Revista Noviembre Diciembre 2013

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por año en individuos tratados. Wilson reportó 10% de ceguera en por lo menos un ojo, en pacientes con hipertensión ocular.11 En pacientes que tienen riesgo alto para desarrollar glaucoma por la apariencia del nervio óptico, la prevalencia es de 3 a 5% por año.12-14 El OHTS señala que el 55.2% de los pacientes que evolucionaron a glaucoma en este estudio, tuvo como desenlace una anormalidad en el nervio óptico, en ausencia de alteraciones del campo visual. Solo 35% de los que evolucionaron a glaucoma presentaron alteraciones en el campo visual y un 9.6% en ambos parámetros.11

Definición El término de sospechoso de glaucoma agrupa a aquellos pacientes con uno o más factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la enfermedad, en ausencia de daño papilar y campimétrico. Este término resultaba confuso; en el pasado las acepciones de preglaucoma, glaucoma temprano, sospecha de glaucoma temprano, entre otras que conformaban la categorización de esta entidad, sin establecer límites y características que la definieran, por lo que con frecuencia se superponían las entidades. Por otra parte, la Academia Americana de Oftalmología, en sus guías de seguimiento para el sospechoso de glaucoma de ángulo abierto menciona como definición de sospechoso a aquellos pacientes que presentan algunas de las siguientes características.15 A) Apariencia del nervio óptico o de la CFN que sugiera daño por glaucoma: 1. Adelgazamiento difuso o localizado de la ceja neurorretiniana, particularmente en los polos. 2. Anormalidades difusas o localizadas de la CFN en particular de los polos. 3. Hemorragias en astilla. 4. Asimetría de la excavación de la cabeza del nervio óptico, que sugiera pérdida del tejido neural. B) Campos visuales sospechosos de glaucoma.

C) Presión consistentemente arriba de 21 mmHg con tonometría de aplanación. Si el paciente presenta alguna alteración típica de daño glaucomatoso, en el nervio óptico o en el campo visual no debe de considerarse como sospechoso de glaucoma. En la guía del sospechoso de glaucoma, redactada por la Academia Americana de Oftalmología, resalta la inclusión de la hemorragia en flama o en astilla como una característica de sospecha; sin embargo, la opinión de otros autores es darle un carácter patológico a la presencia de este signo, aunque puede aparecer en pacientes con retinopatía diabética u oclusión de rama venosa, o de la de la vena central de la retina. Los límites del sospechoso del glaucoma y del glaucoma manifiesto son a veces imperceptibles. Hay una cantidad de pacientes que se consideran sospechosos de glaucoma y que, sin embargo, presentan un glaucoma incipiente; otros, son tratados por glaucoma y deben de clasificarse como sospechosos de glaucoma. Hoy día además de la intuición y la sagacidad clínica, contamos con modernos métodos de diagnósticos, que conjugados con la experiencia clínica, nos permiten tener una aproximación más adecuada en el diagnóstico, a definir una categorización, mejor orientada, más precisa. El sospechoso de glaucoma, es el primer peldaño, en donde una serie de factores que se concatenan pueden ir generando el desarrollo de una enfermedad o no; si las condiciones para que se dé este desarrollo son suficientes, se podrá ver el progreso en el daño, el continuum (Esquema 1), pasando por las fases incipientes de la enfermedad y desembocando en la ceguera, esto sucederá si no diagnosticamos oportunamente al paciente con factores de riesgo, o si no somos capaces de dar un seguimiento escrupuloso al sospechoso de glaucoma. Establecer con claridad el diagnóstico, dentro de este amplio espectro, permitirá discernir si el paciente requiere sólo vigilancia y seguimiento o si, aun siendo sospechoso AÑO 15 • VOL. 15 • NOV-DIC • MÉXICO 2013

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