infraestructura a nivel gubernamental y, en el ámbito privado, el núcleo de bodegueros cuenta con capacidad para avalar el medio, en especial, cuando supone una vidriera de legitimación de su estatus. Por las flamantes casas de estudio transitan profesores de un nivel excepcional. Algunos, contratados desde Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán y Córdoba; otros, recién llegados de una ruta liada, iniciada con su exilio de la Segunda Guerra Mundial. Artistas y arquitectos conforman una trama intelectual vinculada a diversas esferas del saber, como la literatura y la filosofía. En este clima vibrante, arriba a Mendoza el arquitecto César Jannello. Su primer acercamiento al campo profesional mendocino tiene lugar en 1947, en ocasión de un concurso de proyectos para la realización del Centro Universitario de la uncuyo, del cual es jurado. Luego, en 1949 y contratado por el director de la apba, Manuel Civit, ya viaja desde Buenos Aires para radicarse con su pareja y colega, Colette Boccara. Ambos vienen de compartir un estudio con Amancio Williams, Delfina Gálvez y Jorge Butler. Se trata de jóvenes intelectuales destacados, integrantes de la ola renovadora que continúa la modernización comenzada a fines de los años 30 por el grupo Austral de Juan Kurchan, Jorge Ferrari Hardoy, Antonio Bonet y otros representantes de la herencia corbuseriana, como Mario Roberto Álvarez, Jorge Aslán, Héctor Escurra y Federico Peralta Ramos. Una vez instalado en la provincia, Jannello es profesor de Escenografía y de Composición Plástica, en la que imparte sus conocimientos sobre el novedoso concepto de la «visión». Vale detenerse en este término, ya que es quizá el que sienta las bases para el desarrollo disciplinar del diseño en el país. Sus contenidos se relacionan con la divulgación conceptual del docente y artista plástico Héctor Cartier sobre la mirada gestáltica de la percepción y el análisis de la forma desde variables técnicas y científicas. Cartier, padrino de su hijo Bruno Jannello, enseña en las escuelas de Bellas Artes Manuel Belgrano, Ernesto de la Cárcova y Prilidiano Pueyrredón –emplazadas en la ciudad de Buenos Aires– y la perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata (unlp). Allí tiene de alumnos a prominentes artistas, como Julio Le Parc, Víctor Grippo y Alejandro Puente. A tono con el discurso internacional del diseño, la actualización teórica domina la escena. En este sentido, la correspondencia resulta una vía insustituible de intercambio, gestión y reflexión. Por estos días, Jannello mantiene comunicación epistolar con importantes figuras, como Josef Albers y Tomás Maldonado. Albers, antiguo estudiante y joven maestro de la clausurada Bauhaus de Alemania, es docente en el Black Mountain College de Carolina del Norte, en ee.uu., adonde escapa tras el ascenso del nazismo en Europa. Tipógrafo, diseñador y fotógrafo, trabaja con la mutabilidad del material a través de la modificación de la forma y el color y desarrolla teorías sobre la enseñanza del arte y el diseño. Tomás Maldonado, artista, diseñador y teórico, es creador del Movimiento Arte Concreto-Invención y fundador en Buenos Aires de la revista Nueva Visión (19511957), dedicada al arte, la arquitectura, el diseño industrial y la gráfica, con representación comercial de Jannello en Mendoza y de Félix Pineda en San Juan. Es, además,
1-3. Estudios de color de la cátedra de Composición del Instituto de Artes Plásticas, esa, uncuyo (c. 1947). Collage con papeles de colores, 10 x 10 cm. Material pedagógico para dictado de clases. Profesor: César Jannello. 4. Afiche Escuela de verano para maestros para la Facultad de Filosofía y Letras, uncuyo (1951). Serigrafía a dos tintas sobre papel; 59 x 41,3 cm. Impresión: Gildo D'Accurzio. Pieza de difusión para actividades educativas. Hogar y Club Universitarios, uncuyo. Diseño: atribuido a César Jannello.
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