Documento A4 página de cuento para niños ilustrativo bonito colores pasteles

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FÁBULA Lagallinayel cerdo:Unaherida quesana

En una mañana soleada, en un corral rodeado de árboles frondosos y lleno de leña, una gallina se encontraba admirando su reflejo en un charco de agua.

_ ¡Qué lindas plumas blancas tengo!, mi pico es tan brillante y fuerte… Y mi cresta es tan elegante. ¡Soy una gallina realmente hermosa! _ dijo la gallina con gran entusiasmo.

Además de ser linda, la gallina era amable, solidaria y bondadosa con sus compañeros del corral.

Un día, cuando el pato se lastimó una pata, la gallina se acercó rápidamente a él, lo curó y lo cuidó hasta que se sintió mejor, demostrando su empatía y compasión hacia los demás, lo que la hacía un ave de corral aún más hermosa y querida por todos.

Llegaron las 3:00 de la tarde y la gallina decidió salir a dar una vuelta por el corral para saludar a sus compañeros.

Mientras caminaba, se encontró al cerdo, que estaba molesto y cubierto de lodo en un charco de barro. _ ¡Este gallo es insoportable! _ dijo el cerdo molesto _ Me despertó al amanecer con su canto ruidoso y ahora estoy de mal humor.

El c d ó l b f ió l i d as de l alca bla

A pesar de todo la gallina sonrió y con el mismo entusiasmo de siempre dijo:

_ ¡Hola, amigo cerdo, ¿Cómo estás?!

El cerdo la miró con desprecio y respondió:

_ No soy tu amigo. No me gustan los animales de dos patas con plumas y pico horrible como tú. La gallina se puso triste y preguntó:

_ ¿Por qué me dices eso? Yo solo quería ser amable contigo.

_ Porque no me caes bien. ¡Eres fea y no quiero hablar contigo! _ dijo el cerdo con un tono de burla.

La gallina se sintió herida por las palabras del cerdo y, con la cabeza agachada, se dirigió lentamente hacia su corral en busca de consuelo.

Al llegar, encontró a su mejor amigo, el pavo, descansando a la sombra de un árbol, con las alas abiertas y los ojos cerrados.

a gallina se acercó a él y con una voz triste dijo:

¿Qué pasa amiga, por qué estás triste? dijo el pavo.

La gallina agachó la cabeza y con tristeza comenzó a contarle todo lo que había sucedido con el cerdo, esperando que su amigo pudiera ofrecerle algún consejo o palabras de aliento.

Soy fea, nadie me quiere dijo la gallina. El pavo la miró con cariño y respondió:

_ ¿Por qué dices eso? Acaso no has visto lo maravillosa que eres.

_ El cerdo me dijo que soy un animal feo por tener dos patas, plumas y pico.

_ Eso es mentira. Eres un animal increíble. Tienes un plumaje hermoso, dos patas finas y un pico brillante. Eres amable, bondadosa y empática. ¿Por qué crees que el cerdo te dijo esas cosas?

La gallina se encogió de hombros y dijo:

_ No lo sé, yo solo quería ser su amiga.

El pavo sonrió y dijo:

_ A veces, los animales tienen días malos y dicen cosas que no piensan, pero eso no significa que lo que te digan sea verdad.

La gallina afirmó con la cabeza y preguntó:

_ ¿Y ahora qué hago?

El pavo pensó un momento y respondió:

Vamos a descansar y mañana iremos a visitar al cerdo juntos. Tal vez mañana sea un nuevo día para todos.

La gallina y el pavo se quedaron dormidos bajo la sombra de un árbol.

A la mañana siguiente, ambos se dirigieron al corral donde vivía el cerdo. Al llegar, observaron que el cerdo se encontraba en un rincón de su corral con un rostro triste y arrepentido.

_ Hola, amigo_ dijo el pavo.

Hola, amigo respondió el cerdo ¡hola, amiga gallina!.

La gallina sonrió ligeramente y dijo:

_ Hola

El cerdo se acercó a la gallina y le dijo:

_ Discúlpame por todo lo que te dije ayer. Me sentía frustrado porque el gallo no me dejó dormir y descargué mi enojo contigo.

La gallina lo miró con comprensión y respondió:

_ Te disculpo, pero tienes que prometerte a ti mismo que vas a controlar tus emociones para que ya no ofendas a los demás.

El cerdo confirmó con la cabeza y dijo:

_ Lo prometo. Voy a trabajar en mí mismo para ser un mejor cerdo y un mejor amigo.

La gallina sonrió y dijo:

_ Me encantaría ser tu amiga. ¿Quieres que seamos amigos?

El cerdo sonrió también y dijo:

_ Sí, claro que sí.

La gallina, el pavo y el cerdo se dieron un gran abrazo y se prometieron cuidarse mutuamente. Desde ese día, el cerdo aprendió a controlar sus emociones y comenzó a hacer más amigos en el corral.

Laspalabraspuedenherir, perolaamistadyla comprensiónpuedensanar.

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