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LA TRAGEDIA TURCA

ESTEBAN GUERRA

CAMUZ estaba atrapada entre los escombros del edificio donde vivía, cuando escuchó los ladridos de los perros de rescate; la habían encontrado después de cuatro días. Muy cerca de ella, estaba su bebé de solo diez días de nacido que milagrosamente había sobrevivido durante cien horas debajo de toneladas de cemento y fierros.

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Cuando el primer terremoto sacudió Turquía de madrugada, la mujer estaba despierta, amamantando a su bebé. Su esposo, Irfán, trató de venir con otro hijo, pero un armario le cayó encima y le fue imposible moverse. Los cuatro quedaron sepultados y no se pudieron hablar ni escuchar entre ellos. Al final, todos fueron rescatados después de docenas de horas dramáticas. El reencuentro de la familia fue desgarrador.

Dos hermanos fueron también rescatados con vida, tras 198 horas atrapados bajo los escombros en Kahramanmarash. El edificio en el que vivían Muhammed Enes, de 17 años, y Abdulbaki, de 20, se derrumbó sepultando a ambos por nueve días. El salvamento de Muhammed involucró a decenas de personas.

El caso que más impresionó fue el rescate de una joven de 17 años que pudo ser sacada con vida de los escombros 248 horas después del terremoto fatal. Los trabajos duraron diez angustiosos días.

Estos son solo tres de las miles de historias dramáticas que ocurrieron a raíz del terrible sis- mo que asoló Turquía y el norte de Siria la madrugada del lunes 6 de febrero. Aunque lo habitual es que los terremotos vayan seguidos de réplicas de menor intensidad, el segundo sismo fue 7,5 de una magnitud muy parecida a la del primero y que ocurrió solo pocos minutos des- pués. Esa fue la causa de la dantesca destrucción.

Sin embargo, existe otra razón más: la capacidad de los edificios para resistir los sismos. En países como Japón o Chile las normas de construcción son muy estrictas debido a la recu- rrencia de fuertes terremotos. Mientras tanto, en muchos edificios de Turquía y Siria no se respeta la normatividad.

La cadena de movimientos sísmicos no solo causó la caída de cientos de casas y edificios, sino que originó la transformación del propio suelo. En las calles han aparecido grietas y deformaciones como producto de las enormes roturas que se han producido en el subsuelo.

Infraestructura inadecuada

La catástrofe no era del todo imprevisible en la zona, donde ya se han registrado episodios similares debido a su ubicación sobre la llamada falla de Anatolia. Los efectos habrían sido más leves con una acción directa del Estado e infraestructuras adecuadas.

Según las estimaciones oficiales, más de 5 600 edificios colapsaron solo en Turquía a causa de los terremotos. Esto se debe a que las estructuras de los edificios de la zona eran muy débiles y no estaban preparados para aguantar un sismo de intensidad.

La situación en el norte de Siria es peor en cuanto a infraestructura. Los edificios estaban en estado frágil luego de años de ataques aéreos y bombardeos debido a la guerra civil y fue imposible que resistan un terremoto y decenas de réplicas. Los movimientos sísmicos fueron más leves que los de Turquía, pero cientos de edificios sirios no pudieron aguantar.

Este no es el primer sismo de grave en la zona. En 1939 otro de magnitud 7,7 que cobró la vida de más de 32 000 personas. Según la información histórica, en el año 115, se registró uno en la región de Antioquía que costó la vida de unas 260 000 personas.

Muertos famosos

Personajes del arte, el cine, el arte, la televisión y los deportes han fallecido en el terromoto. El futbolista Ahmet Eyüp Türkaslan figuran entre los muertos que ha dejado el sismo de Turquía. El cuerpo del deportista fue encontrado ya sin vida entre los escombros junto a su esposa, quien logró sobrevivir a la catástrofe.

El sismo causó también la muerte de Ahmet Eyüp Türkaslan, arquero del Yeni Malatyaspor, de la Segunda categoría del fútbol turco. “Nuestro portero perdió la vida tras quedar atrapado en los escombros. Que Dios se apiade de él, que su lugar esté en el cielo. No te olvidaremos, hermosa persona”, indicó el club al cual pertenecía la víctima del desastre natural.

Otra personaje que falleció en la tragedia es la actriz Emel Aticia de 52 años, recordada por su interpretación en la serie de televisión “Tierra amarga”. El cuerpo de la mujer fue encontrado junto al de su hija Püryan bajo los escombros, en la ciudad de Aldana.

A 41 años de su fundación, la Obra del MMM de Ecuador se mantiene unida para poder llevar el mensaje del Señor a los lugares más recónditos del país. Ha superado momentos difíciles y se sienten aires de victoria. Se esperan tiempos importantes para la Iglesia en el país sudamericano.

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