EL PELIGROSO YUAN “

esta nación tendrá que sufrir una profunda reestructuración en forma de una despiadada depresión económica donde su sistema político autocrático se derrumbará, antes de validar su capacidad para saltar a la fase siguiente, ahora sí, de un desarrollo económico sano y sostenido, similar al del G-7.

Altos niveles de ingresos por IED y reservas de divisas superiores a los 3.1 trillones de dólares, no la protegerán de una fuga forzada de capitales. Una inminente macro-devaluación del yuan de más del 60%, una política monetaria restrictiva global y el nearshoring, se convertirán en el detonador y catalizador de este doloroso proceso. A mediados del 2023 el yuan estaba en 7.30, con una depreciación en el año de alrededor del 5%, muy alejado de su valor real o de equilibrio.

El poderoso mercado internacional de divisas, que solo da más cuerda para ahorcarse mejor, será el que desencadene este necesario proceso interno, provocando depreciaciones competitivas a las demás divisas, tal como ocurrió en 2015, 2018 y 2022.

Aterrizaje Forzoso O Crash

Aunque su PIB fue bueno en apariencia, 6.3% anual a junio, este resultó menor al esperado de 7.3%. Engañoso, porque existe una base muy baja de comparación respecto al año pasado, cuando esta economía permanecía cerrada por la pandemia. De forma trimestral avanzó 1%. Al primer semestre del 2023 registró desplomes en la industria de la vivienda, en utilidades de las empresas, confianza empresarial, etc; el índice accionario CSI300 menos 5%. El gasto del consumidor también fue decepcionante. Las ventas al menudeo registraron 3.1% anual a junio desde el 12.7% en mayo; la tasa de desempleo juvenil alcanzó un alarmante récord de 21%.

China, en este mundo especulativo de inflación de activos financieros a punto de estallar, constituye la madre de todas las burbujas.

El mundo se benefició por décadas con el proceso de su apertura e integración, ahora será copartícipe del sufrimiento de una inevitable y violenta reestructuración.

La recesión en Estados Unidos no termina por materializarse, pero varios países ya comienzan a experimentarla en Asia, América y Europa, incluida la zona euro.

China contribuirá al aterrizaje forzoso de la economía mundial, el cual será parecido a un crash, peor que en 1929.