
Mi cuatrimestre
TP 1: “ Pensar con otros”
TP2: “Habitar el pasaje”
Opción 1
Opción 2
Opción 3
Implantación
Corte de implantación
Primer planta
Segunda planta
Tercer planta
Corte A-A

Corte B-B
Reflexiónes finales
Durante el cuatrimestre transite muchas emociones, muchas veces con sentimientos encontrados. Momentos de estrés, y otros de calma, situaciones en las que no entendía muy bien lo que estaba haciendo y otras en las que sentía que entendía todo de golpe, fui probando, a veces salía algo que me gustaba y a veces no.
Terminé entendiendo que el proyecto no es una idea fija y que también se arma con lo que no se ve, con lo que se descarta y lo que no entra en la lámina, con todas esas versiones de lo que pudo ser y no llego a serlo.
Este portfolio es parte de eso, de buscar una forma que tenga algo propio, y así como yo me lleve una parte tuya en este taller, ojala que algo de lo mío quede en vos.
Justina

El primer día de clase, decidí registrar mi experiencia de una manera personal.
Más allá de los contenidos teóricos y prácticos, cada clase dejó una impresión distinta en mí, una sensación o una idea que resonó más allá del aula.
Por eso, al final de cada encuentro, anoté una palabra o una frase que sintetizara lo que viví en ese día de cursada.
A veces fue una emoción, otras veces una reflexión sobre el proceso de proyectar y habitar el espacio.
Este registro me ayudó a trazar el recorrido de la materia desde mi propia vivencia.
A través de estas palabras, pude capturar la evolución de mi percepción y la manera en que cada clase contribuyó a mi forma de entender la arquitectura.
Caja de herramientas proyectuales
TP 1: Pensar con otros







El proyecto arquitectónico
















Qué me gustaría seguir aprendiendo?
Para finalizar, en una de las clases me hiciste una pregunta, y como lo prometido es deuda, hoy te la respondo.
En una de las primeras correcciones me pediste que defendiera mi proyecto como si fuera de hormigón y no supe qué decir, no estaba preparada para pensar desde ese lugar.
Durante estas semanas volví a ese momento muchas veces.
Imaginé cómo se habría comportado la luz, cómo habrían cambiado los recorridos, cómo se habría transformado en cuanto a lo sensorial.
Pensar en el hormigón me ayudó a ver otra versión posible del proyecto, pero sobre todo me ayudó a entender por qué no elegimos ese camino, y por qué lo que propongo hoy tiene sentido para mí.
Mi proyecto no fue de hormigón, es una piel perforada, pensada para dejar pasar la la luz, para respirar, para que el límite no sea una barrera. Me interesa más lo que se insinúa que lo que se impone.
Si no supe qué decirte ese día, es porque todavía no había entendido del todo lo que este proyecto necesitaba ser. Pero tu pregunta me ayudó a pensarlo desde otro lugar. A entender que lo que define esta propuesta es su sentido.
No es el encierro, sino el pasaje. Que esa decisión, aunque no fue de hormigón, también tiene una defensa.
Gracias por hacerme una pregunta que me desorientó y me obligó a pensarlo.
Porque aunque no supe qué decirte en ese momento, me llevé la duda, la habité, la trabajé y hoy puedo afirmar que a veces las preguntas que mas cuestan son las que mas nos ayudan a avanzar.
Y esa es la enseñanza mas grande que me llevo de este taller.
Justina.