para niños de menos de 18 años. Pero esta ley no se refiere a las Fuerzas de Defensa Locales.

Como todos los ciudadanos ruandeses deben obtener sus tarjetas de declaración de identidad a la edad de 16, las autoridades pueden fácilmente comprobar la edad de los adolescentes en el momento del reclutamiento en la armada o en la Fuerza de Defensa Local. Cualquier joven sin esa tarjeta se supone que es menor de 16 años.

El proceso de reclutamiento es el siguiente: las autoridades locales hacen listas de hombres jóvenes que reúnan los requisitos después de recibir instrucciones sobre cuantos reclutamientos se necesitan, tanto si son de las autoridades civiles como si son militares. Reúnen a los niños e inmediatamente los envían fuera para entrenarlos, muchas veces sin dejarles que se lo notifiquen a sus familiares.

En noviembre de 2001, el gobierno de Ruanda reclutó un número estimado de 30 personas para unirse a la Fuerza de Defensa Local ya que las tensiones se habían disparado con su aliado Uganda.

Desde 1998, el gobierno de Ruanda ha seguido luchando con grupos armados en el Congo, muchos de ellos dirigidos por soldados o milicia del propio gobierno actual.

84

FUNDACIÓN SUR: “Menores Soldados: El infierno del horror absoluto”, Revista Cuadernos

Fundación Sur, vol. XXII, 2008, nº1 p. 11 [en línea] http://www.fundacionsur.org/spip.php?article655

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

En este conflicto, ambas partes han utilizado niños soldados como parte de las fuerzas en los enfrentamientos.

Desde mayo hasta julio de 2001, unos 1000 combatientes hutu de la Armada para la Liberación de Ruanda (ALIR) entraron en Ruanda e involucraron a Armada Patriótica de Ruanda (APR) en combate.

Trajeron consigo cientos de niños

demacrados, algunos de 11 años. Investigadores de Human Rights Watch entrevistaron a más de 20 niños que habían sido capturados o se habían rendido por las fuerzas del gobierno. La mayoría han sido enseñados a disparar armas de fuego, aunque uno de ellos dijo que no quería aprender porque no quería derramar sangre. Sólo uno dijo que había participado activamente en el combate. Los otros describieron haber sido usados como porteadores, sirvientes, otros hacen ruido para distraer o asustan a los oponentes durante la batalla, o también como espías. Por lo menos una docena de niños soldado fueron asesinados durante el enfrentamiento.

Muchos de los niños fueron secuestrados por las fuerzas de ALIR cuando eran refugiados. Otros se unen al combate en busca de comida y protección, otros cuando sus padres han muerto o cuando han sido separados de sus familias.

Es difícil determinar cuántos niños se encuentran entre los grupos armados, particularmente porque hay muchos niños que no volvieron a Ruanda después de los campos de refugiados del Zaire fueran desmantelados in 1996.

A prisión A pesar de las constantes promesas del Gobierno de liberar a los menores que permanecen en prisión como sospechosos de genocidio, se estima que a principios de 1998 por lo menos 2983 permanecían en centros de detención en Ruanda. De estos, 197 fueron enviados al centro reeducativo de Gitagata para niños por debajo de 14 años, la edad mínima de responsabilidad criminal según la legislación de Ruanda. Algunos menores que aparecen relacionados con cargos de genocidio fueron arrestados de manera arbitraria, otros fueron arrestados por presuntas acciones de sus familiares, otros fueron acusados de genocidio pero no fue dada ninguna razón específica para el arresto.

En un estudio de 1999 se establece que 570 niños que tenían menos de 14 años fueron encarcelados relacionados con cargos de genocidio y permanecen todavía en prisión, y 25 niños de menos de 14 años fueron encarcelados.

Desmovilización 51

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El gobierno de Ruanda se comprometió en 1994 en desmovilizar a todos los niños soldados. El Ministerio de Asuntos Sociales anunció que de los 2,922 “kadogos” desmovilizados al final de 1996, 902 fueron enviados a la escuela “kadogo” donde recibieron educación primaria y formación profesional además de apoyo psicológico.

820 fueron enviados a escuelas secundarias y 1200 se reunieron con sus familiares o parientes. Algunos niños querían volver a la armada porque habían sido rechazados en la escuela secundaria. En 1996 el Ministerio de Rehabilitación e Integración Social propuso examinar la aplicación de los programas caso por caso.

En la Conferencia Africana del uso de niños soldado de 1999 el gobierno reiteró en la idea de que miles de niños soldado habían sido devueltos a la sociedad, y que el objetivo ahora era proveerles de habilidades vocacionales para reintegrarlos. En 1999, las autoridades afirmaron que junto con UNICEF el gobierno había administrado asistencia a más de 2000 niños soldado, muchos de los cuales fueron reunidos con sus familias y ofertada escolaridad. A pesar de todo, el número de niños desmovilizados no parece que haya aumentado.

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9. INSTRUMENTOS JURÍDICOS DE CARÁCTER INTERNACIONAL QUE CONTEMPLAN LA PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SOLDADOS 9.1 Protocolos adicionales a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 (1977)85 Fijan en 15 años la edad mínima para el reclutamiento o utilización en caso de conflicto armado. Esta edad mínima es aplicable tanto a las fuerzas gubernamentales como a los no gubernamentales y en conflictos armados tanto internacionales como nacionales.

Art.77 del Protocolo Adicional I Las Partes en conflicto tomarán todas las medidas posibles para que los niños menores de quince años no participen directamente en las hostilidades, especialmente absteniéndose de reclutarlos para sus fuerzas armadas. Al reclutar personas de más de quince años pero menores de dieciocho años, las Partes del conflicto intentarán reclutar en primer lugar a los de mayor edad" (párrafo 2).

Si, en casos excepcionales participaran directamente en las hostilidades niños menores de quince años y cayeran en poder de la Parte adversa, seguirán gozando de la protección especial concedida por el presente artículo, sean o no prisioneros de guerra (párrafo 3).

Art.4.3. del Protocolo Adicional II c) Los niños menores de quince años no serán reclutados en las fuerzas o grupos armados y no se permitirá que participen en las hostilidades.

85

Protocolo Adicional I, [en línea] http://www.cicr.org/web/spa/sitespa0.nsf/html/protocolo-I Protocolo Adicional II, [en línea] http://www.cicr.org/web/spa/sitespa0.nsf/html/protocolo-II

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9.2 Convención sobre los Derechos del Niño (1989)86 Art. 38 Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para asegurar que las personas que aún no hayan cumplido los 15 años de edad no participen directamente en las hostilidades" (párrafo 2).

Los Estados Partes se abstendrán de reclutar en las fuerzas armadas a las personas que no hayan cumplido los 15 años de edad. Si reclutan personas que hayan cumplido los 15 años, pero que sean menores de 18, los Estados Partes procurarán dar prioridad a los de más edad (párrafo 3).

9.3 Tribunal Penal Internacional para Ruanda87 Creado el 8 de noviembre de 1994 por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a petición del nuevo gobierno ruandés mediante la resolución 955 Con sede en la ciudad de Arusha (Tanzania), este tribunal está constituido por tres órganos: 1. Cámara y Cámara de Apelaciones 2. Oficina del Fiscal 3. Registro Este tribunal se crea con el fin de enjuiciar a los responsables del genocidio y de otros delitos graves contra el Derecho Internacional Humanitario cometidos por ciudadanos ruandeses o no, ya sea en el territorio de Ruanda o en los países limítrofes, en el periodo que va desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de 1994.

Adoptando finalmente un Estatuto semejante en general al adoptado para el Tribunal Internacional para la Ex Yugoslavia (25 de mayo de 1993), aunque con diferencias apreciables en lo específico.

Las primeras personas acusadas ocupaban cargos de alto rango en todos los ámbitos de la vida de Ruanda, como ex Primer Ministro Jean Kambanda, otros miembros del gobierno y simples ciudadanos. Simultáneamente a la instauración del 86

www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/k2crc_sp.htm

87

www.ictr.org

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Tribunal Internacional tienen lugar juicios locales contra más de 12.000 personas que aguardaban su juicio, lo que plantea comprensibles problemas de infraestructura de todo tipo En 1998 el Tribunal dictó la primera condena en la historia por un acto de genocidio, una cámara del tribuna encontró al acusado culpable de genocidio e incitación para la comisión de genocidio, así como de siete cargos por crímenes contra la humanidad.

El tribunal concluyó entre otras cosas, que la violencia sexual por el daño mental y corporal que importa para las víctimas constituye también delito de genocidio. El tribunal incluyó dentro de la violencia sexual a cualquier acto de naturaleza sexual a cualquier acto de naturaleza sexual perpetrado bajo coerción.

En los Estatutos del Tribunal88, se definen los delitos considerados como genocidio89 y crímenes contra la humanidad90 Se llevaron a cabo varios procesos entre los que destacan: -

Clement Kayishema: Inculpado de 25 cargos relativos a las matanzas perpetradas en diversos lugares.

-

Obed Ruzindana: Acusado de haber organizado las masacres en el oeste de Ruanda.

-

Georges Rutaganda: Vicepresidente de la milicia de los Interahamwe. Acusado de ayudar en la provisión de armas a la milicia en Kigali, a levantar barricadas en las calles y a ordenar a la milicia el asesinato de tutsis. Acusado también de ser accionista de la Radio de las Tres Mil Colinas.

-

Jean- Paul Akayesu: Ex alcalde de Taba. Acusado de 12 cargos incluidos genocidio y crímenes de lesa humanidad. Delitos acusados por no haber impedido en su labor de oficial las violaciones cometidas. El 2 de octubre de 1998 fue sentenciado a cadena perpetua en una cárcel de Mali.

El artículo 8 del Estatuto para el tribunal de Ruanda establece que dicho tribunal

Internacional y los tribunales nacionales tendrán competencia concurrente para enjuiciar

88

http://www.derechos.org/nizkor/ley/ruanda.html Art. 2 http://www.derechos.org/nizkor/ley/ruanda.html 90 Art. 3 http://www.derechos.org/nizkor/ley/ruanda.html 89

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personas por las serias violaciones al derecho internacional humanitario cometidas en el territorio de los estados vecinos, con primacía a favor del tribunal internacional.

Muchos de los altos cargos juzgados por el tribunal vieron disminuía su sentencia, incluso se pasó de condenas perpetuas a 30 años de prisión para algunos de ellos.

Años más tarde, Ruanda abolió la sentencia de pena de muerte que se conmutó por sentencias de cadena perpetua, resultando en consecuencia más ventajoso para los autores de los más terribles delitos, ser juzgados por el Tribunal Internacional para Ruanda que por tribunales locales. Las personas juzgadas por delitos de genocidio u otros crímenes graves podrían cumplir sus penas en confinamiento solitario.

El artículo 8 del Estatuto para el tribunal de Ruanda establece que dicho Tribunal Internacional y los tribunales nacionales tendrán competencia concurrente para enjuiciar personas por las serias violaciones al Derecho Internacional Humanitario cometidas en el territorio de los estados vecinos, con primacía a favor del Tribunal Internacional.

Este Tribunal tampoco quedó exento de polémica respecto ala extradición de los sospechosos de efectuar delitos. La Ley orgánica nº 11/2007 del 16 de marzo de 2007 regula el “reenvío de los asuntos a la República de Ruanda por parte del TPIR y otros Estados”. Tanto Amnistía Internacional, Human Rights Watch y como la Asociación Internacional de Juristas Demócratas, se oponen a los traslados, estimando que en Ruanda no se dan las condiciones de procesos equitativos. El 28 de mayo de 2008 se tomó la decisión de rechazar la propuesta de traslado ya que el régimen ruandés de penas no se corresponde con las normas internacionales.

En 2008, el actual presidente de Ruanda, Paul Kagame, perdonó al anterior mandatario Pasteur Bizimungu, encarcelado por 15 años bajo cargos de formar asociación criminal e incitar a la rebelión.

Destacable también la fecha del 6 de febrero de 2008, cuando el juez español Fernando Andreu Merelles lanzó mandatos de arresto contra 40 oficiales del APR por genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y terrorismo, así como asesinato de extranjeros, entre ellos 9 españoles. La Audiencia Nacional cita al

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presidente Kagame como primer sospecho, pero constata que, en cuanto Jefe de Estado en funciones, es beneficiario de la impunidad para ser perseguido91.

A pesar de ser un gran paso para la justicia ruandesa, este tribunal solo juzgó a 28 acusados, quedando más de 100 mil prisioneros sin un proceso judicial. Aún hoy, las cárceles de Ruanda siguen estando superpobladas y las condiciones en las que viven los prisioneros lleva en algunos casos a la muerte de los mismos.

9.4 Informe “El impacto del conflicto armado en los niños”92 Graça Machel, ex ministra de Educación de Mozambique, fue designada por la Asamblea General de Naciones Unidas como Experta Independiente de la Secretaria General de Naciones Unidas para llevar a cabo un estudio sobre los efectos de los conflictos armados en los niños y niñas.

Tras tres años de trabajo e investigación, en 1996 se publica el informe “El impacto del conflicto armado en los niños”. Como eje central de su estudio, Machel reivindica el fin de la explotación de niños y niñas como soldados y expone una serie de recomendaciones para mejorar el control, la protección legal y las acciones realizadas contra la utilización de niños.

El informe destaca la competencia y preocupación internacional que debe abordar este tema, los principios y normas de protección de los niños no pueden ser tarea exclusiva de un representante o de un organismo especializado. Las funciones ha desempeñar para atacar el problema han de ser a nivel mundial Tras la repercusión e impacto del informe, la Asamblea general de Naciones Unidas recomendó, en su resolución 51/77, que se nombrar a un Representante Especial encargado de la cuestión de las repercusiones de los conflictos armados sobre los niños.

De esta manera pretendía fomentar la cooperación internacional y asegurar una respuesta más unánime. En 1997, el primer representante especial encargado sobre estos temas fue el Sr. Olara A. Otunnu.

91

REYNTJENS, Filip: “Crónica política de Ruanda y Burundi 2007-2008”, Revista Cuadernos Fundación Sur, vol.XXII, 2008, nº4, p.15 [en línea] http://www.africafundacion.org/IMG/pdf/JulioAgosto_2008_baja_resolucion-pdf.

92

MACHEL GRAÇA: Informe “El impacto del conflicto armado en los niños”, 1996 [en línea] http://www.unicef.org/graca/

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La función del Representante Especial93 es actuar como: - Defensor - sensibilizando a la opinión pública acerca de las necesidades de los niños afectados por la guerra - Catalizador - proponiendo ideas y enfoques para promover la protección de los niños en la guerra - Coordinador - uniendo a los agentes principales dentro y fuera de la ONU para promover respuestas más concertadas y eficaces, y - Facilitador - llevando a cabo iniciativas humanitarias y diplomáticas para desbloquear situaciones políticas difíciles Elementos fundamentales del mandato: - Evaluar los progresos que se consiguieron y las dificultades que se encontraron en el reforzamiento de la protección de la infancia en situaciones de conflictos armados.

- Difundir y promover la reunión de información sobre la difícil situación de los niños afectados por los conflictos - Animar al desarrollo del establecimiento de redes de información y el fomento de la cooperación internacional para asegurar la protección y rehabilitación de los niños afectados por los conflictos La Asamblea ha renovado el mandato de la Representante Especial repetidamente desde 1997 y desde ese mismo año, la resolución general sobre los derechos del niño que aprueba anualmente la Asamblea ha comprendido una sección dedicada expresamente a los niños y niñas en los conflictos armados.

Desde su creación la Oficina de la Representante Especial ha llevado a cabo labores conjuntas con otros organismos para elaborar diversos informes y tareas respecto al ámbito de la infancia y los conflictos armados.

Cabe destacar también la tarea realizada junto con el Departamento de Asuntos Políticos de Naciones Unidas en la creación de material específico de orientación sobre la protección de los niños para los mediadores de las Naciones Unidas, que se ha incluido en su base de datos en la web “UN Peacemaker” 94, donde se señala que la 93 94

http://www.un.org/spanish/special-rep/children-armed-conflict/ourmandate.html http://peacemaker.unlb.org/index1.php

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liberación de niños y niñas es un factor clave para promover la confianza entre las partes en conflicto.

9.5 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional95 Aprobado el 17 de julio de 1998. El estatuto establece una corte permanente para juzgar

personas de cometer crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y

genocidio.

Recordando la definición de estos tres conceptos: - Crimen de lesa humanidad: Comprende las conductas tipificadas como: asesinatos, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, racionales, étnicos y otros definidos expresamente, desaparición forzada, secuestro o cualesquiera actos inhumanos que causen graves sufrimientos a atenten contra la salud mental o física de quien los sufre, siempre que dichas conductas se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque.

- Crimen de guerra: Consiste en matar intencionalmente, someter a torturas u otros actos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos, infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física y la salud, destruir bienes o apropiarse de ellos de manera no justificada por necesidades militares, a gran escala, ilícita y arbitrariamente, obligar a un prisionero de guerra u otra persona protegida a prestar servicio en las fuerzas de una potencia enemiga; privar deliberadamente a un prisionero de guerra u otra persona de sus derechos a un juicio justo e imparcial; someter a personas a deportación, traslado o confinamiento ilegal; tomar rehenes; dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra civiles que no participen directamente en las actividades; dirigir intencionalmente ataques contra objetos civiles es decir objetos que no son objetivos militares; dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de paz o de asistencia humanitaria.

95

http://www.derechos.net/doc/tpi.html

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El Estatuto incluye también: Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o grupos o utilizarlos para participar activamente en hostilidades.

(Art.8.2 b).

Y en el caso de conflicto interno: Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en hostilidades.

(Art.8.2.e) Para el caso de ambigüedad en los conceptos de “utilizar” y “participar”, el Tratado acordó que no solo se prohibía la participación directa de los niños en combate, sino también su participación activa en actividades militares relacionadas con el combate, como el rastreo, el espionaje, el sabotaje y la utilización de niños y niñas como señuelos, correos o en puestos de control militares. También se prohíbe la utilización directa de los niños en funciones de apoyo directo como el transporte de víveres al frente. Art.7 1.g Genocidio: Se comete con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso. Pueden constituir genocidio los siguientes actos: - Matanza de miembros del grupo, - Lesión grave a la integridad física o mental de miembros del grupo, -Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial.

- Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo.

- Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.

En el caso de Ruanda, queda probado que estos tres tipos de delitos fueron cometidos, incluyéndose el reclutamiento de niños y niñas menores de 15 años.

9.6 La Organización Internacional del Trabajo (OIT)96 En su actuación referente al ámbito de la infancia, la OIT contempla como puntos fundamentales:

96

-

Facilitar la reintegración socioeconómica de los niños excombatientes.

-

Prevención del reclutamiento de niños

http://www.ilo.org/global/lang--es/index.htm

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-

Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo infantil.

-

Proyecto interregional para prevenir el reclutamiento de niños como soldados y apoyar la reintegración de niños excombatientes.

Dentro de sus actuaciones concretas, cabe destacar los siguientes convenios: Convenio 138 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre edad mínima97 Adoptado el 26 de junio de 1973 con entrada en vigor el 19 de junio de 1976.

Cabe destacar en cuanto a trabajo realizado por menores: Art.1 Seguir una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente la edad mínima de admisión al empleo o al trabajo a un nivel que haga posible el más completo desarrollo físico y mental de los menores.

Convenio 182 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación98.

Convenio adoptado el 16 de junio de 1999 con entrada en vigor el 19 de noviembre de 2000.

Art.1. a) Adoptar medidas inmediatas y eficaces para conseguir la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil con carácter de urgencia” Entendiendo como “Niño” toda persona menor de 18 años, y como “peores formas de trabajo infantil”: Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y el tráfico de niños, la servidumbre por deudas y la condición

97 98

http://www.ilo.org/ilolex/cgi-lex/convds.pl?C138 http://www.ilo.org/public/spanish/standards/relm/ilc/ilc87/com-chic.htm

61

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de siervo, y el trabajo forzoso u obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados.

9.7 Carta Africana sobre los Derechos y Bienestar del niño99 Esta carta es el único tratado regional en el mundo que aborda la cuestión de los niños soldados. Fue adoptada por la Organización de Estados Africanos (OEA), actualmente Unión Africana, y entró en vigor en noviembre de 1999.

La Carta define como niño a toda persona menor de 18 años sin excepción. En ella, los Estados se comprometen a respetar y hacer respetar las normas del Derecho Internacional Humanitario aplicables a los conflictos armados: protegiendo a la población civil, particularmente a la infancia.

Establece: Art.22.2 Los Estados Partes de la presente Carta adoptarán todas las medidas necesarias para asegurar que ningún niño participe directamente en hostilidades y se abstendrán especialmente de reclutar niños..

9.8 Consejo de Seguridad de la ONU100 Ha adoptado varias resoluciones que condenan el reclutamiento y la utilización de niños y niñas en hostilidades.

Resolución 1261101 (1999): Condena firmemente el secuestro y reclutamiento de niños y hace de la protección del menor tema de paz y seguridad internacional.

Resolución 1314102 (2000): Apoya el Protocolo Opcional de la Convención de Derechos del Niño en caso de niños en conflictos armados. Exige a las partes en conflicto que, cuando proceda, incluyan en las negociaciones de paz y en los acuerdos de paz, disposiciones sobre la protección de los niños, especialmente con respecto al 99

www.child-soldiers.org

100

http://www.un.org/spanish/docs/sc/ http://www.unicef.org/spanish/emerg/files/S-RES-1261_sp.pdf 102 http://www.unicef.org/spanish/emerg/files/S-RES-1314_sp.pdf 101

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desarme, la desmovilización y la reintegración de los niños combatientes en las negociaciones de paz y los acuerdos de paz y que en la medida de lo posible tengan en cuenta la participación de los niños en esos procesos.

Resolución 1370103 (2001): Solicita que la Secretaría General nombre y enumere para el Consejo a aquellas partes en conflicto armado específicas que abusan de los niños.

Resolución 1460104 (2003): Apoya la utilización de planes de acción y la preparación de informes sobre progresos hechos por las partes enumeradas en informes previos para acabar con la utilización de niños soldados, con la determinación de responsabilizar a aquellas partes que fracasen en su cumplimiento.

Resolución 1539105 (2004): Solicita mecanismos de control y que se añadan violaciones adicionales.

Resolución 1612106 (2005): Crea un mecanismo general de control e información sobre niños y conflictos armados para documentar información relativa a seis violaciones y abusos graves cometidos contra menores ,que incluyen la violación u otra violencia sexual grave contra los niños. Los agentes que son testigos de violación de los derechos de los niños a nivel local informan de ello a la Agrupación de Fuerzas para el Control e Información a nivel nacional.

9.9 Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados (Protocolo Facultativo)107 Adoptado por la Asamblea General de la ONU el 25 de mayo de 2000 con entrada en vigor el 12 de febrero de 2002.

Desde 1994, un grupo compuesto por representantes de numerosos países, de organizaciones no gubernamentales, de organismos de las Naciones Unidas y expertos independientes, realizaron diversas deliberaciones para perfeccionar lo que sería el borrador del protocolo, trabajo que finalizó en el año 2000 con la aprobación oficial de la Asamblea General.

La Coalición para acabar con la utilización de niños soldados convirtió el Protocolo en uno de sus objetivos fundamentales de su campaña internacional.

103

http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N01/540/48/PDF/N0154048.pdf?OpenElement http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N03/231/19/PDF/N0323119.pdf?OpenElement 105 http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N04/318/66/PDF/N0431866.pdf?OpenElement 106 http://daccess-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N05/439/62/PDF/N0543962.pdf?OpenElement 107 www.unhchr.ch/spanish/html/menu2/6/protocolo_sp.html 104

63

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

El principal aporte del Protocolo es la elevación a los 18 años de la edad mínima para la participación directa en las hostilidades. Así se refleja en su artículo 1: Art.1 Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para que ningún miembro de sus fuerzas armadas menor de 18 años participe directamente en hostilidades.

De la exposición de este artículo podemos deducir que: -

Se refiere en exclusiva a las fuerzas armadas gubernamentales. Dejando sin control jurídico a cualquier otro tipo de fuerza combatiente.

-

Concepto ambiguo de la participación directa en las hostilidades. ¿Entiende de igual forma al menor de 18 años que porta un arma, al que la dispara, al cocinero, a la esclava sexual…?

Respecto al problema del reclutamiento, el Protocolo enuncia: Art.2 Los Estados Partes velarán por que no se reclute obligatoriamente en sus

fuerzas armadas a ningún menor de 18 años.

Art.3 3. Los Estados Partes que permitan el reclutamiento voluntario en sus fuerzas armadas nacionales de menores de 18 años establecerán medidas de salvaguarda que garanticen, como mínimo, que: a) Ese reclutamiento es verdaderamente voluntario; b) Ese reclutamiento se realiza con el consentimiento informado de los padres o de las personas que tengan su custodia legal; c) Esos menores están plenamente informados de los deberes que supone ese servicio militar; d) Presentan pruebas fiables de su edad antes de ser aceptados en el servicio militar nacional.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

Los problemas a esta definición de reclutamiento voluntario, oscilan desde las complicaciones derivadas de una situación de guerra, donde no se han implantando sistemas de inscripción de los nacimientos con garantías; hasta situaciones de reclutamiento voluntariado forzado por las circunstancias personales, sociales, económicas, etc.

En cuanto a los grupos armados no estatales: Art. 4 1 . Los grupos armados distintos de las fuerzas armadas de un Estado no deben en ninguna circunstancia reclutar o utilizar en hostilidades a menores de 18 años.

2. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas posibles para impedir ese reclutamiento y utilización, con inclusión de la adopción de las medidas legales necesarias para prohibir y castigar esas prácticas.

3. La aplicación del presente artículo no afectará la situación jurídica de ninguna de las partes en un conflicto armado.

Uno de los principales problemas que se nos plantea derivado de la lectura de este artículo es la comprobación o revisión de la legalidad de los grupos armados nos gubernamentales. Parece complicado comprobar si estos grupos se rigen por lo dicho en el protocolo o verificar también la edad de los soldados que los componen.

A pesar de estos inconvenientes, el avance que supuso la adopción del Protocolo es incuestionable. Aún así, para que se actúe dentro de la legalidad, es necesaria la ratificación del documento por parte de los Estados.

Hay dos procedimientos por los cuales un Estado puedo forma parte de este Protocolo: ratificación o adhesión.

Art. 9 2. El presente Protocolo está sujeto a la ratificación y abierto a la adhesión de todos los Estados. Los instrumentos de ratificación o de adhesión se depositarán en poder del Secretario General de las Naciones Unidas.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

Los Estados Parte del Protocolo tienen la obligación de informar de manera sistemática al Comité de los Derechos del Niño sobre las medidas que han tomado para adaptar las prácticas y la legislación a las exigencias del Protocolo.

Art.8 1. A más tardar dos años, después de la entrada en vigor del Protocolo respecto de un Estado Parte, éste presentará al Comité de los Derechos del Niño un informe que contenga una exposición general de las medidas que haya adoptado para dar cumplimiento a las disposiciones del Protocolo, incluidas las medidas adoptadas con objeto de aplicar las disposiciones relativas a la participación y el reclutamiento.

9.10 Tribunales Gachacha Fueron creados en 2002 con presencia en 175 tribunales del país, la mayoría de ellos en pequeñas comunidades Este sistema de justicia de la comunidad se inspiró en la manera tradicional de resolver los conflictos. Su misión es juzgar a los autores que llevaran a cabo crímenes en el genocidio de 1994.

Su funcionamiento se basa en la propia declaración de culpabilidad de los supuestos criminales con la esperanza de que su pena se va disminuida o permutada a cambio de servicios a la comunidad en los crímenes de menor grado.

Uno de los objetivos por los que se formaron estos tribunales, fue el intento de aligerar el proceso judicial que tras el genocidio se tenía que llevar a cabo, además de solucionar el problema de la superpoblacion de las cárceles ruandesas.

Fueron creados en 2002 con presencia en 175 tribunales del país, la mayoría de ellos en pequeñas comunidades.

Tras una labor de recopilación de información, estos tribunales comenzaron a funcionar plenamente en julio de 2006, limitando la posibilidad de recurso de aquellos que estimen que no han sido justamente juzgados, con sentencia de pena máxima de 30 años y sin posibilidad de derecho a un abogado.

Alrededor de unas 50 mil personas han confesado sus crímenes, con la esperanza de ser perdonados por el resto de la comunidad y ver sus penas disminuidas.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

El problema de estos tribunales se fundamenta en la corrupción que habita en ellos. De hecho, más de 40 mil de las personas juzgadas en ellos, forman parte de estos tribunales. Muchos ruandeses han dejado de confiar en su legitimidad a raíz de casos en los que se ha comprobado que algunas personas se han visto obligadas a declarar falsos testimonios bajo amenazas, procesos plagados de errores y violaciones de derecho, arreglo de cuentas personales por parte de los jueces que intervienen en los procedimientos, etc.

Es el caso de la condena de 11 meses al periodista Jean-Léonard Rugambage, que se vio encarcelado por la decisión de uno de estos jueces bajo falsas acusaciones tras la publicación de un artículo donde denunciaba la corrupción de estos tribunales.

O la sentencia de 19 años de prisión del activista de derechos humanos FrancoisXavier Byuma, quien tras una investigación en la que descubrió que uno de estos jueces se había visto implicado en la violación de un menor, se vio declarado culpable, sin total posibilidad de defenderse a si mismo, por dicho juez.

Según las estadísticas de los Servicios de Prisiones del país, la transferencia de casos de categoría 1108 a las jurisdicciones Gachacha, supone un grave error debido a la inexperiencia de los jueces, a la probada corrupción y a que el sistema no cumple con los niveles legales óptimos.

A fecha 9 de diciembre, Ruanda volvió a proponer el cierre de estos tribunales populares quedando todavía más de 2 mil casos pendientes.

9.11 Compromisos y Principios de París (2007)109 El gobierno francés y UNICEF organizaron conjuntamente una gran conferencia internacional bajo el título "Niños y niñas libres de la guerra", que tuvo lugar en París el 5 y 6 de febrero de 2007. Participaron en la conferencia 58 estados y entre los participantes se encontraban ministros y otros representantes gubernamentales, representantes de organizaciones donantes de fondos, altos responsables de las agencias de la ONU y numerosas organizaciones no gubernamentales.

En la conferencia, los 58 gobiernos suscribieron y se comprometieron a respetar los principios expresados en dos documentos: los "Compromisos de París", que enumeran una serie de principios legales y operativos necesarios para proteger a los 108

Sospechosos de categoría 1 son los que tuvieron un rol en la planificación, instigación, organización y supervisión del genocidio, y los que cometieron actos de violación y tortura.

109 http://www.un.org/children/conflict/spanish/parisprinciples.html

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

niños contra su reclutamiento y utilización en conflictos armados (los compromisos sirven de complemento a los mecanismos legales y políticos existentes); y los "Principios de París", un documento más detallado que presenta una amplia serie de principios relativos a la protección de niños contra su reclutamiento y utilización en conflictos armados, su desvinculación y su reintegración a la vida civil con éxito. Los principios también abordan la necesidad de contar con estrategias de prevención a largo plazo para poner fin definitivamente a la participación de niños y niñas en los conflictos armados.

La conferencia fue la culminación de un proceso de 18 meses de revisión de los "Principios y Mejores Prácticas de Ciudad del Cabo sobre la prevención del reclutamiento de niños por las fuerzas armadas y sobre la desmovilización y reintegración social de niños soldados en África", que fueron adoptados por varias organizaciones no gubernamentales en una conferencia organizada en Ciudad del Cabo en 1997.

Este proceso de revisión fue coordinado por UNICEF y se enriqueció con la enorme experiencia del personal de la ONU sobre el terreno, ONG y otros expertos en este campo. La Coalición participó directamente en el proceso de redacción de los Compromisos de París.

9.12 Tribunal Penal Internacional110 -

Competencia del Tribunal para el juzgamiento de niños Art.26 Exclusión de los menores de 18 años de la competencia de la Corte La Corte no será competente respecto de los que fueren menores de 18 años en

el momento de la presunta comisión del crimen.

Sin embargo, esta disposición no prohíbe que un tribunal nacional lleve a juicio a un menor de 18 años por llevar a cabo crímenes de lesa humanidad, de guerra o de genocidio en un conflicto interno. Aunque si que se deberán respetar las leyes

110

http://www.icc-cpi.int/

68

Los ni帽os soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

internacional si el tribunal nacional en cuesti贸n juzga al menor por delitos internacionales.

69

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

Ratificación

9.13 Resumen: Ratificaciones Ruanda111

Protocolo Adicional II

Sí

Protocolo Adicional I

Sí

OIT 182

Sí

Estatuto de Roma

No

Protocolo Facultativo

Sí

Edad mínima legal para el

18 (En tiempo

reclutamiento voluntario

de paz)

Edad mínima legal para el reclutamiento obligatorio

No

Menores soldados en grupos

No hay

políticos armados

evidencia

Menores soldados en fuerzas

No hay

armadas del gobierno

evidencia

Personas menores de 18 años (2005)

4.658.000

Población total (2005)

9.038.000

Nº fuerzas armadas gubernamentales activas País /Territorio

33.000

Ruanda

111

COALICIÓN ESPAÑOLA PARA ACABAR CON LA UTILIZACIÓN DE NIÑOS Y NIÑAS SOLDADO: Informe Global 2008. “La situación de los menores soldados en el mundo: datos por países” [en línea] www.menoressoldado.org

70

Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

10. CONCLUSIONES Después de haber realizado esta investigación acerca de los niños soldado, nos damos cuenta de la repercusión que tiene este problema, y la poca importancia que se le da, tanto desde los medios de comunicación como desde la comunidad internacional; hay desde luego una clara falta de voluntad política, cuyas acciones muchas veces van encaminadas a cumplir, a realizar lo “políticamente correcto” a “quedar bien” con respecto al resto de los actores internacionales siempre y cuando esto no perjudique sus verdaderos intereses económicos que son lo que realmente mueven hoy en día el mundo.

Realmente no importa que haya niños soldados en la guerra, se percibe como una realidad inevitable en muchos casos, cuando los niños son el futuro del mañana. Los nuevos conflictos contemporáneos son cada vez más terroríficos, sobre todo a la hora de referirse a la violación de derechos humanos, con prácticas que parecen inimaginables, pero que ocurren, y es una vergüenza que cada vez más sean los niños, los más inocentes, los que paguen por la barbarie de la guerra de los adultos, robándoles así su infancia, su niñez.

Se crean mecanismos jurídicos para abordar estas prácticas, para juzgar estos crímenes y violaciones y aunque se avanza lentamente, consideramos que el hecho de que se establezcan ya es un paso, mejor presencia que ausencia. Una presencia real, con un cumplimiento real de sus disposiciones, resoluciones y convenios. Para ello, la vigilancia internacional de los diversos actores es crucial. Una vigilancia que tenga como resultado la elaboración de informes cuyas conclusiones sean tomadas en cuenta y se trabaje sobre ellas a posteriori.

Corroborando la existencia actual de prácticas como el reclutamiento de niños y niñas soldado, compartimos el consenso internacional que parece estar llevándose a cabo respecto al enjuiciamiento de dichos niños. Los debates, resoluciones, sentencias y demás documentos internacionales han adoptado la postura común de que los menores de 18 años no deben ser procesados por crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio. Por tanto, ratificamos una de nuestras hipótesis principales, los menores de 18 años no deben ser enjuiciados por este tipo de crímenes al considerarlos víctimas, en sus diversas formas, de tales actos.

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Los niños soldado durante el genocidio de Ruanda, 1994

El estudio de los diversos programas de rehabilitación y reintegración de estos niños y niñas soldados y de las afirmaciones de diferentes críticos y expertos en estos proyectos, nos ha llevado a concluir que dichos programas son en general ineficientes.

En particular respecto a las niñas participantes en conflictos armados, que quedan en su mayoría desplazadas de los programas oficiales. En general, es la falta de financiación internacional la que impide el verdadero desarrollo, funcionamiento y aplicación de estos procesos de recuperación. Por tanto, la calve debe de ser la prevención.

El reclutamiento de niños y niñas soldado no es un suceso pasado. Actualmente estas prácticas siguen llevándose a cabo por parte de las diversas fuerzas combatientes.

Los lideres, tanto nacionales como internacionales, altos cargos políticos, miembros del ejército, y la comunidad civil internacional en su conjunto, no deben cerrar los ojos ante tal suceso. Los culpables no deben contar con ningún tipo de apoyo ni beneficiarse de los intereses que los diferentes actores internacionales comparten.

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Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la

participación

de

niños

en

conflictos

armados:

www.unhchr.ch/spanish/html/menu2/6/protocolo_sp.html -

Save the children España: www.savethechildren.es

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Tribunal Penal Internacional de Ruanda: www.ictr.org

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UNICEF: www.unicef.org

RESEÑAS FILMOGRÁFICAS -

ADUAKA, Newton I. : Ezra, 2007

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CARILLO, Jairo: Pequeñas Voces, 2009

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CATON, Michael: Disparando a perros, 2005

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CRUZ ROJA: Niños soldados: el derecho dice ¡NO!, 2003

-

KABERA, Eric: 100 days, 2008

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MANDOKI, Luis: Voces inocentes, 2004.

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MUNÓZ, David: Flores de Ruanda, 2008

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PECK, Raoul: Sometimes in April, 2005

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SAUVAIRE, Jean- Stéphane: Johnny Mad Dog: Los niños soldados, 2008

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TERRY, George: Hotel Ruanda, 2004

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VÁZQUEZ, Antonio G.: Ruanda: No te olvides de mi, 1995

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