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JESÚS BAJO SOSPECHA

JESÚS aún está bajo sospecha. Aunque es una figura histórica que vivió hace dos mil años, continúa siendo objeto tanto de devoción como de controversia: tanto como lo fue cuando predicaba en las tierras de Israel. Mucha gente en la actualidad le aclama como su Salvador tal como lo hacían sus seguidores en el primer siglo. Pero muchos otros de nuestros contemporáneos siguen rechazándole y le consideran un peligro para el establecimiento político y religioso, exactamente como le veían aquellos líderes religiosos y políticos de Israel y Roma. Pero los enemigos de la actualidad son diferentes. Hoy, algunos aseguran que Jesús nunca dijo la mayoría de las palabras que la Biblia le atribuye. Otros incluso se atreven a decir que no hizo las cosas que la Biblia recoge como sus hechos. Sugieren que Jesús de Nazaret fue alguien muy distinto a la figura en la que ha creído la Iglesia.

El libro “Jesús bajo sospecha” es una obra de defensa de la historicidad del Redentor. Publicado en inglés en 1995, fue editado por los teólogos norteamericanos Michael Wilkins y James Porter Moreland, quienes entregaron sus conocimientos a la reivindicación de Jesucristo.

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Para introducirnos en el debate sobre la persona de Jesús es fundamental conocer la distin- ción que ya se hace desde los días de Reimarus, entre el Jesús histórico y el Cristo de la fe. El “Jesús histórico” (o “el Jesús de la historia” o “Jesús de Nazaret”) es el Jesús sobre el que investigan los historiadores, intentando recuperarlo a través de métodos históricos. Se dice que este es el Jesús que realmente existió y es, en cierta medida, diferente del Cristo de la fe. El “Cristo de la fe” es el Jesucristo en el que la gente ha creído durante toda la historia de la iglesia y cuya naturaleza e identidad es objeto de la teología cristiana. Dicho de otra manera, el “Jesús histórico” (es decir, un sabio judío) no es el “Cristo de la fe” (es decir, la segunda persona de la Trinidad) porque el Jesús histórico representa mucho menos que el Cristo de la fe. Una forma de comprender bien todo esto es ver que la erudición ha estado intentando descubrir cuánto de lo que se cuenta sobre Jesús es verdad y cuánto le ha sido atribuido posteriormente por los teólogos cristianos.

Respuesta sólida

Elaborada como una respuesta sólida a las controvertidas ideas del “Seminario de Jesús”, un grupo de supuestos expertos estadounidenses que no acepta al Mesías de la fe evangélica y afirma que el Nuevo Testamento no es confiable, la publicación de Moreland y Wilkins revisa la legitimidad de las palabras, las acciones, los milagros y la resurrección de Cristo y muestra pruebas concluyentes sobre las enseñanzas bíblicas tradicionales.

Según los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, la relación de Jesús con las autoridades religiosas de Jerusalén fue muy polémica y controvertida, por lo que estas acabaron entregándolo al gobernador romano para que le ejecutase. Como ya hemos dicho, David Seeley cree que esta presentación no es más que una invención literaria. Sospecha que Marcos, cuya narración es anterior a la de Mateo y la de Lucas (y posiblemente, también a la de Juan), quería contar la historia de forma que se viera que los judíos eran culpables, y para demostrar que los cristianos no tenían ningún tipo de culpa. O bien Marcos (volviendo a Burton Mack), en su deseo de exculpar a los cristianos, creó una historia ficticia que distanciara al movimiento cristiano de las ideas y actividades revolucionarias judías.

En su volumen, parte de la serie “Colección Teológica Contemporánea” de Editorial CLIE, los siervos Michael y James Porter han combinado la accesibilidad con la profundidad académica para ayudar a los lectores, cristianos o seculares, a dictaminar por sí mismos si el Jesús de las Sagradas Escrituras es el Jesús de la historia y si es válida la afirmación del Evangelio de que Él es el único camino hacia Dios.

¿Es Jesús el único camino para obtener una relación salvadora con Dios? Debemos volver a hacer la pregunta con mayor sinceridad y gravedad. Lo que hace que mucha gente hoy en día no se haga esta pregunta de forma sincera y paciente es que las presuposiciones que hay detrás de esta pregunta ya han sido rotundamente rechazadas.

¿Cuáles son estas presuposiciones? En primer lugar, la pregunta da por sentado la posibilidad de que solamente hay una forma correcta de organizar nuestras vidas religiosas y la manera en que las concebimos. Esa es la fuerza que tiene la palabra “único” en nuestra pregunta. En segundo lugar, la pregunta da por sentado que, si solo hay un camino correcto, nosotros también podemos encontrar ese camino. No tendría sentido darle vueltas a la pregunta si no aceptáramos esta segunda presuposición: que existe algo llamado conocimiento religioso.

Expertos evangélicos

Para su libro, los hermanos Michael Wilkins y James Porter Moreland convocaron a los sabios norteamericanos Craig L. Blomerg, Scot MkcNight, Darrell L. Bock, Craig Alan Evans, Gary Robert Habermas, William Lane Craig y R. Douglas Geivett, y al historiador de origen japonés Edwin Masao Yamauchi, quienes desafiaron con sus consistentes contribuciones la metodología y los hallazgos del “Seminario de Jesús”.

En general, podemos decir que los Manuscritos del Mar Muerto, aunque no mencionan a Je- sús ni a ninguno de sus discípulos, proporcionan información sobre una secta judía de los días de Jesús. El dualismo (es decir, el fuerte contraste entre el bien y el mal) que encontramos en esos textos nos ayuda a entender el evangelio de Juan no como un texto griego que nada tenía que ver con la Palestina de Jesús, como han llegado a decir algunos estudiosos, sino tal como James H. Charlesworth ha apuntado, como “quizá el más judío y canónico de todos los evangelios”. Además, dice que entre Jesús y el Maestro de Justicia hay tanto sorprendentes similitudes, como grandes diferencias. Los Manuscritos del Mar Muerto no proveen evidencias claras de que recojan una visión de Jesús diferente a la de los evangelios, ni tampoco justifican algunas de las excéntricas teorías que hemos visto sobre Jesús. Lo que sí nos han aportado es una mejor y más profunda comprensión del mundo y la cultura en la que Jesús vivió y ministró.

Lanzada en español en el 2003, esta obra aborda los siguientes temas desarrollados por los ocho expertos evangélicos antes mencionados: a) ¿Dónde empezar la investigación sobre la persona de Jesús?, b) ¿Quién es Jesús?, c) Las palabras de Jesús en los Evangelios: ¿versión original o invención?, d) ¿Qué hizo Jesús?, e) ¿Hacía Jesús milagros?, f) ¿Resucitó Jesús de los muertos?, g) ¿Es Jesús el único camino?, h) Evidencias sobre Jesús fuera del Nuevo Testamento.

Aunque no contáramos con el Nuevo Testamento u otros escritos cristianos, podríamos seguir concluyendo a partir de escritos no cristianos como los de Josefo, el Talmud, los de Tácito y de Plinio el Joven que: (1)Jesús era un maestro judío; (2) mucha gente creía que sanaba y expulsaba demonios; (3) los líderes religiosos judíos le odiaban; (4) fue crucificado bajo Poncio Pilato en el reinado de Tiberio; (5) a pesar de que murió de forma vergonzosa, sus seguidores, que creían que aún estaba vivo, fueron más allá de Palestina: en el año 64 d.C. había muchos de ellos en Roma; (6) a principios del siglo II muchos tipos diferentes de gente —de la ciudad, del campo, hombres y mujeres, libres y esclavos— le adoraban como Dios.

Himno escrito por la poetisa Mary Artemisia Lathbury para ser empleado en los servicios vespertinos. Representa una oración de reconocimiento para la bondad, la protección y el amor de Dios.

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